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                  07:35  |  Miercoles 17 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 23-08-2021 / 10:08
PANDEMIA: LO PEOR YA PASÓ Y NO HAY BOMBA DESPUÉS DE LAS ELECCIONES

Indicadores económicos reflejan una muy firme recuperación de la actividad

Indicadores económicos reflejan una muy firme recuperación de la actividad
Pese a amenazas de estallidos de consultores del poder, datos duros muestran a la economía en niveles prepandemia. La situación igual es crítica en el frente socio-laboral. La tarea inmediata es bajar la inflación y fomentar el incremento de los ingresos de los sectores populares.
En estos días, cuando la secta de economistas conservadores, con simpatías más cercanas o más lejanas a la alianza macrismo-radicalismo, salieron a describir un presente horrible y un futuro peor, se difundieron indicadores que los desmienten.
 
No es novedad la persistencia en el error de diagnóstico y la inevitable equivocación en sus proyecciones, lo que debería ser un alerta permanente para eludirlos si el objetivo político es intervenir en las profundas desigualdades agudizadas en esta crisis y en la mayor fragilidad socio-laboral de las mayorías.
 
En términos estructurales, la economía está muy golpeada por la peor crisis global de, por lo menos, los últimos cien años. Situación dramática que se montó sobre el desastre de la administración de la economía por parte del gobierno de Mauricio Macri.
 
Para ocultar la calamidad de esos cuatro años, el discurso económico dominante pretende convencer de que el deterioro se extiende desde hace diez años, para así incluir el segundo gobierno de Cristina Fernández.
 
De ese modo, buscan la confusión analítica de interlocutores distraídos para inducirlos a la conclusión de que unos y otros serían igualmente responsables del estancamiento económico. No es así, aunque les cueste admitirlo a los representantes locales del neoliberalismo, cuyas experiencias en gestión de gobierno (dictadura cívico-militar, Menem + De la Rúa y Macri) terminaron cada una en debacles económicas.
 

 
La crisis comienza a fines de 2015, no en el 2011
  
Cualquier comparación con respecto a la situación económica a finales de 2015 o de 2011 muestra la existencia en esos años de una economía desendeudada y sin el FMI, y que tenía como principal desafío relajar la restricción externa para retomar un sendero de firme crecimiento, que permitiera seguir reduciendo el desempleo y, fundamentalmente, perforar el núcleo duro de la pobreza por ingresos de un cuarto de la población.
 
En cambio, ahora, el objetivo es recuperar la actividad productiva para alcanzar, al menos, esa misma base socioeconómica entonces cuestionada por el discurso conservador que, además, se filtra con el mismo desvío en ciertos círculos analíticos de la heterodoxia.
 
En la evaluación de la coyuntura económica, datos duros descolocan a los hombres de negocios dedicados a la comercialización de información económica en el microclima del poder económico.
 
Esas personas presentadas en los medios de comunicación como economistas son, en realidad, actores que cumplen una tarea eminentemente política en la construcción social de expectativas.
 
Desde hace algunas semanas están concentrados en advertir que después de las elecciones viene el ajuste o el estallido por la bomba electoral, ya sea por vía cambiaria o por desborde inflacionario. Esto revela, primero, que hoy no hay ajuste. Después, que esa amenaza es un deseo político más que una evaluación rigurosa de la cuestión económica. Y, finalmente, exhibe una vez más la vulgaridad de ese análisis repetido en cada uno de los años de gobiernos kirchnerista/Frente de Todos para convocar audiencias o, simplemente, por pereza intelectual.
 
 
El ajuste es una propuesta insensible
  
¿A quién se le puede ocurrir que después del desastre económico del macrismo y la devastación de la pandemia, a pocos meses del comienzo de una recuperación heterogénea y con ingresos de los sectores populares golpeados, resulta necesario aplicar un ajuste fiscal, monetario y cambiario?
 
Es tan absurdo el planteo que sólo puede ser entendido por la potente negación de esos dos acontecimientos, uno local con el fiasco del tercer ciclo neoliberal de los últimos 45 años, y otro externo con la pandemia que alteró el funcionamiento de la economía global como no lo había hecho ninguna otra crisis mundial desde la Segunda Guerra.
 
Las consecuencias sociales y laborales de estos dos golpes fulminantes son terribles para millones de personas. Cualquier política económica que no atienda la demanda de clases medias castigadas y bajas postergadas tiene destino de fracaso.
 
No ocuparse de esas demandas no implica solamente insensibilidad ante el sufrimiento de millones, sino que quienes lo proponen calzan potentes anteojeras ideológicas a prueba de evidencias. Son los mismos que dicen que los pobres son pobres porque no quieren trabajar, y que no lo hacen porque reciben un plan de asistencia del Estado.
 
Que la economía argentina tiene varios desafíos para encontrar un sendero de estabilidad no es secreto. La clave es identificar cuáles son esos desafíos y cómo encararlos para mejorar el bienestar general que, evidentemente, son diferentes a los que insisten diariamente el elenco estable de promotores del miedo en la economía.
 
 
Datos duros que golpean en el rostro de economistas de la city
  
La tasa de inflación mensual sigue muy elevada, aunque después del pico de 4,8 por ciento en marzo pasado ha ido descendido mes a mes, y es probable que el índice de agosto comience con el número 2. Igual sigue siendo alto.
 
La pobreza e indigencia continúa en niveles intolerables y los ingresos de los sectores populares no pueden recuperarse en forma sostenida por el constante aumento de los precios de los alimentos.
 
Teniendo en cuenta que esos dos objetivos inmediatos deben ser las principales misiones de la política económica, datos duros de la actividad exhiben un panorama bastante diferente al amenazador que publicita el dispositivo mediático y político de derecha.
 
Los siguientes indicadores económicos, de fuentes públicas, los desmienten:
 
1. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de junio pasado, indicador adelantado mensual del PIB, avanzó 2,5 por ciento y se ubicó en un nivel similar al de marzo 2021, reflejando la rápida normalización de actividades luego del impacto de la segunda ola de la covid-19 en abril y mayo. Con respecto a un año atrás la economía creció 10,8 por ciento, todavía 2,2 puntos porcentuales por debajo del nivel prepandemia (febrero 2020).
 
2. La industria manufacturera creció 11,7 por ciento en junio en comparación a junio de 2019. En el primer semestre de 2021 aumentó 4,6 por ciento respecto al mismo semestre de 2019. La industria ya está varios escalones por encima de la prepandemia, y va en camino de superar la pandemia desindustrializadora del macrismo, proceso que tanto la conducción y los análisis de coyuntura de la Unión Industrial Argentina parecen no registrar.
 
3. Esta recuperación industrial se está notando en el empleo, con 12 meses seguidos creando puestos de trabajo. Ya hay 23 mil puestos industriales más que a finales de 2019. Esto contrasta con lo sucedido en el gobierno de Macri, en donde el empleo industrial retrocedió en 46 de los 48 meses de gestión.
 
4. La inversión en el primer trimestre de 2021 creció 14 por ciento respecto a la media de 2019. Todos los principales componentes de la inversión repuntaron frente al año de la prepandemia, destacándose equipos de transporte y maquinarias de origen nacional.
 
5. La mejora de la inversión está impulsando el empleo en los fabricantes de bienes de capital. Existen 2200 empleos formales más en ese sector que en 2019, con un muy buen desempeño de la industria de maquinaria agrícola, que creó 1200 de esos empleos.
 
6. El comercio exterior está registrando una notable expansión. En los primeros siete meses de 2021 alcanzó el mayor crecimiento en ocho años. Las exportaciones del mes pasado se ubicaron entre los mejores registros de julio de la historia del comercio exterior. El alza de los precios (33 por ciento en doce meses) explica gran parte de ese comportamiento, pero también el repunte de las cantidades exportadas. El saldo comercial de los primeros siete meses fue superavitario en 8310 millones de dólares.
 
7. Por el lado de las importaciones, el total de 5715 millones de dólares del mes pasado representa un alza anual de 65,6 por ciento. Este dato ofrece dos lecturas que refutan análisis de la city: pese al estricto control del mercado cambiario, el flujo de dólares para importaciones esenciales para la producción no ha tenido trabas, y ese comportamiento de las compras externas refleja la recuperación de la economía, puesto que la mayoría de esas operaciones fueron insumos y bienes de capital.
 
8. Las ventas con Ahora 12 en el rubro turístico superaron los 8000 millones de pesos en julio, y es el mayor valor desde 2019.
 
9. En el sector de producción de maquinaria, los puestos de trabajo formales vienen creciendo desde abril de 2020. Ya se incorporaron 3600 nuevos puestos. Con estos niveles, no sólo superó la situación de empleo prepandemia, sino que también se ubica por encima de abril de 2018. En el subsector de maquinaria agrícola, hay casi 4 por ciento más de trabajadores asalariados que en marzo de 2018.
 
Este resultado permite otra conclusión: pese a las críticas destempladas cuando se indica que el sector agropecuario está contabilizando rentabilidades fabulosas, una de las mejores de este siglo, la evolución muy favorable de la producción de maquinaria agrícola sólo confirma la extraordinaria bonanza del campo. Si no les fuera tan bien, no estarían en lista de espera para comprar cosechadoras y sembradoras.
 
 
Tiempo de convivir con la brecha cambiaria
  
Ahora bien, el principal desafío de la economía es crecer con inclusión social, generando empleo, mejorando el ingreso de los sectores populares, sustituyendo importaciones y aumentando exportaciones para desplazar la restricción externa.
 
La idea de la unificación cambiaria vía una fuerte devaluación, como clama a grito la derecha y sugieren grupos heterodoxos, es el camino seguro para terminar abortando los síntomas de salida de la noche macrista potenciada con la pandemia.
 
En una economía bimonetaria, muy endeudada, con devastación social y laboral, fragilidad productiva y una oposición política-mediática implacable, considerar que llevar la paridad de 100 a 180 pesos es la solución de corto plazo es de una ingenuidad impactante, además de brutal para las condiciones materiales de los sectores populares.
 
Administrar la política económica conviviendo con una brecha cambiaria es más compleja, y esto no es novedad. Es una limitación que no se superará con voluntad política o por la medida drástica de una fuerte devaluación, como en forma irresponsable proponen economistas del poder.
 
La brecha cambiaria será una potente restricción en el manejo de la política económica, además de que será un instrumento de desestabilización política. La habilidad del responsable de la política económica quedará demostrada en la calidad de esa administración, que es mucho más complicada que livianas recomendaciones de consultores sin responsabilidad en la gestión.
 
 
¿Quiénes tienen que dar las gracias?
  
Una de las misiones centrales del Gobierno es reconstruir el entramado productivo, pero esa tarea tiene que venir de la mano de cicatrizar las heridas del entramado sociolaboral.
 
Es intolerable para la historia política argentina los actuales niveles de salarios reales, pobreza, exclusión social y fragmentación laboral.
 
La pandemia determinó que este sea un período histórico de epopeyas colectivas, como la campaña de vacunación. Es un momento extraordinario, y quien no lo entienda perderá la oportunidad de intervenir en esa realidad para avanzar en transformaciones que, en otras circunstancias, serían más difíciles.
  
Se necesitan medidas económicas extraordinarias con iniciativas políticas extraordinarias para momentos históricos extraordinarios.
 
El aporte de las Grandes Fortunas fue una de esas medidas, que quienes pagaron deberían dar gracias a esa iniciativa porque dejó en evidencia la existencia y la necesidad de un Estado que, con esos recursos, pudo ocuparse de evitar una crisis social, económica y sanitaria todavía más dura.
 
Por Alfredo Zaiat
 
Fuente: Página12
 

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16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo del FMI de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
La Opinión Popular
 

13-12-2025 / 09:12
El proyecto de país que perfila el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei tomó el aspecto de una sociedad sin derechos organizada por el mercado. El mercado elimina el concepto de soberanía y decidirá quién irá preso y quién se tomará vacaciones. A su vez, el mercado está organizado por una escala jerárquica según el poder económico.
 
O sea: la libertad de los libertarios es como la milanesa tucumana hecha con papel higiénico. Y de postre: inflación. Si alguno pensó que el esfuerzo valía la pena, el 2,5 de inflación -medido por un Indec que todo el mundo sabe trucho-- le dio una mala noticia: se quedó sin trabajo, se quedó sin empresa, y además tiene inflación.
 
En la misma semana asumió Joaquín Mogaburu como subsecretario de Derechos Humanos y se presentó el proyecto de reforma laboral en el Congreso. El nuevo funcionario es un personaje ligado a los represores y da cursos en los cuarteles sobre "memoria completa".
  
Mogaburu aboga por la conciliación y el perdón a los genocidas. El combo es coherente con el protocolo de seguridad que criminalizó la protesta social, el decreto que permitió a las fuerzas armadas intervenir en conflictos internos y la eliminación del derecho a huelga y otros derechos como lo estipula la reforma laboral enviada al Congreso.
 
Durante el mes hubo decenas de actos sobre derechos humanos en centros culturales, casas de la memoria y en plazas de todo el país. Y el jueves se realizó un festival en la Plaza de Mayo encabezado por Madres, Abuelas y el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Al mismo tiempo, la CGT anunciaba un acto público para oponerse al proyecto de ley enviado al Congreso.
 
No hay derechos humanos y no hay derechos laborales. No hay derecho a la protesta y no hay derecho que proteja contra la tortura y la violación como reclaman los que piden la libertad de torturadores y violadores que actuaron tras haber usurpado el Estado durante el golpe genocida. No hay sujetos de derecho en esta sociedad que conciben los libertarios y que ha sido votada por muchos que perderán los derechos que tenían.
 
Con el mercado se come, con el mercado se educa, con el mercado se cura. Si eso era difícil con la democracia, el mercado ni se lo plantea porque el único derecho que reconoce es el del que tiene más capital. El mercado habla de méritos, pero los derechos no se ganan. Los derechos implican también responsabilidades, pero no se ganan por méritos. Al menos la democracia reconoce que todos tienen derecho a comer, a la educación y a la salud. Después dependerá de los gobiernos proveer esos derechos.
 
Los libertarios inventaron una democracia con voto, pero sin derechos. Y los derechos son para todos porque son inherentes a la condición del ser humano. Si son para pocos, no califica. La democracia se construye sobre los derechos ciudadanos. Sin esos derechos básicos no hay sistema democrático. Este gobierno habla de democracia y libertad, pero cuando hace la milanesa, le pone papel higiénico en vez de libertad y democracia.
 

12-12-2025 / 10:12
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei mandó al Senado un proyecto de contrarreforma para eliminar derechos laborales, sindicales y de huelga que atrasa un siglo. Contra la Constitución desconoce hasta la jornada de 8 horas y el derecho a huelga. Redactado por los abogados de las grandes empresas, de Paolo Rocca, Galperin y Eurnekian, en cada rubro empeora la posición de los trabajadores. Perjudica también a monotributistas e informales y se propone financiar los despidos con la plata de los jubilados.
 
El gobierno libertario demoró la presentación de la contrareforma laboral, que no registra precedentes desde la dictadura genocida de 1976, para estirar los tiempos de negociación y definir cuán a fondo iría en su ofensiva contra los trabajadores y el sindicalismo. El proyecto que ingresó al Senado retoma lo peor de todas las versiones anteriores y lo condensa en 71 páginas y 191 artículos.
 
Enmascarada en una supuesta "modernización", la iniciativa retrocede más de un siglo y desconoce pilares básicos del derecho laboral como la jornada de ocho horas y restringe el derecho a huelga. Lejos de mejorar la vida de los trabajadores, crear empleo o incorporar a los informales al mercado formal, la reforma sólo busca abaratar costos para que el empleador pueda despedir y amplía la desprotección sobre el sector más débil.
 
Los especialistas coinciden en que "invierte la presunción de laborabilidad" perjudicando a monotributistas y trabajadores "independientes". El texto final del proyecto confirma la transferencia regresiva de los derechos de los trabajadores en favor del gran capital, debilita su capacidad de organización y faculta al empleador para modificar condiciones laborales según sus necesidades.
 
La reforma laboral, firmada por Milei, fue elevada al Congreso de manera errónea por parte de Gobierno. Legisladores opositores y abogados laboralistas cuestionaron el ingreso por el Senado, ya que la reforma laboral contiene un capítulo tributario que modifica impuestos centrales. Al respecto, la Constitución fija que toda ley de carácter impositivo debe originarse en Diputados.
 
La reforma laboral que impulsa Milei atrasa porque reinstala un modelo previo al propio nacimiento del derecho laboral. La abogada Natalia Salvo advierte que es "una novedad de museo que nos devuelve a un tiempo sin normas". El proyecto permite jornadas de hasta 12 horas, un retroceso a antes de la Ley 11.544, conquistada después de las huelgas y masacres de la Patagonia y la Semana Trágica.

También elimina ítems remunerativos para achicar aguinaldo y vacaciones, ahora fraccionadas como en etapas de precariedad anteriores a cualquier estándar moderno. Al mismo tiempo, remarca que la iniciativa desconoce los avances globales sobre las plataformas: mientras en Europa los tribunales y países como España o Portugal ya reconocen a esos trabajadores como dependientes, aquí se los deja en un limbo jurídico. Modernizar sería ampliar la protección, no recortarla. Con un 43 por ciento de informalidad, el proyecto empuja al país hacia un pasado sin resguardo, donde la relación laboral quedaba librada a la voluntad de la patronal.

Un Gobierno que miente en todo, presenta el argumento principal en la supuesta "creación de trabajo formal". Silogismo falaz, acaba de ser refutado por un hombre del gran capital, el abogado Julián de Diego. Dijo que "sin crecimiento, no habrá generación de empleo". Ese crecimiento se presenta, como promesa lejana, relato de un provenir etéreo, medido en décadas. Equiparada a Irlanda, Alemania, y otras naciones. Por ahora, lo que hay es recesión, inflación en alza y deuda. Cada vez más deuda.

La Opinión Popular


11-12-2025 / 10:12
Turismo "con la nuestra". Nuevo papelón internacional de Javier "el Loco" Milei que fue a perder el tiempo a Noruega disfrazado con el mameluco de YPF, viajó 25.000 kilómetros para sacarse una foto... y se volvió sin nada. María Corina Machado faltó a su premiación como Nobel de la Paz. Viajó con su hermana Karina a Oslo en el avión presidencial, en un viaje que cuesta 300 mil dólares, y se alojó en el Gran Hotel de Oslo, en donde una habitación cuesta mil euros por noche. "El Peluca" volvió a las apuradas y de inmediato puso su firma en el funesto proyecto que apunta contra la justicia social y modifica la regulación de horas extras, vacaciones e indemnizaciones.
 
El fugaz y costoso paseo de Milei por Noruega terminó en un traspié político que expuso improvisación y falta de estrategia. La salida apresurada dejó al libertario sin el rédito simbólico que buscaba y reforzó las críticas sobre un viaje reducido a gestos vacíos, sin resultados concretos ni agenda internacional consistente. Tenía una agenda que incluía reuniones con el primer ministro y con el rey, además de la posibilidad de un encuentro cara a cara con Corina Machado, y los dejó "de garpe". Cosa de loco.
 
Milei regresó de apuro para evitar que una interna ponga en riesgo el tratamiento de la reforma laboral. Las explicaciones oficiales, en off the record, hablaban de la necesidad de "firmar la ley de reforma laboral" después de hacer "algún ajuste de último momento", sin embargo, tanto los cambios como la firma se pueden gestionar de manera remota. Lo que sucedió en realidad es que una nueva interna en el gobierno casi hace volar por los aires la Ley Rifle. Lo más llamativo, en este caso, es que los que frenaron el proyecto son dos enemigos íntimos: Santiago Caputo y Martín Menem.
 
Ellos son los dos interlocutores más fluidos que tiene la CGT dentro de la estructura libertaria y vienen advirtiendo desde hace tiempo que así como la estaba planteando Federico Sturzenegger, la reforma laboral corre el riesgo de empantanarse en el Congreso y terminar siendo rechazada, modificada hasta volverla irreconocible o aprobada a un costo demasiado alto. El recuerdo de la reforma previsional de Mauricio Macri en 2017 está presente en todos los cálculos.
 
Las partes observadas son justamente las que apuntan contra el andamiaje financiero y normativo que sostiene a los sindicatos, los llamados "derechos colectivos" que la CGT prioriza antes que las condiciones de trabajo individuales. De hecho, este lunes Sturzenegger estuvo reunido con los diputados de LLA, en un encuentro del que Menem no participó, y ante las consultas sobre estos asuntos el ministro prometió una "versión light", más sencilla de aprobar.
 
Sin embargo, el anuncio que hizo el vocero con sueldo de jefe de gabinete, Manuel Adorni, al día siguiente, no contempla la mayoría de esos recortes e incluye cláusulas inaceptables para el más dialoguista de los líderes gremiales. Dicen en la Casa Rosada que la orden de ir a fondo la dio el mismo Milei. El proyecto ya estaba listo para ingresar al Senado cuando Caputo y los Menem lograron frenarlo. Ese fue el motivo por el que el presidente tuvo que volver de apuro.
 
Patricia Bullrich, en tanto, defiende la redacción de Stuzenegger pero reclama que la situación se destrabe porque cree que si la reforma no tiene un tratamiento express y media sanción antes de las fiestas, después puede empantanarse. Su plan original de dictaminar esta misma semana, incluso el viernes a última hora, se fue diluyendo con el correr de las horas. El escenario más optimista apunta a sesionar en vísperas de noche buena. Sería un verdadero milagro navideño, mientras la CGT y el peronismo se abroquelan contra la reforma laboral anti obrera y pro patronal de Milei.
 
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