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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 13-11-2022 / 09:11
QUÉ DECISIONES PONE EN JUEGO EL PERONISMO

Todo lo que pasará durante el Mundial: La política que no se va a Qatar

Todo lo que pasará durante el Mundial: La política que no se va a Qatar
Alberto Fernández pasó por Europa y enfila hacia Bali para la reunión del G-20. Las relaciones internacionales le son más propicias que la política doméstica. Las comitivas que lo acompañan se reservan a su núcleo más cercano, un modo de repliegue. Regresará el 18 de noviembre cuando Cristina ya haya hablado.
El domingo 20 empieza, por fin, el Mundial de Qatar. Un mito urbano difundido en charlas de quincho pregona que "la política" hibernará, que la gente vivirá inmersa en la fiesta popular, que el estado de ánimo colectivo dependerá a fin de año de la suerte de la selección. Simplificaciones, exageraciones que niegan la vitalidad social, la persistencia de intereses, necesidades y derechos.
 
La gente dejará todo cuando juegue Argentina, en esas jornadas habrá apagón noticioso alternativo. Los jueces no tendrán que firmar sentencias mediatizables, ni los funcionarios hacer anuncios o convocar reuniones. Nada particular: lo que hacemos todes.
 
Por afuera de dichos trances la vida continuará cohabitando con Qatar mientras Argentina compita. La gente común seguirá laburando, cobrando lo que le toca, midiendo su carrera con los precios, preparando vacaciones si puede.
 
Transcurrirá el primer mes de Precios Justos. Los jueces federales y la Corte Suprema cometerán tropelías sin rebajarse a pagar impuesto a las ganancias. Se sellará el destino 2023 de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias nacionales (PASO). Avanzará o quedará trabado del impuesto a la renta inesperada. Las internas del Frente de Todos (FdT) y de Juntos por el Cambio se sostendrán, acaso con metamorfosis leves.
 
En estos días de previa, Alberto y CFK demarcaron esos escenarios. El ministro de Economía Sergio Massa lanzó el programa Precios Justos, un revival aggiornado de intentos fallidos. Se supone que ayudarán la App, el apoyo activo (e interesado) de los intendentes, el relativamente breve plazo de vigencia, la adhesión de grandes jugadores corporativos.
 
El 17 de noviembre se celebra medio siglo desde el regreso de Juan Perón a su patria tras doce años de proscripción y exilio. Cristina hará uso de la palabra en la celebración, el mensaje importará como es regla. La derecha la agrede, la persigue, los medios dominantes y la mayoría del Poder Judicial la quieren derrotada, presa, proscripta.
 
Alberto Fernández pasó por Europa y enfila hacia Bali para la reunión del G-20. Las relaciones internacionales le son más propicias que la política doméstica. Las comitivas que lo acompañan se reservan a su núcleo más cercano, un modo de repliegue. Regresará el 18 de noviembre cuando Cristina ya haya hablado.
 

QUÉ DECISIONES PONE EN JUEGO EL OFICIALISMO
 
Todo lo que pasará durante el Mundial: La política que no se va a Qatar
  
El ministro de Economía Sergio Massa lanzó el programa Precios Justos, un revival aggiornado de intentos fallidos. Se supone que ayudarán la App, el apoyo activo (e interesado) de los intendentes, el relativamente breve plazo de vigencia, la adhesión de grandes jugadores corporativos.
 
Massa armó un ritual a su medida en el Centro Cultural Kirchner (CCK). Empresarios y gerentes del establishment lo acompañaron hasta en el escenario, lo aplaudieron bastante. Cuando terminó el discurso el primero en abrazarlo fue el secretario de Comercio Matías Tombolini, empoderado y elogiado. En segundo lugar se anotó Francisco de Narváez, emblema de la alta burguesía.
 
Massa enfatizó que el plan no terminará con la inflación, que se debe atacar en varios frentes. Pero le atribuyó potencial para llevar tranquilidad a la gente durante cuatro meses (el verano, pongalé). Enunció premios para los cumplidores, castigos para quienes burlen el acuerdo. Hay sortijas para los empresarios, no consignadas en el barroco texto de los decretos.
 
Dicho de otro modo: Massa acordó con las corpos que el toma y daca por permisos de importación y compra de dólares se pulseará día a día (midiendo las provisiones en las góndolas y los valores de venta).
 
Este cronista se abstiene de profetizar. El kirchnerismo banca al ministro. Otros oficialistas críticos como Claudio Lozano coinciden con el sentido común: se dio demasiado tiempo a los especuladores VIP para remarcar y hacerse un colchón. El Gobierno preavisó con cándida antelación, les dio oportunidad.
 
Como sea, Massa arriesga al mover ficha. Debe hacerlo porque nadie cree que el oficialismo será competitivo en las elecciones con esta inflación. La proyección política del ministro queda enlazada con la inflación.
 
Un descenso en los índices de precios, sensible en la cotidianeidad, podría mejorar el ánimo colectivo. Ojalá suceda, la gente común merece un fin de año grato o pasable, necesita tranquilidad (palabra clave). La Selección ganando y jugando lindo podría embellecer el cuadro o proporcionar alivio por un rato.
 
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Cristina en el centro: 
 
En un sistema desbordante de palabras y fake news con audiencias segmentadas y en muchos casos incrédulas la palabra de Cristina es siempre un acontecimiento. Nunca es una oradora casual, protocolar... lo que dice impacta, renueva la escena. 
 
Dos menciones vinculables descollaron durante el acto en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). La primera, ratificar que hizo bien cuando propició la fórmula con Alberto Fernández. Era lo adecuado o imprescindible en ese momento histórico. El futuro es un jardín de senderos que se bifurcan: nadie lo conoce ni determina plenamente de antemano. Este cronista que planteó años atrás la necesidad de algo así como un Frente popular contra el macrismo sigue pensando que la jugada fue correcta.
 
La segunda afirmación apunta a futuro y a presente: "haré lo que tenga que hacer". La interpretación queda abierta, el protagonismo y la voluntad remarcados. Impresionan el temple y la voluntad de la protagonista tras tantas pérdidas y dolores familiares, a menos de tres meses del atentado contra su vida. La vocación política contradice el cualunquismo de la época. Será candidata o intervendrá, ese es el margen de duda.
 
El 17 de noviembre se celebra medio siglo desde el regreso de Juan Domingo Perón a su patria tras doce años de proscripción y exilio. Haciendo frente a la dictadura militar miles de militantes desafiaron la represión, la toponimia, el clima impiadoso. Un triunfo más logrado que el otro retorno, el 20 de junio de 1973, cuando ya estallaban los conflictos internos y los golpistas lamían heridas mientras preparaban la vendetta.
 
Cristina hará uso de la palabra en la celebración, el mensaje importará como es regla. La derecha la agrede, la persigue, los medios dominantes y la mayoría del Poder Judicial la quieren derrotada, presa, proscripta. Aludimos a hechos no a valoraciones, he ahí el cuadro de situación.
 
La falta de comunicación con el presidente Alberto Fernández tuvo treguas breves: tras la renuncia del ex ministro Martín Guzmán, tras la tentativa de magnicidio. Contadas excepciones en circunstancias extremas. La falta de diálogo es un dato estructural, complicante. Massa mantiene interlocución con los dos: es el máximo común denominador.
 
El calendario corre, el aciago empate parlamentario traba muchas iniciativas: la estrategia cambiemita hace pie ahí. La hipótesis de suspender o anular las PASO se desinfla, está cerca de ser imposible. La Casa Rosada, da la impresión, impondrá su parecer.
 
Claro que si Cristina definiera que será candidata a presidenta, las PASO del FdT se volverían abstractas o virtuales o como queramos llamarlas. Ningún compañero o compañera podría enfrentarla sin exponerse a una goleada. Ni siquiera el propio Alberto Fernández.
 
Si la vicepresidenta señalara a otra persona el horizonte se torna más complejo. Un gobernador aliado, tal vez. El jefe de Gabinete Juan Manzur fantaseó con ese destino: se debilitó en la Casa Rosada aunque conserva ilusiones y consulta encuestas que miden su imagen. El gobernador chaqueño Jorge Capitanich es un postulante mencionado en las mesas de arena prematuras pero jamás desactivadas.
 
De nuevo: como cuando avisó en marzo de 2011 "no se hagan los rulos" Cristina maneja el enigma y las dobles interpretaciones mientras cimienta el liderazgo. En aquel entonces condujo la ansiedad de los otros, ganó tiempo para gobernar y construir la reelección. Las diferencias colosales entre las dos situaciones impulsan a la cautela de los profetas.
 
En 2019 Cristina hizo lo que debía hacer: el relativo paso al costado. Hoy en día, habrá que ver.
 
La victoria de Lula da Silva en las elecciones brasileñas favorece a las fuerzas aliadas en la región.  Oxigena las perspectivas de proyectos compartidos, deja de momento afuera al tenebroso ultraderechista Jair Bolsonaro. Los pueblos no se contagian, las cosas no son automáticas pero la simultaneidad explica mucho: es un avance objetivo para la Argentina, auspicioso para el FdT.
 
El triunfo de Lula comprueba que nada está sellado un año antes del comicio. Que la voluntad política incide. Nada es inexorable: ni la derrota antedatada... ni lo que aconteció.
 
Los lazos entre Lula y el centro derecha de su país ilustran una diferencia. Por acá no hay "un Fernando Henrique Cardoso" que defienda la democracia contra la ultraderecha de Bolsonaro o de su cofrade el expresidente Mauricio Macri.
 
En tiendas oficialistas (con Massa a la cabeza pero no solo) maquinan que las corporaciones empresariales tal vez están empezando a ver lo que nunca entendieron. Que el actual Gobierno les permite ganar dinero y crecer mientras el macrismo genera riesgos. La gobernabilidad y la gobernanza pueden zozobrar, los flojos resultados de ultraderechistas en Brasil y en Estados Unidos emiten alertas. 
 
Sería algo asombroso, una burguesía nacional con conciencia de serlo. Hipótesis voluntarista que imagina el cambio de una constante histórica... Habrá que ver.
 
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Comodoro Py es Comodoro PRO: 
  
Los defensores de CFK recusarán a la jueza María Eugenia Capuchetti con sobrados motivos y escasas posibilidades en las instancias superiores.  El desempeño de la magistrada hace juego con su historial, con el serpentario de Comodoro Py que integra. La desidia o la mala fe o ambas transforman un expediente especial en un rosario de negativas, demoras y gestos desdeñosos.
 
Capuchetti tuvo de entrada apresados a los autores materiales, no le cupo mérito alguno. En todo lo demás, se dedicó a obstruir pesquisas paralelas. Se negó a explorar hipótesis sobre cómplices, financiamientos políticos. Rehusó acumular expedientes con vinculaciones probables o seguras.
 
La causa se sustancia como una más. Ni Capuchetti ni la Corte Suprema resolvieron ampliar la dotación de personal del juzgado como se ha hecho en otros juicios históricos. Se borraron pruebas, se tarda en resolver. Los pedidos de la querella se ajustan a derecho, rebotan como contra un frontón. La parcialidad sería chocante si no fueran conocida la mala praxis de Comodoro Py.
 
En otros estrados, a los que Cristina Kirchner comparece como acusada y no como víctima, el activismo es mayor. Choca la sobreactuación de jueces, camaristas y cortesanos, expresada en la inmortal imagen de un juez usando el mate con la camiseta de Liverpool.
 
La causa Vialidad entra en el tramo final. El fiscal Diego Luciani, cuyo alegato de cierre fue destrozado por las defensas, hará otra actuación circense que será elogiada por la Vulgata hegemónica. 
 
Ningún tribunal serio del planeta condenaría a Cristina. En nuestro sistema degradado esa es la hipótesis considerada más factible. La promiscuidad entre el Foro y la oposición explica la diferencia. El veredicto que determina condenas y absoluciones podría conocerse este año colando entre el Mundial y los días realmente hábiles. Los fundamentos quedarían para el próximo.
 
La resolución es recurrible en cualquier caso, quedan pendientes dos instancias más.
 
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Cierre con memoria: 
  
Alberto Fernández pasó por Europa y enfila hacia Bali para la reunión del G-20. Las relaciones internacionales le son más propicias que la política doméstica. Las comitivas que lo acompañan se reservan a su núcleo más cercano, un modo de repliegue. Regresará el 18 de noviembre cuando Cristina ya haya hablado.
 
Retornemos al inicio, hagamos memoria de Mundiales previos a elecciones. Hay un montón. Desde 1994-1995, las presidenciales. La memoria registra que los oficialismos no bailaron al son del éxito o el fracaso. En 1986 el presidente Alfonsín recibió a Diego Maradona y los campeones en la Casa Rosada, con sobriedad y un cachito de ilusiones (el optimismo es sano). El año 1987 fue letal para su gobierno en economía, en política, en derechos humanos y en las urnas.
 
El presidente Carlos Menem fue escrachado como mufa por haber asistido a la inauguración del Mundial de 1990... Argentina perdió con Camerún. El Mundial de 1994 fue desdichado para nuestro equipo. En 1995 el riojano fue reelecto por goleada.
 
Un equipazo criollo fue eliminado en la primera ronda del Mundial 2002, tras cartón de la catástrofe nacional en 2001. En 2003 el candidato del presidente Eduardo Duhalde, empero, llegó a la Casa Rosada. Néstor Kirchner levantaría vuelo y se despegaría del aliado, en política pasaron cosas...
 
Brasil, local en 2014 se quedó afuera, goleado ominosamente por Alemania. Se divulgaron denuncias sobre negociados. Antes de fin de año, tras tanto dolor y bronca, el pueblo reeligió a Dilma Rousseff.
 
A no creer en causalidades lineales, a seguir participando. La fiesta tiene su lugar y sus tiempos. En sociedades plurales y vivaces siempre es tiempo de todo.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar   
 

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17-11-2025 / 10:11
16-11-2025 / 09:11
El fiscal Franco Picardi estableció que buena parte de los sobreprecios y coimas con remedios para discapacitados era manejada por hombres de Mauricio Macri. En base a escritos secuestrados, se llamó a indagatoria al íntimo de Javier Milei, Diego Spagnuolo, y se ordenó la detención del principal macrista. Pablo Atchahabian, un exfuncionario de Cambiemos, ordenaba desde afuera fraccionar pagos a las droguerías y hasta los despidos en la propia agencia. En los chats se habla de que "podemos sacar entre 1.600 y 1.700 palos". El rol de los Menem y la ruta del blanqueo que llega hasta José Luis Espert.
 
Cómo era el mecanismo utilizado, el lavado de dinero y los pasos que conducen a los Menem y la Casa Rosada. El fiscal Franco Picardi detalla en la acusación por las multimillonarias irregularidades en Discapacidad que buena parte de las maniobras las realizaron exfuncionarios del gobierno de Macri. Desde afuera de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) manejaban Andis.
 
Por ejemplo, se encontró un escrito en el que Pablo Atchahabian -exdirector Nacional de Acceso a la Salud durante el gobierno del PRO- ordenó fraccionar los pagos a una droguería y directamente no pagarles a otras seis "por no cumplir con lo acordado" o por ser "bocón". Es decir, no pagar las coimas, no intervenir en los sobreprecios y hablar de la trama de corrupción. La referencia seguramente es al 3 por ciento para Karina Milei y a la intervención de los primos Menem.
 
En ese terreno, el fiscal prepara otra resolución, que incluye las maniobras de la Droguería Suizo Argentina. El mismo exfuncionario macrista ordenó reducir personal (27 personas) despidiendo "rápido y sin piedad", según sus palabras. Otros exMacri accedían al sistema con usuarios y contraseñas truchas y resolvían a quién se compraba y a quién no. En los chats se habla de que "podemos sacar entre 1.600 y 1.700 palos" y de que se llevaron "90.000 dólares".
 
La plata sucia se blanqueaba por dos caminos: a través de criptomonedas mediante la aplicación Neblockshain y comprándole horas de vuelo a una empresa de aviones privados, Baires Fly, propiedad de Sergio Mastroprieto, el mismo que presentó al narco Fred Machado a José Luis Espert.
 
Como ejemplo, un medicamento para el cáncer, Keytruda, comprada a laboratorios extranjeros entre 12 y 16 millones de pesos se puede comprar a un laboratorio nacional en 4.5 millones. Bursosumab, 20 mg, se llegó a comprar a 45 millones de pesos, por lo que el fiscal calcula un sobreprecio de 115 por ciento. Debió comprarse en 21 millones.
  
A lo largo de 276 páginas, el fiscal le resume al juez Sebastián Casanello la forma en que no sólo se le robaron millones y millones de dólares al Estado sino también a las propias personas con discapacidad. La clave de la maniobra era que sólo unas pocas droguerías -cuatro o cinco- participaran de las compulsas especiales de precios (así las llamaron) en lo que se conoce como PACBI (prestaciones de alto costo y baja incidencia). Son especialmente medicamentos o elementos médicos que valen millones de pesos, principalmente oncológicos.
 
El juez Casanello, en la resolución que ordena la indagatoria de Diego Spagnuolo y otras 14 personas, transcribe que "las empresas Génesis S.A y Profarma S.A. se repartieron el 93 por ciento de los 30.000 millones de pesos en medicamentos en el marco de licitaciones reducidas. Asimismo, New Farma y Floresta se adjudicaron el 51 por ciento en el rubro implantes cocleares, audífonos e insumos vinculados". Tiembla Karina.
 

15-11-2025 / 10:11
Desde mayo la tendencia inflacionaria es al alza pero el IPC del Indec está lejos del sufrimiento de los bolsillos argentinos. Fuertes subas sub representadas que marcan un pulso en la calle muy distinto al que registra la estadística oficial. Es la mentira de las canastas de pobreza e indigencia. En ese marco, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei atraviesa un momento de creciente desgaste político y social, marcado por una serie de errores estratégicos, decisiones económicas controvertidas y promesas de campaña que se han diluido con el paso del tiempo.
 
Aunque el presidente continúa sosteniendo su discurso de reformas estructurales y combate contra la "casta", distintos sectores señalan falencias de gestión, inconsistencias doctrinarias y retrocesos que han afectado tanto su imagen como el rumbo de la administración. Uno de los principales focos de crítica apunta a la política económica. Pese a haber prometido libertad absoluta de mercados, el oficialismo implementó un esquema de devaluaciones administradas que contradice su discurso inicial.
 
Mientras se aplicó un crawling peg que deterioró salarios, jubilaciones y capacidad de consumo, también se produjo un reacomodamiento financiero que impactó sobre pymes y sectores productivos. El desarme de instrumentos financieros, como las letras estatales, generó un clima de incertidumbre que especialistas atribuyen a errores propios de gestión más que a herencias recibidas.
 
La gobernabilidad es otro frente de debilidad. Sin una base legislativa sólida y con tensiones internas, el oficialismo se apoyó recurrentemente en decretos, lo que debilitó la capacidad de negociación y profundizó la distancia con fuerzas aliadas y opositoras. A ello se sumó un episodio político costoso: la fallida estrategia de forzar un plebiscito anticipado, que derivó en una derrota y dejó al Presidente expuesto en su momento de mayor fragilidad.
 
La estructura de poder extremadamente concentrada, especialmente en el círculo íntimo más reducido, manejado autoritariamente por su hermana Karina, también es señalada como un factor que limita la capacidad de reacción ante crisis. Otro golpe duro llegó con el escándalo de la criptomoneda LIBRA, impulsada desde sectores cercanos al oficialismo y que terminó desplomándose abruptamente.
 
La polémica, bautizada como "Cryptogate", dañó la credibilidad presidencial, instaló dudas sobre el rol corrupto de funcionarios vinculados al proyecto y abrió interrogantes sobre eventuales responsabilidades políticas. A esto se suman los efectos sociales del ajuste. Los recortes profundos en salud pública redujeron programas, afectaron personal y dejaron en situación crítica a áreas sensibles, lo que despertó fuertes cuestionamientos desde organizaciones médicas y sociales. La contradicción entre el discurso de eficiencia estatal y la caída de prestaciones esenciales alimenta críticas sobre la orientación del ajuste.
 
En paralelo, varias promesas centrales de campaña quedaron inconclusas. La privatización de Vaca Muerta y de empresas estatales no avanzó; la ruptura de vínculos comerciales con países catalogados como "comunistas" quedó en declaraciones simbólicas más que en acciones concretas; y el supuesto desmantelamiento del sistema de planes sociales no llegó acompañado de mejoras sostenibles en la asistencia. Incluso afirmaciones erróneas sobre vacunas, como en el caso de la prevención del dengue, generaron malestar por la falta de precisión en cuestiones de salud pública. Con este panorama, Milei enfrenta un desgaste que combina problemas económicos, errores políticos y promesas que no lograron materializarse.
 
La Opinión Popular
 

15-11-2025 / 09:11
En una sincronía que se ha repetido en la historia, al tiempo que en Naciones Unidas el representante del gobierno argentino acusaba de corruptas a las víctimas de la dictadura y a sus familiares, en Washington se anunciaba un acuerdo con el gobierno de Javier "el Loco" Milei de subordinación y entrega. En Argentina, la violación de los derechos humanos, o su negación como en este caso, siempre tuvo su correlato con una relación de sumisión abyecta con Estados Unidos. La injerencia yanqui sobre su colonia argentina se profundiza. 

El miserable discurso pronunciado en la Comisión contra la Tortura de la ONU generó rechazo entre los demás presentes. En general, revictimizar a personas que han sufrido las peores aberraciones en torturas, violaciones, secuestros y desapariciones, genera repugnancia.

El funcionario al que le tocó jugar ese papel denigrante fue el subsecretario de Derechos Humanos, el siniestro Alberto Baños. Acusó a los organismos de derechos humanos, a las víctimas de la represión y a sus familiares de inventar la cifra de los 30 mil desaparecidos "para hacer negocio".
 
Este personaje tenía que responder preguntas sobre la represión del gobierno de Javier Milei a la protesta social y por el cercenamiento de políticas de derechos humanos. Pero eligió el papel más repulsivo para desacreditar a los organismos de derechos humanos que han sido quizás el aporte más democratizador que tuvo el proceso de transición democrática en la Argentina.
 
Baños es un exponente típico de un amplio sector del Poder Judicial. Se incorporó al fuero civil de la ciudad de Buenos Aires durante la dictadura y fue designado juez en el gobierno de Carlos Menem. Tuvo a su cargo algunos casos de resonancia, como la desaparición del policía de la Ciudad Arshak Karshanyan, en la que estaban sospechados miembros de esa institución. Baños hizo que la misma policía sospechada participara en la investigación y después de un tiempo dejó el caso sin resolver.
 
En otro caso, declaró prescripta la corrupción por el vaciamiento de Aerolíneas, lo que después tuvo que ser reconsiderado por otro tribunal. Y cuando se reabrió la investigación por la desaparición de las manos de Perón, la carpeta donde estaban los resultados de la investigación fue misteriosamente sustraída de su despacho.
 
No sería el sujeto más indicado para hablar de corrupción o para ser la cara de los derechos humanos de un gobierno que los respete. Más bien, su función ha sido hasta ahora liquidar las políticas de derechos humanos que la sociedad construyó laboriosamente desde la retirada de la dictadura.
 
Y en su presentación en Ginebra ante la Comisión contra la Tortura intentó ocultar la violencia institucional del gobierno del estafador Milei que todos los miércoles es pública y notoria cuando reprime con violencia a los jubilados.
 
La presentación tan sucia de Baños coincidió con el anuncio del gobierno de Estados Unidos del acuerdo con Milei que levanta aranceles aduaneros a los productos de ese país, elimina controles de calidad, así como controles sanitarios y se compromete a obstaculizar el ingreso de productos de otros países.
 
La contrapartida es cero. Estados Unidos no se compromete a nada que favorezca a los productos argentinos. Lo que se conoce del acuerdo afectará gravemente a la industria local como advirtió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde se asienta gran parte de esa actividad. Hay una regla invariable en la historia moderna del país: la violación sistemática de los derechos humanos ha estado siempre relacionada con gobiernos que al mismo tiempo entregaron soberanía. 
 

14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
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