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“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores… y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan en todo momento”. De Joseph Goebbels a Javier Milei
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Nacionales - 26-06-2022 / 10:06
CRISTINA VS ALBERTO

Crisis en el Frente de Todos: en el origen está la explicación y el rumbo para superarla

Crisis en el Frente de Todos: en el origen está la explicación y el rumbo para superarla
Últimamente casi no hay semana en que no se produzca un capítulo de la tensión interna en el Frente de Todos. Lo más complicado es que el contexto nacional en que se desarrolla la escena es bastante crítico en muchos aspectos, incluida la casi pública amenaza por parte de la derecha de poner en marcha un plan desestabilizador del gobierno.
Es necesario recuperar la necesidad de una coalición. Porque la coalición es la realización de la unidad en la diversidad. Si todos tuviéramos una visión igual no habría lugar para las coaliciones. Suele decirse desde la ciencia política que las coaliciones son más posibles y deseables en países en las que el gobierno gira en torno al parlamento. Porque en ellos, la conducción del partido tiene un ámbito relevante de funcionamiento: el parlamento. Allí se discute, se resuelven (o no) las diferencias.
 
La constitución nuestra es, por el contrario, presidencialista. En la última reforma, hubo quienes pensaron que la institución de la jefatura de gabinete le daría un toque parlamentario o "semi presidencialista" a nuestro régimen político. En la práctica, la jefatura de gabinete refuerza el presidencialismo porque quien la ejerce puede ser echado del gobierno -como todos los demás ministros- por el presidente... ¡y también por el Congreso! Es decir, tenemos una coalición en un régimen presidencialista. La metáfora de "la lapicera" lo expresa de modo tajante. El espacio de "libertad" del presidente para tomar decisiones es muy alta en nuestro sistema constitucional. ¿Qué hacer entonces con un gobierno de coalición en el que las decisiones las toma el presidente?
 
No hay referencias históricas para encontrar una solución clara (y lo más inmediata posible) a una situación que, si se sigue prolongando, conduce a la segura derrota de la fuerza en su conjunto. El único camino es la construcción de un colectivo de conducción que trace la hoja de ruta para enfrentar la crisis y las amenazas desestabilizadoras y (re) construir una herramienta que alivie las penurias populares.
 
Y que impida la restauración de una derecha a la que ahora, a diferencia de 2015, conocemos, y que no quiere un simple regreso a la Casa Rosada. Quiere una profunda reforma político-social-institucional y cultural, cuyo sentido es terminar con todo lo que queda en la Argentina -después de dictaduras y de estafas político-electorales- de la sociedad fundada por el peronismo.
 

 
Últimamente casi no hay semana en que no se produzca un capítulo de la tensión interna en el Frente de Todos. Lo más complicado es que el contexto nacional en que se desarrolla la escena es bastante crítico en muchos aspectos, incluida la casi pública amenaza por parte de la derecha de poner en marcha un plan desestabilizador del gobierno.
 
En realidad, lo que hace el bloque de los poderosos de Argentina es poner en acto el argumento de la jefatura del FMI en los días previos a la aprobación del acuerdo del país con ese organismo internacional: palabras más o menos se dijo que Argentina estaba en una "transición", que lo que se iba a firmar es lo que resultaba posible con un gobierno que tiene en su interior al "peronismo radicalizado" y que el programa definitivo vendría después de la próxima elección.
 
Es muy evidente que la querella interna en el gobierno y entre sus apoyos será, de aquí en más, uno de los insumos más necesarios para el operativo de plena restauración neoliberal. Ponerle un orden político al tratamiento de las diferencias pasa a ser un imperativo de quienes no apoyamos ese proyecto restaurador que viene del Norte.
 
En la dirección de resolver el conflicto parece interesante intentar una mirada sobre el proceso de construcción frentista que comenzó con el discurso de Cristina el 18 de mayo de 2019; un hito histórico de la construcción de la unidad popular al que hoy casi nadie hace referencia. Y el sujeto de ese olvido no es la falta de memoria: el olvido es político.
 
En esa ocasión, se habló del grave momento que atravesaba el mundo y, en su interior, la región en la que vivimos. De esa premisa surgía la necesidad de un acuerdo electoral lo más amplio posible para ganar la elección y la de construir una coalición de gobierno "todavía más amplia" que ese acuerdo electoral.
 
La "propuesta" de la candidatura de Alberto Fernández se sustenta sobre esa descripción de la situación y es, por lo tanto, muy curioso que hoy nadie se remita a ella, como si todo el contenido del mensaje se redujera al armado de la fórmula electoral.
 
El olvido, una vez más, es político. Está relacionado con la constancia de un fracaso de la apuesta de aquel momento. Como la idea "fracasó", habría que borrar de la memoria aquellos enunciados estratégico-tácticos.
 
Si hoy pudiera ser recuperada la naturaleza política de aquella propuesta, a continuación, habría que ponerla en acto para que el Frente de Todos recupere la iniciativa y esté en condiciones de disputar y vencer en las próximas elecciones.
 
Suele argumentarse desde el espacio más firmemente representado por Cristina que el problema no está en el Frente sino en las políticas gubernamentales que no tienen la suficiente energía y voluntad política para corregir un rumbo.
 
La idea es que el frente de todos "se rompió", no en las disputas internas sino en el distanciamiento de una masa de sus electores en las elecciones legislativas de medio término. En la misma línea se dice que a "la gente" no le preocupa que los líderes se unan o no se unan. Se dice también que "el frente ya se rompió" con aquel resultado electoral.
 
Siempre en ese orden de discurso, se sigue que el problema no es la unión o la división del frente sino "resolver los problemas de la gente", es decir actuar con rapidez y eficacia frente a la compleja situación de la economía, particularmente de la correlación entre el salario y los precios.
 
Si es así, ¿qué lugar tiene la política?, ¿para qué existen los partidos, las coaliciones, las discusiones partidarias? Se podrían sumar en este radical interrogante también las leyes y las instituciones. Y el discurso es fuerte, tiene potencia. Porque se hace cargo del dolor ajeno (y eventualmente también propio).
 
En un proyecto popular no puede estar ausente la compasión (que no es lástima, que es "con pasión"). Este es el impulso originario de cualquier militancia popular, sin eso, la política se convierte en el "mercado de falsedades" sobre el que ironizó Antonio Gramsci.
 
En última instancia, esta remisión a la "gente", que no casualmente fue puesta de moda por los comunicadores de la derecha, termina convergiendo con la antipolítica. Por el contrario, es en las situaciones críticas que la política, la militancia colectiva, se hace más necesaria que nunca.
 
Y la militancia política siempre es militancia organizada, cualquiera sea el formato de esa organización. Y la organización es en la base y en la superestructura. ¿Por qué en la superestructura? Porque la superestructura es la que tiene que proponer una interpretación y una correspondiente acción, válida que incluya en su diversidad a todo el país.
 
Esta acción-organización no está estancada en el tiempo ni en el espacio. Requiere profundidad de análisis y capacidad de elaboración de una línea de acción. La acción espontánea de los de abajo suele ser decisiva en los momentos críticos. Pero eso no significa la renuncia a jugar un rol en su orientación y conducción, es decir la renuncia a la política.
 
Es necesario recuperar la necesidad de una coalición. Porque la coalición es la realización de la unidad en la diversidad. Si todos tuviéramos una visión igual del país y del mundo no habría lugar para las coaliciones.
 
Suele decirse desde la ciencia política que las coaliciones son más posibles y deseables en países en las que el gobierno gira en torno al parlamento. Porque en ellos, la conducción del partido tiene un ámbito relevante de funcionamiento: el parlamento. Allí se discute, se resuelven (o no) las diferencias.
 
La constitución nuestra es, por el contrario, duramente presidencialista. En la última reforma, hubo quienes pensaron que la institución de la jefatura de gabinete le daría un toque parlamentario o "semi presidencialista" a nuestro régimen político. En la práctica, la jefatura de gabinete refuerza el presidencialismo porque quien la ejerce puede ser echado del gobierno -como todos los demás ministros- por el presidente... ¡y también por el Congreso!
 
Es decir, nosotros tenemos una coalición en un régimen presidencialista. La metáfora de "la lapicera" lo expresa de modo tajante. El espacio de "libertad" del presidente para tomar decisiones es muy alta en nuestro sistema constitucional. ¿Qué hacer entonces con un gobierno de coalición en el que las decisiones las toma el presidente?
 
Pero el problema no termina ahí. Hay que sumar el hecho de que el presidente no forma parte de la fuerza electoralmente más poderosa de la coalición. Y qué decir del hecho de que la candidatura del presidente fue decidida soberanamente por la jefa indiscutida de otra corriente interna de la coalición. Esto último no puede discutirse en términos "comparativos" porque no hay ningún antecedente en el mundo de una situación de este tipo.
 
De modo que no hay referencias históricas en las cuales podamos apoyarnos para encontrar una solución clara (y lo más inmediata posible) a una situación que, si se sigue prolongando en el tiempo, conduce a la segura derrota de la fuerza en su conjunto. No hay "repuestos" a la vista de acá a 2023 de este engranaje que, con todas sus debilidades, es el único a la vista.
 
El único camino que por lo menos "pone en riesgo la derrota" es la construcción de un colectivo de conducción que trace la hoja de ruta para enfrentar la crisis y las amenazas desestabilizadoras y (re) construir una herramienta que alivie las penurias populares y que impida la restauración de una derecha a la que ahora, a diferencia de 2015, conocemos, y que no quiere un simple regreso a la Casa Rosada. Quiere una profunda reforma político-social-institucional y cultural, cuyo sentido es terminar con todo lo que queda en la Argentina -después de dictaduras y de estafas político-electorales- de la sociedad fundada por el peronismo.
 
Por Edgardo Mocca
 
Fuente: El Destape
 

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18-04-2024 / 11:04
A pesar de la fuerte concentración que existía (sólo 10 empresas concentran el 83,4% del "mercado") el DNU 70/23 del anarco capitalista Javier "el Loco" Milei habilitó subas sin tope beneficiando a las prepagas. Las cuotas se dispararon, se volvieron impagables para miles de afiliados. Ahora recularon en chancletas y anuncian una marcha atrás en las subas, pero permanecerán ajustadas a la inflación. La medida involucra a un grupo de siete prepagas que subieron sus cuotas por encima de la inflación, Osde, Swiss Medical, Galeno, Omint, Medife, el Hospital Alemán y el Británico. La decisión exige que estas empresas retrotraigan las cuotas a los montos de diciembre y que vuelvan a calcular su valor ajustándolo por inflación (IPC).
 
Mientras siguen pregonando las bondades del libre mercado, a casi 4 meses de haber asumido, el libertario Milei quedó rendido ante el poder y la influencia de un mercado que el mismo gobierno liberó: el de la medicina prepaga. Tras el malestar social que generaron los aumentos récord del sector y luego de haberle dado vía libre para que suban a voluntad, el Ministerio de Economía incineró la bibliografía libertaria y se vio obligado a intervenir y fijar cómo y cuánto deben aumentar las tarifas de la salud privada.
 
Un esquema que, por seis meses, no será libre sino que se volverá al precio de diciembre y, desde allí, se aplicarán subas en base a la inflación mensual. Esto redundaría, vía intervención del Estado que Milei desprecia, en un aumento un 30 por ciento menor que el que se dio en el esquema de precios libres. En pocas palabras, como el mercado de la medicina prepaga no se moderó ni compitió por precios a la baja, sino que hizo todo lo contrario, el Presidente decidió volver a regular al sector para evitar un descontrol de precios.
 
Lo hizo, además, en medio de una confusión total a nivel gestión y posición ideológica: Economía avanzó en regular cuando hace menos de 24 horas había presentado un amparo judicial para frenar los aumentos; todo mientras rige el DNU que, entre otros puntos, liberó las tarifas de las prepagas. Todo ese ida y vuelta siendo el Gobierno quien tiene la potestad de controlar, sin ir a la Justicia.
 
Y un dato más: tan afectado quedó el relato del libre mercado que Milei no se animó a avanzar en una acusación directa por cartelización de prepagas, asunto denunciado por la Coalición Cívica y sobre el que sobra evidencia. Si lo hacía, podía dejar fluir el libre mercado pero imponiendo multas y sanciones por conductas anti competitivas, que es lo que todos los países que ostentan el libre mercado hacen. Pero eligió, por el temor al escándalo y la crisis social, regular antes que multar vía Comercio, cartera denostada por los libertarios.
 
Dato de color: con el mismo DNU que desreguló a las prepagas, también eliminó el Gobierno el esquema de información de costos que regía en la Ley sectorial. Sin eso, hoy no tiene forma de lograr, en la práctica, que las empresas les devuelvan a los usuarios el dinero mal cobrado en estos meses. Es decir, la capitulación política fue total y, además, desordenada.
 
¿Milei se hizo comunista? Lo real es que no son tan libertarios: se la vieron negra en las encuestas y retrotrajeron el aumento. De esta manera, comienza a desinflarse poco a poco la idea delirante de libre mercado a rajatabla que plantea el Ejecutivo nacional.
 
La Opinión Popular
 

17-04-2024 / 10:04
Las asociaciones que nuclean a los pacientes con cáncer y patologías graves presentaron un amparo para que vuelva a funcionar la Dirección de Asistencia, el organismo del Estado encargado de proveerles la medicación que los mantiene con vida, paralizado desde que asumió el gobierno de Javier Milei. "Nunca como ahora existió la voluntad de que la gente se muriera", aseguran sus dirigentes. Otra crueldad más de un Gobierno que desde que asumió no para de generar políticas a favor de los grandes empresarios y perjudicar al pueblo, como queda en claro en estos casos.
 
"La palabra es mistanasia: la muerte por abandono indigno de personas. Para que no haya más mistanasia es que presentamos este amparo, queremos que la gente reciba los medicamentos ya. ¡No nos mientan más! Mil veces tuvimos conflicto con los gobiernos, pero nunca como ahora existió la voluntad de que la gente se muriera".
 
La que habla con vehemencia y se le quiebra la voz cuando golpea el puño sobre la mesa hasta contagiar las lágrimas es Florencia Braga Menéndez, directora de proyectos de la Alianza Argentina de Pacientes (Alapa).
 
Es una de las seis organizaciones que presentaron un amparo colectivo que reclama el funcionamiento de la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (Dadse), en el sistema de protección de la salud, cuya paralización provocó que cientos de personas (que carecen de cobertura de salud o subsidios) dejaran de recibir la medicación para el tratamiento del cáncer y otras patologías severas o enfermedades raras.
 
En el salón del bloque de Unión por la Patria, donde las asociaciones de familiares y pacientes habían convocado a una conferencia, empezó resonar el grito de los presentes al escuchar a Florencia: "¡Ni un paso atrás!".
 
Desde la llegada de Javier Milei al gobierno nacional, la Dadse casi no provee medicamentos ni resuelve expedientes y reclamos. No tiene autoridades ni organigrama administrativo, dice el amparo. En la sede habían puesto un cartel que decía: "La Dadse permanecerá momentáneamente cerrada por readecuación en los sistemas y procedimientos".
 
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, había anunciado una auditoría sobre el procedimiento para la adquisición de medicamentos; lo invalidó e hizo una denuncia pero no reemplazó el sistema por otro. En febrero, la Dadse pasó al Ministerio de Salud en medio del ajuste y la disparada de precios de los medicamentos en un 110 por ciento. El Gobierno, además, anunció este martes el recorte a esa cartera de 140 mil millones de pesos.
 
El texto del amparo colectivo, que quedó a cargo del juez contencioso Walter Lara Correa, explica que desde que comenzaron a hacerse públicas algunas historias de quienes dejaron de recibir medicamentos, Salud subió a la página web dos llamados a cotizar medicación para 15 expedientes y otro para 83. El segundo incluye casos judicializados individuales que obtuvieron cautelares que obligan a proveer la medicación. El procedimiento todavía no terminó. 
 

15-04-2024 / 09:04
El sábado por la noche, la República Islámica de Irán envió varios centenares de drones y misiles contra Israel en respuesta al ataque israelí contra Damasco en el que murieron varios comandantes iraníes, señalando que la escalada guerrerista es principalmente responsabilidad de Israel. El presidente Javier "Mambrú" Milei, a contramano de la mayoría de sus pares de la región, sobreactuó su respaldo a Israel con un abrazo con el embajador Eyal Sela, al que le cedió todo el protagonismo de un extravagante "comité de crisis" argentino por la guerra en Medio Oriente, en un nivel de cipayismo inaudito.

Antes, en una entrevista, Milei había reiterado su apoyo "irrestricto" a cualquier decisión que tome el primer ministro Benjamín Netanyahu en medio del conflicto. El Gobierno anarco capitalista profundizó así su intromisión, abandonando la tradicional posición de no-alineamiento de la Argentina y su búsqueda de la paz. Hubo duras críticas opositoras al ideologismo libertario y los riesgos que entraña para el país desembarcar en un conflicto donde nadie lo llamó
, aliándose con un país que siempre vota en contra de la Argentina en el tema Malvinas.


El sábado por la noche, Irán lanzó una represalia sin precedentes contra Israel, disparando más de 300 proyectiles, incluidos 170 drones, 30 misiles de crucero y 120 misiles balísticos. También se dispararon cohetes, drones y misiles desde Líbano, Irak y Yemen. Tras el ataque a un edificio diplomático iraní en Damasco y la muerte de varios comandantes de la Guardia Revolucionaria, Irán se enfrentó a un dilema: responder, y con un grado de intensidad sin precedentes, pero limitando el peligro de desencadenar una guerra total que sería devastadora.

En este contexto, Irán optó por una respuesta graduada, llevando a cabo un ataque importante, en cuanto al número de misiles y drones lanzados, pero limitado desde el punto de vista estratégico. Al optar por no delegar su defensa como en el pasado en sus aliados libaneses, yemeníes o iraquíes, Irán rompe con su política histórica de "disuasión". Sin embargo, al lanzar su ataque desde su propio suelo, en lugar de desde posiciones más cercanas a Israel, la República Islámica se ha asegurado de que los proyectiles tarden varias horas en alcanzar su objetivo, dando tiempo a Tel Aviv y a sus aliados imperialistas para preparar una defensa. Según los primeros informes israelíes, casi todos los disparos fueron interceptados.
 
Las potencias occidentales han mostrado un fuerte apoyo a Israel, en línea con su apoyo al genocidio de Gaza, denunciando el ataque iraní mientras ignoraban el ataque israelí a la que era una respuesta. Sin embargo, Estados Unidos y Francia intentan evitar represalias que puedan desencadenar una conflagración regional. Al parecer, Joe Biden le dijo a Netanyahu que Estados Unidos se negaría a participar en operaciones ofensivas contra Irán y no apoyaría tales operaciones. Netanyahu se enfrenta a una enorme crisis interna en la que su supervivencia política dependerá de la continuación de la guerra genocida en Gaza y de la satisfacción de las exigencias de sus socios de extrema derecha.
 
Dirigentes locales de la oposición, peronistas y figuras que integraron el cuerpo diplomático del macrismo cuestionaron la decisión de Milei de abandonar la tradicional estrategia geopolítica de no alineamiento o neutralidad del Estado argentino para posicionarlo abiertamente a favor de Israel y los Estados Unidos en el conflicto de Medio Oriente. Las críticas advierten que el Presidente actúa sin tener en cuenta los intereses del país, al que expone de manera irresponsable y peligrosa. Milei pone sus prejuicios ideológicos y afinidades religiosas por encima del interés nacional. Cual moderno "Mambrú" pretende traer las consecuencias de una guerra entre potencias a la Argentina.
 
La Opinión Popular

14-04-2024 / 09:04
El estallido del bloque oficialista en la cámara de diputados llegó en un momento inoportuno, a pocas horas de que el Poder Ejecutivo hiciera circular el nuevo proyecto de ley de Bases entre algunos legisladores con los que busca complicidad. Existe una máxima parlamentaria: "no podés salir a buscar votos afuera antes de tener ordenada la tropa propia". La genuflexión de los de siempre pone a prueba la sabiduría popular, veremos si alcanza.
 
El fin de semana pasado Javier Milei recibió en Olivos al entonces jefe del bloque oficialista Oscar Zago y a la diputada Marcela Pagano, y dio el visto bueno para que ella ocupe la presidencia de la comisión de Juicio Político. El trámite se concretó el martes en una reunión que el presidente de la cámara, Martín Menem, intentó evitar y sólo pudo interrumpir cuando el nombramiento de autoridades ya estaba terminado. Menem desconoce el resultado de esa sesión.
 
Horas más tarde, por orden de Karina Milei, se desplazó a Zago de la conducción del bloque. Aunque en un primer momento parecía que el daño había sido encapsulado, Zago se negó a dejar su despacho y Pagano tampoco quiere renunciar a la presidencia de la comisión. De los 41 diputados de La Libertad Avanza, sólo 36 votaron a favor de que el cordobés Gabriel Bornorini, también cercano a Karina, presida la bancada. En Casa Rosada asumen que puede haber nuevas deserciones.
 
En una entrevista el exjefe de bloque dio a entender que la secretaria general toma decisiones que corrigen o desautorizan lo que decide el presidente. En el caso de Zago, ella espera que el acepte desarmar su partido, el MID, para fundirse con LLA en las elecciones de medio término, no ya como aliados en un frente común sino dentro de un nuevo partido en el que los Milei concentren el poder. Bornoroni aceptó las condiciones y se convirtió en un alfil de Karina.
 
En el Senado también empieza a crujir la estructura. Esta semana Victoria Villarruel no pudo repetir la mayoría que había articulado en diciembre, porque perdió el apoyo de los senadores que responden a los gobernadores de Río Negro, Alberto Weretilnek, y de Santa Cruz, Claudio Vidal. Si las chances de que el gobierno logre aprobar la ley de Bases son dudosas en la cámara de diputados, en la cámara alta directamente hoy parecería una hazaña.
 
A fines de la semana anterior, el jueves 4 de abril, renunció a su asiento en la comisión de Trámite Legislativo, que debe evaluar los DNU, el salteño Juan Carlos Romero. Sin ser de la LLA (tiene su propio bloque) fue el más hábil operador en la fallida defensa del DNU. Tiene contactos muy fluidos con la vicepresidenta y con Mauricio Macri. Su movimiento, inusual, genera suspicacias en el gobierno. Karina no confía en ninguno de los tres.
 
¿Quién toma las decisiones en el gobierno? Es una pregunta que todavía no encuentra respuesta. Lo cierto es que lo que se acuerda en reuniones con funcionarios de primera línea, e incluso con el propio presidente, usualmente no llega a concretarse. Todo choca contra una red invisible: un problema que se encuentran desde Villarruel hasta Bullrich, empresarios, gobernadores, sindicalistas, dueños de medios y hasta embajadores extranjeros. ¿Es el Jefe?
 
Eso sospechan los gobernadores que dieron crédito a Milei y quedaron pagando. Hoy son la principal amenaza contra el gobierno porque tienen la llave que puede pulverizar el DNU y la ley de Bases. 
 

13-04-2024 / 08:04
Después de consagrarse en Miami como "embajador de la luz" y ofrecer, pese a su ignorancia sobre el tema, una charla magistral sobre el dengue, Javier "el Loco" Milei se dirigirá a Dinamarca, mientras su ministro de Defensa, Luis Petri, solicitará en Bruselas la incorporación de Argentina a la OTAN.
 
El gobierno se convertirá en "socio global" del usurpador de su propio territorio ya que uno de los principales miembros de la OTAN es Gran Bretaña que mantiene su presencia militar colonial en las Islas Malvinas. En ausencia del personaje, la CGT convocó a un paro general y todo el ámbito universitario convocó a una gran marcha a Plaza de Mayo en defensa de la educación pública, para el 23 de abril.
 
El personaje recibió el estrafalario título por su "labor de esclarecimiento" sobre Israel. Y la que despliega semejante esoterismo es una secta judía ultra ortodoxa que respalda la política criminal del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
 
Tras iniciar el genocidio en Gaza, Israel comenzó a bombardear territorio de Líbano y de Siria, dos países fronterizos, y amenazó con hacerlo contra Irán. En ese contexto internacional, con este presidente "embajador de luz", el falso fallo de la Cámara de Casación sobre la participación de Irán en el atentado contra la AMIA, sin que se aporten pruebas fehacientes, despide un fuerte mal olor a operación mediática. El atentado a la AMIA ha sido siempre utilizado por Netanyahu para sostener su guerrerismo contra Irán.
 
El falso fallo de Casación, replicado hasta el infinito por los medios hegemónicos, es igual de polémico que toda la investigación malversada que se hizo del atentado. Pero en el supuesto caso de que efectivamente el criminal bombazo en la mutual judía proviniera de Irán, sería lógico deducir que fue consecuencia de la decisión de Carlos Menem de involucrarse militarmente en el conflicto de Medio Oriente.
 
Milei volvió a poner al país en ese punto. En los foros internacionales Israel y Estados Unidos siempre votaron contra la Argentina y a favor del colonialismo británico en Malvinas. Si ellos pasan a ser los principales aliados del país, como anunció Milei, resulta obvio que el tema Malvinas será traspapelado y minimizado.
 
La soberanía sobre esos extensos territorios del mar continental argentino, que están dentro de las 200 millas del continente, que tenían población argentina cuando fueron invadidas y que los gobiernos argentinos siempre han reclamado, necesariamente pasará a ser un tema menor.
 
Y con Malvinas, pasarán al tacho de la basura el reclamo por las demás islas del Atlántico Sur, también usurpadas por Gran Bretaña, así como la proyección argentina sobre la Antártida, que está unida a esos reclamos.
 
La OTAN, a la que Milei quiere que ingresen los argentinos como "socios globales" de sus propios victimarios, está involucrada en una guerra que puede incendiar el planeta. Los presupuestos militares se dispararon en los países europeos decididos a acompañar la desesperada resistencia de Estados Unidos a perder su hegemonía planetaria.
 

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