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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 13-11-2022 / 09:11
QUÉ DECISIONES PONE EN JUEGO EL PERONISMO

Todo lo que pasará durante el Mundial: La política que no se va a Qatar

Todo lo que pasará durante el Mundial: La política que no se va a Qatar
Alberto Fernández pasó por Europa y enfila hacia Bali para la reunión del G-20. Las relaciones internacionales le son más propicias que la política doméstica. Las comitivas que lo acompañan se reservan a su núcleo más cercano, un modo de repliegue. Regresará el 18 de noviembre cuando Cristina ya haya hablado.
El domingo 20 empieza, por fin, el Mundial de Qatar. Un mito urbano difundido en charlas de quincho pregona que "la política" hibernará, que la gente vivirá inmersa en la fiesta popular, que el estado de ánimo colectivo dependerá a fin de año de la suerte de la selección. Simplificaciones, exageraciones que niegan la vitalidad social, la persistencia de intereses, necesidades y derechos.
 
La gente dejará todo cuando juegue Argentina, en esas jornadas habrá apagón noticioso alternativo. Los jueces no tendrán que firmar sentencias mediatizables, ni los funcionarios hacer anuncios o convocar reuniones. Nada particular: lo que hacemos todes.
 
Por afuera de dichos trances la vida continuará cohabitando con Qatar mientras Argentina compita. La gente común seguirá laburando, cobrando lo que le toca, midiendo su carrera con los precios, preparando vacaciones si puede.
 
Transcurrirá el primer mes de Precios Justos. Los jueces federales y la Corte Suprema cometerán tropelías sin rebajarse a pagar impuesto a las ganancias. Se sellará el destino 2023 de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias nacionales (PASO). Avanzará o quedará trabado del impuesto a la renta inesperada. Las internas del Frente de Todos (FdT) y de Juntos por el Cambio se sostendrán, acaso con metamorfosis leves.
 
En estos días de previa, Alberto y CFK demarcaron esos escenarios. El ministro de Economía Sergio Massa lanzó el programa Precios Justos, un revival aggiornado de intentos fallidos. Se supone que ayudarán la App, el apoyo activo (e interesado) de los intendentes, el relativamente breve plazo de vigencia, la adhesión de grandes jugadores corporativos.
 
El 17 de noviembre se celebra medio siglo desde el regreso de Juan Perón a su patria tras doce años de proscripción y exilio. Cristina hará uso de la palabra en la celebración, el mensaje importará como es regla. La derecha la agrede, la persigue, los medios dominantes y la mayoría del Poder Judicial la quieren derrotada, presa, proscripta.
 
Alberto Fernández pasó por Europa y enfila hacia Bali para la reunión del G-20. Las relaciones internacionales le son más propicias que la política doméstica. Las comitivas que lo acompañan se reservan a su núcleo más cercano, un modo de repliegue. Regresará el 18 de noviembre cuando Cristina ya haya hablado.
 

QUÉ DECISIONES PONE EN JUEGO EL OFICIALISMO
 
Todo lo que pasará durante el Mundial: La política que no se va a Qatar
  
El ministro de Economía Sergio Massa lanzó el programa Precios Justos, un revival aggiornado de intentos fallidos. Se supone que ayudarán la App, el apoyo activo (e interesado) de los intendentes, el relativamente breve plazo de vigencia, la adhesión de grandes jugadores corporativos.
 
Massa armó un ritual a su medida en el Centro Cultural Kirchner (CCK). Empresarios y gerentes del establishment lo acompañaron hasta en el escenario, lo aplaudieron bastante. Cuando terminó el discurso el primero en abrazarlo fue el secretario de Comercio Matías Tombolini, empoderado y elogiado. En segundo lugar se anotó Francisco de Narváez, emblema de la alta burguesía.
 
Massa enfatizó que el plan no terminará con la inflación, que se debe atacar en varios frentes. Pero le atribuyó potencial para llevar tranquilidad a la gente durante cuatro meses (el verano, pongalé). Enunció premios para los cumplidores, castigos para quienes burlen el acuerdo. Hay sortijas para los empresarios, no consignadas en el barroco texto de los decretos.
 
Dicho de otro modo: Massa acordó con las corpos que el toma y daca por permisos de importación y compra de dólares se pulseará día a día (midiendo las provisiones en las góndolas y los valores de venta).
 
Este cronista se abstiene de profetizar. El kirchnerismo banca al ministro. Otros oficialistas críticos como Claudio Lozano coinciden con el sentido común: se dio demasiado tiempo a los especuladores VIP para remarcar y hacerse un colchón. El Gobierno preavisó con cándida antelación, les dio oportunidad.
 
Como sea, Massa arriesga al mover ficha. Debe hacerlo porque nadie cree que el oficialismo será competitivo en las elecciones con esta inflación. La proyección política del ministro queda enlazada con la inflación.
 
Un descenso en los índices de precios, sensible en la cotidianeidad, podría mejorar el ánimo colectivo. Ojalá suceda, la gente común merece un fin de año grato o pasable, necesita tranquilidad (palabra clave). La Selección ganando y jugando lindo podría embellecer el cuadro o proporcionar alivio por un rato.
 
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Cristina en el centro: 
 
En un sistema desbordante de palabras y fake news con audiencias segmentadas y en muchos casos incrédulas la palabra de Cristina es siempre un acontecimiento. Nunca es una oradora casual, protocolar... lo que dice impacta, renueva la escena. 
 
Dos menciones vinculables descollaron durante el acto en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). La primera, ratificar que hizo bien cuando propició la fórmula con Alberto Fernández. Era lo adecuado o imprescindible en ese momento histórico. El futuro es un jardín de senderos que se bifurcan: nadie lo conoce ni determina plenamente de antemano. Este cronista que planteó años atrás la necesidad de algo así como un Frente popular contra el macrismo sigue pensando que la jugada fue correcta.
 
La segunda afirmación apunta a futuro y a presente: "haré lo que tenga que hacer". La interpretación queda abierta, el protagonismo y la voluntad remarcados. Impresionan el temple y la voluntad de la protagonista tras tantas pérdidas y dolores familiares, a menos de tres meses del atentado contra su vida. La vocación política contradice el cualunquismo de la época. Será candidata o intervendrá, ese es el margen de duda.
 
El 17 de noviembre se celebra medio siglo desde el regreso de Juan Domingo Perón a su patria tras doce años de proscripción y exilio. Haciendo frente a la dictadura militar miles de militantes desafiaron la represión, la toponimia, el clima impiadoso. Un triunfo más logrado que el otro retorno, el 20 de junio de 1973, cuando ya estallaban los conflictos internos y los golpistas lamían heridas mientras preparaban la vendetta.
 
Cristina hará uso de la palabra en la celebración, el mensaje importará como es regla. La derecha la agrede, la persigue, los medios dominantes y la mayoría del Poder Judicial la quieren derrotada, presa, proscripta. Aludimos a hechos no a valoraciones, he ahí el cuadro de situación.
 
La falta de comunicación con el presidente Alberto Fernández tuvo treguas breves: tras la renuncia del ex ministro Martín Guzmán, tras la tentativa de magnicidio. Contadas excepciones en circunstancias extremas. La falta de diálogo es un dato estructural, complicante. Massa mantiene interlocución con los dos: es el máximo común denominador.
 
El calendario corre, el aciago empate parlamentario traba muchas iniciativas: la estrategia cambiemita hace pie ahí. La hipótesis de suspender o anular las PASO se desinfla, está cerca de ser imposible. La Casa Rosada, da la impresión, impondrá su parecer.
 
Claro que si Cristina definiera que será candidata a presidenta, las PASO del FdT se volverían abstractas o virtuales o como queramos llamarlas. Ningún compañero o compañera podría enfrentarla sin exponerse a una goleada. Ni siquiera el propio Alberto Fernández.
 
Si la vicepresidenta señalara a otra persona el horizonte se torna más complejo. Un gobernador aliado, tal vez. El jefe de Gabinete Juan Manzur fantaseó con ese destino: se debilitó en la Casa Rosada aunque conserva ilusiones y consulta encuestas que miden su imagen. El gobernador chaqueño Jorge Capitanich es un postulante mencionado en las mesas de arena prematuras pero jamás desactivadas.
 
De nuevo: como cuando avisó en marzo de 2011 "no se hagan los rulos" Cristina maneja el enigma y las dobles interpretaciones mientras cimienta el liderazgo. En aquel entonces condujo la ansiedad de los otros, ganó tiempo para gobernar y construir la reelección. Las diferencias colosales entre las dos situaciones impulsan a la cautela de los profetas.
 
En 2019 Cristina hizo lo que debía hacer: el relativo paso al costado. Hoy en día, habrá que ver.
 
La victoria de Lula da Silva en las elecciones brasileñas favorece a las fuerzas aliadas en la región.  Oxigena las perspectivas de proyectos compartidos, deja de momento afuera al tenebroso ultraderechista Jair Bolsonaro. Los pueblos no se contagian, las cosas no son automáticas pero la simultaneidad explica mucho: es un avance objetivo para la Argentina, auspicioso para el FdT.
 
El triunfo de Lula comprueba que nada está sellado un año antes del comicio. Que la voluntad política incide. Nada es inexorable: ni la derrota antedatada... ni lo que aconteció.
 
Los lazos entre Lula y el centro derecha de su país ilustran una diferencia. Por acá no hay "un Fernando Henrique Cardoso" que defienda la democracia contra la ultraderecha de Bolsonaro o de su cofrade el expresidente Mauricio Macri.
 
En tiendas oficialistas (con Massa a la cabeza pero no solo) maquinan que las corporaciones empresariales tal vez están empezando a ver lo que nunca entendieron. Que el actual Gobierno les permite ganar dinero y crecer mientras el macrismo genera riesgos. La gobernabilidad y la gobernanza pueden zozobrar, los flojos resultados de ultraderechistas en Brasil y en Estados Unidos emiten alertas. 
 
Sería algo asombroso, una burguesía nacional con conciencia de serlo. Hipótesis voluntarista que imagina el cambio de una constante histórica... Habrá que ver.
 
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Comodoro Py es Comodoro PRO: 
  
Los defensores de CFK recusarán a la jueza María Eugenia Capuchetti con sobrados motivos y escasas posibilidades en las instancias superiores.  El desempeño de la magistrada hace juego con su historial, con el serpentario de Comodoro Py que integra. La desidia o la mala fe o ambas transforman un expediente especial en un rosario de negativas, demoras y gestos desdeñosos.
 
Capuchetti tuvo de entrada apresados a los autores materiales, no le cupo mérito alguno. En todo lo demás, se dedicó a obstruir pesquisas paralelas. Se negó a explorar hipótesis sobre cómplices, financiamientos políticos. Rehusó acumular expedientes con vinculaciones probables o seguras.
 
La causa se sustancia como una más. Ni Capuchetti ni la Corte Suprema resolvieron ampliar la dotación de personal del juzgado como se ha hecho en otros juicios históricos. Se borraron pruebas, se tarda en resolver. Los pedidos de la querella se ajustan a derecho, rebotan como contra un frontón. La parcialidad sería chocante si no fueran conocida la mala praxis de Comodoro Py.
 
En otros estrados, a los que Cristina Kirchner comparece como acusada y no como víctima, el activismo es mayor. Choca la sobreactuación de jueces, camaristas y cortesanos, expresada en la inmortal imagen de un juez usando el mate con la camiseta de Liverpool.
 
La causa Vialidad entra en el tramo final. El fiscal Diego Luciani, cuyo alegato de cierre fue destrozado por las defensas, hará otra actuación circense que será elogiada por la Vulgata hegemónica. 
 
Ningún tribunal serio del planeta condenaría a Cristina. En nuestro sistema degradado esa es la hipótesis considerada más factible. La promiscuidad entre el Foro y la oposición explica la diferencia. El veredicto que determina condenas y absoluciones podría conocerse este año colando entre el Mundial y los días realmente hábiles. Los fundamentos quedarían para el próximo.
 
La resolución es recurrible en cualquier caso, quedan pendientes dos instancias más.
 
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Cierre con memoria: 
  
Alberto Fernández pasó por Europa y enfila hacia Bali para la reunión del G-20. Las relaciones internacionales le son más propicias que la política doméstica. Las comitivas que lo acompañan se reservan a su núcleo más cercano, un modo de repliegue. Regresará el 18 de noviembre cuando Cristina ya haya hablado.
 
Retornemos al inicio, hagamos memoria de Mundiales previos a elecciones. Hay un montón. Desde 1994-1995, las presidenciales. La memoria registra que los oficialismos no bailaron al son del éxito o el fracaso. En 1986 el presidente Alfonsín recibió a Diego Maradona y los campeones en la Casa Rosada, con sobriedad y un cachito de ilusiones (el optimismo es sano). El año 1987 fue letal para su gobierno en economía, en política, en derechos humanos y en las urnas.
 
El presidente Carlos Menem fue escrachado como mufa por haber asistido a la inauguración del Mundial de 1990... Argentina perdió con Camerún. El Mundial de 1994 fue desdichado para nuestro equipo. En 1995 el riojano fue reelecto por goleada.
 
Un equipazo criollo fue eliminado en la primera ronda del Mundial 2002, tras cartón de la catástrofe nacional en 2001. En 2003 el candidato del presidente Eduardo Duhalde, empero, llegó a la Casa Rosada. Néstor Kirchner levantaría vuelo y se despegaría del aliado, en política pasaron cosas...
 
Brasil, local en 2014 se quedó afuera, goleado ominosamente por Alemania. Se divulgaron denuncias sobre negociados. Antes de fin de año, tras tanto dolor y bronca, el pueblo reeligió a Dilma Rousseff.
 
A no creer en causalidades lineales, a seguir participando. La fiesta tiene su lugar y sus tiempos. En sociedades plurales y vivaces siempre es tiempo de todo.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar   
 

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26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
La Opinión Popular
 

24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
La Opinión Popular
 

23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
La Opinión Popular
 

22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

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