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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 17-09-2022 / 09:09
FUE UN ATAQUE CONTRA LA CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA Y LA PAZ

No repudiar el atentado a Cristina significa consentir una tragedia que afecta al país

No repudiar el atentado a Cristina significa consentir una tragedia que afecta al país
La pistola a centímetros de la cabeza de Cristina Kirchner impactó en todos los argentinos sin importar sus ideologías. Fue un ataque contra la convivencia democrática y en paz. No repudiarlo significó consentir una tragedia que afecta a todo el país.
Cuando Cristina dijo que lo más grave fue que con el atentado se rompió el pacto de convivencia democrática, se podía colegir también que, al no repudiar el ataque, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, o cualquier otro político, convalidaba que todos los políticos afrontaran a partir de allí el peligro de perder sus vidas.
 
El no repudio convalida un país con ejércitos de guardaespaldas donde, en vez de dirimir sus diferencias, los partidos políticos se agredan con campañas de difamación y persecución judicial. No repudiar es convalidar un país de odio, con discursos de odio y grupos de odio como los que pululan alrededor del macrismo, alentados por los mensajes violentos de los medios porteños.
 
"Lo más grave no es lo que me pudo haber pasado a mí -fueron sus palabras exactas-. Lo más grave fue haber roto un acuerdo social que había desde 1983. La recuperación de la democracia no fue solamente que podamos volver a votar y elegir autoridades, fue recuperar la vida y la racionalidad de que podamos discutir en política, peronistas, alfonsinistas, peronistas renovadores, peronistas tradicionales."
 
No está mencionada la jefa del PRO, pero no hace falta. Haberse negado a repudiar el atentado, como fue su caso significó un acto de irresponsabilidad que descalificaría a cualquiera que quiera aspirar a conducir el país. Seguramente hubo un cálculo político sobre la capitalización que podría hacer el Frente de Todo. Y aunque fuera así el deber moral de un dirigente político en democracia era repudiarlo y después hacer los cálculos.
 
Y lo mismo vale para los que se pusieron a pavear con especulaciones semánticas y tecnicistas sobre si era un atentado político o un acto delictivo común, como hizo el diputado radical Martín Tetaz, respaldado por el inefable Mauricio Macri. Es difícil que con una pistola apuntando a su cabeza alguien se ponga a filosofar sobre la cuadratura del atentado como propone Tetaz.
 
Es una vicepresidenta, la atacan por su condición política, y los agresores son opositores a esas políticas. Es un atentado político y los primeros que tienen que salir a repudiarlo son los opositores y no ponerse a discutir pavadas. Si es que tienen alguna calidad democrática.
 

 
EL VERDADERO ALCANCE DEL ATENTADO CONTRA CRISTINA KIRCHNER
 
Argentinos bajo ataque
 
La pistola a centímetros de la cabeza de Cristina Kirchner impactó en todos los argentinos sin importar sus ideologías. Fue un ataque contra la convivencia democrática y la paz. No repudiarlo significó consentir una tragedia que afecta a todo el país.
 
Se trata de la persona concreta que fue víctima de un atentado por sus posiciones políticas. Hubo un ser humano que fue víctima de un ataque. El repudio al atentado es también por ella, pero ella fue muy clara al afirmar que aún más grave es que se trata de todos los argentinos. Porque lo que rompieron los atacantes fue la posibilidad de convivencia entre todos los argentinos en paz y en democracia. El ataque fue a todos los argentinos. Todos los argentinos sufrimos las consecuencias del atentado que hubieran sido mucho peores si la pistola se hubiera disparado.
 
Esa es la parte que no entendieron Bullrich ni Tetaz. Es imposible que alguien que se dedica a la política no pueda entender la resonancia que tienen sus decisiones en momentos críticos del país. Aparte de la enorme mezquindad que es poner por delante la especulación y el cálculo, la decisión de no repudiar el atentado o ponerse a discutir el sexo de los ángeles -como hizo Tetaz- demuestra poca calidad democrática, pero fundamentalmente ignorancia. Un político no puede ignorar las derivaciones desastrosas que tiene un atentado de este tipo contra Cristina Kirchner, para ellos mismos, para sus votantes y para todo el país.
  
Quedarse pensando que repudiar un atentado contra Cristina Kirchner no le caería bien a la gente que los vota es reconocer parte de responsabilidad en ese atentado porque esa gente navega sobre el mensaje que recibe de ellos y por eso los vota.
 
 
El archipiélago ultraderechista
 
El discurso agresivo y retrógrado de Donald Trump y el Tea Party en Estados Unidos convocó a su alrededor a grupos de fanáticos ultraderechistas y a mucha gente con problemas siquiátricos como los Proud Boys, los Neoconfederados, los QAnor, los Boogalloo, los Tree Percenters, los Oath Keepers y otras excrecencias de una sociedad de por sí infectada por supremacistas blancos, antisemitas, armamentistas y otros extremismos violentos.
 
En Argentina son Revolución FederalNación de DespojadosEquipo Republicano, Jóvenes Republicanos, el Centro Cultural Kyle Rittenhouse y hasta el Escuadrón Espartano. Seguramente hay más. Son ultraliberales en economía, antiderechos y antifeministas, anticomunistas y más de uno también antisemita. Pero los hay también pronazis que confluyen con los otros en el odio al movimiento de derechos humanos, al peronismo y al kirchnerismo, encarnado en la expresidenta.
 
El atentado contra Cristina Kirchner puso al descubierto la proliferación de grupos o grupúsculos de cuarenta o cincuenta personas que se foguearon y armaron en las marchas antivacuna y anticuarentena así como en los cacerolazos antikirchneristas que fomentó y convocó el macrismo y en los que participaron varios de sus dirigentes, entre ellos, la misma Patricia Bullrich.
 
La Libertad Avanza, el partido de Javier Milei, también interviene con mucha influencia en esa cultura bizarra que empuja el retorno de la violencia. Algunos de los dirigentes de estos grupúsculos han declarado que coinciden con Milei, pero que no lo consideran un dirigente serio.
 
Aunque ahora quieran restarle importancia al atentado y tomar distancia de estos grupos, lo real es que en los actos y cacerolazos eran justamente estos militantes ultraderechistas los que les daban contenido con sus acciones violentas y sus carteleras criminales.
 
Hubo siempre interacción y hasta correspondencia entre estos grupúsculos de acción y muchos de los que participaban en estas manifestaciones. Las declaraciones de los manifestantes, muchos de ellos gente mayor y acomodada, viejos simpatizantes de la dictadura, coincidían en las consignas y hasta festejaban las ocurrencias de las horcas, las bolsas mortuorias y la guillotina.
 
 
La fuerza de choque gorila
 
Algunos de los miembros de estos grupos son marginales que frecuentaban la casa de Ximena de Tezanos Pintos, la vecina del piso de arriba de la vicepresidenta. Esa simbiosis representada en las reuniones de ese piso en Recoleta ilustra la relación entre una forma de pensar violenta, discriminatoria y gorila y los grupos de acción que se convierten en la fuerza de choque de esa ideología que en un plano micro contribuye a generar un clima que proyecta una sensación de masividad.
 
Los macristas y los opinadores de los medios hegemónicos consideraban a los escraches violentos como acciones populares espontáneas cuando eran acciones planificadas por grupúsculos. Los contactos y vinculaciones, los cruces de teléfonos y las fotografías del grupo que se investiga por el atentado a Cristina Kirchner muestran sus simpatías por el macrismo. Milei aparece como una referencia menos importante.
 
Cristina Kirchner se ha convertido en el blanco de esa sociedad de la cólera, como la bautizó Mario Goloboff. La matriz de esos grupos es el discurso de odio que difunden los medios hegemónicos y que institucionalizó Juntos por el Cambio como estrategia para combatir al movimiento popular.
 
Con este atentado, la democracia argentina está en una nueva encrucijada. O se deja el discurso de odio, el periodismo de guerra y la persecución judicial y se avanza en democracia; o se retrocede al resurgimiento de la violencia política. Como dijo el Papa Francisco con relación al atentado: la violencia de las palabras antecede a la violencia de los actos.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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15-07-2025 / 08:07
Una vez más, el sistema judicial yanqui avanza como ariete de los fondos buitre contra la soberanía de nuestro país. La jueza Loretta Preska, que es incapaz de distinguir entre países y empresas, rechazó este lunes el pedido del gobierno de Javier Milei para frenar la ejecución de una sentencia que ordena la entrega del 51 por ciento de las acciones de YPF a los especuladores.
 
El fallo responde a una demanda impulsada por los fondos buitre: Burford Capital y Eton Park, quienes no son en realidad los "damnificados" por la expropiación de la petrolera estatal en 2012, sino capitales especulativos que "compraron" el derecho a litigar de los dueños originales. El cipayo Milei les dio la razón a los buitres.
 
La sentencia de Preska, quien durante todo el proceso ha mostrado sus vínculos con los buitres sin tapujo y que no ha tenido la menor consideración sobre el derecho de soberanía argentino, representa un ataque directo a la independencia política, jurídica y económica de nuestro país. Aunque el Gobierno de Milei ya presentó una apelación ante la Cámara del Segundo Circuito y se prepara para llegar, si es necesario, a la Corte Suprema de Estados Unidos, Preska dejó en claro que la presión económica no dará tregua.
 
Su decisión de no suspender el fallo permite avanzar con medidas que, en los hechos, significarían un vaciamiento del control estatal sobre la principal empresa energética del país. Todo esto, en nombre de una exorbitante "compensación" de más de 16 mil millones de dólares por una decisión soberana tomada por el Congreso argentino en 2012 con amplio respaldo legislativo.
 
La defensa argentina argumentó que se trata de un caso excepcional, sin antecedentes jurídicos claros, donde incluso el propio gobierno de Estados Unidos expresó reparos a la interpretación del tribunal. El temor en Washington no es menor: que una jurisprudencia tan agresiva siente un precedente peligroso, que habilite a otros países a embargar activos yanquis en futuros litigios. El fallo de Preska podría volverse un búmeran para el propio imperio que lo impulsa.
 
Además, los representantes legales de la Argentina advirtieron que ejecutar la sentencia implicaría violar la legislación nacional, ya que, según la ley de expropiación aprobada en 2012, las acciones de YPF no pueden transferirse sin una ley del Congreso votada por dos tercios. Preska estaría ordenando al Estado argentino a quebrantar su propio marco legal para cumplir con una orden foránea. Es una intromisión inadmisible en los asuntos internos de un país soberano.
 
A todo esto, se suma el hecho de que los demandantes no demostrarían un perjuicio inmediato si se posterga la ejecución, mientras que la afectación al interés público argentino sería mayúscula: pérdida de control estratégico sobre recursos energéticos, impacto en provincias accionistas y en bonistas internacionales, y la posibilidad de activar cláusulas contractuales perjudiciales para YPF.
 
Es evidente que la sentencia de Preska, lejos de hacer justicia, profundiza una lógica de subordinación colonial a los intereses del capital financiero internacional. En juego no está solo la propiedad de una empresa. Está la soberanía energética, el respeto a las decisiones democráticas y la dignidad de un país frente a tribunales que actúan como garantes del saqueo imperialista.
 
La Opinión Popular
 

14-07-2025 / 08:07
El presidente Javier "el Loco" Milei está preso de que un proyecto sin sustentos y eso quedó más que claro durante la semana que pasó. El entusiasmo mileísta, de a poco, abre paso a la resignación. Ahora resta saber si ese vacío de entusiasmo podrá ser llenado por un nuevo Nosotros.
 
No tiene mayor sentido detenerse en los aspectos técnicos, o de cálculos transeros, acerca de lo sucedido en el Congreso. Sí lo tiene comprender que la presunta aplanadora de las Fuerzas del Cielo comenzó a encontrar algunos límites.
 
Podrá acontecer que algunos favores presidenciales, a algunas provincias y aliados solícitos, alleguen votos para sostener vetos. Podrá ocurrir que nunca faltará un Kueider por acá, un símil por allá, dispuestos al qué pretende usted de mí. Podrán ofertar todas las Banelco de época que se quieran.
 
Pero ya no habría retorno, nodal, de que al Gobierno empezaron a entrarle las balas (propias). A uno no le gusta esa figura, y sobre todo cuando las guerrillas digitales del neofascismo convocan a la violencia. Se acepta por razones de imagen expresiva.
 
Es impactante la sucesión de errores y horrores ejecutivos que cometieron los adolescentes de Casa Rosada, tal vez porque se acumularon en una misma semana.
 
Puede admitirse, cómo no, que el capital de Javier Milei es permanecer como un intransigente disruptivo a toda costa. Pero de ahí a carecer de todo rasgo de inteligencia política, siquiera para tener fusibles que lo amparen, hay mucha distancia.
 
Podría mantener al personaje y dejar que por abajo negocien lo que fuere, a fines de salvar las papas en instancias determinadas. Por ejemplo, para haber evitado una derrota parlamentaria que se transformó -él transformó- en crisis de alcances inciertos.
 
Hubiera bastado con que no se sometiera al papelón de refugiarse en la niebla, para justificar su ausencia en Tucumán. Juntaba dos, tres, cuatro gobernadores, con algún caramelito de liberar fondos básicos, y prácticamente listo.
 
Pero Milei no sabe. No quiere. No entiende nada, porque siente que le sobra con que todo es cuestión de ganar en las redes, de que su hermana se cargue a quien viniere y de que un coro de bufones corporativos lo aplauda sin percibir que da vergüenza ajena.
 
Sin embargo, eso podría llevar a la conclusión de que el Presidente está preso de sí mismo. No. Eso es una mirada psicologista, que antes de válida es insuficiente. Está preso de que lo que encarna no tiene ni pies ni cabeza como proyecto sustentable. Y como incumbe a la Argentina, con su cultura bimonetaria, le saltó la ficha desde las perspectivas con el dólar.
 
El domingo pasado, bajo la pregunta de si se puede sostener el modelo cambiario, Hernán Letcher describe el panorama de los próximos meses con precisión quirúrgica. Comienza por la canchereada de Caputo Toto ("Si creés que está barato, agarrá los pesos y comprá dólares, campeón"). Fue apenas unos días antes de que el mismo Toto, con imagen desvencijada, apareciera de urgencia en uno de los programas de la televisión oficial.
 

13-07-2025 / 11:07
El presidente Javier "el Loco" Milei avanza contra el Congreso nacional y la democracia misma, opera para vaciar las instituciones y amenaza con cerrar el Legislativo si no logra imponer su voluntad; lejos de moderarse, su estrategia es profundizar la confrontación y tensar el sistema hasta forzar una ruptura o afianzarse en el poder absoluto.
 
Nadie podrá decir que no estaba prevenido. Milei avisó en campaña que las convicciones democráticas no eran parte de su repertorio. Una burda lectura del teorema de la imposibilidad de Arrow era la excusa en la que se refugiaba para no decir, con todas las letras, que su anarcocapitalismo ideal requiere de otras formas de gobierno, menos sensibles a las necesidades de las mayorías.
 
Para el presidente, el Poder Legislativo es un objetivo estratégico desde el primer día. Pero no a partir de la búsqueda de construcción de consensos para consolidar sus decisiones ejecutivas sino como un obstáculo a su poder que debía ser corrido o anulado. Esa escalada recrudeció este jueves, luego de sufrir una histórica paliza en el Senado, pero no es nueva, ni es casual, ni está fuera de libreto.
 
El 10 de diciembre de 2023 Milei asumió su cargo de espaldas al Congreso, rompiendo la tradición centenaria de inaugurar el mandato con una asamblea legislativa. Todavía era el presidente que venía a prender fuego el Banco Central y terminar con la casta. Hoy la imagen es muy distinta: el Central mantiene el dólar planchado y la casta finge demencia y se enriquece en medio de la destrucción.
 
Días más tarde anunciaba el DNU 70/23, con el que se adjudicó facultades legislativas en un espectro muy amplio, usurpando, de facto, el rol del Congreso. La ley de Bases, en tanto, con cientos de artículos, se trató en despachos exprés de sólo cuatro comisiones y, en el recinto, se votó por bloques para evitar que se cayeran los aspectos más escandalosos de la letra chica.
 
Durante el tratamiento de esa ley, que duró varios meses, Milei trató de ratas y de corruptos a los diputados y senadores mientras era el oficialismo el que cambiaba el sentido de algunos votos clave a partir de mecanismos nunca aclarados. Uno de ellos, el senador Eduardo Kueider, está detenido en Paraguay desde el año pasado. Lo encontraron tratando de cruzar la frontera con 200 mil dólares.
 
Cuando los aprietes y la corrupción no alcanzaban para frenar iniciativas contrarias a los intereses del gobierno, el presidente recurrió al veto. Para sostenerlo necesita un tercio de los votos en una de los dos cámaras. En el Senado siempre estuvo lejos. En la cámara baja pudo reunir 87 "héroes", con aliados radicales, del PRO y de algunas provincias, que le permitieron imponerse. Lo celebraron con un gran asado.
 
Esa pólvora está mojada. En la Casa Rosada admiten que no pueden garantizar el tercio que blinda las decisiones de Milei. Por eso recurren a otro recurso: bloquear el funcionamiento del Congreso, incluso mediante la violencia. Clausuran las comisiones para evitar dictámenes en proyectos que no quieren tratar e intentan levantar las sesiones por escándalo (esto es literal) para ahorrarse derrotas. Era una táctica con patas cortas. 
 

12-07-2025 / 09:07
Desde el "no fui por la neblina" de Javier "el Loco" Milei, hasta el hurto de fusibles del tablero del Senado, más tuiteros rentados, empleados por el gobierno, pidiendo que "saquen los tanques a la calle" y que "dinamiten el Congreso", todo fue mugriento y tosco. Fantino y JP Morgan empezaron la escalada que aisló al gobierno en sus limitaciones y vilezas destinadas a ahogar a las provincias, saquear a los jubilados y abandonar a enfermos, discapacitados y a víctimas de la tragedia de Bahía Blanca.
 
El desquiciado Milei decidió no concurrir al acto central por el 9 de Julio en Tucumán cuando se enteró que no irían los gobernadores. Pero como no podía confesarlo, dijo que no iba por la neblina. Hizo un día espectacular y para que se notara más, la vicepresidenta se tomó un avión y llegó con pleno sol.
 
Victoria Villarruel puso en evidencia a Milei -quien la considera una "traidora"- y puso en un aprieto al ubicuo gobernador tucumano, Osvaldo Jaldo, interesado en reclamar lo que incumplió el gobierno nacional, pero poco dispuesto a intervenir en la interna entre el presidente y su vice.
 
Lejos quedó la imagen de la doble fila de gobernadores serviciales que recibió a Milei en la Casa Histórica de Tucumán el año pasado. Le votaron poderes especiales, una inconstitucional ley bases y el RIGI que entrega riquezas. A cambio recibieron promesas de financiamientos e inversiones que nunca llegaron.
 
La rebelión de los gobernadores un año después de aquel acto de sumisión demostró la explosión de la crisis en sus provincias con descalabros en las economías regionales, en las rutas, la educación o la seguridad. Pero también fue un indicio de que las expectativas de la sociedad en el gobierno se redujeron con respecto al 2024.
 
Tras ganar las elecciones, las expectativas de la sociedad en el gobierno de Milei crecieron más que los votos con los que había ganado. Los gobernadores miden esos climas y por eso se sumaron al circo del año pasado. Ahora le dijeron que sin ellos no puede ganar porque esas ilusiones están a la baja.
 
Pero, horror, los gobernadores radicales y del PRO iban a coincidir con sus colegas del kirchnerismo, que resistieron desde el primer día el saqueo a los jubilados y la crueldad de desfinanciar el sistema de atención a la discapacidad o abandonar a las víctimas de tragedias como la de Bahía Blanca.
 
El acuerdo era dar quórum para iniciar la sesión. Los senadores kirchneristas informaron que además de la devolución de los ATN y de lo que les corresponde del impuesto a las naftas, iban a plantear el aumento a los jubilados, la declaración de emergencia en discapacidad y el rechazo del veto presidencial a la asistencia de las víctimas en Bahía Blanca. La noche previa, los gobernadores radicales y los del PRO dijeron que solamente aprobarían la devolución de los fondos a las provincias.
 
Como los puntos que le interesaban a estos gobernadores quedaron al final de la agenda porque serían tratados sobre tablas, sin pasar por comisión, los senadores que les respondían se quedaron hasta el final y algunos de ellos, incluso, votaron junto al kirchnerismo los temas sobre Bahía Blanca, jubilaciones y discapacidad. Este gobierno jugó al borde del precipicio desde que asumió. Zafó al principio con una devaluación que demolió salarios, después con un blanqueo exitoso y luego con la ayuda esclavizante del FMI. 
 

11-07-2025 / 09:07
Por paliza, Javier "el Loco" Milei sufrió una seguidilla de derrotas en el Congreso. Pese a las amenazas y las operaciones sucias, el Senado convirtió en ley por unanimidad el aumento a las jubilaciones y la emergencia en discapacidad y por amplia mayoría la moratoria previsional. Además, rechazó el veto al Fondo para Bahía Blanca, defendió las acciones de YPF y votó los proyectos impulsados por los gobernadores. Los oficialistas abandonaron la sesión y el Presidente, acorralado, ya adelantó que vetará las leyes sancionadas, en una nueva muestra de su autoritarismo y de su fanatismo con el ajuste fiscal a costa del hambre de los jubilados y la motosierra contra los sectores más vulnerables.
 
Enemistado con casi todos los espacios (en las últimas semanas se sumaron los gobernadores), Milei sufrió una derrota tras otra y su gobierno vivió una jornada negra en el Senado. El aumento para los jubilados y la emergencia en discapacidad se aprobaron por unanimidad. La moratoria, con amplia mayoría. Los mandatarios provinciales lograron darle media sanción a la modificación en el reparto de los ATN y en la coparticipación el Impuesto a los Combustibles.
 
La primera de las leyes aprobadas (contaba ya con media sanción en Diputados) fue el aumento de las jubilaciones y del bono para quienes cobran un haber mínimo, que está congelado en $70 mil desde marzo del 2024. De esta manera, la jubilación mínima pasa de $309 mil a $331 mil, y el bono escala a $110 mil. El aval del dictamen contó con 42 votos a favor, 17 en contra y tres abstenciones, mientras que para su aprobación final sumó 52 votos a favor y 4 abstenciones.
 
De acuerdo con el Gobierno, este proyecto rompe el equilibrio fiscal. Sin embargo, según la Oficina del Presupuesto del Congreso, el impacto durante este año será de 0,37% del PBI y en 2026 del 0,71%, número inferior al 0,41% que representó la baja de Bienes Personales a los más ricos. Además, la nueva norma prevé cubrir el impacto fiscal mediante la eliminación de exenciones impositivas, la reasignación de partidas de la SIDE, y utilización de recursos provenientes de registros automotores.
 
La segunda de las leyes que aprobó el Senado es el retorno de la moratoria previsional, con 39 votos afirmativos, 14 negativos y una abstención. De esta forma, se restablece el mecanismo, que venció en marzo de este año, que permite el acceso a una jubilación para quienes no alcanzaron los 30 años de aportes. En tercer lugar, el Senado convirtió en ley por unanimidad la declaración de emergencia para la discapacidad. La propuesta establece la emergencia para el sector hasta diciembre del 2027, que garantiza partidas presupuestarias para incrementar el pago a los prestadores de servicios y saldar la deuda para enfermeros, acompañantes y transportistas. En simultáneo a su tratamiento, diferentes agrupaciones movilizaron al Congreso para presionar su aprobación.
 
Por otra parte, el Senado rechazó por unanimidad el veto de Milei a una ley que creaba un fondo de $200 millones para la restauración de Bahía Blanca tras la trágica inundación de marzo. Ahora dependerá de la Cámara de Diputados, que en su momento dio media sanción a la ley con 153 votos a favor y la única oposición de LLA. Otra de las derrotas del Gobierno fue la media sanción a los proyectos presentados por los 24 gobernadores, que plantean un nuevo reparto a las provincias de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del impuesto a los combustibles.
 
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