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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 26-09-2021 / 09:09
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Gobierno del peronismo clásico: agenda reperfilada y gestión a paso redoblado

Gobierno del peronismo clásico: agenda reperfilada y gestión a paso redoblado
Esta semana se vio una reacción, tardía pero enérgica, del Frente de Todos, que parece atender a esa idea. En ese sentido puede leerse la intervención del gobierno por parte de un equipo de peronistas feos, sucios y malos, con Juan Manzur a la cabeza. No se trata solamente de un reflejo del “pejotismo” tradicional. Imagen: Presidente Alberto Fernández y jefe de Gabinete Juan Manzur.
Un dato pasó desapercibido después de las primarias del 12 de septiembre: el resultado, a nivel nacional, muestra un escenario en el que la oposición quedó en la zona de un triunfo en primera rueda en una elección presidencial. La Constitución indica que una fuerza con el 40 por ciento de los votos y más de diez puntos de diferencia sobre su rival más cercano accede al gobierno sin necesidad de ganar un ballotage. Los candidatos de Juntos por el Cambio, en todo el país, acumularon el 38,3 por ciento de los sufragios, mientras que el Frente de Todo sumó apenas el 29,5 por ciento. Demasiado cerca.
 
Es una novedad poderosa, que cambia varios parámetros que parecían fijados. El anti peronismo, a la luz de estos resultados, ya no es el partido del ballotage que planificaron Marcos Peña y Jaime Durán Barba. En tres ocasiones consecutivas consolidó un núcleo de apoyo de alrededor del 40 por ciento del electorado, mientras que al peronismo le cuesta hacer pie desde hace una década. Se pone en duda ese determinismo, la idea de que, en condiciones normales y si no pasa nada raro, por defecto gana el candidato justicialista. El mapa ahora muestra dos continentes de tamaño similar.
 
De alguna forma, es una consecuencia lógica de la deriva ditelliana que siguió la política argentina en los últimos años con el agrupamiento de las fuerzas competitivas en dos grandes coaliciones, a la derecha y a la izquierda del centro. Esa idea de alguna manera forma parte de la génesis política del kirchnerismo, desde 2003, y también está en el núcleo de la lavada identidad que le imprimió a su gobierno Alberto Fernández. Al priorizar la identidad ideológica a la vocación de hegemonía, el peronismo se pone en pie de igualdad con el anti peronismo. El gobierno gana sólo si la gente está bien. Hoy la gente no está bien.
 
No se trata de abandonar la agenda progresista sino de hacerla encajar en un proyecto de mayorías. A esta altura del partido parece innecesario aclarar que un derecho adquirido solamente vale mientras se tenga la fuerza, social y política, para sostenerlo, y que el avance de una derecha sobregirada pone en riesgo todas las conquistas de los últimos años y más también.
 
Tampoco es una carta blanca: hay principios, como los derechos humanos, que no se negocian, y proyectos, como la ley de etiquetado, que el peronismo debería impulsar independientemente de la opinión personal de un funcionario.
 
En cualquier caso, esta semana se vio una reacción, tardía pero enérgica, del Frente de Todos, que parece atender a esa idea. En ese sentido puede leerse la intervención del gobierno por parte de un equipo de peronistas feos, sucios y malos, con Juan Manzur a la cabeza. No se trata solamente de un reflejo del "pejotismo" tradicional. Este viernes, por ejemplo, mientras una columna de La Cámpora participaba de la marcha mundial contra el cambio climático, Andrés Larroque, secretario general de esa organización, homenajeaba a José Ignacio Rucci en Chacarita junto a Héctor Daer.
 
El segundo corolario de asumir que el peronismo perdió, al menos de manera temporal, su condición hegemónica, es comprender que la continuidad de la coalición es un requisito inexcusable para seguir siendo electoralmente competitivo. Es el Frente para la Unidad. Así lo entienden los socios principales y esa certeza fue el cemento que evitó que todo se cayera a pedazos en las horas más álgidas de la semana posterior a las PASO. 
 

 
La discusión no es acerca de los nombres, como quedó claro con el saldo de la crisis de gobierno, ni sobre el rumbo, porque no hay muchas alternativas al respecto.
 
La Argentina debe acordar con el Fondo Monetario Internacional porque la deuda que dejó Mauricio Macri es, literalmente, impagable: 18 mil millones de dólares el año que viene y otro tanto en 2023. El país necesita dólares producto de las exportaciones porque las reservas son escasas y no tendrá acceso al crédito por bastante tiempo.
 
El Estado durante la pandemia no pudo llegar a los informales, que requieren asistencia urgente. Una nueva corrida cambiaria agravaría severamente la situación de esos sectores. La estabilidad es además un requisito indispensable para el crecimiento económico sostenido en el tiempo.
 
Las diferencias, en todo caso, residen en hasta dónde se puede estirar la emisión como mecanismo de financiamiento de la ayuda a los más necesitados sin que eso derive en un estallido y una nueva crisis, que partiendo de los niveles actuales de pobreza y necesidad hundiría a la sociedad argentina en un pozo aún más profundo que el de 2001, 1989 o 2020, justo cuando están dadas las condiciones para volver a crecer, incluso en este marco de precariedad macro económica.
 
Este cronista carece de las herramientas para establecer ese punto, pero la prudencia parece un camino aconsejable teniendo en cuenta el riesgo.
 
Resulta, en ese sentido, interesante, la escucha atenta y completa de la entrevista que el ministro de Economía, Martín Guzmán, le dio a Víctor Hugo Morales el miércoles, el mismo día que el país desembolsó 1800 millones de dólares para pagar la primera cuota del préstamo del FMI a Macri, y que contiene matices y apreciaciones mucho más ricas que el título que le regaló a la prensa opositora.
 
Aunque sus estilos se encuentran casi en las antípodas, hay más en común entre el ministro y la vicepresidenta que lo que ellos mismos están dispuestos a reconocer. Pragmatismo.
 
En el debate público, a los dos les asiste parcialmente la razón. Está en lo cierto Guzmán cuando explica que el gasto creció por encima del nivel de la inflación. También CFK al señalar que el déficit fiscal es menor al que se había aprobado en el presupuesto. Explica el ministro que ese déficit se redujo por el aumento en la recaudación y por la reestructuración de la deuda.
 
No dice, para no avivar internas, que la subejecución del gasto también se debe a que muchos ministerios no ejecutaron el presupuesto asignado. Está expandido: entre los funcionarios más rezagados hay albertistas, de La Cámpora y del Frente Renovador.
 
Con la llegada de Manzur a la jefatura de Gabinete se sumó otro pragmático al equipo. Durante su primera semana en el cargo organizó su primera reunión de gabinete y obligó a los ministros a pasar en limpio y por escrito sus objetivos, ordenó la comunicación presidencial, y recibió a gobernadores, candidatos, intendentes y funcionarios.
 
Después de cada charla se despedía con la misma arenga: "Ganamo', ganamo', amigo". En su entorno aseguran que no se ve como un interino y que no piensa en irse en noviembre, como se especuló tras su nombramiento. Todo dependerá, a fin de cuentas, del resultado electoral.
 
El tucumano sabe que si logra enderezar la suerte electoral del oficialismo, sin pensar en una victoria pero sí en mejorar la situación relativa y cambiar las expectativas para los dos años que quedan por delante, podrá sentarse en la mesa chica del Frente de Todos, no como un delegado del presidente sino como un socio con acciones en su poder. Ya no serán tres, sino cuatro las patas que sostienen esa mesa. Desde ese lugar, reclamará que se escuche su opinión a la hora de tomar ciertas decisiones, desde la conformación del gabinete y la institucionalización de la alianza hasta las candidaturas de 2023.
 
Manzur es un dirigente con su propia agenda, sus propias, y copiosas, relaciones con el poder y sus propias aspiraciones políticas. Puede exhibir una impresionante carrera: fue secretario de Salud de La Matanza, viceministro de Salud de San Luis, ministro de Salud de Tucumán, vicegobernador de esa provincia, ministro de Salud de la Nación y fue electo dos veces gobernador tucumano. Cuenta con sponsors poderosos dentro y fuera del país. Tiene 52 años, tres menos que Horacio Rodríguez Larreta, y apenas dos más que Axel Kicillof y tres más que Sergio Massa. Nadie duda que piensa en ser presidente.
 
Está por verse cómo impacta su desembarco en Buenos Aires en el equilibrio de poder del Frente de Todos. A priori, todos tienen algo para perder. Fernández y Massa corren el riesgo de quedar opacados si el jefe de Gabinete comienza a acumular capital político. Cristina Fernández de Kirchner volvió a sentar a la mesa chica a un dirigente que trabajó activa y públicamente contra ella, con los riesgos que eso implica. Ninguno de los tres, a decir verdad, tenía otra opción. La disyuntiva de esta hora es: unidos, hegemónicos y estables o dominados. El margen de error es microscópico.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape 
 

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28-11-2025 / 10:11
El presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Ricardo Diab, alertó por el cierre de empresas en Argentina, y entre las principales causas detalla la baja en el consumo y la apertura de importaciones que impulsa el gobierno de Javier "el Loco" Milei. Diab mencionó el reciente cierre de Whirlpool, que dejó a 220 personas sin trabajo, y el de la láctea La Suipachense señalando que estas no son "grandes empresas" pero si son significativas.
 
Vale recordar que la CAME tomó partido por Milei antes del balotaje con Sergio Massa, apoyó públicamente el mega DNU del presidente en diciembre de 2023 sobre la desregulación total de la economía y respaldó junto a otras cámaras de grandes empresas el endeudamiento de Luis Caputo ante el FMI.
 
En primer lugar, el presidente de CAME sostuvo que la baja en el consumo "hace que el comercio en sí mismo no demande a la industria producto por este mismo motivo. Nosotros solicitamos otras alternativas de incentivo al consumo, en lo que tenía que ver con los planes de cuota a largo plazo que dio en un momento facilidades en la forma de estirar el salario".
 
Sin embargo, indicó que no tuvo éxito porque el Estado no interviene en las cuestiones de los privados: "Si los bancos no acceden, no aceptan o las plataformas de tarjeta, es muy difícil llevarlo a cabo". A esto se le suma la apertura de importaciones: "Muchas empresas ven que no son competitivas con respecto a productos que vienen fundamentalmente de China". El empresario señaló que incluso en rubros como el alimenticio se observa un aumento de productos importados que compiten con los nacionales.
 
Aunque el comercio internacional es "imprescindible", para Diab en el crecimiento económico en tecnología y materias primas, ciertos sectores nacionales no logran ser competitivos, lo que "lleva al cierre". Observó, además, que la tendencia es "creciente", al punto que empresarios que no tenían entre sus proyectos ser importadores, ahora lo están analizando.
 
El dirigente también destacó el impacto de la carga tributaria en la competitividad de las empresas argentinas. "Si sabemos que automáticamente cualquiera de nuestros productos tiene un 50% de impuesto, ya partimos de una situación impositiva muy difícil de resolver", afirmó, y comparó la situación con otros países que tienen menores cargas o distintos estilos de producción.
 
En cuanto al mercado laboral, Diab fue contundente al señalar que "en línea genérica, no hay actividad que esté demandando empleo". Explicó que, aunque una adecuación de la legislación laboral es necesaria, no será suficiente "si no hay demanda productiva". El presidente de CAME reconoció que, si bien la gente no consume porque "no tiene salarios buenos", las propias empresas, en especial las PyMEs, están imposibilitadas de mejorar esos salarios sustancialmente debido a la falta de rentabilidad y la fragilidad del contexto económico.
 
La industria nacional, a contramano de los datos que promociona el Gobierno de Milei, sigue en un pozo del que no puede salir. "Estamos inmersos casi en un círculo negativo donde los mismos que declamamos no lo podemos llevar a cabo fácilmente", afirmó. Además, el dirigente mencionó que, si bien han dialogado con el Gobierno, "el Estado hoy no interviene absolutamente en nada que tenga que ver los privados".
 
La Opinión Popular
 

27-11-2025 / 10:11
El industricidio avanza gracias a las políticas neoliberales de Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo. Ya pasó un mes de aquellas elecciones legislativas donde Milei logró un triunfo que hizo crecer la soberbia de su gobierno, lo cual impulsa la reforma laboral que propone. No obstante, se enfrenta a un panorama complicado que lo desafía por completo.

A un mes de la "Argentina" violeta, se acumulan los despidos en fábricas ante la apertura de importaciones. Whirlpool cerró la planta de Pilar inaugurada en 2022 y despidió a sus 220 trabajadores. Asimismo, el consumo continúa en caída libre mientras que diciembre se avecina con nuevos aumentos que sigue golpeando más de un bolsillo. Por su parte, el salario continúa congelado y no hay sueldo que aguante.

Sin embargo, el Gobierno anarco capitalista hace vista ciega y avanza a fondo por la reforma laboral. Tal es así que el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, reunió este miércoles (26/11) en Casa Rosada a los miembros del Consejo de Mayo y, pese a la falta de consensos, anunció que la administración libertaria enviará el proyecto al Congreso el próximo 9 de diciembre.

Si los tiempos avanzan como pretende Milei, la reforma laboral se debatirá al filo o durante la Navidad y Año Nuevo anticipando semanas difíciles para aquellos trabajadores que perdieron su empleo, lo que se intensificó en los últimos días luego de la victoria electoral de La Libertad Avanza, donde nada cambió para la economía real pese al rescate del INDEC.

Las pálidas continúan y están a la vista de todos los argentinos. Sin ir más lejos, los datos del último informe de CEPA, que abarca hasta agosto, sostienen que desde que Milei inició su gestión, por día cierran 30 empresas y, en total, se destruyeron 276.000 puestos de trabajo registrados. "Creer o reventar", dice la frase.

Por su parte, el INDEC que conduce Marco Lavagna quedó en el centro de una nueva polémica por una sugestiva corrección de los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) para evitar que la economía entre en recesión técnica. El organismo que en septiembre la actividad económica tuvo un incremento de 0,5% en comparación con agosto, un dato mucho mejor que el estimado por las consultoras privadas que preveían una caída de entre 0,1% y 0,3%. Dibujando los números, el gobierno logró evitar ese título negativo pese que el tercer trimestre fue el más afectado por la inestabilidad económica consecuencia de las elecciones.

En tanto, los principales bancos y consultoras nacionales e internacionales recortaron sus previsiones de crecimiento para la economía argentina en 2026. Según el relevamiento de FocusEconomics, el Producto Bruto Interno se expandirá menos de la estimación previa. El ajuste refleja un escenario menos optimista y expone el desgaste del discurso libertario, que hasta ahora muestra más promesas que resultados.

El relato libertario remacha que la economía empieza a mostrar signos de recuperación, pero la realidad en las góndolas y en los bolsillos cuenta otra historia. El consumo masivo sigue estancado, sin el menor atisbo de mejora en la segunda mitad del año. Los datos publicados por el Indec este miércoles son contundentes: las ventas en supermercados cayeron a nivel intermensual y ya suman seis meses consecutivos de baja hasta septiembre. El golpe al consumo es tan fuerte que, en la comparación interanual, las ventas también retrocedieron. El ingreso de productos importados que compiten con los de fabricación nacional, el dólar barato y el encarecimiento de los costos productivos alientan la desindustrialización y el desempleo.

La Opinión Popular



26-11-2025 / 09:11
El conjunto de las organizaciones sociales y piqueteras movilizarán a la Secretaría de Trabajo cuando se realice la audiencia del Consejo del Salario convocada por el Secretario de Trabajo, Julio Cordero. El Consejo del Salario se reúne este miércoles en forma virtual. Para recuperar el valor de noviembre de 2015, el ingreso que hoy es de $322 mi debería ser de $760 mil.
 
La reunión se realizará en formato virtual a pesar del reclamo formulado por las dos CTA para que la misma retomara la presencialidad que dejó atrás desde la pandemia. Con todo, esas organizaciones sindicales junto con las organizaciones sociales agrupadas en la UTEP y las que militan en el Frente de Lucha Piquetero marcharán a la cartera laboral desde las 15.30 en lo que, además, será el comienzo de un plan de acción conjunto que incluye una movilización en los primeros días de diciembre y, casi con seguridad, una gran marcha el 20 de diciembre cuando se conmemore el 24 aniversario del levantamiento popular que puso fin al gobierno neoliberal de Fernando De La Rúa.
 
La movilización del miércoles exige una mejora inmediata y sustancial del salario mínimo vital y móvil hoy fijado en $322 mil, valor en el que se encuentra congelado desde agosto de este año. Se trata del monto más bajo desde el punto de vista del poder adquisitivo desde al menos el año 1994 y representa menos de la mitad del valor que llegó a alcanzar en diciembre de 2015.
 
Según un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA-CTA), "las cinco reuniones del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo que tuvieron lugar en esta gestión finalizaron sin acuerdo entre el sector empresario y los representantes de los trabajadores". Como resultado, continúan, "fue la Secretaría de Trabajo la que determinó los aumentos nominales -prácticamente equivalentes a la propuesta empresarial-, los cuales no sólo no buscaron recuperar el poder de compra perdido tras la devaluación, sino que incluso continuaron erosionándolo".
 
Para CIFRA "la pérdida sufrida durante este gobierno se acumula con retrocesos previos, por lo que el salario mínimo se ubicó en octubre de 2025 en un nivel real que resulta 45,6% más bajo que en noviembre de 2019, al final del gobierno de Cambiemos y 58,4% menor que noviembre de 2015". Más en concreto, concluyen "si el salario mínimo no hubiese perdido poder de adquisitivo a lo largo de esta década, se acercaría actualmente los $ 760.000".
 
El informe destaca que el haber "representa en la actualidad menos de una quinta parte del salario promedio de los trabajadores registrados del sector privado" y que "es inferior al que rigió durante la mayor parte de la década de 1990 y en la crisis final del régimen de Convertibilidad".
 
Pero, además, el informe de centro de la CTA de los Trabajadores indica que "la comparación entre el salario mínimo y las líneas de pobreza y de indigencia revela una situación incluso peor que la del año 2001. En octubre, una familia tipo (compuesta por dos adultos y dos niños) necesitó casi cuatro salarios mínimos para cubrir el costo de la canasta básica que determina la línea de pobreza, que ronda los $ 1,2 millones". En la misma línea, en agosto de 2025, el salario mínimo vital y móvil equivalía a 0,62 canastas básicas alimentarias que miden la indigencia para una familia integrada por dos mayores y dos menores cuando, en agosto de 2017, llegaba a representar 1,44 canastas básicas alimentarias.
 
La reunión será el primer encuentro entre la nueva conducción de la CGT y el gobierno libertario. La conducción sindical no adelantó cuál será el reclamo que llevarán a la negociación. Es posible que, como hicieron en anteriores encuentros, lleven un reclamo elevado para que, sin plan de lucha mediante, resulte testimonial y deje en manos del gobierno de los Hermanos Milei la definición del valor.
 
La Opinión Popular
 

24-11-2025 / 09:11
Las ficciones en que se desenvuelve el Gobierno de los Hermanos Milei volvieron a quedar plasmadas con la caída del préstamo por 20 mil millones de dólares diseñado por el JP Morgan, junto con el Citigroup y el Bank of América. Decían que estaban bosquejándolo, en realidad. El ministro de Economía ensayó responder que nunca habían aludido a la probable existencia de ese empréstito. Que, por tanto, se trataba de otra de las "operaciones" dirigidas a afectar la firme marcha hacia nuestro destino de potencia mundial.
 
Es cierto, convengamos, que las autoridades económicas jamás dieron seguridad ni información acerca de esa ayuda. Simplemente, resulta veraz porque el gobierno argentino es ajeno por completo a cualquier notificación del área. Todo, desde la asunción de Scott Bessent como ministro real, es comunicado desde Estados Unidos en formas oficiales u oficiosas. Todo.
 
Caputo Toto, quien persiste como el ícono de la timba financiera puesto en funciones de Estado, busca ahora un "repo" por mucho menos que aquella cifra. Necesita al menos 5 mil millones de dólares a fines de pagar vencimientos en enero, que corresponden a la deuda contraída por Macri.
 
Es muy probable que, apoyo de Washington mediante, consiga la plata. En esa perspectiva, los medios oficialistas prácticamente ningunearon la información y se dedicaron al nuevo título que inventó la AFA, al fin de semana largo, a los incendios en el gremio de Camioneros o a las transas en ambas Cámaras que continúan preanunciando el grave astillamiento del peronismo.
 
En estas horas, metieron otra cuña los nombramientos de Alejandra Monteoliva y Carlos Alberto Presti. La mano derechísima de Patricia Bullrich en Seguridad estaba prevista. Pero no deja de impactar que el jefe del Ejército será el primer militar en ocupar Defensa desde el regreso de la democracia, "dando por finalizada la demonización de nuestros oficiales, suboficiales y soldados", según el comunicado de la Oficina del Presidente.
 
Mientras tanto, inclusive si no quisiera estimarse la incertidumbre de mediano plazo sobre el frente financiero externo, los relevamientos de la economía "micro" son contundentes. No transcurre día sin que se acumulen cierres y quebrantos de empresas, con las pymes a la cabeza.
 
En la medición interanual, descendió marcadamente el consumo en hipermercados, mayoristas y farmacias. La actividad industrial acusa lo mismo. La suba en el precio de los alimentos, con carne y frescos en primer lugar, explican un tercio del Índice de Precios al Consumidor; pero el Indec no quiere, o no consigue, que se actualice la medición. Las tarifas de servicios públicos, los alquileres, el transporte, las prepagas, determinan sumado a lo anterior el peso aplastante en la canasta familiar.
 
Si acaso no fuera suficiente con la credibilidad de esos números, que surgen de consultoras como de entes oficiales, debería bastar el semblante vacío o poco menos que exhiben los comercios, los súper, los changuitos, los lugares de entretenimiento.  No hay casi nada que no dé para abajo, salvo los indicadores "macro" que, como el superávit fiscal, el Gobierno dibuja. Pero simultáneamente, el acostumbramiento a que esto es lo que hay redunda en la estabilidad precaria, aceptada, que enfrente no tiene rival.
 
En las encuestas post-electorales, publicadas y reservadas, la coincidencia es unánime: la imagen negativa de Milei supera con amplitud a la positiva, y una mayoría de la población -alrededor del 60 por ciento- se manifiesta pesimista en cuanto al futuro económico. Esos datos no provienen de encuestólogos adversos al oficialismo. Todo lo contrario.
 

23-11-2025 / 11:11
El gobierno de Javier "el Loco" Milei puede durar tres meses o dos años o diez, mientras Donald Trump siga facilitando ayuda en forma de nueva deuda, mientras Luis Caputo siga convenciendo a los conejos que se metan en la galera, mientras la sociedad argentina siga ejercitando su proverbial paciencia.
 
No fue una buena semana para Toto Caputo. El jueves por la tarde el Wall Street Journal informó que la banca privada decidió dar de baja el plan para ayudar al gobierno argentino con un préstamo de 20 mil millones de dólares y ahora negocian un repo por la cuarta parte de ese valor, sin el cual, aparentemente, el Banco Central no tiene fondos para hacer frente a los vencimientos de enero. Un usuario anónimo en la red X replicó la noticia preguntándose "¿qué mierda es esto?" y el ministro de Economía atinó a comentar apenas: "Excelente pregunta".
 
Tampoco hay reservas para pagarle al FMI: esta semana las estadísticas del Tesoro de Estados Unidos dieron cuenta del último vencimiento de intereses ante ese organismo se afrontó con DEGs norteamericanos, aunque ninguno de los dos gobiernos dio información al respecto. El plan de Scott Bessent y Caputo sigue siendo, como antes de las elecciones, poner parches sobre parches hasta que en algún momento se abra el mercado de capitales. Cada parche es carísimo y la cuenta la paga el pueblo argentino, que no ve ninguno de los beneficios.
 
A esta altura del partido queda claro que el esquema económico de Milei sólo funciona montado sobre una aspiradora de dólares: 20 mil millones del FMI, 20 mil millones del swap con Bessent, casi 25 mil millones de otros organismos internacionales, más el fruto del blanqueo, la cosecha de este año, incluyendo la liquidación extraordinaria por la baja de retenciones en septiembre, los 5 mil millones del oro que no sabemos dónde está, y todavía no aparece la luz al final del túnel. Caputo, mientras tanto, sigue buscando nuevas fuentes de financiamiento.
 
Incluso con ese flujo extraordinario de divisas, que no va a durar para siempre, los límites del plan siguen resultando evidentes en las dos variables clave que Milei no puede negociar: la inflación, que no pudo romper el piso de dos por ciento y lleva medio año a la suba, y el riesgo país, que encuentra resistencia en los 600 puntos, todavía muy lejos del acceso al crédito, sin importar las garantías de Estados Unidos, el Fondo y el propio gobierno argentino, notoriamente consustanciado con el pago de las obligaciones. Son obstáculos que no pudo resolver ni puede ignorar.
 
En el gobierno podrán buscar todas las excusas que quieran, y cuentan para ello con la ayuda inestimable de buena parte del sistema de medios, del círculo rojo y hasta de parte de la oposición, sin embargo, es cada vez más claro que esos límites no son riesgo kuka sino exclusivamente responsabilidad de Milei y Caputo. Esta semana la ciudad de Buenos Aires se endeudó exitosamente en mercados internacionales a tasa de 7,8 por ciento. Varias provincias e importantes empresas también tienen acceso a deuda en buenas condiciones. Milei y Caputo no.
 
Existe un correlato lineal entre el aumento de la deuda externa del país y el endeudamiento cada vez más pronunciado de los hogares argentinos en el marco de la segunda recesión en dos años de este gobierno. De acuerdo a los últimos datos oficiales del Banco Central, la morosidad en el sistema financiero prácticamente se triplicó en el último año. Mientras que en septiembre del 24 sólo el 2,6 por ciento del crédito destinado a las familias estaba en mora, un año más tarde ese número se disparó hasta el 7,3 por ciento del total de las deudas.
 
La consultora Mercier publicó un estudio que da cuenta de que siete de cada diez argentinos sufren estrés financiero. Uno de cada cinco encuestados, prácticamente, admite que a menudo necesita pedir dinero prestado para llegar a fin de mes. Otro tanto siente que perdió el control de sus cuentas. 
 

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