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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 19-12-2021 / 09:12

Lobby en EE.UU. y Congreso cerrado: el plan macrista para dinamitar el acuerdo con el FMI

Lobby en EE.UU. y Congreso cerrado: el plan macrista para dinamitar el acuerdo con el FMI
El lobby del diputado Luciano Laspina ante el Fondo Monetario Internacional para interferir con las negociaciones sobre la deuda argentina y la decisión de la bancada de Juntos por el Cambio de “voltear” el presupuesto 2022 en la cámara de diputados sólo se entienden si un sector de la oposición apuesta a dinamitar, o al menos complicar, el acuerdo FMI.
El lobby del diputado Luciano Laspina ante el Fondo Monetario Internacional para interferir con las negociaciones sobre la deuda argentina y la decisión de la bancada de Juntos por el Cambio de "voltear" el presupuesto 2022 en la cámara de diputados sólo se entienden si un sector de la oposición apuesta a dinamitar, o al menos complicar, el acuerdo FMI.
 
En el Frente de Todos creen que la apuesta es provocar un mayor nivel de incertidumbre que desemboque en una corrida y una devaluación del dólar con los mismos efectos que el ajuste neoliberal que el gobierno se resiste a hacer. Por ahora, la ofensiva resultó infructuosa. Los responsables del organismo no solamente cerraron filas con sus interlocutores oficiales; fueron ellos los que advirtieron sobre las nefastas gestiones de Laspina en Washington.
 
El escenario, sin embargo, es sumamente complejo cuando se lo completa con una Corte Suprema que adoptó una posición política opositora sin disimulo y un Congreso enredado en un nudo hasta ahora irresoluble. Incluso si la variante omicron, que ya circula de forma comunitaria en nuestro país, resultase inocua y no causara nuevas restricciones ni decenas de miles de muertos más, no es impensable un escenario en el que los segundos dos años del gobierno de Alberto Fernández resulten más complejos que los primeros dos, pandemia incluída.
 
Además de los factores exógenos, de la economía al borde del abismo y del inevitable recalentamiento de la puja distributiva, que resultará en más conflicto social y sindical, juegan también las internas, que entorpecen la gestión y cuestan caro.
 
Dicho en otras palabras: no hay margen para más errores no forzados. La situación es crítica y el gobierno difícilmente encuentre aliados que le cubran las espaldas o que suplan sus falencias. El peronismo necesita encolumnar a todos sus sectores, kirchneristas y antikirchneristas, sin fisuras, detrás de una iniciativa audaz y potente que permita romper el cerrojo político en el que intenta encerrarlo la oposición.
 
Para poder llevarlo a cabo deberá recurrir al único combustible al que se puede recurrir cuando no hay ni tiempo, ni sangre, ni plata: una formidable movilización popular. Y la condición para que la sociedad se movilice en defensa de un proyecto es que ese proyecto le garantice una calidad de vida mejor, algo que hasta ahora sigue siendo la principal deuda de este gobierno.
 

 
La otra deuda, la que se negocia a contrarreloj con el FMI, se encuentra en etapa de definiciones a pesar de los intentos opositores por hacer descarrilar el diálogo, esta semana el organismo volvió a dar señales de sintonía con el gobierno argentino.
 
La más importante, sin dudas, fue el tuit que publicó la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, informando sobre una "muy buena reunión" con Fernández y el "compromiso total para continuar trabajando en un programa", horas después de que la oposición hundiera el presupuesto en el Congreso.
 
El encuentro (realizado de forma telemática y del que participó el ministro de Economía Martín Guzmán) estaba concertado con anterioridad al desenlace del trámite legislativo, pero el posteo en redes sociales no.
 
En el encuentro virtual, Georgieva reconoció que el boicot opositor es un inconveniente inesperado en el trámite de la negociación pero aseguró que no resultará un obstáculo. Este miércoles el FMI hará la evaluación técnica sobre el préstamo otorgado a Macri, que se publicará, seguramente, antes de Navidad.
 
En enero, después de la pausa obligada por las fiestas, se retomará la tarea de reconstruir los acuerdos técnicos en función de la nueva realidad presupuestaria: es como volver a armar un rompecabezas después de que las piezas cayeran al suelo. En los planes del gobierno, reconocen que habrá demoras  pero esperan firmar antes de febrero para ir directo al Congreso. El motín en la cámara baja echó por tierra la idea de discutir, previamente, un plan plurianual.
 
Un día antes del zoom entre Fernández y Georgieva, en su última conferencia de prensa del año, el vocero del organismo, Gerry Rice, dio definiciones contundentes sobre el estado de la negociación tras las reuniones técnicas que se llevaron a cabo la semana pasada en oficinas de la embajada Argentina en Washington.
 
Según informó el decano portavoz y omitieron informar la mayoría de los medios locales, "hubo acuerdos generales en la necesidad de mejorar las finanzas públicas de forma gradual y sustentable, mientras se permiten desembolsos para infraestructura, tecnología y gasto social focalizado, que resultan muy necesarios" para alcanzar el objetivo que definió como "ayudar a que la Argentina y su gente sienten las bases para más crecimiento sustentable e inclusivo".
 
En ese sentido, agregó, "se alcanzaron entendimientos generales alrededor de la necesidad de abordar la alta inflación persistente, lo que requiere un enfoque múltiple, incluyendo una reducción del financiamiento monetario del déficit fiscal, una política monetaria adecuada con tasas de interés reales positivas y coordinación de precios y salarios, que también debe sostenerse a través de políticas proclives a construir reservas internacionales, incluyendo la promoción de inversión extranjera directa y exportaciones que crecieron de forma robusta este año, especialmente en sectores con valor agregado".
 
Por último, informó que el directorio del Board discutió el recorte de sobrecargos que pide Argentina y que "es posible que haya nuevas discusiones que permitan una evaluación más completa de esa política".
 
El compromiso del Fondo con sus interlocutores argentinos tuvo otra señal, secreta pero contundente: fueron ellos quienes pusieron en conocimiento del gobierno la reunión en la que un dirigente macrista hizo lobby para obstaculizar un acuerdo.
 
El episodio fue revelado por Máximo Kirchner en una entrevista que dio después de la sesión fallida. "El que suele ser miembro informante de los temas económicos en Juntos por el Cambio fue a Estados Unidos a hablar con el FMI pésimamente de las posibilidades de Argentina", denunció el jefe de la bancada oficialista, sin mencionar su nombre.
 
El Destape pudo confirmar con fuentes en Washington y Buenos Aires que se trata de Luciano Laspina y, aunque se contactó con él para conocer su explicación de ese viaje, no tuvo respuesta.
 
Se trata del mismo Laspina que esta semana ensayó una hipótesis novedosa sobre el final del gobierno de Juntos por el Cambio: "Yo creo que el Fondo Monetario le sirve bastante al gobierno para buscar un culpable por las correcciones que tiene que hacer. Es como si el gobierno de Mauricio Macri le hubiera dicho al Fondo Monetario 'perdí las elecciones por tu culpa, porque tu plan de base monetaria cero me llevó las tasas de interés al ochenta por ciento y perdí las elecciones' y en algún punto es cierto. Lo que el Fondo pedía no era ayudar a Macri, no le interesaba, era que Argentina corrigiera la inflación y las cuentas públicas. Y le importaba tres rábanos si Macri perdía. Yo lo veo al revés: el Fondo Monetario volteó el gobierno de Macri", explicó, sin ponerse colorado.
 
El plan opositor para dinamitar el acuerdo con el FMI y desestabilizar la economía tiene una tercera pata: desfinanciar al Estado. La bancada de Juntos por el Cambio convocó para este martes a una sesión especial en la cámara de Diputados con el fin de convertir en ley una suba del mínimo no imponible del impuesto de Bienes Personales, con un impacto fiscal no considerado en las negociaciones con el Fondo.
 
Adicionalmente, preparan una presentación ante el Poder Judicial para rebajar las alícuotas de ese impuesto que Fernández había elevado gracias a poderes conferidos por la ley de solidaridad social de diciembre de 2019. Argumentarán que la prórroga prevista por la ley corre para la asignación de partidas pero no para las facultades delegadas. No sólo quieren evitar que se cobre el impuesto previsto para el año que viene; pedirán que la AFIP devuelva parte de lo que se recaudó este año.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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15-07-2025 / 08:07
Una vez más, el sistema judicial yanqui avanza como ariete de los fondos buitre contra la soberanía de nuestro país. La jueza Loretta Preska, que es incapaz de distinguir entre países y empresas, rechazó este lunes el pedido del gobierno de Javier Milei para frenar la ejecución de una sentencia que ordena la entrega del 51 por ciento de las acciones de YPF a los especuladores.
 
El fallo responde a una demanda impulsada por los fondos buitre: Burford Capital y Eton Park, quienes no son en realidad los "damnificados" por la expropiación de la petrolera estatal en 2012, sino capitales especulativos que "compraron" el derecho a litigar de los dueños originales. El cipayo Milei les dio la razón a los buitres.
 
La sentencia de Preska, quien durante todo el proceso ha mostrado sus vínculos con los buitres sin tapujo y que no ha tenido la menor consideración sobre el derecho de soberanía argentino, representa un ataque directo a la independencia política, jurídica y económica de nuestro país. Aunque el Gobierno de Milei ya presentó una apelación ante la Cámara del Segundo Circuito y se prepara para llegar, si es necesario, a la Corte Suprema de Estados Unidos, Preska dejó en claro que la presión económica no dará tregua.
 
Su decisión de no suspender el fallo permite avanzar con medidas que, en los hechos, significarían un vaciamiento del control estatal sobre la principal empresa energética del país. Todo esto, en nombre de una exorbitante "compensación" de más de 16 mil millones de dólares por una decisión soberana tomada por el Congreso argentino en 2012 con amplio respaldo legislativo.
 
La defensa argentina argumentó que se trata de un caso excepcional, sin antecedentes jurídicos claros, donde incluso el propio gobierno de Estados Unidos expresó reparos a la interpretación del tribunal. El temor en Washington no es menor: que una jurisprudencia tan agresiva siente un precedente peligroso, que habilite a otros países a embargar activos yanquis en futuros litigios. El fallo de Preska podría volverse un búmeran para el propio imperio que lo impulsa.
 
Además, los representantes legales de la Argentina advirtieron que ejecutar la sentencia implicaría violar la legislación nacional, ya que, según la ley de expropiación aprobada en 2012, las acciones de YPF no pueden transferirse sin una ley del Congreso votada por dos tercios. Preska estaría ordenando al Estado argentino a quebrantar su propio marco legal para cumplir con una orden foránea. Es una intromisión inadmisible en los asuntos internos de un país soberano.
 
A todo esto, se suma el hecho de que los demandantes no demostrarían un perjuicio inmediato si se posterga la ejecución, mientras que la afectación al interés público argentino sería mayúscula: pérdida de control estratégico sobre recursos energéticos, impacto en provincias accionistas y en bonistas internacionales, y la posibilidad de activar cláusulas contractuales perjudiciales para YPF.
 
Es evidente que la sentencia de Preska, lejos de hacer justicia, profundiza una lógica de subordinación colonial a los intereses del capital financiero internacional. En juego no está solo la propiedad de una empresa. Está la soberanía energética, el respeto a las decisiones democráticas y la dignidad de un país frente a tribunales que actúan como garantes del saqueo imperialista.
 
La Opinión Popular
 

14-07-2025 / 08:07
El presidente Javier "el Loco" Milei está preso de que un proyecto sin sustentos y eso quedó más que claro durante la semana que pasó. El entusiasmo mileísta, de a poco, abre paso a la resignación. Ahora resta saber si ese vacío de entusiasmo podrá ser llenado por un nuevo Nosotros.
 
No tiene mayor sentido detenerse en los aspectos técnicos, o de cálculos transeros, acerca de lo sucedido en el Congreso. Sí lo tiene comprender que la presunta aplanadora de las Fuerzas del Cielo comenzó a encontrar algunos límites.
 
Podrá acontecer que algunos favores presidenciales, a algunas provincias y aliados solícitos, alleguen votos para sostener vetos. Podrá ocurrir que nunca faltará un Kueider por acá, un símil por allá, dispuestos al qué pretende usted de mí. Podrán ofertar todas las Banelco de época que se quieran.
 
Pero ya no habría retorno, nodal, de que al Gobierno empezaron a entrarle las balas (propias). A uno no le gusta esa figura, y sobre todo cuando las guerrillas digitales del neofascismo convocan a la violencia. Se acepta por razones de imagen expresiva.
 
Es impactante la sucesión de errores y horrores ejecutivos que cometieron los adolescentes de Casa Rosada, tal vez porque se acumularon en una misma semana.
 
Puede admitirse, cómo no, que el capital de Javier Milei es permanecer como un intransigente disruptivo a toda costa. Pero de ahí a carecer de todo rasgo de inteligencia política, siquiera para tener fusibles que lo amparen, hay mucha distancia.
 
Podría mantener al personaje y dejar que por abajo negocien lo que fuere, a fines de salvar las papas en instancias determinadas. Por ejemplo, para haber evitado una derrota parlamentaria que se transformó -él transformó- en crisis de alcances inciertos.
 
Hubiera bastado con que no se sometiera al papelón de refugiarse en la niebla, para justificar su ausencia en Tucumán. Juntaba dos, tres, cuatro gobernadores, con algún caramelito de liberar fondos básicos, y prácticamente listo.
 
Pero Milei no sabe. No quiere. No entiende nada, porque siente que le sobra con que todo es cuestión de ganar en las redes, de que su hermana se cargue a quien viniere y de que un coro de bufones corporativos lo aplauda sin percibir que da vergüenza ajena.
 
Sin embargo, eso podría llevar a la conclusión de que el Presidente está preso de sí mismo. No. Eso es una mirada psicologista, que antes de válida es insuficiente. Está preso de que lo que encarna no tiene ni pies ni cabeza como proyecto sustentable. Y como incumbe a la Argentina, con su cultura bimonetaria, le saltó la ficha desde las perspectivas con el dólar.
 
El domingo pasado, bajo la pregunta de si se puede sostener el modelo cambiario, Hernán Letcher describe el panorama de los próximos meses con precisión quirúrgica. Comienza por la canchereada de Caputo Toto ("Si creés que está barato, agarrá los pesos y comprá dólares, campeón"). Fue apenas unos días antes de que el mismo Toto, con imagen desvencijada, apareciera de urgencia en uno de los programas de la televisión oficial.
 

13-07-2025 / 11:07
El presidente Javier "el Loco" Milei avanza contra el Congreso nacional y la democracia misma, opera para vaciar las instituciones y amenaza con cerrar el Legislativo si no logra imponer su voluntad; lejos de moderarse, su estrategia es profundizar la confrontación y tensar el sistema hasta forzar una ruptura o afianzarse en el poder absoluto.
 
Nadie podrá decir que no estaba prevenido. Milei avisó en campaña que las convicciones democráticas no eran parte de su repertorio. Una burda lectura del teorema de la imposibilidad de Arrow era la excusa en la que se refugiaba para no decir, con todas las letras, que su anarcocapitalismo ideal requiere de otras formas de gobierno, menos sensibles a las necesidades de las mayorías.
 
Para el presidente, el Poder Legislativo es un objetivo estratégico desde el primer día. Pero no a partir de la búsqueda de construcción de consensos para consolidar sus decisiones ejecutivas sino como un obstáculo a su poder que debía ser corrido o anulado. Esa escalada recrudeció este jueves, luego de sufrir una histórica paliza en el Senado, pero no es nueva, ni es casual, ni está fuera de libreto.
 
El 10 de diciembre de 2023 Milei asumió su cargo de espaldas al Congreso, rompiendo la tradición centenaria de inaugurar el mandato con una asamblea legislativa. Todavía era el presidente que venía a prender fuego el Banco Central y terminar con la casta. Hoy la imagen es muy distinta: el Central mantiene el dólar planchado y la casta finge demencia y se enriquece en medio de la destrucción.
 
Días más tarde anunciaba el DNU 70/23, con el que se adjudicó facultades legislativas en un espectro muy amplio, usurpando, de facto, el rol del Congreso. La ley de Bases, en tanto, con cientos de artículos, se trató en despachos exprés de sólo cuatro comisiones y, en el recinto, se votó por bloques para evitar que se cayeran los aspectos más escandalosos de la letra chica.
 
Durante el tratamiento de esa ley, que duró varios meses, Milei trató de ratas y de corruptos a los diputados y senadores mientras era el oficialismo el que cambiaba el sentido de algunos votos clave a partir de mecanismos nunca aclarados. Uno de ellos, el senador Eduardo Kueider, está detenido en Paraguay desde el año pasado. Lo encontraron tratando de cruzar la frontera con 200 mil dólares.
 
Cuando los aprietes y la corrupción no alcanzaban para frenar iniciativas contrarias a los intereses del gobierno, el presidente recurrió al veto. Para sostenerlo necesita un tercio de los votos en una de los dos cámaras. En el Senado siempre estuvo lejos. En la cámara baja pudo reunir 87 "héroes", con aliados radicales, del PRO y de algunas provincias, que le permitieron imponerse. Lo celebraron con un gran asado.
 
Esa pólvora está mojada. En la Casa Rosada admiten que no pueden garantizar el tercio que blinda las decisiones de Milei. Por eso recurren a otro recurso: bloquear el funcionamiento del Congreso, incluso mediante la violencia. Clausuran las comisiones para evitar dictámenes en proyectos que no quieren tratar e intentan levantar las sesiones por escándalo (esto es literal) para ahorrarse derrotas. Era una táctica con patas cortas. 
 

12-07-2025 / 09:07
Desde el "no fui por la neblina" de Javier "el Loco" Milei, hasta el hurto de fusibles del tablero del Senado, más tuiteros rentados, empleados por el gobierno, pidiendo que "saquen los tanques a la calle" y que "dinamiten el Congreso", todo fue mugriento y tosco. Fantino y JP Morgan empezaron la escalada que aisló al gobierno en sus limitaciones y vilezas destinadas a ahogar a las provincias, saquear a los jubilados y abandonar a enfermos, discapacitados y a víctimas de la tragedia de Bahía Blanca.
 
El desquiciado Milei decidió no concurrir al acto central por el 9 de Julio en Tucumán cuando se enteró que no irían los gobernadores. Pero como no podía confesarlo, dijo que no iba por la neblina. Hizo un día espectacular y para que se notara más, la vicepresidenta se tomó un avión y llegó con pleno sol.
 
Victoria Villarruel puso en evidencia a Milei -quien la considera una "traidora"- y puso en un aprieto al ubicuo gobernador tucumano, Osvaldo Jaldo, interesado en reclamar lo que incumplió el gobierno nacional, pero poco dispuesto a intervenir en la interna entre el presidente y su vice.
 
Lejos quedó la imagen de la doble fila de gobernadores serviciales que recibió a Milei en la Casa Histórica de Tucumán el año pasado. Le votaron poderes especiales, una inconstitucional ley bases y el RIGI que entrega riquezas. A cambio recibieron promesas de financiamientos e inversiones que nunca llegaron.
 
La rebelión de los gobernadores un año después de aquel acto de sumisión demostró la explosión de la crisis en sus provincias con descalabros en las economías regionales, en las rutas, la educación o la seguridad. Pero también fue un indicio de que las expectativas de la sociedad en el gobierno se redujeron con respecto al 2024.
 
Tras ganar las elecciones, las expectativas de la sociedad en el gobierno de Milei crecieron más que los votos con los que había ganado. Los gobernadores miden esos climas y por eso se sumaron al circo del año pasado. Ahora le dijeron que sin ellos no puede ganar porque esas ilusiones están a la baja.
 
Pero, horror, los gobernadores radicales y del PRO iban a coincidir con sus colegas del kirchnerismo, que resistieron desde el primer día el saqueo a los jubilados y la crueldad de desfinanciar el sistema de atención a la discapacidad o abandonar a las víctimas de tragedias como la de Bahía Blanca.
 
El acuerdo era dar quórum para iniciar la sesión. Los senadores kirchneristas informaron que además de la devolución de los ATN y de lo que les corresponde del impuesto a las naftas, iban a plantear el aumento a los jubilados, la declaración de emergencia en discapacidad y el rechazo del veto presidencial a la asistencia de las víctimas en Bahía Blanca. La noche previa, los gobernadores radicales y los del PRO dijeron que solamente aprobarían la devolución de los fondos a las provincias.
 
Como los puntos que le interesaban a estos gobernadores quedaron al final de la agenda porque serían tratados sobre tablas, sin pasar por comisión, los senadores que les respondían se quedaron hasta el final y algunos de ellos, incluso, votaron junto al kirchnerismo los temas sobre Bahía Blanca, jubilaciones y discapacidad. Este gobierno jugó al borde del precipicio desde que asumió. Zafó al principio con una devaluación que demolió salarios, después con un blanqueo exitoso y luego con la ayuda esclavizante del FMI. 
 

11-07-2025 / 09:07
Por paliza, Javier "el Loco" Milei sufrió una seguidilla de derrotas en el Congreso. Pese a las amenazas y las operaciones sucias, el Senado convirtió en ley por unanimidad el aumento a las jubilaciones y la emergencia en discapacidad y por amplia mayoría la moratoria previsional. Además, rechazó el veto al Fondo para Bahía Blanca, defendió las acciones de YPF y votó los proyectos impulsados por los gobernadores. Los oficialistas abandonaron la sesión y el Presidente, acorralado, ya adelantó que vetará las leyes sancionadas, en una nueva muestra de su autoritarismo y de su fanatismo con el ajuste fiscal a costa del hambre de los jubilados y la motosierra contra los sectores más vulnerables.
 
Enemistado con casi todos los espacios (en las últimas semanas se sumaron los gobernadores), Milei sufrió una derrota tras otra y su gobierno vivió una jornada negra en el Senado. El aumento para los jubilados y la emergencia en discapacidad se aprobaron por unanimidad. La moratoria, con amplia mayoría. Los mandatarios provinciales lograron darle media sanción a la modificación en el reparto de los ATN y en la coparticipación el Impuesto a los Combustibles.
 
La primera de las leyes aprobadas (contaba ya con media sanción en Diputados) fue el aumento de las jubilaciones y del bono para quienes cobran un haber mínimo, que está congelado en $70 mil desde marzo del 2024. De esta manera, la jubilación mínima pasa de $309 mil a $331 mil, y el bono escala a $110 mil. El aval del dictamen contó con 42 votos a favor, 17 en contra y tres abstenciones, mientras que para su aprobación final sumó 52 votos a favor y 4 abstenciones.
 
De acuerdo con el Gobierno, este proyecto rompe el equilibrio fiscal. Sin embargo, según la Oficina del Presupuesto del Congreso, el impacto durante este año será de 0,37% del PBI y en 2026 del 0,71%, número inferior al 0,41% que representó la baja de Bienes Personales a los más ricos. Además, la nueva norma prevé cubrir el impacto fiscal mediante la eliminación de exenciones impositivas, la reasignación de partidas de la SIDE, y utilización de recursos provenientes de registros automotores.
 
La segunda de las leyes que aprobó el Senado es el retorno de la moratoria previsional, con 39 votos afirmativos, 14 negativos y una abstención. De esta forma, se restablece el mecanismo, que venció en marzo de este año, que permite el acceso a una jubilación para quienes no alcanzaron los 30 años de aportes. En tercer lugar, el Senado convirtió en ley por unanimidad la declaración de emergencia para la discapacidad. La propuesta establece la emergencia para el sector hasta diciembre del 2027, que garantiza partidas presupuestarias para incrementar el pago a los prestadores de servicios y saldar la deuda para enfermeros, acompañantes y transportistas. En simultáneo a su tratamiento, diferentes agrupaciones movilizaron al Congreso para presionar su aprobación.
 
Por otra parte, el Senado rechazó por unanimidad el veto de Milei a una ley que creaba un fondo de $200 millones para la restauración de Bahía Blanca tras la trágica inundación de marzo. Ahora dependerá de la Cámara de Diputados, que en su momento dio media sanción a la ley con 153 votos a favor y la única oposición de LLA. Otra de las derrotas del Gobierno fue la media sanción a los proyectos presentados por los 24 gobernadores, que plantean un nuevo reparto a las provincias de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del impuesto a los combustibles.
 
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