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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 25-09-2021 / 10:09
DEGRADACIÓN DE LA POLÍTICA

Insultos de Luis Juez y acusaciones de Elisa Carrió como eje de la acción opositora

Insultos de Luis Juez y acusaciones de Elisa Carrió como eje de la acción opositora
La fórmula macrista de Durán Barba se basa en la difamación por distintas maneras. Para eso contó con la complicidad de los servicios de inteligencia, las corporaciones mediáticas y un sector del Poder Judicial consustanciados con los intereses económicos que representa el macrismo. En la imagen: La relación del prófugo Pepín Rodríguez Simón con Ellisa Carrió es reconocida en todo el mundo político.
Las gravísimas acusaciones que profirió Elisa Carrió cuando asumió Aníbal Fernández y los insultos contra Axel Kicillof por parte de Luis Juez --ganador de la interna macrista en Córdoba-- forman parte de un modo de hacer política que Javier Milei llevó a su máxima expresión.
 
La práctica de esconder el contenido con el insulto y la vociferación o la denuncia se sustenta en la infantilización de la sociedad y una regresión de la política a emociones primarias. La captura del discurso político por consultoras que priorizan el resultado por encima de la ética y los principios produjo este fenómeno que se instaló con Jaime Durán Barba como consultor de Mauricio Macri.
 
La fórmula de Durán Barba, que se jactaba de haber llevado al suicidio al adversario de su cliente, se basa casi exclusivamente en la difamación por distintas maneras, ya sea desde campañas mediáticas, hasta causas judiciales que duran una eternidad y mucho después se caen porque no se sostienen con pruebas.
 
La irrupción abrumadora de esta metodología que rompió reglas de juego y convivencia básicas tomó por sorpresa a la política argentina. Pero su eficiencia depende en gran medida de la fuerza del impacto. Para eso contó con la complicidad de los servicios de inteligencia y sus ligazones con las corporaciones mediáticas y un sector del Poder Judicial consustanciados con los intereses económicos que representa el macrismo.
 
De esa geometría de mecanismos, comunicadores, espías y funcionarios judiciales surgió un esquema judicial para la persecución política que en todo el mundo se conoce como lawfare. El operador local de ese esquema, Fabián Rodríguez Simón, alias Pepín, reconoció de alguna manera su responsabilidad en esa práctica delictiva al escapar de la justicia y resistir su extradición desde Uruguay.
 
La Comisión de Refugiados de Uruguay ya determinó que no es un refugiado sino un simple prófugo de la Justicia argentina, lo que llevará a una decisión de los tribunales uruguayos en el mismo sentido. Pepín tiene un pedido de Interpol para su captura y está en proceso de expulsión del Parlasur, al que integraba como representante del macrismo.
 

 
Pepín, el estratega de esta mafia, era parte del entorno de Elisa Carrió, que eligió el momento de la asunción del ministro de Seguridad para retomar, --tras cinco años de no probar nada--, las acusaciones de mafioso y demás barbaridades que enchastran la moral del que las formula por puro ensañamiento político.
 
Como estratega de esa mafia, Pepín orquestó la designación de dos miembros de la Corte Suprema por decreto. Aunque debió hacerlo después por la vía institucional, el prófugo fue el arquitecto de la actual conformación del máximo tribunal, y los dos jueces que promovió, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, acaban de convertirse en presidente y vice de la Corte.
 
En la elección participaron ellos dos, que se autovotaron, y otro juez, Juan Carlos Maqueda, porque los otros dos integrantes no pudieron asistir. O sea que entre tres personas eligieron a quienes pueden anular un decreto presidencial, como hicieron con los recaudos sanitarios que había decretado Alberto Fernández durante la pandemia, o declarar inconstitucional la ley de medios que había aprobado el Congreso.
 
Entre tres personas se distribuyeron un poder superior al del Congreso y al del Presidente, que son elegidos por el voto de millones de argentinos. Como señaló el juez Eugenio Zaffaroni en este diario, ese mecanismo institucional es opuesto a un diseño democrático.
 
Carrió acusó a Aníbal Fernández "de conocer a todas las mafias", pero quien las conoce es ella que, incluso llegó al extremo de recibir en su hogar a uno de los mafiosos relacionados con el triple crimen para que incrimine a Fernández. Cuando lo llevaron a declarar ante un juez, el hombre se desdijo de todo lo que había sugerido. Pero la relación de Pepín con Carrió y con Macri es reconocida en todo el mundo político.
 
Lo que más llama la atención de la denuncia de Carrió ya no es su contenido, terrible, sino la poca reacción que genera. Si le creyeran tendría que haber tal escándalo que provocaría la renuncia del ministro. Es evidente que no le creen ni sus propios seguidores. Aunque saben que son mentiras, sus simpatizantes celebran y naturalizan estas denuncias falsas contra un adversario, lo cual es una degradación de la política.
 
Como suele suceder en comunicación, los mecanismos de impacto suelen perder fuerza rápidamente. Los políticos que mantienen este recurso, como ahora lo utiliza Javier Milei, son los que menos tienen para proponer o los que más tienen para ocultar.
 
Un ejemplo fue Graciela Ocaña que fue renunciada por inepta como ministra de Salud del kirchnerismo y se pasó a la oposición. Nadie recuerda su paso por ese ministerio que siempre ha sido estratégico para el peronismo. Para hacer campaña desde la oposición, eligió al área donde había sido desairada por sus exaliados y presentó una denuncia por corrupción en el Plan Qunita, quizás el más sensible y solidario porque cuidaba a recién nacidos y sus madres.
 
Fue una denuncia sin sustento, pero fue aceptada por Claudio Bonadio, el juez encargado de la persecución al kirchnerismo. Finalmente se demostró que la denuncia no tenía sustento y ni siquiera se le tendría que haber dado curso.
 
El otro ejemplo es el de Luis Juez, que esta semana calificó de "pelotudo marca cañón" al gobernador bonaerense Axel Kicillof por supuesto mal manejo de la pandemia, cuando ha sido uno de los que mejor desempeño tuvo porque debió enfrentar a la peste en el distrito más difícil.
 
Pero Juez es un político histriónico que ha ganado su lugar haciendo chistes. Y cuando estuvo en la gestión, como embajador en Ecuador, tuvo que ser destituido por sus correligionarios del macrismo porque había insultado públicamente a los ecuatorianos.
 
Es regla que la violencia que implican estos insultos o las denuncias falsas proviene de dirigentes ineptos en la gestión. No pueden mostrar nada que hayan logrado.
 
Entre las reverberancias del resultado electoral, los cambios en gabinetes nacional y provinciales, los insultos de Juez y las denuncias de Carrió, el país empezó a vislumbrar la salida de una etapa nefasta marcada por la pandemia planetaria que derrumbó las economías y provocó miles de muertos.
 
El gobierno hizo numerosos anuncios en el plano social y económico para asistir a los sectores más golpeados y para reactivar a la economía. La pandemia no afectó solamente el ámbito de la salud, sino todos los ámbitos de la vida, lo económico, pero también lo cultural, lo social, la seguridad, el esparcimiento, la educación y demás.
 
De todos los programas anunciados, hay uno que merece destacarse: El gobierno habilitó cinco mil millones de pesos para el fondo "Volvé a la escuela", que será administrado por el Ministerio de Educación. Se trata ir a buscar casa por casa, alumno por alumno para que vuelva a clase cerca de un millón de estudiantes secundarios y 700 mil de primaria que abandonaron o vieron afectados sus estudios por la pandemia en todo el país.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
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