Sobre la base de estas premisas, el publicista ecuatoriano Jaime Durán Barba renovó el discurso de la derecha argentina que, hasta ese momento, trataba con poca suerte de convencer con sus propuestas reales que espantaban al público. Desde una fuerza popular, la idea de promover un discurso artificial resulta inaceptable. Desde la derecha conservadora, lo que resulta inaceptable son sus propuestas reales por elitistas y discriminatorias, lo cual, achica el blanco de impacto.
 
Las fuerzas populares mantuvieron sus programas y la vieja idea de un diálogo racional, más explicativo y por lo tanto más abarcador. Entre esos dos discursos, el conservador quedaba siempre en desventaja y debía recurrir a los golpes militares. Pero el discurso del macrismo logró remover prejuicios silenciados y convertirlos en una especie de catarsis liberadora con su carga de violencia. El discurso explicativo, racional, fue derrotado por el discurso de odio, emotivo.
 
La criminalización del adversario es un discurso que cierra cualquier apertura o que la presenta como una traición. El que escucha al otro es un traidor. Si el otro es un narco que amenaza la vida de nuestros hijos, todo es válido para combatirlo, incluso la mentira, la persecución fiscal, el espionaje, la represión violenta, la persecución judicial.
 
El macrismo usó argumentos falsos que promueven una reacción instintiva, primaria, para defenderse de una amenaza. No se puede escuchar a alguien que nos amenaza. El diálogo no existe, está cerrado y esa, que es una consecuencia del discurso, pasa a convertirse en un elemento distintivo: no escuchar, responder a los gritos, con violencia. La jactancia de ser democráticos es utilizada para no serlo. Así era el discurso de los viejos dictadores que daban golpes antidemocráticos con la excusa de defender la democracia.
 
 
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                  00:31  |  Viernes 24 de Octubre de 2013  |  Entre Ríos
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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 25-12-2021 / 10:12
BUSCA LA ANIQUILACIÓN DEL ADVERSARIO POLÍTICO

El discurso del odio de Macri obstruye cualquier posibilidad de diálogo democrático

El discurso del odio de Macri obstruye cualquier posibilidad de diálogo democrático
El macrismo usó argumentos falsos que promueven una reacción instintiva, primaria, para defenderse de una amenaza. No se puede escuchar a alguien que nos amenaza. El diálogo no existe, está cerrado y esa, que es una consecuencia del discurso, pasa a convertirse en un elemento distintivo: no escuchar, responder a los gritos, con violencia.
El discurso de odio macrista deforma el proceso histórico de un país porque busca la aniquilación del adversario, a quien presenta como una amenaza. Cuando el macrismo mantiene esa nefasta actitud, el funcionamiento democrático apenas se sostiene, como lo muestra la decisión de dejar sin Presupuesto al país. Difícil que una oposición formateada de esa manera aprobara el Presupuesto enviado por el gobierno.
 
Presentar las protestas mapuches como ofensiva guerrillera, las campañas histéricas contra la vacuna Sputnik porque es rusa, la calificación de feminazi al activismo feminista, las admoniciones apocalípticas contra el matrimonio igualitario, el discurso antivacuna "libertario" y las estrategias difamatorias contra el adversario político son discursos de odio que han vuelto a impregnar a un sector de la sociedad influido por el macrismo, pero que también se expande hacia todos los ámbitos e impide cualquier forma de diálogo.
 
Según Violeta Demonte, de la Universidad de Madrid "los actos verbales de odio son dispersivos, contagiosos y emocionalmente efectivos; y suelen ser deshumanizadores: el 'otro' pasa a ser una cosa. Son también rimbombantes y aglutinan a los afines."
 
Sobre la base de estas premisas, el publicista ecuatoriano Jaime Durán Barba renovó el discurso de la derecha argentina que, hasta ese momento, trataba con poca suerte de convencer con sus propuestas reales que espantaban al público. Desde una fuerza popular, la idea de promover un discurso artificial resulta inaceptable. Desde la derecha conservadora, lo que resulta inaceptable son sus propuestas reales por elitistas y discriminatorias, lo cual, achica el blanco de impacto.
 
Las fuerzas populares mantuvieron sus programas y la vieja idea de un diálogo racional, más explicativo y por lo tanto más abarcador. Entre esos dos discursos, el conservador quedaba siempre en desventaja y debía recurrir a los golpes militares. Pero el discurso del macrismo logró remover prejuicios silenciados y convertirlos en una especie de catarsis liberadora con su carga de violencia. El discurso explicativo, racional, fue derrotado por el discurso de odio, emotivo.
 
La criminalización del adversario es un discurso que cierra cualquier apertura o que la presenta como una traición. El que escucha al otro es un traidor. Si el otro es un narco que amenaza la vida de nuestros hijos, todo es válido para combatirlo, incluso la mentira, la persecución fiscal, el espionaje, la represión violenta, la persecución judicial.
 
El macrismo usó argumentos falsos que promueven una reacción instintiva, primaria, para defenderse de una amenaza. No se puede escuchar a alguien que nos amenaza. El diálogo no existe, está cerrado y esa, que es una consecuencia del discurso, pasa a convertirse en un elemento distintivo: no escuchar, responder a los gritos, con violencia. La jactancia de ser democráticos es utilizada para no serlo. Así era el discurso de los viejos dictadores que daban golpes antidemocráticos con la excusa de defender la democracia.
 
 

 
UN DESAFÍO AL FUNCIONAMIENTO DEMOCRÁTICO
 
Por qué Mauricio Macri obtura cualquier diálogo: El discurso del odio
 
Estas frases forman parte del discurso de odio: "La AUH se va a ir por la canaleta de la droga", "las jóvenes pobres tienen hijos para cobrar la AUH y no trabajar", "los desocupados no quieren trabajar, son planeros" , "con la ESI (educación sexual integral) promueven la homosexualidad", "los pobres lo son, porque no tienen mérito para ser ricos" , " los mapuches han recibido instrucción militar en el exterior, en el IRA o con las FARC de Colombia. Y hay dos kurdos entre ellos".
 
El discurso tiene una carga de odio como cuando Elisa Carrió dijo que el peronismo y el kirchnerismo eran una asociación ilícita: "Tenemos que reemplazar a la asociación ilícita con la República. No queremos que nuestros hijos sean narcotraficantes ni coimeros".
 
La estrategia básica de la campaña de Macri en 2015 se basó en acusar sin pruebas a Aníbal Fernández de ser jefe del narcotráfico y responsable del asesinato mafioso de tres personas. El cuento chino contra el candidato peronista se basaba en que era bigotudo y había un narco, que nunca apareció, al que apodaban "La morsa". El discurso explicativo, racional, fue derrotado por el discurso de odio, emotivo, contagioso, cosificador del otro y con gran capacidad aglutinante de los afines, como señala la académica española.
 
 
La criminalización del otro
 
Si el mapuche es guerrillero, guerra sucia; a un Hitler feminazi, leña; el gay es un "pervertido", hay que eliminarlo; como el desocupado es un vago planista, merece cagarse de hambre; igual que las pobres porque se embarazan por la asignación, y los adversarios políticos son todos ladrones, delincuentes comunes, hay que aniquilarlos de cualquier forma.
 
Los discursos de los legisladores macristas durante el debate en Diputados, cuando rechazaron el Presupuesto, tenían esos elementos. Personajes como Patricia Bullrich o Fernando Iglesias construyen sus argumentos como herramienta para patotas de linchadores. La jactancia de ser democráticos es utilizada para no serlo. Así era el discurso de los viejos dictadores que daban golpes antidemocráticos con la excusa de defender la democracia.
 
 
El papel de los medios
  
La responsabilidad por la difusión y amplificación de estas ideas elementales, primarias, recae en la militancia muy bien pagada de periodistas y comunicadores. La brutalidad de ese discurso tiene el gancho que busca el comunicador con su público: impacta, convoca, enfurece. Son comunicadores que no tienen otro bagaje intelectual. Esconden ese vacío en la frase ofendida o indignada y se convierten en candidatos porque son buenos transmisores del discurso de odio.
 
La actual senadora por Santa Fe, Carolina Losada, era uno de esos comunicadores. Su pensamiento se cristalizó en estos mensajes de twitt: "Confirmado: somos los hamsters de los rusos. Voluntarios obligatorios... ¡Gracias por cuidarnos tanto Ginés, Alberto!" Este personaje es vicepresidenta del Senado y en seis meses se infectó dos veces con coronavirus por su rechazo a la vacuna.
 
Sobre la construcción del discurso de odio, la catedrática Violeta Damonte plantea la necesidad de reflexionar "sobre la disposición cognitiva a aceptar como mejores, y dar el rol de explicación, a las generalizaciones más simples, si se corresponden con nuestros estereotipos y nuestros sesgos; la influencia de los grupos sociales con los que se convive; la tendencia a no fundar nuestras generalizaciones en pruebas y en datos; la disposición a autoengañarnos si esto ratifica una creencia y la persistencia del odio en nuevos lugares de culto como son ciertos medios de comunicación y las redes sociales ".
 
 
Los antecedentes históricos
 
La eficacia de Durán Barba al renovar el discurso de la derecha no fue solamente por su arquitectura sino porque también hay muchos antecedentes en el país. Existe una tendencia en los sectores dominantes a asumir este discurso en la historia argentina. La primera experiencia exitosa fue cuando los rebeldes federales fueron calificados de asesinos y bandoleros para justificar la "guerra de policía" y exterminio con masacres y degüellos masivos y ejecuciones sin juicio.
 
El golpe contra Hipólito Irigoyen se preparó con la misma receta: una campaña mediática demoledora, encabezada por el diario Crítica, que lo presentaba como inepto y ladrón, lo que llevó a civiles golpistas a saquear su domicilio. Pero el antecedente más fuerte fue la prédica violenta contra el primer peronismo y Perón. Decían y lo creían, que Perón tenía anteojos especiales para ver desnudas a las mujeres y difundían fotos burdamente falseadas para demostrarlo.
 
Apenas refinados, el lawfare y las fakenews de la actualidad tienen esos antepasados nefastos en la historia del país.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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23-10-2025 / 08:10
En el ocaso de una campaña sin épica, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el miedo más grande de su propio gobierno: quedar sin el tercio legislativo que sostiene su poder político seudo democrático. El que hace un año prometía "refundar la Argentina", llega a la elección del 26 de octubre devaluado, aislado y con un discurso cada vez más errático, mientras las encuestas anticipan una caída que podría dejar a La Libertad Avanza sin capacidad de defensa en el Congreso.
 
Consultado por Guillermo Andino sobre qué consideraría un "buen resultado", el presidente no habló de ganar ni de convencer, sino de sobrevivir: "Uno que me asegure un tercio en la Cámara, que es una pared de defensa", admitió Milei, resignado a celebrar un empate como si fuera un triunfo. Esa "pared" es lo único que separa al Gobierno anarco capitalista del colapso institucional. Sin ese tercio, el oficialismo perdería poder de veto sobre leyes opositoras, vería caer sus DNU y hasta quedaría a tiro de un eventual juicio político, algo que hoy se comenta en voz baja en despachos peronistas y radicales.
 
Según un informe elaborado por el politólogo Gonzalo Taboada, el Gobierno solo mantendría control con un 39 por ciento de los votos, cifra que nadie se anima a pronosticar. En el escenario más optimista, Milei llegaría a 104 diputados sumando el PRO y algunos gobernadores aliados; pero con un resultado más realista, cercano al 32 por ciento, el oficialismo quedaría a merced de bloques provinciales y de una oposición fortalecida, con 109 bancas y capacidad de bloquear cualquier iniciativa presidencial.
 
En el peor escenario, con un 30 por ciento o menos, La Libertad Avanza ni siquiera lograría conformar el tercio propio ni sumando al PRO, lo que significaría una catástrofe política. "Una elección de 30 por ciento o menos es el número del abismo", señaló Taboada. "En ese escenario el Gobierno dependería de los árbitros, perdería autonomía y quedaría sin margen de maniobra".
 
La situación no sorprende a quienes observan el deterioro del poder libertario. El desquiciado Milei, que se soñó emperador, terminó mendigando apoyo a Donald Trump, mientras su ministro de Economía intenta contener una recesión que ya acumula dos años consecutivos, con inflación persistente y un dólar que sigue escalando.
 
A la crisis económica se suma una soledad política creciente. Karina "la Coimera" Milei se atrincheró en la Secretaría General, Santiago Caputo perdió influencia y el vínculo con los gobernadores aliados se tensó al extremo. El PRO ya no se comporta como socio, sino como tutor de un Gobierno que no logra ordenar su propia tropa.
 
La estrategia electoral del oficialismo se limitó a campañas de miedo, spots improvisados y discursos cargados de enojo, sin propuestas ni respuestas ante el descontento social. Milei dejó de hablar de "reformas estructurales" para conformarse con conservar la silla presidencial y evitar el aislamiento total.
 
"Pasar de un balotaje con 55 por ciento a una legislativa que arranque con un 20 y pico sería un golpe devastador", reconoció un operador libertario que, en privado, admite que el Gobierno festejará si logra un empate técnico. La foto final podría marcar un antes y un después. Si Milei no alcanza el tercio, su relato de liderazgo "anticasta" trucho quedará pulverizado y su futuro político dependerá de los mismos actores a los que prometió "dinamitar". La elección del domingo, más que una prueba electoral, será un plebiscito sobre su propia capacidad de gobernar.
 
La Opinión Popular
 

22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
La Opinión Popular
 

20-10-2025 / 10:10
La relación entre José Luis Espert y Fred Machado, el acusado por narcotráfico que financió su campaña presidencial en 2019, sigue complicando a La Libertad Avanza, aunque el economista, al que todavía defiende Javier "Cipayo" Milei, ya no encabeza la lista libertaria oficialista. En el último reportaje que otorgó el día que se confirmó su extradición a los Estados Unidos, se reveló el mensaje que Machado le pasó al Gobierno. Soltó una bomba que hizo temblar a más de uno en La Rosada.
 
En una entrevista de ocho horas con la periodista Caro Fernández, de Splendid AM 990, lanzó una advertencia que suena a ultimátum: "Si hablo, se cae el país". Con la extradición a Estados Unidos autorizada por la Corte Suprema, Machado no se guardó nada y apuntó directo al corazón del poder libertario, salpicando a figuras como José Luis Espert, Patricia Bullrich y Alberto Weretilneck con acusaciones que, de probarse, podrían destruir al Gobierno de Javier Milei.
 
El empresario, con un tono que mezcla bronca y desesperación, mandó un mensaje filoso a Santiago Caputo, estratega clave de Milei: "A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana". La respuesta fue: "Mensaje recibido". ¿Qué sabe Machado que pone tan nervioso al entorno presidencial?
 
Con Espert, su exaliado, no fue menos duro. Financió su campaña en 2019, pero ahora lo acusa de darle la espalda. "Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?", dijo, recordando una advertencia que le hizo en marzo de 2021 sobre los riesgos que corrían. "Le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó", disparó con amargura.
 
Las acusaciones también alcanzaron a Patricia Bullrich. Según Machado, habría una triangulación de fondos para su campaña presidencial de 2023, con más de 3 millones de pesos movidos a través de una empresa de la familia Bada Vázquez, de los cuales al menos 215.000 pesos habrían ido a parar a su campaña.
 
Sobre Weretilneck, señaló un supuesto entramado de negocios en Río Negro, con permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a Claudio Cicarelli, presunto testaferro del gobernador.
 
En un intento por limpiar su nombre, Machado insistió: "Es una cuestión de plata, no de droga". Sin embargo, la noticia de su extradición lo desmoronó. Entre el ladrido de sus perros y la tensión del momento, suplicó a Fernández: "No me dejes solo". Horas después, un operativo policial lo trasladó para enfrentar su destino en Estados Unidos.
 
La Opinión Popular
 

19-10-2025 / 08:10
Entre el colapso económico, la pérdida de relato y el avance de sus propios aliados, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el tramo final de la campaña convertido en símbolo de su propio fracaso: un presidente sin respuestas, cercado por la realidad y por quienes financiaron su ascenso. El plan "llegar" se quedó sin nafta cuando todavía falta una semana para alcanzar la meta. La impotencia es la tónica en la recta final antes de unas elecciones que se convirtieron en un delicado plebiscito sobre el futuro del gobierno y del país.
 
El proyanqui Milei volvió de Washington DC con una hoja que dice "amigo" y el fibrón que usó Donald Trump para estampar esa dedicatoria. A su regreso dio dos entrevistas en las que se peleó con sus interlocutores (le dijo "marxista" a Eduardo Feinmann y a Esteban Trebucq que le hacía el "caldo gordo a los psicópatas kirchneristas") y confesó que no tiene una solución para los problemas de los argentinos.
 
- El ochenta por ciento apenas si puede llegar a fin de mes y el sesenta por ciento, setenta, llega al día veinte. Les falta dinero en el bolsillo.
- ¿Qué quiere? ¿Que lo emita?
- No, yo no...
- A ver, entonces, emitiendo no se arregla. ¿Cómo quiere que lo arregle? Vamos, dígame. ¿Cómo le pongo plata a la gente?
- El economista es usted.
- No, bueno, pero digo o sea, a ver, digamos.
 
Un día más tarde insistió:
 
- ¿Y la gente que no puede esperar, presidente?
- A ver. A ver, pero, de vuelta. Te hago una pregunta, no puede esperar, a ver, ¿cómo lo resolvemos?
- Es que yo no lo sé.
- No, bueno, entonces.
- Sólo le pregunto.
- No, bueno, pero si vas a hacer el punto, digamos, a ver, empecemos a discutir cómo se resuelve.
 
Para Milei la escasez y la mala calidad de vida de millones de personas es en todo caso un problema intelectual, teórico, en el que no tiene demasiado interés. Dos años después de asumir le sugiere a su interlocutor (no un funcionario, no un asesor, ni siquiera un consultor sino un periodista en el contexto de una entrevista televisiva en vivo) que empiece la discusión.
 
Decir que no le quita el sueño sería una exageración: ni siquiera lo considera un problema, algo que deba resolver. La economía se encargará de hacerlo, cuando deje de existir el riesgo kuka. Suena estúpido, pero es exactamente el argumento presidencial, palabra por palabra.
 
Para la mayoría de los argentinos se trata en cambio de una cuestión muy concreta, a veces de vida o muerte. Este miércoles, en Congreso, en la marcha semanal por el reclamo de una mejora en las jubilaciones, una pareja daba su testimonio a las cámaras de televisión.
 
Él está atravesando un tratamiento contra el cáncer, le sacaron la cobertura de los remedios para aliviar los dolores y los vómitos cuando le hacen quimioterapia. En el hospital sólo le entregan la mitad. Desde los estudios, la cronista sugiere que den un "alias" bancario para recibir transferencias de gente que pueda ayudarlos. No tienen teléfono: tuvieron que venderlo para comprar medicinas. Milei no tiene una respuesta para ellos ni va a tenerla. 
 

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