Nacionales - 24-11-2022 / 09:11
NO INVESTIGA EL ATENTADO A LA VICEPRESIDENTA
Cercada por los reclamos de apartamiento, la jueza macrista Capuchetti delegó la causa en el fiscal macrista Rívolo
Cercada por la recusación y los durísimos cuestionamientos realizados por Cristina Kirchner debido al freno que le impuso a la causa por el atentado, la jueza Capuchetti dio un paso al costado y delegó la investigación en el fiscal Rívolo. Los abogados de la vicepresidenta demostraron ante el polémico juez Bruglia que la magistrada no tuvo voluntad de ampliar la investigación para conocer quienes incentivaron a la banda de Los Copitos a realizar un magnicidio.
Cercada por la recusación y los durísimos cuestionamientos realizados por Cristina debido al freno que le impuso a la causa por el atentado, la jueza macrista María Capuchetti dio un paso al costado y delegó la investigación en el fiscal macrista Carlos Rívolo. Para "confirmar" lo dicho en la recusación, en el mismo escrito rechazó los pedidos realizados por los abogados de CFK para impulsar la búsqueda de la verdad.
En la tarde de este miércoles Capuchetti presentó un escrito mediante el cual delegó en Rívolo la causa que investiga el ataque a la vicepresidenta. Desde hace una semana, la querella de Cristina Kirchner viene pidiendo la recusación de la magistrada por no seguir líneas de investigación propuestas y "tener frenada la causa". Lo hizo mientras la Cámara Federal porteña analiza si aparta o mantiene a la jueza en la investigación.
Aquella recusación fue rechazada por Capuchetti la semana pasada y presentó un informe con el que buscó contrarrestar las críticas recibidas. Con la actual decisión de delegar la causa, la jueza apuntaría a descomprimir la tensión generada por los pedidos de apartamiento en su contra.
En el escrito presentado que delega la instrucción a Rívolo, Capuchetti sostuvo que "Encontrándose la recusación ante ese tribunal (la Cámara Federal porteña), debo hallar un remedio procesal que propenda a la mejor administración de justicia y a la validez de los actos que se tomen, en lo sucesivo, con ese norte".
La delegación en manos de la fiscalía se da a 83 días del comienzo de la causa y un día después de que la querella le cuestionara no haber ordenado ninguna medida de prueba tras la recepción de un informe, el 26 de octubre pasado, con información extraída del celular de Nicolás Carrizo, en el que se encontraron una serie de mensajes enviados durante la noche del atentado: "Recién intentamos matar a Cristina", "Mi empleado. Le quiso disparar. Va a ir preso", Recordá esta fecha", "Esta hdp (sic) ya está muerta", "No sabés que hicimos con esto", "Generar miedo", "Para que el gobierno sepa con quienes se están metiendo", entre otros mensajes comprometedores.
Los abogados de Cristina consideran que estos mensajes ameritan a que Carrizo se considerado coautor del atentado, en lugar de cómplice, que es como viene siendo procesado hasta el momento. Junto con ello, los abogados de la vicepresidenta, reclamaron que los acusados sean juzgados por la figura de asociación ilícita.
La crítica central de la querella de la vicepresidenta a Capuchetti es que no se están investigando ninguna de las hipótesis que vinculan el atentado a figuras prominentes del macrismo como el diputado Gerardo Millman, la familia Caputo, o a "La Nueva Centro Derecha", agrupación de Hernán Carrol.
Con la decisión de la jueza, será Rívolo quien lleve adelante las líneas de investigación y medidas de prueba; así como quien tome declaración a los testigos, convoque a peritos o solicite informes. Mientras que Capuchetti intervendrá cuando la Fiscalía le pida allanamientos, detenciones e indagatorias.
Mientras tanto, la Cámara Federal debe resolver dos cuestiones centrales para la causa. Una es la propia recusación de Capuchetti, sobre la cual decidirá el cuestionado camarista Leopoldo Bruglia. La otra, es el pedido de Cristina Kirchner para que se le secuestren y abran los teléfonos celulares a las dos asesoras de Milman; el cual está a cargo de los tres jueces de la Sala I de la Cámara.
La Opinión Popular
LA JUEZA HIZO EL ANUNCIO CUANDO LA QUERELLA INSISTÍA CON SU DESPLAZAMIENTO
Atentado a Cristina Kirchner: Capuchetti se corrió y delegó la instrucción en el fiscal Rívolo
A casi tres meses del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, la jueza María Eugenia Capuchetti, cercada por su recusación y durísimos cuestionamientos de la querella, decidió delegar la investigación en la fiscalía de Carlos Rívolo. La jugada de la magistrada buscó anticiparse a la decisión que debe tomar el camarista Leopoldo Bruglia -uno de los nombrados a dedo por Mauricio Macri-: si la aparta o la confirma en el caso.
Ella lo presenta como un "remedio procesal" ante los reclamos de CFK que ponen en duda su imparcialidad, y para evitar futuras nulidades. Lo llamativo es que en el mismo escrito da señales de que no haría lugar al pedido de los abogados de la vicepresidenta de cambiar la imputación contra Nicolás Carrizo y agregar el delito de asociación ilícita en función de chats que están hace un mes en la causa y el juzgado no había analizado. Ante Bruglia, los abogados de CFK insistieron en que la jueza sea apartada de la causas por haber frenado distintas líneas de investigación.
La magistrada tomó la decisión luego que se realizara la audiencia en la Cámara Federal, en la que los abogados de la querella, Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira, expusieron las razones del planteo de la vicepresidenta ante el juez Bruglia. "La duda se transformó en algo insoportable, no podemos tolerar que la jueza siga siendo la jueza de esta causa. El mensaje que se da para afuera es que matar a una Vicepresidenta no tiene costo", afirmó Ubeira.
Aldazabal se ocupó de desarrollar punto por punto los motivos para desplazar a Capuchetti. Por caso, dijo que no dio explicaciones sobre la ruptura de la cadena de custodia del celular de Fernando Sabag Montiel, del que se perdió información, y argumentó que avanzaría sobre las responsabilidades penales de la Policía Federal una vez que la fuerza termine el sumario interno.
También le criticaron la falta de explicación de la jueza respecto a la demora en la detención de Brenda Uliarte y en especial que mandó a la Federal a hacer escuchas directas sobre ella y los agentes tardaron tres horas en llegar al locutorio para hacerlas. Es más, Uliarte casi se escapa: la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco) avisó que se estaba moviendo pese a que debía haber efectivos de la Federal donde estaba ella.
Los abogados subrayaron que Capuchetti rechazó la mayoría de las medidas pedidas por la querella y no agotó las líneas de investigación que aparecieron. Por caso, citó a Hernán Carrol, referente de Nueva Centro Derecha, con un mes de demora. Le retuvo uno de sus dos celulares por insistencia de Aldazabal y resulta que estaba todo borrado. El nombre de Carrol había aparecido en el expediente cuando Sabag Montiel le mandó un manuscrito a la jueza diciendo que él era la persona que debía designarle una abogado particular y pagárselo. El dirigente, con lazos con Patricia Bullrich y Javier Milei, tenía contacto con Uliarte.
Capuchetti tampoco quiso investigar la pista que lleva a Gerardo Milman, quien parecía conocer que podía haber un ataque a CFK, tal como lo puso en un proyecto de resolución donde dijo que sería un auto atentado. Un testigo lo escuchó decir, dos días antes del ataque, "cuando la maten voy a estar camino a la costa". Pero Capuchetti se puso del lado de Milman y denunció, a pedido suyo, al testigo. No quiso secuestrar los celulares de las colaboradoras que estaban con él, que llegaron a mentir al testificar y hasta contradecirse. Una de ellas es Carolina Gómez Mónaco, la exmiss argentina 2012 que estuvo a cargo de la Escuela de Inteligencia del ministerio de Seguridad de Bullrich cuando Milman era su vice.
Frente a Bruglia, los abogados de la querella también aludieron a los chats de Carrizo que aparecieron en un análisis de su celular que hizo un órgano del Ministerio Público Fiscal y que el juzgado no investigó. En uno de ellos, Carrizo escribió apenas unas horas después del intento de magnicidio contra CFK: "Recién intentamos matar a Cristina". A raíz de estos datos, la querella pidió que Carrizo fuera indagado como "coautor" del intento de magnicidio (está procesado como partícipe) y que se incorpore la figura de asociación ilícita y se amplíe por esto la indagatoria de todos, ya que las conversaciones mostraban que querían alterar el orden público y forzar la renuncia de Alberto Fernández.
Lo sorprendente fue que la jueza se refirió a este tema en su presentación al delegar la investigación. Sobre el nuevo material y el pedido de imputar a Carrizo junto a Sabag y Uliarte por asociación ilícita dijo que se plantea "la necesidad de realizar modificaciones a imputaciones o calificaciones legales que han sido consolidadas ya por los correspondientes autos de mérito que han adquirido firmeza, y debe señalarse, no fueron en su oportunidad impugnados por los presentantes".
"Si queremos enderezar el rumbo de este asunto, apartar a Capuchetti podría ser el comienzo", dijeron los querellantes ante el juez Bruglia.
Por Irina Hauser y Raúl Kollmann
Fuente: Página 12