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Nacionales - 02-10-2021 / 09:10
PANORAMA EMPRESARIO SEMANAL

El experimento flexibilizador que proponen los opositores para el mercado laboral

El experimento flexibilizador que proponen los opositores para el mercado laboral
Martín Lousteau promueve generalizar el sistema de la “libreta de desempleo”, como lo conocen los albañiles, a toda la economía. Aduce que al abaratar los despidos (la indemnización no la paga el empleador sino el propio empleado mediante un fondo que nutre mensualmente), también se favorecerían las contrataciones. Es la misma lógica que la “mochila austríaca” que propone adaptar a la Argentina el hilandero Teddy Karagozian. O que el “comer y descomer” que proponía acelerar Miguel Ponte, el ex Techint que ocupó la Secretaría de Empleo hasta 2017.
Lo que desde Washington luce inviable políticamente es la flexibilización que proponen los opositores para el mercado laboral. No tanto por la resistencia que puedan ejercer dirigentes sindicales, que en muchos casos ya prestaron su apoyo a reformas "modernizadoras" de contenido similar a la que acaba de presentar Martín Lousteau para eliminar la indemnización por despido y reemplazarla por un fondo de desempleo del estilo del de la UOCRA. Sobre todo porque el salario real ya viene de un ajuste inédito, por lo que esas dirigencias podrían verse sobrepasadas.
 
Lousteau promueve generalizar el sistema de la "libreta de desempleo", como lo conocen los albañiles, a toda la economía. Aduce que al abaratar los despidos (la indemnización no la paga el empleador sino el propio empleado mediante un fondo que nutre mensualmente), también se favorecerían las contrataciones. Es la misma lógica que la "mochila austríaca" que propone adaptar a la Argentina el hilandero Teddy Karagozian. O que el "comer y descomer" que proponía acelerar Miguel Ponte, el ex Techint que ocupó la Secretaría de Empleo hasta 2017.
 
Curiosamente, la pandemia permitió evaluar el funcionamiento de la libreta como si se hubiera hecho un experimento con variables controladas. Fue justo en el sector gasífero, donde hay empresas tercerizadas que tienen empleados bajo ambos regímenes. Los resultados son demoledores. En Cosugas SA, solo durante la pandemia fueron cesanteados 200 operarios bajo convenio de la UOCRA y ninguno de los amparados por el convenio del STIGAS. En Exgadet SA fue 55 a cero. La indemnización disuadió a los patrones del despido de algunos y la libreta empujó a otros a la calle. Y las empresas no quebraron por sostener a los primeros.
 
Hay algo más interesante todavía: a tareas similares, los empleados bajo el sistema de la UOCRA ganan la mitad que sus compañeros bajo el convenio tradicional. Es algo lógico desde la teoría si el empleador puede deshacerse sin costo de cualquier empleado que le reclame un aumento, pero que se corrobora en la práctica en estas dos contratistas donde conviven ambos regímenes. El oficial de apoyo bajo convenio del STIGAS en esas firmas percibirá este mes $104.685 de bolsillo, mientras que el oficial especializado de UOCRA, que hace un trabajo parecido pero en las obras civiles del gas, ganará $51.841.
 

 
El péndulo argentino siembra dudas en Washington
 
La derrota del oficialismo en las PASO, la feroz crisis interna que explotó al día siguiente y el envalentonamiento opositor de los últimos días dibujó un nuevo signo de interrogación en el porvenir que imaginan en Estados Unidos para Argentina. La administración Biden, que tiene en sus manos refinanciar o no la deuda que mantiene al país en un limbo económico insostenible más allá de fin de año, incorporó a sus escenarios posibles el regreso del macrismo al poder en 2023 o incluso antes.
 
Lo que no tienen claro todavía en el Departamento de Estado es si esa eventual aceleración del típico péndulo criollo devolvería al país al rumbo que pretendieron fijarle algunos de esos mismos burócratas en la era Trump o si, en cambio, lo empujaría a una deriva explosiva como la del resto de América latina.
 
Es una pregunta válida a la luz de los fogonazos que alumbran por momentos el país que imaginan en Juntos. La campaña de Martín Tetaz, por caso, y su reivindicación de la "emisión cero" que se autoimpusieron Nicolás Dujovne y Guido Sandleris durante el último año de Mauricio Macri, luce impracticable fuera del laboratorio ahora que aquella caída violenta en la entrada de capitales se convirtió en una crisis social solo comparable al crac de 2001/2002.
 
¿Podría sostenerse Horacio Rodríguez Larreta en el sillón de Rivadavia si no tuviera a la mano recursos para atender urgencias como la que ayer reprimió en el desalojo de Retiro? ¿Acaso aceptaría el aspirante opositor con más chances de dirigir la orquesta ejecutar esa partitura a la que el propio Macri anticipó que solo le aceleraría el tempo? ¿Qué viabilidad política tendría ese bis sin la red de contención que tejió en su momento Carolina Stanley y con el peronismo enfrente, a la intemperie del poder?
 
La crisis del gas que estalló en todo el hemisferio norte también revivió al fantasma de Juan José Aranguren, tan irritante para el electorado como útil para aquel Frente de Todos que funcionaba tanto mejor por la negativa. Si las tarifas energéticas se rigieran por el esquema que diseñó el exCEO de Shell cuando fue ministro, la disparada del gas mayorista del 250% en Europa y del 100% en Estados Unidos ya habrían tenido un eco fuerte en las facturas de estas pampas.
 
El neuquino Darío Martínez aprovechó para inflar el pecho por el plan Gas.Ar, que permitió al Estado congelar en U$S 3,50 el millón de BTU por los próximos tres años, bien por debajo de los U$S 30 que hoy paga el mundo rico. Es una apuesta que le salió bien, con un precio sostén que lucía caro el año pasado y que ahora parece una ganga. Pero tampoco es un blindaje frente al descalabro que generó en el mundo la combinación del fuerte rebote de la demanda post-pandemia con las magras inversiones en hidrocarburos por el calentamiento global y una serie de eventos inesperados.
 
De hecho, las petroleras argentinas ya empezaron a cuotificar sus entregas de combustible a las estaciones de servicio. Si alguna quiere comprar más gasoil que el mes pasado no le venden.
 
 
De la autocrítica al harakiri
 
El Fondo Monetario no parece especialmente interesado en apurar flexibilizaciones laborales, al menos en los acuerdos stand-by que firmó Kristalina Georgieva desde marzo de 2020. En todos ellos, sin embargo (Egipto, Ucrania, Senegal, Armenia y Honduras), hubo condiciones muy estrictas de ajuste presupuestario y acumulación de reservas.
 
Egipto, por ejemplo, fue forzado a mantener superávit fiscal durante toda la pandemia, mientras el planeta íntegro entraba en déficits históricos para alimentar a sus poblaciones en cuarentena y reforzar sus sistemas de salud. Nada que ver con la generosidad ecologista que adjudicó esta semana a la búlgara el Nobel Joe Stiglitz, padrino académico y político del sobreviviente Martín Guzmán.
 
La timidez fiscal de los primeros anuncios (todavía no suman ni la décima parte del ya famoso punto del PBI que mencionó Cristina Kirchner en su explosiva carta post-PASO) sugiere que las negociaciones secretas de Guzmán con Julie Kozack siguen apuntando a un pacto después del 14 de noviembre, a 10 años, con seis de gracia y la cláusula "pari passu" para estirarlo si se aprueban nuevas líneas que lo permitan.
 
Por lo pronto, justo un mes antes de las elecciones va a haber una foto del equipo económico en pleno en la sede del Fondo en la calle 19. Miguel Pesce también reservó pasaje.
 
¿Sobrevivirá Georgieva al fuego a mansalva que se desató en su contra desde que una auditoría la acusó de haber manipulado un ranking cuando trabajaba en el Banco Mundial? ¿Será una conspiración de los halcones de Washington con los buitres de Wall Street, como claman Stiglitz y Guzmán, o simplemente un límite que le quiere imponer el Tío Sam a la injerencia del Papa Francisco sobre un ente clave como el Fondo?
 
El contenido del acuerdo, obviamente, no será el mismo si el Frente de Todos consigue remontar la derrota de las PASO. Para lograrlo, tanto los heridos de la purga kirchnerista como sus propios ejecutores procuran que cese la autocrítica.
 
"Ya parece un harakiri", dijo uno de ellos a BAE Negocios. En realidad también dependerá de que se active el aparato. En un municipio del Conurbano que solía pagar 1.600 viajes en remís cada día de elección solo se pagaron veinte. Y no porque hubiera un mandato de austeridad como los del Fondo.
 
También falta ver si prospera el Fondo de Resiliencia que se debate en el G-20. Una especie de reciclado de los DEG que repartió Georgieva para la recuperación post-pandemia y que les tocaron a países ricos que no los necesitan, dado que se distribuyeron en función del capital de cada uno en el propio Fondo y no de la población. Argentina y México insisten para que a ese fondo le puedan pedir prestado no solo los países más pobres sino también naciones de ingreso medio.
 
Guzmán y Georgieva se juegan sus pellejos en esa ciénaga. Es el riesgo que suelen enfrentar los emisarios cuando las contrapartes se desconfían y lo que hay en juego es mucho. En algún momento, siempre, un ruido en la línea dispara la pregunta más incómoda entre los que mandan. ¿Y éste al final para quién juega?
 
Por Alejandro Bercovich
 
Fuente: BAE Negocios
 

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26-10-2025 / 10:10
La elección de legisladores a nivel nacional tiene un doble peso: además de renovar el Congreso, será un plebiscito para Javier Milei. Las escuelas ya están abiertas. Las urnas esperan. Este domingo 26 de octubre, la Argentina decide mucho más que 24 senadores y 127 diputados nacionales. En esta jornada, el veredicto de 36 millones de electores funcionará como un plebiscito ineludible sobre la desastrosa gestión de Milei que, con la lengua afuera, está desesperado por mostrarle algo a Donald Trump.
 
El Gobierno, que hace poco pronosticaba un amplio triunfo en todo el país, llega a las elecciones con corrida cambiaria, escándalos de corrupción, una interna que lo paraliza y la difícil tarea de defender el 55% de 2023 y evitar que toda la atención se concentre en la provincia de Buenos Aires. Aun así, aspira a un resultado que le permita a Trump sostener su inédita intervención imperialista. En ese escenario, la oposición busca poner freno a la destrucción nacional que impulsa Milei.
 
En una jornada crucial, sin PASO y con el debut absoluto de la Boleta Única de Papel, los comicios legislativos reconfigurarán el centro de gravedad de la política nacional. El resultado no solo moldeará el Congreso que asumirá el 10 de diciembre, sino que definirá la gobernabilidad inmediata, la proyección de un Gobierno que viene de meses a la defensiva y los liderazgos de una oposición que ya mira hacia 2027.
 
El oficialismo, con La Libertad Avanza como única fuerza presente en los 24 distritos, llega a esta cita con una ventaja estructural: no pone bancas en juego en el Senado y solo renueva dos en Diputados. Su representación crecerá sí o sí. Sin embargo, el presidente y su ministro más poderoso, Luis Caputo, calificaron esta elección como más determinante que la presidencial de 2027.
 
La apuesta es alta. El crecimiento libertario se dará, en buena medida, a expensas de sus propios aliados. El PRO, socio electoral en distritos clave como Buenos Aires y CABA, pone en juego 21 de sus 35 bancas y ya cedió espacios y cabezas de lista a LLA. El Gobierno incluso puso en la cancha a dos ministros: Patricia Bullrich, como candidata a senadora por la Ciudad, y Luis Petri, como cabeza de lista en Mendoza.
 
Frente a ellos, el peronismo estrena a nivel nacional el frente Fuerza Patria, la marca que lo llevó a una victoria aplastante en la provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre. Pero este sello solo se repite en 13 provincias. De fondo, se disputa el liderazgo interno entre el gobernador Axel Kicillof, arquitecto del desdoblamiento electoral, y Cristina Kirchner, quien se opuso a esa estrategia. Cualquier resultado ajustado en el distrito que alberga al 40 por ciento del padrón puede reactivar una interna apenas contenida por la disciplina electoral.
 
Un tercer actor busca quebrar el duelo bipolar. Seis gobernadores -de Santa Fe, Córdoba, Chubut, Santa Cruz, Corrientes y Jujuy- conformaron el frente Provincias Unidas con la ambición de erigirse como una opción de poder real. Su performance, especialmente la de Córdoba, un feudo clave para Milei en 2023, pesará en la interpretación final del resultado nacional.
 
Lo que está en juego trasciende las bancas. Para el Gobierno, se trata de asegurar al menos un tercio del Congreso para ahuyentar el fantasma de un juicio político y garantizar la viabilidad de sus decretos de necesidad y urgencia y sus vetos. Su ambición máxima es un Congreso más amigable para impulsar reformas laborales, tributarias y previsionales.
 
Pero el resultado de hoy hará más que definir números. Dentro de la Rosada, dirimirá la interna sorda entre el armado político de los "Menem" que reportan a Karina Milei vs Santiago Caputo. Y fuera del país, las miradas están puestas en Washington. Trump ya advirtió: si Milei no gana, Estados Unidos no será "tan generoso" con la Argentina.
 
La Opinión Popular
 

25-10-2025 / 10:10
En el contexto de una furiosa batalla mundial por el control de chips, de tecnología de baterías de litio y nuevas fuentes de energía, la designación de Pablo Quirno como canciller, un economista sin experiencia en la diplomacia, pero relacionado estrechamente con el fondo de inversiones JP Morgan, dio pistas sobre las garantías requeridas a cambio de la intervención financiera del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
 
El diario The Wall Street Journal publicó que el apoyo de Estados Unidzos a Javier Milei se basa en el interés por conseguir nuevas fuentes de aprovisionamiento de uranio. El uranio argentino está en la mira. "Ha quedado dolorosamente claro que Estados Unidos se ha vuelto demasiado dependiente de fuentes poco fiables de minerales, productos y manufacturas críticas, todas ellas esenciales para nuestra seguridad nacional", explicó a mediados de octubre de este año Jamie Dimon, cabeza de este grupo que especula con bonos en Wall Street y en todo el mundo.
 
Dimon formuló estas declaraciones al presentar el informe Security and Resiliency Initiative, el ambicioso programa de inversiones del JP Morgan. En ese comunicado, Dimon se refirió concretamente a la estrecha ligazón de la institución financiera que dirige, con la seguridad nacional y los intereses económicos de los Estados Unidos. No es una empresa alejada de la política, sino que sus metas coinciden abiertamente con las de Estados Unidos como potencia hegemonista.
 
El concepto de "poco fiables", aludió básicamente a China, Rusia y otros países asiáticos. Cuando el presidente estadounidense Donald Trump anunció que aplicaría aranceles abusivos a los productos chinos, la respuesta de los agredidos fue suspender las compras de soja y la venta de tierras raras. China compraba el 50 por ciento de la soja norteamericana y los abastecía con la mayor parte de las tierras raras que insume la industria electrónica.
 
Con una política de defensa del interés nacional, Argentina tiene posibilidades de inserción en ese escenario tan complejo porque, además de la producción de alimentos, tiene riqueza en el litio que consumen las baterías de la industria electrónica y además tiene reservas de uranio y un desarrollo nuclear propio con capacidad de exportación de reactores con tecnología desarrollada en el país.
 
El concepto de "poco fiables" para la seguridad nacional de los Estados Unidos le agrega otra condición a cualquier negociación con el JP Morgan en las áreas que ellos han definido, como el litio y la energía nuclear. El concepto implica que los Estados Unidos tienen que tener control sobre "esos productos esenciales para nuestra seguridad nacional".
 
Argentina es un país independiente, no es otra estrella en la bandera de los Estados Unidos. Además, es un país democrático. Mañana puede cambiar el gobierno. La pregunta es cuáles serían entonces las medidas que exige el JP Morgan para que sean "fiables" las concesiones que haga la política entreguista de este gobierno.
 
Estados Unidos está perdiendo suministros estratégicos a manos de sus competidores y parece decidido a reemplazarlos por otras fuentes en América Latina. Y para eso necesita impedir el desarrollo local de industrias que incorporen valor agregado a sus riquezas naturales.
 
En esa visión del mundo, en la que América Latina funcionaría como una cantera de materias primas para salvar al hegemón de su decadencia, resulta inconcebible, y hasta lesivo para ellos, que Argentina desarrolle una industria nuclear de punta y competitiva. El país tiene grandes reservas de uranio sobre todo en la provincia de Chubut, y también en Mendoza, Río Negro, La Rioja y Salta.
 

24-10-2025 / 07:10
Donald Trump, JP Morgan y el FMI apuntalan un modelo anarco capitalista que se derrumba. Con el dólar contenido artificialmente y un salto en el endeudamiento, el gobierno de Javier "el Loco" Milei llega arrastrándose a las elecciones legislativas. El capital extranjero y el gran empresariado local preparan una nueva ofensiva contra los trabajadores. La confusión es mayúscula; la desconfianza, también. Solo el voto al peronismo puede enfrentar este proyecto de saqueo y entrega.
 
A solo días de las elecciones legislativas del 26 de octubre, el nuevo informe de Trespuntozero marca una tendencia clara de recuperación del voto peronista, en contraste con el estancamiento del oficialismo libertario. Según los datos, Fuerza Patria (FP) alcanza el 46,2 por ciento de intención de voto nacional, frente a un 40 por ciento de La Libertad Avanza (LLA). Milei llega al 26 de octubre sostenido solo por los yanquis.
 
El sondeo, realizado en seis provincias clave (Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Tucumán) más un muestreo nacional complementario, deja ver que la gestión de Javier Milei acumula un 54 por ciento de imagen negativa y apenas un 42 por ciento positiva, con caídas en casi todos los distritos principales
 
En la provincia de Buenos Aires, Jorge Taiana (FP) se consolida con el 47,1 por ciento, superando a Diego Santilli (LLA), que apenas llega al 38,7 por ciento. En Santa Fe, la candidata peronista Caren Tepp achicó la distancia con el libertario Agustín Pellegrini, situándose en un 32 por ciento frente al 34,6 por ciento, en un distrito históricamente adverso para el PJ
 
Para la Casa Rosada, Córdoba es otra vez la madre de todas las batallas. Si ganan la provincia mediterránea pueden evitar el papelón de presentarse como la fuerza que representa la iniciativa privada y perder en el corazón productivo del país real (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe).

El estudio también revela un dato clave: el 73,3 por ciento del electorado afirma tener "muchas ganas" de ir a votar, lo que podría favorecer a los espacios opositores tras un año de malestar social y ajuste económico. "El 50 por ciento de los argentinos llega a fin de mes usando ahorros o endeudándose", advirtió Raúl Timerman, quien señaló que la pérdida del poder adquisitivo es el principal motor del voto castigo.

La encuesta expone un creciente desencanto con el modelo económico libertario, que se refleja tanto en los indicadores de gestión como en la caída de intención de voto en Córdoba, Mendoza y Tucumán. En palabras de Timerman, "la adhesión al peronismo aumentó discretamente, la de LLA se estancó y lo que se redujo fue el universo de indecisos".

Los datos consolidan una tendencia que preocupa al desquiciado Milei en la recta final: la elección se nacionalizó alrededor del malestar económico, y los números muestran que su narrativa de recuperación pierde fuerza frente al voto opositor. Es horrible todo lo que está pasando y se huele el miedo en el oficialismo. El caos consume a un gobierno sin plan y sin cabeza. El Presidente no conduce. Nadie conduce. La anarquía, de novedad virtuosa pasó a virus letal. 

La Opinión Popular
 

23-10-2025 / 08:10
En el ocaso de una campaña sin épica, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el miedo más grande de su propio gobierno: quedar sin el tercio legislativo que sostiene su poder político seudo democrático. El que hace un año prometía "refundar la Argentina", llega a la elección del 26 de octubre devaluado, aislado y con un discurso cada vez más errático, mientras las encuestas anticipan una caída que podría dejar a La Libertad Avanza sin capacidad de defensa en el Congreso.
 
Consultado por Guillermo Andino sobre qué consideraría un "buen resultado", el presidente no habló de ganar ni de convencer, sino de sobrevivir: "Uno que me asegure un tercio en la Cámara, que es una pared de defensa", admitió Milei, resignado a celebrar un empate como si fuera un triunfo. Esa "pared" es lo único que separa al Gobierno anarco capitalista del colapso institucional. Sin ese tercio, el oficialismo perdería poder de veto sobre leyes opositoras, vería caer sus DNU y hasta quedaría a tiro de un eventual juicio político, algo que hoy se comenta en voz baja en despachos peronistas y radicales.
 
Según un informe elaborado por el politólogo Gonzalo Taboada, el Gobierno solo mantendría control con un 39 por ciento de los votos, cifra que nadie se anima a pronosticar. En el escenario más optimista, Milei llegaría a 104 diputados sumando el PRO y algunos gobernadores aliados; pero con un resultado más realista, cercano al 32 por ciento, el oficialismo quedaría a merced de bloques provinciales y de una oposición fortalecida, con 109 bancas y capacidad de bloquear cualquier iniciativa presidencial.
 
En el peor escenario, con un 30 por ciento o menos, La Libertad Avanza ni siquiera lograría conformar el tercio propio ni sumando al PRO, lo que significaría una catástrofe política. "Una elección de 30 por ciento o menos es el número del abismo", señaló Taboada. "En ese escenario el Gobierno dependería de los árbitros, perdería autonomía y quedaría sin margen de maniobra".
 
La situación no sorprende a quienes observan el deterioro del poder libertario. El desquiciado Milei, que se soñó emperador, terminó mendigando apoyo a Donald Trump, mientras su ministro de Economía intenta contener una recesión que ya acumula dos años consecutivos, con inflación persistente y un dólar que sigue escalando.
 
A la crisis económica se suma una soledad política creciente. Karina "la Coimera" Milei se atrincheró en la Secretaría General, Santiago Caputo perdió influencia y el vínculo con los gobernadores aliados se tensó al extremo. El PRO ya no se comporta como socio, sino como tutor de un Gobierno que no logra ordenar su propia tropa.
 
La estrategia electoral del oficialismo se limitó a campañas de miedo, spots improvisados y discursos cargados de enojo, sin propuestas ni respuestas ante el descontento social. Milei dejó de hablar de "reformas estructurales" para conformarse con conservar la silla presidencial y evitar el aislamiento total.
 
"Pasar de un balotaje con 55 por ciento a una legislativa que arranque con un 20 y pico sería un golpe devastador", reconoció un operador libertario que, en privado, admite que el Gobierno festejará si logra un empate técnico. La foto final podría marcar un antes y un después. Si Milei no alcanza el tercio, su relato de liderazgo "anticasta" trucho quedará pulverizado y su futuro político dependerá de los mismos actores a los que prometió "dinamitar". La elección del domingo, más que una prueba electoral, será un plebiscito sobre su propia capacidad de gobernar.
 
La Opinión Popular
 

22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

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