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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 14-11-2021 / 10:11
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

El Gobierno llega a la elección con señales de unidad y ya piensa en los acuerdos del día después

El Gobierno llega a la elección con señales de unidad y ya piensa en los acuerdos del día después
Alberto Fernández llegó a la mitad de su primer mandato con algunas certezas. Cree que sin la pandemia, el país ya habría dejado atrás hace rato la crisis, el debate entre modelos económicos estaría saldado y, en las elecciones, la sociedad habría ratificado ese rumbo.
Alberto Fernández llegó a la mitad de su primer mandato con algunas certezas. Cree que sin la pandemia, el país ya habría dejado atrás hace rato la crisis, el debate entre modelos económicos estaría saldado y, en las elecciones, la sociedad habría ratificado ese rumbo. Está convencido de que el rumbo que tomó su gobierno es el correcto y cuidar la estabilidad macroeconómica es la medida distributiva más importante porque el costo de cada devaluación recae sobre los más pobres. Piensa que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional está cerca y que el mejor arreglo posible para el país es uno que no ahogue el crecimiento económico. Que no hay margen social ni político para seguir postergando la recuperación del poder adquisitivo de los salarios.
 
Está seguro de que el Frente de Todos, la unidad del peronismo y su alianza con Cristina son la única manera de hacer las cosas, aunque querría encontrar una fórmula que separe la resolución de problemas políticos de la relación personal entre ellos. Sabe que fue elegido para encabezar un gobierno de diálogo y esa será su tarea hasta el último día, aunque no ignora que hay actores políticos, mediáticos y empresariales con los que no podrá tener una relación honesta. Quiere hacer en dos años lo que planeaba hacer en cuatro. Y le gustaría tener cuatro más para demostrar, a propios y extraños, que, a pesar de todo, no está equivocado. Tiene, también, muchas dudas que lo atormentan. El resultado de la elección no es una de ellas.
 
Pase lo que pase en las urnas, el presidente ya tiene planeado sus próximos pasos. El lunes, desde la Casa Rosada, dará un discurso, que prepara desde hace varios días, para hacer un balance de los dos años que pasaron y marcar el rumbo de los dos años que vendrán. Será, también, el puntapié inicial de una nueva convocatoria a un acuerdo nacional, que se vería plasmada, esta misma semana, en una reunión encabezada por Fernández de la que participen empresarios, dirigentes sindicales y de organizaciones sociales, en representación de los trabajadores formales e informales, y los gobernadores. La presencia de opositores sería bienvenida pero no está en los planes: el éxito de la iniciativa no debe quedar atado a la voluntad de la conducción derechista de Juntos por el Cambio.
 

 
El contenido de ese acuerdo todavía es materia de debate pero sus ejes principales se pueden reconstruir entre las declaraciones que hizo uno de los artífices de la maniobra, el presidente de la cámara de Diputados, Sergio Massa, en un video que envió a un evento del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) la semana pasada; en los abundantes detalles que se conocieron sobre una cena que hubo el martes en la Quinta de Olivos, de la que participaron el anfitrión, el ministro de Economía, Martín Guzmán, y cuatro ejecutivos de empresas multinacionales con sede en el país; y en el plan de acción que aprobó el Congreso Nacional de la CGT este jueves, junto con la elección de las viejas nuevas autoridades de la central obrera.
 
El documento con el que hizo su debut el triunvirato de Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano propone "discutir y concertar un plan que proyecte el indispensable crecimiento real de los salarios, las jubilaciones y los beneficios sociales". El tema había estado sobre la mesa el martes al mediodía, cuando Daer y Acuña, entre otros dirigentes sindicales y sociales, fueron recibidos por Fernández y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, otro de los articuladores de este enésimo intento por convertir en una realidad el Consejo Económico y Social que el presidente viene anticipando desde la campaña de 2019 pero nunca pudo poner en marcha de forma efectiva. Habrá que ver.
 
Los seis ejes del Plan de Acción propuesto por la central tienen una notoria coincidencia con los temas que plantea el gobierno como base para un acuerdo (y algunas reminiscencias poco disimuladas a la prédica del argentino que reside en el Vaticano):
 
-Trabajo registrado como instrumento de inclusión social.
 
-Desarrollo con producción y ocupación.
 
-Promoción del hábitat para una vida digna.
 
-Diálogo social para una mayor legitimidad de las políticas públicas.
 
-El cambio tecnológico como herramienta de inclusión y progreso social.
 
-Atender el cambio climático para cuidar la Casa Común.
 
El mismo martes que almorzó en la Rosada con Daer y Acuña, Fernández y Guzmán cenaron en Olivos con ejecutivos de Toyota, Syngenta, Accenture y Unilever, cuatro de las empresas extranjeras con mayor volúmen de operaciones en la Argentina. La cena fue descripta como "secreta" por los mismos medios que describieron con lujo de detalle el contenido de lo que se habló durante las cuatro horas que duraron la cena y su sobremesa hasta la una y pico de la mañana. Los interlocutores, argentinos que trabajan para multinacionales, cumplen un doble rol porque pueden transmitir el mensaje a sus pares de empresas locales pero también a sus países de origen.
 
Los gerentes coincidieron con el gobierno y los sindicatos en la necesidad de alcanzar acuerdos entre todas las partes para hacer sostenible en el tiempo el crecimiento económico, que este año alcanzará a recuperar todo lo que se perdió en el 2020 marcado por la pandemia y la crisis final del gobierno de Mauricio Macri, según coinciden las estimaciones oficiales y privadas. Los puntos que se pusieron sobre la mesa no difieren demasiado de los que se discutieron con la CGT, aunque desde otra perspectiva: precios, empleo, impuestos, deuda, dólar. Hubo un compromiso de asistir a las instancias de diálogo que se van a abrir a partir de lunes.
 
Después de la reunión, algunos de los empresarios que asistieron dieron entrevistas a distintos medios en las que sostuvieron algunos conceptos interesantes. "Hay que arreglar con el Fondo, pero no a cualquier costo", sostuvo Sergio Kaufman, presidente de Accenture. "La situación no da para soluciones drásticas. Cualquier medida hay que tomarla con mucho cuidado", advirtió, más a tono con la prédica prudente del oficialismo que con las denuncias incendiarias de la oposición. Por su parte, Antonio Aracre, CEO de Syngenta, dijo que "el ajuste tradicional no sirve" y que "una reforma laboral no va a crear el empleo necesario en los próximos dos años".
 
Hubo otra cosa que dijo Aracre y que señala el camino que intentará recorrer el gobierno después de plasmar el acuerdo con el FMI: "Se pueden subir los impuestos a los empresarios que más ganancias generan", dijo. Esa afirmación, hecha por alguien que conoce el paño, resulta chocante para el sentido común porque los medios de comunicación tienen un evidente sesgo a la hora de elegir a sus economistas invitados, con una sobrerrepresentación de la derecha dura (el caso de Milei es el más extremo, de ninguna manera el único) y una ausencia casi total de referentes heterodoxos cuyas posiciones están en sintonía con las de un tercio del electorado.
 
Según un estudio elaborado por la consultora Ejes, especializada en comunicación política y medios, y que se dio a conocer a principios de este mes, entre los diez economistas más asiduamente invitados a los programas de televisión y radio, nueve son representantes de la ortodoxia proempresarial y muchas veces militantes opositores: Juan Carlos de Pablo (91 entrevistas entre 1444 relevadas), Fauto Spotorno, Roberto Cachanosky (85 entrevistas cada uno), Carlos Melconian (58 entrevistas), Enrique Szewach (46), Daniel Artana (38), Gustavo Lazzari (37), Diana Mondino (32) y Claudio Zuchovicki (28). Sólo contrasta, en un solitario noveno lugar, el director de CEPA, Hernán Letcher, (32 notas).
 
El Congreso será la última instancia a la que lleguen los puntos que se acuerden en la mesa que tiende Fernández, para evitar que vuelva a ser el pantano donde naufrague la iniciativa oficial. Antes de discutir un sistema fiscal más progresivo, hay otros proyectos que forman parte del mismo sendero y que se buscará aprobar en las próximas semanas. Según anticipó Massa en su mensaje a la IAEF, los primeros proyectos que se llevarán al recinto después de las elecciones serán la ley de hidrocarburos, el nuevo régimen jurídico para los sectores autopartista y automotriz, la ley de promoción del turismo, la renovación del régimen para la construcción y la ley para el sector agroindustrial redactada el año pasado.
 
Resta por verse la efectividad de esta estrategia para garantizar mayorías en un Congreso áspero. Discutir un nuevo marco legal que permita sentar las bases de un crecimiento económico sostenido va a requerir algo más que el apoyo de algunos empresarios importantes y la mayoría de los gremios. Sin construir consensos amplios en la sociedad resultará imposible vencer la resistencia que va a oponer la derecha, que se imagina en un momento de fortaleza y ante un gobierno convaleciente. Además de buenas intenciones, será necesaria mucha política y una mejor estrategia de comunicación para no quedar a mitad de camino.
 
Esta semana Jorge Lanata confirmó al aire de Radio Mitre las versiones que vinculaban a Macri con La Nación y su señal televisiva, LN+, que durante la pandemia recibió una inyección de capital nunca explicada para armar una especie de "Expendables" antikirchnerista. Parece evidente que cuando el líder de la oposición literalmente compra uno de los medios más importantes del país para llevar adelante una campaña de desestabilización a base de fake news, las viejas reglas de juego ya no sirven para lidiar con la nueva situación. Como aquello de Chacho Jaroslavsky sobre Clarín, que "ataca como partido político y se defiende con la libertad de prensa", pero ahora sin metáforas.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
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