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Sociedad e Interés General - 19-10-2021 / 08:10
MUERE EN BUENOS AIRES, EL 19 DE OCTUBRE DE 1914

Julio A. Roca, una figura de la historia nacional que exige una revisión seria

Julio A. Roca, una figura de la historia nacional que exige una revisión seria
Julio Argentino Roca, una figura molesta para algunos que lo ven como un genocida porque derrotó militarmente a los indios que ocupaban parte del territorio nacional. Pero, con Roca, la Argentina consolidó su dominio territorial y construyó el Estado nacional. Un solo Estado en una sola Nación.
 
Este 19 de octubre se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Julio Argentino Roca, una figura molesta para algunos que lo ven como un genocida porque derrotó militarmente a los indios que ocupaban parte del territorio nacional. Fue antes de su presidencia, cuando Roca era ministro, encabezó la llamada Conquista del Desierto, en base a una ley aprobada por el Congreso.
 
La pelea contra los indios venía ya desde la época de la Independencia; el objetivo de la ley del Congreso fue ocupar esas tierras para atraer a los millones de inmigrantes que el país necesitaba. Que no iban a venir si persistían los malones indígenas.
 
Roca derrotó a los mapuches e incorporó al Estado nacional el sur y sudoeste de Buenos Aires, el sur de Córdoba, San Luis y Mendoza, y las actuales provincias de La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Sin esos territorios, no habría, además, Antártida argentina ni Malvinas argentinas.
 
Es básico tener en cuenta que los mapuches no eran pueblos originarios en la zona sino que habían derrotado militarmente a otras tribus. Ellos  habían venido de Chile y tenían contacto permanente con sus hermanos que vivían del otro lado de los Andes.
 
Es decir que, con Roca, la Argentina consolidó su dominio territorial y construyó el Estado nacional. Un solo Estado en una sola Nación porque los millones de inmigrantes pobres se convirtieron en argentinos gracias al ley 1.420, sancionada por Roca, que introdujo la enseñanza primaria obligatoria, universal, gratuita y laica. Para ello, debió derrotar políticamente a la Iglesia Católica, que controlaba la educación.
 
La infraestructura, especialmente los ferrocarriles, recibió un impulso decisivo. En lo social, el inicio del sistema de seguridad social y de jubilación estatales. Leyes laicas como la de registro y matrimonio civil lo enfrentaron nuevamente con la Iglesia. Por la vastedad del proyecto de Roca, hubo una ruptura diplomática con la Santa Sede, que se solucionó recién en su segundo mandato.
 
A nivel internacional, los límites con Chile, la presencia en la Antártida y la Doctrina Drago, que impide el cobro de deudas mediante fuerza militar. Roca no estuvo solo sino que formó parte de una clase dirigente notable. Y fue esa Generación del 80 la que transformó un país pobre, vulnerable y despoblado en una de las economías más pujantes de su época. 
 
La Opinión Popular



Roca representa a otra Argentina, de paz, administración y progreso
 
Roca es una figura molesta. Por un lado, sectores lo ven como un genocida porque derrotó militarmente a los indios que ocupaban parte del territorio nacional. Eso ocurrió antes de su presidencia, cuando Roca era ministro y encabezó la llamada Conquista del Desierto, en base a una ley aprobada por el Congreso.
 
La pelea contra los indios venía ya desde la Independencia; el objetivo de la ley del Congreso fue ocupar esas tierras para atraer a los millones de inmigrantes que el país necesitaba. No iban a venir si persistían los malones indígenas.
 
Roca derrotó a los mapuches e incorporó al Estado a millones de hectáreas: el sur y sudoeste de Buenos Aires, el sur de Córdoba, San Luis y Mendoza, y las actuales provincias de La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Sin esos territorios, no habría, además, Antártida argentina ni Malvinas argentinas.
 
Es bueno tener en cuenta que los mapuches no eran pueblos originarios en la zona sino que habían derrotado militarmente a otras tribus. Ellos  habían venido de Chile y tenían contacto permanente con sus hermanos que vivían del otro lado de los Andes.
 
La palabra genocidio es muy atractiva para la propaganda política pero no sirve de mucho para la historia; es un concepto reciente y los hechos tienen que ser analizados en su contexto. Obviamente, nadie le puede impedir a un grupo político que acuse, por ejemplo, a Cristóbal Colón de genocida, pero eso es política, lucha por el poder presente; no tiene mucho que ver con la historia ni con la búsqueda de la verdad histórica.
 
Si usáramos la palabra genocidio, también tendríamos que calificar como tal a Juan Manuel de Rosas, que cuatro décadas antes que Roca mató casi el triple de indios durante su Campaña al Desierto. Y eso sería un problema para el proyecto nacional y popular, que abreva en Rosas.
 
Roca tuvo la habilidad de concretar la conquista mientras Chile estaba concentrado en la Guerra del Pacífico. Tanto es así que apenas lograda su victoria en el norte, Chile extendió su dominio hacia el sur derrotando a los indios que ocupaban esa región.
 
Es decir que, con Roca, la Argentina consolidó su dominio territorial y, gracias a una vasta obra de gobierno realizada en dos mandatos, doce años en total, construyó el Estado nacional.
 
Un solo Estado en una sola Nación porque los millones de inmigrantes pobres se convirtieron en argentinos gracias al ley 1.420, sancionada durante la primera presidencia de Roca, que introdujo la enseñanza primaria obligatoria, universal, gratuita y laica.
 
Para eso, derrotó políticamente a la Iglesia Católica, que controlaba la educación. Vean la vastedad del proyecto de Roca: hubo una ruptura diplomática con la Santa Sede, que se solucionó recién en su segundo mandato.
 
Roca no estuvo solo sino que formó parte de una clase dirigente notable, con figuras como Mitre, Avellaneda, Pellegrini y Roque Sáenz Peña, entre otros. Y fue esa Generación la que transformó un país pobre, vulnerable y despoblado en una de las economías más pujantes de su época.
 
Claro que ese cambio vertiginoso se hizo con muchas tensiones sociales y políticas, pero la virtud de Roca y de sus contemporáneos fue ir incorporando al progreso a la mayoría de los argentinos.
 
Un poco por la lucha cívica de un sector de la élite y de la Unión Cívica Radical y otro poco por la consolidación de una clase media que aspiraba a más fue sancionada la ley que estableció el voto universal, obligatorio y secreto, que llevó a los radicales al gobierno.
 
Fuente: Perfil

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Julio A. Roca, una figura de la historia nacional que exige una revisión seria
Julio Argentino Roca.
15-10-2025 / 09:10
Encabezando la reacción oligárquica, el general Eduardo Jorge Ávalos y el almirante Héctor Vernengo Lima, de Ejército y Marina respectivamente, pidieron al presidente Edelmiro J. Farrell que destituyese a Juan Perón por su política popular y obrerista. Este fue detenido y llevado a la isla prisión de Martín García.
 
El 15 de octubre de 1945, el capitán Miguel Ángel Mazza, médico y amigo personal de Perón, entrevista al presidente Farrell y le entrega su informe acerca del deterioro de la salud de Perón"lo cual obliga imprescindible e impostergablemente a un examen clínico y de laboratorio en un ambiente hospitalario". Farrell asiente, en principio, a la solicitud, pero envía a Mazza para que formule la misma petición ante el ministro de Guerra, general Ávalos.
 
El médico sabe que su argumento es un arma poderosa: las Fuerzas Armadas no pueden cargar con la responsabilidad, frente al pueblo, de que Perón enferme gravemente, con peligro de muerte, a causa de su detención, la cual, según los informes oficiales, procura protegerlo ante amenazas contra su vida.
 
Horas después, ya en su consultorio, Mazza es citado por el almirante Vernengo Lima quien opone reparos a lo que considera excesiva buena voluntad de Farrell. A la Armada le disgusta la posibilidad de flexibilizar el control sobre Perón y además, mantiene dudas acerca de la veracidad de la información médica. El traslado de Perón provoca diversas reuniones y tarda en definirse.
 
Por su parte, la embajada yanqui celebra la detención del Coronel: "Perón está fuera del juego políticamente hablando, sin apoyo palpable en el Ejército y muy poco del sector gremial colaboracionista".
 
Pero los imperialistas yanquis se equivocan. Disconformes con la medida, amplios sectores populares comienzan a movilizarse en todo el país para exigir y reclamar la libertad del que comenzaba a ser su Líder. Lo hicieron como clase obrera, utilizando el medio de lucha de los proletarios: la paralización de actividades.
 
El 15 de octubre se declara la huelga revolucionaria por tiempo indeterminado en todos los ingenios tucumanos. Asimismo, en Berisso, al impulso combativo de Cipriano Reyes, los trabajadores de la Carne comienzan a movilizarse. Y la cúpula de la Central Obrera, ante los reclamos de los gremios del interior, convoca al Comité Central Confederal para el martes 16 de octubre, a las 18 horas, en Buenos Aires, organismo al cual proponen declarar una huelga general en todo el país.
 
Va madurando el histórico 17 de octubre.
 
Escribe Blas García

Las jornadas de Octubre: Hasta el 18 de octubre, relataremos, día por día, los acontecimientos y eventos más importantes acaecidos en octubre de 1945, y que culminarán en el histórico 17.     

13-10-2025 / 20:10
13-10-2025 / 20:10
13-10-2025 / 19:10
El domingo 14 de octubre de 1945, la situación del coronel Juan Perón es incierta. Se encuentra detenido en la prisión de la isla de Martín García, traicionado por sus camaradas de armas, los militares nacionalistas, y cuando aún no se ha producido la reacción obrera y popular en su defensa.
 
El diario "La Época" informa que el planteo de la dirigencia política "democrática" de entregar el gobierno a la Corte Suprema significaría la asunción, como presidente, de Roberto Repetto, gran amigo del oligarca Robustiano Patrón Costas y de otros fuertes empresarios azucareros del Norte.
 
Ese mismo día 14, el general Eduardo Jorge Ávalos visita al dirigente comunista Victorio Codovilla en el Departamento de Policía. Pocas horas antes de que el jerarca stalinista recuperase la libertad, Avalos mantuvo una larga plática con él, de la cual sólo trascendió esta información: El dirigente comunista habría dicho: "Hemos cometido un error en no haber apoyado antes a este gobierno. Temo que ya sea tarde".
 
El historiador Rodolfo Puiggros se refiere a esta entrevista y comenta que, por supuesto, "al decir este gobierno, Codovilla se refería al que representaba Avalos, es decir, que para el secretario general del Partido Comunista los militares dejaban de ser nazifascistas por el mero hecho de haber detenido a Perón". 
 
Mientras, en Martín García, Perón escribe dos cartas. La primera, al general Avalos, donde afirma que "soy todavía un oficial superior del Ejército en actividad y desconozco el delito de que se me acusa".  La segunda es una nueva carta a Eva, caracterizada por las expresiones cariñosas hacia su compañera, donde le habla de su proyecto de alejarse de la acción pública. Lo que constituiría, según algunos ensayistas peronistas, un nuevo intento de despistar a quienes revisasen la correspondencia.
 
Escribe Blas García

Las jornadas de Octubre: Hasta el 18 de octubre, relataremos, día por día, los acontecimientos y eventos más importantes acaecidos en octubre de 1945, y que culminarán en el histórico 17.    

12-10-2025 / 19:10
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