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Sociedad e Interés General - 19-01-2022 / 08:01
LA UNIDAD MILITAR MEJOR ARMADA DEL PAÍS

Intento de asalto guerrillero a la guarnición militar de Azul

Intento de asalto guerrillero a la guarnición militar de Azul
Tapa del diario Clarín del 20 de enero de 1974.
 
El Ataque a la guarnición militar de Azul fue realizado el 19 de enero de 1974 contra la unidad ubicada en la ciudad de Azul, Provincia de Buenos Aires,​ que albergaba a Regimiento de Caballería de Tanques 10 "Húsares de Pueyrredón" y al Grupo de Artillería Blindado 1 "Coronel Martiniano Chilavert" por un grupo de unos 80 guerrilleros​ de la Compañía Héroes de Trelew pertenecientes a la organización guerrillera Ejército Revolucionario del Pueblo, que fue repelido y debió retirarse sin apoderarse del armamento pretendido.

El ataque a la unidad militar mejor armada del país se inició a las 23:40 y duró toda la noche. Los atacantes estaban vestidos con uniformes similares a los de los militares del ejército y estaban armados con lanzacohetes, lanzagranadas, escopetas calibre 12.70, fusiles FAP, FAL y ametralladoras PAM, Magsen y MAD y pistolas 9 mm y 11.25 mm.
 
Los guerrilleros fueron descubiertos mientras se dirigían hacia el tanque de agua y debieron iniciar el asalto sin haber dominado las guardias, según preveía el plan original. Lo hicieron con fusiles FAL y granadas antitanque. Los atacantes ocuparon la guardia central y el casino de oficiales.
 
Los guerrilleros iban al mando de Enrique Gorriarán Merlo y Hugo Irurzun y tuvieron 5 guerrilleros muertos (dos de ellos capturados con vida fueron desaparecidos) mientras que otros 12 combatientes fueron detenidos y permanecieron presos hasta el final de la dictadura.

El llamado grupo Secuestro se dirigió a las viviendas de los coroneles y, al encontrarlos, mataron al coronel Arturo Gay, jefe del regimiento 10 de Caballería y a su esposa, Nilda Cazaux de Gay, y secuestraron al coronel Jorge Roberto Ibarzábal, jefe del Grupo de Artillería Blindado 1. Los guerrilleros no lograron tomar la Plaza de Armas ni la Batería porque no pudieron quebrar la resistencia de los militares ubicados en el tanque de agua.

Gorriarán Merlo optó por retirarse sin avisar al otro grupo. Se argumentó que una falla en las comunicaciones motivó que los 17 guerrilleros no recibieran la orden y quedaran atrapados en el cuartel y se rindieran. El jefe del ERP, Mario Roberto Santucho, dijo que el ataque había sido una derrota militar, pero un éxito político, porque él había logrado "desenmascarar" a Juan Perón.
 
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Análisis del hecho
 
La técnica militar aconseja que para tomar una posición enemiga se requiere una superioridad de 3 a 1, cuando en este caso había 20 militares por cada atacante del ERP. Por otra parte, de los tres camiones con los que pensaban transportar armas, dos quedaron inutilizados, por lo que no pudieron llevarse nada.
 
El ERP contaba con información sobre la guarnición, aunque no era totalmente exacta. Trataron de aprovechar que por ser un sábado de enero la dotación del cuartel era la mínima, con parte del personal licenciado.
 
Un soldado les había revelado que la guardia del Regimiento 10 se trasladaba cada noche al tanque de agua de la unidad, pero ignoraba que Gay, nuevo jefe de esa unidad, había organizado además un servicio de guardias móviles, que fueron quienes sorprendieron a los guerrilleros.
 
Resultó muerto en el combate el obrero Guillermo Pascual Altera, alias Tito o el Flaco, de 23 años, casado y con un hijo de un año y medio, a quien el ERP otorgó una condecoración póstuma.​ Dos de los detenidos, los obreros metalúrgicos y dirigentes villeros Héctor Alberto Antelo y Reinaldo Roldán, fueron objeto de desaparición forzada.
 
Mario Roberto Santucho, líder del ERP, afirmó que el ataque había sido una derrota militar pero un éxito político porque había conseguido "desenmascarar" a Perón. La dirección política y militar (PRT) removió de la dirección del comité militar Buenos Aires a Enrique Gorriarán Merlo rebajándolo de militancia y enviándolo para su "reeducación política" a militar en una fábrica de Córdoba.
 
El ataque motivó el repudio unánime de todos los partidos políticos, incluidos los aliados del PRT, y de los sindicatos.​ Agustín Tosco y Eduardo Luis Duhalde, director de la revista Militancia cercana a Montoneros, tuvieron durísimas críticas contra el ataque.​ El sindicalista y dirigente del Partido Comunista Rubens Iscaro declaró: "nuestros caminos se bifurcan, es muy difícil para nosotros no ver una provocación en lo que hicieron".
 
Dice al respecto María Seoane: "La actitud de los aliados del PRT demostraba que de persistir la estrategia militar en detrimento de la política, el destino de Santucho era la marginación... En el fondo, fiel a su omnipotente planteo, creía que el PRT-ERP era la única organización capaz de impedir el giro francamente desfavorable para las aspiraciones populares que estaba tomando el tercer gobierno peronista."26​
 
El 20 de enero de 1974, Perón dio un discurso por televisión y radiofonía en el cual, entre otros conceptos, se refirió a "los grupos terroristas que vienen operando en la provincia de Buenos Aires ante la evidente desaprensión de sus autoridades. No es por casualidad que estas acciones se produzcan en determinadas jurisdicciones. Es indudable que ello obedece a una impunidad en la que la desaprensión e incapacidad lo hacen posible, o lo que sería peor, si mediara como se sospecha una tolerancia culposa".
 
Perón ordenó entonces a los diputados de su partido que impulsaran la reforma al Código Penal en lo relativo a los hechos vinculados a la guerrilla que ya había sido aprobada por el Senado; el 22 de enero Perón recibió en la residencia presidencial de Olivos a los diputados de la Juventud Peronista que se oponían a dicha reforma, quienes al llegar, en lugar de la audiencia privada que esperaban, fueron sorprendidos al encontrarse con que la misma era televisada en directo y que Perón les daba un discurso en el cual, entre otros conceptos, les señalaba que "a la violencia no se le puede oponer otra cosa que la violencia" y que "el que no esté de acuerdo, o no le conviene, se va".​ Como consecuencia del discurso ocho diputados de esa agrupación renunciaron a sus bancas.
 
Por su parte, la Juventud Peronista declaraba en una conferencia de prensa que "lo que no pudo lograr la derecha enquistada en el seno del Movimiento Peronista a través de Calabró y sus personeros, lo logra la ultraizquierda al favorecer el cuestionamiento del gobierno popular del Dr. Bidegain en la provincia de Buenos Aires."
 
Fuente: Wikipedia

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