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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 19-12-2021 / 08:12
EL BLOQUEO DEL PRESUPUESTO 2022 ENTORPECE LA NEGOCIACIÓN CON EL FMI Y BUSCA DESESTABILIZAR AL GOBIERNO

La oposición judicial y política abusa de su poder y no le importa las consecuencias de sus medidas

La oposición judicial y política abusa de su poder y no le importa las consecuencias de sus medidas
El verdadero objetivo de Juntos por el Cambio con su inédito bloqueo del Presupuesto 2022 fue entorpecer la negociación con el FMI, en una maniobra que busca desestabilizar al Gobierno al postergar o impedir la renegociación del insólito crédito de 45 mil millones que pidió Macri. El intento de golpe blando copia la operación realizada por Cavallo contra Alfonsín.
Bienvenidos a la nueva anormalidad política. ¿Tan nueva, dirá usted? Jamás ciento por ciento porque las calamidades suelen enraizarse en el pasado cercano. La ingobernabilidad y la parálisis institucional que germinan peligrosamente se asientan en las crisis que padecemos pero, ojo, pegaron un salto cualitativo. Hacia abajo, hacia un posible abismo tal vez.
 
El rechazo del Presupuesto 2022 en la Cámara de Diputados y la sentencia de la Corte Suprema sobre el Consejo de la Magistratura concuerdan, "hacen sistema". Las oposiciones judicial y política abusan de su poder, se ne fregan de las consecuencias de sus medidas.
 
El Estado se debilita, lo que es festejado como un triunfo contra el contingente Gobierno presidido por Alberto Fernández. Craso error o, para ser más precisos, perversa voluntad. La Corte se encamina a empardarle a la menemista en la competencia para ser la peor desde 1983. Los cuatro machirulos alfa van por más. La Corte legisla y legisla pésimo. Los cortesanos disfrutan por haberle propinado un revés al gobierno. Funcionarios vitalicios, con retribuciones exorbitantes, dispensados por mano propia de pagar impuestos, encaminados hacia una jubilación fastuosa.
 
Dejar sin Presupuesto a un gobierno configura mala praxis. Reconoce un solo antecedente desde 1983, aplicado por el "Grupo A" versus la ex presidenta Cristina Fernández. La Ley de Leyes es imprescindible. La buena fe y la costumbre democrática aconsejan dejar esa herramienta en manos del Ejecutivo. La prórroga por decreto del Presupuesto anterior, imprescindible pero menos seria que cualquier Ley de Leyes actual, genera desorden administrativo, ralentiza la gestión. Se damnifica a la ciudadanía en pleno.
 
Los Presupuestos de Mauricio Macri fueron dibujos incumplidos. Nunca presentó un plan económico como el que le exige a Alberto Fernández. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no pasó por el Congreso. La oposición no resiste un archivo, pide lo que no hizo. Competir en dureza es la jugada única para la principal oposición. Diferenciarse dialogando, mostrarse institucionalistas parece perdedor, piantavotos. A más gritos, mejor rating.
 
La agresividad macrista podría motivar nuevos proyectos de ley: reformas laborales, supresión de la indemnización por despido. Llamar a movilizarse en defensa del Presupuesto o del Consejo de la Magistratura es inviable: están fuera del radar de la gente común. Pero un ataque a conquistas populares o laborales tiene que enfrentarse en la calle. La participación ciudadana estará en agenda el año que viene.
 

LA NUEVA ANORMALIDAD POLÍTICA
 
Las acciones desestabilizadoras de la Corte Suprema y de la oposición
 
Bienvenidos a la nueva anormalidad política. ¿Tan nueva, dirá usted? Jamás ciento por ciento porque las calamidades suelen enraizarse en el pasado cercano. La ingobernabilidad y la parálisis institucional que germinan peligrosamente se asientan en las crisis que padecemos pero, ojo, pegaron un salto cualitativo. Hacia abajo, hacia un posible abismo tal vez. 
 
El rechazo del Presupuesto 2022 en la Cámara de Diputados y la sentencia de la Corte Suprema sobre el Consejo de la Magistratura concuerdan, "hacen sistema". Las oposiciones judicial y política abusan de su poder, se ne fregan de las consecuencias de sus medidas.
 
El Estado se debilita, lo que es festejado como un triunfo contra el contingente Gobierno presidido por Alberto Fernández. Craso error o, para ser más precisos, perversa voluntad.
 
La Corte se encamina a empardarle a la menemista en la competencia para ser la peor desde 1983. Los cuatro machirulos alfa van por más.
 
Espóiler avisando para no ser traidor: esta columna propone que una sentencia debe analizarse considerando el contexto histórico. Este punto de vista discrepa con quienes hablan en abstracto, como si se tratara de un ejercicio teórico en una facultad de Derecho escandinava.
 
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Según pasan los años: 
  
El Consejo de la Magistratura ("el Consejo" o "el CM" en adelante) nació flojo, hijo de la reforma constitucional de 1994 y de su núcleo político: el canje entre la reelección del entonces presidente Carlos Menem y contrapartidas institucionales a favor de la UCR representada por el fallecido presidente Raúl Alfonsín.
 
Un bocatto di cardenale para el líder peronista, mastiquines para el radicalismo, expresado en jerga de quincho. Se difirió a leyes ulteriores la composición del Consejo, la quinta rueda del carro legislada de apuro. Había que cerrar el paquete rápido. Cualquier regulación por una norma inferior a la Carta Magna sería débil, derogable por otra norma ulterior. Sobre todo porque la redacción constitucional es berreta, confusa, abierta a interpretaciones varias.
 
Demoraron bastante para instrumentarlo. En 2006 durante el mandato de Néstor Kirchner se modificó la integración del Consejo. Esa ley, que estuvo en vigencia 15 años, fue derogada esta semana. La inconstitucionalidad admitida por la Corte es una "cuestión de puro derecho": no requiere pruebas adicionales, audiencias y demás.
 
Según los cortesanos, unánimes en ese punto, la ley era flagrantemente inconstitucional. A simple vista, pongalé. La sentencia hibernó varias temporadas, sin motivos doctrinarios, con la mayoría convencida. El expediente durmió en el Tribunal durante un lustro que contuvo en su interior la totalidad de la presidencia de Mauricio Macri.
 
Los cortesanos le ahorraron adrede a Macri el recorte numérico de los representantes del pueblo en el Consejo. Preservaron la primacía política de ese oficialismo. En los fundamentos, los jueces no se toman la molestia de explicar a la sociedad por qué cajonearon tanto el veredicto. No hay justificación legal ni honesta intelectualmente para la demora.
 
Sus Señorías miraron tranquis como se sucedían nombramientos o remociones a su ver nulos. Ahora deciden restaurar una norma anterior, derogada hace quince años. La Corte legisla y legisla pésimo. La división de poderes te la debo, el barón de Montesquieu se revolvería en su tumba.
 
Las irregularidades añejadas durante añares conservan validez, estipulan los magistrados. Ordenan a los otros poderes estatales que en seis meses dicten una nueva ley regulando al CM. Doble vara: para nosotros tiempos vaticanos, para los demás términos incumplibles. Apliquemos al derecho los consejos del economista John Kenneth Galbraith y de nuestros historiadores revisionistas: si usted, tras razonar, no entiende algo es porque le están mintiendo.
 
Sin tomar en cuenta la mala fe y el afán de acrecentar poder son incomprensibles la pereza cortesana, la suspensión de su competencia durante el macrismo, la premura para apretar al Congreso. Ricardo Lorenzetti se diferenció en este último aspecto de sus tres pares, un detalle que no limpia su CV pero justifica una mención. La abogada Graciana Peñafort sugiere esa mirada en un hilo de tuits digno de recomendación.
 
Como frutilla del postre, el tribunal se auto adjudica la presidencia del Consejo. Horacio Rosatti reincide en autoelegirse, una costumbre que menoscaba la esencia del voto en una República. La Constitución del 94 no le concede esa jerarquía a la Corte, en su letra escrita. En su espíritu, ni ahí. La cabeza de dos "kioscos" con presupuestos suculentos para un solo organismo... too much.
 
La concentración de poder es chocante, anti republicana de nuevo. La acumulación de cargos también. La Corte no da abasto con los expedientes que gerencia, rechaza miles de demandas sin fundamento alguno para sacarse laburo de encima (flagrante vulneración al estado de Derecho)... no es sensato ni funcional recargar la agenda cortesana.
 
El CM residual ingresa en un limbo que duraría un semestre, se subraya el potencial. Nadie sabe qué puede hacer y qué le está vedado en ese lapso. La perplejidad invade a los integrantes del organismo, las nulidades acechan a sus eventuales movidas.
 
Los cortesanos disfrutan por haberle propinado un revés al gobierno. Funcionarios vitalicios, con retribuciones exorbitantes, dispensados por mano propia de pagar impuestos, encaminados hacia una jubilación fastuosa. Los vítores de las otras oposiciones satisfarán sus egos y motivarán pavoneos, con distintos estilos y unidad en la acción.
 
La sentencia no es la peor de esta integración que quiso aplicar el 2x1 a los represores terroristas de Estado. Pero este cronista cree que el engendro diseñado, en particular la resurrección tardía de una ley derogada, constituye una novedad nefasta, sin precedentes. Quizá se equivoque, acepta comentarios en este diario o en la casilla de e-mail que cierra esta columna.
 
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Un castigo para los administrados: 
  
Dejar sin Presupuesto a un gobierno configura mala praxis. Reconoce un solo antecedente desde 1983, aplicado por el "Grupo A" versus la expresidenta Cristina Kirchner.
 
La Ley de Leyes es imprescindible, única. La buena fe y la costumbre democrática aconsejan dejar esa herramienta en manos del Ejecutivo. La prórroga por decreto del Presupuesto anterior, imprescindible pero menos seria que cualquier Ley de Leyes actual, genera desorden administrativo, ralentiza la gestión. Se damnifica a los administrados, la ciudadanía en pleno.
 
La oposición responsabiliza al diputado Máximo Kirchner por haber dinamitado los puentes. La hipótesis es inverosímil, cotejada con discursos cambiemitas en el recinto o a través de los medios. Una postergación habría postergado el desenlace sin rectificarlo.
 
Competir en dureza es la jugada única para la principal oposición. Diferenciarse dialogando, mostrar reflejos institucionalistas parece perdedor, piantavotos. A más gritos, mejor rating.
 
Cuesta comprender la fragmentación de Juntos por el Cambio tras su victoria electoral. La avidez por cargos parlamentarios y por la presidencia de la UCR la explican en parte. Sirven más la bulimia de poder, las ganas de engullir la cena a la hora del almuerzo.
 
Los edificios llamados monobloques son grandes, albergan gente de trabajo, la sal de la tierra. Minga de parangón con los monobloques parlamentarios, confesión implícita de impotencia.
 
El del diputado Ricardo López Murphy se llama "Republicanos Unidos" con humor involuntario. La división de bloques en el Congreso entretuvo al Gobierno que debería moderar el optimismo. Los cambiemitas saben que su fuerza finca en la unidad, aliciente que se proyecta hasta las elecciones de 2023. La caterva de bloques trasunta falta de conducción pero no impacta en el comportamiento de los dirigentes. La oposición cerril es su común denominador principal, tal vez único.
 
La uniformidad opositora no dispensa de responsabilidades al Frente de Todos (FdT). La real politik existe, sus cuadros deberán operar con más pericia, negociar mejor y construir mayor poder. En los primeros dos años el bloque de la Cámara Baja consiguió aprobar muchas propuestas presidenciales y algunas propias, progresivas. El devenir se insinúa barroso, deberán redoblarse esfuerzos e ingenio.
 
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Lo que pasa y lo que viene: 
  
Los Presupuestos de Macri fueron dibujos incumplidos con saña tenaz. Nunca presentó un plan económico como el que le exige a Alberto Fernández. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no pasó por el Congreso. La oposición no resiste un archivo, pide lo que no hizo.
 
Sin legitimación ética pero ensoberbecida aspira a hacer ley la Reforma al Impuesto a los Bienes Personales. Indeseable baja de tributos al patrimonio que explica bien el colega David Cufré en su panorama económico de ayer. Suena difícil que se arme mayoría, cabe esperar que se despeguen terceros bloques. Pero, si se consumara esa ofensiva, el presidente tendría que apelar al veto, instrumento legal válido a su alcance.
 
La agresividad cambiemita podría motivar nuevos proyectos de ley: reformas laborales, supresión de la indemnización por despido. Llamar a movilizarse en defensa del Presupuesto o del CM es inviable: están fuera del radar de la gente común. Pero un ataque a conquistas populares o laborales tiene que enfrentarse en la calle. La participación ciudadana estará en agenda el año que viene.

En simultáneo se nota la reactivación económica, heterogénea como todo en esta época. Se avecina una temporada veraniega récord que disfrutarán millones de argentinos incluidos trabajadores o personas de clase media. De todas maneras la economía y la sociedad argentinas se estratifican en napas diferenciadas, desiguales incluso dentro de la clase trabajadora.

 
Alberto Fernández tiene dos años para cumplir las promesas de campaña de 2019. La mala fe opositora, la arrogancia irresponsable de la Corte, integran el inventario. Contra ellos, es imprescindible recuperar el consenso popular. Más allá de las trapisondas opositoras no es imaginable ganar una elección presidencial con los actuales indicadores de empleo, inflación, distribución del ingreso. El bienestar y la búsqueda de la igualdad, inscriptos en el ADN del peronismo, deben concretarse y percibirse.
 
El Gobierno tiene que adecuarse a la batalla campal desestabilizadora que proponen el establishment y la oposición, privilegiando la eficacia a la retórica sin resultados. Ciertos funcionarios o legisladores funcionan mal: destinando excesivas energías a despotricar contra la oposición sin avanzar en serio, meter un golcito, forzar por lo menos un córner. En Casa Rosada y zonas aledañas disfrutan sus intervenciones, por ahí en exceso.
 
El desafío para el oficialismo es imponerse con armas lícitas a la oposición sin conformarse con apenas criticarla. Queda tiempo para afrontarlo si se internaliza, se construye poder, se emprenden reformas audaces para satisfacer necesidades que son derechos.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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