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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 06-11-2022 / 10:11
MIENTRAS LA ULTRADERECHA GOLPISTA AMENAZA

La hazaña de Lula y su fuerte relación con la Argentina y el peronismo

La hazaña de Lula y su fuerte relación con la Argentina y el peronismo
Luiz Lula da Silva fue elegido presidente de Brasil por tercera vez con una diferencia estrecha. Las encuestas, desde hace un par de meses o algo así, vaticinaban score más amplio. La lógica política y la correlación de fuerzas auguraban hace un año que la hazaña era imposible. Lula regresa, si se quiere, como Juan Perón en 1973: del escarnio, la persecución y la proscripción. Salvando distancias…
Luiz Lula da Silva fue elegido presidente de Brasil por tercera vez con una diferencia estrecha. Las encuestas, desde hace un par de meses o algo así, vaticinaban score más amplio. La lógica política y la correlación de fuerzas auguraban hace un año que la hazaña era imposible. Lula regresa, si se quiere, como Juan Perón en 1973: del escarnio, la persecución y la proscripción. Salvando distancias... criterio que proponemos para toda esta columna que aspira a superar la mirada inmediatista.
 
El domingo pasado se afrontaba una disyuntiva: una de dos en criollo. Venció la mejor opción, la única deseable lo que merece festejo y respeto para el gran líder brasileño. El todavía presidente Jair Messias Bolsonaro mordió el polvo aunque conserva una carrada de votos. La política, que vamos a enaltecer bastante, dominó el domingo pasado.
 
El perdedor se tildó, quedó encerrado, no impugnó el veredicto de las urnas. El PT ganó las calles, una marea humana acompañó a Lula quien leyó un discurso escrito, meditado, armonioso, de estadista. Llegaron pronto los reconocimientos de gobernantes de otros países. El yanqui Joe Biden bien rápido. El francés Emmanuel Macron, dispensando un trato amable a Lula y tuteándolo algo no tan usual para los galos. Los allegados a Lula, Celso Amorim por ejemplo, destacaban en la previa que las rápidas respuestas valdrían como antídoto a los reflejos negacionistas y antisistema de Bolsonaro. Ese elenco con larga experiencia de gestión seguramente habrá tejido lazos en la semana prelectoral.
 
Los camioneros (replicando sin saber a Chile en los 70) cortaron rutas mientras Bolsonaro guardaba silencio cómplice. Demoraron, la chapa del score estaba puesta. No controvertían el resultado, obraban como golpistas. Dejaban una amenaza para el futuro mientras empezaba la transición. Violencia para mañana, fuiste-alpiste para el presente.
 
Lula armó una coalición amplia empezando por la fórmula presidencial. "Centreó" y sumó apoyos entre las dos vueltas electorales. Bolsonaro acortó distancias, las alianzas post primera vuelta no parecen haber redituado votos al PT pero sí gobernabilidad, objetivo (o sed) para Lula. Oxígeno y alivio en su patria y en la región. Vocación de integrar, de emprender proyectos conjuntos, comprobada porque ya se hizo. Con matices y claroscuros, se recontra hizo.
 
Bolsonaro es ultraderecha, aislacionalista, racista, discriminador, pésimo gestor durante la pandemia. Conserva poder y representación. Capítulo local de la ultraderecha intratable, violenta, popular, polarizadora. Con esquemas políticos muy corridos a derecha, en casi todo el planeta.
 
Los porvenires son abiertos, se van construyendo. Hagamos memoria para dejar un final abierto. En 2003 cuando llegaron Lula y Kirchner nadie o casi nadie suponía que perdurarían, arrancando un ciclo que dejó semilla, mejoró la vida de millones de gente común. Ni que veinte años después Lula, demonizado, volvería del ostracismo y sería millones.
 

LOS ESCENARIOS QUE CREA LA POLÍTICA, AYER Y HOY
 
La relación de Lula con la Argentina y el peronismo
  
Lula consiguió el primer mandato en 2002 y asumió el primero de enero de 2003. Eduardo Duhalde gobernaba interinamente la Argentina, se llevaban bien. Lula contó años después que no tenía ni idea de quién era Néstor Kirchner, lo que lo emparejaba con millones de argentinos.
 
En el vecindario primaban las centroderechas o derechas. Evo Morales agitaba en El Alto. Rafael Correa no figuraba como potencial candidato en Ecuador. El Frente Amplio uruguayo, más etapista, acumulaba prestigio en la intendencia de Montevideo sin llegar al gobierno nacional. La secuela iría llegando, Lula y Kirchner ayudarían a sustentarla en su medida y armoniosamente.
 
Kirchner juró el 25 de mayo de 2003. De entrada imaginaba dedicarse poco a la política exterior y menos a viajar afuera. Reparar y reconstruir la patria le parecía una tarea full time. El gobernador que llegó a presidente captó muy velozmente la correlación entre las relaciones exteriores y la política doméstica. Aprendió, cambió.
 
Quizá en el entorno de Lula había al inicio desconfianzas hacia el peronismo, acentuadas por el viraje neocon del presidente Carlos Menem. En contrapeso cuadros petistas de primera valorizaban al peronismo, su matriz plebeya, la capacidad de movilizar muchedumbres: el mencionado Amorim, el añorado maestro Marco Aurelio García, entre otros.
 
El incipiente peronismo kirchnerista a su vez se dividía entre quienes entendían la magnitud de la oportunidad y quienes maliciaban que Lula era un "laborista-reformista" o aún "un pichón de Menem". Se hizo camino al andar, las suspicacias cayeron rápido en el olvido.
 
Germinaba una era de crecimiento común, paz regional, de alternativas políticas progresistas, nacional populares, bolivarianas, indigenistas... elija usted rótulo. Cada una con su color local, tiempos y raíces pero aprendiendo a re-conocerse. Gobernabilidad y gobernanza. Duró doce años o algo así.
 
La cooperación política, en cierto sentido más accesible, rayó muy alto. La económica se complicó más. Quedaron en el tintero proyectos acaso ideales y súper ambiciosos a la vez como la moneda única o el Banco Regional.
 
De cualquier modo, Lula y Kirchner metieron dos golazos económicos cuya valoración crece repasando lo que se padecería luego a manos de Bolsonaro y del expresidente Mauricio Macri.
 
 
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Pago al FMI y no al ALCA: 
  
La IV Cumbre de las Américas celebrada en Mar del Plata es remera, cuadro, emblema. "NO al ALCA" se tramó en meses previos, se popularizó con el tren del ALBA, se cinceló en un cónclave difícil. Kirchner, Lula y el presidente venezolano Hugo Chávez dividieron funciones y papeles para forjar una minoría intensa que bastó para obturar el propósito, Zona de libre Comercio, del presidente estadounidense George W. Bush.
 
La minoría laburó duro para armar un bloque Mercosur persuadiendo al presidente uruguayo Tabaré Vázquez (ofendido con Argentina por el diferendo de las pasteras) y al presidente paraguayo Nicanor Duarte Frutos, un hombre de derechas. Los dos captaron la necesidad del momento, mérito propio y de la muñeca de los negociadores.
 
Una fiesta de la autodeterminación posible, la rosca, la unidad y las complicidades en la acción. Los tres presidentes armaron equipo, se divirtieron, aguantaron los trapos.
 
El desendeudamiento respecto del Fondo Monetario Internacional (FMI) también en 2005 queda menos vistoso porque no se conoció el backstage ni se propinó a Bush o al Fondo de cuerpo presente. Lula y Kirchner lo resolvieron en conjunto, con intervalo de días. El anecdotario instantáneo se entretuvo con minucias, eventuales desinteligencias. La mirada unidimensional y corta, flagelo del periodismo actual, empobrece o enceguece. 
 
A la distancia, predomina lo esencial: la movida de los dos principales estados sudamericanos. Desendeudar para des intervenir la economía para ampliar la autonomía nacional.
 
La entrega del macrismo revaloriza esos momentos culminantes.
 
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Es la política, compañeros: 
  
Con el transcurso del tiempo se fueron instalando otros procesos populares en países hermanos o vecinos. Productos de las respectivas luchas, de líderes diversos, de tradiciones propias. Argentina y Brasil coadyuvaron. En un inicio remoto para propiciar que Evo Morales pudiera ser candidato en Bolivia y que renunciara el cipayo presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. El Departamento de Estado yanqui siempre aborreció al campesino cocalero Evo a quien acusaba de narcotraficante. Profetizaban que desestabilizaría, que si ganaba caería en meses.
 
No pescaban un fulbo. Evo llegó a ser el presidente más sistémico de la historia boliviana, el más representativo, el que condujo el mayor crecimiento económico y la más vasta promoción social.
 
La derecha local con flagrante apoyo de la Embajada lo asedió mediante sangrientos levantamientos o golpes de Estado, años después. La flamante Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se convocó para defender la democracia en Bolivia. Democracia presidencial, los mandatarios convocados, poniendo el cuerpo. Cristina Fernández de Kirchner presidía la Argentina. Fue figura en esos cónclaves por su convicción, elocuencia y decisionismo. Lula fue reelegido, lo sucedió Dilma Rousseff.
 
Una instancia potente y simbólica se concretó en Santiago de Chile encabezada por la presidenta Michelle Bachelet. Se conmemoraba un aniversario del derrocamiento de Salvador Allende, el conjunto se pronunció y movilizó en defensa de la democracia en Bolivia que encarnaba Evo. Las consecuencias de la guerra entre Chile y Bolivia siguen ahí pero la contingencia demarcó un hito valioso.
 
En Unasur u otras instancias colegiadas se reaccionó de volea contra un intento de ataque armado de Colombia contra Ecuador y Venezuela. Contra el golpe policial en el que encarcelaron a Rafael Correa, presidente de Ecuador. La nómina se alarga, esta síntesis es incompleta.
 
La cooperación fue fruto de decisiones políticas. No fue causada por el auge de las materias primas ni derivada del precio de la soja. La dirigencia eligió el rumbo y el destino común. En igual sentido, la mayoría de la región se autoexcluyó de la cruzada belicista de Bush. Optó por la paz y la distribución.
 
Nada es perfecto ni lineal. Crecieron espinas en ese jardín. El entrevero entre Evo y Lula cuando Bolivia nacionalizó Petrobras, por caso. Cambiaron los roles, Kirchner medió para bajar la temperatura. Los intereses nacionales no siempre encastran como un rasti.
 
Esa camada de presidentas y presidentas se auto percibió como un conjunto de aliados, de compañeros. Lula lo pudo decir cuando se despidió a Néstor Kirchner.
 
En un contexto reciente y doloroso, Alberto Fernández (presidente electo) ayudó a Evo Morales a zafar del intento asesino de los golpistas bolivianos para que se asilara primero en México y luego acá. Ya en la Casa Rosada visitó a Lula en la cárcel cuando no era negocio solidarizarse.
 
Cristina siempre bancó al compañero Lula. Los tres, junto al expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica, convergieron en un precioso acto en Plaza de Mayo.
 
Esa historia común atraviesa una nueva etapa. Nadie puede saber qué acontecerá pero la lucha continúa, no pudieron clausurarla.
 
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Ser millones: 
  
El tornero llegado a presidente explicó años atrás que, si él hubiera fracasado, hubieran debido pasar "ciento cincuenta años para que se eligiera a otro obrero". Agregó que lo mismo podría pasarle a Cristina y a Michelle Bachelet en cuanto primeras presidentas de sus naciones.
 
Los procesos regionales padecieron retrocesos, derrotas electorales, golpes blandos o duros que prosperaron. Esperables, ya se dijo, en Bolivia. Menos previsibles pero concretados en Brasil.
 
La crisis mundial de 2008 impactó en el mundo y en estas comarcas. Lula ironizó sobre los líderes del Primer Mundo al volver de un encuentro del G-20: "por primera vez en mi vida los vi humildes. Todos buscaban a otro que tuviera la solución a la crisis", sonreía.
 
El capitalismo mundial devino más feroz, excluyente y concentrador. La pandemia y la guerra en Ucrania ahondaron los males.
 
La creación democrática permitió que en América del Sud un obrero, un indígena y tres mujeres de fuerzas populares llegaran a regir sus países, un logro revolucionario que llegó por vías reformistas...
 
Lula retorna en triunfo a Brasilia... confronta con poderes tremendos, lo esperan desafíos desiguales. La derecha mundial es poderosa y resiliente, a su modo. Donald Trump, Macri y Bolsonaro no consiguieron reelecciones factibles pero conservan posibilidades de regresar. Son mucho menos estables que Menem o Ronald Reagan; su capacidad de daño es atroz. No dejan de lado la violencia ni los recursos golpistas.
  
Acechan.
 
De cualquier modo, las luchas persisten. Dejemos de lado por ahora, comparaciones o inferencias veloces. Lula ganó. Inimaginable un año atrás como lo era la victoria de Alberto Fernández en 2018.
 
Los porvenires son abiertos, se van construyendo. Hagamos memoria otra vez, para dejar un final abierto. En 2003 cuando llegaron Lula y Kirchner nadie o casi nadie suponía que perdurarían, arrancando un ciclo que dejó semilla, mejoró la vida de millones de gente común. Ni que veinte años después Lula, demonizado, volvería del ostracismo y sería millones.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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