La Opinión Popular
                  19:34  |  Jueves 04 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 27-08-2021 / 09:08
PANORAMA EMPRESARIO SEMANAL

¿Cómo planificar 2022 sin saber lo que depara noviembre?

¿Cómo planificar 2022 sin saber lo que depara noviembre?
Este lunes, el Banco Central incorporó a sus reservas los DEG que emitió el FMI para repartir entre todos sus socios para paliar los estragos de la pandemia. Son U$S 4.355 millones de dólares que alcanzarían para cinco rondas de IFE ($10.000 para 9 millones de personas), para triplicar el presupuesto de las universidades nacionales, para construir 172 mil viviendas sociales o 145 hospitales de alta complejidad, pero que se irán por la canaleta de los propios pagos al FMI, que suman U$S 4.160 millones entre capital, intereses y recargos.
La bullrichización de María Eugenia Vidal ya se había percibido en los reportajes que organizó esta semana su comando de campaña, siempre en atmósferas controladas, pero ayer la virulencia de su discurso sorprendió incluso al núcleo duro del establishment. El presidente de la Cámara de Comercio, Natalio Grinman, se sintió obligado a intervenir cuando vio que la exgobernadora acusaba al Frente de Todos de haber impulsado expropiaciones de empresas, tomas de tierras y otros ataques a la propiedad privada, ni más ni menos que ante ejecutivos yanquis convocados por el Consejo de las Américas.
 
El fantasma del comunismo, una vez más, volvía a ser invocado por la candidata de una fuerza cuyo nuevo jefe, Horacio Rodríguez Larreta, acababa de pedir "terminar con la grieta" en el mismo escenario virtual.   
 
No es que hayan estallado diferencias entre los dos dirigentes que decidieron arrebatarle a Mauricio Macri el monopolio del uso legítimo de la lapicera en el último cierre de listas opositor. El giro discursivo de Vidal, igual que la decisión de sumar al propio Macri a recorridas de campaña tanto porteñas como bonaerenses, responde a la fuga de votos hacia Ricardo López Murphy y Javier Milei en la Ciudad y hacia José Luis Espert en la Provincia que detectaron las últimas encuestas que recibió Larreta.
 
Son movimientos simétricos a los de Alberto Fernández cuando se autoproclama "revolucionario" o a los de Cristina elogiando a L-Gante a la pesca del voto joven. Espasmos en la niebla de unas elecciones donde priman la apatía y el desencanto con la política tradicional, dos fenómenos que suelen empujar al electorado hacia el voto bronca y las alternativas más extremas, como anticipó Salta hace apenas un par de semanas. 
 
Entre los casi 900 ejecutivos conectados cuando habló Vidal había colombianos, panameños, brasileños, norteamericanos, europeos y asiáticos. Sus caras de espanto mientras mentaba las expropiaciones convencieron a Grinman de plantear su disidencia. "Nosotros confiamos en Argentina", terció. "Parecía que estaba hablando en un local del PRO", le comentó por Whatsapp un colega de otra cámara patronal.
 
Es un cálculo que empiezan a hacer los más optimistas entre los empresarios top del país, como el contratista Hugo Dragonetti, dueño de Panedile, quien en mayo presagiaba un rebote a tasas chinas para risa de la mayoría de sus interlocutores. "Es parecido a lo que sucedió en 2003 y 2004, sin el turismo y todo lo que lo rodea", compara ahora. Y dobla la apuesta: "Creo que vamos a cerrar este año creciendo entre 8,5 y 9,5% y a lo mejor queda un remanente para apuntalar 2022".
 

 
Hay socios de la Unión Industrial que comparten ese optimismo, quizá exagerado, como lo hacían 20 años atrás tras la licuación salarial de Eduardo Duhalde y antes de las tasas chinas del lustro siguiente. Por eso explotó otra disputa interna en la central fabril, esta vez por la celebración del Día de la Industria la semana próxima.
 
El martes, ante su Comité Ejecutivo, el presidente Daniel Funes de Rioja anunció que el festejo será en la planta de Cerámica Alberdi en José C. Paz. La idea original era hacerlo en la planta entrerriana de Baggio, pero una causa abierta por vaciamiento y desvío de fondos en esa fábrica de jugos y un sumario abierto en el Banco Central convencieron a Funes de que convocar ahí a ministros no sería fácil.
 
La pelea sigue abierta. El dueño de Cerámica Alberdi es Martín Rappallini, actual jefe de la Unión Industrial Bonaerense (UIPBA), investigado a su vez por la jueza María Servini como potencial partícipe de la asociación ilícita entre exfuncionarios y empresarios para desguazar al Grupo Indalo, de Cristóbal López y Fabián de Sousa, y quedarse con sus activos a precio vil.
 
Fue uno de los referentes que apoyaron a Funes para que llegara a la presidencia de la UIA, junto a los grupos Techint y Arcor, y también para que vetara al massista José de Mendiguren de su conducción. Por las dudas, el industrialismo kirchnerista bonaerense ya armó su propio acto: va a ser el mismo 2 de septiembre en la fábrica de enlatados de Marolio, de Víctor Fera, sin Rappalini ni Funes pero con Axel Kicillof y el ministro ministeriable Augusto Costa.
 
La relación está tan rota que ayer la UIA fue reemplazada por la CGERA en el primer Congreso de la Producción y el Trabajo, un evento que organizó el Ministerio de Desarrollo Productivo en clave de campaña con empresarios y sindicalistas.
 
El martes la UIA debatió si sus popes debían asistir al evento pese al ninguneo de la institución. Aunque directivos como Luis Betnaza propusieron boicotearlo, dos pesos pesados del sector fueron de la partida: el jefe de Toyota y de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), Daniel Herrero, y el coordinador del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) y presidente de la Bolsa de Cereales, José Martins. Este último se dio incluso el gusto de reclamarle a Martín Guzmán, sentado a su lado, el proyecto de ley de promoción de las exportaciones agroindustriales que garantiza estabilidad fiscal al sector. Ventajas de no patear la mesa.
 
 
Cuestión de Fondo
  
Las dos grandes diferencias con aquel fenomenal rebote de veinte años atrás, para desgracia de los optimistas entre industriales y contratistas, son la inflación y la magnitud de la deuda con el Fondo Monetario. Este lunes, de hecho, el Banco Central incorporó a sus reservas los DEG que emitió el organismo para repartir entre todos sus socios para paliar los estragos de la pandemia.
 
Son U$S 4.355 millones de dólares que alcanzarían para cinco rondas de IFE ($10.000 para 9 millones de personas), para triplicar el presupuesto de las universidades nacionales, para construir 172 mil viviendas sociales o 145 hospitales de alta complejidad, pero que se irán por la canaleta de los propios pagos al FMI, que suman U$S 4.160 millones entre capital, intereses y recargos.
 
El Tesoro va a cerrar el año con DEGs por US$ 700 millones, mayormente tenencias que ya acumula, que según calculó ayer la consultora Equilibra le alcanzarían para pagar casi todo el vencimiento de capital de enero (unos U$S 730 millones) pero sin que quede resto para los intereses por US$ 370 millones que vencen en febrero.
 
Ni hablar de los US$ 3.590 millones que vencen en marzo. Es el límite de la procristinación a la que se entregó el oficialismo para no debatir un acuerdo con el Fondo en plena campaña. Es el fatídico 2022, el año que Nicolás Dujovne y Guido Sandleris creyeron que nunca llegaría, al menos a juzgar por los vencimientos que aceptaron asignarle en 2018, cuando firmaron el segundo pacto con Christine Lagarde.
 
Tal como se anticipó en esta columna el viernes pasado, el borrador del acuerdo está listo y tuvo sus últimos retoques dos meses atrás, cuando Sergio Massa volvió de Washington. Incluye cuatro años de gracia y déficit cero para 2025, pero con 10 años de plazo en total. El dato, que reprodujeron después otros matutinos y portales, reavivó esta semana la discusión interna en el Frente de Todos.
 
Sus colegas del gabinete económico acusaron por lo bajo a Guzmán de haber vendido humo para que bonos y acciones repuntaran algo antes de las PASO, mientras desde el kirchnerismo se ponían en guardia ante lo que perciben como una injerencia estadounidense en el Frente a través del socio renovador.
 
Lo que evitó que la interna económica del oficialismo volviera a exponerse a cielo abierto fue algo insólito: la decisión de Macri de introducir el tema de la deuda en la campaña, aun cuando el colapso de su plan apadrinado por el FMI fue la principal razón de su derrota en primera vuelta. Todas las tribus del Frente cerraran filas de inmediato.
 
Al Council of the Américas, ayer, la senadora Anabel Fernández Sagasti lo sorprendió con un tono moderado respecto del Fondo. Pero evitó definiciones. "Ojalá que lleguemos a buen puerto", dijo apenas.
 
Lo último que llegó al escritorio de Cristina es una propuesta para superar los 10 años de límite máximo con una cláusula: que recién empiece a contar el plazo desde el momento que la economía argentina recupere el nivel que tenía en 2018, cuando Donald Trump y Lagarde apostaron lo que apostaron por la reelección de Macri.
 
 
Seguridad jurídica
 
En una prueba palpable de hasta qué punto la oposición no terminó de procesar aquella derrota de 2019, no solo reapareció Macri para hablar de la deuda sino también Guillermo Dietrich para defender por televisión la segunda decisión más gravosa de la gestión que integró como ministro de Transporte: la prórroga hasta 2030 de las concesiones de Panamericana y Acceso Oeste, a favor de los antiguos socios del expresidente y en detrimento de los usuarios de las autopistas, que si se aplicara la letra del acuerdo deberían estar pagando $550 en el peaje de Márquez.
 
La causa por esa prórroga sin licitación se aceleró hace un mes, cuando el Ministerio de Obras Públicas advirtió a las dos concesionarias que había encontrado infinidad de irregularidades en su trámite. Dietrich duerme tranquilo gracias a la falta de mérito que dictó a su favor María Eugenia Capuchetti, subrogante en el juzgado que antes dirigía el jubilado Rodolfo Canicoba Corral.
 
La situación presiona a Capuchetti, una jueza "del sistema", como dicen en Comodoro Py, alineada con Ariel Lijo en las cinchadas opacas por el poder que se disputan en la trastienda del edificio de Retiro pero identificada con el macrismo por la fecha de su nombramiento y su pasado en la gestión porteña. Incluso con sus respaldos, es más riesgoso dilatar una causa en la que pocos se interesan que hacerlo con un expediente que agitan en el prime time televisivo sus propios investigados.
 
Ahora se sumó otro factor: a pedido de la Unidad de Información Financiera y Vialidad, la jueza ordenó abrir una causa conexa por lavado de activos que recayó (avatares del azar de Py) en su propio juzgado.
 
Las miradas empiezan a posarse sobre Natal Inversiones, la empresa local que compró a Sideco Americana, la principal firma de Sociedades Macri (SocMa) su participación en Ausol el viernes 26 de mayo de 2017, por 551 millones de pesos de entonces. Las principales preguntas son dos: de dónde salió esa plata y por qué Natal decidió invertirla en un negocio que se terminaba al año siguiente.
 
Hasta ahora, las únicas explicaciones plausibles para lo segundo son dos: que tenía inside information sobre la prórroga o que el propio Macri estaba de los dos lados del mostrador. En ambos casos habría delito. La segunda alternativa también explicaría el origen de los fondos.
 
La falta de mérito para Dietrich fue apelada por la UIF y por Vialidad, las dos querellas del caso, pero los que deben decidir son los jueces de la sala 2 de la Cámara Federal, Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia. Con sus antecedentes, nadie cree que puedan complicarlo.
 
Del lado de los concesionarios beneficiados por Dietrich, Canicoba en su momento pidió indagar a Alfredo Barberis Martin, el ejecutivo que firmó la renegociación. Pero no fue indagado ni procesado. No se llegó siquiera a delimitar el hecho que le imputan, calificarlo como delito ni establecer su grado de autoría.
 
¿Beneficiará a los ejecutivos involucrados la "doctrina Betnaza" inaugurada por el juez Julián Ercolini en el caso Cuadernos? ¿Habrá sentado ya jurisprudencia la idea de que el coimeado es culpable pero el coimero no, como en el caso del lobista de Techint? ¿Contribuirá una arbitrariedad así con el clima de inversiones que reclaman los dueños del capital para efectuar los desembolsos que necesita el país para recuperar el empleo y evitar un espiral inflacionario? ¿O asustará tanto como una amenaza de expropiación en un país donde la acumulación originaria, siempre por despojo, no parece haber terminado?
 
Por Alejandro Bercovich
 
Fuente: BAE Negocios
 

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04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
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