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                  10:19  |  Jueves 25 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Paraná - 16-03-2023 / 10:03
LOS RESTOS MORTALES DEL CAUDILLO FEDERAL Y EX GOBERNADOR ENTRERRIANO DESCANSAN AHÍ

La puesta en valor de la Plaza Carbó como oportunidad para revalorizar a Ricardo López Jordán en la historia entrerriana

La puesta en valor de la Plaza Carbó como oportunidad para revalorizar a Ricardo López Jordán en la historia entrerriana
La gestión municipal confirmó que se puso en marcha el proceso de adjudicación de la obra para la puesta en valor de la plaza Carbó. En el anuncio de la gestión de Adán Bahl se refiere a la recuperación de los monumentos que existen en la Plaza, entre ellos el Mausoleo de Ricardo López Jordán. Por este motivo se conformó un espacio de trabajo en cuestiones históricas para revalorizar el rol de Ricardo López Jordán en la historia entrerriana.
 
Hace unas semanas, la gestión municipal confirmó que, en una iniciativa financiada por el gobierno provincial, se puso en marcha el proceso de adjudicación de la obra para la puesta en valor de la plaza Carbó, sita en calle Alameda de la Federación, detrás de la Casa de Gobierno de Entre Ríos.
 
Los trabajos que se realizarán incluyen el equipamiento de la plaza, rediseño en los espacios verdes, arreglo y reforma de veredas, emplazamiento de módulos sanitarios, vinculación con calles compartidas que contactan con la Casa Gris y la Plaza Mansilla. Igualmente, en el anuncio de la gestión de Adán Bahl se refiere a la recuperación de los monumentos que existen en la Plaza, entre ellos el Mausoleo de Ricardo López Jordán.
 
Por este motivo conformamos un espacio de trabajo en cuestiones históricas integrado por Edgardo Massarotti, José Federico Mastaglia, Francisco Senegaglia, Juan Damián Capdevila, Gonzalo García Garro, Néstor Rodríguez y Claudio Cañete. 
 
 
Los restos mortales del caudillo federal y ex gobernador entrerriano descansan en Plaza Carbó
 
Dentro de los monumentos que existen en la plaza, en particular le interesa el Mausoleo de López Jordán. Muchos paranaenses, entrerrianos y entrerrianas tal vez no sepan que allí, en la Plaza Carbó, yacen los restos mortales de Ricardo López Jordán, ex gobernador entrerriano quien fuera asesinado el 22 de junio de 1889, en un crimen misterioso sobre cual pesa la sombra de su historia política.
 
Los restos López Jordán fueron, inicialmente, sepultados en el hoy cementerio de la Recoleta de la ciudad de Buenos Aires, hasta que en el marco del año jordaniano, motivado por el hecho de que el 22 de junio de 1989 se cumplieron los 100 años de su muerte, el Gobierno de Entre Ríos, en la primera gobernación de Jorge Busti, se propuso como un acto de estricta justicia histórica, que sus restos retornaran a su patria chica entrerriana.
 
Provisoriamente, en una primera etapa, los restos fueron depositados en el panteón de la familia Pérez Colman en Paraná. Años después fueron trasladados definitivamente hasta el mausoleo erigido en la plaza Carbó, que fue obra del artista Néstor Medrano.
 
 
Coordinación con autoridades municipales
 
Ya cuando el proyecto de reforma de la Plaza se estaba gestando, en noviembre de 2022, nos presentamos como un espacio de trabajo en cuestiones vinculadas con la reivindicación histórica de la figura y legado de Ricardo López Jordán ante las autoridades municipales mediante una nota, saludamos la iniciativa, nos pusimos a disposición y les expresamos puntualmente: "...Lamentablemente muchos entrerrianos no conocen esto y una deficiente señalética da poco valor a algo tan trascendente...Por ello consideramos muy importante se dé realce al mausoleo y fundamentalmente se desplieguen los recursos urbanísticos para que la ciudadanía tenga acceso a esa parte de nuestra historia".
 
Consideramos que este proyecto de puesta en valor del espacio público debe contemplar necesariamente una política especifica respecto al Mausoleo y al recupero y revalorización de la figura de Ricardo López Jordán, desde la perspectiva de que no hay presente sin historia, ni prospección de futuro, por lo que para tener conciencia del hoy y proyectar lo que viene, es imprescindible conocer nuestra historia, la de nuestro pueblo.
 
Con estos objetivos, nos reunimos la primera semana de febrero de 2023 con autoridades municipales para hacerle llegar nuestras ideas y ofrecer nuestros humildes aportes para los fines de reivindicar y revalorizar a López Jordán. Tuvimos una muy atenta recepción de nuestros planteos y cordialmente acordamos acercar nuestros aportes y seguir trabajando en conjunto. Del encuentro participaron en representación del espacio Edgardo Massarotti y Gonzalo García Garro.
 
Las ideas conversadas, resaltando que el control de la obra lo tiene la comuna, tienen que ver con incorporar vías modernas para que la ciudadanía pueda acceder referencias e información histórica respecto a quien fue López Jordán, que hizo en nuestra tierra cual fue su legado político, institucional e histórico, del mismo modo que facilitar y mejorar el acceso físico y visual del Mausoleo.
 
 
 
Documento
 
¿Por qué revalorizar la figura de Ricardo López Jordán en la historia entrerriana? Una breve reseña de su vida y los hechos más relevantes de su tiempo histórico
 
a) Una vida consagrada al federalismo y a Entre Ríos
 
Ricardo Ramón López Jordán nació la ciudad de Paysandú, en el vecino país de Uruguay, el 30 de agosto de 1822. Fue el hijo del gran general Ricardo López Jordán, ex gobernador de Entre Ríos en los días posteriores a la muerte de Francisco Ramírez de quien era primo, siendo entonces su hijo Ricardo sobrino del Supremo entrerriano.
 
Siempre ligado a la política y a la vida institucional de la provincia, de muy joven se involucró en la defensa de Entre Ríos, convirtiéndose en un valiente soldado. En 1841, cuando tenía sólo 19 años, se incorporó al ejército de Justo José de Urquiza para defender la provincia frente a la invasión desde Corrientes.
 
Combatió por la causa federal en Uruguay al mando de Manuel Oribe, conoció personalmente a Juan Manuel de Rosas en los tiempos de la Confederación Argentina, combatió en la Batalla de India Muerta en 1845, enfrentó, comandado por Urquiza, a las tropas de José María Paz en 1846 en Laguna Limpia y luego en Vences, ambas en Corrientes, y batalló en muchas muestras de coraje y compromiso más que escapan a este breve resumen.
 
Consecuencia de su capacidad y lealtad a la causa federal y entrerriana, en 1849 fue nombrado comandante militar de Concepción del Uruguay, por entonces la capital política de la provincia, ciudad que vio nacer a los López Jordán, Ramírez y de Urquiza.
 
Tuvo un lugar saliente también en el proceso que va desde el Pronunciamiento de Urquiza del 1 de mayo de 1851 hasta la Batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852, integrando las tropas del Ejército Grande.
 
Enfrentó y derrotó las tropas porteñas que invadieron Entre Ríos después de la revolución del 11 de septiembre de 1852. Allí demostró su capacidad militar cuando al mando de una improvisada milicia, compuesta por muchos estudiantes del Colegio de Uruguay, venció a las fuerzas invasores. También combatió en la Batalla de Cepeda, el 23 de octubre de 1859, con un destacado rol, por el cual fue condecorado y ascendido a coronel. Como se advierte, en casi todos los grandes episodios militares y políticos de su tiempo estuvo presente.
 
b) Su distanciamiento y enfrentamiento político con Urquiza
 
Luego de casi 20 años de acompañarlo fielmente, López Jordán se distancia políticamente de Urquiza. Sus reparos comenzaron en ocasión del Pacto de San José de Flores en noviembre de 1859, pero se profundizaron con el rol de Urquiza en la batalla de Pavón, que ocurrió el 17 de septiembre de 1861, en la cual López Jordán fue un valiente federal en armas que comandando el frente de ataqué arrasó con la caballería porteña.
 
López Jordán tomó una posición definitiva respecto a Urquiza luego de su retirada Pavón, considerando, desde su mirada, que Urquiza regaló el poder político y la organización nacional a los hombres del Puerto de Buenos Aires, entregando también las banderas federales.
 
Profundizó su distancia con Urquiza la pasividad del gobernador entrerriano ante la criminalidad con la cual el gobierno nacional, ya en manos del centralismo porteño, invadía provincias y masacraba las resistencias federales, como el caso del salvaje asesinato del Chacho Peñaloza en noviembre de 1863. Igual angustia le generó la inacción de Urquiza frente al sitio y bombardeo criminal de su Paysandú natal en manos de las tropas y la flota del Brasil a fines de 1864.
 
Ya haciendo públicas sus diferencias políticas, en 1864 López Jordán toma la decisión de presentarse como candidato a gobernador de Entre Ríos, con el fin sacar del escenario político a Urquiza, pero el por entonces gobernador decidió impulsar la candidatura de su sobrino, José María Domínguez, alguien que para el sistema político provincial era una persona con nula autonomía de Urquiza y carente de cualquier tipo de legitimidad popular propia.
 
La Guerra de la Triple Alianza, un proceso de exterminio fratricida del Pueblo Paraguayo, enterró la popularidad de Urquiza en todo el país por su rol cómplice con el gobierno de Mitre y Sarmiento que lo colocó encabezando una guerra contra una Nación hermana de Latinoamérica por motivos ajenos a los intereses nacionales.
 
Urquiza ordenó la movilización de las fuerzas militares de Entre Ríos para ir a combatir contra los paraguayos y en el campamento de Basualdo se produjo un desbande y desertaron todos los soldados, en el convencimiento de que no se debía combatir contra el Paraguay. López Jordán celebró efusivamente la deserción de las tropas entrerrianas y fue acusado de impulsarla y organizarla.
 
En ese contexto, Urquiza intenta ser presidente en 1868 pero pierde las elecciones, ya sin apoyo en el resto de las provincias. En franco proceso de deslegitimación popular, sólo puede aspirar a volver a ser gobernador de Entre Ríos, desplazando otra vez a la figura de López Jordán.
 
Pero el viento de cambio en la provincia comenzó a soplar. La deserción a las banderas federales, de quien fuera para muchos un gran referente de la causa, era notoria y golpeaba en el humor social entrerriano. En este clima, Urquiza recibió en San José al presidente Sarmiento, referente quintaesencia del liberalismo y enemigo manifiesto de los federales. En este cuadro de descomposición del sistema político entrerriano, cuando basta una sola chispa para incendiar la pradera, el 11 de abril de 1870 estalla la revolución en Entre Ríos.
 
En hechos trágicos y nunca aclarados, histórica y judicialmente, Simón Luengo al mando de varias decenas de hombres ingresó a la residencia de Urquiza en San José, con el fin de apresar y llevar detenido a Urquiza, pero el caudillo se defendió con un arma de fuego a los tiros y falleció en el hecho.
 
La muerte de Urquiza será en la historia el hecho en el cual la historia "oficial" de la provincia encasillará a Ricardo López Jordán como el instigador del asesinato de Urquiza, cuestión que no es cierta, no solo porque no se ajusta a la verdad de los hechos, sino porque es una lectura sesgada que oculta, invisibiliza, toda la enorme vida y obra de un prócer como López Jordán.
 
A los pocos días de la muerte de Urquiza, López Jordán fue elegido gobernador provisorio de Entre Ríos por la Legislatura, lamentándose por la muerte de Urquiza, pero apoyando la revolución popular que florecía en Entre Ríos en 1870.
 
c) El último montonero federal de la argentina
 
El presidente Sarmiento interpretó a la revolución jordanista y a la muerte de Urquiza como una provocación política contra su gobierno. Sin dudar, Sarmiento envió un ejército compuesto por veteranos de la Guerra del Paraguay.
 
Sin respetar los canales constitucionales como una intervención federal a la provincia, dado que López Jordán era gobernador electo, Sarmiento dictó un decreto mediante el cual trató a nuestra provincia como un enemigo de guerra y declaró a López Jordán y a quienes lo acompañaban como criminales. La invasión fue un atropello al federalismo y la autonomía provincial. López Jordán fue finalmente derrotado en la Batalla de Ñaembé, el 26 de enero de 1871, y se marcha a Brasil. La provincia es políticamente intervenida y gobernantes títeres se hacen cargo de las instituciones.
 
El 1 de mayo de 1873 reingresa López Jordán al territorio entrerriano, su prestigio no había disminuido a pesar de la derrota. El 28 de mayo del mismo año, Sarmiento envió a la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto de ley ofreciendo 100.000 pesos "por la cabeza de López Jordán", además de 1000 pesos "por las cabezas" de sus seguidores. Los jordanistas disponían de armas obsoletas, mientras que Sarmiento había conseguido las de último modelo. Había comprado a la fábrica Rémington los famosos rifles a repetición y una nueva arma de guerra definitiva: la ametralladora.
 
Más que la guerra de la civilización contra la barbarie esta vez se trataba de la guerra de la riqueza del imperialismo contra las precariedades de los pueblos que luchan por su liberación. Sarmiento llega hasta la ciudad de Paraná a reunirse con los comandantes para entregarles un plan y de paso probar la efectividad de las armas compradas. Sarmiento monta una teatralización. El escenario elegido es la Escuela Normal, sus paredones serán ametrallados por él mismo ante la mirada estupefacta de las y los paranaenses.
 
Dos semanas después, los jordanistas serían sorprendidos por las tropas nacionales y exterminados con los cañones Kurpps y las nuevas ametralladoras. Después de dos derrotas totales y consecutivas en "El Talita" y en "Don Gonzalo", esta última del 9 de diciembre de 1973, López Jordán da por perdida la guerra, los sobrevivientes se desbandan buscando refugio escapando a la represión y López Jordán se asila en el Brasil.
 
Tres años después, ya durante la presidencia de Avellaneda, sucesor de Sarmiento, López Jordán intenta en 1876 una tercera invasión a la provincia, la cual fracasa también, ya en condiciones de inconsistencias mucho más complejas que las anteriores.
 
d) Conclusiones
 
Ricardo López Jordán fue el último caudillo que se alzó contra la política unitaria y antipopular porteña. Su vida es ejemplo pleno de coherencia en la defensa de las banderas del federalismo y la soberanía política de Entre Ríos. Expresó la última resistencia del interior federal al proyecto de sumisión y entrega que implantó Buenos Aires institucionalmente a partir de Pavón. Su lucha y su causa se expresaron en tres revoluciones o rebeliones jordanistas, que durante la primera parte de la década de 1870 fueron en centro de la política nacional.
 
López Jordán fue el jefe de las últimas montoneras federales que intentaron fijar un curso nacional para la patria argentina, defendió la soberanía de Entre Ríos y fue derrotado por fuerzas militares por el gobierno porteño, superiormente armadas por el dinero del imperialismo. Su resistencia termina con una derrota, la última batalla del federalismo en las guerras civiles argentinas del siglo XIX. López Jordán fue uno de los hombres más representativos, caracterizados y discutidos de nuestra historia provincial.
 
Su obra y su legado ha sido en parte invisibilizado por la historia oficial provincial. Ha sido mutilado, recortado, tergiversado y reducido en forma injusta a lo que nunca fue. Su relación con Urquiza lo ha confinado al lugar de "maldito" de la historia entrerriana. Como toda figura histórica, se pueden debatir los claroscuros de su accionar, pero todos son contestes en que López Jordán fue amado por la entrerrianía. Es deber del pueblo, revisar nuestro pasado y reivindicar a los hombres y mujeres que entregaron su vida por una sociedad más justa e inclusiva.
 

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24-04-2024 / 11:04
 En Paraná, como en muchas ciudades del país, este martes 23 de abril se realizó una impresionante marcha en defensa de la universidad pública y gratuita ante el recorte presupuestario dispuesto por el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. En el acto final participaron más de 30 mil personas de diferentes organizaciones universitarias, sociales y políticas, uno de los más grandes de los últimos tiempos. Llamó la atención el atronador silencio del gobernador Rogelio Frigerio que no acompaña el reclamo.

La Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) y Universidad Tecnológica Nacional (UTN) formaron parte de la Marcha Federal en defensa de la Educación Pública y las universidades nacionales ante el ajuste y el desfinanciamiento del gobierno de Milei.

En la marcha hubo muchísima gente no encolumnada políticamente, tal vez votantes de Milei, que se sumaron como manifestantes nuevos. El encuentro físico con otras personas que piensan distinto y actúan en común destruye preconceptos y diluye el prejuicio sobre el que se monta todo el discurso antipopular o incluso anti militante o anti político, que son los antis que funcionan como pegamento del relato desmovilizador de la derecha.
 
Y había columnas que casi nunca han compartido la calle, como las de agrupaciones peronistas estudiantiles y la Franja Morada del radicalismo. Esa misma mezcla se daba en la gente con miles de estudiantes, docentes, trabajadores, militantes y autoconvocados marcharon en Paraná en defensa de la Universidad Pública ante el recorte libertario que pone en peligro la continuidad de las clases.
 
La multitudinaria columna partió pasadas las 16 horas desde la Plaza 1º de Mayo de Paraná en donde se convocaron también gremios y partidos políticos. Desde allí, se dirigieron hacia Plaza Mansilla, que fue desbordada, y en donde dieron lectura a un comunicado conjunto. "Mientras dicen que no hay plata, miles de millones de dólares se fugan en el pago de deudas externas. En enero se pagaron 10 mil millones de dólares lo que equivale seis veces el presupuesto universitario", señalaron.
 
Por ello, advirtieron que esta situación de desfinanciamiento frena el funcionamiento regular del sistema educativo y científico, como así también los acuerdos paritarios, las obras de infraestructura, la revocación del sistema de becas, la eliminación del Fonid. Los estudiantes que dieron lectura el documento también advirtieron que "esta situación nos alerta sobre una posibles privatización e incluso cierre de nuestras instituciones educativas".
 
En el documento también dieron cuenta que, como consecuencia del presupuesto reconducido y la devaluación interanual del 287%, las universidades públicas de todo el país cuentan en 2024 con un tercio de presupuesto en comparación al del 2023. "Es el más bajo desde 1997. Nos quieren hacer creer que la educación es un gasto", señalaron al tiempo que explicaron que al aumento de un 70 por ciento anunciado por el Gobierno nacional "solo corresponde al 9,1% del presupuesto total". "En 1970 éramos una población de 24 millones de habitantes y la matrícula universitaria era de  200 mil estudiante,  mientras que en la actualidad somos 46 millones de habitantes con una matrícula universitaria de 2 millones y medio. En los últimos 40 años mientras la población argentina creció un 77%, la matrícula universitaria aumento un 750%", añadieron.
 
La Opinión Popular
 

22-04-2024 / 11:04
20-04-2024 / 17:04
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