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“Imposible es sólo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio, sin atreverse a explorar el poder que tienen para cambiarlo. Imposible no es un hecho, es una opinión”. Cassius Clay
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Nacionales - 26-09-2022 / 10:09
PESE A LOS RECLAMOS OFICIALES, LOS REMARCADORES NO AFLOJAN

La mitad de las empresas que se comprometieron a moderar los precios mandaron subas muy por encima de la inflación

La mitad de las empresas que se comprometieron a moderar los precios mandaron subas muy por encima de la inflación
Casi la mitad de las empresas que se comprometieron con Sergio Massa a moderar los precios este mes mandaron subas a los grandes supermercados y a las cadenas del interior de hasta el 20 por ciento, muy por encima de la inflación general y sin relación con mayores costos. Hay números preocupantes de sectores vitales, como alimentos y textiles.
Con buena parte de las variables macroeconómicas en proceso de estabilización, cierto nivel de paz cambiaria, política, y un puñado nada despreciable de dólares del agro, lograr que la inflación se modere está siendo un objetivo muy complejo para el ministro de Economía, Sergio Massa, porque las empresas siguen remarcando como si sus costos subieran muy fuerte.
 
Si bien en el Gobierno admiten que el alza de precios se produce por varias causas, lo que ocurrió en la primera mitad del mes de septiembre grafica que el intento de Massa de lograr que las empresas moderen las subas, no se consiguió y hay números muy preocupantes del sectores vitales, como alimentos y textiles, en el área más caliente del país, Capital Federal y el Conurbano Bonaerense.
 
Hay un hecho puntual fuerte: casi la mitad de las empresas que hace un mes se comprometieron con el ministro a moderar los precios este mes, mandaron subas de precios a los grandes supermercados y las cadenas del interior de hasta 20 por ciento, muy por encima de la inflación general y sin relación alguna con mayores costos. La referencia es para Coca Cola, que pasó aumentos del 20 por ciento que aplicará la semana próxima; y Molinos, con alzas del mismo porcentaje.
 
Las dos compañías son marcas líderes que tienen un peso muy fuerte en góndola y aplicarán esas alzas a toda su línea de productos. Ambas compañías estuvieron hace un mes reunidas con Massa y el secretario de Comercio, Matías Tombolini, y los funcionarios les pidieron que "no hagan locuras" con las remarcaciones en septiembre. No les hicieron caso.
 
En aquella mesa del "no hagan locuras" estuvieron Molinos, Arcor, Mastellone (La Serenísima), Coca Cola, Unilever, Quilmes y Procter and Gamble, entre otras. Que primero se vieron con Massa a solas y luego con Tombolini de manera individual. Molinos y Coca Cola, que subieron 20, ya habían además aumentado los precios hasta 7 por ciento en el mes.
 
En el caso de Quilmes, la empresa subió más en línea con el compromiso de no pasar los límites de precios generales, y reportó un alza de 6 puntos. Con el resto de las empresas, entre ellas Arcor, Unilever y PyG, el asunto empezó a pasar fuera de los grandes supermercados: los mayoristas y comercios de cercanía aseguran que hubo subas muy fuertes y que los porcentajes son variables.
 
Este dato no es menor: los grandes supermercados, en los que el Estado llega con controles, representan sólo el 25 por ciento del consumo general nacional. Ergo, los que no están aumentando en las grandes cadenas, lo están haciendo aún más fuerte por fuera de ellas. Pero todos incumplieron con el compromiso político, que no era congelar los precios, sino no subir por encima de los indicadores generales de inflación. 
 

 
Toda esa información el Gobierno la conoce por medio de los datos del sistema SEPA, que tiene al instante el incremento que informan los grandes supermercados. De hecho, Comercio empezó hace unos días a exponer a las empresas fabricantes que tienen aumentos por encima de la inflación.
 
Tal como publicó este diario, hay más de 30 productos que en los primeros quince días de septiembre aumentaron entre 40 y 90 por ciento. Es decir, los casos que se muestran en esta nota reflejan que la conducta de las empresas no cambió a pesar del pedido de Massa de moderar las alzas.
 
El problema con las alzas de septiembre es que, según diferentes fuentes del sector comercial, no hay ningún factor que las amerite. Algunos datos: no hay retraso en el precio de los productos que salieron de Precios Cuidados, tampoco saltos cambiarios que incrementen costos en dólares. No hubo en el mes subas en combustibles, que pegan en los fletes, y tampoco cláusulas gatillo de las paritarias del sector. Ese decir, el incumplimiento de las empresas es serio.
 
 
Una primera quincena muy dura
  
En la cabeza de Massa está la idea de que en enero o febrero la inflación se estabilice en torno al 4 por ciento. Para eso, observan en Hacienda que será fundamental que septiembre sea el inicio de camino a la baja, pero esa situación no se está viendo si se toman como referencia los cálculos privados.
 
Hay un dato que inquieta al Gobierno y es la cifra de inflación de la primera quincena del mes que dio a conocer hace unos días la consultora Ecolatina. Miden un IPC que incluye a Capital y 24 partidos del Conurbano Bonaerense y muestra cifras que impactan. En ese período, los precios generales subieron 7,3 por ciento (venimos de un julio de 7,4 y un agosto de 7 por ciento), lo que refleja una suba de 1 punto porcentual respecto al registro anterior.
 
Pero el mayor problema del índice es que está apalancado por la conducta de dos sectores que el Gobierno no sabe cómo poner en caja: el textil y el de la producción de alimentos. En el IPC GBA de Ecolatina se ve que Indumentaria aumentó 17,7 por ciento en la primera quincena de septiembre, mientras que Alimentos y Bebidas quedó en 6,4 por ciento, una cifra que está por debajo del índice general pero que sigue muy alto. En el mes, hay además un peso fuerte del aumento de tarifas, que carga subas de 7,8 por ciento.
 
Yendo al detalle de Alimentos, se destacaron los aumentos en Verduras (+15,7), Quesos (+11,2), Frutas (+10,8), Pan Fresco (+10,4), Pescados y Mariscos frescos y congelados (+10,3) y Fiambres, embutidos y conservas (+9,4). Todos esos números están muy por encima de la inflación general sin tener cambios en costos que ameriten semejantes correcciones.
 
Para Massa, el desempeño de los rubros por encima de la media es relevante, además, en términos estadísticos. El IPC del INDEC es un promedio de rubros, si hay varios que se salen de caja, es un problema para la desaceleración.
 
Para Ecolatina, como para otras consultoras, no parece vislumbrarse una tendencia a la baja en la segunda mitad del mes, y esperan un IPC final en 7 puntos para el área, y un replique nacional algo por debajo de ese número. El asunto allí es que septiembre es el último mes previo a la etapa más caliente del consumo en Argentina: las fiestas de fin de año, donde suele haber un recalentamiento de precios natural por mayor demanda y remarcaciones de ocasión.
 
Por Leandro Renou
 
Fuente: Página12
 

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04-10-2023 / 09:10
"Es un mentiroso. Le voy a hacer una denuncia penal." Cortita y al pie, Patricia Bullrich respondió así a la acusación que hizo Javier Milei de que ella, como parte de Montoneros, habría "puesto bombas en jardines de infantes". La dirigente derechista inició así su contraofensiva contra el candidato de ultra derecha, que incluyó alusiones a su "inestabilidad emocional", videos mostrando cómo hablaba bien de Bullrich antes de las PASO y un nuevo spot comparando la cantidad de gobernadores e intendentes con los que cuenta Juntos por el Cambio. La jugada indicó que Milei será ahora el blanco de todas las acciones de Bullrich para llegar al balotaje.
 
Milei ya había acusado a Bullrich de haber formado parte de Montoneros, lo que motivó que la candidata dedicara todo un segmento del debate presidencial a aclarar que había sido parte de la JP y que no había participado de acciones armadas. Algunos libros que reúnen investigaciones periodísticas discuten esta última afirmación de quien fue la cuñada de Rodolfo Galimberti, pero ninguno de esos trabajos la sitúa poniendo una bomba en un jardín de infantes (una acción que Montoneros no emprendió jamás).
 
No obstante, Milei dijo: "Ella era una montonera tirabombas. Ha puesto bombas en jardines de infantes. Participaba de una organización terrorista". Bullrich le retrucó con el anuncio de una denuncia penal. "Sale a decir en un programa de televisión que yo había puesto bombas en un jardín de infantes. Es un mentiroso. Y no solamente le contestó, sino que le voy a hacer una denuncia penal", anunció Bullrich, quien contrapuso esto que planteaba con la justificación de Milei para sumar a Luis Barrionuevo.
 
La denuncia coronó una estrategia de demolición sobre Milei, que abarcó prácticamente todos los frentes. Por un lado, Bullrich apuntó a las declaraciones de Milei pero desde el costado de la inestabilidad emocional: "Hasta hace poco tiempo Javier Milei hablaba muy bien de mí. No sé qué le pasó que dejó de hacerlo. Pero acá el problema no soy yo ni las mentiras y calumnias sobre mí", afirmó.
 
"Me preocupa que, con esa misma inestabilidad emocional que Milei tiene a la hora de emitir juicios y falsas acusaciones sobre otros, haya diseñado su programa y sus propuestas. De esa inestabilidad surgen proyectos que dañan a los argentinos o son lisa y llanamente insostenibles, como la dolarización, la libre portación de armas o la privatización de la educación pública", destacó. "De esa inestabilidad surge la idea de prometer reformas profundas sin poder político, sin tener gobernadores ni legisladores", remarcó.
 
Cada uno de esos ejes tuvo su desarrollo durante el día. Este último, el de la falta de poder político, apareció en un spot donde Bullrich y una serie de gobernadores electos hablan desde un plano selfie. El sentido general del spot fue contrastar que Juntos por el Cambio tiene "10 gobernadores y más de 500 intendentes" contra el cero absoluto de Milei. Es el mismo recurso que Bullrich había usado la semana pasada cuando convocó a todos los dirigentes a sacarse una gran foto de familia con ella.
 
Por último, el eje de la "inestabilidad emocional" viene siendo tramitado por una serie de cuentas de Twitter anónimas y trolls que filtran todo tipo de versiones sobre la salud mental de Milei para instalar la idea de que no está en condiciones de ejercer la presidencia. Hasta el domingo, esas cuentas repiqueteaban sobre la idea de que Milei estaba con un "ataque de pánico" y no iba a poder concurrir al debate, cosa que hizo. Luego daban detalles de medicaciones que supuestamente tomó para poder asistir. Nada es comprobable, todo es para instalar que está loco como estrategia de campaña.

La Opinión Popular
 

03-10-2023 / 09:10
A tono con su candidata a vicepresidente, la vocera de la dictadura Victoria Villarruel, hija y sobrina de genocidas, el ultraderechista partidario de la casta militar Javier "el Loco" Milei, sobrador y descalificante, con sorna ante la exposición de sus rivales, negó abiertamente la dictadura haya desaparecido a 30.000 personas y habló de una "guerra" durante los años setenta.

El candidato a presidente de la Libertad Avanza, Javier Milei, comenzó su intervención victimizándose y "denunciando" que los libertarios fueron acusados de nazis. Sin embargo, su discurso pasó del negacionismo y de relativizar lo que ocurrió durante la última dictadura cívico-militar, a repetir casi de manera calcada los argumentos usados por dictadores como Jorge Rafael Videla y Emilio Massera. Ellos hablaron de "guerra" y de "excesos" para intentar justificar el criminal genocidio ocurrido tras el último golpe de Estado.

El liberfacho afirmó: "estamos hartos de una versión tuerta de la historia, en los 70´ hubo una guerra, el estado cometió excesos pero los terroristas cometieron también delitos de lesa humanidad". De esta manera habló de "excesos" para negar una política sistemática de la dictadura cívica-militar de eliminar físicamente a sus adversarios políticos, en la cual estuvieron implicados las grandes empresas, de las cuales Milei hoy defiende sus negocios.
 
Milei los siguió: "Durante los 70 hubo una guerra en la que las fuerzas del Estado cometieron excesos". Así definió los aberrantes crímenes de la dictadura en medio del debate presidencial. Como si fuera poco, el liberal fascista machacó con una idea que en otras ocasiones también pusieron sobre el tapete dirigentes de Juntos por el Cambio. Dijo que "no fueron 30 mil los desaparecidos" sino "8753", una vieja cifra de la Conadep, expresamente señalada como provisoria por sus integrantes, y que, además, fue superada hace años.
 
Desde el Gobierno y los organismos de derechos humanos salieron a repudiar las posturas que reivindican e intentan justificar el terrorismo de Estado. La Secretaría de Derechos Humanos encabezada por el nieto recuperado Horacio Pietragalla Corti adelantó que en las próximas semanas publicará "un informe sobre el universo de las víctimas del terrorismo de Estado que contribuirá a desmontar estas posturas negacionistas". Las frases de Milei, subrayaron, "nos retrotraen a los discursos que la propia dictadura utilizó para justificar un genocidio y que luego emplearon los responsables de esos crímenes para buscar impunidad".
 
"En la Argentina no hubo una guerra ni hubo excesos. Hubo un Estado terrorista que planificó y ejecutó una matanza para imponer un modelo económico, eliminando a toda disidencia política", expresó la Secretaría en un comunicado. Sobre la duda que Milei quiere instalar en torno al número de desaparecidos, la Secretaría aclaró que "el número total de detenidos-desaparecidos y de víctimas del terrorismo de Estado no se conoce por el carácter ilegal y clandestino que tuvo el accionar del Estado. Por eso siempre será indeterminado, está en construcción y crece permanentemente".
 
Los dichos del libertario fueron comparados con los del dictador Emilio Massera, por ejemplo, durante el Juicio a las Juntas de 1985, es casi idéntico. Ambos hablan de "guerra", y de "excesos". También lo hizo el dictador Jorge Rafael Videla, el 9 de septiembre de 1977, como recordó la periodista Luciana Bertoia cuando se reunió con el presidente James Carter en los Estados Unidos y en un archivo desclasificado se puede leer que Videla hablaba de "excesos o abusos de poder". En esa tónica, amigable para los asesinos como Videla, Massera y Etchecolatz, cargó contra la lucha de los organismos de derechos humanos y afirmó: "estamos en contra del curro de los derechos humanos y los que hicieron negocios con eso", dijo el nefasto defensor del terrorismo de Estado.

La Opinión Popular



02-10-2023 / 12:10
Todo está abierto en el escenario electoral, sin expectativas de modificaciones mayores que resulten de los debates presidenciales. Desde ya que sobresalió el titubeo constante de Patricia Bullrich en sus intentos por hilar alguna oración, no ya una idea o propuesta. Javier Milei se mostró incómodo con el formato, pero no sufrió provocaciones que pudieran desestabilizarlo y evitó quedar como un "loquito". Sergio Massa y Juan Schiaretti no vacilaron jamás, y Myriam Bregman tampoco en la reiteración de su estructura discursiva.
 
Los presidenciables se atuvieron a su hoja de ruta durante un intercambio de ideas sin mayores sorpresas. El ministro de Economía Massa, sólido, aprovechó para polarizar con el modelo del libertario Milei, y llamó a defender a las empresas públicas y los "derechos conquistados". Bullrich y Milei criticaron la inflación y describieron sus planes neoliberales de ajuste. Durante el capítulo de derechos humanos, Milei negó que fueran 30 mil los desaparecidos por la dictadura genocida.
 
Nadie ganó ni -sobre todo- perdió considerablemente. El más flojo desempeño de Bullrich fue en el bloque temático de economía. La referente del PRO dijo que va a "borrar del mapa la inflación", como lo prometió en su momento Mauricio Macri y no cumplió. En todo caso, dejaría claro que Patricia no está en condiciones de sumar un voto más. Y no es menor que Massa haya salido airoso en un momento muy delicado. Punto. En materia de contenidos, el candidato peronista fue el más propositivo. Pero la duda sigue siendo si acaso se votarán propuestas.
 
El episodio de Martín Insaurralde amenaza a Unión por la Patria con ser un cisne negro a la altura de la foto de Olivos, en plena pandemia. Y lo más doloroso es que, por carácter transitivo, podría afectar a un funcionario y candidato con los quilates de Axel Kicillof, a cargo de la mejor gobernación bonaerense desde el recupero democrático. Hay una rabia comprensible y justificada.
 
Pero son otras las cuestiones estimadas como "decisivas". ¿El dólar disparado, con sus consecuencias inflacionarias, significa una adversidad que el oficialismo no podrá remontar? ¿O ese aspecto ya no le cambia nada al núcleo duro de los votantes de UxP, ni a quienes se les sumarían en unión contra el espanto neoliberal? ¿Es cierto que Milei detuvo su crecimiento porque, al ser visto como presidenciable con altas chances, mucha o bastante de la gente que lo votó retrocederá desde su catarsis embroncada? ¿Y acaso eso supondría un incremento en las probabilidades de Bullrich, cuando ni siquiera en sus propias filas la dan entrando al balotaje debido a una imagen de insolvencia que Carlos Melconian no pudo corregir?
 
Las medidas que Massa continúa implementando, sin parar, son otro intríngulis en cuanto a su eficacia electoral. Reparan en parte los efectos devaluatorios. El Fondo Monetario, que es el ministro de Economía virtual aunque deba reconocérseles a Massa y a su equipo la idoneidad para amortiguar exigencias extremas.
 
En el debate, Massa fue el más propositivo y quien demostró mayor experiencia previa. Es quien conoce los números reales. Quien tensa con los factores de poder. Quien gestiona las internas del peronismo y de los movimientos sociales. Quien sabe cómo son los resortes de tripular al Estado sin que se desmadre. Quien podría aterrizar, aun con enormes turbulencias, ese futuro de una macro estabilizada.
 
Massa se ocupó de repetir que si gana las elecciones hará un "gobierno de unidad nacional" para el que convocará a "los mejores, no importa que vengan del radicalismo, del PRO o inclusive del partido de Javier Milei". También en remarcar que su plan se apoya principalmente en potenciar las exportaciones.
 
La Opinión Popular
 

01-10-2023 / 08:10
Veintidós días pasaron entre que Sergio Massa prometió, en televisión, el final del impuesto a las ganancias para los salarios, y la sanción de la ley. La jugada, que caminó por la cornisa un par de veces, le permitió proyectar el mensaje más importante de su campaña: que tiene para ofrecer algo distinto a la experiencia de los cuatro años del Frente de Todos. Dinámica. Ejecutividad. Efectividad. Capacidad para torcer correlaciones de fuerza adversas. Una vez puede ser casualidad, dos ya es otra cosa. Buscará repetir la proeza antes de las elecciones. Apunta a que el Compre sin IVA pase por la cámara baja el 10 de octubre y que lo haga ley el Senado ocho días después, pocas horas antes del cierre de campaña.
 
La sesión de esta semana en el Senado fue una muestra de esa habilidad para tejer política y obtener resultados que el ministro exhibe como su principal cocarda ante la inexperiencia y aparente ineptitud de su adversario directo. Consiguió destrabar un Senado que venía chocando con la falta de quórum cada vez que intentó sesionar en los últimos meses. Pudo ofrendarle a Cristina Fernández el pliego de la jueza Ana María Figueroa, como prenda de unidad que le da crédito para mostrar más autonomía en el resto de la agenda. Mostró la capacidad de construir una mayoría que lleva su firma. Volvió a meter una cuña en la oposición. Negoció, concedió y ganó. Coronó la jugada con un acto multitudinario.
 
La sesión dejó ver los contornos de la unidad nacional de la que el candidato habla con frecuencia y que imagina como sostén de su gobierno. Lejos de una señal de rebeldía, esa búsqueda cuenta con el acuerdo explícito de CFK y sigue los lineamientos que ella señaló durante los últimos años. El propio nombre que eligieron los dos para la fuerza política que representa su alianza es Unión por la Patria. Si no lo ve, consulte a su oculista. La unidad implica una alianza con fuerzas provinciales, como también pudo apreciarse esta semana en Neuquén, donde Massa reunió en un acto multitudinario al MPN, a los ex MPN que ganaron la última elección y al peronismo local.
 
También con sectores de la oposición. Muchos medios se hicieron eco del tratamiento amistoso que le dio el ministro al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, en el acto que se hizo hace una semana en Salta. Menos cobertura tuvo dos efectos prácticos de ese vínculo renovado. El primero fue que este viernes, por primera vez en casi ocho años de cautiverio ilegal, la justicia jujeña, que responde a Morales, autorizó a que Milagro Sala viaje a La Plata para recibir ayuda médica. El segundo fue que cinco senadores alineados con el presidente de la UCR se ausentaron en la votación sobre ganancias para marcar una diferencia con el resto de Juntos por el Cambio.
 
El final de esa experiencia política parece irremediable. Los radicales, la Coalición Cívica e incluso un sector del PRO no está dispuesto a seguir la aventura neofascista que eligió Mauricio Macri. Algunos de ellos ya tendieron puentes con Massa y le prometieron acompañarlo luego de que Patricia Bullrich quede descalificada. El problema para la candidata es que un dirigente que ya tomó la decisión de cambiar de jefatura empieza inmediatamente a trabajar para el nuevo, no espera a después de la elección. Mientras Macri prende fuego al PRO, porque si no es suyo prefiere que no sea de nadie, Bullrich lucha contra las llamas pero Massa es el que rescata a los sobrevivientes.
 
Un protagonista involuntario de esta etapa de la campaña es el papa Francisco. Mientras que la litúrgica procesión a Luján estuvo escoltada por pasacalles y carteles de impronta peronista con mensajes explícitos contra Milei, algo que el sumo pontífice no auspicia pero deja hacer, Bullrich presiona a su contacto con el Vaticano, el director de Scholas Ocurrentes, José María Del Corral, para que gestione un gesto de Bergoglio. Apurado, Del Corral confirmó en una nota la visita a la Argentina, que hoy está lejos de hacerse realidad. Esas señales no caen bien en la Santa Sede. Massa podría desplegar esta noche en el debate una bandera blanca para descongelar un vínculo que estuvo roto por décadas.
 

30-09-2023 / 10:09
Parece un reloj: la Cámara de Casación reabrió dos causas contra Cristina Fernández de Kirchner que habían sido cerradas por la falta de pruebas. No dijo que había pruebas, sino que la falta de ellas tenía que demostrarse en audiencias abiertas. Por otro lado, la jueza María Eugenia Capuchetti se apresuró a mandar a juicio oral la causa por el intento de asesinato de Cristina Kirchner, dejando a medio camino la investigación del financiamiento y los posibles instigadores.
 
En el primer caso, el interés principal es el escarnio público amplificado por los medios hegemónicos, como sucedió en la causa de Obras Públicas. En el segundo caso, se evitó poner en evidencia la relación de altos empresarios y dirigentes macristas con el grupo de marginales que intervino en el atentado.
 
La exhortación del tribunal oral a la jueza por la investigación que dejó incompleta y la declaración escrita de Brenda Uliarte, una de las detenidas, más la entrega, por parte del diputado Gerardo Milman, -después de meses de resistirse- de un celular que compró después del atentado, constituyen evidencia, por lo menos de ineptitud de la jueza o de su apuro para evitar esa vía de investigación.
 
La actividad de los acusados en las redes y sus cuentas fueron clausuradas por las empresas tras el atentado. La jueza pidió a las centrales de Nueva York el contenido de esas comunicaciones, pero no esperó la respuesta. El tribunal oral le preguntó ahora si le sigue interesando. Está demostrado que eran comunes en ese activismo las menciones al asesinato de Cristina Kirchner, a veces en broma, a veces como fantasía o como lo que deberían hacer.
 
En su declaración escrita Uliarte confesó que el autor material del intento de magnicidio, Fernando Sabag Montiel, le había dicho que hablaba siempre con "Carolina, la secretaria de un amigo". Carolina Gómez Mónaco es la secretaria de Milman, quien, según Uliarte, financiaba a grupos para que fueran a provocar frente al domicilio de Cristina Kirchner.
 
Y su conversación con Milman dos días antes del atentado, que fue escuchada en forma accidental por otro parroquiano del bar donde se encontraban, fue la que relacionó a Milman con el hecho criminal. A un comentario de su secretaria, el diputado respondió sonriente que "cuando la maten yo voy a estar camino a la Costa".
 
Todos los celulares de esa causa tuvieron problemas. El de Sabag Montiel fue manipulado y, sospechosamente, su contenido se borró por impericia de los que lo abrieron. Los celulares de las secretarias de Milman fueron borrados en una oficina de Patricia Bullrich antes de entregarlos. Milman se negó a entregar el suyo. Y ahora, tras meses de negarse, entregó un aparato cuyo modelo se empezó a vender después de la fecha del atentado.
 
Ivana Bohdziewicz, la otra secretaria de Milman denunció que fue intimidada cuando decidió declarar ante la Justicia y describió cómo habían borrado sus celulares en una oficina de Patricia Bullrich.
 
Tantas anomalías para impedir la investigación de las comunicaciones despiertan muchas sospechas y dejan algunas conjeturas. La primera es que si tanto importó destruir, ocultar o cambiar los celulares, es porque podían revelar contactos, todos relacionados con activistas, dirigentes y empresarios macristas.
 

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