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                  21:12  |  Jueves 25 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Nacionales - 25-09-2022 / 07:09
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

De la ONU al BRICS: en un escenario de crisis global, Alberto pasó el examen geopolítico

De la ONU al BRICS: en un escenario de crisis global, Alberto pasó el examen geopolítico
Se comenzó contra el Estado de Bienestar y los derechos sociales; luego, la creciente concentración de la riqueza en pocas manos privó a las mayorías de derechos económicos. Ahora finalmente apuntan contra la democracia. Esa es una de las preocupaciones que Alberto Fernández llevó a la Asamblea General de la ONU y que tuvo eco en sus pares, aunque por motivos diversos.
Se comenzó contra el Estado de Bienestar y los derechos sociales; luego, la creciente concentración de la riqueza en pocas manos privó a las mayorías de derechos económicos. Ahora finalmente apuntan contra la democracia. Esa es una de las preocupaciones que Alberto Fernández llevó a la Asamblea General de la ONU y que tuvo eco en sus pares, aunque por motivos diversos.
 
La Argentina sigue practicando con cierta pericia el difícil arte del no alineamiento activo. El canciller Santiago Cafiero tuvo en Nueva York su cuarto encuentro bilateral en el año con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, y llegó al mismo número de citas con su par de China, Wang Yi. El país pone sobre la mesa su poder blando en áreas como derechos humanos, agenda lgbti y no proliferación nuclear, además de su potencial en recursos estratégicos. Estar en la mesa para no ser parte del menú.
 
Esta semana se dio un paso enorme hacia la incorporación en el BRICS, con la publicación de un documento oficial de la cancillería china que le da la bienvenida a la Argentina. Beijing ocupa la presidencia pro témpore hasta fin de año y existen expectativas que, una vez que quede atrás el 16 de octubre, día que Xi Jinping será reelecto por segunda vez (algo que nadie había logrado desde Mao), se pueda completar rápidamente el trámite. Si lo consigue, el presidente Fernández habrá logrado coronar una política de Estado estratégica, que comenzó Néstor Kirchner y profundizó Cristina.
 
El no alineamiento, un vínculo filudo y mutuamente provechoso con las potencias, una política de alianzas inteligente y amplia y el despliegue de poder blando como lubricante en un sensible concierto de naciones son condiciones necesarias para proyectar la soberanía argentina en las próximas décadas, pero no las únicas, como se encargó de recordarnos esta semana la filtración de documentos militares chilenos donde la cordillera de los Andes y la Patagonia vuelven a aparecer como hipótesis de conflicto. Es un debate crucial que se debe la sociedad argentina. El clima para afrontarlo no podría ser peor.
 

 
Nueva York volvió a recibir a mandatarios de todo el mundo para la Asamblea General de la ONU, después de dos años virtuales por el Covid, pero la ciudad a la que viajó esta semana Alberto Fernández nunca volvió a la normalidad. A pesar de que la pandemia quedó atrás y las consecuencias económicas de la guerra llegan asordinadas, con menos potencia destructiva que a otras partes del planeta, la ciudad todavía exhibe las cicatrices de la crisis y algunas heridas a flor de piel que todavía no curaron, y que conviven con la vida aparentemente normal de miles de personas que tratan de actuar como si no notaran la diferencia.
 
La inflación es tema de conversación entre la gente. Se refleja, principalmente, en el precio de los alquileres, históricamente altísimos y ahora inalcanzables para muchos que decidieron mudarse a las afueras o a otro estado. Todos tienen un conocido que ya no vive cerca. Los inmensos y carísimos rascacielos quedaron enormes cuando los empleados empezaron a optar por trabajo remoto.  Iluminadas por las luces enceguecedoras de Times Square, adonde no llegó, todavía, el racionamiento de energía, las vidrieras empapeladas y los locales vacíos, varios por cuadra, se volvieron parte de un paisaje que se repite en todo el centro de Manhattan.
 
Eso tiene un costo fiscal enorme. El contralor del Estado de Nueva York, el demócrata Thomas Di Napoli, lo estimó en 10 mil millones de dólares, si la tendencia se sostiene hasta el año 2026. La ciudad todavía tiene 160 mil puestos de trabajo menos que antes de la pandemia. La caída en la recaudación afecta, necesariamente, los servicios públicos. El alcalde Eric Adams ordenó a todas las agencias metropolitanas que efectúen un recorte del 3 por ciento en términos nominales a sus presupuestos, lo que culminará con una mayor desocupación. El panorama es sombrío.
 
La ciudad está más sucia y el mantenimiento de algunos espacios públicos que siempre lucían impecables ahora es deficiente. El número de personas que vive en la calle, que siempre fue alto, se multiplicó en los últimos años. Según datos oficiales, al menos 50 mil personas duermen cada noche en refugios y pasan el día a la intemperie. Otros, no menos de 3500, permanecen las 24 horas en la vía pública, ya sea en la superficie o en las estaciones de la red de subterráneos, que no cierra durante la noche. 18 fallecieron durante este año por las condiciones climáticas.
 
Una breve recorrida alcanza para hacernos recordar, con humildad, que nadie salió ileso de este tramo del siglo XXI. Ni siquiera la metrópolis que aún ostenta el título de capital del mundo. Un mundo que cambia a un ritmo enloquecedor, en una espiral centrífuga que arrasa con los consensos sobre los que se construyó el ordenamiento occidental en las últimas décadas: se comenzó por el Estado de Bienestar y los derechos sociales; luego, la creciente concentración de la riqueza en pocas manos privó a las mayorías de derechos económicos. Ahora finalmente apuntan contra la democracia.
 
Esa es una de las preocupaciones que Alberto Fernández llevó a la Asamblea General de la ONU y que tuvo eco en sus pares, aunque por motivos diversos. En Estados Unidos, porque ven la mano de Vladimir Putin detrás de esas derivas autoritarias que surgen en distintas partes del mundo, incluyendo a Estados Unidos. En Europa porque temen que las penurias que asoman en el horizonte, un invierno de guerra y escasez, lleven a países que hasta hace meses eran ejemplos de institucionalidad barranca abajo por esa cuesta. Un mundo más peligroso para todos; en especial para los que tienen cosas que perder.
 
Uno que tenía mucho para perder era Mauricio Claver-Carone, un viejo conocido de los argentinos que en pocos años trazó el arco completo: ascenso súbito, caída abrupta. Ayer, la Argentina emitió su voto para desplazarlo de la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo. Su suerte estaba sellada desde el martes, cuando se conoció el informe de un comité independiente de ética que resultaba lapidario al evaluar su relación con una empleada, explícitamente prohibida en los reglamentos. Ese día algunos reportes ya indicaban que la representación de Estados Unidos en el directorio votaría por su remoción; clausurando su mandato.
 
Claver-Carone, nacido en Florida, descendiente de cubanos, exasesor de primera línea de Donald Trump, fue el ideólogo del préstamo récord del Fondo Monetario Internacional al gobierno de Mauricio Macri, con el objetivo de evitar el retorno del peronismo al gobierno, según él mismo confesó en una reunión con banqueros chilenos que quedó grabada. El día de la asunción de Fernández protagonizó un patético paso de comedia cuando abandonó teatralmente el Congreso de la Nación durante la ceremonia a causa de la presencia de un funcionario del gobierno venezolano.
 
Meses más tarde se candidateó para presidir el BID, a pesar de que una regla no escrita le reservó siempre ese asiento a alguien de América Latina. El gobierno argentino postuló, en cambio, a Gustavo Béliz, en una aventura de considerable dificultad que terminó naufragando a último momento. Es difícil decir hasta qué punto la hostilidad de Claver-Carone a la Argentina en los últimos dos años era a causa de este desafío; eso no excusa a Béliz, cuya labor al frente de la secretaría de Asuntos Estratégicos todavía resulta inexplicable, con el diario del lunes.
 
Durante meses pisó un desembolso de 800 millones de dólares para la Argentina que ya había sido aprobado por el directorio. Era en los momentos de reservas vacías y corrida cambiaria. El presidente del BID e ideólogo del préstamo por 56 mil millones a Macri se excusó en julio de este año a través de una columna de opinión del Wall Street Journal donde decía que detenía los desembolsos por la "falta de transparencia e integridad" del gobierno del Frente de Todos. El mismo texto luego mencionaba el episodio del avión venezolano retenido en Ezeiza como motivo de preocupación.
 
La llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía pareció que iba a destrabar el asunto. En su visita a Estados Unidos, Claver-Carone lo recibió como "un amigo" y no sólo prometió destrabar los créditos que esperaban desde hace meses su firma sino que prometió aportar 1200 millones de dólares adicionales para fortalecer las reservas. No era un súbito arrepentimiento o un ataque de confianza a partir del recambio de equipo o por las dotes diplomáticas de Massa. Sabiendo que enfrentaría la sentencia del directorio, el halcón salió desesperado en busca de aliados. La plata, de todas formas, nunca se giró.
 
La ejecución sumaria del desplazamiento de Claver-Carone se articuló con cabecera en Washington, donde la conducción demócrata del Departamento de Estado encontró la forma de deshacerse de un problema incómodo en una jugada que alineó rápidamente a Brasilia, México, Buenos Aires y Bogotá. Un eje interesante compuesto en todos sus eslabones por gobiernos, de izquierda, de centro y de derecha, no alineados en su política exterior con Estados Unidos, que pudieron dejar de lado las diferencias para hacer una jugada que resulta beneficiosa a todas las partes.
 
Mientras el final de la carrera de Claver-Carone en el BID se precipitaba, el director de otro organismo de crédito internacional, el norteamericano David Malpass, presidente del Banco Mundial, también recibió varios pedidos de renuncia a partir de que declinó a contestar una pregunta sobre su convicción respecto al cambio climático. Hace algunos meses, la titular del FMI, Krystalina Georgieva, pasó momentos de incertidumbre, acusada de haber favorecido a China en la confección de algunos informes. Son tiempos difíciles para cargos que históricamente gozaban de estabilidad.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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25-04-2024 / 09:04
El guarango presidente de la Nación, Javier "el Loco"  Milei, brindó un verdadero stand up en la cena anual de la ultra liberal Fundación Libertad, en la que por momentos provocó vergüenza ajena, inclusive entre los comensales que no podían creer lo que estaban escuchando. Milei se reencontró con Mauricio Macri, celebró su ajuste neoliberal feroz, hizo chistes groseros y bizarros (todos malos) y se burló de economistas y sectores opositores.

"¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a crecer como pedo de buzo", afirmó insólitamente Milei y se llevó los aplausos de los trolls rentados libertarios que estaban en la sala. Luego Milei apuntó contra Carlos Melconian
, de quien se burló con una imitación de su voz porque es crítico de su gestión: "se equivocó feo". "Qué quieren que les diga si había uno que decía no podés dolarizar si no hay fideos, no hay tuco... Es más fácil tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error", aseveró Milei. Claro, la frase y el tono de Milei cayó mal en la gente y eso le molestó al Presidente: "Si los que están murmurando se comieron el verso, lo siento. Im So Sorry, la vida es así", completó.


El stand up de Milei fue insoportable. No cabe otra definición. Ya seguirlo por YouTube resultaba tortuoso. Imposible imaginar tener que verlo en vivo. Fue por eso que los medios afines al Gobierno anarco capitalista rápidamente lo sacaron del aire. Cuando no habían pasado ni 20 minutos del inicio, tanto TN como LN+ continuaron con su programación habitual. Las arengas libertarias de "el Loco" parece que van perdiendo rating.

Milei habló de su propio ajuste. Lo celebró repitiendo las mismas falacias e invenciones que viene diciendo desde el 10 de diciembre e incluso desde antes. En ese auto-elogio delirante, comparó a Luis Caputo y Patricia Bullrich con Lionel Messi, haciendo rechinar los oídos de más de uno. Milei ya camina sobre terreno resbaladizo. La prepotencia y los chistes malos tienen su lado "delarrúesco".
 
El discurso de este miércoles pareció hecho dentro de una burbuja de gas. Un discurso de casta, ajeno a la dura realidad que sufren las mayorías populares con el áspero golpe que ya representan los nuevos tarifazos. A una pobreza que se extiende de la mano de la recesión, por más que el presidente celebre el relativo enlentecimiento de la inflación.
 
En la cena de la Fundación Libertad, Milei eligió hablar de miles de cosas para no hablar de lo evidente: el enorme golpe político a su Gobierno que significó la masiva marcha universitaria. El presidente apenas musitó la frase "causa noble" para aludir elípticamente al reclamo que este martes llevó a un millón de personas a las calles de todo el país. Un golpe político que cambió de discurso, pasando de la prepotencia al lamento.
 
Este miércoles Milei habló como si viviera en una nube de gas. Esa arrogancia se vio muchas veces en la política argentina. Gobiernos civiles y regímenes militares completamente disociados de los intereses y deseos de las mayorías populares. El resultado, fue, muchísimas veces, la rebelión popular. La lucha en las calles. La emergencia de la clase trabajadora, la juventud y el pueblo pobre como actores combativos de un cambio profundo de la sociedad. La arrogancia de Milei pavimenta el camino en esa dirección.
 
La Opinión Popular

24-04-2024 / 10:04
La Marcha Federal Universitaria reunió a un millón de personas en todo el país. Fue en defensa de la universidad pública y desbordó las calles y avenidas porteñas transformándose en un hito de rechazo al irracional ajuste anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. Encabezados por docentes y estudiantes, cerca de un millón de personas en todo el país hizo naufragar el operativo represivo con el que amenazó la macrista Patricia Bullrich, que se quedó con las ganas de reprimir.
 
La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno libertariano de Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor.
 
El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como "héroes" que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.
 
El gobierno despreció esta marcha porque -dijeron- la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. "Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios", dijeron por la televisión. Y Bullrich la calificó de "rara". Defender la universidad gratuita que el gobierno quiere cerrar es "raro". Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.
 
Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.
 
La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza, Paraná y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.
 
Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. El Loco Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.
 
La Opinión Popular
 

23-04-2024 / 10:04
Finalmente, habrá que tomárselo en serio. El presidente Javier Milei es un loco. Por lo general, estas personas tienen una relación de literalidad con las palabras. No es broma cuando dice que quiere destruir el Estado. Ese es su objetivo y, a menos que el pueblo se lo impida, lo concretará con el ahogo económico más una campaña de desprestigio. El inaudito ataque a la educación y la universidad públicas intentan tapar el desastre económico. Hoy 23 de abril, Milei conocerá el juicio que las medidas de su gobierno están concitando en amplias franjas sociales, políticas, intelectuales y culturales. La mejor encuesta.
 
Milei, como es sabido, tuvo una carrera académica mediocre, incompleta y de irregular desempeño en entidades privadas, cuyos "logros" son hasta el momento desconocidos. Con su religión privatista y ultra individualista, odia a la universidad pública. Su saña contra las universidades públicas comenzó apenas asumió la presidencia, cuando repitió el presupuesto de 2023 para las casas de estudios. La Universidad pública está siendo amenazada por un grupo fanático, dotado de un liberalismo ultramontano, que ocupa circunstancialmente la Casa Rosada, ese reino actual de la improvisación, la insensatez y los intereses espurios vinculados a las clases más ricas de la sociedad.
 
Con una inflación anual cercana al 300%, el congelamiento del presupuesto significa una reducción del 72%, como lo afirma el último informe del Centro de investigación de la Economía Nacional (CIEN), instituto que monitorea los presupuestos universitarios. En lo que va del año, los docentes ya perdieron un 50% de sus ingresos, a lo que se agrega el desmantelamiento del Conicet y la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
 
A esa política de ahogo económico, se le suma la campaña de desprestigio. Con la letanía del "adoctrinamiento", Milei pretende deslegitimar una de las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, con tres universidades (las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata) en el podio de las 100 mejores universidades del mundo. Con esa insolencia típica de la ignorancia, impugna el supuesto "adoctrinamiento" socialista que aquejaría a estas últimas. Desde la nefasta dictadura cívico-militar genocida no se escuchaban semejantes idioteces y necedades.

Siendo un faro científico-cultural en toda la región, las universidades nacionales tienen su propio sistema de gobierno basado en la autonomía, la autarquía y el cogobierno, base del trípode de enseñanza, investigación y extensión que les legara la Reforma Universitaria de 1918. Por supuesto, un sistema que está muy lejos de imponer las verdades reveladas que inspiran al Presidente, una megalomanía que rinde culto a los próceres de la "neorreacción global" como Murray Rothbard y Von Mises, cuyo único objetivo es destruir el Estado.

Desde hace años, quienes defendemos las universidades públicas las defendemos en las aulas, en los laboratorios, en los claustros... Hoy nos toca defenderlas en la calle. Marchemos este martes 23 de abril todos por las universidades públicas. Habrá movilizaciones en todo el país protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que defienden la educación pública. Y también contra la nueva Ley Ómnibus, la reforma laboral y el plan hambreador de saqueo y ajuste de la ultra derechista La Libertad Avanza
, que nos quieren pobres e ignorantes para manipularnos mejor.


La Opinión Popular

22-04-2024 / 10:04
Hace diez días se conoció el ranking universitario mundial QS 2024: entre las mejores 150 carreras del planeta, hay 28 de universidades argentinas. El jueves apareció otra lista, de la consultora británica Quacquarelli: la UBA quedó entre las 100 mejores universidades del mundo. Esa misma institución reconocida a nivel internacional, con más de 320 mil alumnos, hoy batalla junto a las 69 universidades e institutos universitarios del país por sobrevivir.
 
En esa lucha in crescendo contra la asfixia presupuestaria del gobierno de Javier "el Loco" Milei, el martes será un punto de inflexión. La Marcha Federal del 23 se convertirá en la primera movilización transversal contra el ajuste de la administración neoliberal libertaria que alcanza a todo: jubilados, pacientes oncológicos, comedores, científicos. Y universitarios. La movilización, de tintes históricos, será en todo el país, pero el epicentro estará en CABA. Bajo el lema "En defensa de la educación pública".
 
La asistencia está lejos de ser puramente universitaria: además de estudiantes, docentes y graduados, prometieron estar las centrales obreras (desde la CGT a las CTA), organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y partidos políticos. Dirigentes como Sergio Massa y Axel Kicillof confirmaron que marcharán. No solo el presente está en juego: si algo representa la educación, es el futuro y el desarrollo de un país.
 
La Marcha Federal convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores del país, "será inédita por esta unidad impensada 15 años atrás", declaró el titular del CIN, Victor Moriñigo. Y acotó: "Mientras eligen a universidades argentinas en el mundo, acá no financian la educación. Es muy raro. Todo el mundo nos pregunta por esto".

La posición del Ejecutivo fue de intransigencia. Un delirante Milei hablando de dar la "batalla cultural" contra el "adoctrinamiento" de las universidades públicas, y el ejército troll atacando al sector. El designado subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, lejos de buscar conciliación apoya la teoría ideológica del "adoctrinamiento". Álvarez dedicó las últimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. "Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos
, está desesperado", relató uno de ellos.


Mientras Álvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que insultan a la universidad pública. Milei pretende un país mucho más dependiente del capital extranjero, de EEUU y sus aliados: Gran Bretaña e Israel, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y la ignorancia. Para eso necesita un modelo de educación pública donde cada vez sean menos los que puedan acceder y donde la educación universitaria se piense al servicio de los negocios de los grandes empresarios.

El ajuste universitario puede ser un punto de inflexión para el gobierno: una encuesta de esta semana de la consultora Zuban Córdoba señala que un 89,4% aseguró está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la educación pública "es un derecho que debe ser defendido". Y un 58,5% se mostró en contra de congelar el presupuesto de las universidades. Una Argentina que gira entre la crueldad libertaria y una crisis social al borde de estallar.

La Opinión Popular

21-04-2024 / 09:04
Claramente Javier "el Loco" Milei todavía no termina de comprender que es Presidente de la Nación y que cada palabra que dice tiene repercusiones. En el mediodía de este viernes expuso en el exclusivo encuentro de empresarios que se desarrolló en el Hotel Llao Llao, ubicado cerca de la ciudad de Bariloche. Con un discurso en contra de la política de la institución a la que pertenece por ser el jefe de Estado y a favor de sus amigos, los grandes empresarios, donde los instó a delinquir. Por eso es que despotricó contra la política y las medidas que se aplican para cuidar el bolsillo de los ciudadanos.

Pero lo más grave es que el mandatario aseguró que "el que fuga es un héroe" que logró escaparse de las garras del Estado. Claramente la fuga es un delito que el Presidente no debería instar a los grandes empresarios a hacerlo. Y ya que estaba también recomendó comprar dólares en el mercado negro. Ni siquiera tiene en cuenta que esto de fugar y no invertir desfinancia y empobrece al país. ¿Está chapita?

Su discurso fue el de un gerente que se dirige a sus patrones para proponerles nuevas ofertas para conseguir ganancias. Durante una hora, Milei despotricó contra el Estado y defendió el rol de la inversión privada como único motor de la economía. Fue un discurso para el gran capital, que aplaudió ante las oportunidades que se le ofrecían desde el escenario.

Milei llegó a justificar la compra de dólares ilegales para no pagar impuestos al tiempo que rechazaba toda regulación de los mercados, sean financieros o de bienes y servicios. En ese contexto, el presidente alentó al delito de fuga de divisas: "El que fuga es un héroe, que logró escaparse de las garras del Estado", deliró. Pero después manda al Congreso la restitución de Ganancias sobre el salario de los trabajadores para conseguir recursos.
 
A diferencia de su exposición en la apertura de sesiones del Congreso, el 1° de marzo pasado, esta vez Milei no leyó, con lo que su alocución quedó librada a la libre asociación de ideas que suele llevar a cabo, camino en el que se mezclan sus diatribas contra el Estado y contra los que enfrentan sus ideas e incluye metáforas escabrosas y cifras imposibles de chequear.

Fue una pijamada de adoctrinamiento anarco capitalista y una marcada de cancha del rumbo neoliberal del país. Aunque parezca divergente para gente que maneja empresas y tiene responsabilidad sobre una parte de la economía, la puesta en escena parecía propia de una estudiantina, con un orador insultando como un adolescente y un grupo de hombres entrados en edad aplaudiendo.

La polémica afirmación de Milei es un alerta sobre lavado, por las características del blanqueo de capitales que el Gobierno incluyó en el paquete fiscal que empezó a debatirse en el Congreso esta semana, porque es permeable al ingreso de capitales ilícitos de alto perfil.

El Registro de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) es una puerta de acceso camuflada, con graves visos de legalidad, para que capitales provenientes del tráfico de estupefacientes, armas y personas entre otros, ingresen al circuito económico y financiero de la República Argentina sin exigencias reales de licitud de origen y trazabilidad
, convirtiéndonos en un Narcoestado.


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