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Nacionales - 06-11-2021 / 11:11
JOE BIDEN QUIERE USAR EL ACUERDO CON EL FMI

La brutal deuda impagable de Mauricio Macri condiciona la política exterior argentina

La brutal deuda impagable de Mauricio Macri condiciona la política exterior argentina
Joe Biden quiere usar el acuerdo con el FMI para condicionar la política exterior. Argentina no está en condiciones de pagar la brutal deuda tomada por Macri con el FMI, con el apoyo de Donald Trump. Lo sabe el Fondo desde que el propio Macri reconoció su default virtual, una situación profundizada por la pandemia. En ese contexto, EE.UU. juega un papel central y presiona.
Cuando comparecen ante el Senado de su país, los embajadores norteamericanos sueltan algunas frases que explican su designación. Cuando el Departamento de Justicia de EE.UU. explicaba a jueces latinoamericanos los mecanismos del lawfare para perseguir a dirigentes populares, el embajador ahora saliente, Edward Prado, declaró que vendría a "fortalecer" a la Justicia. Claudio Bonadio era el más aplaudido cuando ingresaba a la embajada.
 
En sus declaraciones en el Senado, Marc Stanley mezcló la crisis de deuda provocada por el macrismo y comentó que "Argentina aún no se ha unido a los esfuerzos de los Estados Unidos y otros países para presionar por la protección de los derechos humanos y otras reformas" en Nicaragua, Cuba y Venezuela. Según expresó, los líderes argentinos "aún no lo han hecho, dicen que lo harán pronto", "un plan macroeconómico que otorgue estabilidad para poder cerrar un acuerdo sobre la deuda con el FMI".
 
La mezcla de cuestiones políticas con temas económicos que hizo Stanley no parece gratuita. Tiene lógica porque Joe Biden continúa la política exterior de su antecesor, Donald Trump, que impuso un préstamo inaudito del Fondo a la Argentina, para apoyar en las elecciones a Mauricio Macri contra Alberto Fernández. Fue un préstamo político. Ahora Stanley da a entender que la solución de la deuda sería posible si Argentina aceptara condicionamientos políticos. En el Fondo nadie se hace cargo del préstamo que le hicieron a Macri y desvían la responsabilidad hacia las autoridades anteriores y hacia Donald Trump. Pero hay una responsabilidad institucional que en esta nueva etapa no asumen.
 
Macri tampoco asume su responsabilidad en el descalabro que ensombrece el futuro de los argentinos. "Si estuviéramos nosotros en el gobierno lo resolvemos en cinco minutos porque tendríamos un plan económico sostenible que este gobierno todavía no tiene", fruteó en el programa de la nieta de Mirtha Legrand. Acostumbrado a la mentira y el ocultamiento, Macri evitó decir que los técnicos del Fondo no estaban de acuerdo porque Argentina no tenía forma de devolverlo y que el préstamo sólo fue posible por la intervención irresponsable de Trump.
 

 
El secretario del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken, acaba de anunciar que estudiará "seriamente" el "síndrome de La Habana", una supuesta arma muy secreta y muy misteriosa de la revolución cubana que, con microondas rusos, produce dolores de cabeza y náuseas a los diplomáticos norteamericanos.
 
El síndrome era considerado un disparate del trumpismo para justificar agresiones a Cuba, pero Joe Biden eligió un camino similar para su política exterior. Blinken es un halcón, al igual que Marc Stanleyel embajador que Biden designó en Argentina.
 
Cuando comparecen ante el Senado de su país, los embajadores norteamericanos sueltan algunas frases que explican su designación. Cuando el Departamento de Justicia de EE.UU. explicaba a jueces latinoamericanos los mecanismos del lawfare para perseguir a dirigentes populares, el embajador ahora saliente, Edward Prado, declaró que vendría a "fortalecer" a la Justicia. Claudio Bonadio era el más aplaudido cuando ingresaba a la embajada.
 
En sus declaraciones en el Senado, Marc Stanley mezcló la crisis de deuda provocada por el macrismo y comentó que "Argentina aún no se ha unido a los esfuerzos de los Estados Unidos y otros países para presionar por la protección de los derechos humanos y otras reformas" en Nicaragua, Cuba y Venezuela. Según expresó, los líderes argentinos "aún no lo han hecho, dicen que lo harán pronto", "un plan macroeconómico que otorgue estabilidad para poder cerrar un acuerdo sobre la deuda con el FMI".
 
La mezcla de cuestiones políticas con temas económicos que hizo Stanley no parece gratuita. Tiene lógica porque Biden continúa la política exterior de su antecesor, Donald Trump, que impuso un préstamo inaudito del Fondo a la Argentina, para apoyar en las elecciones a Mauricio Macri contra Alberto Fernández. Fue un préstamo político. Ahora Stanley da a entender que la solución de la deuda sería posible si Argentina aceptara condicionamientos políticos.
 
Argentina discute un acuerdo con el FMI a través de un técnico de primer nivel, como el ministro Martín Guzmán, discípulo destacado del premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz. Según Stanley, no se discute la economía sino las relaciones internacionales.
 
Para los analistas internacionales, Joe Biden tiene planteos "tibiamente progresistas" - a escala norteamericana-- en política interior y agresivos en su política exterior. Stiglitz pertenece al Partido Demócrata, igual que Biden, y es cercano a la secretaria del Tesoro, Janet Yelén. El esposo de la virtual ministra, George Akerlof, recibió el Nobel junto con Stiglitz y son amigos. Los tres no rechazan la intervención del Estado como regulador en algunos ámbitos de la economía.
 
Con esos antecedentes a favor, sumado a que la titular del Fondo, Kristalina Georgieva tampoco es neoliberal ultraortodoxa, Guzmán inició la discusión por la deuda. Pero la designación de Stanley daría a entender que la política exterior se introdujo ahora en esa negociación a través de los halcones del Departamento de Estado.
 
China es una obsesión norteamericana aunque todavía es muy fuerte la hegemonía de Estados Unidos en el mercado internacional. La mitad de la riqueza mundial sigue en manos de las grandes transnacionales de origen norteamericano. Pero en la región fracasaron el ALCA y la Alianza para el Pacífico.
 
La política exterior agresiva de Trump no fue lo que se dice exitosa porque logró lo que con mucho esfuerzo había evitado el secretario del Departamento de Estado de Richard Nixon, Henry Kissinger, en los ´60: la alianza de Rusia con China. Las represalias norteamericanas tras la crisis por la península de Crimea --que en un referéndum decidió separarse de Ucrania y volver a Rusia-- hicieron que Moscú diera un giro en su diplomacia y mirara hacia China. Si esta confluencia se hubiera dado en los ´60, quizás la historia del planeta hubiera sido diferente.
 
El viaje del presidente Alberto Fernández a la cumbre del G-20 y las marchas y contramarchas en la negociación con el FMI se insertan en ese mundo de conflictos, donde, además, los dirigentes de los principales contaminadores del medio ambiente hacen largos discursos sobre el deterioro ecológico. En la última reunión de la OTAN se tomó la decisión de que para 2050, sus ejércitos emitan cero carbono. Pero tienen armamento para destruir varias veces el planeta.
 
La reunión del G-20 fue la primera presencial después de la pandemia. Pero Vladimir Putin y Xi Jinping no estuvieron y participaron en forma virtual. En parte por los rebrotes de Covid en sus países y en parte para mostrar cierta distancia con la estrategia agresiva de Estados Unidos, que busca recomponer lazos con Europa tras los desacuerdos con Trump, quien había amenazado con retirarse de la OTAN.
 
En ese contexto de reconfiguración, por el crecimiento de China y su acercamiento a Rusia, por los efectos de la pandemia y por el recambio de Trump por Biden, la declaración final del encuentro recogió posicionamientos argentinos para que el FMI revea las sobrecargas en las tasas de interés. Fue un éxito de la gestión argentina, aunque son evidentes las dificultades para llegar a un acuerdo definitivo con el Fondo y que Estados Unidos tiene una actitud ambigua. Por un lado asegura que ayudará los reclamos del país y por el otro obstruye la posibilidad de un acuerdo.
 
La actitud inicial de Georgieva prometía un acuerdo rápido, incluso el FMI respaldó la reestructuración de la deuda con los acreedores privados. Pero la posición de la economista búlgara fue debilitada por una ofensiva de los halcones que la acusaron de favorecer a China en informes que producía cuando estaba en el Banco Mundial. Biden la sostuvo en el cargo pero dijo que investigaría la denuncia. Desde ese momento la negociación se enfrió y se hizo más dificultosa.
 
En el Fondo nadie se hace cargo del préstamo que le hicieron a Macri y desvían la responsabilidad hacia las autoridades anteriores y hacia Donald Trump. Pero hay una responsabilidad institucional que en esta nueva etapa no asumen.
 
Macri tampoco asume su responsabilidad en el descalabro que ensombrece el futuro de los argentinos. "Si estuviéramos nosotros en el gobierno lo resolvemos en cinco minutos porque tendríamos un plan económico sostenible que este gobierno todavía no tiene" dijo en el programa de la nieta de Mirtha Legrand. Acostumbrado a la mentira y el ocultamiento, Macri evitó decir que los técnicos del Fondo no estaban de acuerdo porque Argentina no tenía forma de devolverlo y que el préstamo sólo fue posible por la intervención irresponsable de Trump.
 
Alberto Fernández aseguró que a fin de año habrá acuerdo. Pero en el medio están las elecciones legislativas que no anuncian un resultado que fortalezca la posición del gobierno.
 
La posición argentina no es de fuerza, simplemente no tiene margen porque no tiene con qué pagar. No lo tenía cuando Macri hizo el estropicio y menos lo tiene ahora, después de la pandemia. Los técnicos del Fondo lo saben. Si endurecen las condiciones de pago estarán forzando un default que el gobierno trata de evitar y que sentaría un precedente que tampoco le conviene al Fondo. Sería una situación inédita, generada por un préstamo también inédito. No hay salida tradicional, es evidente que tendrá que ser por un acuerdo también inusual.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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04-11-2025 / 09:11
El Gobierno de Javier "el Loco" Milei pide tiempo. Tiempo para reestructurar el Gabinete, tiempo para ordenar su interna y tiempo, fundamentalmente, para que cambie la composición del Congreso y el poder vuelva a manos de La Libertad Avanza. Milei pretende patear el Presupuesto y las grandes reformas para el verano, cuando planea convocar a sesiones extraordinarias, pero se enfrenta a un problema: una mayoría opositora con fecha de vencimiento que resiste y que pretende, este martes, dictaminar el Presupuesto 2026.
 
Es una puja aritmética con final abierto. Este martes vence el plazo dictado por la Cámara de Diputados para dictaminar el Presupuesto, y el peronismo y el pichettismo están a la caza de las firmas necesarias para poder asegurarse que tendrán el número para presentar sus dictámenes. Cada sector redactó su propia propuesta, pero solo podrán presentarlos si consiguen que haya quórum en la comisión de Presupuesto. Esto es: el mágico número de 25 firmas.
 
El Gobierno, mientras tanto, quiere patear el tema para después de diciembre, cuando el Congreso se tiña de violeta y Milei pueda, con apoyo de los gobernadores, hacerse del control de la agenda legislativa. En el oficialismo confían en que tendrán una base de 111 aliados firmes -entre los que se incluyen a los libertarios, bullrichistas, PRO y radicales mileístas- y que, junto al apoyo de los gobernadores, podrán avanzar con todas las reformas que el presidente tiene planeadas para la segunda etapa de su gobierno. Incluido el Presupuesto.
 
Para resistir hasta diciembre, sin embargo, el Gobierno necesita boicotear el quórum de la oposición en la reunión de comisión del martes. Es la última gran amenaza de una oposición que, dentro de un mes, verá flaquear su poder de fuego y deberá resignarse a correr detrás de la agenda del presidente.
 
Una vez más, Martín Menem convocó al secretario de Hacienda, Carlos Guberman, a calmar las ansiedades de sus aliados. La última reunión que había organizado en su despacho, hace dos semanas, no había salido bien: Nicolás Massot y Eduardo Falcone le habían reclamado que incluyera la emergencia pediátrica, la ley de financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, y Guberman se negó. "No hay plata", afirmó, como toda respuesta.
 
Esta vez, la cumbre en el despacho de Menem fue más privada. El riojano solo invitó a los aliados más cercanos. Ni pichettistas de Encuentro Federal ni peronistas de Unión por la Patria ni ex libertarios del MID: solo los representantes de los gobernadores aliados y sus amigos, que el Gobierno cuenta como propios. Fueron la mendocina Pamela Verasay, el misionero Carlos Fernández, el radical "con peluca" Martín Arjol, la sanjuanina Nancy Picón, la lilita Paula Oliveto y el santacruceño José Luis Garrido. También fue la diputada del PRO, Daiana Fernández Molero.
 
Hubo reclamos, pero predominó la concordia: todos los presentes coincidieron en que lo que más convenía era que el Gobierno pudiera tener su Presupuesto. La diputada del PRO pidió por la deuda que la Nación tiene con la Ciudad de Buenos Aires en materia de coparticipación.
 
Los provinciales pidieron volver a aplicar los descuentos por "zonas frías" en las tarifas, que el proyecto de Presupuesto había eliminado. Todos pusieron sobre la mesa el problema de la obra pública, y algunos aprovecharon para pedirle los avales al Gobierno para poder endeudarse y conseguir financiamiento extranjero. Guberman se negó a todo, excepto a conceder los avales (que no le generan ningún costo). 
 

03-11-2025 / 10:11
El 26 de octubre el electorado porteño eligió a Patricia Bullrich como senadora. De las más de 2.520.000 personas empadronadas en CABA, la votaron 840 mil. Es decir, un 33,3 % del total. Como se cuenta sólo a quienes efectivamente depositaron la boleta en la urna (1.735.000 en este caso), la ministra de "Seguridad Nacional" cree que la votó más de la mitad de los porteños. Y así se siente habilitada a hacer lo que se le cante.

En solo 24 horas, Bullrich fue la principal oradora de la Derecha Fest, junto a la defensora de genocidas, Cecilia Pando, y le devolvió a la escuela de policías el nombre de Alberto Villar, recordado torturador y jefe de la Triple A. También renombró a la escuela de cadetes como Ramón Falcón, el responsable del asesinato de docenas de obreros en la represión del 1º de mayo de 1909. Todo un mensaje a quienes se forman como represores. Dos genocidas que mataron obreros, indígenas, estudiantes y luchadores sociales. Uno hace más de cien años y el otro en los 70. Es lo que Bullrich busca de la Policía Federal.

Desde el atril, y envalentonada con el resultado de las elecciones, a la derecha de la ultra derecha, la ex montonera Bullrich ensalzó a Milei, a quien definió como "un presidente pro Policía Federal Argentina", y los diferenció de otros gobiernos que consideraban a la fuerza una adversaria del Estado.

La ex peronista panqueque Bullrich dedicó su gestión a mostrarse como antítesis del peronismo. Lo primero que hizo fue derogar la resolución de Nilda Garré que regulaba la actuación de las fuerzas de seguridad frente a la protesta social. Una de sus últimas medidas será dar marcha atrás con otra resolución de Garré, la 167/2011, que había ordenado que las escuelas donde se forman los aspirantes a la fuerza no llevaran nombres de represores.

Hasta abril de 2011, la escuela de cadetes llevaba el nombre de Falcón. Garré decidió que se lo reemplazara por el de Juan Pirker, el jefe de la PFA de Raúl Alfonsín que murió en febrero de 1989 mientras estaba en funciones. La escuela de suboficiales llevaba desde diciembre de 1974 el de Villar y fue modificado por el de Enrique OGorman, que había conducido la fuerza entre 1867 y 1874. OGorman había prohibido que a los detenidos se los sujetara a barras y cepos por considerarlos instrumentos de tortura.

Este viernes, usando como excusa el 204° aniversario de la creación de la Policía Federal, Bullrich aprovechó para darle un mensaje a la sociedad: habrá represión brutal contra quienes luchen por sus derechos, es política de Estado, aún si eso implicara sobrepasar la legalidad y violar derechos humanos.

La "competencia" entre los libertarios por ver quién reivindica más y mejor a los represores de antaño y de la última dictadura militar debe ser denunciada y combatida por quienes defendemos la Memoria, la Verdad y la Justicia. Esas reivindicaciones con lo más reaccionario de nuestra historia son un golpe artero a las causas de lesa humanidad del presente. Ni olvido, ni perdón, justicia.

La Opinión Popular

02-11-2025 / 10:11
La reunión entre Javier "el Loco" Milei y Mauricio "el Gato" Macri "para comer milanesas" en Olivos terminó en desastre y el expresidente criticó duramente al Gobierno libertario. Sus únicos elogios fueron para el despedido Guillermo Francos y le bajó el pulgar al sucesor Manuel "Cara de Piedra" Adorni, "un hombre sin experiencia". La respuesta oficial fue contundente: "Nos chupa un huevo lo que opine Macri", resumió un alto funcionario. Macri llegó a la reunión esperando negociar, pero Milei no le ofreció nada; las elecciones profundizaron la distancia entre el PRO y LLA.
 
La foto que parecía destinada a sellar una alianza terminó en un cachetazo político silencioso. Macri llegó a Olivos esperando una negociación "entre iguales", pero se encontró con un Milei agrandado por su victoria electoral, sin apuro, sin concesiones y sin intención alguna de repartir poder. "Se fue con las manos vacías", resumió un dirigente del PRO que todavía no sale del estupor.
 
El encuentro había sido pactado antes de las elecciones, cuando el Gobierno temía una derrota y Macri olía una oportunidad para volver al tablero grande. Pero el triunfo de La Libertad Avanza cambió las reglas en un segundo: en la Casa Rosada dieron por innecesario cualquier pacto de supervivencia y pasaron del "necesitamos al PRO" al "gracias, pero no".
 
Macri se fue con las manos vacías de Olivos. Se encontró con un Milei recargado por el triunfo electoral que le explicó que hizo "todo bien" y por eso los argentinos y Donald Trump lo "premiaron" con su renovado respaldo.
 
Como si la escena necesitara más tensión, durante la reunión explotaron las renuncias de Guillermo Francos y Lisandro Catalán. Milei se dedicó a apagar su propio incendio político y Macri quedó relegado a un rol casi decorativo. La oferta de cargos -que nunca pasó de ideas vagas sobre segundas o terceras líneas- se evaporó. "No vamos a regalar ministerios para después no poder echar a nadie", fue la frase que circuló entre los libertarios.
 
En el PRO tomaron nota y mandaron un mensaje directo: el Congreso no será un paseo. "Tenemos 20 diputados, nos van a necesitar", lanzó un legislador, recordando que Milei apenas supera los 80 propios y está a años luz del quórum. El macrismo no solo se fue sin cargos: se fue sabiendo que lo quieren como furgón de cola, no como socio. La publicación expone un punto de inflexión en el enfrentamiento entre Macri y Milei, que ha tenido idas y vueltas desde el triunfo libertario en el balotaje de 2023.
 
Mientras tanto, el partido explotó por dentro. Patricia Bullrich ya había fracturado el bloque antes de la cumbre, y la fuga de legisladores empezó a tomar ritmo de desbandada. Sabrina Ajmechet se pasó a La Libertad Avanza con una despedida venenosa, y Damián Arabia apuntó contra la cúpula del PRO tras ser expulsado. El mensaje es claro: Milei no solo no necesita a Macri... lo está licuando.
 
En Olivos, el presidente se siente respaldado por las urnas y no planea negociar nada, ni con Macri ni con los gobernadores, que no esté en su propio beneficio. El "pacto Milei-Macri" nació en campaña, pero en el poder ya huele a viejo. Y esta vez, el que se fue a dormir sin premio político fue el fundador del PRO. La historia cambió de dueño, y el macrismo lo sabe.
 
La Opinión Popular
 

01-11-2025 / 11:11
Javier "el Cipayo" Milei se esmeró en cumplir las condiciones de Washington, entre ellas el enfriamiento de las relaciones comerciales con China, mientras Donald Trump se reunía en Corea del Sur con el mandatario chino XI Jinping y levantaba impuestos aduaneros a cambio de que China volviera a comprarles soja en detrimento de la que compra en la Argentina.
 
Cuando Milei viajó desesperado a buscar el socorro estadounidense, el primer "consejo" de Trump fue que sólo salvarían a un gobierno "sustentable". No quería repetir la mala experiencia con Mauricio Macri, a quien prestaron una cifra fabulosa y perdió las elecciones. Sin sustentabilidad no hay ayuda fue el mensaje que recorrió el país. Dos tareas para el hogar: recomponer las alianzas del principio de la gestión y terminar con el peligro del populismo-peronismo.
 
La convocatoria a los gobernadores llegó al día siguiente de los comicios. Veinte de ellos asistieron dócilmente. Muchos perdieron las elecciones en sus provincias. Cuatro quedaron fuera de la reunión. La Rioja, Buenos Aires, Formosa y Tierra del Fuego fueron discriminados por el Presidente de todos los argentinos.
 
"Si me hubieran invitado hubiera ido, -afirmó el gobernador bonaerense Axel Kicillof- le hubiera planteado al Presidente la deuda que tiene con la provincia por los billones de pesos que nos pertenecen y no nos entregó, le hubiera preguntado la razón por la que retiró los programas de salud y educación a la provincia". Y siguió con una enumeración de los puntos de la deuda que mantiene el gobierno nacional con la provincia de Buenos Aires.
 
Es una situación que padecen todas las provincias. Pero los que asistieron a la Casa Rosada no hicieron ningún planteo. En cambio, escucharon el reclamo de respaldo a las futuras medidas que el gobierno nacional mandará al Congreso, con la reforma laboral en primer lugar. La mayoría de estos gobernadores apoyaron en el Congreso las leyes más retrógradas que envió el gobierno al principio de su mandato. Pero retacearon sus votos cuando midieron el descontento previo a las elecciones.
 
Hubo foto, pero sin anuncios. La CGT también entró en deliberación por el escenario que se viene, donde las principales víctimas serán los trabajadores. La gran pregunta es hasta qué punto el resultado de estos comicios de medio término habilitaron al gobierno para avanzar aún más sobre los sectores populares ya muy golpeados.
 
Una explicación sobre el sorpresivo salto del malhumor en la sociedad a este resultado, es que se basó más en el miedo que en un respaldo al ajuste. Si parte de ese voto se explicara así, con las iniciativas que enviarán al Congreso, la "sustentabilidad" se irá por el desagüe. Los tiempos son más cortos que en el 2023 porque la gente está peor.
 
El Milei de la reunión estaba en ganador: "Para qué voy a invitar a personas que no saben sumar dos más dos", dijo por los gobernadores discriminados. Agregó que la conversación había sido muy buena pero no aclaró el temario ni los acuerdos. Trump quería la foto de la sustentabilidad con los gobernadores y la tuvo.
 
Fue una de sus exigencias, al igual que congelar los acuerdos con China, como planteó el secretario del Tesoro norteamericano Scott Bessent. Trump no quiere que los países latinoamericanos tengan buenas relaciones con la potencia oriental. Y mientras imponía estas condiciones a Milei, suplicaba en Corea del Sur a Xi Jinping que China vuelva a comprarles soja y vuelva a venderles las tierras raras que necesita para su industria bélica.
 

31-10-2025 / 09:10
El triunfo electoral del domingo le allanó el camino al Gobierno para la sanción del Presupuesto 2026 que exigen tanto el Tesoro Norteamericano como el Fondo Monetario Internacional. A pedido de Washington, el presidente Javier "el Cipayo" Milei reunió en la Casa Rosada a unos veinte referentes provinciales -entre gobernadores y vices- y buscó transmitir una foto de gobernabilidad. Exigido por Donald Trump y Scott Bessent, aun con tensiones, el nuevo esquema político busca materializar la agenda conservadora y reaccionaria de la contrarreforma laboral y tributaria.
 
El gobierno anarco capitalista de Milei tomó el triunfo electoral como un cheque en blanco para destruir derechos laborales y aumentar la transferencia de riquezas a los grandes empresarios, empobreciendo a trabajadores y jubilados. Es lo que quiere el presidente yanqui Trump y lo que firmaron con sangre en la deuda con el FMI, para ganar las elecciones. Hay que preparar la resistencia popular. Se los enfrentará y derrotará en las calles.
 
Único orador por parte del oficialismo, Milei confirmó que convocará a sesiones extraordinarias y anunció el envío de tres proyectos clave que se tratarán en ese período: la reforma laboral, la reforma del Código Penal y la reforma tributaria. Además, pidió la colaboración de los mandatarios provinciales para aprobar el Presupuesto 2026. La oposición en Diputados tenía previsto emitir dictamen el próximo martes, pero el cambio en la correlación de fuerzas dentro de la Cámara baja podría dilatar los tiempos. "O hay un acuerdo político para prorrogar el debate o nosotros vamos a votar nuestro proyecto", advierten cerca de Martín Menem.
 
Las negociaciones para incorporar los planteos de la oposición -como los impulsados por Nicolás Massot, que proponían sumar las partidas destinadas a las emergencias en discapacidad y pediatría, además del financiamiento universitario- se diluyeron tras la victoria en las urnas.
 
La opción que analizan cerca del presidente de la Cámara baja, Martin Menem, es estirar los plazos y votar el Presupuesto durante las sesiones extraordinarias, con la nueva composición parlamentaria. Los bloques opositores desconfían de esa maniobra. Consultado sobre esta posibilidad, un diputado involucrado en las negociaciones advirtió: "Si el Gobierno llama a extraordinarias mediante un decreto y se compromete en una conferencia de prensa a que se trabaje e incorporen los reclamos de los gobernadores y las leyes vetadas, nosotros estamos en condiciones de rever lo del 4".
 
No parece ser el caso. En Unión por la Patria creen que el Gobierno buscará dictaminar y tratar el Presupuesto con la nueva composición de la Cámara, "salvo que arreglen con los gobernadores". Durante el encuentro del jueves, Milei dio una extensa exposición ante los mandatarios presentes, con excepción de Axel Kicillof, Ricardo Quintela, Gustavo Melella y Gildo Insfrán, que no fueron invitados. Allí adelantó el envío al Congreso de las reformas laboral, tributaria y del Código Penal, aunque evitó entrar en detalles. "Se fueron con una idea no muy concreta", señalaron cerca de los gobernadores.
 
Horas antes, Axel Kicillof sostuvo que si se le extendía la invitación hubiera participado por una cuestión institucional. En este camino, calificó como "un error" que no lo hayan convocado a la provincia de Buenos Aires representa casi la mitad del país. "Milei busca la foto que le pidieron Trump, su jefe de campaña, y Bessent", lanzó. Extraña búsqueda de consenso solo entre los que piensan igual que el agrandado Milei.
 
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