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El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 12-09-2022 / 17:09
NO ES MUY DIFÍCIL DE COMPRENDER PORQUE LO HACEN

La derecha no mira con interés el diálogo político que ha lanzado el Frente de Todos

La derecha no mira con interés el diálogo político que ha lanzado el Frente de Todos
Las fuerzas políticas de derecha no miran con simpatía la propuesta de diálogo político que ha lanzado el gobierno del Frente De Todos. No es muy difícil de comprender esa posición: puede desconfiar de una determinada iniciativa política aquel sector político que se favorece con su negación. Quien rechaza el diálogo tiene necesariamente en su cabeza otro territorio más apto para resolver a su favor los diferendos.
Las fuerzas políticas de derecha no miran con simpatía la propuesta de diálogo político que ha lanzado el gobierno del Frente De Todos. No es muy difícil de comprender esa posición: puede desconfiar de una determinada iniciativa política aquel sector político que se favorece con su negación.
 
Quien rechaza el diálogo tiene necesariamente en su cabeza otro territorio más apto para resolver a su favor los diferendos. Si el lugar del diálogo político lo ocupa el incesante flujo desinformativo de las grandes cadenas mediáticas -sistemáticamente alineadas con los gobiernos de Estados Unidos y sus aliados de "occidente"- se entiende que los políticos-estrella de esa constelación y habituales partícipes de ese ruido seudo informativo se sientan más cómodos en ese terreno que en el de la conversación pública con sus adversarios.
 
Menos comprensible es la reacción adversa a la promoción de ese diálogo que circula en el Frente de Todos y sus adyacencias. En este caso, el rechazo a la propuesta se enlaza con la absoluta desconfianza en la conducta de sus adversarios en el interior de un escenario de diálogo.
 
Como el argumento que esgrime la derecha para su rechazo es exactamente el mismo en términos simétricos, podría aparecer una paradoja: como no confiamos en la conducta de nuestros adversarios coincidimos con ellos, "nada de diálogo". Para el caso, dos antagonistas que no coinciden públicamente en nada se ponen de acuerdo en rechazar el diálogo.
 
Por eso es muy importante la discusión en el interior del frente, porque puede dar lugar a una legítima controversia en materias generales (el lugar del diálogo en la vida política democrática) tanto como específicas (a través de qué caminos queremos llegar al tipo de sociedad que imaginamos y deseamos). Dicho de otro modo: ¿Cómo se enfrenta la ofensiva anti-política, anti-derechos y negacionistas?, ¿Cómo se ensancha la propia base de apoyo como no sea a través del convencimiento a su favor de millones de argentinos?
 

 
Fácilmente puede imaginarse el tenor de la respuesta más habitual a estos problemas: la cuestión no está en las palabras sino en la vida cotidiana y particularmente en el nivel de ingresos de las clases subordinadas del neoliberalismo. Parece un argumento fuerte.
 
Tiene de su lado una grande e ilustre tradición política que -proveniente del marxismo economicista y del populismo peronista- creen que la clave del derrumbe del neoliberalismo (o del propio capitalismo) solamente es pensable como una reacción popular y masiva contra la situación económico-social.
 
Ese determinismo puede -y a la vez necesita- de la prescindencia de los argumentos, de la información y, en última instancia, de las palabras. La realidad social, piensan algunos, es tan transparente para la política, como el cuerpo de un hombre enfermo para la medicina.
 
Demás está decir que la historia política está colmada de experiencias que niegan estos enfoques; alcanza con recordar que una de las páginas más gloriosas del movimiento obrero argentino-el "Cordobazo" de 1969 lo protagonizó el segmento que disfrutaba los mejores salarios de esa época, el de los metalúrgicos y los mecánicos. ¿No habrán tenido algo que ver en aquellas gestas las discusiones, las asambleas, los panfletos, los discursos de combate? La palabra, al fin de cuentas.
 
¿Cómo pensamos el renacimiento de la democracia (de los votos y de las libertades conculcadas por la barbarie terrorista) hace muy poco menos de cuatro décadas?
 
Es cierto que la nuestra es una democracia limitada por la concentración inaudita de los recursos, por la impunidad que se desprende del poder económico y por la existencia de los bien llamados "sótanos de la democracia" (curiosos sótanos, en algún caso, que moran en suntuosos edificios y usan toga). Pero justamente por eso hay que dialogar.
 
Por supuesto que el diálogo es como el tango: hacen falta dos. Pero si no hay dos, el camino no es retirarse y que no haya ninguno. Por el contrario, hace falta que el rechazo del diálogo quede expuesto públicamente como la expresión de un sector político y no se diluya en la imposibilidad práctica del diálogo. Y además no debe descartarse que pueda lograrse que surjan actores impensados e impensables en otras circunstancias. Que se pueda empezar a romper con el modo filo-terrorista de hacer política.
 
Justamente porque el atentado mortal contra la vicepresidenta y líder de la principal fuerza política argentina introduce en la escena un aspecto crítico: si no se preserva un lugar para el diálogo (que es un lugar para la política) estamos expuestos a enormes amenazas.
 
Y quienes hemos vivido ya bastante con la experiencia del terrorismo de estado no tendríamos que darnos el "derecho" de no militar por una solución pacífica y política de la gravísima crisis en la que nos encontramos.
 
El país vive una grave crisis orgánica (socioeconómica, jurídica y política) al mismo tiempo que en el mundo se dan situaciones que podrían llegar a converger en una excepcional oportunidad para nuestro país, en la creación de condiciones materiales inmejorables para una política de unidad nacional, integración regional y transformación drástica del poder a escala mundial.
 
Pero esa oportunidad será tal si se actúa con mucha inteligencia y mucho patriotismo. En caso contrario se convertirá en una reproducción ampliada de nuestro atraso, de nuestra dependencia colonial y nuestra "ingobernabilidad" política.
 
Hay quien teme que la ocasión de un diálogo pueda debilitar el nervio transformador en el interior del campo popular. Que pueda servir para "adecentar" a ciertas derechas y darle certificado de probidad democrática a gente que ha mostrado su ausencia de compromisos en esa materia. No parece demasiado sensato ese temor.
 
El núcleo duro de la derecha clasista y violenta, ése al que hay que terminar de desenmascarar ante millones de ciudadanos y ciudadanas, no está en condiciones de dialogar. Ahora bien, ¿con quién dialogaríamos entonces? De eso justamente se trata, de correr el cerco, de restarle homogeneidad a un bloque social que crece más cuanto más inestable y peligroso se vuelve el clima político nacional.
 
El campo popular no tiene nada bueno que esperar del progresivo recalentamiento del clima político, inexorable si no se le oponen iniciativas políticas amplias y creadoras. Ciertamente estas iniciativas están bloqueadas por lo que se conoce como "la grieta" argentina. Pero esa grieta es solamente una forma que ha adoptado el conflicto político argentino y no una fatalidad como se suele considerar.
 
¿Quiere decir entonces que el antagonismo político argentino podría ser disuelto por una "conversación entre damas y caballeros? Nada de esto hay en el objetivo de estas líneas. El antagonismo argentino es tan viejo como la patria y no desaparecerá antes de parir un país diferente, es decir justo, libre y soberano. A este objetivo no se llega apoyando siempre un mismo camino, una misma táctica, una misma retórica.
 
Ninguna de las fuentes político-ideológicas del campo popular, ninguno de sus grandes líderes participó en esa visión esquemática de la vida política. Más bien fueron diversos tipos de sectas las que lo prohijaron y desaparecieron sin dejar rastro.
 
"La única verdad es la realidad", esta enigmática frase que Perón rescató de la tradición aristotélica parece hoy una guía política eficaz. Se la puede interpretar como una fuerte advertencia contra el voluntarismo político y contra los esquemas políticos o teóricos que permanecen incólumes frente a cambios bruscos de la realidad.
 
No es un llamado a la resignación con el estado de cosas. No es un argumento para justificar el miedo. Es la condición misma de la política. Su carácter cambiante, su naturaleza más profunda. Su condición de práctica que se coloca por fuera y por encima de dogmas y de frases hechas.
 
En Argentina hemos sufrido un intento de magnicidio, en la persona de Cristina Kirchner. No tenemos del derecho de seguir pensando exactamente igual que antes de este parteaguas histórico, el primero por su gravedad en toda la historia independiente de Argentina. Está en juego la democracia. Está en juego la patria.
 
Por Edgardo Mocca
 
Fuente: El Destape
 

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23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
La Opinión Popular
 

22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
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