Nacionales - 23-11-2021 / 09:11
JUNTISMO DESUNIDO
En Juntos por el Cambio se viene una batalla de desgaste, prolongada y a todo o nada
Las disputas de poder dentro de la oposición macrista, a efectos de posicionarse para 2023, se dan hasta en los más mínimos detalles y por cualquier cargo vacante. Promete ser una batalla de desgaste, prolongada, a todo o nada, pero con hitos, como la próxima renovación de autoridades en el Congreso, donde hay muchos cargos en disputa por el cambio en la composición de los cuerpos legislativos, que le da a Juntos, muchos más espacios de los que tenía antes de las elecciones.
Las disputas de poder dentro de la oposición macrista, a efectos de posicionarse para 2023, se dan hasta en los más mínimos detalles y por cualquier cargo vacante. Promete ser una batalla de desgaste, prolongada, a todo o nada, pero con hitos, como la próxima renovación de autoridades en el Congreso, donde hay muchos cargos en disputa por el cambio en la composición de los cuerpos legislativos, que le da a Juntos, muchos más espacios de los que tenía antes de las elecciones.
La oposición no logró festejar su triunfo electoral porque se sintió frustrada por los resultados y porque se encuentra atravesada desde hace un semestre por un intento de reposicionamiento relativo de varios de los sectores que componen la alianza. La Propuesta Republicana, reducida a su sigla PRO, se encuentra dividida.
A dos de los grupos que lo conforman, el macrista y el larretista, los grandes medios porteños pretende establecerlos como halcones y palomas. Sin embargo comparten una cosmovisión común respecto a las políticas económicas neoliberales, y sólo se diferencian en torno a la disposición a proteger o abandonar a su suerte a Mauricio Macri.
La tercer fracción en disputa es el neo-delarruísmo, que pretende renacer de sus cenizas luego de la primera alianza malograda en 2001: son Gerardo Morales, el neurólogo Facundo Manes y el ex gobernador mendocino Alfredo Cornejo, que se sienten empoderados luego de haber obtenido el triunfo en ocho provincias, el doble de las conquistadas por el PRO.
Estos radicales "galeritas" herederos de Marcelo T. de Alvear se subdividen además en tres fracciones: los que responden a Enrique Coti Nosiglia y Martín Lousteau, que mantienen un acuerdo con el larretismo; los que respaldan a Gerardo Morales -que busca ser parte del binomio presidencial de 2023 junto a Bullrich- y los seguidores del mendocino Alfredo Cornejo, que apuestan a promover a los referentes territoriales y a Facundo Manes. Este último salió a mojarle la oreja a Larreta haciendo explotar la interna PRO - UCR. El diputado radical le marcó la cancha al jefe de gobierno porteño y le quiere sacar su lugar como candidato a presidente por el macrismo.
Los de Juntos se habían preparado para una fiesta el 14 de noviembre. Prometieron un final de nocaut pero terminaron ganado por puntos frente a un contendiente que dio pelea y que se fortaleció de forma incremental en los últimos asaltos. El triunfo de la derecha tuvo, por esas razones, sabor a poco: luego de augurar una transición condicionada para el oficialismo hacia 2023 y de pronosticar cambios estructurales en ambas Cámaras, apenas pudieron obtener una limitación en el quórum en Senadores.
El lunes 15, Horacio Rodríguez Larreta buscó constituirse en el factótum último del triunfo, Esto, lejos de galvanizar al macrismo, se constituyó en la línea de largada para una confrontación abierta entre las tres fracciones de cara al liderazgo de 2023. Como parte de esa discordia, se desataron las extorsiones a tres bandas: los macristas amenazaron con incorporar a los neoliberales negacionistas de Javier Milei y José Luis Espert, con el indudable objetivo de disciplinar a los radicales y a los larretistas, quienes continúan enviando mensajes afables a los sectores ligados a Florencio Randazzo, Roberto Lavagna y/o seguidores del massismo.
La Opinión Popular
Confidencial: en Juntos por el Cambio se viene una batalla de desgaste, prolongada y a todo o nada
Las disputas de poder dentro de la oposición, a efectos de posicionarse para 2023, se dan hasta en los más mínimos detalles y por cualquier cargo vacante
Promete ser una batalla de desgaste, prolongada, a todo o nada, pero con hitos, como la próxima renovación de autoridades en el Congreso, donde hay muchos cargos en disputa por el cambio en la composición de los cuerpos legislativos, que le da a Juntos, muchos más espacios de los que tenía antes de las elecciones.
¿Son gran cosa? ¿Definen poder político? ¿Implican "caja"? En muchos casos no, apenas definen cierto poder simbólico, como las presidencias de comisiones que a la oposición pasaran a corresponderle a partir del crecimiento de sus bloques en ambas cámaras del Poder Legislativo.
"Van hasta por los jardines de infantes", grafica un líder legislativo del radicalismo, refiriéndose a propios y ajenos. "La pelea es casa por casa", dice en jerga militar un referente cercano a Patricia Bullrich.
Y hablando de la ex ministra, sus operadores maniobran para suspender un viaje de Horacio Rodríguez Larreta a Córdoba, para un evento de la Fundación Pensar, el think tank del PRO, que organiza Gustavo Santos, ex ministro de Turismo de Mauricio Macri, y uno de los derrotados en las internas de Juntos. Muy derrotado.
Las disputas de poder dentro de la oposición se dan hasta en los más mínimos detalles y por cualquier cargo vacante
Fue por dentro del sector liderado por Negri, disputó con el actual titular del interbloque en diputados para encabezar, y perdió. Se integró en un muy mal lugar en la lista. Que además fue después, la lista contundentemente derrotada por la dupla Luis Juez - Rodrigo De Loredo.
Santos sería algo así como el más perdedor de entre los perdedores, y, sin embargo, Larreta va a visitarlo, para ponerle límites a Juez, a los radicales y a Patricia Bullrich, promotora de la integración entre el ex intendente de Córdoba capital y los radicales cercanos a Martín Lousteu. "No sé que gana con ir a mostrarse cerca del tipo que perdió todo, pero son esas cosas de Horacio, estrategias indescifrables", dice un larretista en desacuerdo con la simbólica travesía mediterránea.
El jefe de Gobierno porteño esta metiendo también las narices en el Senado. Impulsa a Guadalupe Tagliaferri para la vicepresidencia segunda de la Cámara Alta. "Esta totalmente loco este hombre, en el Senado el PRO no es nadie y Larreta menos, tiene una senadora, Guadalupe, y con eso viene a pedir el cargo mas alto, enloqueció", dice un senador radical de los que llevan siglos dando vueltas en esa cámara.
"Les guste o no a los amarillos este es un ámbito radical, porque en las provincias el PRO no existe, pero no existe de verdad ¿eh? Ni Macri siendo presidente vino a molestar acá, sabiendo la idiosincrasia del Senado, y este muchacho que todavía no ganó nada y casi pierde la Provincia de Buenos Aires que estaba ganada, viene a dar indicaciones acá, para mí algo le falla", se siguió despachando el hombre de boina blanca.
Y la pelea va a ser cuerpo a cuerpo, el gran público mira esos cargos más rutilantes, pero la política pelea cada espacio, como las presidencias de comisiones. Juntos debería sumar en el Senado tres presidencias más de las que tenía, y en diputados cinco o seis más. Además, hay legisladores que detentaban presidencias de comisiones y que no renovaron, por lo cual hay que reemplazarlos, por cada uno de esos lugares va haber "una lucha en el barro" dice un diputado del PRO.
Y si entramos en la Cámara baja, la primera gran pelea es radical, está relacionada con la presidencia del bloque y con el reemplazo de un Mario Negri que ya no tiene ningún poder. Basaba su respaldo en ser un referente cordobés, donde el peso de Juntos en las presidenciales es decisivo y en la relación forjada con Macri.
Tras las elecciones legislativas, se acabó la paz en la oposición
Hoy ese último vínculo es más nocivo que beneficioso y en Córdoba no le queda más que derrota contra un joven prometedor como De Loredo.
En ese contexto ya apareció el primero que empezó a empujar a Negri fuera de su silla. Emiliano Yacobitti, diputado por la CABA, algo así como el sucesor del Coti Nosiglia, con mucho por probar, por cierto, pero así lo presentan algunos radicales.
Todo está relacionado; la cara visible de Yacobitti es Lousteau, que a su vez es el impulsor de De Loredo quien, junto con Juez, destrozó a Negri en su territorio. El propio "Yaco" se postuló para presidir el bloque, en una entrevista en Infobae que tuvo como único fin, hacer pública su intención.
Algunos dentro de la UCR dudan que el rapado diputado radical sea el auténtico candidato a presidir el bloque. "Yaco es para operar por abajo, es raro que vaya por el carguito, capaz esta dando la pelea para desgastar a Negri, correrlo y que entre limpito otro que no haya participado de la pelea, eso sería muy Coti", opinan dentro del bloque radical en diputados.
Difícil saber cómo terminará todo esto, está sujeto a volantazos de último momento, alianzas inesperadas, victorias imperceptibles pero decisivas, la elaboración del entramado que lleve al poder en 2023 es un tejido al crochet en el cada punto dado, vale oro.
Fuente: iProfesional