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El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 19-12-2021 / 08:12
EL BLOQUEO DEL PRESUPUESTO 2022 ENTORPECE LA NEGOCIACIÓN CON EL FMI Y BUSCA DESESTABILIZAR AL GOBIERNO

La oposición judicial y política abusa de su poder y no le importa las consecuencias de sus medidas

La oposición judicial y política abusa de su poder y no le importa las consecuencias de sus medidas
El verdadero objetivo de Juntos por el Cambio con su inédito bloqueo del Presupuesto 2022 fue entorpecer la negociación con el FMI, en una maniobra que busca desestabilizar al Gobierno al postergar o impedir la renegociación del insólito crédito de 45 mil millones que pidió Macri. El intento de golpe blando copia la operación realizada por Cavallo contra Alfonsín.
Bienvenidos a la nueva anormalidad política. ¿Tan nueva, dirá usted? Jamás ciento por ciento porque las calamidades suelen enraizarse en el pasado cercano. La ingobernabilidad y la parálisis institucional que germinan peligrosamente se asientan en las crisis que padecemos pero, ojo, pegaron un salto cualitativo. Hacia abajo, hacia un posible abismo tal vez.
 
El rechazo del Presupuesto 2022 en la Cámara de Diputados y la sentencia de la Corte Suprema sobre el Consejo de la Magistratura concuerdan, "hacen sistema". Las oposiciones judicial y política abusan de su poder, se ne fregan de las consecuencias de sus medidas.
 
El Estado se debilita, lo que es festejado como un triunfo contra el contingente Gobierno presidido por Alberto Fernández. Craso error o, para ser más precisos, perversa voluntad. La Corte se encamina a empardarle a la menemista en la competencia para ser la peor desde 1983. Los cuatro machirulos alfa van por más. La Corte legisla y legisla pésimo. Los cortesanos disfrutan por haberle propinado un revés al gobierno. Funcionarios vitalicios, con retribuciones exorbitantes, dispensados por mano propia de pagar impuestos, encaminados hacia una jubilación fastuosa.
 
Dejar sin Presupuesto a un gobierno configura mala praxis. Reconoce un solo antecedente desde 1983, aplicado por el "Grupo A" versus la ex presidenta Cristina Fernández. La Ley de Leyes es imprescindible. La buena fe y la costumbre democrática aconsejan dejar esa herramienta en manos del Ejecutivo. La prórroga por decreto del Presupuesto anterior, imprescindible pero menos seria que cualquier Ley de Leyes actual, genera desorden administrativo, ralentiza la gestión. Se damnifica a la ciudadanía en pleno.
 
Los Presupuestos de Mauricio Macri fueron dibujos incumplidos. Nunca presentó un plan económico como el que le exige a Alberto Fernández. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no pasó por el Congreso. La oposición no resiste un archivo, pide lo que no hizo. Competir en dureza es la jugada única para la principal oposición. Diferenciarse dialogando, mostrarse institucionalistas parece perdedor, piantavotos. A más gritos, mejor rating.
 
La agresividad macrista podría motivar nuevos proyectos de ley: reformas laborales, supresión de la indemnización por despido. Llamar a movilizarse en defensa del Presupuesto o del Consejo de la Magistratura es inviable: están fuera del radar de la gente común. Pero un ataque a conquistas populares o laborales tiene que enfrentarse en la calle. La participación ciudadana estará en agenda el año que viene.
 

LA NUEVA ANORMALIDAD POLÍTICA
 
Las acciones desestabilizadoras de la Corte Suprema y de la oposición
 
Bienvenidos a la nueva anormalidad política. ¿Tan nueva, dirá usted? Jamás ciento por ciento porque las calamidades suelen enraizarse en el pasado cercano. La ingobernabilidad y la parálisis institucional que germinan peligrosamente se asientan en las crisis que padecemos pero, ojo, pegaron un salto cualitativo. Hacia abajo, hacia un posible abismo tal vez. 
 
El rechazo del Presupuesto 2022 en la Cámara de Diputados y la sentencia de la Corte Suprema sobre el Consejo de la Magistratura concuerdan, "hacen sistema". Las oposiciones judicial y política abusan de su poder, se ne fregan de las consecuencias de sus medidas.
 
El Estado se debilita, lo que es festejado como un triunfo contra el contingente Gobierno presidido por Alberto Fernández. Craso error o, para ser más precisos, perversa voluntad.
 
La Corte se encamina a empardarle a la menemista en la competencia para ser la peor desde 1983. Los cuatro machirulos alfa van por más.
 
Espóiler avisando para no ser traidor: esta columna propone que una sentencia debe analizarse considerando el contexto histórico. Este punto de vista discrepa con quienes hablan en abstracto, como si se tratara de un ejercicio teórico en una facultad de Derecho escandinava.
 
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Según pasan los años: 
  
El Consejo de la Magistratura ("el Consejo" o "el CM" en adelante) nació flojo, hijo de la reforma constitucional de 1994 y de su núcleo político: el canje entre la reelección del entonces presidente Carlos Menem y contrapartidas institucionales a favor de la UCR representada por el fallecido presidente Raúl Alfonsín.
 
Un bocatto di cardenale para el líder peronista, mastiquines para el radicalismo, expresado en jerga de quincho. Se difirió a leyes ulteriores la composición del Consejo, la quinta rueda del carro legislada de apuro. Había que cerrar el paquete rápido. Cualquier regulación por una norma inferior a la Carta Magna sería débil, derogable por otra norma ulterior. Sobre todo porque la redacción constitucional es berreta, confusa, abierta a interpretaciones varias.
 
Demoraron bastante para instrumentarlo. En 2006 durante el mandato de Néstor Kirchner se modificó la integración del Consejo. Esa ley, que estuvo en vigencia 15 años, fue derogada esta semana. La inconstitucionalidad admitida por la Corte es una "cuestión de puro derecho": no requiere pruebas adicionales, audiencias y demás.
 
Según los cortesanos, unánimes en ese punto, la ley era flagrantemente inconstitucional. A simple vista, pongalé. La sentencia hibernó varias temporadas, sin motivos doctrinarios, con la mayoría convencida. El expediente durmió en el Tribunal durante un lustro que contuvo en su interior la totalidad de la presidencia de Mauricio Macri.
 
Los cortesanos le ahorraron adrede a Macri el recorte numérico de los representantes del pueblo en el Consejo. Preservaron la primacía política de ese oficialismo. En los fundamentos, los jueces no se toman la molestia de explicar a la sociedad por qué cajonearon tanto el veredicto. No hay justificación legal ni honesta intelectualmente para la demora.
 
Sus Señorías miraron tranquis como se sucedían nombramientos o remociones a su ver nulos. Ahora deciden restaurar una norma anterior, derogada hace quince años. La Corte legisla y legisla pésimo. La división de poderes te la debo, el barón de Montesquieu se revolvería en su tumba.
 
Las irregularidades añejadas durante añares conservan validez, estipulan los magistrados. Ordenan a los otros poderes estatales que en seis meses dicten una nueva ley regulando al CM. Doble vara: para nosotros tiempos vaticanos, para los demás términos incumplibles. Apliquemos al derecho los consejos del economista John Kenneth Galbraith y de nuestros historiadores revisionistas: si usted, tras razonar, no entiende algo es porque le están mintiendo.
 
Sin tomar en cuenta la mala fe y el afán de acrecentar poder son incomprensibles la pereza cortesana, la suspensión de su competencia durante el macrismo, la premura para apretar al Congreso. Ricardo Lorenzetti se diferenció en este último aspecto de sus tres pares, un detalle que no limpia su CV pero justifica una mención. La abogada Graciana Peñafort sugiere esa mirada en un hilo de tuits digno de recomendación.
 
Como frutilla del postre, el tribunal se auto adjudica la presidencia del Consejo. Horacio Rosatti reincide en autoelegirse, una costumbre que menoscaba la esencia del voto en una República. La Constitución del 94 no le concede esa jerarquía a la Corte, en su letra escrita. En su espíritu, ni ahí. La cabeza de dos "kioscos" con presupuestos suculentos para un solo organismo... too much.
 
La concentración de poder es chocante, anti republicana de nuevo. La acumulación de cargos también. La Corte no da abasto con los expedientes que gerencia, rechaza miles de demandas sin fundamento alguno para sacarse laburo de encima (flagrante vulneración al estado de Derecho)... no es sensato ni funcional recargar la agenda cortesana.
 
El CM residual ingresa en un limbo que duraría un semestre, se subraya el potencial. Nadie sabe qué puede hacer y qué le está vedado en ese lapso. La perplejidad invade a los integrantes del organismo, las nulidades acechan a sus eventuales movidas.
 
Los cortesanos disfrutan por haberle propinado un revés al gobierno. Funcionarios vitalicios, con retribuciones exorbitantes, dispensados por mano propia de pagar impuestos, encaminados hacia una jubilación fastuosa. Los vítores de las otras oposiciones satisfarán sus egos y motivarán pavoneos, con distintos estilos y unidad en la acción.
 
La sentencia no es la peor de esta integración que quiso aplicar el 2x1 a los represores terroristas de Estado. Pero este cronista cree que el engendro diseñado, en particular la resurrección tardía de una ley derogada, constituye una novedad nefasta, sin precedentes. Quizá se equivoque, acepta comentarios en este diario o en la casilla de e-mail que cierra esta columna.
 
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Un castigo para los administrados: 
  
Dejar sin Presupuesto a un gobierno configura mala praxis. Reconoce un solo antecedente desde 1983, aplicado por el "Grupo A" versus la expresidenta Cristina Kirchner.
 
La Ley de Leyes es imprescindible, única. La buena fe y la costumbre democrática aconsejan dejar esa herramienta en manos del Ejecutivo. La prórroga por decreto del Presupuesto anterior, imprescindible pero menos seria que cualquier Ley de Leyes actual, genera desorden administrativo, ralentiza la gestión. Se damnifica a los administrados, la ciudadanía en pleno.
 
La oposición responsabiliza al diputado Máximo Kirchner por haber dinamitado los puentes. La hipótesis es inverosímil, cotejada con discursos cambiemitas en el recinto o a través de los medios. Una postergación habría postergado el desenlace sin rectificarlo.
 
Competir en dureza es la jugada única para la principal oposición. Diferenciarse dialogando, mostrar reflejos institucionalistas parece perdedor, piantavotos. A más gritos, mejor rating.
 
Cuesta comprender la fragmentación de Juntos por el Cambio tras su victoria electoral. La avidez por cargos parlamentarios y por la presidencia de la UCR la explican en parte. Sirven más la bulimia de poder, las ganas de engullir la cena a la hora del almuerzo.
 
Los edificios llamados monobloques son grandes, albergan gente de trabajo, la sal de la tierra. Minga de parangón con los monobloques parlamentarios, confesión implícita de impotencia.
 
El del diputado Ricardo López Murphy se llama "Republicanos Unidos" con humor involuntario. La división de bloques en el Congreso entretuvo al Gobierno que debería moderar el optimismo. Los cambiemitas saben que su fuerza finca en la unidad, aliciente que se proyecta hasta las elecciones de 2023. La caterva de bloques trasunta falta de conducción pero no impacta en el comportamiento de los dirigentes. La oposición cerril es su común denominador principal, tal vez único.
 
La uniformidad opositora no dispensa de responsabilidades al Frente de Todos (FdT). La real politik existe, sus cuadros deberán operar con más pericia, negociar mejor y construir mayor poder. En los primeros dos años el bloque de la Cámara Baja consiguió aprobar muchas propuestas presidenciales y algunas propias, progresivas. El devenir se insinúa barroso, deberán redoblarse esfuerzos e ingenio.
 
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Lo que pasa y lo que viene: 
  
Los Presupuestos de Macri fueron dibujos incumplidos con saña tenaz. Nunca presentó un plan económico como el que le exige a Alberto Fernández. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no pasó por el Congreso. La oposición no resiste un archivo, pide lo que no hizo.
 
Sin legitimación ética pero ensoberbecida aspira a hacer ley la Reforma al Impuesto a los Bienes Personales. Indeseable baja de tributos al patrimonio que explica bien el colega David Cufré en su panorama económico de ayer. Suena difícil que se arme mayoría, cabe esperar que se despeguen terceros bloques. Pero, si se consumara esa ofensiva, el presidente tendría que apelar al veto, instrumento legal válido a su alcance.
 
La agresividad cambiemita podría motivar nuevos proyectos de ley: reformas laborales, supresión de la indemnización por despido. Llamar a movilizarse en defensa del Presupuesto o del CM es inviable: están fuera del radar de la gente común. Pero un ataque a conquistas populares o laborales tiene que enfrentarse en la calle. La participación ciudadana estará en agenda el año que viene.

En simultáneo se nota la reactivación económica, heterogénea como todo en esta época. Se avecina una temporada veraniega récord que disfrutarán millones de argentinos incluidos trabajadores o personas de clase media. De todas maneras la economía y la sociedad argentinas se estratifican en napas diferenciadas, desiguales incluso dentro de la clase trabajadora.

 
Alberto Fernández tiene dos años para cumplir las promesas de campaña de 2019. La mala fe opositora, la arrogancia irresponsable de la Corte, integran el inventario. Contra ellos, es imprescindible recuperar el consenso popular. Más allá de las trapisondas opositoras no es imaginable ganar una elección presidencial con los actuales indicadores de empleo, inflación, distribución del ingreso. El bienestar y la búsqueda de la igualdad, inscriptos en el ADN del peronismo, deben concretarse y percibirse.
 
El Gobierno tiene que adecuarse a la batalla campal desestabilizadora que proponen el establishment y la oposición, privilegiando la eficacia a la retórica sin resultados. Ciertos funcionarios o legisladores funcionan mal: destinando excesivas energías a despotricar contra la oposición sin avanzar en serio, meter un golcito, forzar por lo menos un córner. En Casa Rosada y zonas aledañas disfrutan sus intervenciones, por ahí en exceso.
 
El desafío para el oficialismo es imponerse con armas lícitas a la oposición sin conformarse con apenas criticarla. Queda tiempo para afrontarlo si se internaliza, se construye poder, se emprenden reformas audaces para satisfacer necesidades que son derechos.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
La Opinión Popular
 

17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo del FMI de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
La Opinión Popular
 

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