“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores… y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan en todo momento”. De Joseph Goebbels a Javier Milei
Hoy, como todos los 01 de diciembre desde 1988, se conmemora el Día Mundial de Acción contra el SIDA. Pero mientras los tratamientos son cada vez más efectivos, la epidemia sigue. Y las personas que conviven con HIV siguen siendo víctimas de los prejuicios y estigmas asociados a una enfermedad cada vez más tratable. En la imagen: Iluminación del edificio de la Sede de UN con la cinta roja del SIDA para demostrar el compromiso de la Organización en la lucha contra el VIH/SIDA.
Mi salud, mi derecho
Como se establece en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, todas las personas, sean quienes sean y vivan donde vivan, tienen derecho a la salud. Este derecho se apoya en un conjunto más amplio de derechos con los que se relaciona directamente, como el de la vivienda y los saneamientos adecuados, el de unas condiciones de trabajo saludables y los de acceso a alimentos nutritivos y a la justicia.
Solo se podrá poner fin al sida como amenaza para la salud pública si estos derechos se tratan como una prioridad de la salud mundial, de modo que la atención sanitaria de calidad esté disponible y sea accesible para todos, sin excluir a nadie.