La Opinión Popular
                  18:03  |  Jueves 25 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Entre Ríos - 06-12-2021 / 09:12
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL

Antivacunas arrepentidos, pases sanitarios o inyección “de prepo”

Antivacunas arrepentidos, pases sanitarios o inyección “de prepo”
El proceder de la oposición, con respecto a la pandemia, fue irresponsable. Se pasaron diciendo que la peste no existía y protestando contra todas las medidas sanitarias de protección. Cuando aparecieron las vacunas dijeron que eran veneno, que te podían cambiar el ADN, que conseguían volverte “comunista” o “magnético” y que eran malas para la salud porque provenían de “países no democráticos”. Los rechazos estaban en línea con los argumentos esgrimidos por quienes sostenían que el coronavirus no existe o que las vacunas son inservibles, peligrosas o tóxicas.
El proceder de la oposición, con respecto a la pandemia, fue irresponsable. Se pasaron diciendo que la peste no existía y protestando contra todas las medidas sanitarias de protección. Cuando aparecieron las vacunas dijeron que eran veneno, que te podían cambiar el ADN, que conseguían volverte "comunista" o "magnético" y que eran malas para la salud porque provenían de "países no democráticos". Los rechazos estaban en línea con los argumentos esgrimidos por quienes sostenían que el coronavirus no existe o que las vacunas son inservibles, peligrosas o tóxicas.
 
Ahora bien, la intensidad de la militancia antivacunas fue inversamente proporcional a la pérdida de seres queridos: numerosos arrepentidos, destrozados por la pérdida de familiares cercanos, con contriciones tardías. Testimonios en medio de una pandemia nutrida de desinformación, miedo y grietas partidistas. Negacionistas y antivacunas están sufriendo hoy, a causa de no estar inmunizados, los efectos más duros de la pandemia en muchos lugares del mundo.
 
Con la fe de los conversos, la negacionista arrepentida Patricia Bullrich propuso ahora usar microdatos del Estado para ir "casa por casa" a buscar a la gente que no se inmunizó y vacunarlos "de prepo". Mientras, la Unión Europea anunció que debatirán la obligatoriedad de las vacunas en todos los países miembros. Cerca de 150 millones de ciudadanos europeos no se han vacunado.
 
Ómicron llegó para recordarnos lo lejos que está la pandemia de ceder, mientras el virus continúe mutando. La variante puede llevar a endurecer restricciones y amenazar la recuperación económica en el país. Si la situación se complica, ¿habrá que aplicar la cuarentena a los no vacunados? ¿Cuál es la frontera entre la política sanitaria y las libertades individuales? La implementación de pases sanitarios es una alternativa a la vacunación anticovid "de prepo". Es una medida por la crisis sanitaria que todavía transitamos y, como toda disposición de esta naturaleza, genera polémicas. En Alemania: quienes no exhiben el certificado de vacunación no pueden reunirse con personas fuera de su núcleo familiar y tienen prohibido el acceso a comercios no esenciales, restaurantes, iglesias, cines y boliches.


Seguramente, estas medidas serían judicializadas por los sectores minoritarios que no las comparten. En España el pase es imprescindible para los viajes de larga distancia y para todo lo relacionado con el ocio. Muy similar al que implementó la ciudad de Nueva York desde agosto pasado. Los alcances de estos salvoconductos sanitarios varían de acuerdo a la realidad de cada país: Francia pasó de la desconfianza a una adhesión altísima a los esquemas de vacunación, lo que flexibilizó las restricciones.

La inminencia de las vacaciones plantea un escenario complejo para nuestra provincia porque millones de argentinos se movilizarán por el país. La industria turística aguarda el verano de rodillas y con las manos extendidas al cielo. Este flujo, que será intenso, preocupa a las autoridades sanitarias que avanzan con la inoculación y deberían imponer restricciones a las personas que no están vacunadas.
 
Entre Ríos puede contar con distintas regulaciones, las que irían  cambiando en la medida que suban o bajen los casos. Y cruzando los dedos para que ómicron se presente más tarde que pronto, y su expansión resulte lo más controlada posible. Nada es seguro en el mediano plazo. Hasta aquí, el pase sanitario sólo debería ser obligatorio en eventos masivos (musicales, deportivos, bailables). Pero, en materia de pandemia, enero está lejos en el horizonte.
 
La Opinión Popular
 

Antivacunas arrepentidos, pases sanitarios o inyección

Macri procesado por espiar
 
Mauricio Macri fue procesado por el miserable espionaje a los familiares de las víctimas del submarino ARA San Juan. La decisión del juez federal Martín Bava de impedir su salida del país y ponerle una caución millonaria lo enfureció. Cuando asumió la presidencia estaba procesado por el espionaje a familiares de víctimas de la AMIA. Y hay otras dos causas por espionaje durante los cuatro años de su gestión, en los que se espiaba a presos políticos, a opositores y hasta algunos de los dirigentes de Juntos por el Cambio que no estaban en la línea del macrismo "paladar negro".
 
Las pruebas del espionaje son abrumadoras. Hay grabaciones, videos, informes, declaraciones de víctimas y de agentes. El fisgoneo ocurrió durante la gestión de Macri y en todos los casos estaba ligado a ellos. Más allá del resultado definitivo en la justicia, resulta innegable el uso del espionaje desde su gobierno como una práctica sistemática y Macri es el principal responsable. El juez que dictó el procesamiento, hizo una analogía de esas prácticas con la dictadura.
 
El espionaje es un atropello al derecho, a las libertades, a la privacidad, al republicanismo. Los tripulantes del ARA San Juan murieron en el cumplimiento de una misión oficial. El comandante en jefe y último responsable en la cadena de mandos era Macri. En vez de preocuparse por el dolor de los familiares de sus subordinados fallecidos en acción, Macri los hizo espiar. Quería saber cuál era la reacción de estas personas que atravesaban un trance doloroso. Quería saber si eran K y con quiénes se relacionaban y les intervenían los teléfonos. Estos familiares estuvieron encadenados a las rejas de la Casa Rosada más de 40 días para que el gobierno no abandone la búsqueda del submarino. En vez de contenerlos, los espió.
 
Al conocerse el procesamiento, los dirigentes de Juntos por el Cambio, del PRO, radicales y seguidores de Elisa Carrió, salieron en tropel en defensa de Macri, aunque varios de ellos también fueron observados. De la misma forma reaccionó la corporación mediática hegemónica. Todos dicen que Macri no fue, pero ninguno dice que no hubo espionaje. No podrían decirlo, las pruebas son contundentes.
 

Antivacunas arrepentidos, pases sanitarios o inyección  
 
En busca del equilibrio
 
Relanzada la segunda parte de su mandato, el presidente Alberto Fernández enfrenta ahora la difícil tarea de llegar a un acuerdo con el FMI en términos que resulten digeribles para la pata K del frente gobernante, tratando de barrer bajo la alfombra las tensiones internas a fin de poder rubricar un entendimiento con el Fondo, que le dé aire y prolongue el rebote de la economía.
 
El mandatario repite que no tomará ninguna medida que perjudique al pueblo, pero los antecedentes conspiran contra tan comprometida afirmación. Para acordar con el FMI habrá que hacer algún sacrificio, de allí que los dirigentes que se ubican a la izquierda en el amplío espectro ideológico del peronismo unificado directamente se opongan a sentarse a negociar con el organismo de crédito.
 
"Si yo fuera presidente no acordaría con el Fondo Monetario Internacional", dejó en claro Juan Grabois, uno de los dirigentes sociales con mejor llegada a Cristina, tesitura a la que se sumaron los diputados del Frente Patria Grande, integrantes del bloque del Frente de Todos, que anticiparon que no votarán el acuerdo con el FMI, ni siquiera en acatamiento de la disciplina partidaria.
 
No hay dudas que para asegurar la continuidad del rebote de la actividad que expone el Indec, con una recuperación de la industria y del 75 por ciento del empleo privado perdido a causa del parate devenido de la pandemia, ese entendimiento "resulta fundamental para dar certezas", como dijo un ministro cercano al jefe de estado.
 
Pero llegar a un entendimiento con el FMI es solo la primera parte, después el Gobierno deberá integrarlo al Plan Plurianual que fue anunciado el mismo día de las elecciones y que corresponderá ser tratado por un Congreso en el que el Frente de Todos no tendrá mayoría en ninguna de las cámaras y probablemente tampoco tenga consenso dentro del propio bloque.
 
El escenario es más que propicio para que los mini bloques provinciales hagan valer sus votos. Al interés planteado por representantes de Neuquén, Rio Negro, Salta, Córdoba y San Juan, se sumó esta semana un legislador de Santa Cruz. "Por ahora somos 5 diputados con la posibilidad de llegar a 6 y si pudiéramos sumar más, creo que está tomando cuerpo esto que se transmite de sumarse a una idea provincialista, que sume en el Congreso y que defienda los intereses regionales", indicó Carlos Fernández, diputado nacional electo.
 

Antivacunas arrepentidos, pases sanitarios o inyección  
 
El problema de la oposición se llama Macri
 
Respecto de la oposición, casi todos los consultores están de acuerdo: tiene un importante caudal que tiende a no bajar del 40 por ciento; pero no creció en estas elecciones, se dinamizó con un nuevo papel del radicalismo, pero arrastra una interna de difícil pronóstico, con un problema llamado Macri. Juntos por el Cambio mostró, a las pocas horas de haber ganado, una disputa de fracciones internas que muestran diferencias políticas y lucha de egos e individualidades. El conflicto sufrió un escalamiento que desnudó una unidad endeble. Si Juntos no logra administrar sus diferencias pondrá en peligro lo que los coloca en la probabilidad de triunfo: la unidad.
 
La oposición ha demostrado que tiene un 40 por ciento de electores. Los tuvo en 2017, en 2019, en 2021. Pero, hay claramente tres líneas que no necesariamente son convergentes en su oferta al electorado. Los halcones, los radicales y las palomas del Pro con Larreta a la cabeza. Y tiene el problema Macri. Si él y quienes se definan como halcones toman protagonismo, les será muy difícil crecer.
 
El principal espacio opositor, inicia la carrera presidencial con un triunfo nacional de casi ocho puntos. Es una base muy importante pero no suficiente para garantizar la presidencial 2023. Internamente las distintas alas del PRO no están encolumnadas en un sólo liderazgo. Además, la UCR presenta varios dirigentes bien posicionados a nivel nacional que, si se unifican en una candidatura, pueden presentar una primaria competitiva al candidato del PRO.
 
La recuperación del espacio radical incorpora otra dinámica a la alianza. A excepción de CABA, el resto de las provincias que gobiernan es a través de dirigentes radicales. Esta nueva situación de JxC, por un lado los dinamiza y amplia su espectro, pero por otro lado tensiona y desgasta frente a la opinión pública.
 
Sumida en sus internas y sin un liderazgo claro, la oposición parece no tener en cuenta, o ser indiferente, al hecho de que en las elecciones legislativas apenas conservó su caudal, que si bien representa un piso alto muestra que terceras fuerzas, como las de Javier Milei y José Luis Espert, podrían sacarles votos y complicar sus chances de cara a 2023.
 
La oposición está atravesada por dos tensiones. Primero, la competencia por la sucesión del liderazgo de Macri. Segundo, por las diferencias ideológicas que la atraviesan, especialmente alrededor de la mirada sobre la experiencia de gobierno neoliberal 2015-2019. Hay sectores que plantean que el error fue no haber sido más duros en la aplicación de un programa de reformas estructurales. Otros piensan que las dificultades pasaron por no haber ampliado la coalición de gobierno, y que se deben buscar consensos con otros actores del sistema político para llevar adelante un programa exitoso de gobierno. Es posible que la coalición se termine reconfigurando si no logra procesar estas tensiones.
 

Antivacunas arrepentidos, pases sanitarios o inyección  
 
Con un ojo en la Nación y el otro en el 2023
 
Las elecciones de medio término en Entre Ríos no sólo cambiaron el escenario sino también la dinámica de las relaciones dentro de los dos espacios que quedaron mejor posicionados. A 20 días de los comicios, en el Frente de Todos (FdT) y Juntos por el Cambio (JpC), los armados del oficialismo y de la oposición ya reflexionan sobre cómo transcurrirán los dos años que quedan hasta los comicios provinciales de 2023.
 
Tras las PASO, en los armados tuvieron que comenzar a convivir forzosamente -por acuerdos o por las urnas- vertientes que estaban enfrentadas. Aunque con realidades y matices distintos, esa instancia ordenó los tantos y generó la obligación de llegar a consensos mínimos ¿Se mantendrán? No hay una respuesta ni contundente ni uniforme.
 
Aunque muchos advierten que una elección nacional no es equiparable con una provincial, en el justicialismo gobernante consideran que el desafío es recuperar los sufragios que desertaron hacia la abstención y el voto en blanco. En la oposición creen que no hay que perder el tiempo y capitalizar desde ya el mejor resultado de los últimos años y la instalación de la figura en la provincia del porteño Rogelio Frigerio.
 

Los porteños Larreta, Lousteau y Santilli en Entre Ríos para darle aire al porteño Frigerio 
 
Las urnas y el viento de cola
 
Juntos por Entre Ríos está en pleno proceso de lectura de los resultados y de reacomodamiento. La gran pregunta por el momento es cómo se mantendrá un espacio que es tan heterogéneo. Todos son conscientes de que no pueden desperdiciar un resultado tan promisorio en las generales y el "viento de cola" del triunfo en el ámbito nacional.
 
También subrayan que las internas que se dan en el orden nacional y cómo se vayan definiendo tendrá repercusiones locales sustanciales. Un punto clave, sobre el que no hay discusión puertas adentro, es que de las urnas surgieron los dos referentes que encabezan la coalición y que, se considera, deberían encabezar el proceso: el macrista porteño Frigerio y el radical entrerriano Pedro Galimberti.
 
A priori, hay distintos grupos dentro de Juntos por Entre Ríos: la línea radical de Atilio Benedetti; la menemista residual de Mario Moine y Augusto Alasino; el espacio de los intendentes radicales y el partido PRO. En casi todas estas vertientes, a su vez, hay también militantes de la UCR, miembros del PRO y de otras fuerzas como la Coalición Cívica.
 
Aunque perdió la interna, la corriente radical que lideran los intendentes Pedro Galimberti y Darío Schneider sigue siendo gravitante dentro de JpC por la experiencia de sus dirigentes, las relaciones nacionales de sus figuras y el poder de fuego con el que cuentan. ¿Dónde se ubican por estos días? ¿Mantienen un vínculo de colaboración y apoyo con Frigerio o están un poco más lejos?
 
En Juntos por Entre Ríos están convencidos de que el norte tiene que ser llegar como una alternativa real de poder que se construya colectivamente. Para eso vienen manteniendo reuniones con distintos sectores y se proponen trabajar en la idea de avanzar en un plan de gobierno provincial.
 
Creen que es conveniente congelar por un tiempo las discusiones sobre las candidaturas y consolidar así la conformación de una mesa de conducción. "Se gana con proyectos", repiten. Ven como un signo de inmadurez política que algunos dirigentes sigan hablando de sus postulaciones, como Roberto Sabbioni a la intendencia de Paraná, o sobre si hay que incluir o no al menemismo residual en la alianza.
 
A diferencia de lo que sucedía hace meses, muestran más confianza en Frigerio y de hecho, están convencidos de que él y Galimberti tienen que ser quienes convoquen y conduzcan lo que se viene. En esta línea impulsan un debate sobre el perfil de conducción que necesita el radicalismo y sostienen que debe ser activo y contestatario.
 
Juntos por Entre Ríos está en plena ebullición y siente la carga de estar frente a un espacio con chances. Algunos de sus máximos referentes estuvieron en Buenos Aires y mantuvieron reuniones con figuras de JpC. El encuentro con Horacio Rodríguez Larreta fue central y tuvo como fin retribuir el apoyo que brindó el jefe de Gobierno porteño en los comicios.
 
Analizaron los escenarios: nacional y provincial. Hubo autocrítica porque consideran que podrían haber logrado mejores resultados y entre los errores anotan el no haber logrado una campaña más unificada. También hubo encuentro con Patricia Bullrich y la polémica presidenta del PRO les encomendó incursionar y trabajar por un posicionamiento más duro. ¿Por qué no se reunieron con Macri? Evaluaron que no es el momento.
 
En el plano local, no pierden de vista que la inclusión en el juntismo la cerraron mediante el acuerdo con Larreta en Buenos Aires y no con los dirigentes locales. Sin embargo, no tienen dudas de que el camino es transitar estos años en conjunto y dicen que no piensan moverse un centímetro fuera del armado. Se verá. La construcción de confianza con los socios de Juntos es prioridad. Puertas adentro, descartan acordar con el oficialismo provincial para la agenda del día a día. Ya lo demostraron con el tema del Presupuesto 2022
 
En el armado, miran con atención el trabajo conjunto entre Frigerio y Galimberti. Reconocen la expertis del porteño y los movimientos rápidos que hizo para sumar dirigentes menemistas tras los comicios. Sostienen que si Galimberti va al Congreso es para ser gobernador y que dejó la intendencia de Chajarí para poder caminar la provincia estos dos años sin el peso que demanda la función diaria en un ejecutivo municipal. Prometen que el chajariense sorprenderá y tomará un perfil aun más alto.
 

Antivacunas arrepentidos, pases sanitarios o inyección  
 
No todo es color de rosa en la oposición
 
El problema es que enfrentamiento interno en la UCR se extienda a toda la coalición opositora. Desde el renacido radicalismo, opinan que, a diferencia de sus compañeros opositores, tienen una mirada distinta de cómo llevar adelante el camino: explican que mientras ellos la tienen centrada en el elector y apuestan a sus gestiones y a la buena imagen, el resto prioriza la "rosca" nacional. No descartan, de todas maneras, acuerdos con otros espacios. En relación a la normalización de la UCR, están dispuestos a acordar y a trabajar para la unidad.
 
Por su parte, el menemismo residual es, precisamente, la pata más nueva e impredecible de JpC. Al menos así lo consideran el resto de las fuerzas. A la organización que encabezan Moine y Alasino no les sorprenden las críticas que provienen de Juntos porque las preveían debido a que provienen de una manera distinta de hacer política y quieren mantener sus opiniones autónomas, aún cuando se contrapongan a las de los otros sectores opositores. Admiten que con la UCR prácticamente no tienen relación, pero que esto no implica una ruptura sino diferentes formas de hacer política. Quieren mantener su identidad, pese a estar dentro de una coalición.
 
En síntesis no todo es color de rosa en la oposición. Y a la espera de lo que suceda en Buenos Aires, las distintas ramas del anti peronismo provincial comienzan a mirar hacia 2023.
 

Antivacunas arrepentidos, pases sanitarios o inyección  
 
¿Qué debe hacer el Frente de Todos para ganar en 2023?
 
Alberto Fernández y Gustavo Bordet deben tener en cuenta que si se implementan políticas de redistribución del ingreso que se corresponden con lo que se prometió en el contrato electoral del año 2019 y que aún por varios factores - deuda externa, pandemia- no se concretó, el futuro electoral de FdT, conservando la unidad actual, será muy competitivo. Porque como se vio en las elecciones de medio término, la alianza opositora tiene un techo de 40 puntos que no puede perforar aún en circunstancias socioeconómicas muy dificultosas para el oficialismo como las del año 2021.
 
El peronismo tiene dos tareas por delante: una la gestión; y lo otro  el fortalecimiento de la coalición. Cualquiera de ambas alianzas que sufriera una ruptura, favorecería en mucho la posibilidad del adversario para el 2023. Hay actores a considerar en una reconfiguración del peronismo a futuro; los gobernadores, la CGT, los movimientos sociales y el resto del movimiento.
 
Las chances del peronismo en 2023 se darán en la medida en que pueda mantener la unidad, acentuar la distribución de la riqueza para que vuelvan los sectores humildes que estuvieron ausentes en las elecciones legislativas y elegir los candidatos en las PASO y no, como en 2021, por acuerdos entre dirigentes. Según las palabras del Presidente, los futuros cargos electivos serán elegidos a través de primarias, ese sería un significativo paso adelante que permita cobijar la pluralidad existente y darle la racionalidad política necesaria.
 
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