La responsabilidad del liderazgo objetivo que tiene en el peronismo obliga a Cristina a encontrar propuestas creíbles y que renueven el entusiasmo de una sociedad golpeada por la carestía y en una militancia desmotivada porque no ha visto grandes avances estos años. El planteo es: no estamos bien, pero el macrismo creó las condiciones para esta crisis. Más macrismo será para todavía peor.
 
Muchos en el estadio de La Plata se conformaron con la confirmación de la conducción de Cristina. Otros salieron desilusionados porque esperaban el anuncio de su candidatura. Pero el juego recién empieza.
 
'/> Cristina propuso un acuerdo democrático a la oposición y criticó los discursos de odio / La Opinión Popular
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                  02:28  |  Jueves 18 de Septiembre de 2013  |  Entre Ríos
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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 19-11-2022 / 10:11
PERO NO LANZÓ SU CANDIDATURA COMO MUCHOS ESPERABAN

Cristina propuso un acuerdo democrático a la oposición y criticó los discursos de odio

Cristina propuso un acuerdo democrático a la oposición y criticó los discursos de odio
Cristina es la sobreviviente de un atentado político y el tono a su regreso fue una convocatoria a la paz, a retomar el debate de ideas y abandonar el discurso de odio. En un desafío abierto a la oposición, la vicepresidenta ocupó el espacio de la paz frente al odio, de las ideas frente a la violencia. Juntos por el Cambio no discute, difama e insulta. La consecuencia de ese discurso siempre es la violencia.
Cristina es la sobreviviente de un atentado político y el tono a su regreso fue una convocatoria a la paz, a retomar el debate de ideas y abandonar el discurso de odio. En un desafío abierto a la oposición, la vicepresidenta ocupó el espacio de la paz frente al odio, de las ideas frente a la violencia. Juntos por el Cambio no discute, difama e insulta. La consecuencia de ese discurso siempre es la violencia.
 
La vicepresidenta dedicó la primera parte de su discurso a subrayar la verdadera dimensión del atentado contra su vida. "Allí se rompió el pacto de convivencia democrática", dijo. No fue un atentado más. Se rompió una regla básica de convivencia. Es el camino de retorno a un país de violencia que se había dejado atrás. Fue un guante que arrojó a una oposición cuya principal estrategia ha sido el discurso de odio.
 
Cristina insistió en la necesidad de que los partidos democráticos acuerden en principios básicos que garanticen la paz. La crítica al discurso del odio y la convocatoria a este acuerdo de paz democrática, se convierten en dos caballitos de batalla del Frente de Todos, más allá de quienes sean sus candidatos. No hubo críticas al gobierno, pero hubo aclaraciones. Este no es el tiempo de hacerlas, dijo. Y explicó que cada vez que dio un consejo y formuló una advertencia, no fue para obstruir, sino para que las cosas se hicieran mejor.
 
Fue notable la presencia de gran cantidad de agrupamientos sindicales que respondían a numerosos sindicatos. Las dos CTA, y los sindicatos de la kirchnerista Corriente Federal y los del moyanista Frente Sindical por el Modelo Nacional se convirtieron en interlocutores a los que está dirigido también el mensaje de la vicepresidenta. Mostró la intención de buscar el respaldo del movimiento obrero. No esperar a que los gremios se pronuncien sino ir a buscarlos. Les habló a los trabajadores.
 
La esperanza es lo que moviliza a la política. Por su historia, Cristina tiene esa capacidad de generarla, lo que constituye un capital político tan valioso como la imagen que miden las encuestas. Cristina genera expectativa por la positiva, por una propuesta que puede mejorar la calidad de vida. La expectativa que genera Mauricio Macri, o los dirigentes de Juntos por el Cambio, no es por la positiva, sino por quién servirá mejor para ganarle a Cristina.
 
A diferencia de los discursos de Cristina, los de la dirigencia macrista se centran en la crítica al kirchnerismo sin mostrar un proyecto que mejore la vida de la sociedad en su conjunto. Insisten en el "fracaso argentino" y en la responsabilidad del peronismo por ese supuesto fracaso. Y tras esa idea plantean el desguace del Estado, la reprivatización de las jubilaciones, de YPF o de Aerolíneas. Insisten con un modelo neoliberal que ya fracasó en los '90.
 
La responsabilidad del liderazgo objetivo que tiene en el peronismo obliga a Cristina a encontrar propuestas creíbles y que renueven el entusiasmo de una sociedad golpeada por la carestía y en una militancia desmotivada porque no ha visto grandes avances estos años. El planteo es: no estamos bien, pero el macrismo creó las condiciones para esta crisis. Más macrismo será para todavía peor.
 
Muchos en el estadio de La Plata se conformaron con la confirmación de la conducción de Cristina. Otros salieron desilusionados porque esperaban el anuncio de su candidatura. Pero el juego recién empieza.
 

 
LOS PARALELOS ENTRE CRISTINA KIRCHNER Y JUAN PERÓN
 
La candidatura
 
Cierta reminiscencia con el retorno de Perón, cincuenta años atrás. Cristina Kirchner es la sobreviviente de un atentado político y el tono a su regreso fue una convocatoria a la paz, a retomar el debate de ideas y abandonar el discurso de odio. Desafío abierto a la oposición: la vicepresidenta ocupó el espacio de la paz frente al odio, de las ideas frente a la violencia.
 
Fue un discurso que no llenó las expectativas de muchos de las agrupaciones juveniles que acudieron al estadio de La Plata para escuchar un lanzamiento combativo de su candidatura, pero ocupó el centro de la política: Juntos por el Cambio no discute, difama e insulta. La consecuencia de ese discurso siempre es la violencia. Y en este caso desembocó en el atentado terrorista más grave desde el retorno a la democracia que, de haberse consumado, habría provocado un baño de sangre.
  
Las reminiscencias llegaron incluso cuando después de escuchar con una sonrisa, por décima vez, a las tribunas que cantaban "¡Cristina presidenta!", ella contestó con cierta ironía: "Todo en su medida y armoniosamente". Fue una frase de Perón que advertía a la Juventud Peronista sobre el peligro de tomar decisiones apresuradas.
 
La vicepresidenta dedicó la primera parte de su discurso a subrayar la verdadera dimensión del atentado contra su vida. "Allí se rompió el pacto de convivencia democrática", dijo.
 
No fue un atentado más. Se rompió una regla básica de convivencia. Es el camino de retorno a un país de violencia que se había dejado atrás. Fue el primer punto de su discurso. Hay que rehacer lo que se rompió. Fue un guante que arrojó a una oposición cuya principal estrategia ha sido el discurso de odio.
 
"Volvamos a discutir ideas, a ponernos de acuerdo en lo que se pueda y a disentir democráticamente". Insistió en la necesidad de que los partidos democráticos acuerden en principios básicos que garanticen la paz. Hizo mención al "Pacto de la Moncloa" que celebraron los partidos españoles a la salida de la dictadura franquista.
 
La crítica al discurso del odio y la convocatoria a este acuerdo de paz democrática, se convierten en dos caballitos de batalla del Frente de Todos, más allá de quienes sean sus candidatos. No hubo lanzamientos de candidaturas en el acto del jueves, pero es evidente que Cristina Kirchner se corrió de su lugar de vicepresidenta y asumió como conducción de una fuerza política que empieza a delinear su estrategia para una coyuntura electoral que se le presenta muy difícil.
 
La presencia de la mesa de Organismos de Derechos humanos con varias de las Madres de Plaza de Mayo, como Vera Jarach, Taty Almeyda y Lita Boitano, refrendó esa línea de recuperación de un consenso democrático.
 
No hubo críticas al gobierno, pero hubo aclaraciones. Este no es el tiempo de hacerlas, dijo. Y explicó que cada vez que dio un consejo y formuló una advertencia, no fue para obstruir, sino para que las cosas se hicieran mejor y se respaldó en la experiencia de Néstor Kirchner y la suya con tantos años en la función pública.
 
No hubo referencia a medidas concretas de gobierno, no se planteó el aumento de suma fija que muchos reclaman. La vicepresidenta evitó cualquier alusión a ese debate de la coyuntura. Pero sí recuperó la experiencia de los gobiernos peronistas, incluyendo sus dos presidencias y la de Néstor Kirchner, con un gráfico donde mostraba los momentos en que la participación de los trabajadores en el PBI llegó a pasar el 50 por ciento.
 
Aunque los contingentes de la Cámpora suelen ser los más nutridos en estos actos, esta vez fue notable también la presencia de gran cantidad de agrupamientos sindicales que respondían a numerosos sindicatos. Las dos CTA, y los sindicatos de la kirchnerista Corriente Federal y los del moyanista Frente Sindical por el Modelo Nacional se convirtieron en interlocutores a los que está dirigido también el mensaje de la vicepresidenta.
 
Haber elegido el congreso de la UOM para el primer acto público después del atentado contra su vida mostró la intención de buscar el respaldo del movimiento obrero. No esperar a que los gremios se pronuncien sino ir a buscarlos. Les habla a los trabajadores. La referencia a la trayectoria accidentada del salario en la historia fue una señal: el que sea candidato de esa fuerza deberá representar ese momento. Fue clara cuando dijo que la pospandemia es muy dura y es lo que le tocó a este gobierno. Para convocar una nueva esperanza se remontó entonces a sus gobiernos.
 
La esperanza es lo que moviliza a la política. Por su historia, Cristina Kirchner tiene esa capacidad de generarla, lo que constituye un capital político tan valioso como la imagen que miden las encuestas. Casi no hay dirigentes que se equiparen en ese sentido. Cristina genera expectativa por la positiva, por una propuesta que puede mejorar la calidad de vida. La expectativa que genera Mauricio Macri, o los dirigentes de Juntos por el Cambio, no es por la positiva, sino por quién servirá mejor para ganarle a Cristina Kirchner.
 
A diferencia de los discursos de Cristina, los de la dirigencia macrista se centran en la crítica al kirchnerismo sin mostrar un proyecto que mejore la vida de la sociedad en su conjunto. Insisten en el "fracaso argentino" y en la responsabilidad del peronismo por ese supuesto fracaso. Y tras esa idea plantean el desguace del Estado, la reprivatización de las jubilaciones, de YPF o de Aerolíneas. Insisten con un modelo que fracasó en los '90.
 
Cristina defendió esas empresas estatales que el macrismo prometió entregar. Y planteó que se necesita una dirigencia política que sepa lo que pasa en el mundo. Se refería a la protección de las riquezas naturales propias como el litio, el agua, la navegabilidad del río Paraná y sobre todo a los yacimientos de Vaca Muerta.
 
El planteo es: no estamos bien, pero el macrismo creó las condiciones para esta crisis. Más macrismo será para todavía peor. Es un discurso que no está atado a la suerte de la inflación. Dio la sensación de que tiene poca expectativa en que se pueda bajar la inflación con las medidas que se están tomando. O que, en el mejor de los casos, bajar la inflación a cuatro puntos mensuales como ha planteado Sergio Massa tampoco sería un argumento electoral.
 
Es un momento crucial para el Frente de Todos. La responsabilidad del liderazgo objetivo que tiene en el peronismo obliga a Cristina Kirchner a encontrar propuestas creíbles y que renueven el entusiasmo de una sociedad golpeada por la carestía y en una militancia desmotivada porque no ha visto grandes avances estos años.
 
Ese camino deja muy poco espacio para otra candidatura. Si la referencia principal serán los gobiernos que encabezaron con Néstor, la representante más clara es ella. En este cuadro de situación el Frente de Todos no tiene muchas opciones. Alberto Fernández está en su derecho de presentarse a la reelección pero le resultará muy difícil diseñar un discurso con posibilidades. Sergio Massa está muy atado a lo que pase con la economía y con la inflación. Y sería raro que consiga resultados visibles cuando ya están prácticamente en campaña. Los candidatos ya tendrían que ir perfilándose.
 
Cristina recordó que en el '73 Perón no quería volver a la presidencia, sino que lo hizo obligado por las circunstancias. Fue una referencia casi personal, como una mujer que mantiene esa pugna interna y que si le fuera posible ya la hubiera resuelto por la negativa. Muchos en el estadio Maradona se conformaron con la confirmación de la conducción de Cristina. Otros salieron desilusionados porque esperaban el anuncio de su candidatura. Pero el juego recién empieza.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página 12
 

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17-09-2025 / 09:09
Javier "el Loco" Milei es un mentiroso consuetudinario. Se dedica a "mandar fruta", hablar sin saber realmente del tema, exagerando, inventando o diciendo cosas sin sentido, con la intención de engañar. Todas las organizaciones especializadas en Educación, Jubilaciones y Discapacidad destruyeron los anuncios presidenciales sobre mejoras para esas áreas. Se basan solo en dibujos numéricos y ajustes encubiertos. Los gremios revelaron que el porcentaje del PBI dedicado a la enseñanza, que fue de 1,48 en 2023 y de 0,88 en 2025, baja al 0,75 en 2026. Los rectores aseguran que se congela el gasto universitario en sus peores niveles.
 
El discurso de Milei por el cual presentó el Presupuesto 2026 está plagado de números mentirosos y mensajes al "mercado", a los grandes empresarios y financistas. A los ricos. El presupuesto reduce fuertemente la partida destinada a cancelar deudas previsionales; mientras que la partida para pagar la deuda pública a los especuladores financieros crece un 20%. Hay deudas y deudas para el Gobierno.
 
Milei aseguró al presentar el Presupuesto 2026 que habrá un aumento del 17% de suba en términos reales (por encima de la inflación) en materia de salud, 8% en materia de educación, y 5% en jubilaciones y en pensiones por discapacidad. Además, anunció que se le asignará $4,8 billones a las universidades nacionales, lo que representa una suba nominal del 13% frente a una inflación proyectada del 10%.
 
Sin embargo, anteriormente, el Presidente reveló que el proyecto presenta "una regla de estabilidad fiscal": "si los ingresos caen o los gastos superan a lo previsto se deberán ajustar partidas para mantener el equilibrio fiscal". Es decir, cualquier variable proyectada en el Presupuesto que se modifique, como una inflación anual de 10% o un dólar debajo de $1.350, "obligará" a Milei a no cumplir con estos aumentos. Además, también lanzó que su proyecto estipula el "menor nivel de gasto sobre PBI de los últimos 30 años". Contradicciones que desnudan que sus promesas son incumplibles.
 
En las últimas semanas, el Gobierno libertario redujo en $40.267 millones las transferencias a las universidades nacionales. De esta manera, Milei terminará 2025 con una reducción del 9,4% real del presupuesto universitario con respecto a 2024 y del 32% frente a 2023. Para equiparar los gastos realizados el año pasado, el Gobierno debería invertir $4,6 billones en lo que resta de 2025 y $6,2 billones para igualar el nivel de 2023. Es decir, la promesa de $4,8 billones para el 2026 no absorbe la pérdida registrada.
 
Si bien Milei prometió que las jubilaciones aumentarán 5% por arriba de la inflación en 2026, no alcanza para equiparar lo perdido durante su gestión. En 2024, el recorte en dicha partida fue del 14%, y sin contar el bono para el haber mínimo cuyo monto está congelado hace 18 meses frente a una inflación superior al 100%.

Además, más allá de su promesa, si la inflación anual es más del 10% como se proyecta, ¿mantendrá el aumento de las jubilaciones 5% por encima de la inflación? "Si los gastos superan lo previsto se deberán ajustar partidas", afirmó en su discurso.

En otros rubros, las partidas presupuestarias en Educación acumulan un ajuste del 41% entre 2023 y 2025, según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). El 8% anunciado por Milei queda chico. En cuanto a discapacidad, la ANDIS sufrió un recorte del 14%. Sobre este punto, Milei supone una suba del 5% real sobre las pensiones. El proyecto ensaya un recitado de mentiras expresadas en números que no cierran ni aseguran la continuidad de las áreas con normalidad. Lo peor todavía no pasó.

La Opinión Popular


16-09-2025 / 11:09
La bala entró. La derrota electoral en la provincia de Buenos Aires sacudió al Gobierno de Javier "el Loco" Milei de tal manera que se vio obligado a cambiar el tono discursivo. La administración libertaria se niega a modificar su brutal política económica de ajuste y motosierra, pero ayer el presidente brindó un discurso atípico: fue moderador, evitó los insultos, las provocaciones, anunció mejoras en el Presupuesto 2026 para los sectores más vulnerables y llamó a trabajar "codo a codo" con los Gobernadores.
 
Además, el jefe de Estado envió un mensaje a la población y aseguró que "lo peor ya pasó, no aflojemos". De esta manera, Milei acusó recibo del fuerte descontento social. Sin embargo, no fue la primera vez que el mandatario prometió que los momentos más difíciles quedaron atrás y que lo mejor estaba por venir.
 
El 10 de diciembre de 2024, el libertario afirmaba que ya habíamos "superado la prueba de fuego". "Estamos saliendo del desierto. La recesión terminó y el país finalmente ha comenzado a crecer. Gracias por confiar en este gobierno. Esto no quiere decir que hayamos llegado a puerto, pero sí quiere decir que podemos terminar el año con alivio y de que hemos dejado atrás lo peor", decía entonces en otra cadena nacional.
 
Un mes antes, el 11 de noviembre de 2024, decía exactamente lo mismo. "Hoy ya podemos decir que la recesión se terminó y de ahora en adelante todo lo que queda es crecimiento. De acá para adelante son todas buenas noticias", exclamaba. Pero lo frase no le pertenece exclusivamente a Milei. Años antes, en 2018, el entonces presidente Mauricio Macri también prometía frente al Congreso nacional que "lo peor" ya había pasado y vaticinaba años de crecimiento qué nunca llegaron.

Un Milei "sosegado" confirmó que profundizará el rumbo de ajuste fiscal exigido por el FMI. Y, tras una paliza electoral, La Libertad Avanza reflota la vieja promesa de que lo más difícil queda atrás. Sin embargo, y a pesar de algunas mejoras anunciadas, el Presupuesto 2026 es una ley de ajuste que no modifica los planes del Gobierno y del Fondo Monetario Internacional. Son mentiras, falsas promesas de aumentos para ganar las elecciones y más ajuste en jubilaciones, salud y educación.

En las calles, se manifestó el hartazgo total, hubo una ola de cacerolazos en el AMBA contra la cadena nacional de Milei. Desde Palermo y Recoleta hasta La Plata, cientos de personas en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires manifestaron su rechazo al Presidente mientras lanzaba el Presupuesto 2026. La sociedad no compró las mentiras de la cadena nacional y repentinamente salió a las ventanas y los balcones a manifestarse en contra de las medidas de ajuste del Gobierno anarco capitalista. La noche quedó marcada por una ola de cacerolazos en todo el AMBA.

El ruido metálico se convirtió en un grito unánime contra las políticas que solo traen más hambre, despidos y desesperación. "No se puede más, nos están matando de a poco", gritaban en Plaza de Mayo, donde las cacerolas parecían tambores de guerra. El fantasma de la crisis del 2001 sobrevoló la noche, con la misma bronca, la misma impotencia y las mismas calles llenas de familias cansadas.
 
El Gobierno de Milei, mientras tanto, respondió con silencio y un operativo de seguridad notorio en los puntos calientes. Sin embargo, la bronca ya no se calla con policías ni patrulleros. La pregunta que queda flotando es si este rugido metálico será apenas un desahogo pasajero o el comienzo de un estallido más grande que termine por arrinconar a la hermana coimera, al libertario desquiciado y a su nefasto plan neoliberal.
 
La Opinión Popular
 

15-09-2025 / 09:09
Un Gobierno anarco capitalista sin cuadros políticos y sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado, se enfrenta a la profundización de su propia distopía tras la paliza electoral. La hermanísima copó el Ejecutivo y con Jamoncito, hasta acá, se demostraron como una unidad indivisible. El Gobierno está completamente en manos político-administrativas de Karina "el Jefe" Milei y se resolvió que sólo sea Luis "Toto" Caputo quien conduzca el único plan existente: pisar el dólar hasta las elecciones de octubre. No hay más que eso. No hay más certezas que ésas.
 
Respecto de la primera, podrían apuntarse dos observaciones. Una es que La Hermanísima Karina siempre estuvo a cargo de la ejecutividad gubernamental, excepción hecha de lo económico. La otra consiste en que, como fuere, no habría mayores novedades porque desde un comienzo la gestión fue un quilombo. Basta con repasar los centenares de funcionarios echados o renunciados, que supieron llegaron al promedio de uno por día.
 
Y esto tampoco sería novedoso, porque se corresponde con las características de un Gobierno arribado como tal sin la más mínima preparación institucional. Sin cuadros políticos. Sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado. En otros términos conocidos, Javier "el Loco" Milei fue un armado del establishment, desde el panelismo televisivo y las redes, para segmentar parte de los votos peronistas y antiperonistas.
 
Pero el Frankestein adquirió una fuerza propia inusitada, a tono con endilgarle ese carácter de accidente insólito en la historia argentina. Y después no hubo nada que hacer. Así, el país quedó al arbitrio de unos Hermanos & Cía. exclusivamente relacionables con un escenario distópico. ¿Cuál es la noticia, entonces? Es que, tras el resultado electoral, la distopía se profundizó. Ya no hay Presidente, al menos por ahora, en su acepción de figura con aptitudes básicas para tomar decisiones autónomas. Milei está paralizado, totalmente fuera de eje.
 
Es así desde la noche del domingo pasado, cuando, aunque siga sin poder creerse, hasta último momento imaginó que perdía por muy poca diferencia. Incluso, de acuerdo con las mesas testigo del indescriptible Sebastián Pareja, pensó que llegarían a ganar por unos 8 puntos. Eran 50 de esas mesas, según pudo constatarse, de calidad irrelevante. Al aterrizar con los números reales entró en colapso (político, aclaremos, porque los diagnósticos psiquiátricos incumben a especialistas y nunca a la bartola periodística). Continúa en ese estado.
 
Se verá si para la cadena nacional de este lunes a la noche puede recomponerse como para dar una imagen atildada, llamémosle. Hablamos del continente, desde ya. El contenido será la provocación de redoblar su rumbo. La hermana, en consecuencia, asumió enteramente el rol presidencial. Y, hasta ahora sin visos de modificaciones, se cargó con desprecio todo intento de cambios siquiera por maquillaje.
 
El hazmerreír de una mesa política con los mismos rostros de la derrota y el nombramiento de un ministro de Interior que ya lo era de facto, tras el pase de Guillermo Francos a la Jefatura de Gabinete, es todo de ella. Es de ella -en todo caso, junto con el edecán de Francos- llamar al diálogo con los gobernadores mientras se vetan los fondos de ATN a las provincias, para no hablar de la "profunda autocrítica" que en simultáneo rechaza el financiamiento a las Universidades y la emergencia pediátrica Garrahan incluido.
 
Es de ella haberse animado a un acto de lanzamiento de LLA en Tucumán, ante un estadio cuyas tribunas debieron cubrir con lonas negras para ocultar el vacío; en el que brilló por su ausencia cualquier cántico de aliento y donde, en poco más de dos minutos de balbuceos, volvió a incurrir en el espectáculo de su terrorismo sintáctico. Sin más vueltas, he aquí la Presidenta real en ejercicio directo de la función.
 

14-09-2025 / 09:09
El miserable Gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei no solo canceló los fondos destinados a las personas discapacitadas, a los inundados o a la ciencia, también se apropió de los dólares de los créditos internacionales otorgados específicamente para esas actividades. Solo en Discapacidad figuran 560 millones en divisas que nadie sabe a dónde fueron, con la excepción de dos viajes de Spagnuolo a Israel. El Gobierno libertario no explica dónde está la plata que debería ir a ciencia o discapacidad. La hipótesis del Congreso de que los fondos están en el Tesoro para contener el esquema cambiario.
 
Pocas horas después de la paliza electoral en la Provincia de Buenos Aires, Milei recibió en Casa Rosada al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn. El lunes al mediodía, ambos posaron para la foto junto a Luis "Toto" Caputo, Guillermo Francos y la motosierra de bronce que corona el despacho presidencial. El titular del organismo también había sido muy requerido para entrevistarse con dirigentes de la oposición, pero alegó estar muy ocupado.
 
Desde la comisión bicameral Revisora de Cuentas del Congreso, que conducen el diputado Miguel Pichetto (Encuentro Federal) y el senador Mariano Recalde (Fuerza Patria), querían citarlo para indagar en la letra chica de los créditos que el organismo le otorgó al país en los últimos meses.
 
La preocupación, que se hizo explícita en la última sesión de la comisión, es que muchos de esos fondos --cientos de millones de dólares-- en principio destinados a financiar obra pública y programas de inclusión como la discapacidad o la investigación científica, registran niveles de ejecución nulos o muy por debajo de lo pactado a la firma. Lo cual habilita la hipótesis de que el Gobierno desvía esos recursos hacia las cuentas del Tesoro para contener el actual esquema cambiario y favorecer la bicicleta financiera.
 
En lo que va del año, el Gobierno reconoció haber gastado unos 277 mil millones de pesos (algo menos de 250 millones de dólares) de lo que ingresó vía los distintos créditos de inversión del BID y otros organismos. En total hay unos 140 programas de desarrollo vigentes, desde los pautados para financiar el Progresar hasta la extensión y fortalecimieinto de la red de agua potable, pero el país hasta ahora vió poco y nada de esos fondos.
 
A esta altura del año (en ocho meses), los dos gobiernos anteriores (Cambiemos y Frente de Todos) ya habían ejecutado en promedio más de 1.500 millones de dólares. Es decir, la ejecución de Caputo es prácticamente del 20 por ciento de lo esperable. En paralelo, el Tesoro utilizó 500 millones de dólares para pisar el dólar en las semanas previas de la elección bonaerense.
 
El BID aprobó en julio de este año la "Estrategia País 2025-2028" para la Argentina, un paquete de apoyo financiero por un total de 10.000 millones de dólares (7.000 para el sector público y 3.000 para la inversión privada).
 
Si bien el organismo trabaja con todos los gobiernos y cada uno tiene una orientación específica, en este caso respalda a una administración que solo se preocupa por mantener el esquema cambiario-electoral, mientras tiene un desprecio palpable hacia la obra pública y pasa la motosierra por sectores sensibles. Lo contrario a lo que, a priori, buscan los organismos de crédito cuando apoyan a los países. Pese a todo, Goldfajn sigue apostando por Milei.
 

13-09-2025 / 10:09
Desde el 10 de diciembre de 2023, los auto percibidos libertarios (que en realidad son los nietos de la dictadura, los hijos del menemismo y los hermanos menores del macrismo), sembraron odio, represión, industricidio, desprecio, hambre, pobreza, deuda, desocupación, negacionismo, homofobia, racismo y misoginia.
 
Se vienen tiempos de derrota sin revancha, porque parece que no fue un gran plan dejar sin remedios a los pacientes oncológicos, vaciar de alimentos los comedores populares, pegarle a los jubilados, estafar con una criptomoneda y afanarle a los discapacitados. ¿Podían esperar otro resultado, los que por primera vez pisaron el conurbano, para decirle al pueblo, en campaña y sin intermediarios, "negros de mierda"? ¿Podían esperar otra cosa los que dijeron que la justicia social era una estafa?
 
Creyeron que la realidad, no era la única verdad y cocinaron su suicidio político, gritando desde aquella infame ficción del 17.000% de inflación, hasta el relato perverso con el que aseguran haber sacado a 12 millones de la pobreza. No podía terminar de otra manera una locura que comenzó exigiendo que más de tres tenían que pedir permiso para juntarse en una esquina. No podía terminar de otra manera aquel grito libertario el día de la asunción que clamaba "Po-li-cía, Po-li-cía".
 
Perdieron en las urnas, la motosierra, el protocolo anti-piquetes, el DNU 70/23, la Ley Ómnibus, la Ley Bases, el Pacto de Mayo y la Patria financiera. Perdió el presidente que eligió como enemigo público número uno, a un pibe autista de 12 años. Perdieron las desregulaciones ridículas y las importaciones suicidas. Perdieron la mesa de dinero del Toto Caputo, la crueldad de Patricia Bullrich, el cinismo de Pettovello, la violencia discursiva de Adorni, el verso de Francos y el afano a cuatro manos de los Menem.
 
Perdió un gobierno diseñado exclusivamente para el gran capital y el mercado. Perdieron Kueider, el pastor que convirtió los pesos en dólares y los hermanitos de la Suizo-Argentina. Perdieron De Loredo, el comisario conspirador y candidato, Tronco, la Avenida del Medio, los premios internacionales de plástico, Roberto Piazza, Fátima y Yuyito.
 
Perdieron los que se reunieron con Astiz y los que soñaron con intervenir la provincia de Buenos Aires. Perdieron Libra y el 3% de la coimera Karina. Perdió el Indec de Lavagna. Perdieron el Pacto de Acasusso, Macri, Ritondo, Santilli y Valenzuela. Perdieron Lilia, Benegas Lynch y la tarotista que no pudo ver la derrota.
 
Perdieron la soberbia de Pareja, los "héroes" del veto a jubilados, los periodistas que van a escuchar ópera a Olivos y los que se saben de memoria los diálogos de "Homo Argentum". Perdieron las redes sociales, las patotas tuiteras, el "pedo buzo", "comprá campeón" y "cárcel o bala". Y perdieron todos los gobernadores que, como Frigerio, hasta hace un ratito, fueron cómplices del desastre presente, acompañando en el Parlamento la construcción de un país irrespirable.
 
Ganó la unidad del peronismo. Ganaron los discapacitados, los expulsados del sistema, los que laburan por sueldos de miseria y la gran pelea de los jubilados. Ganaron la obra pública y la industria nacional. Ganaron el Garrahan, el Bonaparte, el Conicet, el INTA y el INTI. Ganó la Universidad pública. Ganaron los que "cagan en latas y pisan el barro". Le ganó el pueblo a la "gente de bien".
 
La Opinión Popular
 

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