La responsabilidad del liderazgo objetivo que tiene en el peronismo obliga a Cristina a encontrar propuestas creíbles y que renueven el entusiasmo de una sociedad golpeada por la carestía y en una militancia desmotivada porque no ha visto grandes avances estos años. El planteo es: no estamos bien, pero el macrismo creó las condiciones para esta crisis. Más macrismo será para todavía peor.
 
Muchos en el estadio de La Plata se conformaron con la confirmación de la conducción de Cristina. Otros salieron desilusionados porque esperaban el anuncio de su candidatura. Pero el juego recién empieza.
 
'/> Cristina propuso un acuerdo democrático a la oposición y criticó los discursos de odio / La Opinión Popular
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                  22:36  |  Lunes 02 de Octubre de 2013  |  Entre Ríos
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“Imposible es sólo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio, sin atreverse a explorar el poder que tienen para cambiarlo. Imposible no es un hecho, es una opinión”. Cassius Clay
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Nacionales - 19-11-2022 / 10:11
PERO NO LANZÓ SU CANDIDATURA COMO MUCHOS ESPERABAN

Cristina propuso un acuerdo democrático a la oposición y criticó los discursos de odio

Cristina propuso un acuerdo democrático a la oposición y criticó los discursos de odio
Cristina es la sobreviviente de un atentado político y el tono a su regreso fue una convocatoria a la paz, a retomar el debate de ideas y abandonar el discurso de odio. En un desafío abierto a la oposición, la vicepresidenta ocupó el espacio de la paz frente al odio, de las ideas frente a la violencia. Juntos por el Cambio no discute, difama e insulta. La consecuencia de ese discurso siempre es la violencia.
Cristina es la sobreviviente de un atentado político y el tono a su regreso fue una convocatoria a la paz, a retomar el debate de ideas y abandonar el discurso de odio. En un desafío abierto a la oposición, la vicepresidenta ocupó el espacio de la paz frente al odio, de las ideas frente a la violencia. Juntos por el Cambio no discute, difama e insulta. La consecuencia de ese discurso siempre es la violencia.
 
La vicepresidenta dedicó la primera parte de su discurso a subrayar la verdadera dimensión del atentado contra su vida. "Allí se rompió el pacto de convivencia democrática", dijo. No fue un atentado más. Se rompió una regla básica de convivencia. Es el camino de retorno a un país de violencia que se había dejado atrás. Fue un guante que arrojó a una oposición cuya principal estrategia ha sido el discurso de odio.
 
Cristina insistió en la necesidad de que los partidos democráticos acuerden en principios básicos que garanticen la paz. La crítica al discurso del odio y la convocatoria a este acuerdo de paz democrática, se convierten en dos caballitos de batalla del Frente de Todos, más allá de quienes sean sus candidatos. No hubo críticas al gobierno, pero hubo aclaraciones. Este no es el tiempo de hacerlas, dijo. Y explicó que cada vez que dio un consejo y formuló una advertencia, no fue para obstruir, sino para que las cosas se hicieran mejor.
 
Fue notable la presencia de gran cantidad de agrupamientos sindicales que respondían a numerosos sindicatos. Las dos CTA, y los sindicatos de la kirchnerista Corriente Federal y los del moyanista Frente Sindical por el Modelo Nacional se convirtieron en interlocutores a los que está dirigido también el mensaje de la vicepresidenta. Mostró la intención de buscar el respaldo del movimiento obrero. No esperar a que los gremios se pronuncien sino ir a buscarlos. Les habló a los trabajadores.
 
La esperanza es lo que moviliza a la política. Por su historia, Cristina tiene esa capacidad de generarla, lo que constituye un capital político tan valioso como la imagen que miden las encuestas. Cristina genera expectativa por la positiva, por una propuesta que puede mejorar la calidad de vida. La expectativa que genera Mauricio Macri, o los dirigentes de Juntos por el Cambio, no es por la positiva, sino por quién servirá mejor para ganarle a Cristina.
 
A diferencia de los discursos de Cristina, los de la dirigencia macrista se centran en la crítica al kirchnerismo sin mostrar un proyecto que mejore la vida de la sociedad en su conjunto. Insisten en el "fracaso argentino" y en la responsabilidad del peronismo por ese supuesto fracaso. Y tras esa idea plantean el desguace del Estado, la reprivatización de las jubilaciones, de YPF o de Aerolíneas. Insisten con un modelo neoliberal que ya fracasó en los '90.
 
La responsabilidad del liderazgo objetivo que tiene en el peronismo obliga a Cristina a encontrar propuestas creíbles y que renueven el entusiasmo de una sociedad golpeada por la carestía y en una militancia desmotivada porque no ha visto grandes avances estos años. El planteo es: no estamos bien, pero el macrismo creó las condiciones para esta crisis. Más macrismo será para todavía peor.
 
Muchos en el estadio de La Plata se conformaron con la confirmación de la conducción de Cristina. Otros salieron desilusionados porque esperaban el anuncio de su candidatura. Pero el juego recién empieza.
 

 
LOS PARALELOS ENTRE CRISTINA KIRCHNER Y JUAN PERÓN
 
La candidatura
 
Cierta reminiscencia con el retorno de Perón, cincuenta años atrás. Cristina Kirchner es la sobreviviente de un atentado político y el tono a su regreso fue una convocatoria a la paz, a retomar el debate de ideas y abandonar el discurso de odio. Desafío abierto a la oposición: la vicepresidenta ocupó el espacio de la paz frente al odio, de las ideas frente a la violencia.
 
Fue un discurso que no llenó las expectativas de muchos de las agrupaciones juveniles que acudieron al estadio de La Plata para escuchar un lanzamiento combativo de su candidatura, pero ocupó el centro de la política: Juntos por el Cambio no discute, difama e insulta. La consecuencia de ese discurso siempre es la violencia. Y en este caso desembocó en el atentado terrorista más grave desde el retorno a la democracia que, de haberse consumado, habría provocado un baño de sangre.
  
Las reminiscencias llegaron incluso cuando después de escuchar con una sonrisa, por décima vez, a las tribunas que cantaban "¡Cristina presidenta!", ella contestó con cierta ironía: "Todo en su medida y armoniosamente". Fue una frase de Perón que advertía a la Juventud Peronista sobre el peligro de tomar decisiones apresuradas.
 
La vicepresidenta dedicó la primera parte de su discurso a subrayar la verdadera dimensión del atentado contra su vida. "Allí se rompió el pacto de convivencia democrática", dijo.
 
No fue un atentado más. Se rompió una regla básica de convivencia. Es el camino de retorno a un país de violencia que se había dejado atrás. Fue el primer punto de su discurso. Hay que rehacer lo que se rompió. Fue un guante que arrojó a una oposición cuya principal estrategia ha sido el discurso de odio.
 
"Volvamos a discutir ideas, a ponernos de acuerdo en lo que se pueda y a disentir democráticamente". Insistió en la necesidad de que los partidos democráticos acuerden en principios básicos que garanticen la paz. Hizo mención al "Pacto de la Moncloa" que celebraron los partidos españoles a la salida de la dictadura franquista.
 
La crítica al discurso del odio y la convocatoria a este acuerdo de paz democrática, se convierten en dos caballitos de batalla del Frente de Todos, más allá de quienes sean sus candidatos. No hubo lanzamientos de candidaturas en el acto del jueves, pero es evidente que Cristina Kirchner se corrió de su lugar de vicepresidenta y asumió como conducción de una fuerza política que empieza a delinear su estrategia para una coyuntura electoral que se le presenta muy difícil.
 
La presencia de la mesa de Organismos de Derechos humanos con varias de las Madres de Plaza de Mayo, como Vera Jarach, Taty Almeyda y Lita Boitano, refrendó esa línea de recuperación de un consenso democrático.
 
No hubo críticas al gobierno, pero hubo aclaraciones. Este no es el tiempo de hacerlas, dijo. Y explicó que cada vez que dio un consejo y formuló una advertencia, no fue para obstruir, sino para que las cosas se hicieran mejor y se respaldó en la experiencia de Néstor Kirchner y la suya con tantos años en la función pública.
 
No hubo referencia a medidas concretas de gobierno, no se planteó el aumento de suma fija que muchos reclaman. La vicepresidenta evitó cualquier alusión a ese debate de la coyuntura. Pero sí recuperó la experiencia de los gobiernos peronistas, incluyendo sus dos presidencias y la de Néstor Kirchner, con un gráfico donde mostraba los momentos en que la participación de los trabajadores en el PBI llegó a pasar el 50 por ciento.
 
Aunque los contingentes de la Cámpora suelen ser los más nutridos en estos actos, esta vez fue notable también la presencia de gran cantidad de agrupamientos sindicales que respondían a numerosos sindicatos. Las dos CTA, y los sindicatos de la kirchnerista Corriente Federal y los del moyanista Frente Sindical por el Modelo Nacional se convirtieron en interlocutores a los que está dirigido también el mensaje de la vicepresidenta.
 
Haber elegido el congreso de la UOM para el primer acto público después del atentado contra su vida mostró la intención de buscar el respaldo del movimiento obrero. No esperar a que los gremios se pronuncien sino ir a buscarlos. Les habla a los trabajadores. La referencia a la trayectoria accidentada del salario en la historia fue una señal: el que sea candidato de esa fuerza deberá representar ese momento. Fue clara cuando dijo que la pospandemia es muy dura y es lo que le tocó a este gobierno. Para convocar una nueva esperanza se remontó entonces a sus gobiernos.
 
La esperanza es lo que moviliza a la política. Por su historia, Cristina Kirchner tiene esa capacidad de generarla, lo que constituye un capital político tan valioso como la imagen que miden las encuestas. Casi no hay dirigentes que se equiparen en ese sentido. Cristina genera expectativa por la positiva, por una propuesta que puede mejorar la calidad de vida. La expectativa que genera Mauricio Macri, o los dirigentes de Juntos por el Cambio, no es por la positiva, sino por quién servirá mejor para ganarle a Cristina Kirchner.
 
A diferencia de los discursos de Cristina, los de la dirigencia macrista se centran en la crítica al kirchnerismo sin mostrar un proyecto que mejore la vida de la sociedad en su conjunto. Insisten en el "fracaso argentino" y en la responsabilidad del peronismo por ese supuesto fracaso. Y tras esa idea plantean el desguace del Estado, la reprivatización de las jubilaciones, de YPF o de Aerolíneas. Insisten con un modelo que fracasó en los '90.
 
Cristina defendió esas empresas estatales que el macrismo prometió entregar. Y planteó que se necesita una dirigencia política que sepa lo que pasa en el mundo. Se refería a la protección de las riquezas naturales propias como el litio, el agua, la navegabilidad del río Paraná y sobre todo a los yacimientos de Vaca Muerta.
 
El planteo es: no estamos bien, pero el macrismo creó las condiciones para esta crisis. Más macrismo será para todavía peor. Es un discurso que no está atado a la suerte de la inflación. Dio la sensación de que tiene poca expectativa en que se pueda bajar la inflación con las medidas que se están tomando. O que, en el mejor de los casos, bajar la inflación a cuatro puntos mensuales como ha planteado Sergio Massa tampoco sería un argumento electoral.
 
Es un momento crucial para el Frente de Todos. La responsabilidad del liderazgo objetivo que tiene en el peronismo obliga a Cristina Kirchner a encontrar propuestas creíbles y que renueven el entusiasmo de una sociedad golpeada por la carestía y en una militancia desmotivada porque no ha visto grandes avances estos años.
 
Ese camino deja muy poco espacio para otra candidatura. Si la referencia principal serán los gobiernos que encabezaron con Néstor, la representante más clara es ella. En este cuadro de situación el Frente de Todos no tiene muchas opciones. Alberto Fernández está en su derecho de presentarse a la reelección pero le resultará muy difícil diseñar un discurso con posibilidades. Sergio Massa está muy atado a lo que pase con la economía y con la inflación. Y sería raro que consiga resultados visibles cuando ya están prácticamente en campaña. Los candidatos ya tendrían que ir perfilándose.
 
Cristina recordó que en el '73 Perón no quería volver a la presidencia, sino que lo hizo obligado por las circunstancias. Fue una referencia casi personal, como una mujer que mantiene esa pugna interna y que si le fuera posible ya la hubiera resuelto por la negativa. Muchos en el estadio Maradona se conformaron con la confirmación de la conducción de Cristina. Otros salieron desilusionados porque esperaban el anuncio de su candidatura. Pero el juego recién empieza.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página 12
 

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02-10-2023 / 12:10
Todo está abierto en el escenario electoral, sin expectativas de modificaciones mayores que resulten de los debates presidenciales. Desde ya que sobresalió el titubeo constante de Patricia Bullrich en sus intentos por hilar alguna oración, no ya una idea o propuesta. Javier Milei se mostró incómodo con el formato, pero no sufrió provocaciones que pudieran desestabilizarlo y evitó quedar como un "loquito". Sergio Massa y Juan Schiaretti no vacilaron jamás, y Myriam Bregman tampoco en la reiteración de su estructura discursiva.
 
Los presidenciables se atuvieron a su hoja de ruta durante un intercambio de ideas sin mayores sorpresas. El ministro de Economía Massa, sólido, aprovechó para polarizar con el modelo del libertario Milei, y llamó a defender a las empresas públicas y los "derechos conquistados". Bullrich y Milei criticaron la inflación y describieron sus planes neoliberales de ajuste. Durante el capítulo de derechos humanos, Milei negó que fueran 30 mil los desaparecidos por la dictadura genocida.
 
Nadie ganó ni -sobre todo- perdió considerablemente. El más flojo desempeño de Bullrich fue en el bloque temático de economía. La referente del PRO dijo que va a "borrar del mapa la inflación", como lo prometió en su momento Mauricio Macri y no cumplió. En todo caso, dejaría claro que Patricia no está en condiciones de sumar un voto más. Y no es menor que Massa haya salido airoso en un momento muy delicado. Punto. En materia de contenidos, el candidato peronista fue el más propositivo. Pero la duda sigue siendo si acaso se votarán propuestas.
 
El episodio de Martín Insaurralde amenaza a Unión por la Patria con ser un cisne negro a la altura de la foto de Olivos, en plena pandemia. Y lo más doloroso es que, por carácter transitivo, podría afectar a un funcionario y candidato con los quilates de Axel Kicillof, a cargo de la mejor gobernación bonaerense desde el recupero democrático. Hay una rabia comprensible y justificada.
 
Pero son otras las cuestiones estimadas como "decisivas". ¿El dólar disparado, con sus consecuencias inflacionarias, significa una adversidad que el oficialismo no podrá remontar? ¿O ese aspecto ya no le cambia nada al núcleo duro de los votantes de UxP, ni a quienes se les sumarían en unión contra el espanto neoliberal? ¿Es cierto que Milei detuvo su crecimiento porque, al ser visto como presidenciable con altas chances, mucha o bastante de la gente que lo votó retrocederá desde su catarsis embroncada? ¿Y acaso eso supondría un incremento en las probabilidades de Bullrich, cuando ni siquiera en sus propias filas la dan entrando al balotaje debido a una imagen de insolvencia que Carlos Melconian no pudo corregir?
 
Las medidas que Massa continúa implementando, sin parar, son otro intríngulis en cuanto a su eficacia electoral. Reparan en parte los efectos devaluatorios. El Fondo Monetario, que es el ministro de Economía virtual aunque deba reconocérseles a Massa y a su equipo la idoneidad para amortiguar exigencias extremas.
 
En el debate, Massa fue el más propositivo y quien demostró mayor experiencia previa. Es quien conoce los números reales. Quien tensa con los factores de poder. Quien gestiona las internas del peronismo y de los movimientos sociales. Quien sabe cómo son los resortes de tripular al Estado sin que se desmadre. Quien podría aterrizar, aun con enormes turbulencias, ese futuro de una macro estabilizada.
 
Massa se ocupó de repetir que si gana las elecciones hará un "gobierno de unidad nacional" para el que convocará a "los mejores, no importa que vengan del radicalismo, del PRO o inclusive del partido de Javier Milei". También en remarcar que su plan se apoya principalmente en potenciar las exportaciones.
 
La Opinión Popular
 

01-10-2023 / 08:10
Veintidós días pasaron entre que Sergio Massa prometió, en televisión, el final del impuesto a las ganancias para los salarios, y la sanción de la ley. La jugada, que caminó por la cornisa un par de veces, le permitió proyectar el mensaje más importante de su campaña: que tiene para ofrecer algo distinto a la experiencia de los cuatro años del Frente de Todos. Dinámica. Ejecutividad. Efectividad. Capacidad para torcer correlaciones de fuerza adversas. Una vez puede ser casualidad, dos ya es otra cosa. Buscará repetir la proeza antes de las elecciones. Apunta a que el Compre sin IVA pase por la cámara baja el 10 de octubre y que lo haga ley el Senado ocho días después, pocas horas antes del cierre de campaña.
 
La sesión de esta semana en el Senado fue una muestra de esa habilidad para tejer política y obtener resultados que el ministro exhibe como su principal cocarda ante la inexperiencia y aparente ineptitud de su adversario directo. Consiguió destrabar un Senado que venía chocando con la falta de quórum cada vez que intentó sesionar en los últimos meses. Pudo ofrendarle a Cristina Fernández el pliego de la jueza Ana María Figueroa, como prenda de unidad que le da crédito para mostrar más autonomía en el resto de la agenda. Mostró la capacidad de construir una mayoría que lleva su firma. Volvió a meter una cuña en la oposición. Negoció, concedió y ganó. Coronó la jugada con un acto multitudinario.
 
La sesión dejó ver los contornos de la unidad nacional de la que el candidato habla con frecuencia y que imagina como sostén de su gobierno. Lejos de una señal de rebeldía, esa búsqueda cuenta con el acuerdo explícito de CFK y sigue los lineamientos que ella señaló durante los últimos años. El propio nombre que eligieron los dos para la fuerza política que representa su alianza es Unión por la Patria. Si no lo ve, consulte a su oculista. La unidad implica una alianza con fuerzas provinciales, como también pudo apreciarse esta semana en Neuquén, donde Massa reunió en un acto multitudinario al MPN, a los ex MPN que ganaron la última elección y al peronismo local.
 
También con sectores de la oposición. Muchos medios se hicieron eco del tratamiento amistoso que le dio el ministro al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, en el acto que se hizo hace una semana en Salta. Menos cobertura tuvo dos efectos prácticos de ese vínculo renovado. El primero fue que este viernes, por primera vez en casi ocho años de cautiverio ilegal, la justicia jujeña, que responde a Morales, autorizó a que Milagro Sala viaje a La Plata para recibir ayuda médica. El segundo fue que cinco senadores alineados con el presidente de la UCR se ausentaron en la votación sobre ganancias para marcar una diferencia con el resto de Juntos por el Cambio.
 
El final de esa experiencia política parece irremediable. Los radicales, la Coalición Cívica e incluso un sector del PRO no está dispuesto a seguir la aventura neofascista que eligió Mauricio Macri. Algunos de ellos ya tendieron puentes con Massa y le prometieron acompañarlo luego de que Patricia Bullrich quede descalificada. El problema para la candidata es que un dirigente que ya tomó la decisión de cambiar de jefatura empieza inmediatamente a trabajar para el nuevo, no espera a después de la elección. Mientras Macri prende fuego al PRO, porque si no es suyo prefiere que no sea de nadie, Bullrich lucha contra las llamas pero Massa es el que rescata a los sobrevivientes.
 
Un protagonista involuntario de esta etapa de la campaña es el papa Francisco. Mientras que la litúrgica procesión a Luján estuvo escoltada por pasacalles y carteles de impronta peronista con mensajes explícitos contra Milei, algo que el sumo pontífice no auspicia pero deja hacer, Bullrich presiona a su contacto con el Vaticano, el director de Scholas Ocurrentes, José María Del Corral, para que gestione un gesto de Bergoglio. Apurado, Del Corral confirmó en una nota la visita a la Argentina, que hoy está lejos de hacerse realidad. Esas señales no caen bien en la Santa Sede. Massa podría desplegar esta noche en el debate una bandera blanca para descongelar un vínculo que estuvo roto por décadas.
 

30-09-2023 / 10:09
Parece un reloj: la Cámara de Casación reabrió dos causas contra Cristina Fernández de Kirchner que habían sido cerradas por la falta de pruebas. No dijo que había pruebas, sino que la falta de ellas tenía que demostrarse en audiencias abiertas. Por otro lado, la jueza María Eugenia Capuchetti se apresuró a mandar a juicio oral la causa por el intento de asesinato de Cristina Kirchner, dejando a medio camino la investigación del financiamiento y los posibles instigadores.
 
En el primer caso, el interés principal es el escarnio público amplificado por los medios hegemónicos, como sucedió en la causa de Obras Públicas. En el segundo caso, se evitó poner en evidencia la relación de altos empresarios y dirigentes macristas con el grupo de marginales que intervino en el atentado.
 
La exhortación del tribunal oral a la jueza por la investigación que dejó incompleta y la declaración escrita de Brenda Uliarte, una de las detenidas, más la entrega, por parte del diputado Gerardo Milman, -después de meses de resistirse- de un celular que compró después del atentado, constituyen evidencia, por lo menos de ineptitud de la jueza o de su apuro para evitar esa vía de investigación.
 
La actividad de los acusados en las redes y sus cuentas fueron clausuradas por las empresas tras el atentado. La jueza pidió a las centrales de Nueva York el contenido de esas comunicaciones, pero no esperó la respuesta. El tribunal oral le preguntó ahora si le sigue interesando. Está demostrado que eran comunes en ese activismo las menciones al asesinato de Cristina Kirchner, a veces en broma, a veces como fantasía o como lo que deberían hacer.
 
En su declaración escrita Uliarte confesó que el autor material del intento de magnicidio, Fernando Sabag Montiel, le había dicho que hablaba siempre con "Carolina, la secretaria de un amigo". Carolina Gómez Mónaco es la secretaria de Milman, quien, según Uliarte, financiaba a grupos para que fueran a provocar frente al domicilio de Cristina Kirchner.
 
Y su conversación con Milman dos días antes del atentado, que fue escuchada en forma accidental por otro parroquiano del bar donde se encontraban, fue la que relacionó a Milman con el hecho criminal. A un comentario de su secretaria, el diputado respondió sonriente que "cuando la maten yo voy a estar camino a la Costa".
 
Todos los celulares de esa causa tuvieron problemas. El de Sabag Montiel fue manipulado y, sospechosamente, su contenido se borró por impericia de los que lo abrieron. Los celulares de las secretarias de Milman fueron borrados en una oficina de Patricia Bullrich antes de entregarlos. Milman se negó a entregar el suyo. Y ahora, tras meses de negarse, entregó un aparato cuyo modelo se empezó a vender después de la fecha del atentado.
 
Ivana Bohdziewicz, la otra secretaria de Milman denunció que fue intimidada cuando decidió declarar ante la Justicia y describió cómo habían borrado sus celulares en una oficina de Patricia Bullrich.
 
Tantas anomalías para impedir la investigación de las comunicaciones despiertan muchas sospechas y dejan algunas conjeturas. La primera es que si tanto importó destruir, ocultar o cambiar los celulares, es porque podían revelar contactos, todos relacionados con activistas, dirigentes y empresarios macristas.
 

29-09-2023 / 10:09
Sergio Massa, el ministro y candidato a presidente de Unión por la Patria, consiguió un logro político con la rápida aprobación de la eliminación del impuesto a los trabajadores tuvo en el Congreso y hoy celebrará al encabezar un gran acto de la CGT, la CTA y los movimientos sociales al Congreso. Anticipan que será el acto más masivo de la campaña hasta ahora, la antesala al primer debate de Massa con los demás candidatos presidenciales.
 
"Ningún trabajador volverá a pagar Ganancias", celebró anoche Massa, en una sesión presidida por Cristina Kirchner, la aprobación de la eliminación del tributo para la llamada "cuarta categoría", por lo que ahora sólo lo seguirán pagando menos de cien mil personas entre ejecutivos de empresas, altos funcionarios y jubilados de privilegio.
 
La iniciativa le representó a Massa la recuperación de la iniciativa política luego de las PASO mientras que para la oposición de Juntos por el Cambio se transformó en un dolor de cabeza, dado que nunca se pudo acomodar en el nuevo escenario. El candidato encabezará esta tarde una gran movilización que la CGT, la CTA y los movimientos sociales organizaron como modo de festejo a la sanción, junto al reconocimiento a todas las demás medidas de recomposición de los ingresos tomadas en los últimos días para hacer frente al pico inflacionario.
 
"El salario no es ganancia", fue el eslogan que instaló el oficialismo a lo largo del rápido tratamiento que tuvo el proyecto en el Congreso, de apenas dos semanas. Todo un logro en un Congreso que desde hace tiempo se caracterizó por la falta de acuerdos. "Hola, ¿qué tal? Tanto tiempo", ironizó la vicepresidenta al recibir a los senadores de la oposición que ingresaron al recinto luego de que el oficialismo consiguiera quórum con 38 legisladores. A los 31 de los bloques de Unión por la Patria se sumaron los cuatro peronistas disidentes y tres de fuerzas provinciales. Los mismos 38 que terminarían votando la iniciativa contra 27 de Juntos por el Cambio y la schiarettista Alejandra Vigo.
 
El argumento repetido por los representantes de la oposición fue que se trataba de una medida electoralista, inflacionaria y que desfinanciará a las provincias, dado que se trataba de un impuesto coparticipable. Otro de los argumentos fue que se trataba de una medida unilateral y que nadie los había consultado acerca de la conveniencia de aplicarla. Pero les resultó muy complicado convencer acerca de por qué algo que habían promovido una y otra vez -incluso fue una de las promesas incumplidas de la campaña de Mauricio Macri en 2015- ahora veían mal.
 
El jefe de la bancada del oficialismo, el formoseño José Mayans, se encargó de desbaratar los argumentos opositores. Por ejemplo, planteando que ellos se enojaban por no haber sido consultados antes del envío del proyecto cuando Mauricio Macri tomó una deuda sideral con el FMI por decreto, lo mismo que la que "Messi" (en referencia al ex ministro Luis "Toto" Caputo, bautizado "el messi de las finanzas" por el entonces jefe de gabinete Marcos Peña) tomó a 100 años. Y si hacían todo ese lío por un punto de coparticipación que se perderá sin Ganancias a los trabajadores, no quería pensar qué sucederá cuando Javier Milei la elimine de un plumazo como promete, algo que consideró inconstitucional.
 
Desde hace unas semanas, Massa puso como eje de su mensaje la recuperación de los ingresos de los trabajadores y jubilados, un objetivo que pudo acompañar con medidas. Es lo que buscará mostrar en el acto en Congreso y también trasladarlo al primer debate presidencial que se realizará el domingo en Santiago del Estero. Es el candidato más formado para la presidencia y eso quedará claro durante la discusión.
 
La Opinión Popular
 

28-09-2023 / 08:09
Arrancó el tramo final de la campaña. Con energía renovada, con otra agenda y con la centralidad recuperada, los principales candidatos de Unión por la Patria se reunieron con su militancia y llamaron a redoblar esfuerzos para ganar la elección. Si es posible, en octubre. Sergio Massa encabezó el acto con Axel Kicillof con un entusiasmo que hace tiempo no se veía. Aseguran que hay un "crecimiento importante" del peronismo en la provincia, que lo están "dando vuelta" y en el peronismo aseguran que Javier "el Loco" Milei se "estancó" en la provincia.
 
Con el foco puesto en el aporte de la provincia de Buenos Aires para lograr entrar al ballotage, el peronismo comenzó a predicar un discurso triunfalista a la par de la foto multitudinaria en el estadio de Cambaceres que superó las 50 mil personas. "Gracias al esfuerzo de cada uno de ustedes, estamos dando vuelta la historia, estamos empezando a construir el camino del triunfo para el 22 de octubre", dijo Massa de arranque.
 
Esa visión se replicó en algunos de los intendentes bonaerenses que asistieron al acto y que, a coro, hablaron de "un crecimiento que viene de abajo hacia arriba". También, afirmaron que las recientes medidas lanzadas por Massa "tuvieron una muy buena recepción" en sus vecinos y que sirven para "poner blanco sobre negro" frente a la propuestas de Milei. Pero también analizan que, en territorio bonaerense, se está dando "un despegue" de Massa en los sondeos de opinión y "un amesetamiento" de la imagen de Milei. "Aunque tuvo un crecimiento inmediato luego de las PASO, ahora Milei se estancó", dijo una voz significativa del peronismo bonaerense.
 
"El crecimiento del candidato a presidente en la provincia es importante. Es la primera vez después de las PASO que en varias encuestas se está viendo un crecimiento sostenido de parte de Massa en las encuestas", dijo al salir del acto la senadora Teresa García. Frente a ese cuadro, Kicillof y Massa hicieron hincapié en contrastar con las propuestas de Milei y en llamar a reforzar la militancia territorial "casa por casa".
 
"Cristina dijo que era una elección de pisos, vamos a ponerle un techo para que todos los pibes, los laburantes, los que quieren a nuestra patria, no voten a los que vienen a entregarla", dijo el gobernador Kicillof y agregó: "Si hay decepción y enojo vamos a entusiasmarlos con lo que pensamos hacer". Tras apuntar contra las propuestas de libre portación de armas y el ajuste al Estado que propone el libertario, Kicillof dijo: "No se construye con dinamita, motosierra y ajuste".
 
"Allá van ellos, los que quieren recortar la inversión del Estado, y armar vouchers para las escuelas secundarias. Acá vamos nosotros, los que defendemos la educación pública", dijo Massa, que también centralizó en Milei la mayor parte de los cuestionamientos. "Es cierto que generamos empleo pero es cierto que el salario no alcanza. Es cierto construimos Estado, pero también es cierto que no nos alcanzó para derrotar la pobreza", agregó el ministro de Economía horas después de conocerse el dato del Indec que marca que la pobreza alcanza el 40,1% de la población.
 
Más allá de la confrontación con las propuestas de Milei, Massa también se encargó de marcar una distinción con el perfil de la presidencia de Alberto Fernández: "Vayan con la frente alta a decirle a los compañeros que tengo el coraje para hacer los cambios que hagan falta, para cambiar los funcionarios y tomar las medidas que hagan falta para empezar un nuevo gobierno y una nueva etapa en la política argentina", dijo.
 
La Opinión Popular
 

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