La Opinión Popular
                  08:47  |  Martes 25 de Noviembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
Recomendar Imprimir
Nacionales - 29-01-2023 / 09:01
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Frente de Todos y Juntos por el Cambio: el que se rompe, pierde

Frente de Todos y Juntos por el Cambio: el que se rompe, pierde
La carrera hacia las elecciones de octubre parece, a esta altura del partido, una prueba de resistencia para las dos grandes coaliciones, que por estas horas exhiben en público, cada cual a su manera y con sus particularidades, las dificultades que encuentran a la hora de sostener sus pactos y acuerdos. El que se rompe, pierde, parece la consigna. El final, desde ya, está abierto.
La carrera hacia las elecciones de octubre parece, a esta altura del partido, una prueba de resistencia para las dos grandes coaliciones, que por estas horas exhiben en público, cada cual a su manera y con sus particularidades, las dificultades que encuentran a la hora de sostener sus pactos y acuerdos. El que se rompe, pierde, parece la consigna. El final, desde ya, está abierto.
 
En el Frente de Todos volvió a supurar la herida abierta en la semana posterior a las PASO de 2021, cuando una rebelión de funcionarios y funcionarias K, encabezados por el ministro de Interior, Wado de Pedro, amenazó con una renuncia al unísono para forzar al presidente Alberto Fernández a un cambio de gabinete que él postergaba. Ese episodio terminó con un alto el fuego pero nunca se firmó la paz.
 
De Pedro fue otra vez la correa de transmisión del mensaje cuando esta semana su entorno dejó saber el descontento que tenía por no haber sido invitado a una de las actividades que tuvo el presidente brasileño, Luiz "Lula" Da Silva, en su atareada visita a la Argentina: un encuentro con organismos de Derechos Humanos que tienen a Wado, hijo de desaparecidos, como interlocutor privilegiado en el gabinete.
 
Además de los resquemores que se arrastran desde aquella crisis hace un año y medio, prevalecen al interior del oficialismo dos interpretaciones del episodio de esta semana, que no son mutuamente excluyentes. Una tiene que ver con la inminente temporada electoral: los dos están tomándose las medidas para mandar a hacer el traje de candidato e imaginan en el otro un posible adversario.
 
El problema de que el presidente en ejercicio se someta a una primaria, idea que él mismo lanzó al ruedo en noviembre del 21, quizás como respuesta al conato de rebelión wadista de esa primavera, fue advertido por el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich. Si Fernández va por la reelección, ningún otro dirigente del Frente de Todos debería competir, dijo. ¿Mensaje para Wado o para el propio mandatario?
 
La segunda lectura es que el planteo sobre la "falta de códigos" del presidente fue una forma velada de escenificar otro reclamo, sobre otro desplante, que no puede hacerse en público. En el kirchnerismo sospechan que hubo rosca para evitar el encuentro entre Lula y CFK. Curioso: hace un mes y pico, acusaciones similares, respecto al itinerario de los campeones del mundo, volaban en sentido contrario.
 
Más allá de la trastienda de ese entuerto, la foto que no fue volvió a poner en evidencia que, en su momento de mayor necesidad, CFK se encuentra más aislada que nunca, sin respuestas en una carrera contra el tiempo que pone en juego su libertad y su vida. En pocos meses, pasó de un virtual lanzamiento presidencial, a estadio lleno y con todos los sectores del peronismo orbitando en torno suyo, a la incertidumbre actual.
 
Por supuesto: en el medio estuvieron la condena, la virtual proscripción, el intento de asesinato que no fue ni será esclarecido por el mismo Poder Judicial que la condiciona políticamente y la persigue penalmente. Una trampa a la que no parece encontrarle salida. Si no puede salir sola, ¿podrá la dirigencia y la militancia K hacer por ella lo que le prometieron tantas veces?
 

 
Quizás porque duda sobre la respuesta a esa pregunta es que CFK sigue confiando en Sergio Massa. La historia reciente ha mostrado lo que pasa en la región con los gobiernos de signo popular que quedan aislados cuando mengua o titubea el respaldo popular. Con el Poder Judicial y los medios masivos en contra, es necesario hacer pie en un sector del círculo rojo para no quedar en extrema fragilidad.
 
El ministro de Economía le ofrece ese ancla y una administración más férrea de la economía, con resultados que distan mucho de ser despampanantes pero que sacaron al país de la zozobra. "Cuando agarramos, Clarín hablaba de hiper y Asamblea Legislativa, ahora hablan de Sergio porque saben que es competitivo", se jactan en su equipo, exhibiendo con orgullo las tapas en su contra. Cosas veredes.
 
Massa ya asumió que sí. Que en las condiciones adecuadas, el candidato va a ser él, le guste o no. Pero las condiciones aún distan mucho de ser las adecuadas. Es un secreto a voces que la inflación de enero va a ser más alta que la de noviembre y diciembre, un paso atrás importante, aunque no definitivo, en su plan para llevar ese indicador a un número "que empiece con 3", ya no en abril, sino en mayo.
 
El límite ahora es definitivo e inmutable: las estadísticas del INDEC para ese mes van a conocerse horas antes del cierre de listas y candidaturas. Se sabe que sin bajar la inflación no se puede pero que con bajar la inflación no alcanza. ¿El apoyo de CFK a su gestión se traducirá, llegada esa instancia, en una bendición a su candidatura? Hay un largo trecho entre A y B. Nada está escrito todavía.
 
El ministro, en tanto, prepara un relanzamiento anticipado de Precios Justos con una pauta de aumentos un 20 por ciento más baja que la actual y que, destacan en su despacho, se está cumpliendo. Los problemas no están en los precios sino en las cantidades, a veces sensiblemente inferiores a las pactadas. Cuando se detecta la falta, la empresa infractora pierde beneficios en el acceso a divisas a precio oficial.
 
La salud del Frente de Todos puede seguir deteriorándose si no se encuentran pronto formas efectivas de interlocución entre las partes. Si Fernández sigue adelante con su idea de ir a las PASO para ratificar su liderazgo, ¿obligará a sus rivales a dejar sus cargos para la campaña, como hizo con Agustín Rossi en 2021? La regla corre tanto para De Pedro como para Massa. De difícil cumplimiento.
 
El Congreso del PJ que se celebrará entre marzo y abril servirá para comenzar a dirimir esas cuestiones. Lo convocará, formalmente, Fernández, presidente del partido a nivel nacional, en un acto que se va a llevar a cabo el 24 de febrero para conmemorar el primer triunfo de Juan Perón e inaugurar la renovada sede de la calle Matheu tras importantes refacciones.
 
Se trata de un paso formal para habilitar la formación de alianzas y coaliciones electorales para este año pero, a diferencia de otras veces, el Congreso jugará seguramente un rol importante en el dictado de la estrategia, porque allí se pondrán en común las posiciones de gobernadores, intendentes, sindicatos y representantes de todos los sectores políticos que forman parte del peronismo.
 
Si Alberto no va hacia la mesa política, la mesa política terminará, tarde o temprano, golpeando las puertas de Olivos: ya existen conversaciones entre distintos espacios para llegar a esa cita con una postura unificada entre la mayoría de los alrededor de 900 congresales para pedirle al mandatario de renuncie a su reelección para permitir que un candidato con la mochila más liviana tome ese lugar
 
Otro asunto que seguramente va a dirimirse allí, si no sucede antes, es la postura, que impulsaron en los últimos días algunos referentes del kirchnerismo, de no presentar candidaturas si continúa la proscripción de CFK. Parece difícil que eso prospere porque significaría ceder no solamente el gobierno nacional sino el control del Congreso, provincias y municipios.
 
El escenario no parece mucho más apacible en Juntos por el Cambio, que por estas horas atraviesa, sin poder hacer mucho por evitarlo, una serie de rupturas a nivel provincial que echan un manto de dudas sobre la eficacia electoral de esa alianza de cara a las elecciones nacionales, acechados por el crecimiento de la ultraderecha extrapartidaria y por la desconfianza mutua de sus principales líderes.
 
La crisis se disparó en las provincias patagónicas pero amenaza con tener réplicas en todo el territorio. Al cierre de esta columna Juntos por el Cambio estaba dejando de existir como lo conocimos hasta ahora en Río Negro, Neuquén y Chubut; mientras que se registran conflictos graves sin solución a la vista en distritos clave como Córdoba, Mendoza, Tucumán y Salta.
 
Este miércoles, los presidentes de los cuatro partidos que conforman la alianza a nivel nacional se reunieron para tratar de encuadrar las rebeldías y sacaron un duro comunicado prometiendo expulsar de JxC a aquellos dirigentes que decidan irse. Si, leyeron bien. La amenaza no dio los resultados que esperaban y en las últimas horas las rupturas lejos de deshacerse se aceleraron.
 
El problema para aplicar sanciones es que lo que un partido condena en un distrito lo hace en el otro. El color político de victimarios y damnificados por las traiciones cruzadas, los compromisos rotos y las rupturas de último momento cambia de provincia en provincia. En Río Negro la UCR arregló con el exgobernador Alberto Weretilneck; en Neuquén fue el PRO el que cerró con Rolando Figueroa, un ex MPN.
 
En Córdoba, Mauricio Macri apoya a Rodrigo De Loredo, el candidato radical, antes que a Luis Juez, hoy con la camiseta amarilla, que se niega a dar una interna. En Mendoza el que amenaza con romper es el diputado Omar de Marchi, nada menos que el encargado del armado en el interior del país de Horacio Rodríguez Larreta, que propone un frente con el peronismo no kirchnerista para arrebatarle la provincia a la UCR.
 
El ruido se replica cerca de la cima de la pirámide alimenticia de Juntos por el Cambio, donde a la tirria mutua entre el alcalde porteño y la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, precandidatos desde el minuto cero, hay que sumarle la desconfianza que ambos comparten por los últimos pasos de Macri y de María Eugenia Vidal, que le agregan incertidumbre a esa interna.
 
El temor que se replica en los equipos de Rodríguez Larreta y de Bullrich es que la exgobernadora sea la elegida por el jefe para competir en la elección presidencial y antes, si fuera necesario, en una primaria contra ellos. Un rumor inquietante circuló estos días en el PRO: una posible candidatura de Macri a senador por la provincia de Buenos Aires que le permita gravitar en la interna y, de paso, le garantice fueros.
 
Como si las cosas no estuvieran lo suficientemente complicadas, volvió a aparecer Elisa Carrió, reflotando la idea de una nueva candidatura presidencial (en lo que va del siglo lo hizo en 2003, 2007, 2011 y 2015, y sólo dejó pasar la de 2019, un caso que confirma el teorema Capitanich) y removiendo el campo minado del juicio político a la Corte Suprema al afirmar que proseguirá con su acusación a Ricardo Lorenzetti.
 
El proceso de juicio político promete sacar a la luz aspectos desconocidos de los vínculos mafiosos entre miembro de lo más alto del Poder Judicial, empresarios de primera línea y políticos de Juntos por el Cambio. Tampoco puede descartarse la filtración de nuevos documentos en el marco de la guerra de bandas que le da forma a la interna opositora. El único que parece tener sus asuntos (y los ajenos) bajo control es Macri, pero eso no debería sorprender a esta altura de la velada.
 
Sin embargo, la novedad más disruptiva de esta semana en el ámbito de la oposición pasó desapercibida. Las declaraciones del diputado Martín Tetaz y del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, ambos radicales, pidiendo por un acuerdo con Javier Milei, significa el final del dique de contención que era el veto de la UCR para un acuerdo de JxC con los sectores de ultraderecha que todavía quedan afuera de esa coalición.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

Agreganos como amigo a Facebook
24-11-2025 / 09:11
Las ficciones en que se desenvuelve el Gobierno de los Hermanos Milei volvieron a quedar plasmadas con la caída del préstamo por 20 mil millones de dólares diseñado por el JP Morgan, junto con el Citigroup y el Bank of América. Decían que estaban bosquejándolo, en realidad. El ministro de Economía ensayó responder que nunca habían aludido a la probable existencia de ese empréstito. Que, por tanto, se trataba de otra de las "operaciones" dirigidas a afectar la firme marcha hacia nuestro destino de potencia mundial.
 
Es cierto, convengamos, que las autoridades económicas jamás dieron seguridad ni información acerca de esa ayuda. Simplemente, resulta veraz porque el gobierno argentino es ajeno por completo a cualquier notificación del área. Todo, desde la asunción de Scott Bessent como ministro real, es comunicado desde Estados Unidos en formas oficiales u oficiosas. Todo.
 
Caputo Toto, quien persiste como el ícono de la timba financiera puesto en funciones de Estado, busca ahora un "repo" por mucho menos que aquella cifra. Necesita al menos 5 mil millones de dólares a fines de pagar vencimientos en enero, que corresponden a la deuda contraída por Macri.
 
Es muy probable que, apoyo de Washington mediante, consiga la plata. En esa perspectiva, los medios oficialistas prácticamente ningunearon la información y se dedicaron al nuevo título que inventó la AFA, al fin de semana largo, a los incendios en el gremio de Camioneros o a las transas en ambas Cámaras que continúan preanunciando el grave astillamiento del peronismo.
 
En estas horas, metieron otra cuña los nombramientos de Alejandra Monteoliva y Carlos Alberto Presti. La mano derechísima de Patricia Bullrich en Seguridad estaba prevista. Pero no deja de impactar que el jefe del Ejército será el primer militar en ocupar Defensa desde el regreso de la democracia, "dando por finalizada la demonización de nuestros oficiales, suboficiales y soldados", según el comunicado de la Oficina del Presidente.
 
Mientras tanto, inclusive si no quisiera estimarse la incertidumbre de mediano plazo sobre el frente financiero externo, los relevamientos de la economía "micro" son contundentes. No transcurre día sin que se acumulen cierres y quebrantos de empresas, con las pymes a la cabeza.
 
En la medición interanual, descendió marcadamente el consumo en hipermercados, mayoristas y farmacias. La actividad industrial acusa lo mismo. La suba en el precio de los alimentos, con carne y frescos en primer lugar, explican un tercio del Índice de Precios al Consumidor; pero el Indec no quiere, o no consigue, que se actualice la medición. Las tarifas de servicios públicos, los alquileres, el transporte, las prepagas, determinan sumado a lo anterior el peso aplastante en la canasta familiar.
 
Si acaso no fuera suficiente con la credibilidad de esos números, que surgen de consultoras como de entes oficiales, debería bastar el semblante vacío o poco menos que exhiben los comercios, los súper, los changuitos, los lugares de entretenimiento.  No hay casi nada que no dé para abajo, salvo los indicadores "macro" que, como el superávit fiscal, el Gobierno dibuja. Pero simultáneamente, el acostumbramiento a que esto es lo que hay redunda en la estabilidad precaria, aceptada, que enfrente no tiene rival.
 
En las encuestas post-electorales, publicadas y reservadas, la coincidencia es unánime: la imagen negativa de Milei supera con amplitud a la positiva, y una mayoría de la población -alrededor del 60 por ciento- se manifiesta pesimista en cuanto al futuro económico. Esos datos no provienen de encuestólogos adversos al oficialismo. Todo lo contrario.
 

23-11-2025 / 11:11
El gobierno de Javier "el Loco" Milei puede durar tres meses o dos años o diez, mientras Donald Trump siga facilitando ayuda en forma de nueva deuda, mientras Luis Caputo siga convenciendo a los conejos que se metan en la galera, mientras la sociedad argentina siga ejercitando su proverbial paciencia.
 
No fue una buena semana para Toto Caputo. El jueves por la tarde el Wall Street Journal informó que la banca privada decidió dar de baja el plan para ayudar al gobierno argentino con un préstamo de 20 mil millones de dólares y ahora negocian un repo por la cuarta parte de ese valor, sin el cual, aparentemente, el Banco Central no tiene fondos para hacer frente a los vencimientos de enero. Un usuario anónimo en la red X replicó la noticia preguntándose "¿qué mierda es esto?" y el ministro de Economía atinó a comentar apenas: "Excelente pregunta".
 
Tampoco hay reservas para pagarle al FMI: esta semana las estadísticas del Tesoro de Estados Unidos dieron cuenta del último vencimiento de intereses ante ese organismo se afrontó con DEGs norteamericanos, aunque ninguno de los dos gobiernos dio información al respecto. El plan de Scott Bessent y Caputo sigue siendo, como antes de las elecciones, poner parches sobre parches hasta que en algún momento se abra el mercado de capitales. Cada parche es carísimo y la cuenta la paga el pueblo argentino, que no ve ninguno de los beneficios.
 
A esta altura del partido queda claro que el esquema económico de Milei sólo funciona montado sobre una aspiradora de dólares: 20 mil millones del FMI, 20 mil millones del swap con Bessent, casi 25 mil millones de otros organismos internacionales, más el fruto del blanqueo, la cosecha de este año, incluyendo la liquidación extraordinaria por la baja de retenciones en septiembre, los 5 mil millones del oro que no sabemos dónde está, y todavía no aparece la luz al final del túnel. Caputo, mientras tanto, sigue buscando nuevas fuentes de financiamiento.
 
Incluso con ese flujo extraordinario de divisas, que no va a durar para siempre, los límites del plan siguen resultando evidentes en las dos variables clave que Milei no puede negociar: la inflación, que no pudo romper el piso de dos por ciento y lleva medio año a la suba, y el riesgo país, que encuentra resistencia en los 600 puntos, todavía muy lejos del acceso al crédito, sin importar las garantías de Estados Unidos, el Fondo y el propio gobierno argentino, notoriamente consustanciado con el pago de las obligaciones. Son obstáculos que no pudo resolver ni puede ignorar.
 
En el gobierno podrán buscar todas las excusas que quieran, y cuentan para ello con la ayuda inestimable de buena parte del sistema de medios, del círculo rojo y hasta de parte de la oposición, sin embargo, es cada vez más claro que esos límites no son riesgo kuka sino exclusivamente responsabilidad de Milei y Caputo. Esta semana la ciudad de Buenos Aires se endeudó exitosamente en mercados internacionales a tasa de 7,8 por ciento. Varias provincias e importantes empresas también tienen acceso a deuda en buenas condiciones. Milei y Caputo no.
 
Existe un correlato lineal entre el aumento de la deuda externa del país y el endeudamiento cada vez más pronunciado de los hogares argentinos en el marco de la segunda recesión en dos años de este gobierno. De acuerdo a los últimos datos oficiales del Banco Central, la morosidad en el sistema financiero prácticamente se triplicó en el último año. Mientras que en septiembre del 24 sólo el 2,6 por ciento del crédito destinado a las familias estaba en mora, un año más tarde ese número se disparó hasta el 7,3 por ciento del total de las deudas.
 
La consultora Mercier publicó un estudio que da cuenta de que siete de cada diez argentinos sufren estrés financiero. Uno de cada cinco encuestados, prácticamente, admite que a menudo necesita pedir dinero prestado para llegar a fin de mes. Otro tanto siente que perdió el control de sus cuentas. 
 

22-11-2025 / 10:11
Con un movimiento de prestidigitación, Estados Unidos hizo quedar a los argentinos como indigentes intelectuales y empujó las elecciones a un resultado favorable a sus intereses. Se habló de 40 mil millones que conseguiría Washington para apuntalar a Javier Milei, la gente votó como quería el presidente yanqui Donald Trump, pasaron las elecciones, pero la plata no llegó, y el país está más endeudado que antes.
 
Los primeros 20 mil millones se transformaron en un swap que ya se usó, en parte para pagarle deuda e intereses a Estados Unidos. Ahora el Wall Street Journal dijo que los bancos que se habían comprometido a poner la otra parte se echaron atrás.
 
Las promesas falsas, los anuncios en el aire y las palmaditas en la espalda decidieron el voto de miles, frenaron la corrida al dólar para arriba y la caída de los bonos. Abracadabra, nada por aquí, nada por allá. No es para tener vergu?enza, porque así funciona gran parte del capitalismo occidental, con ilusiones y espejismos en las bolsas de valores.
 
No es para tener vergu?enza no, pero sí para tener pánico porque los espejismos se rompen y las burbujas se pinchan y porque esa forma de funcionar ha sido la que determinó la decadencia de Occidente ante el ascenso de economías basadas en la producción de riqueza real.
 
Para que funcione el ilusionismo hay que hacer creíble lo increíble. Por eso, un adulto inteligente sabe que un mago es lo menos creíble porque su función es mentirte, o ilusionarte. A la economía argentina la manejan varios "magos" de las finanzas, como Luis Caputo o Federico Sturzenegger. O sea, está en el horno.
 
No es un juego de palabras barato. Lo sería si en este momento hubiera 40 mil millones de dólares en el Banco Central. Los economistas hablan de "expectativas de los mercados" que movilizan cientos de miles de millones de dólares para arriba o para abajo, todos los días, en las bolsas de todo el planeta.
 
Las expectativas son "predicciones o creencias" de las personas, inversionistas o gobiernos. Y las predicciones y las creencias son volubles y manipulables. El juego consiste en que Juan le haga creer a José lo que le conviene a Juan, aunque no le convenga a José. A veces José gana y a veces pierde. Pero Juan gana siempre, y más.
 
Fue lo que hizo Milei con la criptomoneda $Libra basándose en su prestigio como Presidente de los argentinos, según la comisión parlamentaria que investigó esta estafa. Una ilusión que motivó a miles de personas a comprar algo que al poco tiempo no valía ni la milésima parte de lo que habían pagado por creer en la palabra de Milei. Y fue lo que hizo Estados Unidos con los argentinos para que decidieran un voto que les costará muy caro.
 
Con este dispositivo infectaron también a la política y pusieron a la ilusión como base de la esperanza. O sea, se genera una expectativa sobre la base de algo que no es cierto, una imagen que es una mentira envuelta en celofán para hacerla creíble. Ese mecanismo necesita primero hacer increíble lo creíble, o sea destruir la parte de la política que funciona sobre realidades concretas: si esas realidades son buenas, nos va bien, y si son malas, nos va mal.
 

21-11-2025 / 10:11
El gobierno de Javier "el Loco" Milei y algunos de sus medios de comunicación amigos transmiten un triunfalismo a prueba de balas para avanzar a fondo en sus planes anarco capitalistas, que no se condice con la realidad, ni con las dudas que existen sobre un modelo neoliberal libertario que tiene muchas líneas de falla. Donald Trump rescató a Milei pero no se sabe quién rescatará a Trump que cae en picada por la economía mientras crece la preocupación por el costo de vida y por el caso Epstein que lastran su popularidad.
 
En el complicado marco de dificultades que tiene Trump, no sorprendió que el préstamo de USD 20.000 millones que estaba estructurando el JP Morgan se cayera. Ahora el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, intenta que ese banco junto al Citigroup y el Bank of America le consigan un préstamo repo de USD 5.000 millones. Se le escapó la tortuga y la debilidad quedó expuesta.
 
La noticia, que golpea abajo de la línea de flotación al equipo económico, fue confirmada por el Wall Street Journal, en base a fuentes directas de los bancos involucrados en la operación. La urgencia de Caputo por cerrar un repo de USD 5.000 millones tiene un destino claro: en enero próximo tiene que pagar vencimientos por USD 4.000 millones y como él mismo reconoció, no tiene los dólares.
 
El Wall Street Journal reveló que Caputo está prometiendo devolver rápido esos USD 5.000 millones, con la idea que pronto empezará a bajar el riesgo país -este jueves subió- y entonces les ofrecería a esos mismos bancos el negocio de emitir deuda soberana y pagarse el repo. "Sin embargo, las entidades quedarían expuestas si las condiciones de mercado se deterioran y el país no logra colocar nuevos títulos ni obtener otras fuentes de financiamiento", advirtió el diario rector de Wall Street.
 
La noticia descolocó tanto al equipo económico que el propio Caputo no pudo ocultar su sorpresa. Cuando el tuitero libertario financiero, El Oráculo de Trenque Lauquen, ¿posteó la nota del WSJ y se preguntó "Qué mierda es esto?", el propio Caputo le respondió: "Excelente pregunta".
 
El préstamo que iba a estructurar el JP Morgan fue anunciado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, como parte del salvataje de la administración Trump a Milei antes de las elecciones, que incluyó el anuncio de un swap del Tesoro con el Banco Central por otros USD 20.000 millones, que tampoco termina de concretarse.
 
Luego que Bessent anunciara el préstamo del JP Morgan, el CEO de ese grupo, Jamie Dimon, empezó a enfriar las expectativas ante el presente griego que le giraba el Tesoro. Con cuidado de no dejar expuesto al secretario del Tesoro, Dimon empezó a darle largas al asunto y a exigir garantías, cada vez en voz más alta, para prestarle semejante montaña de dólares a un incumplidor serial como la Argentina.
 
Inicialmente, Caputo había intentado que el Tesoro respaldara ese préstamo con los DEGs que tiene del FMI, pero la administración de Trump se negó a dar ese paso. En su lugar, intervino directamente en el mercado spot de Buenos Aires vendiendo dólares antes de ls elecciones por más de USD 2.000 millones, para planchar su precio.
 
Una vez que Milei ganó las elecciones, el Tesoro se desprendió de sus pesos, se supone colocados en una letra que le dio Caputo; y se embolsó la diferencia del carry trade. Ante el total oscurantismo de Caputo en torno a esta operación, no se sabe cómo continúa el swap ni que porción de este se puede utilizar, si es que se puede.
 
La Opinión Popular
 

20-11-2025 / 10:11
Por mayoría, la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado rechazó el pliego de Lorena Villaverde. El dictamen de todas formas no es vinculante, y el 28 de noviembre será cuando la Cámara alta vote si la senadora libertaria vinculada al narco Fred Machado y detenida en Miami por narcotráfico, puede asumir o no la banca.
 
La Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado aprobó los títulos de 23 senadores electos, pero dejó afuera a Villaverde. Su rechazo fue firmado por 12 senadores de diversos bloques, incluyendo Unión por la Patria y sectores de la oposición. Sin embargo, el dictamen no es vinculante: la última palabra la tendrá la sesión del 28 de noviembre. Para impedir que Villaverde asuma, el peronismo va a necesitar sumar aliados, ya que el resultado se define por mayoría simple.
 
Las acusaciones contra Villaverde no son menores: fue detenida en Estados Unidos en 2002 por presunto tráfico de drogas y mantiene vínculos con Claudio Ciccarelli, relacionado al narco Fred Machado, ambos investigados en causas de fraude inmobiliario y préstamos truchos.
 
En el debate algunos aliados del Gobierno también votaron en contra de la aspirante a senadora vinculada al narco. A pesar de que Luis Juez salió a bancar a Villaverde negando todo, la mayoría de la comisión sostuvo que no tiene idoneidad para ocupar una banca.
 
Lorena Villaverde es una dirigente política de La Libertad Avanza en la provincia de Río Negro, que en 2025 se vio envuelta en un fuerte escándalo por sus vínculos con el narcotráfico y una causa judicial en Estados Unidos. El caso salió a la luz cuando se conoció que José Luis Espert fue denunciado por recibir fondos de Fred Machado, empresario acusado de narcotráfico, y que Villaverde tenía un estrecho vínculo afectivo y laboral con Claudio Ciccarelli, primo y hombre de confianza de Machado.
 
La situación se agravó con la difusión de documentos judiciales estadounidenses que la involucran en una operación encubierta de drogas en Miami. Aunque el juicio fue suspendido por irregularidades, versiones periodísticas sostienen que Villaverde habría colaborado con la DEA antes de salir de Estados Unidos.
 
Además, investigaciones periodísticas revelaron que Villaverde está mencionada en una causa por estafas piramidales contra Enrique Blaskey Señorans, en la que habría conseguido inversores que luego fueron estafados por millones de pesos. En agosto de 2025, fue embargada por 50 millones de pesos por una estafa en la venta de terrenos en Las Grutas, Río Negro.
 
También se la señala por enviar mensajes amenazantes a periodistas que investigaron su caso. Todo este entramado expuso las conexiones entre el espacio libertario y redes de narcotráfico, y tuvo un fuerte impacto electoral, desplomando la imagen de Villaverde y de La Libertad Avanza en la provincia, en medio del escándalo Espert.
 
En resumen, Lorena Villaverde pasó de liderar las encuestas en Río Negro a estar en el centro de un escándalo por sus vínculos con el narcotráfico, estafas y amenazas, lo que generó una crisis de legitimidad en su espacio político a días de las elecciones. Su suerte se sellará en la próxima sesión del Senado, donde la oposición necesitará de aliados para impedir la asunción de la rionegrina.
 
La Opinión Popular
 

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar