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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 14-09-2021 / 09:09
ES HORA DE RELANZAR EL GOBIERNO Y HACER POLÍTICA

Superadas las PASO, el Frente de Todos diagrama la estrategia para noviembre

Superadas las PASO, el Frente de Todos diagrama la estrategia para noviembre
La falta de “calor humano”, consecuencia razonable de los cuidados contra la peste, resintió las campañas. Por ahí el Frente de Todos se tienta a convocar actos de masas si el cuadro sanitario sigue mejorando. Le vendrán bien, tonificarán a dirigentes, a militantes, a quienes se acerquen y comulguen en muchedumbre.
La jornada de las Primarias Abiertas (PASO) estuvo lejos de expresar apatía. La ciudadanía se interesó, implicó y pronunció. El veredicto resultó contundente: un castigo al Gobierno apoyando a su principal oposición. Un punteo riguroso del padrón revela que en barrios muy humildes "la gente se quedó en sus casas". El primer desafío para dirigentes, candidatos y militantes es buscar a esos ciudadanos desmotivados, convencerlos, movilizarlos.
 
Los potenciales nuevos apoyos, seguramente, están dentro del tercio empadronado que no se pronunció anteayer. He ahí una de las primeras maneras de hacer política que interpela al oficialismo; reencauzar las campañas. La otra, acaso la principal, es relanzar la acción estatal, mostrar resultados u horizontes que cambien o maticen el humor ciudadano. Las dos modalidades se mestizan, tienen una zona gris.
 
El Gobierno no condujo la campaña y, para colmo, perdió la brújula cuando se conoció el festejo del cumpleaños en Olivos. El escándalo lo puso a la defensiva, se transformó en prioridad durante semanas. A su vez, los candidatos macristas moderaron sus querellas internas, muy ruidosas y desordenadas. Ambas coaliciones reformularon tácticas. Juntos por el Cambio se derechizó (aún más). El Frente de Todos se abroqueló en la identidad peronista. Le habló menos a terceros no encuadrados ni politizados.
 
Produjo una cantidad llamativa de actos "modelo pandemia". Pocos invitados, todos conocidos, "del palo". El formato de por sí extraño reproduce el microclima de Palacio o de "la política". No hay feedback con un auditorio popular sino intercambio entre pares, iniciados: endogámico, engañoso a menudo.
 
La falta de "calor humano", consecuencia razonable de los cuidados contra la peste, resintió las campañas. Por ahí el Frente de Todos se tienta a convocar actos de masas si el cuadro sanitario sigue mejorando. Le vendrán bien, tonificarán a dirigentes, a militantes, a quienes se acerquen y comulguen en muchedumbre.
 
Numerosos candidatos que patearon el territorio oyeron que gente común les comentaba qué difícil es llegar a fin de mes, qué caros son los alimentos, cuántos temores laborales los acechan. Las reformas judiciales no les interesan, los escándalos por corrupción de tampoco. Una minoría ve canales de noticias.
 
La urgencia de acciones creíbles y resultados palpables en el corto lapso de dos meses constituye un reto para el Frente de Todos... contrarreloj, con la cancha inclinada en contra. El poder del Estado sigue siendo, empero, un recurso formidable que los adversarios no poseen. 
 

 
SUPERADAS LAS PASO, EL GOBIERNO DIAGRAMA LA ESTRATEGIA PARA NOVIEMBRE
 
Elecciones 2021: Hora de relanzar y hacer política  
 
La jornada de las Primarias Abiertas (PASO) estuvo lejos de expresar apatía. Con la chapa puesta, queda en duda si la había en las vísperas aunque daba esa impresión. El domingo participó el 67 por ciento del padrón, cifra inferior al 73 por ciento de 2017, pero destacable en pandemia.
 
El presentismo bajó en casi todos los países del mundo donde hubo elecciones en esta etapa. Estados Unidos fue la excepción más conspicua, bastante aislada.
 
La ciudadanía se interesó, implicó y pronunció. El veredicto resultó contundente: un castigo al Gobierno apoyando a su principal oposición.
 
El mensaje demarcó el escenario de la votación general de noviembre. Cuesta imaginar que Juntos por el Cambio (JxC) pierda una cantidad apreciable de los sufragios que lo auparon. Podría desmigajarse algunos de los que eligieron a candidatos que perdieron en las internas... pero la experiencia enseña que el ganador propende a sumar más de lo que pierde.
 
Para los cambiemitas el objetivo es retener esos votos fieles e ir por más. Para el Frente de Todos (FdT) achicar la diferencia de votos y acrecentar el número de bancas que cosecharía en caso de repetir su performance. Voto por voto, banca por banca, de a uno.
  
Empatar, como propósito ambicioso. Reducir daños y distancia como second best. Parece una tarea ciclópea porque lo es. El mecanismo PASO - elecciones generales "de veras" lo hace posible mas no sencillo. Hay precedentes de resultados "dados vuelta" en numerosas provincias. 
 
A su modo, el ex presidente Mauricio Macri lo intentó en las presidenciales de 2019. No revirtió la derrota pero achicó sus márgenes, recobró provincias, su partido ganó por un pelito la mayoría de dos senadores por Entre Ríos birlándole uno al peronismo... una banca que ahora le vendría muy bien al Gobierno.
 
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La cifra promedio de participación se repartió de modo harto dispar en los territorios. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se superó la marca para beneplácito amarillo. El ex ministro de Salud Bonaerense y candidato a diputado Daniel Gollán escribió ayer que el ausentismo superó la media lejos en distritos muy propicios para el oficialismo. Un punteo riguroso del padrón, comentan los baqueanos, revela que en barrios muy humildes del Conurbano profundo "la gente se quedó en sus casas".
 
El primer desafío para dirigentes, candidatos y militantes es buscar a esos ciudadanos desmotivados, convencerlos, movilizarlos.
 
Los potenciales nuevos apoyos, seguramente, están dentro del tercio empadronado que no se pronunció anteayer. He ahí una de las primeras maneras de hacer política que interpela al oficialismo; reencauzar las campañas. La otra, acaso la principal, es relanzar la acción estatal, mostrar resultados u horizontes que cambien o maticen el humor ciudadano. Las dos modalidades se mestizan, tienen una zona gris.
 
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El Gobierno no condujo la campaña y, para colmo, perdió la brújula cuando se conoció el festejo del cumpleaños en Olivos. El escándalo lo puso a la defensiva, se transformó en prioridad durante semanas. A su vez, los candidatos cambiemitas moderaron sus querellas internas, muy ruidosas y desordenadas. Ambas coaliciones reformularon tácticas. JxC se derechizó (aún más). El FdT se abroqueló en la identidad peronista. Le habló menos a terceros no encuadrados ni politizados.
 
Produjo una cantidad llamativa de actos "modelo pandemia". Pocos invitados, todos conocidos, "del palo". El formato de por sí extraño reproduce el microclima de Palacio o de "la política". No hay feedback con un auditorio popular sino intercambio entre pares, iniciados: endogámico, engañoso a menudo.
 
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La nota publicada en el diario de ayer por Felipe Yapur subraya la existencia de "otros" derrotados: varios gobernadores peronistas. Meses atrás habían propuesto suspender las PASO. El mandatario sanjuanino Sergio Uñac recordó en conferencia de prensa esa circunstancia, comentada por otros mandatarios por línea privada. 
 
Resultados adversos los jaquean, contagian a las legislativas locales, oscurecen su horizonte para 2023. El gobierno nacional tendrá razones para motivarlos: los intereses propios tiran más que una yunta de bueyes.
 
Como todo lo que se viene comentando: no es seguro que un compromiso provincial más grande impacte en las urnas. Pero tal vez suceda: la voluntad no alcanza, sin ella todo es imposible.
 
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La falta de "calor humano", consecuencia razonable de los cuidados contra la peste, resintió las campañas. Por ahí el gobierno se tienta a convocar actos de masas si el cuadro sanitario sigue mejorando. Le vendrán bien, tonificarán a dirigentes, a militantes, a quienes se acerquen y comulguen en muchedumbre.
 
Pero la real necesidad del oficialismo es, antes que hablarle a la gente común, escucharla. El presidente Alberto Fernández expresó haber comprendido el mensaje de las urnas. En el cara a cara pueden explorarse sus causas.
 
Ya lo narramos en columnas anteriores: numerosos candidatos que patearon el territorio oyeron que gente común les comentaba qué difícil es llegar a fin de mes, qué caros son los alimentos, cuántos temores laborales los acechan. Las reformas judiciales no les interesan, los escándalos por corrupción de tampoco. Una minoría ve canales de noticias.
 
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El presidente se acostumbró a decir que gobernó solo 99 días en normalidad. A los argentinos les pasó lo mismo. Más de cien mil muertos, la vida cotidiana transformada en odisea, un sufrimiento social expandido. 
 
AF enfrentó un sino como presidente: casi siempre debió optar por el mal menor, no por lo ideal. No hay reproche en la descripción: no le quedaba otra pero lo resuelto en cada disyuntiva impactó en la vida, las rutinas, las dichas y las tristezas. Los datos cuantificables impresionan sin ser los únicos.
 
En los discursos se habló mucho del sacrificio de los protagonistas políticos, de sus problemas o hasta insomnios. Nada nuevo para quienes los escucharon y pasaron peor.
 
Se ensalzaron demasiadas medidas tomadas el año pasado que queda remoto en las memorias. Los gobiernos conjugan bien cuando lo hacen en tiempo presente o en futuro (cercano).
 
La prensa dominante desparrama júbilo. Reseña o inventa perspectivas de cambios en el Gabinete. Se ensaña particularmente con el ministro de Economía Martín Guzmán tal vez porque el hombre calmo le ganó un par de pulseadas a "los mercados" y al club de devaluadores.
 
El presidente definirá si los hace en medio de un cuadro estresante. Este cronista comparte un diagnóstico de Cristina desde hace rato: hay funcionarios que no funcionan. Sin contradecirse, supone que los relevos en medio del clima post electoral solo tendrían sentido si las personas recién llegadas vinieran con medidas o programas de gestión bajo el brazo.
 
La urgencia de acciones creíbles y resultados palpables en el corto lapso de dos meses constituye un reto para el FdT... contrarreloj, con la cancha inclinada en contra. El poder del Estado sigue siendo, empero, un recurso formidable que los adversarios no poseen. Estas historias continuarán.
 
Por Mario Wainfeld
 
Fuente: pagina12.com.ar
 

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22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
La Opinión Popular
 

20-10-2025 / 10:10
La relación entre José Luis Espert y Fred Machado, el acusado por narcotráfico que financió su campaña presidencial en 2019, sigue complicando a La Libertad Avanza, aunque el economista, al que todavía defiende Javier "Cipayo" Milei, ya no encabeza la lista libertaria oficialista. En el último reportaje que otorgó el día que se confirmó su extradición a los Estados Unidos, se reveló el mensaje que Machado le pasó al Gobierno. Soltó una bomba que hizo temblar a más de uno en La Rosada.
 
En una entrevista de ocho horas con la periodista Caro Fernández, de Splendid AM 990, lanzó una advertencia que suena a ultimátum: "Si hablo, se cae el país". Con la extradición a Estados Unidos autorizada por la Corte Suprema, Machado no se guardó nada y apuntó directo al corazón del poder libertario, salpicando a figuras como José Luis Espert, Patricia Bullrich y Alberto Weretilneck con acusaciones que, de probarse, podrían destruir al Gobierno de Javier Milei.
 
El empresario, con un tono que mezcla bronca y desesperación, mandó un mensaje filoso a Santiago Caputo, estratega clave de Milei: "A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana". La respuesta fue: "Mensaje recibido". ¿Qué sabe Machado que pone tan nervioso al entorno presidencial?
 
Con Espert, su exaliado, no fue menos duro. Financió su campaña en 2019, pero ahora lo acusa de darle la espalda. "Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?", dijo, recordando una advertencia que le hizo en marzo de 2021 sobre los riesgos que corrían. "Le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó", disparó con amargura.
 
Las acusaciones también alcanzaron a Patricia Bullrich. Según Machado, habría una triangulación de fondos para su campaña presidencial de 2023, con más de 3 millones de pesos movidos a través de una empresa de la familia Bada Vázquez, de los cuales al menos 215.000 pesos habrían ido a parar a su campaña.
 
Sobre Weretilneck, señaló un supuesto entramado de negocios en Río Negro, con permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a Claudio Cicarelli, presunto testaferro del gobernador.
 
En un intento por limpiar su nombre, Machado insistió: "Es una cuestión de plata, no de droga". Sin embargo, la noticia de su extradición lo desmoronó. Entre el ladrido de sus perros y la tensión del momento, suplicó a Fernández: "No me dejes solo". Horas después, un operativo policial lo trasladó para enfrentar su destino en Estados Unidos.
 
La Opinión Popular
 

19-10-2025 / 08:10
Entre el colapso económico, la pérdida de relato y el avance de sus propios aliados, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el tramo final de la campaña convertido en símbolo de su propio fracaso: un presidente sin respuestas, cercado por la realidad y por quienes financiaron su ascenso. El plan "llegar" se quedó sin nafta cuando todavía falta una semana para alcanzar la meta. La impotencia es la tónica en la recta final antes de unas elecciones que se convirtieron en un delicado plebiscito sobre el futuro del gobierno y del país.
 
El proyanqui Milei volvió de Washington DC con una hoja que dice "amigo" y el fibrón que usó Donald Trump para estampar esa dedicatoria. A su regreso dio dos entrevistas en las que se peleó con sus interlocutores (le dijo "marxista" a Eduardo Feinmann y a Esteban Trebucq que le hacía el "caldo gordo a los psicópatas kirchneristas") y confesó que no tiene una solución para los problemas de los argentinos.
 
- El ochenta por ciento apenas si puede llegar a fin de mes y el sesenta por ciento, setenta, llega al día veinte. Les falta dinero en el bolsillo.
- ¿Qué quiere? ¿Que lo emita?
- No, yo no...
- A ver, entonces, emitiendo no se arregla. ¿Cómo quiere que lo arregle? Vamos, dígame. ¿Cómo le pongo plata a la gente?
- El economista es usted.
- No, bueno, pero digo o sea, a ver, digamos.
 
Un día más tarde insistió:
 
- ¿Y la gente que no puede esperar, presidente?
- A ver. A ver, pero, de vuelta. Te hago una pregunta, no puede esperar, a ver, ¿cómo lo resolvemos?
- Es que yo no lo sé.
- No, bueno, entonces.
- Sólo le pregunto.
- No, bueno, pero si vas a hacer el punto, digamos, a ver, empecemos a discutir cómo se resuelve.
 
Para Milei la escasez y la mala calidad de vida de millones de personas es en todo caso un problema intelectual, teórico, en el que no tiene demasiado interés. Dos años después de asumir le sugiere a su interlocutor (no un funcionario, no un asesor, ni siquiera un consultor sino un periodista en el contexto de una entrevista televisiva en vivo) que empiece la discusión.
 
Decir que no le quita el sueño sería una exageración: ni siquiera lo considera un problema, algo que deba resolver. La economía se encargará de hacerlo, cuando deje de existir el riesgo kuka. Suena estúpido, pero es exactamente el argumento presidencial, palabra por palabra.
 
Para la mayoría de los argentinos se trata en cambio de una cuestión muy concreta, a veces de vida o muerte. Este miércoles, en Congreso, en la marcha semanal por el reclamo de una mejora en las jubilaciones, una pareja daba su testimonio a las cámaras de televisión.
 
Él está atravesando un tratamiento contra el cáncer, le sacaron la cobertura de los remedios para aliviar los dolores y los vómitos cuando le hacen quimioterapia. En el hospital sólo le entregan la mitad. Desde los estudios, la cronista sugiere que den un "alias" bancario para recibir transferencias de gente que pueda ayudarlos. No tienen teléfono: tuvieron que venderlo para comprar medicinas. Milei no tiene una respuesta para ellos ni va a tenerla. 
 

18-10-2025 / 09:10
Un 17 de octubre en la recta final de una campaña electoral, donde dos de sus figuras principales son el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent por el oficialismo y por la oposición la expresidenta Cristina Kirchner con prisión domiciliaria. Que dos de las figuras que más pesan en una puja electoral sean el ministro de Economía de una potencia extranjera y la principal dirigente de la oposición proscripta, constituye un síntoma de descomposición del sistema político.
 
Con las ventas de dólares del Tesoro de los Estados Unidos y con una catarata de mensajes con promesas de campaña, Bessent se puso al hombro la campaña del oficialismo. Prometió como si fuera candidato, pidió el voto para las listas de los falsos libertarios y aseguró que, si ganaban los seguidores de Javier "el Cipayo" Milei, Argentina sería bendecida por Estados Unidos. El gobierno casi no mostró sus candidatos. El yanqui Bessent ha sido hasta ahora su carta principal.
 
La intervención del alto funcionario norteamericano no fue oculta, sino que ha sido pública, ciertamente impúdica, y en situaciones normales se juzgaría como intervencionismo de una potencia en la política interna de otro país. Lo paradójico ha sido que no fue una intervención impuesta o forzada, sino solicitada por el mismo presidente Milei.
 
Si el oficialismo no tiene candidatos más fuertes que el ministro de Economía de una potencia extranjera y, si al mismo tiempo, la principal dirigente de la oposición fue encarcelada, son datos muy fuertes que al cruzarlos inducen a pensar que la expresidenta fue proscripta porque sus adversarios son incapaces de generar un liderazgo similar y tienen que recurrir a una potencia extranjera que cobrará caro por su intervención.
 
La intervención de Bessent puso en evidencia la falta de propuestas del oficialismo que, de esta manera, lo único que se le ocurrió fue ofrecer una dependencia ruinosa en lo material e indigna en lo moral. La dependencia colonial del gobierno con Washington es evidente porque es el único recurso que tiene en política y en la economía.
 
Los últimos diez días mostraron a un gobierno desesperado en esa dependencia. Todo el equipo económico -la mayoría de ellos tienen residencia en Estados Unidos- en procesión entre Washington y Nueva York para rogar por ayuda. Como si fueran creyentes que le piden a la virgen de Luján. Con la diferencia que Estados Unidos no es la virgen y cobrará caro cada gesto.
 
La falta de cuadros políticos, de dirigentes y candidatos en el oficialismo agrandó aún más el liderazgo que mostró Cristina Kirchner en la convocatoria al acto de ayer. La expresidenta planteó que así como en 1945, la consigna fue "Braden o Perón", en las próximas elecciones se trata de "Milei o Argentina".
 
Mientras la multitud se congregaba en Constitución, frente al edificio donde Cristina Kirchner permanece prisionera, el oficialismo tenía dificultades para reunir un puñado de simpatizantes en Caseros, en el conurbano. Al mismo tiempo se juntaba a protestar un grupo espontáneo de vecinos y se repitió la escena que frustró la mayoría de los actos de campaña de Milei.
 
El presidente se movilizó en helicóptero y alcanzó a explicar con un megáfono que no había que abandonar en mitad del río. Su discurso se resumió en que hace falta más esfuerzo. Pero el presidente estuvo pocos minutos y no hizo la caminata que estaba prevista. Reaccionó a la defensiva tras un discurso a la defensiva: "Hay que aguantar".
 

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