La Opinión Popular
                  22:58  |  Miercoles 17 de Septiembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
Recomendar Imprimir
Nacionales - 24-01-2022 / 12:01
EL ESQUEMA NEOLIBERAL DOMINANTE EN LA DIRIGENCIA DEL PRO

Ideas confusas de María Eugenia Vidal sobre el endeudamiento argentino

Ideas confusas de María Eugenia Vidal sobre el endeudamiento argentino
La diputada María Eugenia Vidal acaba de proveer un material de análisis muy rico, difundió un hilo de tweets sobre el endeudamiento argentino. Un análisis detallado de ese material permite espiar un poco en su pensamiento pero es, además, un indicio fuerte sobre el esquema neoliberal dominante en la dirigencia del PRO.
La diputada María Eugenia Vidal acaba de proveer un material de análisis muy rico, difundió un hilo de tweets sobre el endeudamiento argentino. Un análisis detallado de ese material permite espiar un poco en su pensamiento pero es, además, un indicio fuerte sobre el esquema neoliberal dominante en la dirigencia del PRO.
 
Vidal difundió un hilo de cinco tweets. En el primero de ellos, la ex gobernadora sostuvo: "El 80 por ciento del préstamo contraído por el fondo se usó para pagar deudas en dólares, tomada por gobiernos anteriores, otro 13 por ciento para pagar deuda en pesos. La tasa fue la mitad de la del mercado en ese momento". Vidal ofreció como demostración de esa información un cuadro donde se detalla la cantidad de dólares del préstamo del Fondo que fueron destinados a cancelar letras o distintos bonos emitidos por el Estado argentino.
 
La primera curiosidad es que la información que brinda el cuadro es insuficiente. Para demostrar que el crédito fue utilizado para pagar deudas contraídas antes del 2015, debería incluir la fecha de emisión de los bonos y las letras cancelados. Sin embargo, ese dato no está. Parece que está pero no está.
 
Ella, ¿se dará cuenta de la trampa o simplemente colgó algo que le pasaron? Mientras se devela el misterio, conviene hacer un breve recordatorio. ¿No se produjo en abril de 2018 una estampida, en la que tenedores de miles de millones de letras en pesos empezaron a reclamar dólares? ¿No generó eso un desequilibrio que fue, al fin y al cabo, el que provocó una inestabilidad tremenda del tipo de cambio? ¿No fue ese fenómeno el que provocó que el Gobierno recurriera al Fondo, más allá de qué parte del crédito usara para satisfacer la demanda de dólares y cual para cancelar viejas deudas?
 
Entonces, aquí hay dos rasgos de la mirada económica de Vidal, que se asesora con algunos de los principales economistas de su partido. Uno: el material documental no es preciso. No alcanza para saber si su conclusión es correcta o no. Dos: el relato histórico omite elementos centrales para explicar lo que pasó. En ese sesgo hay, claro, un interés: si el problema fue la vieja deuda y no la crisis de confianza, la culpa es de quienes contrajeron la primera y no de quienes generaron la segunda. O sea: la culpa es del otro.
 
Pero ese primer tweet tiene otro detalle, porque da por sentado que utilizar el crédito del fondo para cancelar una deuda en dólares era una política criteriosa o, al menos, inevitable. "Se usó para pagar deudas", dice. ¿Estuvo bien eso? ¿Por qué estuvo bien? En su revisión difundida en diciembre, el propio Fondo Monetario sostuvo que ese crédito fue concedido para que la Argentina defendiera sus reservas.
 
Esto es, el Gobierno podría haber hecho lo que hizo unos meses después: limitar el retiro de dólares, reperfilar vencimientos, defender así las reservas y la moneda, y tal vez volver después más robusto al mercado de capitales. Al no hacerlo, habiendo alternativas obvias, dilapidó el dinero. La afirmación de Vidal es toda una posición en ese debate: ella parece estar de acuerdo con la manera en que se utilizó el dinero del Fondo, algo que el mismo Fondo cuestionó. ¿Lo está? ¿Lo habrá pensado al menos?
 

 
El tercer tweet de Vidal es igual de revelador. Vidal sostiene: "El gobierno actual se está endeudando más año a año". Para eso publica otro cuadro del cual se deduce que Mauricio Macri se endeudó a un ritmo de 18.159 millones de dólares por año mientras que Alberto Fernández lo hace a 23.106 millones.
 
Al igual que en el cuadro anterior, Vidal vuelve a apelar a la brocha gruesa: tan gruesa que no se entiende nada, aunque, una vez más, parezca lo contrario. La deuda de un país tiene diferentes componentes. Cualquier principiante lo sabe. Hay deuda en dólares, en pesos, a acreedores locales o extranjeros, a entidades estatales o a acreedores privados, con vencimientos a corto o a largo plazo, con tasas de interés altas medianas o bajas.
 
Un Estado que emite deuda en su moneda con vencimientos a mediano plazo y cuyos acreedores son de su país y, muchas veces, entidades del mismo Estado está en una situación más aliviada que otro Estado que emite deuda en moneda extranjera, a altas tasas de interés, vencimientos próximos y cuyos acreedores son privados. Aunque el monto sea igual, las diferencias entre una situación y la otra son gigantescas.
 
Por eso, en contraste con los números de Vidal, tal vez convenga mirar la evolución de la deuda en dólares del Estado argentino según los datos oficiales. El cuadro es muy diferente al que difunde Vidal y permite llegar a conclusiones muy diferentes.
 
En los ocho años de Cristina Kirchner, la deuda externa trepó de 75 mil millones a 148 mil millones, menos de 10 mil millones por año. Desde el 2015 al 2019, esos 148 mil millones se transformaron en 250 mil millones, lo que refleja una aceleración gigantesca del ritmo de endeudamiento -30 mil millones por año-- sobre todo si se tiene en cuenta que casi la totalidad se contrajo en los primeros tres años. Desde entonces, la deuda en dólares casi no varió, entre otras razones porque la Argentina no tiene acceso a los mercados.
 
Ese endeudamiento heredado por la actual administración limitó mucho las políticas públicas durante la pandemia. Por eso, el gobierno actual se vio obligado a emitir sin respaldo, y luego a secar el mercado con nuevas emisiones de deuda, esta vez en pesos, que crecieron mucho.
 
El endeudamiento en pesos de este Gobierno, en eso tiene razón Vidal, es de una magnitud que empieza a amenazar el futuro y se reproduce como una bola de nieve. Vidal, en este sentido, se parece a muchos otros dirigentes: cuando habla de los otros, puede tener razón.
 
El hilo de Vidal incluye otra afirmación que permite entender el centro de su pensamiento. "El camino para reducir la deuda es mediante el equilibrio de las cuentas públicas". Es otra simplificación que requiere aclaraciones. Muchas veces, quienes han repetido lo mismo realizaron un fuerte recorte de gastos.
 
Eso generó recesión y, por lo tanto, se recortaron los ingresos fiscales. Como el déficit es una relación entre ingresos y gastos, el déficit no se redujo. Llegar al equilibrio fiscal es una operación sofisticada que necesita explicarse. Si se lo trata como una consigna, seguramente salga mal. Mal hecho, genera desconfianza en los inversores y en los ciudadanos y un gobierno se autodestruye, como ya ocurrió.
 
Pero además, ¿de verdad es tan lineal que con equilibrio fiscal en pesos se reduce la deuda en dólares? Ninguna persona sensata debería negar los efectos desestabilizadores del déficit fiscal, especialmente en países frágiles como la Argentina. Pero, ¿bastará con reducirlo o eliminarlo?
 
Se llega al equilibrio fiscal, no es necesario emitir, entonces no hay demanda sobre el dólar, todo se tranquiliza: esa línea de pensamiento obedece a una escuela económica. No es neutral. Las veces que se quiso poner en marcha, generó problemas muy serios. Pero, en todo caso, es muy revelador que Vidal adhiera sin matices a ese enfoque extremo en el debate económico argentino.
 
El problema tal vez no sea de Vidal. Los tweets de la ex gobernadora están en línea con un profuso material de propaganda que elaboran casi los mismos economistas que participaron del proceso fallido de Mauricio Macri.
 
Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, entre otros, repiten en cada reportaje las conclusiones de esos trabajos. "Nosotros no contrajimos la deuda", "la deuda se explica por el déficit heredado", "la crisis de confianza se produjo cuando ganó el kirchnerismo", son algunos de los latiguillos de esa campaña.
 
En todos los casos, se repite el slogan que unifica a toda la dirigencia nacional. "La culpa es del otro".
 
Por Ernesto Tenembaum
 
Publicado en Infobae
 

Agreganos como amigo a Facebook
17-09-2025 / 09:09
Javier "el Loco" Milei es un mentiroso consuetudinario. Se dedica a "mandar fruta", hablar sin saber realmente del tema, exagerando, inventando o diciendo cosas sin sentido, con la intención de engañar. Todas las organizaciones especializadas en Educación, Jubilaciones y Discapacidad destruyeron los anuncios presidenciales sobre mejoras para esas áreas. Se basan solo en dibujos numéricos y ajustes encubiertos. Los gremios revelaron que el porcentaje del PBI dedicado a la enseñanza, que fue de 1,48 en 2023 y de 0,88 en 2025, baja al 0,75 en 2026. Los rectores aseguran que se congela el gasto universitario en sus peores niveles.
 
El discurso de Milei por el cual presentó el Presupuesto 2026 está plagado de números mentirosos y mensajes al "mercado", a los grandes empresarios y financistas. A los ricos. El presupuesto reduce fuertemente la partida destinada a cancelar deudas previsionales; mientras que la partida para pagar la deuda pública a los especuladores financieros crece un 20%. Hay deudas y deudas para el Gobierno.
 
Milei aseguró al presentar el Presupuesto 2026 que habrá un aumento del 17% de suba en términos reales (por encima de la inflación) en materia de salud, 8% en materia de educación, y 5% en jubilaciones y en pensiones por discapacidad. Además, anunció que se le asignará $4,8 billones a las universidades nacionales, lo que representa una suba nominal del 13% frente a una inflación proyectada del 10%.
 
Sin embargo, anteriormente, el Presidente reveló que el proyecto presenta "una regla de estabilidad fiscal": "si los ingresos caen o los gastos superan a lo previsto se deberán ajustar partidas para mantener el equilibrio fiscal". Es decir, cualquier variable proyectada en el Presupuesto que se modifique, como una inflación anual de 10% o un dólar debajo de $1.350, "obligará" a Milei a no cumplir con estos aumentos. Además, también lanzó que su proyecto estipula el "menor nivel de gasto sobre PBI de los últimos 30 años". Contradicciones que desnudan que sus promesas son incumplibles.
 
En las últimas semanas, el Gobierno libertario redujo en $40.267 millones las transferencias a las universidades nacionales. De esta manera, Milei terminará 2025 con una reducción del 9,4% real del presupuesto universitario con respecto a 2024 y del 32% frente a 2023. Para equiparar los gastos realizados el año pasado, el Gobierno debería invertir $4,6 billones en lo que resta de 2025 y $6,2 billones para igualar el nivel de 2023. Es decir, la promesa de $4,8 billones para el 2026 no absorbe la pérdida registrada.
 
Si bien Milei prometió que las jubilaciones aumentarán 5% por arriba de la inflación en 2026, no alcanza para equiparar lo perdido durante su gestión. En 2024, el recorte en dicha partida fue del 14%, y sin contar el bono para el haber mínimo cuyo monto está congelado hace 18 meses frente a una inflación superior al 100%.

Además, más allá de su promesa, si la inflación anual es más del 10% como se proyecta, ¿mantendrá el aumento de las jubilaciones 5% por encima de la inflación? "Si los gastos superan lo previsto se deberán ajustar partidas", afirmó en su discurso.

En otros rubros, las partidas presupuestarias en Educación acumulan un ajuste del 41% entre 2023 y 2025, según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). El 8% anunciado por Milei queda chico. En cuanto a discapacidad, la ANDIS sufrió un recorte del 14%. Sobre este punto, Milei supone una suba del 5% real sobre las pensiones. El proyecto ensaya un recitado de mentiras expresadas en números que no cierran ni aseguran la continuidad de las áreas con normalidad. Lo peor todavía no pasó.

La Opinión Popular


16-09-2025 / 11:09
La bala entró. La derrota electoral en la provincia de Buenos Aires sacudió al Gobierno de Javier "el Loco" Milei de tal manera que se vio obligado a cambiar el tono discursivo. La administración libertaria se niega a modificar su brutal política económica de ajuste y motosierra, pero ayer el presidente brindó un discurso atípico: fue moderador, evitó los insultos, las provocaciones, anunció mejoras en el Presupuesto 2026 para los sectores más vulnerables y llamó a trabajar "codo a codo" con los Gobernadores.
 
Además, el jefe de Estado envió un mensaje a la población y aseguró que "lo peor ya pasó, no aflojemos". De esta manera, Milei acusó recibo del fuerte descontento social. Sin embargo, no fue la primera vez que el mandatario prometió que los momentos más difíciles quedaron atrás y que lo mejor estaba por venir.
 
El 10 de diciembre de 2024, el libertario afirmaba que ya habíamos "superado la prueba de fuego". "Estamos saliendo del desierto. La recesión terminó y el país finalmente ha comenzado a crecer. Gracias por confiar en este gobierno. Esto no quiere decir que hayamos llegado a puerto, pero sí quiere decir que podemos terminar el año con alivio y de que hemos dejado atrás lo peor", decía entonces en otra cadena nacional.
 
Un mes antes, el 11 de noviembre de 2024, decía exactamente lo mismo. "Hoy ya podemos decir que la recesión se terminó y de ahora en adelante todo lo que queda es crecimiento. De acá para adelante son todas buenas noticias", exclamaba. Pero lo frase no le pertenece exclusivamente a Milei. Años antes, en 2018, el entonces presidente Mauricio Macri también prometía frente al Congreso nacional que "lo peor" ya había pasado y vaticinaba años de crecimiento qué nunca llegaron.

Un Milei "sosegado" confirmó que profundizará el rumbo de ajuste fiscal exigido por el FMI. Y, tras una paliza electoral, La Libertad Avanza reflota la vieja promesa de que lo más difícil queda atrás. Sin embargo, y a pesar de algunas mejoras anunciadas, el Presupuesto 2026 es una ley de ajuste que no modifica los planes del Gobierno y del Fondo Monetario Internacional. Son mentiras, falsas promesas de aumentos para ganar las elecciones y más ajuste en jubilaciones, salud y educación.

En las calles, se manifestó el hartazgo total, hubo una ola de cacerolazos en el AMBA contra la cadena nacional de Milei. Desde Palermo y Recoleta hasta La Plata, cientos de personas en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires manifestaron su rechazo al Presidente mientras lanzaba el Presupuesto 2026. La sociedad no compró las mentiras de la cadena nacional y repentinamente salió a las ventanas y los balcones a manifestarse en contra de las medidas de ajuste del Gobierno anarco capitalista. La noche quedó marcada por una ola de cacerolazos en todo el AMBA.

El ruido metálico se convirtió en un grito unánime contra las políticas que solo traen más hambre, despidos y desesperación. "No se puede más, nos están matando de a poco", gritaban en Plaza de Mayo, donde las cacerolas parecían tambores de guerra. El fantasma de la crisis del 2001 sobrevoló la noche, con la misma bronca, la misma impotencia y las mismas calles llenas de familias cansadas.
 
El Gobierno de Milei, mientras tanto, respondió con silencio y un operativo de seguridad notorio en los puntos calientes. Sin embargo, la bronca ya no se calla con policías ni patrulleros. La pregunta que queda flotando es si este rugido metálico será apenas un desahogo pasajero o el comienzo de un estallido más grande que termine por arrinconar a la hermana coimera, al libertario desquiciado y a su nefasto plan neoliberal.
 
La Opinión Popular
 

15-09-2025 / 09:09
Un Gobierno anarco capitalista sin cuadros políticos y sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado, se enfrenta a la profundización de su propia distopía tras la paliza electoral. La hermanísima copó el Ejecutivo y con Jamoncito, hasta acá, se demostraron como una unidad indivisible. El Gobierno está completamente en manos político-administrativas de Karina "el Jefe" Milei y se resolvió que sólo sea Luis "Toto" Caputo quien conduzca el único plan existente: pisar el dólar hasta las elecciones de octubre. No hay más que eso. No hay más certezas que ésas.
 
Respecto de la primera, podrían apuntarse dos observaciones. Una es que La Hermanísima Karina siempre estuvo a cargo de la ejecutividad gubernamental, excepción hecha de lo económico. La otra consiste en que, como fuere, no habría mayores novedades porque desde un comienzo la gestión fue un quilombo. Basta con repasar los centenares de funcionarios echados o renunciados, que supieron llegaron al promedio de uno por día.
 
Y esto tampoco sería novedoso, porque se corresponde con las características de un Gobierno arribado como tal sin la más mínima preparación institucional. Sin cuadros políticos. Sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado. En otros términos conocidos, Javier "el Loco" Milei fue un armado del establishment, desde el panelismo televisivo y las redes, para segmentar parte de los votos peronistas y antiperonistas.
 
Pero el Frankestein adquirió una fuerza propia inusitada, a tono con endilgarle ese carácter de accidente insólito en la historia argentina. Y después no hubo nada que hacer. Así, el país quedó al arbitrio de unos Hermanos & Cía. exclusivamente relacionables con un escenario distópico. ¿Cuál es la noticia, entonces? Es que, tras el resultado electoral, la distopía se profundizó. Ya no hay Presidente, al menos por ahora, en su acepción de figura con aptitudes básicas para tomar decisiones autónomas. Milei está paralizado, totalmente fuera de eje.
 
Es así desde la noche del domingo pasado, cuando, aunque siga sin poder creerse, hasta último momento imaginó que perdía por muy poca diferencia. Incluso, de acuerdo con las mesas testigo del indescriptible Sebastián Pareja, pensó que llegarían a ganar por unos 8 puntos. Eran 50 de esas mesas, según pudo constatarse, de calidad irrelevante. Al aterrizar con los números reales entró en colapso (político, aclaremos, porque los diagnósticos psiquiátricos incumben a especialistas y nunca a la bartola periodística). Continúa en ese estado.
 
Se verá si para la cadena nacional de este lunes a la noche puede recomponerse como para dar una imagen atildada, llamémosle. Hablamos del continente, desde ya. El contenido será la provocación de redoblar su rumbo. La hermana, en consecuencia, asumió enteramente el rol presidencial. Y, hasta ahora sin visos de modificaciones, se cargó con desprecio todo intento de cambios siquiera por maquillaje.
 
El hazmerreír de una mesa política con los mismos rostros de la derrota y el nombramiento de un ministro de Interior que ya lo era de facto, tras el pase de Guillermo Francos a la Jefatura de Gabinete, es todo de ella. Es de ella -en todo caso, junto con el edecán de Francos- llamar al diálogo con los gobernadores mientras se vetan los fondos de ATN a las provincias, para no hablar de la "profunda autocrítica" que en simultáneo rechaza el financiamiento a las Universidades y la emergencia pediátrica Garrahan incluido.
 
Es de ella haberse animado a un acto de lanzamiento de LLA en Tucumán, ante un estadio cuyas tribunas debieron cubrir con lonas negras para ocultar el vacío; en el que brilló por su ausencia cualquier cántico de aliento y donde, en poco más de dos minutos de balbuceos, volvió a incurrir en el espectáculo de su terrorismo sintáctico. Sin más vueltas, he aquí la Presidenta real en ejercicio directo de la función.
 

14-09-2025 / 09:09
El miserable Gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei no solo canceló los fondos destinados a las personas discapacitadas, a los inundados o a la ciencia, también se apropió de los dólares de los créditos internacionales otorgados específicamente para esas actividades. Solo en Discapacidad figuran 560 millones en divisas que nadie sabe a dónde fueron, con la excepción de dos viajes de Spagnuolo a Israel. El Gobierno libertario no explica dónde está la plata que debería ir a ciencia o discapacidad. La hipótesis del Congreso de que los fondos están en el Tesoro para contener el esquema cambiario.
 
Pocas horas después de la paliza electoral en la Provincia de Buenos Aires, Milei recibió en Casa Rosada al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn. El lunes al mediodía, ambos posaron para la foto junto a Luis "Toto" Caputo, Guillermo Francos y la motosierra de bronce que corona el despacho presidencial. El titular del organismo también había sido muy requerido para entrevistarse con dirigentes de la oposición, pero alegó estar muy ocupado.
 
Desde la comisión bicameral Revisora de Cuentas del Congreso, que conducen el diputado Miguel Pichetto (Encuentro Federal) y el senador Mariano Recalde (Fuerza Patria), querían citarlo para indagar en la letra chica de los créditos que el organismo le otorgó al país en los últimos meses.
 
La preocupación, que se hizo explícita en la última sesión de la comisión, es que muchos de esos fondos --cientos de millones de dólares-- en principio destinados a financiar obra pública y programas de inclusión como la discapacidad o la investigación científica, registran niveles de ejecución nulos o muy por debajo de lo pactado a la firma. Lo cual habilita la hipótesis de que el Gobierno desvía esos recursos hacia las cuentas del Tesoro para contener el actual esquema cambiario y favorecer la bicicleta financiera.
 
En lo que va del año, el Gobierno reconoció haber gastado unos 277 mil millones de pesos (algo menos de 250 millones de dólares) de lo que ingresó vía los distintos créditos de inversión del BID y otros organismos. En total hay unos 140 programas de desarrollo vigentes, desde los pautados para financiar el Progresar hasta la extensión y fortalecimieinto de la red de agua potable, pero el país hasta ahora vió poco y nada de esos fondos.
 
A esta altura del año (en ocho meses), los dos gobiernos anteriores (Cambiemos y Frente de Todos) ya habían ejecutado en promedio más de 1.500 millones de dólares. Es decir, la ejecución de Caputo es prácticamente del 20 por ciento de lo esperable. En paralelo, el Tesoro utilizó 500 millones de dólares para pisar el dólar en las semanas previas de la elección bonaerense.
 
El BID aprobó en julio de este año la "Estrategia País 2025-2028" para la Argentina, un paquete de apoyo financiero por un total de 10.000 millones de dólares (7.000 para el sector público y 3.000 para la inversión privada).
 
Si bien el organismo trabaja con todos los gobiernos y cada uno tiene una orientación específica, en este caso respalda a una administración que solo se preocupa por mantener el esquema cambiario-electoral, mientras tiene un desprecio palpable hacia la obra pública y pasa la motosierra por sectores sensibles. Lo contrario a lo que, a priori, buscan los organismos de crédito cuando apoyan a los países. Pese a todo, Goldfajn sigue apostando por Milei.
 

13-09-2025 / 10:09
Desde el 10 de diciembre de 2023, los auto percibidos libertarios (que en realidad son los nietos de la dictadura, los hijos del menemismo y los hermanos menores del macrismo), sembraron odio, represión, industricidio, desprecio, hambre, pobreza, deuda, desocupación, negacionismo, homofobia, racismo y misoginia.
 
Se vienen tiempos de derrota sin revancha, porque parece que no fue un gran plan dejar sin remedios a los pacientes oncológicos, vaciar de alimentos los comedores populares, pegarle a los jubilados, estafar con una criptomoneda y afanarle a los discapacitados. ¿Podían esperar otro resultado, los que por primera vez pisaron el conurbano, para decirle al pueblo, en campaña y sin intermediarios, "negros de mierda"? ¿Podían esperar otra cosa los que dijeron que la justicia social era una estafa?
 
Creyeron que la realidad, no era la única verdad y cocinaron su suicidio político, gritando desde aquella infame ficción del 17.000% de inflación, hasta el relato perverso con el que aseguran haber sacado a 12 millones de la pobreza. No podía terminar de otra manera una locura que comenzó exigiendo que más de tres tenían que pedir permiso para juntarse en una esquina. No podía terminar de otra manera aquel grito libertario el día de la asunción que clamaba "Po-li-cía, Po-li-cía".
 
Perdieron en las urnas, la motosierra, el protocolo anti-piquetes, el DNU 70/23, la Ley Ómnibus, la Ley Bases, el Pacto de Mayo y la Patria financiera. Perdió el presidente que eligió como enemigo público número uno, a un pibe autista de 12 años. Perdieron las desregulaciones ridículas y las importaciones suicidas. Perdieron la mesa de dinero del Toto Caputo, la crueldad de Patricia Bullrich, el cinismo de Pettovello, la violencia discursiva de Adorni, el verso de Francos y el afano a cuatro manos de los Menem.
 
Perdió un gobierno diseñado exclusivamente para el gran capital y el mercado. Perdieron Kueider, el pastor que convirtió los pesos en dólares y los hermanitos de la Suizo-Argentina. Perdieron De Loredo, el comisario conspirador y candidato, Tronco, la Avenida del Medio, los premios internacionales de plástico, Roberto Piazza, Fátima y Yuyito.
 
Perdieron los que se reunieron con Astiz y los que soñaron con intervenir la provincia de Buenos Aires. Perdieron Libra y el 3% de la coimera Karina. Perdió el Indec de Lavagna. Perdieron el Pacto de Acasusso, Macri, Ritondo, Santilli y Valenzuela. Perdieron Lilia, Benegas Lynch y la tarotista que no pudo ver la derrota.
 
Perdieron la soberbia de Pareja, los "héroes" del veto a jubilados, los periodistas que van a escuchar ópera a Olivos y los que se saben de memoria los diálogos de "Homo Argentum". Perdieron las redes sociales, las patotas tuiteras, el "pedo buzo", "comprá campeón" y "cárcel o bala". Y perdieron todos los gobernadores que, como Frigerio, hasta hace un ratito, fueron cómplices del desastre presente, acompañando en el Parlamento la construcción de un país irrespirable.
 
Ganó la unidad del peronismo. Ganaron los discapacitados, los expulsados del sistema, los que laburan por sueldos de miseria y la gran pelea de los jubilados. Ganaron la obra pública y la industria nacional. Ganaron el Garrahan, el Bonaparte, el Conicet, el INTA y el INTI. Ganó la Universidad pública. Ganaron los que "cagan en latas y pisan el barro". Le ganó el pueblo a la "gente de bien".
 
La Opinión Popular
 

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar