Sobre la base de estas premisas, el publicista ecuatoriano Jaime Durán Barba renovó el discurso de la derecha argentina que, hasta ese momento, trataba con poca suerte de convencer con sus propuestas reales que espantaban al público. Desde una fuerza popular, la idea de promover un discurso artificial resulta inaceptable. Desde la derecha conservadora, lo que resulta inaceptable son sus propuestas reales por elitistas y discriminatorias, lo cual, achica el blanco de impacto.
 
Las fuerzas populares mantuvieron sus programas y la vieja idea de un diálogo racional, más explicativo y por lo tanto más abarcador. Entre esos dos discursos, el conservador quedaba siempre en desventaja y debía recurrir a los golpes militares. Pero el discurso del macrismo logró remover prejuicios silenciados y convertirlos en una especie de catarsis liberadora con su carga de violencia. El discurso explicativo, racional, fue derrotado por el discurso de odio, emotivo.
 
La criminalización del adversario es un discurso que cierra cualquier apertura o que la presenta como una traición. El que escucha al otro es un traidor. Si el otro es un narco que amenaza la vida de nuestros hijos, todo es válido para combatirlo, incluso la mentira, la persecución fiscal, el espionaje, la represión violenta, la persecución judicial.
 
El macrismo usó argumentos falsos que promueven una reacción instintiva, primaria, para defenderse de una amenaza. No se puede escuchar a alguien que nos amenaza. El diálogo no existe, está cerrado y esa, que es una consecuencia del discurso, pasa a convertirse en un elemento distintivo: no escuchar, responder a los gritos, con violencia. La jactancia de ser democráticos es utilizada para no serlo. Así era el discurso de los viejos dictadores que daban golpes antidemocráticos con la excusa de defender la democracia.
 
 
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                  00:43  |  Lunes 17 de Noviembre de 2013  |  Entre Ríos
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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 25-12-2021 / 10:12
BUSCA LA ANIQUILACIÓN DEL ADVERSARIO POLÍTICO

El discurso del odio de Macri obstruye cualquier posibilidad de diálogo democrático

El discurso del odio de Macri obstruye cualquier posibilidad de diálogo democrático
El macrismo usó argumentos falsos que promueven una reacción instintiva, primaria, para defenderse de una amenaza. No se puede escuchar a alguien que nos amenaza. El diálogo no existe, está cerrado y esa, que es una consecuencia del discurso, pasa a convertirse en un elemento distintivo: no escuchar, responder a los gritos, con violencia.
El discurso de odio macrista deforma el proceso histórico de un país porque busca la aniquilación del adversario, a quien presenta como una amenaza. Cuando el macrismo mantiene esa nefasta actitud, el funcionamiento democrático apenas se sostiene, como lo muestra la decisión de dejar sin Presupuesto al país. Difícil que una oposición formateada de esa manera aprobara el Presupuesto enviado por el gobierno.
 
Presentar las protestas mapuches como ofensiva guerrillera, las campañas histéricas contra la vacuna Sputnik porque es rusa, la calificación de feminazi al activismo feminista, las admoniciones apocalípticas contra el matrimonio igualitario, el discurso antivacuna "libertario" y las estrategias difamatorias contra el adversario político son discursos de odio que han vuelto a impregnar a un sector de la sociedad influido por el macrismo, pero que también se expande hacia todos los ámbitos e impide cualquier forma de diálogo.
 
Según Violeta Demonte, de la Universidad de Madrid "los actos verbales de odio son dispersivos, contagiosos y emocionalmente efectivos; y suelen ser deshumanizadores: el 'otro' pasa a ser una cosa. Son también rimbombantes y aglutinan a los afines."
 
Sobre la base de estas premisas, el publicista ecuatoriano Jaime Durán Barba renovó el discurso de la derecha argentina que, hasta ese momento, trataba con poca suerte de convencer con sus propuestas reales que espantaban al público. Desde una fuerza popular, la idea de promover un discurso artificial resulta inaceptable. Desde la derecha conservadora, lo que resulta inaceptable son sus propuestas reales por elitistas y discriminatorias, lo cual, achica el blanco de impacto.
 
Las fuerzas populares mantuvieron sus programas y la vieja idea de un diálogo racional, más explicativo y por lo tanto más abarcador. Entre esos dos discursos, el conservador quedaba siempre en desventaja y debía recurrir a los golpes militares. Pero el discurso del macrismo logró remover prejuicios silenciados y convertirlos en una especie de catarsis liberadora con su carga de violencia. El discurso explicativo, racional, fue derrotado por el discurso de odio, emotivo.
 
La criminalización del adversario es un discurso que cierra cualquier apertura o que la presenta como una traición. El que escucha al otro es un traidor. Si el otro es un narco que amenaza la vida de nuestros hijos, todo es válido para combatirlo, incluso la mentira, la persecución fiscal, el espionaje, la represión violenta, la persecución judicial.
 
El macrismo usó argumentos falsos que promueven una reacción instintiva, primaria, para defenderse de una amenaza. No se puede escuchar a alguien que nos amenaza. El diálogo no existe, está cerrado y esa, que es una consecuencia del discurso, pasa a convertirse en un elemento distintivo: no escuchar, responder a los gritos, con violencia. La jactancia de ser democráticos es utilizada para no serlo. Así era el discurso de los viejos dictadores que daban golpes antidemocráticos con la excusa de defender la democracia.
 
 

 
UN DESAFÍO AL FUNCIONAMIENTO DEMOCRÁTICO
 
Por qué Mauricio Macri obtura cualquier diálogo: El discurso del odio
 
Estas frases forman parte del discurso de odio: "La AUH se va a ir por la canaleta de la droga", "las jóvenes pobres tienen hijos para cobrar la AUH y no trabajar", "los desocupados no quieren trabajar, son planeros" , "con la ESI (educación sexual integral) promueven la homosexualidad", "los pobres lo son, porque no tienen mérito para ser ricos" , " los mapuches han recibido instrucción militar en el exterior, en el IRA o con las FARC de Colombia. Y hay dos kurdos entre ellos".
 
El discurso tiene una carga de odio como cuando Elisa Carrió dijo que el peronismo y el kirchnerismo eran una asociación ilícita: "Tenemos que reemplazar a la asociación ilícita con la República. No queremos que nuestros hijos sean narcotraficantes ni coimeros".
 
La estrategia básica de la campaña de Macri en 2015 se basó en acusar sin pruebas a Aníbal Fernández de ser jefe del narcotráfico y responsable del asesinato mafioso de tres personas. El cuento chino contra el candidato peronista se basaba en que era bigotudo y había un narco, que nunca apareció, al que apodaban "La morsa". El discurso explicativo, racional, fue derrotado por el discurso de odio, emotivo, contagioso, cosificador del otro y con gran capacidad aglutinante de los afines, como señala la académica española.
 
 
La criminalización del otro
 
Si el mapuche es guerrillero, guerra sucia; a un Hitler feminazi, leña; el gay es un "pervertido", hay que eliminarlo; como el desocupado es un vago planista, merece cagarse de hambre; igual que las pobres porque se embarazan por la asignación, y los adversarios políticos son todos ladrones, delincuentes comunes, hay que aniquilarlos de cualquier forma.
 
Los discursos de los legisladores macristas durante el debate en Diputados, cuando rechazaron el Presupuesto, tenían esos elementos. Personajes como Patricia Bullrich o Fernando Iglesias construyen sus argumentos como herramienta para patotas de linchadores. La jactancia de ser democráticos es utilizada para no serlo. Así era el discurso de los viejos dictadores que daban golpes antidemocráticos con la excusa de defender la democracia.
 
 
El papel de los medios
  
La responsabilidad por la difusión y amplificación de estas ideas elementales, primarias, recae en la militancia muy bien pagada de periodistas y comunicadores. La brutalidad de ese discurso tiene el gancho que busca el comunicador con su público: impacta, convoca, enfurece. Son comunicadores que no tienen otro bagaje intelectual. Esconden ese vacío en la frase ofendida o indignada y se convierten en candidatos porque son buenos transmisores del discurso de odio.
 
La actual senadora por Santa Fe, Carolina Losada, era uno de esos comunicadores. Su pensamiento se cristalizó en estos mensajes de twitt: "Confirmado: somos los hamsters de los rusos. Voluntarios obligatorios... ¡Gracias por cuidarnos tanto Ginés, Alberto!" Este personaje es vicepresidenta del Senado y en seis meses se infectó dos veces con coronavirus por su rechazo a la vacuna.
 
Sobre la construcción del discurso de odio, la catedrática Violeta Damonte plantea la necesidad de reflexionar "sobre la disposición cognitiva a aceptar como mejores, y dar el rol de explicación, a las generalizaciones más simples, si se corresponden con nuestros estereotipos y nuestros sesgos; la influencia de los grupos sociales con los que se convive; la tendencia a no fundar nuestras generalizaciones en pruebas y en datos; la disposición a autoengañarnos si esto ratifica una creencia y la persistencia del odio en nuevos lugares de culto como son ciertos medios de comunicación y las redes sociales ".
 
 
Los antecedentes históricos
 
La eficacia de Durán Barba al renovar el discurso de la derecha no fue solamente por su arquitectura sino porque también hay muchos antecedentes en el país. Existe una tendencia en los sectores dominantes a asumir este discurso en la historia argentina. La primera experiencia exitosa fue cuando los rebeldes federales fueron calificados de asesinos y bandoleros para justificar la "guerra de policía" y exterminio con masacres y degüellos masivos y ejecuciones sin juicio.
 
El golpe contra Hipólito Irigoyen se preparó con la misma receta: una campaña mediática demoledora, encabezada por el diario Crítica, que lo presentaba como inepto y ladrón, lo que llevó a civiles golpistas a saquear su domicilio. Pero el antecedente más fuerte fue la prédica violenta contra el primer peronismo y Perón. Decían y lo creían, que Perón tenía anteojos especiales para ver desnudas a las mujeres y difundían fotos burdamente falseadas para demostrarlo.
 
Apenas refinados, el lawfare y las fakenews de la actualidad tienen esos antepasados nefastos en la historia del país.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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16-11-2025 / 09:11
El fiscal Franco Picardi estableció que buena parte de los sobreprecios y coimas con remedios para discapacitados era manejada por hombres de Mauricio Macri. En base a escritos secuestrados, se llamó a indagatoria al íntimo de Javier Milei, Diego Spagnuolo, y se ordenó la detención del principal macrista. Pablo Atchahabian, un exfuncionario de Cambiemos, ordenaba desde afuera fraccionar pagos a las droguerías y hasta los despidos en la propia agencia. En los chats se habla de que "podemos sacar entre 1.600 y 1.700 palos". El rol de los Menem y la ruta del blanqueo que llega hasta José Luis Espert.
 
Cómo era el mecanismo utilizado, el lavado de dinero y los pasos que conducen a los Menem y la Casa Rosada. El fiscal Franco Picardi detalla en la acusación por las multimillonarias irregularidades en Discapacidad que buena parte de las maniobras las realizaron exfuncionarios del gobierno de Macri. Desde afuera de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) manejaban Andis.
 
Por ejemplo, se encontró un escrito en el que Pablo Atchahabian -exdirector Nacional de Acceso a la Salud durante el gobierno del PRO- ordenó fraccionar los pagos a una droguería y directamente no pagarles a otras seis "por no cumplir con lo acordado" o por ser "bocón". Es decir, no pagar las coimas, no intervenir en los sobreprecios y hablar de la trama de corrupción. La referencia seguramente es al 3 por ciento para Karina Milei y a la intervención de los primos Menem.
 
En ese terreno, el fiscal prepara otra resolución, que incluye las maniobras de la Droguería Suizo Argentina. El mismo exfuncionario macrista ordenó reducir personal (27 personas) despidiendo "rápido y sin piedad", según sus palabras. Otros exMacri accedían al sistema con usuarios y contraseñas truchas y resolvían a quién se compraba y a quién no. En los chats se habla de que "podemos sacar entre 1.600 y 1.700 palos" y de que se llevaron "90.000 dólares".
 
La plata sucia se blanqueaba por dos caminos: a través de criptomonedas mediante la aplicación Neblockshain y comprándole horas de vuelo a una empresa de aviones privados, Baires Fly, propiedad de Sergio Mastroprieto, el mismo que presentó al narco Fred Machado a José Luis Espert.
 
Como ejemplo, un medicamento para el cáncer, Keytruda, comprada a laboratorios extranjeros entre 12 y 16 millones de pesos se puede comprar a un laboratorio nacional en 4.5 millones. Bursosumab, 20 mg, se llegó a comprar a 45 millones de pesos, por lo que el fiscal calcula un sobreprecio de 115 por ciento. Debió comprarse en 21 millones.
  
A lo largo de 276 páginas, el fiscal le resume al juez Sebastián Casanello la forma en que no sólo se le robaron millones y millones de dólares al Estado sino también a las propias personas con discapacidad. La clave de la maniobra era que sólo unas pocas droguerías -cuatro o cinco- participaran de las compulsas especiales de precios (así las llamaron) en lo que se conoce como PACBI (prestaciones de alto costo y baja incidencia). Son especialmente medicamentos o elementos médicos que valen millones de pesos, principalmente oncológicos.
 
El juez Casanello, en la resolución que ordena la indagatoria de Diego Spagnuolo y otras 14 personas, transcribe que "las empresas Génesis S.A y Profarma S.A. se repartieron el 93 por ciento de los 30.000 millones de pesos en medicamentos en el marco de licitaciones reducidas. Asimismo, New Farma y Floresta se adjudicaron el 51 por ciento en el rubro implantes cocleares, audífonos e insumos vinculados". Tiembla Karina.
 

15-11-2025 / 10:11
Desde mayo la tendencia inflacionaria es al alza pero el IPC del Indec está lejos del sufrimiento de los bolsillos argentinos. Fuertes subas sub representadas que marcan un pulso en la calle muy distinto al que registra la estadística oficial. Es la mentira de las canastas de pobreza e indigencia. En ese marco, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei atraviesa un momento de creciente desgaste político y social, marcado por una serie de errores estratégicos, decisiones económicas controvertidas y promesas de campaña que se han diluido con el paso del tiempo.
 
Aunque el presidente continúa sosteniendo su discurso de reformas estructurales y combate contra la "casta", distintos sectores señalan falencias de gestión, inconsistencias doctrinarias y retrocesos que han afectado tanto su imagen como el rumbo de la administración. Uno de los principales focos de crítica apunta a la política económica. Pese a haber prometido libertad absoluta de mercados, el oficialismo implementó un esquema de devaluaciones administradas que contradice su discurso inicial.
 
Mientras se aplicó un crawling peg que deterioró salarios, jubilaciones y capacidad de consumo, también se produjo un reacomodamiento financiero que impactó sobre pymes y sectores productivos. El desarme de instrumentos financieros, como las letras estatales, generó un clima de incertidumbre que especialistas atribuyen a errores propios de gestión más que a herencias recibidas.
 
La gobernabilidad es otro frente de debilidad. Sin una base legislativa sólida y con tensiones internas, el oficialismo se apoyó recurrentemente en decretos, lo que debilitó la capacidad de negociación y profundizó la distancia con fuerzas aliadas y opositoras. A ello se sumó un episodio político costoso: la fallida estrategia de forzar un plebiscito anticipado, que derivó en una derrota y dejó al Presidente expuesto en su momento de mayor fragilidad.
 
La estructura de poder extremadamente concentrada, especialmente en el círculo íntimo más reducido, manejado autoritariamente por su hermana Karina, también es señalada como un factor que limita la capacidad de reacción ante crisis. Otro golpe duro llegó con el escándalo de la criptomoneda LIBRA, impulsada desde sectores cercanos al oficialismo y que terminó desplomándose abruptamente.
 
La polémica, bautizada como "Cryptogate", dañó la credibilidad presidencial, instaló dudas sobre el rol corrupto de funcionarios vinculados al proyecto y abrió interrogantes sobre eventuales responsabilidades políticas. A esto se suman los efectos sociales del ajuste. Los recortes profundos en salud pública redujeron programas, afectaron personal y dejaron en situación crítica a áreas sensibles, lo que despertó fuertes cuestionamientos desde organizaciones médicas y sociales. La contradicción entre el discurso de eficiencia estatal y la caída de prestaciones esenciales alimenta críticas sobre la orientación del ajuste.
 
En paralelo, varias promesas centrales de campaña quedaron inconclusas. La privatización de Vaca Muerta y de empresas estatales no avanzó; la ruptura de vínculos comerciales con países catalogados como "comunistas" quedó en declaraciones simbólicas más que en acciones concretas; y el supuesto desmantelamiento del sistema de planes sociales no llegó acompañado de mejoras sostenibles en la asistencia. Incluso afirmaciones erróneas sobre vacunas, como en el caso de la prevención del dengue, generaron malestar por la falta de precisión en cuestiones de salud pública. Con este panorama, Milei enfrenta un desgaste que combina problemas económicos, errores políticos y promesas que no lograron materializarse.
 
La Opinión Popular
 

15-11-2025 / 09:11
En una sincronía que se ha repetido en la historia, al tiempo que en Naciones Unidas el representante del gobierno argentino acusaba de corruptas a las víctimas de la dictadura y a sus familiares, en Washington se anunciaba un acuerdo con el gobierno de Javier "el Loco" Milei de subordinación y entrega. En Argentina, la violación de los derechos humanos, o su negación como en este caso, siempre tuvo su correlato con una relación de sumisión abyecta con Estados Unidos. La injerencia yanqui sobre su colonia argentina se profundiza. 

El miserable discurso pronunciado en la Comisión contra la Tortura de la ONU generó rechazo entre los demás presentes. En general, revictimizar a personas que han sufrido las peores aberraciones en torturas, violaciones, secuestros y desapariciones, genera repugnancia.

El funcionario al que le tocó jugar ese papel denigrante fue el subsecretario de Derechos Humanos, el siniestro Alberto Baños. Acusó a los organismos de derechos humanos, a las víctimas de la represión y a sus familiares de inventar la cifra de los 30 mil desaparecidos "para hacer negocio".
 
Este personaje tenía que responder preguntas sobre la represión del gobierno de Javier Milei a la protesta social y por el cercenamiento de políticas de derechos humanos. Pero eligió el papel más repulsivo para desacreditar a los organismos de derechos humanos que han sido quizás el aporte más democratizador que tuvo el proceso de transición democrática en la Argentina.
 
Baños es un exponente típico de un amplio sector del Poder Judicial. Se incorporó al fuero civil de la ciudad de Buenos Aires durante la dictadura y fue designado juez en el gobierno de Carlos Menem. Tuvo a su cargo algunos casos de resonancia, como la desaparición del policía de la Ciudad Arshak Karshanyan, en la que estaban sospechados miembros de esa institución. Baños hizo que la misma policía sospechada participara en la investigación y después de un tiempo dejó el caso sin resolver.
 
En otro caso, declaró prescripta la corrupción por el vaciamiento de Aerolíneas, lo que después tuvo que ser reconsiderado por otro tribunal. Y cuando se reabrió la investigación por la desaparición de las manos de Perón, la carpeta donde estaban los resultados de la investigación fue misteriosamente sustraída de su despacho.
 
No sería el sujeto más indicado para hablar de corrupción o para ser la cara de los derechos humanos de un gobierno que los respete. Más bien, su función ha sido hasta ahora liquidar las políticas de derechos humanos que la sociedad construyó laboriosamente desde la retirada de la dictadura.
 
Y en su presentación en Ginebra ante la Comisión contra la Tortura intentó ocultar la violencia institucional del gobierno del estafador Milei que todos los miércoles es pública y notoria cuando reprime con violencia a los jubilados.
 
La presentación tan sucia de Baños coincidió con el anuncio del gobierno de Estados Unidos del acuerdo con Milei que levanta aranceles aduaneros a los productos de ese país, elimina controles de calidad, así como controles sanitarios y se compromete a obstaculizar el ingreso de productos de otros países.
 
La contrapartida es cero. Estados Unidos no se compromete a nada que favorezca a los productos argentinos. Lo que se conoce del acuerdo afectará gravemente a la industria local como advirtió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde se asienta gran parte de esa actividad. Hay una regla invariable en la historia moderna del país: la violación sistemática de los derechos humanos ha estado siempre relacionada con gobiernos que al mismo tiempo entregaron soberanía. 
 

14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
La Opinión Popular

13-11-2025 / 09:11
Se perdieron más de 220.000 puestos de trabajo durante el gobierno cipayo, vende patria y pro oligarca de Javier "el Loco" Milei. Es la caída de empleo registrado privado, público y trabajadoras de casas particulares en agosto en relación a noviembre de 2023. En el mismo período creció el monotributo (+121.740). La precarización laboral avanza. En ese marco, Milei puso nuevamente en agenda la reforma laboral con el falso argumento de crear empleo. En la historia del país ya se demostró que eso no ocurrió, solo avanzó la precarización laboral, con salarios por el piso, que aumentó las ganancias de los empresarios.
 
El impensable y contundente resultado electoral de hace unos domingos atrás agrandó al gobierno anarco capitalista, que pasó a la ofensiva. La punta de lanza de esta ofensiva es la promocionada reforma laboral. ¿Se trata de una modernización equitativa y democrática de las relaciones capital trabajo, o se trata de una regresión a formas de dominio absoluto del capital sobre el trabajo?
 
Aprovechando el envión dado por las urnas, Milei está decidido a cumplir con las imposiciones del FMI. Que el Congreso apruebe el presupuesto 2026 en las sesiones extraordinarias de diciembre y sancione las leyes que impongan las reformas laboral esclavista y la tributaria, también exigidas por el Círculo Rojo, en enero. La previsional quedaría para más adelante.
 
Así como desde el inicio de su gestión creó una suerte de sentido común acerca de las bondades del equilibrio fiscal, que ya nadie en la oposición sistémica discute. Así ha buscado imponer un ambiente favorable a las reformas, particularmente la que tiene que ver en contra de los derechos del trabajo.
 
Los argumentos son por demás conocidos. Modernizar la legislación y sus normativas que estarían obsoletas frente a los nuevos procesos de producción y comercialización, que no se adaptarían a las nuevas tecnologías en continuo cambio, que su rigidez impediría la creación de empleo y por lo tanto obstaculizaría la reducción de la informalidad. Cuando el desempleo en Argentina llegó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, según el INDEC. Casi 1,8 millones de personas estuvieron sin trabajo en ese período.
 
No se trata de ninguna modernización, es una regresión a las condiciones laborales del pre peronismo, si se quiere de fines del siglo XIX y principios del XX, que maximizan las ganancias de las empresas sobre la base de rebajar aún más el ingreso de los trabajadores. La experiencia demuestra que este tipo de reformas solo traen más precarización y pérdida de derechos. (Recordar "Ley de Empleo", 1991 y "Ley de Empleo, productividad y equidad", 2000 (Ley Banelco). La creación de empleos formales, que baja la informalidad, no depende de este tipo de normativas sino del crecimiento de la inversión productiva y la expansión de la actividad económica.
 
¿Qué tipo de reforma es necesaria? Una que compense la asimetría entre capital y trabajo, que no incline la cancha más de lo que está. Que por ejemplo reduzca la jornada para crear empleo. Que reconozca la calidad de trabajadores y por lo tanto sus derechos a quiénes se desempeñan en los servicios de plataformas. Que otorgue derechos a quienes trabajan en la Economía Popular. Que reconozca las licencias por paternidad y regule las tareas de cuidados...
 
Las condiciones de vida de los trabajadores no mejorarán con la reforma laboral de Milei, hay que rechazar el proyecto y conquistar trabajo con derecho para todos. No hay nada que negociar. Por el contrario, hay que resistir y luchar contra esta reforma antiobrera y antisindical que beneficia a los ricos y perjudica a los pobres. 
 
La Opinión Popular
 

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