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Nacionales - 26-12-2021 / 10:12
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Sin memoria, verdad y justicia no hay Nunca Más con la brutal deuda y el espionaje macrista

Sin memoria, verdad y justicia no hay Nunca Más con la brutal deuda y el espionaje macrista
La próxima crisis no va a tardar dos décadas en llegar; está a la vuelta de la esquina si no se hace nada para evitarlo. Ahí van los compromisos del Frente de Todos: nunca más crisis, nunca más lawfare, nunca más deuda. Pero sin memoria, verdad y justicia no puede haber Nunca Más.
Luis Muiña, el asesino y secuestrador que formó parte del grupo de tareas en el Hospital Posadas durante la última dictadura y al que esta Corte Suprema había beneficiado en 2017 con un fallo que ordenaba la aplicación del 2x1 para abreviar su condena, falleció el miércoles pasado, preso.
 
Sólo una enorme manifestación popular en repudio a esa decisión obligó al máximo tribunal a retroceder sobre sus pasos y evitó que fuera liberado. Esa fue la única vez que la sociedad, en la calle, pudo torcerle el brazo a una decisión corporativa durante los cuatro años que duró el gobierno de Mauricio Macri. Es difícil no preguntarse qué habría pasado si el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional debía enfrentar una resistencia social similar. Es probable que la historia hubiera sido diferente.
 
Lo cierto es que a esta altura del partido parece evidente que después de la crisis de 2001 la Argentina no generó (para usar una metáfora en boga) los mismos anticuerpos que había sabido producir tras la dictadura y que permiten que el consenso del Nunca Más siga vigente, aunque con algunos bollos, casi medio siglo después del golpe.
 
Es cierto que ahora llegó al Congreso una diputada, Victoria Villaroel, que niega el terrorismo de Estado, y hay otros, como Ricardo López Murphy, que cuestionan abiertamente la cifra de 30 mil desaparecidos. El rechazo social a esas expresiones sigue siendo altísimo, incluso en parte de su electorado. Y lo que es más importante: los militares efectivamente dejaron de ser un problema para la democracia argentina hace mucho tiempo.
 
Por el contrario, cuando se cumplen veinte años de la crisis de diciembre, figuras centrales de esa tragedia, como Domingo Cavallo, son reivindicadas por toda la oposición y sus consejos económicos guían a sus equipos técnicos mientras que otros protagonistas de ese violento derrumbe, como Hernán Lombardi, Patricia Bullrich, Federico Sturzenegger y el propio López Murphy, hoy ocupan lugares eminentes en esa coalición, que ganó con amplia ventaja las elecciones de medio término y tiene chances concretas de volver a ser gobierno en 2023.
 
Y el FMI otra vez está en el país, merced de un crédito impagable tomado, según dijo Macri, para financiar la fuga de capitales de los mismos bancos que en 2001 se quedaron con los ahorros de los argentinos.
 

 
Seguramente la explicación de por qué un trauma generó semejante reacción en la sociedad durante al menos tres generaciones mientras que el otro parece no haber dejado defensas sea compleja y deba tener en cuenta muchas variantes.
 
Voy a limitarme a hacer foco en una sola diferencia, que salta rápidamente a la vista: los crímenes cometidos por la dictadura fueron juzgados en un proceso transparente de cara a la sociedad, mientras que los responsables del enorme daño causado a los argentinos en 2001 no tuvieron que responder por sus delitos. Los efectos de juzgar, cuando lo hace un tribunal idóneo y confiable, no solamente se limitan al castigo. Pueden marcar un camino.
 
Hipótesis: no hay ni puede haber un Nunca Más sin memoria, verdad y justicia.
 
Este gobierno planteó, en sus primeros días, la necesidad de que la Argentina trace dos líneas rojas: un Nunca Más a "los sótanos de la democracia" (en la primera asamblea legislativa de Alberto Fernández, al asumir la presidencia, el 10 de diciembre de 2019) y un Nunca Más a "un endeudamiento insostenible" (en su segunda asamblea legislativa, el primer día del período de sesiones ordinarias del Congreso, el 1 de marzo de 2020).
 
Sin soslayar el efecto que tuvo la pandemia, dos años más tarde esas premisas parecen más lejos que entonces: el Poder Judicial actúa cada vez más abiertamente como un actor parapolítico que no está expuesto a supervisión ni sanciones, mientras que el ciclo de endeudamiento que abrió Macri parece cada vez más lejos de una conclusión definitiva.
 
"Hoy vengo a manifestar frente a esta Asamblea y frente a todo el Pueblo Argentino, un contundente Nunca Más. Nunca Más a una justicia contaminada por servicios de inteligencia, operadores judiciales, procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos. Nunca más a una justicia que decide y persigue según los vientos políticos del poder de turno. Nunca más a una justicia que es utilizada para saldar discusiones políticas, ni a una política que judicializa los disensos para eliminar al adversario de turno. Lo digo con la firmeza de una decisión profunda: Nunca más es nunca más", prometió Fernández en su primer discurso como presidente.
 
Fue el pasaje que despertó más aplausos, en el recinto y en la calle, y dominó las portadas de los sitios de noticias y las tapas de los diarios.
 
Dos años más tarde, el panorama es muy diferente. Esta semana, los jueces Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi, de la Cámara Federal Porteña en Comodoro Py, decidieron echar por tierra la hipótesis de una asociación ilícita detrás de hechos comprobados de espionaje durante el gobierno de Macri.
 
"Si bien existen hechos objeto de esta pesquisa que podrían ser considerados ilegales, la prueba reunida no es suficiente para evidenciar la existencia de un plan masivo de inteligencia ilegal. Ello nos permitió descartar, de momento, la existencia de una asociación ilícita abocada a influir en la situación política, social y económica del país", escribieron. Llorens todavía no pudo justificar sus visitas a la Quinta de Olivos. Bertuzzi fue puesto en ese cargo a dedo por el propio Macri.
 
La línea de investigación suscrita por los camaristas, que rechazaron todos los pedidos de recusación, es que hubo una banda de espías que trabajaban en la AFI y hacían inteligencia ilegal sobre más de 300 objetivos, incluyendo opositores políticos, dirigentes de primera línea del propio macrismo (Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Diego Santilli, entre otros) y hasta familiares del entonces presidente sin que en la Casa Rosada ni en el despacho del titular de la Agencia, Gustavo Arribas, se supiera del asunto.
 
El fallo revocó el procesamiento de Arribas y también confirmó la falta de mérito de Darío Nieto, el secretario personal de Macri, que cuando tuvo que hacer frente a una orden de allanamiento se encerró en su auto para borrar el contenido de su celular.
 
Esta causa de espionaje se había iniciado en Lomas de Zamora pero la cámara de Casación, también afín al expresidente, decidió en febrero de este año y con argumentos poco convincentes, pero que jamás serán revisados, trasladarla a Py, donde era cantado que la investigación acabaría por naufragar. Lo mismo puede suceder con la que involucra al espía Marcelo D'Alessio y el fiscal Carlos Stornelli, que esta semana confirmó su mudanza del Juzgado Federal de Dolores a Comodoro Py.
 
Las querellas temen que esta decisión sea la cabecera de playa para sacar de Dolores otras dos causas, que son las que más preocupan a Macri: la que investiga la instalación de bases de la AFI en el Gran Buenos Aires y la que va detrás del espionaje a familiares del ARA San Juan.
 
Lo que resulta claro a esta altura es que los tribunales siguen respondiendo a la misma matriz que diseñaron el expresidente y su mesa judicial, hecho que no se modifica por los fallos que tardíamente reconocen la inexistencia de delito en la mayoría de las causas con las que se intentó perseguir a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
 
La Corte del 2x1 desafía abiertamente al gobierno, esgrimiendo fallos como espadas, en una batalla que lesiona, antes que nada, a la institucionalidad del país. Los poderes electos por la voluntad popular quedan a la merced de cuatro tipos que nadie votó y que arrastran severos problemas de legitimidad. Es imposible, así, un Nunca Más a los sótanos de la democracia como prometió Fernández para su gobierno.
 
El otro asunto pendiente no solamente lo planteó el mandatario cuando habló, el 1° de marzo de 2020, de un "Nunca más a un endeudamiento insostenible", a "decisiones que se toman con ínfulas tecnocráticas y de espaldas al pueblo" y a "la puerta giratoria de dólares que se fugan dejando tierra arrasada a su paso".
 
La idea la había mencionado CFK tres semanas antes, el 8 de febrero en la Feria del Libro de La Habana, en Cuba, adonde había viajado a presentar su libro Sinceramente. Pero la vicepresidenta a su vez la había tomado de un tuit que había publicado dos días antes el ministro de Economía, Martín Guzmán, para celebrar la aprobación de la ley de Sostenibilidad de la Deuda: "Que este sea el principio de un Nunca Más a los ciclos de sobreendeudamiento".
 
Ese mismo 1° de marzo el presidente prometió una investigación sobre el proceso de toma de esa deuda con el FMI con consecuencias penales para los responsables. No se trataba de judicializar la decisión política de haber tomado el crédito, aún con los costos enormes que trajo para todo el país, sino las irregularidades que se detectaron en el trámite, que no solamente no pasó por el Congreso, algo que la ley en ese entonces autorizaba, sino que se salteó los pasos burocráticos mínimos que se establece para controlar esa clase de préstamos antes de asumir un compromiso de tal magnitud. El expediente está en manos de la jueza María Capuchetti, que responde a Daniel Angelici. No registró avances hasta ahora.
 
Así como la crítica lapidaria que hizo esta semana el FMI a la gestión de Macri de ese programa, reconociendo la fuga de capitales y la utilización política de los fondos asignados, es importante pero no alcanza si no se acuerdan condiciones convenientes para que la Argentina pueda afrontar esa deuda impagable; la negociación que lleva adelante Guzmán es importante, urgente y hasta puede resultar exitosa, pero nunca alcanzará, por sí sola, para clausurar la puerta y que otros gobiernos no vuelvan a sobreendeudar al país, en una nueva versión de nuestras crisis recurrentes.
 
Solamente una investigación detallada, transparente y ante los ojos de la sociedad puede construir el consenso necesario que se requiere para dar ese paso.
 
Los tiempos se aceleran. Los protagonistas de la última crisis no tardaron veinte años en lavarse la cara, como sucedió con sus correligionarios de 2001, sino que ya, apenas dos años después de dejar el país arrasado, ya dan consejos a través de sus cuentas en las redes sociales y pronto volverán a emitir sus diagnósticos y opiniones en canales de televisión, sin que nadie les pregunte o los cuestione por su rol en aquel desastre.
 
La próxima crisis no va a tardar dos décadas en llegar; está a la vuelta de la esquina si no se hace nada para evitarlo. Ahí van los compromisos del Frente de Todos: nunca más crisis, nunca más lawfare, nunca más deuda. Pero sin memoria, verdad y justicia no puede haber Nunca Más.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
La Opinión Popular
 

23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
La Opinión Popular
 

22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

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