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                  08:52  |  Jueves 04 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 15-11-2021 / 10:11
EL DOMINGO SE FESTEJÓ EN EL BÚNKER DEL FRENTE DE TODOS Y NO EN EL DE JUNTOS POR EL CAMBIO

El peronismo celebró una derrota digna que le da una nueva oportunidad

El peronismo celebró una derrota digna que le da una nueva oportunidad
El Frente de Todos repuntó en la provincia de Buenos Aires y mantiene la primera minoría en Diputados, pero perdió el quórum en el Senado y Juntos por el Cambio confirmó el avance logrado en las PASO. Ante los resultados, Alberto Fernández anunció el inicio de la segunda etapa de su gobierno, con una convocatoria a la oposición para consolidar la recuperación económica.
"El miércoles llenemos la Plaza de Mayo y festejemos este triunfo como corresponde", arengó Alberto Fernández, cuando un veloz escrutinio provisorio confirmaba la descontada victoria de Juntos por el Cambio en las elecciones de medio término. Un virtual empate en la provincia de Buenos Aires, donde el peronismo recuperó casi medio millón de votos, y triunfos en otras dos, Chaco y Tierra del Fuego, que en las primarias se habían inclinado por alternativas opositoras, alcanzaron para cambiar la impresión que habían dejado las PASO. Anoche, el Frente de Todos celebraba la derrota y les ahogó a sus adversarios neoliberales la capitalización del éxito electoral.
 
Se trata de un éxito módico, sin dudas, pero en el contexto de pandemia, recesión, sobreendeudamiento y alta inflación, un gobierno asediado en los flancos: político, mediático y financiero, y atravesado por internas no puede darse el lujo de no explotarlo. A la oposición macrista, que se entusiasmaba con fantasías sobre la cadena sucesoria, la liquidaron las expectativas. Un resultado objetivamente bueno puede terminar en una derrota política, o en un empate poco digno. Al finalizar la noche, las pantallas se quedaban con el clima festivo en el bunker peronista que contrastaba con las caras de circunstancia de los panelistas en los programas políticos opositores.
 
El resultado le da al gobierno una nueva oportunidad. La chance de relanzarse sin pasar por otra crisis traumática como la que, en septiembre, siguió a la derrota en las PASO. En un mensaje, Fernández anoche anunció que la primera semana de diciembre enviará al Congreso un proyecto de ley con un plan económico acordado con el Fondo Monetario Internacional que no implique un ajuste y se acerque al superávit a través del crecimiento. "Esta es una decisión política que cuenta con el pleno aval del Frente de Todos", explicó el presidente. La aclaración resultaba pertinente.
 
Alberto también reiteró el llamado a un acuerdo con otros sectores: lo necesitará para avanzar en el nuevo Congreso con legislación clave para el desarrollo económico. No espera que la oposición acepte el convite, al menos en una primera instancia, por eso buscó otros interlocutores: los sindicatos de la CGT reunificada y empresarios de compañías locales y extranjeras aparecen como esos partenaires necesarios para meterle presión a los legisladores que no forman parte del bloque oficialista pero pueden ser la llave que ayude a hacer más efectiva la labor legislativa incluso si Juntos por el Cambio insiste en oponerse sistemáticamente a todo, como hasta ahora.
 
La nueva etapa trae consigo nuevos desafíos: un Congreso empatado, el crecimiento de la ultraderecha y de la izquierda trotskista, el 2023 que aparece en el mapa como próximo, aunque todavía remoto, destino. La urgencia de un acuerdo con el FMI y necesidad impostergable de mejorar la calidad de vida y el poder adquisitivo de los argentinos. Aunque no adquirió la magnitud desestabilizadora que imaginaban algunos opositores, la derrota a nivel nacional por nueve puntos es una señal de alarma que el peronismo no debe ignorar si quiere torcer la historia en las próximas presidenciales. En esa instancia no existen las derrotas dignas. Es ganar o volver a retroceder mil casilleros.
 
La Opinión Popular
 

 
Las elecciones legislativas y la segunda etapa del gobierno de Alberto Fernández
 
Con el escrutinio de las elecciones legislativas con tendencias definidas, el presidente Alberto Fernández anunció el comienzo de un nueva etapa de su gobierno que, todo parece indicar, seguirá siendo lo dura y difícil como la primera. Pero no en la magnitud que presagiaban desde la oposición que, de manera conveniente, continúa olvidando la crisis económica que generaron hundiendo al país.
 
El resultado de esta elección legislativa es más bien agridulce donde le otorga, por un lado, la posibilidad al gobierno nacional de mantener la condición de primera minoría en ambas Cámaras del Congreso de la Nación, aunque perdió el quórum propio en el Senado. A nivel de la provincia de Buenos Aires, el Frente de Todos remontó de manera vertiginosa la derrota en las PASO y, al cierre de esta edición, Victoria Tolosa Paz estaba a solo 1,3 por ciento de alcanzar a Juntos por el Cambio.
 
Más allá de lo que resulte al final del conteo, lo cierto es que Axel Kicillof ahora tiene mayoría en el Senado provincia facilitándole la gestión de gobierno. La otra alegría para el oficialismo llegó desde el Chacho donde el gobernador Jorge Capitanich impuso a sus candidatos y dejó atrás la derrota de septiembre.
 
En Tucumán, tierra del jefe de Gabinete Juan Manzur, el peronismo ganó aunque por menor diferencia a las obtenidas en las primarias. El dato que ensombrece la jornada electoral es el desembarco de la ultraderecha en el Congreso. El partido de Javier Milei obtuvo el 17 por ciento de los votos porteños y junto a José Luis Espert, tendrán un bloque de 5 diputados.
 
"Si queremos resolver estos desafíos a los que nos enfrentamos, necesitamos que las grandes mayorías generen consensos", avisó el Presidente en un discurso grabado poco después de que el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro anunciara los primeros datos del escrutinio provisorio.
 
Fue la primera pista que dio Fernández de cómo planea caminar la segunda parte de su mandato donde aspira a conciliar una agenda legislativa con la oposición y que el Presidente espera que sea "responsable y abierta al diálogo", es decir "una oposición patriótica".
 
Mauricio Macri, el principal opositor, comenzó la jornada electoral alejado de ese perfil de oposición patriótica al declarar que se estaba ya viviendo el "comienzo de un período de transición" como dando por finalizado el gobierno del Frente de Todos. Con el escrutinio encaminado, Horacio Rodríguez Larreta dijo a sus seguidores que "con la grieta no vamos a solucionar los problemas del país" y afirmó que "no es una noche de festejo, pero si una noche de esperanza".
 
Poco después, María Eugenia Vidal dijo que "millones de argentinos en todo el país dijeron basta y derrotaron a la tristeza, la frustración, al enojo". Atrás, Macri solo miraba y escuchaba. Poco después, dirá que el llamado al diálogo de Alberto Fernández le sonó "algo oportunista".
 
Debe haber más de una razón por la que Larreta dijo que no era una noche de festejos. Es posible que una de ella son los legisladores porteños que perdió a manos de Milei y lo alejó de los dos tercios de la Legislatura con que soñaba contar. El ultraderechista incluso le quitó dos posibles bancas que podría haber sumado para el bloque de diputados nacionales.
 
En Juntos por el Cambio aspiraban a desplazar de la conducción de la Cámara de Diputados a Sergio Massa. Para eso debían convertirse en la primera minoría. Hicieron el esfuerzo pero no les alcanzó. Y es que el oficialismo también hizo su tarea, con los gobernadores e intendentes más comprometidos, más metidos en el territorio se logró dar vuelta malas experiencias en septiembre como la de Chaco.
 
Un resultado que justificó la alegría de Massa durante su discurso en el búnker del FdT: "Quiero contarte Presidente (Alberto Fernández) que gracias al voto de millones de argentinos desde el 10 de diciembre el Frente de Todos sigue siendo la primera minoría en la Cámara de Diputados, con 119 diputados, 3 más".
 
El entusiasmo de Massa se entiende y tal vez contagió a Alberto Fernández que, a diferencia de su discurso con tono institucional había emitido una hora antes, ahora en el bunker oficialista agradeció la remontada: "Quiero darle las gracias a todas y todos los militantes que hicieron un esfuerzo inconmensurable para llegar a la casa de cada vecino y vecina. Por eso les pido que el próximo miércoles que recordamos el día de las militancias llenemos la Plaza de Mayo y celebremos este triunfo como corresponde".
 
A partir del 10 de diciembre la Cámara baja mostrará un bloque del Frente de Todos con 119 votos y a Juntos por el Cambio con 116. El quórum requiere de 129 almas sentadas y eso obligará al oficialismo a negociar aún más los proyectos de ley.
 
Si bien ya lo venía haciendo, ahora será un tanto más complicado porque la ultraderecha jugará a radicalizar a Juntos por el Cambio algo que, de alguna manera, ya lo vino logrando. Entre Milei y José Luis Espert suman cinco diputados que le harán valer su peso en oro al macrismo al momento que precise de sus votos en una sesión.
 
En el Senado la situación no será muy diferente pero se siente un poco más. El Frente de Todos caerá de 41 a 35 senadores. Así el gobierno perderá la tranquilidad de contar con el control de esta Cámara y ahora le faltarán dos votos para el quórum, una condición que gozaban desde hace 38 años. El macrismo contará desde diciembre con 31 senadores, los suficientes para obligar a José Mayans, el jefe del bloque del FdT, a sentarse con más paciencia a negociar las sesiones.
 
 
Provincia de Buenos Aires
  
Cuatro de cada diez votos del país provienen de la provincia que gobierna Axel Kicillof. En septiembre, el Frente de Todos había sufrido una derrota inesperada donde JxC le sacó una diferencia de casi cinco puntos. Ahora esa diferencia se reduce a la mínima expresión, 1,3 por ciento. Ese puede ser otro de los motivos por lo que Larreta consideró que no era una noche de festejos. Por el contrario, fue la razón de la alegría de Kicillof y también la de intendentes como Mayra Mendoza de Quilmes que recuperaron sus distritos de las derrotas de las PASO.
 
El otro municipio "recuperado" es el de San Martín, tierra del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. Es más, la mejora en el resultado legislativo le permitirá a Kicillof tomar el control del Senado provincial y, de esta manera, avanzar en reformas que necesitaba para poder gobernar con más tranquilidad.
 
 
La izquierda
  
El Frente de Izquierda de los Trabajadores-Unidad se convirtió en tercera fuerza nacional. No es un dato menor. Entre los cuatro diputados nacionales conseguidos se encuentra Alejandro Vilca, un trabajador que logró colarse entre Cambia Jujuy, la versión macrista de esa provincia que representa Gerardo Morales y el Frente de Todos.
 
Al final del recuento provisorio, en esa provincia norteña cada partido se quedaba con una de las tres bancas en juego. En tanto, por la Ciudad de Buenos Aires regresa al Congreso Myriam Bregman que, junto a Vilca, Nicolás del Caño y Romina del Plá formarán el bloque de izquierda.
 
 
La ultraderecha
  
Milei y Espert se reivindican libertarios o liberales. Sin embargo, sus discursos son la representación más clara y precisa de la ultraderecha. Jugando por los márgenes de la democracia y valiéndose del malhumor social, avanzaron sobre el universo de electores de Juntos por el Cambio. Está claro que sus votos llegan, en su gran mayoría, desde el macrismo al que cuestionan por "tibio". Milei y Espert juntan entre sí unos cinco diputados. No está claro si funcionarán como un solo bloque o interbloque.
 
Es más probable que sea esta última opción porque les da más beneficios en cuanto a participación en comisiones y, sobre todo, en la cantidad de empleados que puedan tener en sus respectivos bloques. Triquiñuelas de la "casta" que suelen despreciar.
 
El arribo de la ultraderecha al Congreso no garantiza que tenga una conducta "patriótica" como reclama el Presidente y tal vez como lo necesita el país en estos momentos en que se comienza a salir de la pandemia, la del covid-19, y se pretende superar la del macrismo.
 
Por Felipe Yapur
Por Nicolás Lantos
 
Fuentes: Página12 y El Destape
 

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04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
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