La Opinión Popular
                  01:16  |  Jueves 16 de Octubre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
Recomendar Imprimir
Sociedad e Interés General - 18-03-2023 / 08:03
EL 18 DE MARZO DE 1962 EL JUSTICIALISMO GANA CATEGÓRICAMENTE LAS ELECCIONES PROVINCIALES

Andrés Framini, un trabajador peronista, es electo Gobernador de la Provincia de Buenos Aires

Andrés Framini, un trabajador peronista, es electo Gobernador de la Provincia de Buenos Aires
Framini (de anteojos negros) fue un legendario dirigente obrero peronista. Secretario general de la Asociación Obrera Textil entre 1951-1955 y 1959-1968, en dos oportunidades integró la conducción ejecutiva de la Confederación General del Trabajo.
Escribe: Blas García
 
En 1962 se levanta de forma parcial la proscripción al peronismo, que gana en los comicios provinciales. El triunfo más resonante es en Buenos Aires, donde el 18 de marzo, el compañero Andrés Framini gana las elecciones en la Provincia de Buenos Aires con la consigna: ¡Framini-Anglada: Perón a la Rosada! y el peronismo se impuso en forma rotunda en todo el país, venciendo en diez de las catorce provincias entonces existentes. En Córdoba gana un dirigente de la UCR del Pueblo: Arturo Illia.

El triunfo de "el Negro" Framini fue la más notoria demostración de que el peronismo seguía siendo mayoría a pesar de que estaba perseguido y proscripto; que su voluntad era inquebrantable y que no estaba dispuesto a presentarse "maquillado" para ser aceptado. Por el contrario, Juan Perón había elegido a un dirigente obrero, un peronista histórico y combativo, para encabezar aquella fórmula.
 
Ningún gobernador electo el 18 de marzo llegará a asumir. Presionado por los militares, el presidente Arturo Frondizi anula los comicios, días antes de ser derrocado. El día 21, el gobierno de  Frondizi anula la elección. El día 27, Frondizi declara: "no me suicidaré, no renunciaré y no dejaré el país". Dos días después, frente al primer movimiento de tropas renuncia, es arrestado y trasladado a la isla de Martín García. El día 30 de marzo asume el radical José María Guido, un títere tras el cual gobiernan los militares gorilas antiperonistas.
 
Batalla de Caseros: Triunfo de la Oligarquía y Derrota de la Patria 
Escribe: Blas García


El gobierno de Frondizi, asumido en 1958 con votos peronistas, se caracterizó por la inestabilidad institucional. Sus promesas incumplidas con los sectores populares, su ambivalencia política y su debilidad democrática producto de la ilegal prescripción al peronismo con la cual pudo acceder al poder lo sometieron a sucesivas crisis y a planteos militares.
 
Las constantes huelgas gremiales y de la CGT con que la clase trabajadora respondía al paulatino cercenamiento de sus derechos dieron como resultado la respuesta gubernamental: creciente represión al movimiento peronista.

La movilización militar de los trabajadores en paro y la aplicación del Plan CONINTES (Plan de "Conmoción Interna del Estado") ponía a los manifestantes políticos y sindicales bajo jurisdicción de los tribunales militares.

Llegado el año 1962, que sería el último de su mandato, su ministro del Interior Alfredo Vítolo firmó un documento con los jefes militares garantizando que no se permitiría a Perón volver al país.

Frente al inminente proceso electoral previsto para el 18 de marzo de ese año, había trascendido que la fórmula que el peronismo presentaría en la provincia de Buenos Aires iba a estar integrada por Andrés Framini como gobernador y Juan Perón como vicegobernador.

A fin del mes de enero de 1962, Vítolo anunciaba que el gobierno rechazaría la candidatura de Juan Perón. Paralelamente el Juez Electoral Leopoldo Isaurralde, de abierta filiación frondicista, declaraba que Juan Perón no podía ser candidato por no tener residencia, no estar en el padrón y ser un fugitivo de la justicia.

Para que nada quedara librado al azar, la Iglesia, a través del cardenal Antonio Caggiano, recordaba que la excomunión estaba en vigencia. El 10 de marzo Frondizi pronosticó en conferencia de prensa que "los ciudadanos iban a dar las espaldas a Perón" en las elecciones y acusó al peronismo de impedir la pacificación.


"Framini-Anglada, Perón en la Rosada"

La elección de 1962, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, representaba no sólo la posibilidad de las masas populares peronistas de poder votar por sus propios candidatos en una elección general, a pesar de no poder presentarse con la sigla oficial, sino también el enfrentamiento con el gobierno en el terreno en donde el peronismo se sentía con más fuerza.

Durante las elecciones de 1962 se evidencia que la línea oficial del peronismo escapa a la oferta de captación frondizista y se ubica en una lógica claramente confrontativa, al anuniar Perón la candidatura de un "duro" como Framini.

Durante la campaña se utilizó un provocativo eslogan que anticipaba el retorno del propio Perón al poder: "Framini-Anglada, Perón en la Rosada", y la fórmula Framini-Anglada fue apoyada también por el Partido Socialista Argentino, dirigido en ese momento por Alfredo Palacios y Alicia Moreau de Justo, que retiró a tal efecto su propia fórmula a gobernador.

Contra la alquimia y la aritmética gubernamental, el peronismo sorprendió ganando en diez de las catorce provincias entonces existentes, entre ellas las de la Provincia de Buenos Aires en la que Framini fue elegido gobernador, acompañado por Marcos Anglada como vicegobernador. Concurrieron bajo las siglas de la Unión Popular.

El pueblo no había dado la espalda a Perón y, por el contrario, hería de muerte al gobierno de Frondizi. Fue este el hecho político más importante producido por el peronismo desde 1955. El peronismo seguía siendo el problema a resolver para la politica argentina. Al decir de J.W. Cooke: "El hecho maldito del país burgués".

El triunfo de Framini fue la más palmaria demostración de que el peronismo seguía siendo mayoría, que su voluntad era inquebrantable y que no estaba dispuesto a presentarse "maquillado" para ser aceptado. Por el contrario, Perón había elegido a un dirigente obrero, un peronista histórico y duro, para encabezar aquella fórmula.

La evaluación que realizaría J.J. Hernández Arregui sobre las jornadas es: "... la victoria del peronismo resonará en toda América Latina que es el objetivo final de nuestra lucha nacional y antiimperialista...
... el destino de los dos radicalismos (UCRI y UCRP) está sellado. Las masas argentinas jamás volverán a los partidos tradicionales. Tampoco es el momento de la creación de un partido obrero. Extremismos infantiles de este tipo son instigados ocultamente por el propio imperialismo que, en los países oprimidos, les teme mucho más que al comunismo, a los movimientos nacionales de liberación... 

... la Argentina vuelve a integrarse por gravitación de la conciencia nacional de sus diversas clases sociales no ligadas al imperialismo, en un gran movimiento nacional, emancipador y latinoamericano."


La reacción gorila

La decisión de Frondizi de anular las elecciones en las provincias en donde la Unión Popular (la sigla que llevó el peronismo) había vencido dio comienzo a la cuenta regresiva de su mandato. El golpe de Estado se desarrolló en un proceso de diez días. De esta forma quedaba claramente evidenciada la intención de impedir el retorno del peronismo, y de Perón, al poder.

El 23 de marzo, las "62 organizaciones" gremiales peronistas ordenan un paro general, en defensa de la voluntad popular desconocida con la anulación de los comicios.

Las fuerzas armadas reclaman la proscripción del peronismo, un nuevo gabinete y la expulsión del país de Rogelio Frigerio, el político e intelectual más destacado del Desarrollismo, la fuerza política que impulsó originariamente a Frondizi a la presidencia. Aramburu, por su parte, "aconsejaba" la renuncia de Frondizi y el Comandante del Ejército general Raúl Poggi le pedía efectivamente la renuncia.

El día 27, el entonces Presidente declara: "no me suicidaré, no renunciaré y no dejaré el país". Dos días después, frente al movimiento de tropas renuncia, es arrestado en Olivos y trasladado a Martín García.

El día 30 de marzo asume José María Guido, un oscuro legislador de Río Negro, como presidente de la Nación, hasta entonces, presidente del Senado. El gobierno títere de Guido, no es más que una fachada tras la cual gobiernan los militares.

El 24 de abril, el nuevo presidente anula las elecciones ganadas por el peronismo. Framini había anunciado que el 1º de mayo asumiría la gobernación y pese a la anulación concurre acompañado por altos dirigentes a la Casa de Gobierno Provincial, labrando un acta.

El 24 de julio, por un decreto del Poder Ejecutivo, queda prohibido el proselitismo peronista, la exhibición publicitaria de fotografías y marchas. Nuevamente, bajo otro rótulo, reaparece el decreto 4161 con el que la Revolución fusiladora del 55 pretendió desterrar el peronismo de la historia.

Tres décadas después, durante la gobernación de Eduardo Duhalde (1991-1999), una ley provincial estableció la validez del triunfo electoral de Andrés Framini, reconociéndole la condición de ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

Escribe: Blas García 

Agreganos como amigo a Facebook
15-10-2025 / 19:10
Juan Perón había surgido a la vida política dos años antes, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, y había dignificado al obrero otorgando derechos vulnerados desde siempre. Unidos en el odio a Perón y defendiendo sus intereses, el frente oligárquico logra aislarlo, despojarlo de todos su cargos forzando su renuncia y recluirlo en la isla de Martín García. Parecía que una vez más en nuestra historia, los que más tenían, los que hacían las  leyes, los que vivían del trabajo ajeno, imponían su voluntad omnipotente.
 
Pero los trabajadores argentinos reaccionan y en la mañana del lunes 16 de octubre de 1945, los dirigentes de la CGT se entrevistan con presidente Edelmiro J. Farrell, al cual le trasmite su preocupación por la situación del coronel Perón, así como que algunos gremios han empezado a salir a la calle reclamando por su libertad. También le expresan la preocupación reinante en la clase trabajadora ante las versiones de los diarios acerca del nuevo gabinete que estaría integrado por hombres de la oligarquía y del conservadorismo.
 
Por su parte, la Unión Obrera Local- expresión sindical del Partido Comunista-sostiene que "desautoriza las versiones a favor de una huelga inminente lanzadas por un grupo afecto al gobierno desplazado y por elementos nazis que pretenden obstruir el camino de las elecciones libres".
 
A su vez, el Partido Socialista denuncia "la maniobra encaminada a confundir la opinión de los trabajadores y crear factores de perturbación y anarquía...tentativa de los dirigentes entregados a la dictadura implantada por el ex secretario de Trabajo y Previsión".
 
Los partidos de "izquierda" de la oligarquía, más que confundidos, no saben de donde sale esa "chusma" peroniana, como la denominan despectivamente, que nada tiene que ver con el modelo de obrero de sus libros y manuales, pulcro y atildado, con el que están acostumbrados a tratar.
 
A la tarde se conoce la decisión de la Central Obrera: por 16 votos contra 11, "la CGT, en defensa de las conquistas obtenidas y las por obtener y considerando que éstas se hallan en peligro ante la toma del poder por las fuerzas del capital y la oligarquía, declara un Paro General en todo el país por el término de 24 horas, que se hará efectivo el día jueves 18 de octubre, a partir de la cero hora".
 
Comienza así, el devenir histórico por el cual los trabajadores argentinos se introducen por primera vez y para siempre en la escena política nacional, para terminar con la semicolonia pastoril y construir una nación moderna e independiente, y lo hacen con un movimiento popular que tiene como eje al proletariado. En nuestro país nada volvería a ser igual.
 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista 
Escribe Blas García 

15-10-2025 / 09:10
Encabezando la reacción oligárquica, el general Eduardo Jorge Ávalos y el almirante Héctor Vernengo Lima, de Ejército y Marina respectivamente, pidieron al presidente Edelmiro J. Farrell que destituyese a Juan Perón por su política popular y obrerista. Este fue detenido y llevado a la isla prisión de Martín García.
 
El 15 de octubre de 1945, el capitán Miguel Ángel Mazza, médico y amigo personal de Perón, entrevista al presidente Farrell y le entrega su informe acerca del deterioro de la salud de Perón"lo cual obliga imprescindible e impostergablemente a un examen clínico y de laboratorio en un ambiente hospitalario". Farrell asiente, en principio, a la solicitud, pero envía a Mazza para que formule la misma petición ante el ministro de Guerra, general Ávalos.
 
El médico sabe que su argumento es un arma poderosa: las Fuerzas Armadas no pueden cargar con la responsabilidad, frente al pueblo, de que Perón enferme gravemente, con peligro de muerte, a causa de su detención, la cual, según los informes oficiales, procura protegerlo ante amenazas contra su vida.
 
Horas después, ya en su consultorio, Mazza es citado por el almirante Vernengo Lima quien opone reparos a lo que considera excesiva buena voluntad de Farrell. A la Armada le disgusta la posibilidad de flexibilizar el control sobre Perón y además, mantiene dudas acerca de la veracidad de la información médica. El traslado de Perón provoca diversas reuniones y tarda en definirse.
 
Por su parte, la embajada yanqui celebra la detención del Coronel: "Perón está fuera del juego políticamente hablando, sin apoyo palpable en el Ejército y muy poco del sector gremial colaboracionista".
 
Pero los imperialistas yanquis se equivocan. Disconformes con la medida, amplios sectores populares comienzan a movilizarse en todo el país para exigir y reclamar la libertad del que comenzaba a ser su Líder. Lo hicieron como clase obrera, utilizando el medio de lucha de los proletarios: la paralización de actividades.
 
El 15 de octubre se declara la huelga revolucionaria por tiempo indeterminado en todos los ingenios tucumanos. Asimismo, en Berisso, al impulso combativo de Cipriano Reyes, los trabajadores de la Carne comienzan a movilizarse. Y la cúpula de la Central Obrera, ante los reclamos de los gremios del interior, convoca al Comité Central Confederal para el martes 16 de octubre, a las 18 horas, en Buenos Aires, organismo al cual proponen declarar una huelga general en todo el país.
 
Va madurando el histórico 17 de octubre.
 
Escribe Blas García

Las jornadas de Octubre: Hasta el 18 de octubre, relataremos, día por día, los acontecimientos y eventos más importantes acaecidos en octubre de 1945, y que culminarán en el histórico 17.     

13-10-2025 / 20:10
13-10-2025 / 20:10
13-10-2025 / 19:10
El domingo 14 de octubre de 1945, la situación del coronel Juan Perón es incierta. Se encuentra detenido en la prisión de la isla de Martín García, traicionado por sus camaradas de armas, los militares nacionalistas, y cuando aún no se ha producido la reacción obrera y popular en su defensa.
 
El diario "La Época" informa que el planteo de la dirigencia política "democrática" de entregar el gobierno a la Corte Suprema significaría la asunción, como presidente, de Roberto Repetto, gran amigo del oligarca Robustiano Patrón Costas y de otros fuertes empresarios azucareros del Norte.
 
Ese mismo día 14, el general Eduardo Jorge Ávalos visita al dirigente comunista Victorio Codovilla en el Departamento de Policía. Pocas horas antes de que el jerarca stalinista recuperase la libertad, Avalos mantuvo una larga plática con él, de la cual sólo trascendió esta información: El dirigente comunista habría dicho: "Hemos cometido un error en no haber apoyado antes a este gobierno. Temo que ya sea tarde".
 
El historiador Rodolfo Puiggros se refiere a esta entrevista y comenta que, por supuesto, "al decir este gobierno, Codovilla se refería al que representaba Avalos, es decir, que para el secretario general del Partido Comunista los militares dejaban de ser nazifascistas por el mero hecho de haber detenido a Perón". 
 
Mientras, en Martín García, Perón escribe dos cartas. La primera, al general Avalos, donde afirma que "soy todavía un oficial superior del Ejército en actividad y desconozco el delito de que se me acusa".  La segunda es una nueva carta a Eva, caracterizada por las expresiones cariñosas hacia su compañera, donde le habla de su proyecto de alejarse de la acción pública. Lo que constituiría, según algunos ensayistas peronistas, un nuevo intento de despistar a quienes revisasen la correspondencia.
 
Escribe Blas García

Las jornadas de Octubre: Hasta el 18 de octubre, relataremos, día por día, los acontecimientos y eventos más importantes acaecidos en octubre de 1945, y que culminarán en el histórico 17.    

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar