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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 16-01-2022 / 07:01
LAS EXIGENCIAS NEOLIBERALES DEL FONDO EMPANTANARON LAS TRATATIVAS

Las recetas del FMI pueden destruir el sistema político, la gobernabilidad y la paz social

Las recetas del FMI pueden destruir el sistema político, la gobernabilidad y la paz social
Gurúes económicos de la City, medios hegemónicos, empresarios VIP, cuadros de la oposición política buchonean al Gobierno, operan como informantes ante el FMI. “No les crean nada. Harán un pagadiós, son chantas seriales”. De nuevo: sería suicida que Alberto F. traicionara o dejara de concretar sus promesas: pondría en riesgo supervivencias varias, empezando por la continuidad post 2023. Sin satisfacción de intereses y derechos populares, el horizonte se ensombrece.
"El peor escenario con el Fondo es cerrar un acuerdo con ajuste fiscal", concuerdan siempre el presidente Alberto Fernández, y el ministro de Economía Martín Guzmán. ¿Peor que el default (un horizonte sombrío y de alcance impreciso)? Peor, coinciden de nuevo. Cualquier otro es menos malo, ninguno es bueno.
 
El expresidente Mauricio Macri legó una deuda exorbitante, impagable en cualquier escenario. No se puede en las condiciones que cerró el organismo con Macri, ni es factible ahora. Aunque se diga con menos énfasis, tampoco se podrá si se concreta el "sendero" o el programa de crecimiento que propone el Gobierno.
 
La mejor perspectiva dentro del cuadro de porvenires complicados es que Argentina recobre capacidad de endeudamiento externo tras unos cuantos años. Jamás con el Fondo, del que seguiría siendo deudor perpetuo. Pero, en parte pagando y en parte recobrando reputación, afloraría la estrecha chance de conseguir financiamiento.
 
En octubre de 2021, aun cargando con la mochila de la derrota electoral, Alberto F. y Guzmán aspiraban a llegar a diciembre (o a enero, bueno...) con tres objetivos cumplidos: 1) Presupuesto 2022 aprobado; 2) plan plurianual presentado en el Congreso 3) Acuerdo con el Fondo. El tercero se extrovertía menos pero se calibraba como accesible. El Presupuesto lo frustró la mala fe irresponsable de la oposición. Las negociaciones con el FMI se empantanaron por objeciones del organismo y de su principal socio, Estados Unidos (EUA).
 
"Durante el año pasado" --arguyen en Economía y la Casa Rosada-- "demostramos la solvencia de nuestro plan". La macro mejoró, explican "más de lo que esperábamos". Hasta ahí es opinión.
 
Hay datos que la fundamentan.
* El crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) y de la recaudación impositiva, con un sistema fiscal más progresivo merced al Aporte a las Grandes Fortunas y las reformas de Bienes Personales, entre otros tributos.
* La creación de puestos de trabajo, la suba del empleo, la baja de la desocupación, el sostenido repunte de la industria.
* Balanza de pagos con superávit por segundo año de gestión consecutivo.
La mayoría de las provincias también tienen superávit.
* Merma del déficit fiscal, a niveles que Argentina considera potables y el FMI exige achicar a toda máquina, acelerando plazos. Antes de fin de mes se conocerá el porcentaje exacto, que se espera inferior al 3%.
 
El premio Nobel Joseph Stiglitz calificó como "milagro argentino" dicha performance económica en un artículo que la derecha autóctona tomó en solfa a su manera... sin leer. Este cronista habló con varios funcionarios que usan palabras menos enérgicas pero están convencidos de que la -módica-heterodoxia fue clave y no soporta retrocesos.
 

 
EL SISTEMA POLÍTICO, LA GOBERNABILIDAD, LA PAZ SOCIAL
 
Todo lo que puede destruir la receta del FMI
 

Estalló el verano, la temporada es record, los argentinos recobran esparcimiento, aire, algo de alegría. Grata nueva para la sociedad, para la economía, para tanta gente común que sufrió las restricciones. Oxígeno y dinero para las actividades turísticas, gastronómicas, hoteleras, de espectáculos. Volver a vivir, pongalé.
 
La alegría jamás es perfecta ni la realidad carece de contradicciones. La dialéctica signa la historia. La variante Ómicron agrava el cuadro sanitario que venía pegando menos. Suele ser menos virulenta con las personas vacunadas pero se contagia con facilidad. Los amuchamientos la favorecen, la relativa alta proporción de jóvenes no vacunados impacta en el número. Hay menos víctimas fatales, bastante circunscriptas a quienes no quisieron cuidarse y cuidar al prójimo.
 
Pero la cantidad de infectados, contagios estrechos se multiplica... ni siquiera se conoce del todo con las nuevas reglas sobre testeo modificadas con frecuencia. Surge un problema laboral-social: ausentismo por covid en ramas de actividad dinámicas. Patrones de empresas, mano de obra intensiva, registran las complicaciones cotidianas, piden intervención estatal.
 
Resurge un conflicto atávico entre trabajadores (primero) y empresas versus las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART), siempre propensas a restringir las coberturas. Una falla en la regulación estatal le da pretexto a las ART. La pulseada es un problema adicional, lo más preocupante es que se frene la reactivación.
 
Claroscuros, contradicciones: la dialéctica rige la vida. Estamos entrando a conversar acerca de las tratativas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un momento áspero. Corriendo contrarreloj, como es regla. Desde la perspectiva del Gobierno, el cuadro se agravó desde la primavera pasada.
 
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La primavera que no fue: 
 
La moción argentina es sostener ese rumbo varios años, garantizar crecimiento del gasto social aunque por debajo de la suba del PBI. La lógica se entiende: la escasez de reservas causa debilidad estructural. El Estado dispone de pocas herramientas para afrontar crisis o para promover políticas anti cíclicas.
 
El flanco más débil para mantener el apoyo popular, se sabe, es la inflación que la gente de a pie mide todos los días. Las familias no viven en la macro ni la palpan cotidianamente. Nadie se frustra cuando se conoce el PBI, ningún indicador macro es tan doloroso como tener que restringir consumos esenciales o que devolver sin comprar alguna mercadería cargada en el changuito porque el ticket se hizo prohibitivo.
 
Acrecentar el gasto durante años apunta a atenuar la desigualdad y compensar los sufrimientos de los últimos años. Es pilar del sistema democrático, variable exótica al imaginario y a las recetas de los organismos internacionales. Si no mejoran las condiciones de vida de la mayoría de los argentinos en lapsos cortos, tangibles, será difícil mantener la paz social en tiempos de pandemia.
 
La paz social durante la peste no estuvo garantizada de antemano, ni era una circunstancia evidente en marzo de 2020. Medió alta intervención estatal, compromiso de organizaciones sociales y sindicatos y una cultura cívica jamás reconocida por el relato hegemónico... y por lo tanto doblemente digna de mención.
 
La gobernabilidad es un recurso tan valioso como jaqueado, el sostenimiento del sistema por la ciudadanía está puesto en cuestión: demasiado dolor colectivo, demasiadas privaciones, demasiada desigualdad, falta de ejemplaridad de la dirigencia...
 
Procurar bienestar para la mayoría de los argentinos, mitigar sus carencias constituye, en efecto, un objetivo irrenunciable.
 
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Aciertos y tropiezos:
 
"Dedicamos el año pasado a crecer" autorretratan en importantes despachos ministeriales. La macro respondió gauchita, la redistribución sigue en deuda. El veredicto electoral propinó un golpe que mellará la gobernabilidad futura.
 
Fallaron las previsiones oficiales referidas al FMI y al gobierno estadounidense. Es prematuro vaticinar algo definitivo, con tratativas procesándose. Pero el Gobierno se sorprendió por los rechazos a la propuesta de sus negociadores o, dicho de modo sencillo, por la falta de comprensión de la nueva cúpula del FMI con Kristalina Georgieva al mando y del nuevo presidente yanqui Joe Biden.
 
Con el diario del lunes (que los políticos y los técnicos de fútbol deben aceptar y sobrellevar porque se dedican a actividades resultadistas) el Gobierno confió de más en el transcurso del tiempo. La política doméstica se empiojó, las nuevas cúpulas del FMI y de EUA no cambiaron taaanto. En parte podía ser pronosticable. Para colmo una inesperada denuncia contra Georgieva que la debilitó.
 
Biden justifica un párrafo aparte.
 
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Demasiados problemas para atender al Sur: 
  
"Los muertos no pagan" (Kirchner dixit). "El programa es el nuestro" (copyright de Martín Guzmán). "Para poder pagar precisamos años de espera, crecimiento del PBI, las exportaciones y el gasto social en ascenso, mejora del bienestar de los trabajadores", síntesis de la estrategia oficialista.
 
La derecha autóctona le opone mil escollos, a menudo da la sensación de jugar con la camiseta de la contraparte, del adversario. O del enemigo, porque si se ahondan las crisis, está en peligro el sistema democrático. "El mundo" es un muestrario de liderazgos espantosos de derecha, una atmósfera planetaria evoca a la República de Weimar en demasiados confines del planeta.
 
La estrategia elegida, opina este cronista, es la correcta dentro de un abanico bajoneante de alternativas.
 
Gurúes económicos de la City, medios hegemónicos, empresarios VIP, cuadros de la oposición política buchonean al Gobierno, operan como informantes ante el FMI. "No les crean nada. Harán un pagadiós, son chantas seriales". De nuevo: sería suicida que Alberto F. traicionara o dejara de concretar sus promesas: pondría en riesgo supervivencias varias, empezando por la continuidad post 2023. Sin satisfacción de intereses y derechos populares, el horizonte se ensombrece.
 
La estrategia se implementó mediante tácticas que no consiguieron los frutos deseados. El año de crecimiento no coincidió con la victoria en las urnas: se leyó mal el humor social. Se acumularon apoyos internacionales valorables (potencias europeas, el G-20, ámbitos académicos) pero no compensatorios de los poderes preexistentes.
 
En la primavera del 2021, Biden y Georgieva (se personaliza para simplificar) rehusaron el sendero argentino, sus plazos, su lógica. La pandemia no mutó al FMI ni a EUA, parece. Comparado con el expresidente Donald Trump, Biden podría asemejarse a un mix entre el Mahatma Gandhi y Franklin Delano Roosevelt (o Bill Clinton, por lo menos). Pero en la Casa Blanca se asemeja a cualquier presidente gringo. Afronta un sinfín de crisis, atiende poco al Sur del Río Bravo.
 
Se enfrasca, más vale, en el narcotráfico y la droga, en las migraciones desde México y Centro América. Agenda diaria de la potencia. Y punto. El resto (secundario o irrelevante en el Salón Oval) se delega en el aparato burocrático estatal. El Departamento de Estado, hosco hacia la Argentina por atavismo. El Departamento del Tesoro, cuya "línea" es ortodoxa en economía internacional, bajo el timón de Bush o de Obama.
 
Biden ni siquiera "revisó" Guantánamo, donde prolonga sin matices la política de Trump. Peliagudo, filo exótico, que el presidente que enfila hacia una derrota en la elección de medio término destine medidas tolerantes con la Argentina.
 
"La Casa Blanca es una cosa, los Departamentos del Tesoro y del Estado otra" registran en Cancillería. El encuentro del martes próximo entre el canciller Santiago Cafiero y su colega (malgré asimetrías de tamaño) Anthony Blinken repasará una agenda nutrida, con claroscuros sobre Argentina. Para el Gobierno, sería maná un cambio de política con relación a la deuda.
 
Será el primer cara a cara presencial entre Cafiero y Blinken. Felipe Solá lo conoció por Zoom, en abril del año pasado. El colega fue gentil: "call me Tony", llámeme cuando quiera a este celular que es mi línea privada. Pero enunció sus prioridades, vigentes hoy en día. China es la primera, detalle a tomar en cuenta porque Alberto Fernández viaja para allá. Ni un tranco de pollo o de soja a los chinos, desean los Estados Unidos. No le estaría saliendo lo que duplica las presiones y, quizá, la mala onda para atender a otros tópicos.
 
En cuanto a Sudamérica, el esquema es consabido: Venezuela es el cuco, Bolivia el modelo democrático menos comprendido en Washington. Con Evo presidente, sin Evo...es atávico. La prisión de la expresidenta de facto Yanine Añez escuece a los gringos, que apoyaron el golpe en tiempos de Trump y no cambiaron tanto.
 
Ciclópea, entonces, la misión de Cafiero signada por el optimismo de la voluntad. Concitar la atención de la Casa Blanca, promover un desvío de su mirada, conseguir una cumbre entre Biden y Fernández.
 
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El default y sus enigmas: 
  
La deuda con el Fondo impagable desde el vamos y adrede, lo será por antonomasia en marzo cuando vence una cuota prohibitiva para la Argentina. Debe mediar un acuerdo o alguna concesión del FMI o el país se arrimará al default.
 
La caída en mora no detona el default automáticamente, los baqueanos criollos lo saben. Media desde el día previsto un lapso de "retraso", en jerga técnica, que se prolonga seis meses. "Caer" en ese cuadro no sería inocuo: agravaría la hostilidad de EUA y del FMI hacia nuestra patria. Sin contar las ofensivas desestabilizadoras de los mercados, las maniobras devaluacionistas, las fugas de dinero, la furia mediática...
 
Inusual opinión, viene ahora. Ningún protagonista serio capacita para profetizar cuáles serían las consecuencias de un default para Argentina, en pandemia, en el inédito escenario internacional. AF y Guzmán, machacamos por última vez, concuerdan que peor es someterse a un ajuste urgente, recesivo y desestabilizador económica y políticamente.
 
Un horizonte aciago sería que otros organismos internacionales de crédito le cortaran asistencia a la Argentina, impactando directamente en el gasto social que se sostiene en buena medida con apoyo financiero internacional. ¿Sumirían a la ruina al país, por ejemplo el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (presidido por el republicano Mauricio Claver Carone)? Sería sumir en la bancarrota y en la ingobernabilidad a un país de rango intermedio, garante de la coexistencia regional. Con franqueza inusual para este tipo de notas: su firmante no lo sabe y cree advertir que nadie está seguro de qué ocurrirá.
 
Los precedentes internacionales pierden valor en época de peste. El famoso caso griego, por ejemplo, alerta sobre peligros letales para una coalición progresista y desafiante. Pero Grecia está en la Unión Europea lo que conlleva beneficios y cargas peculiares. Su conflicto se produjo muchos años atrás. Y el monto de su deuda externa, aunque usted no lo crea, es superior al argentino: dos PBI y medio contra menos de uno, cifras redondeadas.
 
Los negociadores argentinos pulsean para impedir el default pero comprenden que los limitan sus deberes como gobernantes. El ajuste intempestivo no evita ninguna crisis. Ni, perdonen la insistencia, funcionará para pagar la deuda. Años sin pagos, política económica y social activas son el punto de partida y de ruptura.
 
Queda para futuras notas desarrollar otro punto de vista del firmante sobre el que existen interesantes propuestas: es imperioso implantar políticas sociales novedosas, institucionalizadas, de alcance masivo o universal. Esperar que el actual y valioso crecimiento "permee" hacia los estratos populares más humildes constituiría un error del gobierno, que es necesario precaver.
 
Todas estas historias continuarán.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
La Opinión Popular
 

17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

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