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Nacionales - 09-05-2022 / 11:05
PYMES DE LA UIA, DE CAME Y TEXTILES DE PROTEGER NO QUIEREN QUE LA INTERNA DEL FRENTE DE TODOS FACILITE UN RETROCESO

Empresarios que padecieron la desindustrialización macrista no quieren que vuelva

Empresarios que padecieron la desindustrialización macrista no quieren que vuelva
Un conjunto de firmas de capital nacional, atraviesa hoy una preocupación central: que las internas descarnadas y públicas del Frente de Todos se lleven puesta la recuperación y que, sobre todo, deriven en el 2023 en un viraje de modelo económico que vuelva a poner al PBI en el pozo.
En la constelación del Círculo Rojo no todos son empresarios que alimentan el juego de la política partidaria y gustan de segundas intenciones. El lado B de eventos grandes y rutilantes como el reciente Foro Llao Llao o las comidas de las gremiales empresarias es bastante más representativo en niveles de actividad, empleo y problemas para la gestión diaria.
 
Este segmento del sector privado, en su conjunto firmas de capital nacional, atraviesa hoy una preocupación central: que las internas descarnadas y públicas del Frente de Todos se lleven puesta la recuperación y que, sobre todo, deriven en el 2023 en un viraje de modelo económico que vuelva a poner al PBI en el pozo. Sobre todo, inquieta que se dé en un marco inflacionario peligroso donde la distribución queda corta o no se da, donde hacen falta dólares para una demanda creciente y cuando se busca sin encontrar personal calificado a nivel técnico para las fábricas.
 

 
QUÉ MIRAN Y ANALIZAN HOY LOS EMPRESARIOS QUE NO JUEGAN A LA POLÍTICA
 
Los ceos que no quieren la vuelta de Macri
 
"El ruido político es el miedo nuestro, el Drácula", describió ante PáginaI12 un ceo alimenticio del interior del país, asociado a la Unión Industrial Argentina (UIA), al que le gustan las metáforas bien gráficas.
 
En la casa fabril de Avenida de Mayo manda el discurso público de los grandes como Techint, pero el 80 por ciento de la integración es de pymes. Esa síntesis incluye además a los que se muestran "despolitizados" y que apoyaron un proceso que, aún con problemas inflacionarios y de repuestos importados, camina de manera más que aceptable en un mundo en el que la Guerra en Ucrania parece ir condicionando poco a poco las economías de todo el globo.
 
En los últimos días, muchos de estos ceos recorrieron despachos oficiales, estuvieron con funcionarios nacionales en eventos de inversiones y hasta hablaron con dirigentes del kirchnerismo para plantear esos temores
 
 
La mirada hacia el 2023
 
Según supo este diario, en todas esas charlas hablaron de los números positivos que tienen casi todas las actividades, con una advertencia: si el modelo de Alberto Fernández fracasa, "la alternativa en el poder es lo que nos metió en la crisis en 2015".
 
La referencia es para Juntos por el Cambio, al que ven creciendo en las encuestas al ritmo del recalentamiento de la interna del Gobierno. En esos diagnósticos hay pymes de la UIA, de CAME y textiles de Protejer, entre muchos otros, que padecieron la desindustrialización de una manera dramática y recién tienen números positivos contra los años del macrismo.  
 
Por el lado de las empresas nucleadas en la CGERA, en tanto, observan la dinámica internista como natural en la historia de los presidentes y vices, pero aclaran que lo relevante es que el Frente de Todos llegue al 2023 con una propuesta unificada. En la otra esquina un alto dirigente textil consideró ante este diario que "preocupan las diferencias, pero tienen que aplacarse porque lo que se viene va a seguir siendo bueno en materia de actividad". Ese mismo ceo aportó otro dato: "Yo no me creo que el macrismo tenga tantas chances en 2023, tienen muchas diferencias internas y cuando llegue la elección se verá". 
 
Los casos antes citados son los que, números en mano, afirman que la economía en la Argentina tiene hoy dos caras. Crisis distributiva y alta inflación pero, vista en el conjunto, es una economía que muestra un crecimiento inusitado, sobre todo luego de una salida de pandemia y con la dura herencia del macrismo. En tres de los cuatro años de Cambiemos en el poder, el PBI se contrajo en condiciones sociales normales. Este año, en tanto, se hilvanará el segundo período de crecimiento consecutivo de la economía, algo que no ocurre desde el 2010. 
 
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Datos en mano
 
La casuística es mejor para ver el fenómeno. Aquí algunos de los datos que fueron compartidos entre empresarios y funcionarios: en Santa Fe ya no hay metraje para instalación de empresas en parques industriales, pero hay un problema.
 
Algunas de las naves podrían estar terminadas recién en 2023, con el riesgo de que en ese período el desboque de la interna oficial redunde en una derrota electoral contra la oposición mayoritaria, Juntos por el Cambio. En pocas horas, el gobernador de esa provincia, Omar Perotti, se reunirá con la UIA para analizar medidas productivas a futuro. Lo esperan con datos como el anterior y algunos de más impacto. 
 
Otro ejemplo: la fábrica de cosechadores Cruccianelli, con 65 años en el país, está en niveles de venta récord. Hace unos días, avisó a las concesionarias que no comprometan más ventas de un modelo específico porque no está seguro de poder entregar. Le faltan componentes importados como chips, que no están por la crisis internacional de logística. 
 
Con los autos pasa algo similar. ACARA, la cámara de concesionarias, reportó una caída en las ventas por falta de unidades, producto de problemas para conseguir partes por faltantes de dólares. "Pero hay mucha demanda", contaron esta semana varios dirigentes en el evento de inversiones de Volskwagen en su planta de Pacheco. 
 
La producción lo muestra: según la asociación de fábricas ADEFA, hubo un 10 por ciento de crecimiento en la fabricación de autos en abril. Si se mira el primer cuatrimestre, ese número asciende a un 25 por ciento más de unidades. Pero la cifra más fuerte es la de la actividad metalúrgica, la madre de industrias y empleos. En el sector preocupan la incertidumbre política, pero sobre todo la falta de dólares en un escenario de mayor demanda.
 
Este diario accedió a otros números que muestran la recuperación fuerte de la actividad: según la cámara ADIMRA, en marzo hubo un crecimiento 10,3 por ciento en la producción de metales y el acumulado del primer trimestre registra una suba del 4,6. Así, esperan que el año termine entre un 5 y un 7 por ciento arriba, número importante porque el sector representa el 20 por ciento de todo el PBI industrial.
 
Y algo más: el crecimiento porcentual de la metalurgia suele calcar la suba del PBI general. El dato extra es que, a diferencia del año pasado, el rubro Petróleo y Gas está en un ascenso muy importante. Cambia la política macro de sustitución de importaciones.
 
El otro dato fuerte que hay que observar es el del cemento. En abril, la producción de ese insumo de obra llegará al segundo pico histórico y el segundo mejor abril en siete años, lo que prevé un crecimiento sostenido de la construcción, que tuvo un traspié intermensual en marzo. En este escenario, los ceos que emplean ven a Argentina ante una posibilidad de consolidar el crecimiento y no quieren volver atrás en las políticas productivas. 
 
Ahora bien, el mayor enigma de la política interna es cómo el Gobierno resolverá algo que es central: que ese crecimiento "no se lo queden cuatro vivos", como mencionó la vicepresidenta Cristina Fernández en relación al sector privado más concentrado.
 
Por Leandro Renou
 
Fuente: Página12
 
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23-10-2025 / 08:10
En el ocaso de una campaña sin épica, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el miedo más grande de su propio gobierno: quedar sin el tercio legislativo que sostiene su poder político seudo democrático. El que hace un año prometía "refundar la Argentina", llega a la elección del 26 de octubre devaluado, aislado y con un discurso cada vez más errático, mientras las encuestas anticipan una caída que podría dejar a La Libertad Avanza sin capacidad de defensa en el Congreso.
 
Consultado por Guillermo Andino sobre qué consideraría un "buen resultado", el presidente no habló de ganar ni de convencer, sino de sobrevivir: "Uno que me asegure un tercio en la Cámara, que es una pared de defensa", admitió Milei, resignado a celebrar un empate como si fuera un triunfo. Esa "pared" es lo único que separa al Gobierno anarco capitalista del colapso institucional. Sin ese tercio, el oficialismo perdería poder de veto sobre leyes opositoras, vería caer sus DNU y hasta quedaría a tiro de un eventual juicio político, algo que hoy se comenta en voz baja en despachos peronistas y radicales.
 
Según un informe elaborado por el politólogo Gonzalo Taboada, el Gobierno solo mantendría control con un 39 por ciento de los votos, cifra que nadie se anima a pronosticar. En el escenario más optimista, Milei llegaría a 104 diputados sumando el PRO y algunos gobernadores aliados; pero con un resultado más realista, cercano al 32 por ciento, el oficialismo quedaría a merced de bloques provinciales y de una oposición fortalecida, con 109 bancas y capacidad de bloquear cualquier iniciativa presidencial.
 
En el peor escenario, con un 30 por ciento o menos, La Libertad Avanza ni siquiera lograría conformar el tercio propio ni sumando al PRO, lo que significaría una catástrofe política. "Una elección de 30 por ciento o menos es el número del abismo", señaló Taboada. "En ese escenario el Gobierno dependería de los árbitros, perdería autonomía y quedaría sin margen de maniobra".
 
La situación no sorprende a quienes observan el deterioro del poder libertario. El desquiciado Milei, que se soñó emperador, terminó mendigando apoyo a Donald Trump, mientras su ministro de Economía intenta contener una recesión que ya acumula dos años consecutivos, con inflación persistente y un dólar que sigue escalando.
 
A la crisis económica se suma una soledad política creciente. Karina "la Coimera" Milei se atrincheró en la Secretaría General, Santiago Caputo perdió influencia y el vínculo con los gobernadores aliados se tensó al extremo. El PRO ya no se comporta como socio, sino como tutor de un Gobierno que no logra ordenar su propia tropa.
 
La estrategia electoral del oficialismo se limitó a campañas de miedo, spots improvisados y discursos cargados de enojo, sin propuestas ni respuestas ante el descontento social. Milei dejó de hablar de "reformas estructurales" para conformarse con conservar la silla presidencial y evitar el aislamiento total.
 
"Pasar de un balotaje con 55 por ciento a una legislativa que arranque con un 20 y pico sería un golpe devastador", reconoció un operador libertario que, en privado, admite que el Gobierno festejará si logra un empate técnico. La foto final podría marcar un antes y un después. Si Milei no alcanza el tercio, su relato de liderazgo "anticasta" trucho quedará pulverizado y su futuro político dependerá de los mismos actores a los que prometió "dinamitar". La elección del domingo, más que una prueba electoral, será un plebiscito sobre su propia capacidad de gobernar.
 
La Opinión Popular
 

22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
La Opinión Popular
 

20-10-2025 / 10:10
La relación entre José Luis Espert y Fred Machado, el acusado por narcotráfico que financió su campaña presidencial en 2019, sigue complicando a La Libertad Avanza, aunque el economista, al que todavía defiende Javier "Cipayo" Milei, ya no encabeza la lista libertaria oficialista. En el último reportaje que otorgó el día que se confirmó su extradición a los Estados Unidos, se reveló el mensaje que Machado le pasó al Gobierno. Soltó una bomba que hizo temblar a más de uno en La Rosada.
 
En una entrevista de ocho horas con la periodista Caro Fernández, de Splendid AM 990, lanzó una advertencia que suena a ultimátum: "Si hablo, se cae el país". Con la extradición a Estados Unidos autorizada por la Corte Suprema, Machado no se guardó nada y apuntó directo al corazón del poder libertario, salpicando a figuras como José Luis Espert, Patricia Bullrich y Alberto Weretilneck con acusaciones que, de probarse, podrían destruir al Gobierno de Javier Milei.
 
El empresario, con un tono que mezcla bronca y desesperación, mandó un mensaje filoso a Santiago Caputo, estratega clave de Milei: "A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana". La respuesta fue: "Mensaje recibido". ¿Qué sabe Machado que pone tan nervioso al entorno presidencial?
 
Con Espert, su exaliado, no fue menos duro. Financió su campaña en 2019, pero ahora lo acusa de darle la espalda. "Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?", dijo, recordando una advertencia que le hizo en marzo de 2021 sobre los riesgos que corrían. "Le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó", disparó con amargura.
 
Las acusaciones también alcanzaron a Patricia Bullrich. Según Machado, habría una triangulación de fondos para su campaña presidencial de 2023, con más de 3 millones de pesos movidos a través de una empresa de la familia Bada Vázquez, de los cuales al menos 215.000 pesos habrían ido a parar a su campaña.
 
Sobre Weretilneck, señaló un supuesto entramado de negocios en Río Negro, con permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a Claudio Cicarelli, presunto testaferro del gobernador.
 
En un intento por limpiar su nombre, Machado insistió: "Es una cuestión de plata, no de droga". Sin embargo, la noticia de su extradición lo desmoronó. Entre el ladrido de sus perros y la tensión del momento, suplicó a Fernández: "No me dejes solo". Horas después, un operativo policial lo trasladó para enfrentar su destino en Estados Unidos.
 
La Opinión Popular
 

19-10-2025 / 08:10
Entre el colapso económico, la pérdida de relato y el avance de sus propios aliados, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el tramo final de la campaña convertido en símbolo de su propio fracaso: un presidente sin respuestas, cercado por la realidad y por quienes financiaron su ascenso. El plan "llegar" se quedó sin nafta cuando todavía falta una semana para alcanzar la meta. La impotencia es la tónica en la recta final antes de unas elecciones que se convirtieron en un delicado plebiscito sobre el futuro del gobierno y del país.
 
El proyanqui Milei volvió de Washington DC con una hoja que dice "amigo" y el fibrón que usó Donald Trump para estampar esa dedicatoria. A su regreso dio dos entrevistas en las que se peleó con sus interlocutores (le dijo "marxista" a Eduardo Feinmann y a Esteban Trebucq que le hacía el "caldo gordo a los psicópatas kirchneristas") y confesó que no tiene una solución para los problemas de los argentinos.
 
- El ochenta por ciento apenas si puede llegar a fin de mes y el sesenta por ciento, setenta, llega al día veinte. Les falta dinero en el bolsillo.
- ¿Qué quiere? ¿Que lo emita?
- No, yo no...
- A ver, entonces, emitiendo no se arregla. ¿Cómo quiere que lo arregle? Vamos, dígame. ¿Cómo le pongo plata a la gente?
- El economista es usted.
- No, bueno, pero digo o sea, a ver, digamos.
 
Un día más tarde insistió:
 
- ¿Y la gente que no puede esperar, presidente?
- A ver. A ver, pero, de vuelta. Te hago una pregunta, no puede esperar, a ver, ¿cómo lo resolvemos?
- Es que yo no lo sé.
- No, bueno, entonces.
- Sólo le pregunto.
- No, bueno, pero si vas a hacer el punto, digamos, a ver, empecemos a discutir cómo se resuelve.
 
Para Milei la escasez y la mala calidad de vida de millones de personas es en todo caso un problema intelectual, teórico, en el que no tiene demasiado interés. Dos años después de asumir le sugiere a su interlocutor (no un funcionario, no un asesor, ni siquiera un consultor sino un periodista en el contexto de una entrevista televisiva en vivo) que empiece la discusión.
 
Decir que no le quita el sueño sería una exageración: ni siquiera lo considera un problema, algo que deba resolver. La economía se encargará de hacerlo, cuando deje de existir el riesgo kuka. Suena estúpido, pero es exactamente el argumento presidencial, palabra por palabra.
 
Para la mayoría de los argentinos se trata en cambio de una cuestión muy concreta, a veces de vida o muerte. Este miércoles, en Congreso, en la marcha semanal por el reclamo de una mejora en las jubilaciones, una pareja daba su testimonio a las cámaras de televisión.
 
Él está atravesando un tratamiento contra el cáncer, le sacaron la cobertura de los remedios para aliviar los dolores y los vómitos cuando le hacen quimioterapia. En el hospital sólo le entregan la mitad. Desde los estudios, la cronista sugiere que den un "alias" bancario para recibir transferencias de gente que pueda ayudarlos. No tienen teléfono: tuvieron que venderlo para comprar medicinas. Milei no tiene una respuesta para ellos ni va a tenerla. 
 

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