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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 26-06-2022 / 10:06
¿ES LA AHORA DEL SALARIO BÁSICO UNIVERSAL?

La verdadera historia de los planes sociales: De los piquetes a la economía popular

La verdadera historia de los planes sociales: De los piquetes a la economía popular
Se atraviesa una coyuntura con pasables niveles de empleo. Pero los ingresos fijos suelen ser insuficientes para llegar a fin de mes. Expandir la protección social a la masa trabajadora comprendida entre los 18 y los 65 años mediante una audaz política de ingresos pinta como una de las claves para mejorarle la vida a millones de compatriotas.
Habrá quien no lo recuerde porque era chico o porque la memoria corta es plaga en este suelo. Durante ¡una década! en la Argentina se mantuvo la paridad peso-dólar y no hubo inflación. Milagros de la Convertibilidad, el plan de estabilización exitoso que se volvió catastrófico al eternizarse. Unido al desguace estatal, a la venta a precio vil de empresas públicas, terminó dejando un tendal.
 
La entrega de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) transformó en fantasmas a poblaciones pujantes de provincias petroleras. Los pobladores de Cutral Có en el sur y de General Mosconi en el norte armaron sus protestas. Necesitaban trabajo, respeto... visibilidad como eslabón previo. Cortaron rutas nacionales, comenzaron una matriz de protesta. Los llamaron "piqueteros", nombre que perdura.
 
La metodología hizo escuela en los Conurbanos, con el bonaerense a la cabeza como suele acontecer. Muchedumbres cortaron calles o rutas en la zona Metropolitana. Igual método, impacto mayor. Los trabajadores sin patrones y sin fábricas enfilan la "lesividad", ora a los gobiernos, ora a la sociedad civil. La huelga no existe en su repertorio, por motivos evidentes.
 
El gobierno de Carlos Menem había lanzado antes los planes Trabajar, pioneros. Eran prestaciones dinerarias, poca plata, contados beneficiarios si se compara con las cifras actuales. Distribuidos a piacere por las autoridades. Discrecionalidad menemista, imagínense. Durante la gestión de Fernando de la Rúa se multiplicaron los planes Trabajar. Las organizaciones sociales se movilizaban al Ministerio de Trabajo donde descollaron dos "estadistas": primero Alberto Flamarique, luego Patricia Bullrich.
 
Pocos evocan así pero cuando amaneció la recuperación democrática se repartían cajas PAN con alimentos. Había necesidades. Es regla apostrofar sobre "las deudas de la democracia", la amnesia deja de lado que la democracia nació con deuda externa e interna, siderales. La dictadura diseñó un modelo neoliberal de país, remember.
 

 
La alianza de clases contra la Alianza: 
  
La Convertibilidad envejeció mal, pero tuvo larga existencia. La consigna "piquete y cacerola/ la lucha es una sola" nació promisoria durante una época atroz. La romántica alianza de clases contra la Alianza fue bella mientras duró. Duró poco.
 
La recuperación económica a partir de 2002 fisuró ese frente callejero. Hoy se cumplen 20 años de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, en aquel trance ya se incubaban rechazos de sectores medios a la ocupación del espacio público.
 
El entonces presidente Eduardo Duhalde acababa de implementar el Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados (JJDH). Un ingreso básico para jefes de familia con, por lo menos, un hijo menor a cargo. Mensual, 150 pesos que ya no equivalían a 150 dólares. Requisitos sencillos para acceder. La inscripción rebasó las previsiones oficiales, se cerraron las ventanillas.
 
Las mujeres prevalecieron sobre los varones: más familias "monoparentales". O monomarentales, pongalé. Más avispadas las madres frente a la crisis. Se frenaron las inscripciones, se contradijo la universalidad, de todas maneras, se llegó a cerca de dos millones de beneficiarios.
 
Se discontinuaron otros planes, el Trabajar a la cabeza. El nombre perduró por error, a menudo como insulto. Se lo apodó "plan Descansar"... aunque se preveía alguna contraprestación laboral era complicado "inventar" tantas con recesión y un sistema productivo destartalado.
 
Hugo Moyano usó el mote peyorativo en un acto durante el mandato de Mauricio Macri. El propio "Mauricio" demostraba su ignorancia cuestionando a los Planes Trabajar en 2016, 13 años después de su remoción.
 
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Altas y bajas manipuladas, un precedente: 
  
Altos funcionarios duhaldistas mantenían relaciones con dirigentes de las organizaciones sociales (OS en adelante). Se reunían, negociaban cortes de rutas limitados a una mano, escuchaban, contenían. Cuando cesó de facto la inscripción al JJDH las OS pusieron el grito en el cielo. Se instrumentó entonces un nuevo Plan, que así llamaremos a los que no son universales o sujetos a requisitos objetivos, de fácil verificación. Discrecionales, pues. 
 
El Programa de Empleo Comunitario (PEC) comenzó a otorgar altas que se potenciaron tras la masacre de Avellaneda para distender el clima social. Las OS llevaban listas de potenciales beneficiarios, se las validaba de volea. En un momento se las facultó a entrar derechito al sistema del Ministerio de Trabajo, que comandaba la hoy diputada Graciela Camaño. Los dirigentes llevaban diskettes formateados con el software oficial (ustedes eran chicos, los diskettes eran etc..).
 
El PEC comenzó a ser nombrado por funcionarios como PLC (Piedra libre para todos los compañeros) porque cundía el descontrol. Parte de la dirigencia social, según se contó, abusó de sus potestades, manipulando altas y usando las bajas como mecanismo de control interno. Imposible tabular cuántos lo hicieron, poco serio sindicar quiénes. En todo caso, la metodología existió, sirve como remoto precedente de prácticas que se critican válidamente en 2022.
 
La maraña constituyó un desafío cuando llegó al poder Néstor Kirchner. "Ni palos ni planes", sintetizó el añorado presidente. No reprimir mientras se generaba trabajo genuino. Con un porcentaje de desocupados más alto que de votos el "pingüino" pensaba en un regreso al Estado benefactor, recalculado con los condicionantes de su tiempo. Tuvo que sostener los planes un tiempo, consiguió bajar la desocupación desde el 17,8 por ciento al 8 por ciento en cuatro años. Demoró más de dos en perforar el piso de dos dígitos. El empleo no registrado retrocedió del 49,1 por ciento al 37 por ciento.
 
Con criterio peronista y jauretcheano, Kirchner construyó su legitimidad de ejercicio mejorando la vida de los argentinos a toda velocidad. Un modo de construir consenso y gobernabilidad, de cimentar doce años de estabilidad política y paz social.
 
Habrá economistas ortodoxos que alerten contra recalentamientos... Pero el liderazgo democrático requiere apoyo masivo, cotidiano, elección tras elección. Economía política: "comprar" estabilidad y gobernanza. La alternancia actual, la inestabilidad de los gobiernos es un ejemplo inverso, usted escoja.
 
Kirchner tipificaba las políticas sociales como interinas, rueda de auxilio hasta lograr pleno empleo, un modelo laborista-neo desarrollista. No le "cabían" las propuestas de Ingreso ciudadano o Salario universal que ya se debatían en el Agora.
 
La Asignación Universal por Hijo (AUH), el gran salto de calidad de las políticas sociales K, fue decidida por Cristina Fernández de Kirchner en 2009 enfrentando a la crisis mundial desatada en 2008. Reparación para necesidades de los argentinos más humildes que el mercado de trabajo no alcanzaba a resolver.
 
Un programa universal, no supeditado a la digitación de los funcionarios. Derecho de los menores de 18 años que perciben las madres (mayoría absoluta entre las jefas de hogar). Acceso límpido, transparencia.
 
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La economía popular: 
  
Los rotundos avances de los doce años de gobiernos kirchneristas no consiguieron (ni hubieran podido conseguir) el retorno al Estado benefactor ni al pleno empleo. En ese sentido, este cronista opina (sin originalidad y muy bien acompañado) que ese pasado dichoso es irrepetible. Por eso piensa que cuando se habla de "transformar los planes en trabajo" se simplifica de más, fuera quien fuera quien lo diga.
 
El empleo privado formal es una de tantas de las variables de trabajo que coexisten en la Argentina y el mundo actual. El capitalismo global, con predominio del sector financiero, excluyente, se expande en todo el globo. El sociólogo Darío Capelli lo explica así en un artículo publicado en La Tecl@ Eñe  cuya lectura íntegra se aconseja:  "lxs trabajadorxs de la economía popular no sólo inventaron su propio trabajo en una etapa del capitalismo que los descarta sino que además han elaborado los marcos conceptuales para entenderse y entender cómo actuar sobre la realidad en un sentido transformador". 
 
Suponer que la economía popular se constriñe a las cooperativas reales (eventualmente "dibujadas") que se sostienen desde las políticas sociales públicas es un reduccionismo.
 
Es errado creer que en el fragmentado universo de la clase trabajadora todas y todos comparten como porvenir deseado el trabajo en relación de dependencia o alguna de sus variantes. Muchos laburan sin patrón y habría que ver cuántos lo prefieren. Seguramente muchos. 
 
Para dar un solo ejemplo, en esta nota que merecerá ampliaciones: la agricultura familiar es una realidad construida desde las bases, con camino recorrido, expandida en todo el territorio patrio. Hay alrededor de 250.000 establecimientos que involucran a alrededor de dos millones de personas. Es una actividad digna, mano de obra intensiva, que produce alimentos saludables y relativamente baratos, que fomenta el arraigo al suelo.
 
Claro que los trabajadores precisan cobertura médica, hacer aportes para jubilarse en su momento, crédito accesible para contar con capital de trabajo. Y políticas específicas del tipo del "compre nacional", la ley de góndolas, centros comunitarios de ventas cercanos a aquellos en que se produce. Más numerosos etcéteras. No son novedades, algunas ya existen (mejor o peor).
 
A los fines de esta columna de divulgación, solo se apunta a remarcar cuan surtidas son las realidades de la clase trabajadora. Más allá de los méritos o carencias de sus dirigentes o de los funcionarios políticos concernidos.
 
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Estigmas y ejemplos: 
  
Para la agresiva derecha nativa todo es sencillo, brutal, desde los orígenes que resumimos líneas arriba. Desprecio de clase, ninguneo, cuando no reclamos de represión.
 
El antropólogo Pablo Semán publicó en el portal Panamá hace seis años un artículo que parece escrito ayer. Va fragmento: "Tal vez ese sea uno de los grandes rasgos del pos-pos-neoliberalismo en la región. Las élites enfrentan la problemática social con agresividad y metonimia: allí donde hay un reclamo hay una ilegitimidad y un sujeto a denigrar. No hay protesta justa: la masa de excluidos puede ser descompuesta en un sinnúmero de sujetos despreciables sobre los que ninguna violencia es mucha: no sólo aparecieron nuevos rótulos negativos como mafiosos, terroristas o planeros; la mácula de la indignidad resignifica categorías sociales enteras: industrial textil, pobre o pibe ya llegaron a ser estigma".
 
Diferente, confrontativa, tiene que ser la mirada y la praxis de fuerzas nacional-populares o progresistas. El sector más humilde de la clase trabajadora viene prodigando templanza mientras labura muchísimo con escasa retribución. Fortaleció a la comunidad durante la pandemia, contribuyó a la paz social, prodigó solidaridad en tareas de cuidado.
 
La manipulación dirigencial de los recursos estatales debe ser cuestionada y evitada. El traspaso a esferas municipales o provinciales no es garantía absoluta contra la subjetividad o la arbitrariedad o el clientelismo. El punto da para más, se abordará en notas futuras.
 
Entre 2003 y 2015 el kirchnerismo construyó un inédito piso de protección social para los menores de 18 años y los mayores de 65 años. Una cobertura notable que el macrismo socavó, pero no pudo destruir plenamente.
  
Ahí radica la ventaja de las conquistas institucionales. No es sencillo derogarlas en una sociedad celosa de sus derechos, muy activa para movilizarse. Ese es el gran argumento a favor de los Programas regulados por ley no potestativos respecto de los planes en los que las mediaciones resuelven demasiado.
 
Se atraviesa una coyuntura con pasables niveles de empleo. Pero los ingresos fijos suelen ser insuficientes para llegar a fin de mes. Expandir la protección social a la masa trabajadora comprendida entre los 18 y los 65 años mediante una audaz política de ingresos pinta como una de las claves para mejorarle la vida a millones de compatriotas. El Salario Básico Universal, proyecto que se trata en Diputados significaría un paso adelante en ese camino.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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15-11-2025 / 10:11
Desde mayo la tendencia inflacionaria es al alza pero el IPC del Indec está lejos del sufrimiento de los bolsillos argentinos. Fuertes subas sub representadas que marcan un pulso en la calle muy distinto al que registra la estadística oficial. Es la mentira de las canastas de pobreza e indigencia. En ese marco, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei atraviesa un momento de creciente desgaste político y social, marcado por una serie de errores estratégicos, decisiones económicas controvertidas y promesas de campaña que se han diluido con el paso del tiempo.
 
Aunque el presidente continúa sosteniendo su discurso de reformas estructurales y combate contra la "casta", distintos sectores señalan falencias de gestión, inconsistencias doctrinarias y retrocesos que han afectado tanto su imagen como el rumbo de la administración. Uno de los principales focos de crítica apunta a la política económica. Pese a haber prometido libertad absoluta de mercados, el oficialismo implementó un esquema de devaluaciones administradas que contradice su discurso inicial.
 
Mientras se aplicó un crawling peg que deterioró salarios, jubilaciones y capacidad de consumo, también se produjo un reacomodamiento financiero que impactó sobre pymes y sectores productivos. El desarme de instrumentos financieros, como las letras estatales, generó un clima de incertidumbre que especialistas atribuyen a errores propios de gestión más que a herencias recibidas.
 
La gobernabilidad es otro frente de debilidad. Sin una base legislativa sólida y con tensiones internas, el oficialismo se apoyó recurrentemente en decretos, lo que debilitó la capacidad de negociación y profundizó la distancia con fuerzas aliadas y opositoras. A ello se sumó un episodio político costoso: la fallida estrategia de forzar un plebiscito anticipado, que derivó en una derrota y dejó al Presidente expuesto en su momento de mayor fragilidad.
 
La estructura de poder extremadamente concentrada, especialmente en el círculo íntimo más reducido, manejado autoritariamente por su hermana Karina, también es señalada como un factor que limita la capacidad de reacción ante crisis. Otro golpe duro llegó con el escándalo de la criptomoneda LIBRA, impulsada desde sectores cercanos al oficialismo y que terminó desplomándose abruptamente.
 
La polémica, bautizada como "Cryptogate", dañó la credibilidad presidencial, instaló dudas sobre el rol corrupto de funcionarios vinculados al proyecto y abrió interrogantes sobre eventuales responsabilidades políticas. A esto se suman los efectos sociales del ajuste. Los recortes profundos en salud pública redujeron programas, afectaron personal y dejaron en situación crítica a áreas sensibles, lo que despertó fuertes cuestionamientos desde organizaciones médicas y sociales. La contradicción entre el discurso de eficiencia estatal y la caída de prestaciones esenciales alimenta críticas sobre la orientación del ajuste.
 
En paralelo, varias promesas centrales de campaña quedaron inconclusas. La privatización de Vaca Muerta y de empresas estatales no avanzó; la ruptura de vínculos comerciales con países catalogados como "comunistas" quedó en declaraciones simbólicas más que en acciones concretas; y el supuesto desmantelamiento del sistema de planes sociales no llegó acompañado de mejoras sostenibles en la asistencia. Incluso afirmaciones erróneas sobre vacunas, como en el caso de la prevención del dengue, generaron malestar por la falta de precisión en cuestiones de salud pública. Con este panorama, Milei enfrenta un desgaste que combina problemas económicos, errores políticos y promesas que no lograron materializarse.
 
La Opinión Popular
 

15-11-2025 / 09:11
En una sincronía que se ha repetido en la historia, al tiempo que en Naciones Unidas el representante del gobierno argentino acusaba de corruptas a las víctimas de la dictadura y a sus familiares, en Washington se anunciaba un acuerdo con el gobierno de Javier "el Loco" Milei de subordinación y entrega. En Argentina, la violación de los derechos humanos, o su negación como en este caso, siempre tuvo su correlato con una relación de sumisión abyecta con Estados Unidos. La injerencia yanqui sobre su colonia argentina se profundiza. 

El miserable discurso pronunciado en la Comisión contra la Tortura de la ONU generó rechazo entre los demás presentes. En general, revictimizar a personas que han sufrido las peores aberraciones en torturas, violaciones, secuestros y desapariciones, genera repugnancia.

El funcionario al que le tocó jugar ese papel denigrante fue el subsecretario de Derechos Humanos, el siniestro Alberto Baños. Acusó a los organismos de derechos humanos, a las víctimas de la represión y a sus familiares de inventar la cifra de los 30 mil desaparecidos "para hacer negocio".
 
Este personaje tenía que responder preguntas sobre la represión del gobierno de Javier Milei a la protesta social y por el cercenamiento de políticas de derechos humanos. Pero eligió el papel más repulsivo para desacreditar a los organismos de derechos humanos que han sido quizás el aporte más democratizador que tuvo el proceso de transición democrática en la Argentina.
 
Baños es un exponente típico de un amplio sector del Poder Judicial. Se incorporó al fuero civil de la ciudad de Buenos Aires durante la dictadura y fue designado juez en el gobierno de Carlos Menem. Tuvo a su cargo algunos casos de resonancia, como la desaparición del policía de la Ciudad Arshak Karshanyan, en la que estaban sospechados miembros de esa institución. Baños hizo que la misma policía sospechada participara en la investigación y después de un tiempo dejó el caso sin resolver.
 
En otro caso, declaró prescripta la corrupción por el vaciamiento de Aerolíneas, lo que después tuvo que ser reconsiderado por otro tribunal. Y cuando se reabrió la investigación por la desaparición de las manos de Perón, la carpeta donde estaban los resultados de la investigación fue misteriosamente sustraída de su despacho.
 
No sería el sujeto más indicado para hablar de corrupción o para ser la cara de los derechos humanos de un gobierno que los respete. Más bien, su función ha sido hasta ahora liquidar las políticas de derechos humanos que la sociedad construyó laboriosamente desde la retirada de la dictadura.
 
Y en su presentación en Ginebra ante la Comisión contra la Tortura intentó ocultar la violencia institucional del gobierno del estafador Milei que todos los miércoles es pública y notoria cuando reprime con violencia a los jubilados.
 
La presentación tan sucia de Baños coincidió con el anuncio del gobierno de Estados Unidos del acuerdo con Milei que levanta aranceles aduaneros a los productos de ese país, elimina controles de calidad, así como controles sanitarios y se compromete a obstaculizar el ingreso de productos de otros países.
 
La contrapartida es cero. Estados Unidos no se compromete a nada que favorezca a los productos argentinos. Lo que se conoce del acuerdo afectará gravemente a la industria local como advirtió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde se asienta gran parte de esa actividad. Hay una regla invariable en la historia moderna del país: la violación sistemática de los derechos humanos ha estado siempre relacionada con gobiernos que al mismo tiempo entregaron soberanía. 
 

14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
La Opinión Popular

13-11-2025 / 09:11
Se perdieron más de 220.000 puestos de trabajo durante el gobierno cipayo, vende patria y pro oligarca de Javier "el Loco" Milei. Es la caída de empleo registrado privado, público y trabajadoras de casas particulares en agosto en relación a noviembre de 2023. En el mismo período creció el monotributo (+121.740). La precarización laboral avanza. En ese marco, Milei puso nuevamente en agenda la reforma laboral con el falso argumento de crear empleo. En la historia del país ya se demostró que eso no ocurrió, solo avanzó la precarización laboral, con salarios por el piso, que aumentó las ganancias de los empresarios.
 
El impensable y contundente resultado electoral de hace unos domingos atrás agrandó al gobierno anarco capitalista, que pasó a la ofensiva. La punta de lanza de esta ofensiva es la promocionada reforma laboral. ¿Se trata de una modernización equitativa y democrática de las relaciones capital trabajo, o se trata de una regresión a formas de dominio absoluto del capital sobre el trabajo?
 
Aprovechando el envión dado por las urnas, Milei está decidido a cumplir con las imposiciones del FMI. Que el Congreso apruebe el presupuesto 2026 en las sesiones extraordinarias de diciembre y sancione las leyes que impongan las reformas laboral esclavista y la tributaria, también exigidas por el Círculo Rojo, en enero. La previsional quedaría para más adelante.
 
Así como desde el inicio de su gestión creó una suerte de sentido común acerca de las bondades del equilibrio fiscal, que ya nadie en la oposición sistémica discute. Así ha buscado imponer un ambiente favorable a las reformas, particularmente la que tiene que ver en contra de los derechos del trabajo.
 
Los argumentos son por demás conocidos. Modernizar la legislación y sus normativas que estarían obsoletas frente a los nuevos procesos de producción y comercialización, que no se adaptarían a las nuevas tecnologías en continuo cambio, que su rigidez impediría la creación de empleo y por lo tanto obstaculizaría la reducción de la informalidad. Cuando el desempleo en Argentina llegó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, según el INDEC. Casi 1,8 millones de personas estuvieron sin trabajo en ese período.
 
No se trata de ninguna modernización, es una regresión a las condiciones laborales del pre peronismo, si se quiere de fines del siglo XIX y principios del XX, que maximizan las ganancias de las empresas sobre la base de rebajar aún más el ingreso de los trabajadores. La experiencia demuestra que este tipo de reformas solo traen más precarización y pérdida de derechos. (Recordar "Ley de Empleo", 1991 y "Ley de Empleo, productividad y equidad", 2000 (Ley Banelco). La creación de empleos formales, que baja la informalidad, no depende de este tipo de normativas sino del crecimiento de la inversión productiva y la expansión de la actividad económica.
 
¿Qué tipo de reforma es necesaria? Una que compense la asimetría entre capital y trabajo, que no incline la cancha más de lo que está. Que por ejemplo reduzca la jornada para crear empleo. Que reconozca la calidad de trabajadores y por lo tanto sus derechos a quiénes se desempeñan en los servicios de plataformas. Que otorgue derechos a quienes trabajan en la Economía Popular. Que reconozca las licencias por paternidad y regule las tareas de cuidados...
 
Las condiciones de vida de los trabajadores no mejorarán con la reforma laboral de Milei, hay que rechazar el proyecto y conquistar trabajo con derecho para todos. No hay nada que negociar. Por el contrario, hay que resistir y luchar contra esta reforma antiobrera y antisindical que beneficia a los ricos y perjudica a los pobres. 
 
La Opinión Popular
 

12-11-2025 / 11:11
Gobierno libertario solo para la casta de los más ricos. Los "héroes" del Presidente. Marcos Galperín, ferviente defensor de que el Estado no intervenga en la economía, recibe millonarias exenciones impositivas. En un contexto de ajuste fiscal y debates por la reforma tributaria, el Formulario 10-Q presentado por Mercado Libre ante la SEC de Estados Unidos expone una vez más los jugosos beneficios fiscales que el gobierno de Javier Milei le otorga al "unicornio" fundado por Galperín, el hombre más rico de la nación con un patrimonio de 8.300 millones de dólares, según Forbes.
 
La empresa, valorada en más de 106 mil millones de "verdes", reportó ingresos netos de 7.400 millones en el tercer trimestre, un 39 por ciento más que el año anterior, y ganancias de 421 millones de dólares. Sin embargo, detrás de estos números relucientes se esconde un "secreto a voces": exenciones impositivas que superan los 350 millones de dólares en los últimos cinco años.
 
Bajo el régimen de promoción de la Economía del Conocimiento, Mercado Libre accedió en los primeros nueve meses de 2025 a beneficios por 50 millones en Ganancias y 17 millones de dólares en aportes previsionales, un 52 por ciento más que en 2024. "Es un subsidio injusto a una multinacional que no lo necesita", critica el Observatorio del Trabajo Informático (OTI), vinculado a la Asociación Gremial de Computación.
 
A Galperín le perdonaron en 2021: US$ 59 millones, en 2022: US$ 81 millones, en 2023: US$ 109 millones, en 2024: US$ 57 millones, en 2025: US$ 67 millones. Total: US$ 373 millones de impuestos le perdonaron a Galperin en cinco años. Pero los sectores populares tienen que pagar el IVA de los fideos sin chistar.
 
Sectores gremiales y la industria financiera coinciden: con su tamaño colosal, Javier Milei abusa del esquema al encuadrar áreas menores bajo un solo CUIT, mientras evade contribuciones que podrían destinarse a pymes o servicios públicos en crisis. Galperín, exiliado fiscal en Uruguay, predica la libre competencia, pero no duda en alzar la voz contra rivales como Temu y Shein, las plataformas chinas que inundan el mercado con productos baratos.
 
En el Foro Abeceb, Juan Martín de la Serna, presidente de la filial argentina de Mercado Libre, exigió "reglas claras" para importaciones, advirtiendo que amenazan el 90 por ciento de ventas de pymes en la plataforma y el empleo local. "Abrir indiscriminadamente da trabajo a chinos, no a argentinos", sentenció.
 
Ironía pura: el defensor del no intervenciónismo estatal ahora pide regulaciones que protejan su imperio. El cruce en X con Miguel Ángel Pichetto lo desnuda todo. El diputado peronista instó a gravar a estas "economías de plataformas" para cuidar la industria nacional.

Galperín replicó con arrogancia: "No estoy preocupado, competimos exitosamente". Pichetto no se quedó atrás: "Mejor empezá a preocuparte, porque te van a pasar por arriba y ya impactan en empleos de distribución".

Mientras, el Gobierno de Milei discute bajar cargas patronales, pero calla sobre estos privilegios elitistas de los más ricos empresarios. Esta disparidad fiscal alimenta el descontento: ¿por qué el gobierno de Milei regala millones a un magnate mientras mientras los salarios deprimidos de jubilados y trabajadores pagan la crisis?

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