Nacionales - 18-11-2022 / 07:11
ACTO POR EL DÍA DE LA MILITANCIA
Cristina evitó profundizar la interna y llamó a fundar un nuevo pacto de gobernabilidad
Ante un estadio único de La Plata desbordado, Cristina convocó a revalidar el acuerdo democrático “que puso fin a la muerte como instrumento político”. Llamó a incorporarle el tema seguridad e “inundar de gendarmes el conurbano”. Resaltó que “esta época viene muy fulera” y definió la política como “el trabajo y el salario”. Frente al “Cristina presidenta”, respondió “todo en su medida y armoniosamente”.
Ante un estadio único de La Plata desbordado, Cristina Fernández convocó a revalidar el acuerdo democrático "que puso fin a la muerte como instrumento político". Llamó a incorporarle el tema seguridad e "inundar de gendarmes el conurbano". Resaltó que "esta época viene muy fulera" y definió la política como "el trabajo y el salario". Los ansiosos que esperaban escuchar esta primavera definiciones que corresponden al otoño próximo tendrán varios meses por delante para descular qué quiso decir Cristina Fernández cuando se hizo eco de un estadio repleto cantando para que sea presidenta.
Ante el pedido por su candidatura, la vicepresidenta respondió con una cita de Juan Perón: "Todo en su momento y armoniosamente", advirtió que la democracia tiene "una deuda con la inseguridad" y en clave electoral, instó a "acordar políticas porque las elecciones se pueden ganar". Si Cristina fue deliberadamente esquiva a la hora de hablar de candidaturas, también fue categórica a la hora de plantarse en un sector del tablero político y ordenar alrededor de esa posición al Frente de Todos. No fue un discurso de campaña pero sí el esbozo de una plataforma política que comprometa explícitamente al próximo gobierno peronista, si se ganan las elecciones de 2023.
Ante más de 60 mil personas, la vicepresidenta convocó a construir un nuevo pacto democrático en el que se respete la vida. Habló del falso debate entre el garantismo y la mano dura y les dijo a las fuerzas de seguridad que también son parte del problema. Además, volvió a recordar los años K, los gobiernos populares y democráticos de la región, y criticó al poder judicial como instrumento al servicio de los poderes económicos concentrados.
El programa que empezó a trazar se diferencia del que lleva adelante el gobierno de Alberto Fernández. Lo dejó claro desde el comienzo de su discurso, que hilvanó los dos asuntos que encabezan la lista de preocupaciones de los argentinos desde hace demasiados años y no encuentran una respuesta en esta gestión: el bolsillo y la seguridad. No es sencilla la carambola argumentativa que debe practicar CFK cuando se pone a cuestionar como opositora un gobierno del que forma parte y es incierta la efectividad de esa pirueta. Tan cierto como que no parece, a esta altura del partido, tener muchas alternativas. Al menos eso es lo que ella percibe, incapaz de torcer un rumbo económico que conduciría a una derrota.
En ese sentido el acto de ayer tuvo varios mensajes con destino en la Casa Rosada. El primero fue la mencionada aclaración de que el proyecto político del peronismo para el 2023 es muy distinto a lo que se hace ahora. El segundo, que todos los sectores están alineados, incluyendo a la columna vertebral del albertismo nonato. Hoy, todos esperan que el gesto del presidente llegue más temprano que tarde.
Que el destino electoral del peronismo está atado, indefectiblemente, a la figura de Cristina como eje del dispositivo político (que no es lo mismo que como candidata) es una verdad de Perogrullo que algunos cada tanto se distraen o la olvidan, pero a medida que se acerca la fecha de las elecciones mejoran la memoria y la capacidad de atención.
La pregunta pertinente a esta altura del partido es si el presidente será receptivo con el mensaje. Si está dispuesto a hacer, como dijo, todo lo que tenga que hacer para que no vuelva a ganar el macrismo. Cristina, ante más de sesenta mil personas, fue clara respecto a cuál es su receta. El peronismo, por convicción, necesidad, o instinto de supervivencia, dejó en claro que la respalda.
La Opinión Popular
Frente a un estadio colmado y ante una multitud enfervorizada que no dejó de corear su nombre, Cristina Fernández de Kirchner encabezó esta tarde en la ciudad de La Plata, el acto por el Día de la Militancia peronista convocado bajo el eslogan La Fuerza de la Esperanza, ocasión en la que decidió posponer una definición en torno a una eventual candidatura, instó a un acuerdo político para terminar con la inseguridad y aseguró que si se acuerdan políticas "las elecciones se pueden ganar".
La vicepresidenta, la única oradora del evento, se hizo presente sobre el escenario montado sobre uno de los laterales de la cancha, a las 19.44 en medio de la entonación del himno nacional y con el estribillo de 'Cristina Presidenta', que bajaba desde las tribunas, pero además, llegó precedida por un fuerte operativo clamor a favor de su candidatura de cara a las elecciones de 2023.
En su discurso, Cristina destacó que "una sociedad que no sabe lo que pasó difícilmente pueda entender lo que pasa", y remarcó que, si no se ejercita la memoria, "resulta imposible develar el provenir", para luego destacar que "el 30 de octubre" de 1983, "con el regreso de la democracia, hubo un acuerdo tácito. Que ningún argentino se ponía en peligro por opinar, por pensar diferente. Podíamos tener todas las diferencias del mundo, pero no se quería matar a nadie. Ni siquiera a los que hicieron de la muerte un instrumento político", indicó.
En esa dirección, recordó que con el atentado en su contra del 1 de septiembre "se rompió por primera vez el pacto democrático" en la Argentina, ante lo cual consideró que "es obligación de todas las fuerzas políticas volver a reconstruir ese acuerdo, separando al lenguaje del odio.
La líder del Frente de Todos hizo un llamado a un acuerdo político para terminar con la inseguridad, al instar a "terminar con debates absurdos, porque la democracia tiene una deuda en materia de seguridad" y subrayó que ese tema "ningún partido político lo ha podido solucionar".
"Terminemos con ese debate berreta de los mano dura o los garantistas. Si para algo sirvió lo que me pasó fue para demostrar que cuando estuvieron en el Ministerio de Seguridad, los mano dura, a la política de seguridad le pusieron una Miss Argentina" y a "su hermana, a controlar los gastos", dijo apuntando, sin nombrarla, a la gestión de Mauricio Macri.
Pidió, además, olvidar a "los partidos políticos por una vez en la vida y discutir en serio el tema de la seguridad en nombre de todas las víctimas, en nombre de sus familiares y sus deudos" y recordó el caso del joven Lucas González, asesinado hace un año en el barrio porteño de Barracas a manos de efectivos de seguridad de la ciudad de Buenos Aires, pero aclaró que el caso "pudo haber sido también en la provincia de Buenos Aires".
Acto seguido, consideró que "el orden para nosotros es que el padre o la madre salgan a trabajar, los pibes vayan al colegio y todos coman en su casa" y "no en los merenderos".
Luego, y ante los cánticos que desde las tribunas pedían por su candidatura, respondió con una cita de Perón, al afirmar que todo debe ser "en su medida y armoniosamente", con lo que buscó correr hacia adelante una definición en esa dirección.
También citó el proyecto de ley presentado en el Congreso por el diputado nacional del PRO, Gerardo Milman, que finalizaba diciendo "Sin Cristina hay peronismo. Sin peronismo, sigue habiendo Argentina", y aseguró: "En esa frase estaba condensado el objetivo: suprimir al peronismo".
"¿Realmente creen que con eso se termina la voluntad de un pueblo de tener una vida digna y una patria justa?", se preguntó, para luego reflexionar que si eso fuera tan simple "lo hubieran logrado hace muchos años", aseguró que "el peronismo siempre termina reencarnándose" porque "lo que parecía muerto y sepultado, no lo es", ante lo cual, interrogó: "¿Por qué no prueban una vez sentarse a conversar con el peronismo a ver qué modelo de país quieren?".
En su discurso de más de 50 minutos, Kirchner consideró "necesario" construir un "consenso económico, no donde todos opinemos igual, sino para abordar los graves problemas que tiene la Argentina" y señaló además, que cuando "escucha como novedad" la propuesta de privatización de Aerolíneas Argentinas, "eso ya pasó en los '90", por lo que enumeró los beneficios para el turismo local de contar con una aerolínea de bandera y le pidió a la oposición "hacer las cuentas completas y sumar todo".
Luego sostuvo que "no hay política" en el país que "no remita" al yacimiento petrolífero de Vaca Muerta como "el futuro que nos va a sacar de donde estamos", y en esa dirección, señaló que "si en el pasado no se le hubiera ocurrido" a su Gobierno "recuperar YPF", Vaca Muerta "sería vaca viva y otras la tendrían atada".
Endeudamiento y el Poder Judicial
En otro momento, Cristina dijo que "el gran punto de quiebre fue volver a un brutal endeudamiento del país", por lo cual ahora "tenemos que generar recursos no para generar valor, sino para pagar la deuda", tras lo cual, consideró que "es necesario alinear precios, salarios y tarifas".
La exmandataria se refirió también al poder judicial, al sostener que "donde no hay jueces puestos a dedo, presionables y eternos en sus cargos, el sistema funciona", y advirtió que "no es bueno para el pueblo" que sean los magistrados los que "deciden sobre las políticas económicas del país".
"Hoy esta inflación que tenemos de 6,3 en el país, en el desagregado se ve que las telecomunicaciones son de 12 puntos, el doble, y es porque hay jueces que dijeron que el decreto que se firmó para que sea servicio público no se debe aplicar", reseñó Cristina.
Mensaje al Presidente Fernández
En otro momento, y en un mensaje al Presidente Alberto Fernández, aseguró que sus críticas al Gobierno en materia económica no son "por terquedad o capricho" sino porque quiere que "las cosas se hagan mejor".
"Es necesario acordar políticas porque las elecciones se pueden ganar", afirmó en clave electoral, para luego advertir que "los condicionamientos son tan profundos que va a requerir que todos los argentinos, o la mayor parte, tiremos todos juntos para el mismo lado", porque si eso no sucede "nuestro país será difícil para cualquiera".
Esta fue la segunda aparición pública de la Vicepresidenta tras el intento de magnicidio en su contra, mientras que la primera, tuvo lugar el pasado 3 de noviembre en el plenario de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en Pilar, donde encendió la mecha de la esperanza entre las filas del Frente de Todos, al señalar que hará "lo que tenga que hacer" para lograr que el pueblo, recupere "la ilusión, la fuerza y la alegría de nuestra gente".
Una multitud calculada en más de 60 mil personas, se hizo presente desde temprano en el estadio Único, portando banderas que las identificaban con las organizaciones a las que pertenecen, dispuesta a escuchar a su líder con la esperanza de que finalmente esta diera precisiones que indicaran que aceptará encabezar la lista de la coalición oficialista en los comicios del año próximo, lo que finalmente no sucedió.
Dieron el presente en el estadio Único de La Plata
Sobre el césped y sentados en primera fila, se pudo advertir la presencia del Gobernador Axel Kicillof, los diputados José Luis Gioja y Leopoldo Moreau, y de varios funcionarios del Gabinete de la Provincia, Martín Insaurralde (Jefe de Gabinete), Cristina Álvarez Rodríguez (Gobierno), Andrés "el cuervo" Larroque (Desarrollo de la Comunidad), Walter Correa (Trabajo) y Leonardo Nardini (Infraestructura), mientras que en la tribuna se pudo ver al diputado Máximo Kirchner y a la intendenta Mayra Mendoza (Quilmes), entre otros.
También estuvieron presentes varios jefes comunales de la provincia, entre ellos Alberto Descalzo (Ituzaingó), Jorge Ferraresi (Avellaneda) Juan Zabaleta (Hurlingham) y Lucas Ghi (Morón), así como los dirigentes gremiales Pablo Moyano (Camioneros) y Hugo Yasky (CTA).
La actividad, que sirvió para acelerar el inicio de la campaña electoral del espacio que integra la titular del Senado, tuvo, por un lado, la intención de alinear la interna en el FdT y por el otro, conmemorar los 50 años del retorno del general Juan Domingo Perón a la Argentina tras 17 años de exilio, luego del golpe de Estado ocurrido en septiembre de 1955.
Entre las organizaciones sociales, políticas y sindicales, estuvieron presentes el PJ bonaerense, la agrupación La Cámpora, los sindicatos que integran el Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona), entre cuyas filas figuran el gremio de Camioneros, el Smata y otros.
Así como la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT), entre ellos, la Asociación Bancaria, la Federación Gráfica Bonaerense y el Sindicato de Trabajadores Judiciales (SiTraJu), los gremios afiliados a la CTA y la CTA Autónoma y el Movimiento Evita.
Vale destacar que a diferencia de otros actos del Frente de Todos, en esta ocasión y debido al ataque del que fuera víctima la principal referente del espacio, se realizó un fuerte operativo de seguridad, que incluyó el cacheo de los asistentes y el control de sus pertenencias a los fines de proceder a la detección de metales.
Por Horacio Aranda Gamboa
Fuentes: BAE Negocios y El Destape