La Opinión Popular
                  10:14  |  Sabado 27 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
Recomendar Imprimir
Nacionales - 27-06-2022 / 12:06
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Cristina Kirchner vs el Movimiento Evita: el plan para acabar con los planes

Cristina Kirchner vs el Movimiento Evita: el plan para acabar con los planes
Cristina Fernández de Kirchner responsabiliza de manera directa a Emilio Pérsico y Fernando “el Chino” Navarro, plana mayor del Movimiento Evita, por el anuncio inconsulto de primarias abiertas en 2023 para todos los cargos en el Frente de Todos que hizo el presidente Alberto Fernández en noviembre pasado.
Cristina Fernández de Kirchner responsabiliza de manera directa a Emilio Pérsico y Fernando "el Chino" Navarro, plana mayor del Movimiento Evita, por el anuncio inconsulto de primarias abiertas en 2023 para todos los cargos en el Frente de Todos que hizo el presidente Alberto Fernández en noviembre pasado.
 
Fue en un acto en Plaza de Mayo al que el kirchnerismo acudió convocado para apoyar al gobierno tras la derrota en las elecciones de medio término y se volvió aturdido por la novedad, que de un tirón y sin anestesia despojaba a la vicepresidenta de su potestad, en tanto accionista mayoritaria de la coalición, para trazar el rumbo estratégico.
 
Allí, en ese momento y con ese acto y a causa de esa decisión, se terminó de romper un vínculo que ya mostraba fisuras a partir del pobrísimo resultado obtenido por el oficialismo en las urnas.
 
Este lunes, en la coda del largo discurso que dio ante un plenario de delegados de la CTA, CFK aceptó el desafío. Su propuesta de revisar el rol de los movimientos sociales y la estructura del sistema de seguridad social en general responde a motivos ideológicos y electorales, queda claro, pero sobre todo es un movimiento táctico pensado en función de la interna peronista, que llegará a su definición, a mediados del año que viene, revuelta en el mejor de los casos.
 
Prudente, Fernández de Kirchner quiere evitar sorpresas. En una misma jugada le hace un guiño a los sectores medios, congrega a su alrededor a gobernadores e intendentes, históricamente en conflicto con las "orgas" sociales, e intenta limitar un financiamiento millonario que sale de las arcas del Estado y, anticipa, terminará alimentando una campaña en su contra.
 

 
Hay un punto donde son incompatibles las dos posiciones. Los dirigentes sociales creen que en el estadío actual del capitalismo existen niveles de exclusión estructurales que son irreversibles y que a quienes quedan en ese circuito, que llaman Economía Popular (trabajadores informales, precarizados, en negro, changarines, domésticos o a cargo de tareas de cuidado) el Estado sólo puede aspirar a garantizarles la subsistencia que el mercado les negó.
 
Según esta misma lectura, la complejidad de las carencias y la lejanía que tiene esa cotidianeidad con las agencias y la infraestructura pública hacen necesaria su intermediación, aunque a ellos no lo plantean en esos términos porque se perciben como el emergente político de esa comunidad organizada, parte en interesada en lugar de intercesores de una relación ajena.
 
La vicepresidenta, por su parte, se resiste a resignarse a esa situación. No lo enuncia como una opinión personal sino con el peso de una sentencia política: "El peronismo es laburo, trabajo. No es depender de un dirigente barrial para que me dé el alta o la baja", dijo el lunes. Lo que no dijo, pero está ahí, apenas por debajo de la superficie de su discurso, es que la mayoría de la sociedad argentina, particularmente aunque no sólo los sectores medios y medios bajos que se han acercado y alejado del peronismo pendularmente durante la última década, rechaza ese modelo.
 
Cada vez que un dirigente kirchnerista recuerda ante un micrófono el caudal de votos que tuvo el Movimiento Evita cuando jugó por afuera debe leerse como un recordatorio sobre la falta de consenso que reúnen sus propuestas electorales, incluso dentro de sus propias filas.
 
Por el contrario, otro tipo de políticas públicas sí tiene un atractivo para los votantes argentinos, comprobado no en la teoría sino en la práctica en dos ocasiones. La Asignación Universal por Hijo entró en vigencia, por decisión de Fernández de Kirchner, en octubre de 2009, meses después de una estrepitosa derrota en las urnas. El programa alcanzó a tres millones y medio de niños y niñas.
 
Dos años más tarde arrasó en la elección presidencial. En 2016, durante su primer año de mandato, Mauricio Macri decidió ampliar la prestación para incluir a más de un millón de nuevos beneficiarios, y eso redundó en un contundente triunfo oficialista un año más tarde en los comicios legislativos. Aumentar el número de los planes sociales no te ayuda a ganar elecciones, aseguran en el Instituto Patria. Consagrar nuevos derechos sí.
 
De ahí el renovado impulso que tomó, después del discurso de CFK, la iniciativa para transformar todos los programas focalizados que existen hoy en día en uno de cobertura universal bajo el nombre de salario básico. La lógica es que hoy en el país está garantizada una cobertura a todos los menores de 18 años a través de la AUH y a todos los mayores de 65 gracias a las moratorias previsionales y la PUAM, pero resulta necesario dar un soporte a los adultos que están afuera del mercado laboral formal y trabajan por sueldos de subsistencia o menos.
 
Alcanzaría a siete millones de beneficiarios con un desembolso mensual que se acerque a la canasta básica alimenticia individual, que hoy está en unos 13 mil pesos. Esto debería reducir al mínimo la indigencia en el corto plazo y en el mediano impactaría de forma positiva en el mercado interno.
 
El costo aproximado del programa sería de dos puntos del PBI, aunque la mitad o más de esos recursos ya se destinan a ayuda social a través del Potenciar Trabajo (casi 1,4 millones de beneficiarios), la Tarjeta Alimentar (4 millones) y las becas Progresar  (2,5 millones). Otra parte quedará saldada por el beneficio fiscal que resulte de inyectar esta asignación en los bolsillos; quedará para más adelante la idea de digitalizar el desembolso a través de una billetera virtual para que se reduzca al mínimo la cantidad de ese dinero que sale del circuito en blanco rápidamente.
 
Resta también el debate de cómo financiar lo que falta. Desde el kirchnerismo proponen asignar partidas que se ahorren con la segmentación de los subsidios a la energía pero eso va en contra del acuerdo firmado con el FMI, que a esta altura del partido es casi un jarrón chino.
 
No es una idea novedosa. En Alaska existe desde 1983 una renta básica que una vez por año reparte entre todos los habitantes de ese estado norteamericano una fracción de los beneficios obtenidos por un fondo de inversión financiado por la explotación petrolera. Otros países tuvieron iniciativas similares o programas piloto desde la década de 1970, aunque con más frecuencia en los últimos años.
 
Los estudios que se hicieron sobre estas experiencias concluyeron que existen efectos positivos comprobables de los programas de transferencia de ingresos universal, entre ellos una reducción marcada de la pobreza, la erradicación de la inseguridad alimentaria e incluso un efecto positivo en el mercado laboral, porque permite que los beneficiarios dediquen menos tiempo a hacer trabajos de subsistencia y tienen mayor libertad para formarse y buscar empleos de mejor calidad.
 
La llegada del coronavirus hizo que casi un centenar de países del mundo implementaran desembolsos directos para paliar los efectos destructivos de la pandemia en el mercado laboral, especialmente entre quienes pertenecen al sector informal. Uno de los primeros que planteó la necesidad de hacerlos permanentes fue el papa Francisco en una carta a los Movimientos Populares para las pascuas del 2020, cuando nadie imaginaba la dimensión que tomaría la emergencia, en la que escribió que "tal vez sea tiempo de pensar en un salario universal que reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan (...) los vendedores ambulantes, los recicladores, los feriantes, los pequeños agricultores, los constructores, los costureros, los que realizan distintas tareas de cuidado, (...) trabajadores informales, independientes o de la economía popular".
 
De esa época son, también, las primeras lecturas de CFK sobre el tema, al que llegó gracias al expresidente del Centro Internacional de Estudios de la Seguridad Social, el abogado Miguel Fernández Pastor, que le recomendó la lectura de los libros del inglés William Beveridge, el padre del Estado de bienestar británico de posguerra, que elaboró a mediados del siglo pasado una serie de informes en los que ya estudiaba el potencial de una cobertura social universal. Por ese entonces, el propio presidente estaba de acuerdo y llegó a reconocer, en una entrevista con El Destape radio, que evaluaba implementar un programa con esa premisa. "El IFE permitió descubrir que millones de argentinos están fuera del sistema. Esto está mal, hay que hacer algo. Si yo descubro esto y me hago el estúpido soy un hipócrita y yo no sé vivir con la hipocresía", dijo.
 
Sin embargo, en la Casa Rosada, por ahora no creen conveniente avanzar en ese sentido. No consideran conveniente el esfuerzo fiscal y se preocupan por los nubarrones que pueda traer tanto en la relación con el FMI como en las expectativas del mercado. En el kirchnerismo avisan que si el presidente no adopta la medida pronto, la impulsarán desde el Congreso de la Nación, como ya hicieron con otras iniciativas que fueron resistidas por el gabinete, desde el aporte extraordinario de las grandes fortunas hasta la suba del mínimo no imponible de ganancias o el fondo para pagar la deuda con divisas evadidas al fisco. Resignados, en el gobierno sólo esperan que el lanzamiento formal del proyecto sea después del martes, cuando el ministro Martín Guzmán debe pasar una prueba de fuego a la hora de renovar vencimientos por 270 mil millones de pesos.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

Agreganos como amigo a Facebook
27-12-2025 / 09:12
Negando lo innegable, defendiendo lo indefendible. Con iglesias evangélicas que se oponen al aborto pero apoyan a un gobierno que regala libros que elogian a proxenetas y narcos; con militares que votan en masa a un gobierno que los lleva al suicidio; con industriales que se entusiasman con el oficialismo que los lleva a la quiebra; con jóvenes que se ilusionan con un "cambio" que les roba el futuro; con un gobierno que abandona a los discapacitados, pero se queda con una coima del tres por ciento de sus medicamentos, el país parece terminar el año en un descomunal aquelarre cuya lógica la oposición no termina de aprehender.
 
Surgen gurúes de la pobreza que entienden todo y autoflagelaciones de culpa que recriminan incapacidad, pero en realidad no se trata de un fenómeno exclusivo, sino que acompaña la deriva de Occidente. Estados Unidos, que ha sido la matriz ideológica de las últimas décadas, se ha lanzado a la conquista agresiva de Latinoamérica.
 
El diseño es igual de esquizofrénico, primero establece una ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que le permite sólo a Estados Unidos fabricar guerras para robar petróleo, como a Venezuela, confiscar recursos financieros, como a Rusia, o decretar aranceles de castigo para todo el mundo.
 
Y después la completa con lineamientos de seguridad nacional que le permiten agredir, invadir o bloquear a cualquier otro país. La esquizofrenia está en la pretensión de que el mundo acepte esos auto permisos como leyes establecidas incluso por los que son agredidos.
 
En la que fue la primera democracia del planeta cualquiera puede ser detenido sin causa sólo por el tono de su piel y tiene de presidente a Donald Trump que fue acusado de intentar un golpe de Estado. Por años, Occidente ha asimilado en forma bizarra el producto ideológico de esa matriz que en realidad ocultaba la relación entre el imperio y sus colonias dominadas.
 
Con la pérdida de poder de Estados Unidos en su puja con China, el fondo de esa lógica quedó al descubierto, pero Washington mantiene la pretensión de que su propuesta de opresión se asuma como de libertad. Parece una estupidez obvia, pero cuenta con el dispositivo de construcción simbólica más poderoso del planeta y de la historia de la humanidad para hacerlo creíble.
 
Aparecieron réplicas en América Latina y aquí en Argentina se expresó en los libertarios, donde esa palabra que identificaba a los viejos anarquistas fue apropiada por lo opuesto: el poder de las corporaciones sobre el resto de la sociedad; la palabra Libertad también significa lo opuesto a lo que ellos proponen y la idea de "cambio" en realidad significa para ellos romper los cambios verdaderos que promovieron igualdad y libertad.
 
Son sociedades donde la esperanza se reemplazó por la ansiedad y la depresión, porque la ilusión de que sólo basta el mérito personal termina en frustración. Son sociedades, como la Argentina, donde el suicidio se ha triplicado a causa de la frustración y la depresión y se ha convertido en la principal causa de muerte violenta en los jóvenes entre los 10 y 19 años. Todos los días se suicida un chico o chica en Argentina según un informe del Ministerio de Seguridad que se publicó a mediados de noviembre, en 2024 hubo 4294 suicidios.
 
En la semana previa a las navidades, -que la diputada libertaria Juliana Santillán confundió con las Pascuas (¡!)- hubo tres suicidios de soldados y otro de un gendarme. Las Fuerzas Armadas y De Seguridad votaron masivamente a este gobierno que los ha hundido en la pobreza. 
 

26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
La Opinión Popular
 

24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
La Opinión Popular
 

23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
La Opinión Popular
 

22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar