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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 06-11-2022 / 10:11
MIENTRAS LA ULTRADERECHA GOLPISTA AMENAZA

La hazaña de Lula y su fuerte relación con la Argentina y el peronismo

La hazaña de Lula y su fuerte relación con la Argentina y el peronismo
Luiz Lula da Silva fue elegido presidente de Brasil por tercera vez con una diferencia estrecha. Las encuestas, desde hace un par de meses o algo así, vaticinaban score más amplio. La lógica política y la correlación de fuerzas auguraban hace un año que la hazaña era imposible. Lula regresa, si se quiere, como Juan Perón en 1973: del escarnio, la persecución y la proscripción. Salvando distancias…
Luiz Lula da Silva fue elegido presidente de Brasil por tercera vez con una diferencia estrecha. Las encuestas, desde hace un par de meses o algo así, vaticinaban score más amplio. La lógica política y la correlación de fuerzas auguraban hace un año que la hazaña era imposible. Lula regresa, si se quiere, como Juan Perón en 1973: del escarnio, la persecución y la proscripción. Salvando distancias... criterio que proponemos para toda esta columna que aspira a superar la mirada inmediatista.
 
El domingo pasado se afrontaba una disyuntiva: una de dos en criollo. Venció la mejor opción, la única deseable lo que merece festejo y respeto para el gran líder brasileño. El todavía presidente Jair Messias Bolsonaro mordió el polvo aunque conserva una carrada de votos. La política, que vamos a enaltecer bastante, dominó el domingo pasado.
 
El perdedor se tildó, quedó encerrado, no impugnó el veredicto de las urnas. El PT ganó las calles, una marea humana acompañó a Lula quien leyó un discurso escrito, meditado, armonioso, de estadista. Llegaron pronto los reconocimientos de gobernantes de otros países. El yanqui Joe Biden bien rápido. El francés Emmanuel Macron, dispensando un trato amable a Lula y tuteándolo algo no tan usual para los galos. Los allegados a Lula, Celso Amorim por ejemplo, destacaban en la previa que las rápidas respuestas valdrían como antídoto a los reflejos negacionistas y antisistema de Bolsonaro. Ese elenco con larga experiencia de gestión seguramente habrá tejido lazos en la semana prelectoral.
 
Los camioneros (replicando sin saber a Chile en los 70) cortaron rutas mientras Bolsonaro guardaba silencio cómplice. Demoraron, la chapa del score estaba puesta. No controvertían el resultado, obraban como golpistas. Dejaban una amenaza para el futuro mientras empezaba la transición. Violencia para mañana, fuiste-alpiste para el presente.
 
Lula armó una coalición amplia empezando por la fórmula presidencial. "Centreó" y sumó apoyos entre las dos vueltas electorales. Bolsonaro acortó distancias, las alianzas post primera vuelta no parecen haber redituado votos al PT pero sí gobernabilidad, objetivo (o sed) para Lula. Oxígeno y alivio en su patria y en la región. Vocación de integrar, de emprender proyectos conjuntos, comprobada porque ya se hizo. Con matices y claroscuros, se recontra hizo.
 
Bolsonaro es ultraderecha, aislacionalista, racista, discriminador, pésimo gestor durante la pandemia. Conserva poder y representación. Capítulo local de la ultraderecha intratable, violenta, popular, polarizadora. Con esquemas políticos muy corridos a derecha, en casi todo el planeta.
 
Los porvenires son abiertos, se van construyendo. Hagamos memoria para dejar un final abierto. En 2003 cuando llegaron Lula y Kirchner nadie o casi nadie suponía que perdurarían, arrancando un ciclo que dejó semilla, mejoró la vida de millones de gente común. Ni que veinte años después Lula, demonizado, volvería del ostracismo y sería millones.
 

LOS ESCENARIOS QUE CREA LA POLÍTICA, AYER Y HOY
 
La relación de Lula con la Argentina y el peronismo
  
Lula consiguió el primer mandato en 2002 y asumió el primero de enero de 2003. Eduardo Duhalde gobernaba interinamente la Argentina, se llevaban bien. Lula contó años después que no tenía ni idea de quién era Néstor Kirchner, lo que lo emparejaba con millones de argentinos.
 
En el vecindario primaban las centroderechas o derechas. Evo Morales agitaba en El Alto. Rafael Correa no figuraba como potencial candidato en Ecuador. El Frente Amplio uruguayo, más etapista, acumulaba prestigio en la intendencia de Montevideo sin llegar al gobierno nacional. La secuela iría llegando, Lula y Kirchner ayudarían a sustentarla en su medida y armoniosamente.
 
Kirchner juró el 25 de mayo de 2003. De entrada imaginaba dedicarse poco a la política exterior y menos a viajar afuera. Reparar y reconstruir la patria le parecía una tarea full time. El gobernador que llegó a presidente captó muy velozmente la correlación entre las relaciones exteriores y la política doméstica. Aprendió, cambió.
 
Quizá en el entorno de Lula había al inicio desconfianzas hacia el peronismo, acentuadas por el viraje neocon del presidente Carlos Menem. En contrapeso cuadros petistas de primera valorizaban al peronismo, su matriz plebeya, la capacidad de movilizar muchedumbres: el mencionado Amorim, el añorado maestro Marco Aurelio García, entre otros.
 
El incipiente peronismo kirchnerista a su vez se dividía entre quienes entendían la magnitud de la oportunidad y quienes maliciaban que Lula era un "laborista-reformista" o aún "un pichón de Menem". Se hizo camino al andar, las suspicacias cayeron rápido en el olvido.
 
Germinaba una era de crecimiento común, paz regional, de alternativas políticas progresistas, nacional populares, bolivarianas, indigenistas... elija usted rótulo. Cada una con su color local, tiempos y raíces pero aprendiendo a re-conocerse. Gobernabilidad y gobernanza. Duró doce años o algo así.
 
La cooperación política, en cierto sentido más accesible, rayó muy alto. La económica se complicó más. Quedaron en el tintero proyectos acaso ideales y súper ambiciosos a la vez como la moneda única o el Banco Regional.
 
De cualquier modo, Lula y Kirchner metieron dos golazos económicos cuya valoración crece repasando lo que se padecería luego a manos de Bolsonaro y del expresidente Mauricio Macri.
 
 
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Pago al FMI y no al ALCA: 
  
La IV Cumbre de las Américas celebrada en Mar del Plata es remera, cuadro, emblema. "NO al ALCA" se tramó en meses previos, se popularizó con el tren del ALBA, se cinceló en un cónclave difícil. Kirchner, Lula y el presidente venezolano Hugo Chávez dividieron funciones y papeles para forjar una minoría intensa que bastó para obturar el propósito, Zona de libre Comercio, del presidente estadounidense George W. Bush.
 
La minoría laburó duro para armar un bloque Mercosur persuadiendo al presidente uruguayo Tabaré Vázquez (ofendido con Argentina por el diferendo de las pasteras) y al presidente paraguayo Nicanor Duarte Frutos, un hombre de derechas. Los dos captaron la necesidad del momento, mérito propio y de la muñeca de los negociadores.
 
Una fiesta de la autodeterminación posible, la rosca, la unidad y las complicidades en la acción. Los tres presidentes armaron equipo, se divirtieron, aguantaron los trapos.
 
El desendeudamiento respecto del Fondo Monetario Internacional (FMI) también en 2005 queda menos vistoso porque no se conoció el backstage ni se propinó a Bush o al Fondo de cuerpo presente. Lula y Kirchner lo resolvieron en conjunto, con intervalo de días. El anecdotario instantáneo se entretuvo con minucias, eventuales desinteligencias. La mirada unidimensional y corta, flagelo del periodismo actual, empobrece o enceguece. 
 
A la distancia, predomina lo esencial: la movida de los dos principales estados sudamericanos. Desendeudar para des intervenir la economía para ampliar la autonomía nacional.
 
La entrega del macrismo revaloriza esos momentos culminantes.
 
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Es la política, compañeros: 
  
Con el transcurso del tiempo se fueron instalando otros procesos populares en países hermanos o vecinos. Productos de las respectivas luchas, de líderes diversos, de tradiciones propias. Argentina y Brasil coadyuvaron. En un inicio remoto para propiciar que Evo Morales pudiera ser candidato en Bolivia y que renunciara el cipayo presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. El Departamento de Estado yanqui siempre aborreció al campesino cocalero Evo a quien acusaba de narcotraficante. Profetizaban que desestabilizaría, que si ganaba caería en meses.
 
No pescaban un fulbo. Evo llegó a ser el presidente más sistémico de la historia boliviana, el más representativo, el que condujo el mayor crecimiento económico y la más vasta promoción social.
 
La derecha local con flagrante apoyo de la Embajada lo asedió mediante sangrientos levantamientos o golpes de Estado, años después. La flamante Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se convocó para defender la democracia en Bolivia. Democracia presidencial, los mandatarios convocados, poniendo el cuerpo. Cristina Fernández de Kirchner presidía la Argentina. Fue figura en esos cónclaves por su convicción, elocuencia y decisionismo. Lula fue reelegido, lo sucedió Dilma Rousseff.
 
Una instancia potente y simbólica se concretó en Santiago de Chile encabezada por la presidenta Michelle Bachelet. Se conmemoraba un aniversario del derrocamiento de Salvador Allende, el conjunto se pronunció y movilizó en defensa de la democracia en Bolivia que encarnaba Evo. Las consecuencias de la guerra entre Chile y Bolivia siguen ahí pero la contingencia demarcó un hito valioso.
 
En Unasur u otras instancias colegiadas se reaccionó de volea contra un intento de ataque armado de Colombia contra Ecuador y Venezuela. Contra el golpe policial en el que encarcelaron a Rafael Correa, presidente de Ecuador. La nómina se alarga, esta síntesis es incompleta.
 
La cooperación fue fruto de decisiones políticas. No fue causada por el auge de las materias primas ni derivada del precio de la soja. La dirigencia eligió el rumbo y el destino común. En igual sentido, la mayoría de la región se autoexcluyó de la cruzada belicista de Bush. Optó por la paz y la distribución.
 
Nada es perfecto ni lineal. Crecieron espinas en ese jardín. El entrevero entre Evo y Lula cuando Bolivia nacionalizó Petrobras, por caso. Cambiaron los roles, Kirchner medió para bajar la temperatura. Los intereses nacionales no siempre encastran como un rasti.
 
Esa camada de presidentas y presidentas se auto percibió como un conjunto de aliados, de compañeros. Lula lo pudo decir cuando se despidió a Néstor Kirchner.
 
En un contexto reciente y doloroso, Alberto Fernández (presidente electo) ayudó a Evo Morales a zafar del intento asesino de los golpistas bolivianos para que se asilara primero en México y luego acá. Ya en la Casa Rosada visitó a Lula en la cárcel cuando no era negocio solidarizarse.
 
Cristina siempre bancó al compañero Lula. Los tres, junto al expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica, convergieron en un precioso acto en Plaza de Mayo.
 
Esa historia común atraviesa una nueva etapa. Nadie puede saber qué acontecerá pero la lucha continúa, no pudieron clausurarla.
 
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Ser millones: 
  
El tornero llegado a presidente explicó años atrás que, si él hubiera fracasado, hubieran debido pasar "ciento cincuenta años para que se eligiera a otro obrero". Agregó que lo mismo podría pasarle a Cristina y a Michelle Bachelet en cuanto primeras presidentas de sus naciones.
 
Los procesos regionales padecieron retrocesos, derrotas electorales, golpes blandos o duros que prosperaron. Esperables, ya se dijo, en Bolivia. Menos previsibles pero concretados en Brasil.
 
La crisis mundial de 2008 impactó en el mundo y en estas comarcas. Lula ironizó sobre los líderes del Primer Mundo al volver de un encuentro del G-20: "por primera vez en mi vida los vi humildes. Todos buscaban a otro que tuviera la solución a la crisis", sonreía.
 
El capitalismo mundial devino más feroz, excluyente y concentrador. La pandemia y la guerra en Ucrania ahondaron los males.
 
La creación democrática permitió que en América del Sud un obrero, un indígena y tres mujeres de fuerzas populares llegaran a regir sus países, un logro revolucionario que llegó por vías reformistas...
 
Lula retorna en triunfo a Brasilia... confronta con poderes tremendos, lo esperan desafíos desiguales. La derecha mundial es poderosa y resiliente, a su modo. Donald Trump, Macri y Bolsonaro no consiguieron reelecciones factibles pero conservan posibilidades de regresar. Son mucho menos estables que Menem o Ronald Reagan; su capacidad de daño es atroz. No dejan de lado la violencia ni los recursos golpistas.
  
Acechan.
 
De cualquier modo, las luchas persisten. Dejemos de lado por ahora, comparaciones o inferencias veloces. Lula ganó. Inimaginable un año atrás como lo era la victoria de Alberto Fernández en 2018.
 
Los porvenires son abiertos, se van construyendo. Hagamos memoria otra vez, para dejar un final abierto. En 2003 cuando llegaron Lula y Kirchner nadie o casi nadie suponía que perdurarían, arrancando un ciclo que dejó semilla, mejoró la vida de millones de gente común. Ni que veinte años después Lula, demonizado, volvería del ostracismo y sería millones.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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15-11-2025 / 10:11
Desde mayo la tendencia inflacionaria es al alza pero el IPC del Indec está lejos del sufrimiento de los bolsillos argentinos. Fuertes subas sub representadas que marcan un pulso en la calle muy distinto al que registra la estadística oficial. Es la mentira de las canastas de pobreza e indigencia. En ese marco, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei atraviesa un momento de creciente desgaste político y social, marcado por una serie de errores estratégicos, decisiones económicas controvertidas y promesas de campaña que se han diluido con el paso del tiempo.
 
Aunque el presidente continúa sosteniendo su discurso de reformas estructurales y combate contra la "casta", distintos sectores señalan falencias de gestión, inconsistencias doctrinarias y retrocesos que han afectado tanto su imagen como el rumbo de la administración. Uno de los principales focos de crítica apunta a la política económica. Pese a haber prometido libertad absoluta de mercados, el oficialismo implementó un esquema de devaluaciones administradas que contradice su discurso inicial.
 
Mientras se aplicó un crawling peg que deterioró salarios, jubilaciones y capacidad de consumo, también se produjo un reacomodamiento financiero que impactó sobre pymes y sectores productivos. El desarme de instrumentos financieros, como las letras estatales, generó un clima de incertidumbre que especialistas atribuyen a errores propios de gestión más que a herencias recibidas.
 
La gobernabilidad es otro frente de debilidad. Sin una base legislativa sólida y con tensiones internas, el oficialismo se apoyó recurrentemente en decretos, lo que debilitó la capacidad de negociación y profundizó la distancia con fuerzas aliadas y opositoras. A ello se sumó un episodio político costoso: la fallida estrategia de forzar un plebiscito anticipado, que derivó en una derrota y dejó al Presidente expuesto en su momento de mayor fragilidad.
 
La estructura de poder extremadamente concentrada, especialmente en el círculo íntimo más reducido, manejado autoritariamente por su hermana Karina, también es señalada como un factor que limita la capacidad de reacción ante crisis. Otro golpe duro llegó con el escándalo de la criptomoneda LIBRA, impulsada desde sectores cercanos al oficialismo y que terminó desplomándose abruptamente.
 
La polémica, bautizada como "Cryptogate", dañó la credibilidad presidencial, instaló dudas sobre el rol corrupto de funcionarios vinculados al proyecto y abrió interrogantes sobre eventuales responsabilidades políticas. A esto se suman los efectos sociales del ajuste. Los recortes profundos en salud pública redujeron programas, afectaron personal y dejaron en situación crítica a áreas sensibles, lo que despertó fuertes cuestionamientos desde organizaciones médicas y sociales. La contradicción entre el discurso de eficiencia estatal y la caída de prestaciones esenciales alimenta críticas sobre la orientación del ajuste.
 
En paralelo, varias promesas centrales de campaña quedaron inconclusas. La privatización de Vaca Muerta y de empresas estatales no avanzó; la ruptura de vínculos comerciales con países catalogados como "comunistas" quedó en declaraciones simbólicas más que en acciones concretas; y el supuesto desmantelamiento del sistema de planes sociales no llegó acompañado de mejoras sostenibles en la asistencia. Incluso afirmaciones erróneas sobre vacunas, como en el caso de la prevención del dengue, generaron malestar por la falta de precisión en cuestiones de salud pública. Con este panorama, Milei enfrenta un desgaste que combina problemas económicos, errores políticos y promesas que no lograron materializarse.
 
La Opinión Popular
 

15-11-2025 / 09:11
En una sincronía que se ha repetido en la historia, al tiempo que en Naciones Unidas el representante del gobierno argentino acusaba de corruptas a las víctimas de la dictadura y a sus familiares, en Washington se anunciaba un acuerdo con el gobierno de Javier "el Loco" Milei de subordinación y entrega. En Argentina, la violación de los derechos humanos, o su negación como en este caso, siempre tuvo su correlato con una relación de sumisión abyecta con Estados Unidos. La injerencia yanqui sobre su colonia argentina se profundiza. 

El miserable discurso pronunciado en la Comisión contra la Tortura de la ONU generó rechazo entre los demás presentes. En general, revictimizar a personas que han sufrido las peores aberraciones en torturas, violaciones, secuestros y desapariciones, genera repugnancia.

El funcionario al que le tocó jugar ese papel denigrante fue el subsecretario de Derechos Humanos, el siniestro Alberto Baños. Acusó a los organismos de derechos humanos, a las víctimas de la represión y a sus familiares de inventar la cifra de los 30 mil desaparecidos "para hacer negocio".
 
Este personaje tenía que responder preguntas sobre la represión del gobierno de Javier Milei a la protesta social y por el cercenamiento de políticas de derechos humanos. Pero eligió el papel más repulsivo para desacreditar a los organismos de derechos humanos que han sido quizás el aporte más democratizador que tuvo el proceso de transición democrática en la Argentina.
 
Baños es un exponente típico de un amplio sector del Poder Judicial. Se incorporó al fuero civil de la ciudad de Buenos Aires durante la dictadura y fue designado juez en el gobierno de Carlos Menem. Tuvo a su cargo algunos casos de resonancia, como la desaparición del policía de la Ciudad Arshak Karshanyan, en la que estaban sospechados miembros de esa institución. Baños hizo que la misma policía sospechada participara en la investigación y después de un tiempo dejó el caso sin resolver.
 
En otro caso, declaró prescripta la corrupción por el vaciamiento de Aerolíneas, lo que después tuvo que ser reconsiderado por otro tribunal. Y cuando se reabrió la investigación por la desaparición de las manos de Perón, la carpeta donde estaban los resultados de la investigación fue misteriosamente sustraída de su despacho.
 
No sería el sujeto más indicado para hablar de corrupción o para ser la cara de los derechos humanos de un gobierno que los respete. Más bien, su función ha sido hasta ahora liquidar las políticas de derechos humanos que la sociedad construyó laboriosamente desde la retirada de la dictadura.
 
Y en su presentación en Ginebra ante la Comisión contra la Tortura intentó ocultar la violencia institucional del gobierno del estafador Milei que todos los miércoles es pública y notoria cuando reprime con violencia a los jubilados.
 
La presentación tan sucia de Baños coincidió con el anuncio del gobierno de Estados Unidos del acuerdo con Milei que levanta aranceles aduaneros a los productos de ese país, elimina controles de calidad, así como controles sanitarios y se compromete a obstaculizar el ingreso de productos de otros países.
 
La contrapartida es cero. Estados Unidos no se compromete a nada que favorezca a los productos argentinos. Lo que se conoce del acuerdo afectará gravemente a la industria local como advirtió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde se asienta gran parte de esa actividad. Hay una regla invariable en la historia moderna del país: la violación sistemática de los derechos humanos ha estado siempre relacionada con gobiernos que al mismo tiempo entregaron soberanía. 
 

14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
La Opinión Popular

13-11-2025 / 09:11
Se perdieron más de 220.000 puestos de trabajo durante el gobierno cipayo, vende patria y pro oligarca de Javier "el Loco" Milei. Es la caída de empleo registrado privado, público y trabajadoras de casas particulares en agosto en relación a noviembre de 2023. En el mismo período creció el monotributo (+121.740). La precarización laboral avanza. En ese marco, Milei puso nuevamente en agenda la reforma laboral con el falso argumento de crear empleo. En la historia del país ya se demostró que eso no ocurrió, solo avanzó la precarización laboral, con salarios por el piso, que aumentó las ganancias de los empresarios.
 
El impensable y contundente resultado electoral de hace unos domingos atrás agrandó al gobierno anarco capitalista, que pasó a la ofensiva. La punta de lanza de esta ofensiva es la promocionada reforma laboral. ¿Se trata de una modernización equitativa y democrática de las relaciones capital trabajo, o se trata de una regresión a formas de dominio absoluto del capital sobre el trabajo?
 
Aprovechando el envión dado por las urnas, Milei está decidido a cumplir con las imposiciones del FMI. Que el Congreso apruebe el presupuesto 2026 en las sesiones extraordinarias de diciembre y sancione las leyes que impongan las reformas laboral esclavista y la tributaria, también exigidas por el Círculo Rojo, en enero. La previsional quedaría para más adelante.
 
Así como desde el inicio de su gestión creó una suerte de sentido común acerca de las bondades del equilibrio fiscal, que ya nadie en la oposición sistémica discute. Así ha buscado imponer un ambiente favorable a las reformas, particularmente la que tiene que ver en contra de los derechos del trabajo.
 
Los argumentos son por demás conocidos. Modernizar la legislación y sus normativas que estarían obsoletas frente a los nuevos procesos de producción y comercialización, que no se adaptarían a las nuevas tecnologías en continuo cambio, que su rigidez impediría la creación de empleo y por lo tanto obstaculizaría la reducción de la informalidad. Cuando el desempleo en Argentina llegó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, según el INDEC. Casi 1,8 millones de personas estuvieron sin trabajo en ese período.
 
No se trata de ninguna modernización, es una regresión a las condiciones laborales del pre peronismo, si se quiere de fines del siglo XIX y principios del XX, que maximizan las ganancias de las empresas sobre la base de rebajar aún más el ingreso de los trabajadores. La experiencia demuestra que este tipo de reformas solo traen más precarización y pérdida de derechos. (Recordar "Ley de Empleo", 1991 y "Ley de Empleo, productividad y equidad", 2000 (Ley Banelco). La creación de empleos formales, que baja la informalidad, no depende de este tipo de normativas sino del crecimiento de la inversión productiva y la expansión de la actividad económica.
 
¿Qué tipo de reforma es necesaria? Una que compense la asimetría entre capital y trabajo, que no incline la cancha más de lo que está. Que por ejemplo reduzca la jornada para crear empleo. Que reconozca la calidad de trabajadores y por lo tanto sus derechos a quiénes se desempeñan en los servicios de plataformas. Que otorgue derechos a quienes trabajan en la Economía Popular. Que reconozca las licencias por paternidad y regule las tareas de cuidados...
 
Las condiciones de vida de los trabajadores no mejorarán con la reforma laboral de Milei, hay que rechazar el proyecto y conquistar trabajo con derecho para todos. No hay nada que negociar. Por el contrario, hay que resistir y luchar contra esta reforma antiobrera y antisindical que beneficia a los ricos y perjudica a los pobres. 
 
La Opinión Popular
 

12-11-2025 / 11:11
Gobierno libertario solo para la casta de los más ricos. Los "héroes" del Presidente. Marcos Galperín, ferviente defensor de que el Estado no intervenga en la economía, recibe millonarias exenciones impositivas. En un contexto de ajuste fiscal y debates por la reforma tributaria, el Formulario 10-Q presentado por Mercado Libre ante la SEC de Estados Unidos expone una vez más los jugosos beneficios fiscales que el gobierno de Javier Milei le otorga al "unicornio" fundado por Galperín, el hombre más rico de la nación con un patrimonio de 8.300 millones de dólares, según Forbes.
 
La empresa, valorada en más de 106 mil millones de "verdes", reportó ingresos netos de 7.400 millones en el tercer trimestre, un 39 por ciento más que el año anterior, y ganancias de 421 millones de dólares. Sin embargo, detrás de estos números relucientes se esconde un "secreto a voces": exenciones impositivas que superan los 350 millones de dólares en los últimos cinco años.
 
Bajo el régimen de promoción de la Economía del Conocimiento, Mercado Libre accedió en los primeros nueve meses de 2025 a beneficios por 50 millones en Ganancias y 17 millones de dólares en aportes previsionales, un 52 por ciento más que en 2024. "Es un subsidio injusto a una multinacional que no lo necesita", critica el Observatorio del Trabajo Informático (OTI), vinculado a la Asociación Gremial de Computación.
 
A Galperín le perdonaron en 2021: US$ 59 millones, en 2022: US$ 81 millones, en 2023: US$ 109 millones, en 2024: US$ 57 millones, en 2025: US$ 67 millones. Total: US$ 373 millones de impuestos le perdonaron a Galperin en cinco años. Pero los sectores populares tienen que pagar el IVA de los fideos sin chistar.
 
Sectores gremiales y la industria financiera coinciden: con su tamaño colosal, Javier Milei abusa del esquema al encuadrar áreas menores bajo un solo CUIT, mientras evade contribuciones que podrían destinarse a pymes o servicios públicos en crisis. Galperín, exiliado fiscal en Uruguay, predica la libre competencia, pero no duda en alzar la voz contra rivales como Temu y Shein, las plataformas chinas que inundan el mercado con productos baratos.
 
En el Foro Abeceb, Juan Martín de la Serna, presidente de la filial argentina de Mercado Libre, exigió "reglas claras" para importaciones, advirtiendo que amenazan el 90 por ciento de ventas de pymes en la plataforma y el empleo local. "Abrir indiscriminadamente da trabajo a chinos, no a argentinos", sentenció.
 
Ironía pura: el defensor del no intervenciónismo estatal ahora pide regulaciones que protejan su imperio. El cruce en X con Miguel Ángel Pichetto lo desnuda todo. El diputado peronista instó a gravar a estas "economías de plataformas" para cuidar la industria nacional.

Galperín replicó con arrogancia: "No estoy preocupado, competimos exitosamente". Pichetto no se quedó atrás: "Mejor empezá a preocuparte, porque te van a pasar por arriba y ya impactan en empleos de distribución".

Mientras, el Gobierno de Milei discute bajar cargas patronales, pero calla sobre estos privilegios elitistas de los más ricos empresarios. Esta disparidad fiscal alimenta el descontento: ¿por qué el gobierno de Milei regala millones a un magnate mientras mientras los salarios deprimidos de jubilados y trabajadores pagan la crisis?

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