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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 23-08-2021 / 10:08
PANDEMIA: LO PEOR YA PASÓ Y NO HAY BOMBA DESPUÉS DE LAS ELECCIONES

Indicadores económicos reflejan una muy firme recuperación de la actividad

Indicadores económicos reflejan una muy firme recuperación de la actividad
Pese a amenazas de estallidos de consultores del poder, datos duros muestran a la economía en niveles prepandemia. La situación igual es crítica en el frente socio-laboral. La tarea inmediata es bajar la inflación y fomentar el incremento de los ingresos de los sectores populares.
En estos días, cuando la secta de economistas conservadores, con simpatías más cercanas o más lejanas a la alianza macrismo-radicalismo, salieron a describir un presente horrible y un futuro peor, se difundieron indicadores que los desmienten.
 
No es novedad la persistencia en el error de diagnóstico y la inevitable equivocación en sus proyecciones, lo que debería ser un alerta permanente para eludirlos si el objetivo político es intervenir en las profundas desigualdades agudizadas en esta crisis y en la mayor fragilidad socio-laboral de las mayorías.
 
En términos estructurales, la economía está muy golpeada por la peor crisis global de, por lo menos, los últimos cien años. Situación dramática que se montó sobre el desastre de la administración de la economía por parte del gobierno de Mauricio Macri.
 
Para ocultar la calamidad de esos cuatro años, el discurso económico dominante pretende convencer de que el deterioro se extiende desde hace diez años, para así incluir el segundo gobierno de Cristina Fernández.
 
De ese modo, buscan la confusión analítica de interlocutores distraídos para inducirlos a la conclusión de que unos y otros serían igualmente responsables del estancamiento económico. No es así, aunque les cueste admitirlo a los representantes locales del neoliberalismo, cuyas experiencias en gestión de gobierno (dictadura cívico-militar, Menem + De la Rúa y Macri) terminaron cada una en debacles económicas.
 

 
La crisis comienza a fines de 2015, no en el 2011
  
Cualquier comparación con respecto a la situación económica a finales de 2015 o de 2011 muestra la existencia en esos años de una economía desendeudada y sin el FMI, y que tenía como principal desafío relajar la restricción externa para retomar un sendero de firme crecimiento, que permitiera seguir reduciendo el desempleo y, fundamentalmente, perforar el núcleo duro de la pobreza por ingresos de un cuarto de la población.
 
En cambio, ahora, el objetivo es recuperar la actividad productiva para alcanzar, al menos, esa misma base socioeconómica entonces cuestionada por el discurso conservador que, además, se filtra con el mismo desvío en ciertos círculos analíticos de la heterodoxia.
 
En la evaluación de la coyuntura económica, datos duros descolocan a los hombres de negocios dedicados a la comercialización de información económica en el microclima del poder económico.
 
Esas personas presentadas en los medios de comunicación como economistas son, en realidad, actores que cumplen una tarea eminentemente política en la construcción social de expectativas.
 
Desde hace algunas semanas están concentrados en advertir que después de las elecciones viene el ajuste o el estallido por la bomba electoral, ya sea por vía cambiaria o por desborde inflacionario. Esto revela, primero, que hoy no hay ajuste. Después, que esa amenaza es un deseo político más que una evaluación rigurosa de la cuestión económica. Y, finalmente, exhibe una vez más la vulgaridad de ese análisis repetido en cada uno de los años de gobiernos kirchnerista/Frente de Todos para convocar audiencias o, simplemente, por pereza intelectual.
 
 
El ajuste es una propuesta insensible
  
¿A quién se le puede ocurrir que después del desastre económico del macrismo y la devastación de la pandemia, a pocos meses del comienzo de una recuperación heterogénea y con ingresos de los sectores populares golpeados, resulta necesario aplicar un ajuste fiscal, monetario y cambiario?
 
Es tan absurdo el planteo que sólo puede ser entendido por la potente negación de esos dos acontecimientos, uno local con el fiasco del tercer ciclo neoliberal de los últimos 45 años, y otro externo con la pandemia que alteró el funcionamiento de la economía global como no lo había hecho ninguna otra crisis mundial desde la Segunda Guerra.
 
Las consecuencias sociales y laborales de estos dos golpes fulminantes son terribles para millones de personas. Cualquier política económica que no atienda la demanda de clases medias castigadas y bajas postergadas tiene destino de fracaso.
 
No ocuparse de esas demandas no implica solamente insensibilidad ante el sufrimiento de millones, sino que quienes lo proponen calzan potentes anteojeras ideológicas a prueba de evidencias. Son los mismos que dicen que los pobres son pobres porque no quieren trabajar, y que no lo hacen porque reciben un plan de asistencia del Estado.
 
Que la economía argentina tiene varios desafíos para encontrar un sendero de estabilidad no es secreto. La clave es identificar cuáles son esos desafíos y cómo encararlos para mejorar el bienestar general que, evidentemente, son diferentes a los que insisten diariamente el elenco estable de promotores del miedo en la economía.
 
 
Datos duros que golpean en el rostro de economistas de la city
  
La tasa de inflación mensual sigue muy elevada, aunque después del pico de 4,8 por ciento en marzo pasado ha ido descendido mes a mes, y es probable que el índice de agosto comience con el número 2. Igual sigue siendo alto.
 
La pobreza e indigencia continúa en niveles intolerables y los ingresos de los sectores populares no pueden recuperarse en forma sostenida por el constante aumento de los precios de los alimentos.
 
Teniendo en cuenta que esos dos objetivos inmediatos deben ser las principales misiones de la política económica, datos duros de la actividad exhiben un panorama bastante diferente al amenazador que publicita el dispositivo mediático y político de derecha.
 
Los siguientes indicadores económicos, de fuentes públicas, los desmienten:
 
1. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de junio pasado, indicador adelantado mensual del PIB, avanzó 2,5 por ciento y se ubicó en un nivel similar al de marzo 2021, reflejando la rápida normalización de actividades luego del impacto de la segunda ola de la covid-19 en abril y mayo. Con respecto a un año atrás la economía creció 10,8 por ciento, todavía 2,2 puntos porcentuales por debajo del nivel prepandemia (febrero 2020).
 
2. La industria manufacturera creció 11,7 por ciento en junio en comparación a junio de 2019. En el primer semestre de 2021 aumentó 4,6 por ciento respecto al mismo semestre de 2019. La industria ya está varios escalones por encima de la prepandemia, y va en camino de superar la pandemia desindustrializadora del macrismo, proceso que tanto la conducción y los análisis de coyuntura de la Unión Industrial Argentina parecen no registrar.
 
3. Esta recuperación industrial se está notando en el empleo, con 12 meses seguidos creando puestos de trabajo. Ya hay 23 mil puestos industriales más que a finales de 2019. Esto contrasta con lo sucedido en el gobierno de Macri, en donde el empleo industrial retrocedió en 46 de los 48 meses de gestión.
 
4. La inversión en el primer trimestre de 2021 creció 14 por ciento respecto a la media de 2019. Todos los principales componentes de la inversión repuntaron frente al año de la prepandemia, destacándose equipos de transporte y maquinarias de origen nacional.
 
5. La mejora de la inversión está impulsando el empleo en los fabricantes de bienes de capital. Existen 2200 empleos formales más en ese sector que en 2019, con un muy buen desempeño de la industria de maquinaria agrícola, que creó 1200 de esos empleos.
 
6. El comercio exterior está registrando una notable expansión. En los primeros siete meses de 2021 alcanzó el mayor crecimiento en ocho años. Las exportaciones del mes pasado se ubicaron entre los mejores registros de julio de la historia del comercio exterior. El alza de los precios (33 por ciento en doce meses) explica gran parte de ese comportamiento, pero también el repunte de las cantidades exportadas. El saldo comercial de los primeros siete meses fue superavitario en 8310 millones de dólares.
 
7. Por el lado de las importaciones, el total de 5715 millones de dólares del mes pasado representa un alza anual de 65,6 por ciento. Este dato ofrece dos lecturas que refutan análisis de la city: pese al estricto control del mercado cambiario, el flujo de dólares para importaciones esenciales para la producción no ha tenido trabas, y ese comportamiento de las compras externas refleja la recuperación de la economía, puesto que la mayoría de esas operaciones fueron insumos y bienes de capital.
 
8. Las ventas con Ahora 12 en el rubro turístico superaron los 8000 millones de pesos en julio, y es el mayor valor desde 2019.
 
9. En el sector de producción de maquinaria, los puestos de trabajo formales vienen creciendo desde abril de 2020. Ya se incorporaron 3600 nuevos puestos. Con estos niveles, no sólo superó la situación de empleo prepandemia, sino que también se ubica por encima de abril de 2018. En el subsector de maquinaria agrícola, hay casi 4 por ciento más de trabajadores asalariados que en marzo de 2018.
 
Este resultado permite otra conclusión: pese a las críticas destempladas cuando se indica que el sector agropecuario está contabilizando rentabilidades fabulosas, una de las mejores de este siglo, la evolución muy favorable de la producción de maquinaria agrícola sólo confirma la extraordinaria bonanza del campo. Si no les fuera tan bien, no estarían en lista de espera para comprar cosechadoras y sembradoras.
 
 
Tiempo de convivir con la brecha cambiaria
  
Ahora bien, el principal desafío de la economía es crecer con inclusión social, generando empleo, mejorando el ingreso de los sectores populares, sustituyendo importaciones y aumentando exportaciones para desplazar la restricción externa.
 
La idea de la unificación cambiaria vía una fuerte devaluación, como clama a grito la derecha y sugieren grupos heterodoxos, es el camino seguro para terminar abortando los síntomas de salida de la noche macrista potenciada con la pandemia.
 
En una economía bimonetaria, muy endeudada, con devastación social y laboral, fragilidad productiva y una oposición política-mediática implacable, considerar que llevar la paridad de 100 a 180 pesos es la solución de corto plazo es de una ingenuidad impactante, además de brutal para las condiciones materiales de los sectores populares.
 
Administrar la política económica conviviendo con una brecha cambiaria es más compleja, y esto no es novedad. Es una limitación que no se superará con voluntad política o por la medida drástica de una fuerte devaluación, como en forma irresponsable proponen economistas del poder.
 
La brecha cambiaria será una potente restricción en el manejo de la política económica, además de que será un instrumento de desestabilización política. La habilidad del responsable de la política económica quedará demostrada en la calidad de esa administración, que es mucho más complicada que livianas recomendaciones de consultores sin responsabilidad en la gestión.
 
 
¿Quiénes tienen que dar las gracias?
  
Una de las misiones centrales del Gobierno es reconstruir el entramado productivo, pero esa tarea tiene que venir de la mano de cicatrizar las heridas del entramado sociolaboral.
 
Es intolerable para la historia política argentina los actuales niveles de salarios reales, pobreza, exclusión social y fragmentación laboral.
 
La pandemia determinó que este sea un período histórico de epopeyas colectivas, como la campaña de vacunación. Es un momento extraordinario, y quien no lo entienda perderá la oportunidad de intervenir en esa realidad para avanzar en transformaciones que, en otras circunstancias, serían más difíciles.
  
Se necesitan medidas económicas extraordinarias con iniciativas políticas extraordinarias para momentos históricos extraordinarios.
 
El aporte de las Grandes Fortunas fue una de esas medidas, que quienes pagaron deberían dar gracias a esa iniciativa porque dejó en evidencia la existencia y la necesidad de un Estado que, con esos recursos, pudo ocuparse de evitar una crisis social, económica y sanitaria todavía más dura.
 
Por Alfredo Zaiat
 
Fuente: Página12
 

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29-12-2025 / 09:12
La metodología del Indec para algunos indicadores centrales de la economía y la sociedad vienen recibiendo cuestionamientos debido a la distancia que existe entre las mediciones y lo que ocurre en la realidad.
 
Un informe de Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó en detalle las distintas controversias en torno a las estimaciones del organismo de medición oficial y encontró claras inconsistencias en las cifras sobre salarios -que impactan en el cálculo de la pobreza-, en las de pobreza e inflación -por la sub ponderación de indicadores claves- y en la estimación de la actividad económica -con la que evitaron titulares sobre el ingreso de la economía en recesión-.
 
Las modificaciones en las formas de calcular, para que los datos se adapten a la narrativa del gobierno de Javier "el Loco Milei, no solo agregan descrédito a las estadísticas oficiales e imposibilidad de realizar comparaciones certeras con años previos, sino que subestiman problemáticas graves a las que el Estado debería ubicar en el eje de sus políticas.
 
El reporte reveló que entre la asunción de Milei en el Ejecutivo y mayo de 2025, el salario del empleo no registrado publicado por Indec registra un aumento real acumulado de 27,2 por ciento, "mostrando un desacople significativo respecto del resto de los asalariados".
 
El dato tiene como base a la EPH, que por cambios metodológicos introducidos desde fines de 2023 "comenzó a captar con mayor precisión ingresos no laborales previamente subregistrados (Tarjeta Alimentar, pensiones no contributivas, Progresar y otros programas)".
 
El problema, de acuerdo con CEPA, es que el instituto no explicó el impacto de estas modificaciones sobre la comparabilidad histórica de la serie. "Esta mejora en la captación de ingresos afecta no sólo la medición del salario no registrado, sino también la estimación de la pobreza y la comparación con otros indicadores salariales, como el salario registrado del SIPA", remarcó el documento.
 
Sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la dificultad está relacionada con el uso de una canasta de consumo y una estructura de ponderadores que no resultan representativas de los patrones de consumo actuales de los hogares. Por ejemplo, no pondera de forma adecuada los fuertes aumentos tarifarios, de alquileres y de combustibles.
 
"Así, entre noviembre de 2023 y noviembre de 2025, la inflación acumulada sería de 288,2 por ciento con ponderadores actualizados, frente al 249,5 por ciento resultante de la metodología vigente, una brecha cuya relevancia ha sido señalada incluso por el FMI", sostiene CEPA.
 
La medición de la pobreza es otro de los indicadores que quedó en el centro de las críticas. Por un lado, la Canasta Básica Total (CBT) se construye a partir de una relación gasto alimentario-no alimentario que subestima el peso actual de los servicios y el transporte, explica el reporte.
 
"En la última medición, la CBA representa el 45 por ciento de la CBT, un valor significativamente superior al observado en encuestas previas de gastos de los hogares", afirma CEPA. El impacto en el número final contiene entonces la subestimación del componente no alimentario "en un contexto de fuertes aumentos tarifarios".
 

28-12-2025 / 12:12
Las ventas en rubros estratégicos de Alimentos caen hasta 20% interanual, y aun así las fábricas avisaron aumentos mayores al 5% desde el 1 de enero. El diagnóstico de la UIA da balance en rojo de Los 4 grandes. Deberá el presidente Javier "el Loco" Milei quemar en la hoguera de los balances de fin de año una de sus teorías predilectas sobre uno de los fenómenos que creyó tener bajo control, pero que se le está desmadrando.
 
Apasionado por la idea del poco iluminado economista austríaco Carl Menger, el mandatario aplicó uno de sus principios para -a lo largo de estos dos años- afirmar que los precios se establecen en relación no a los costos de producción y otros factores, sino a la cantidad de dinero que los consumidores estén dispuestos a convalidar como precio de ese bien.
 
Pero los hechos muestran que pasó exactamente lo contrario: hace varios meses, y sobre todo con mayor intensidad desde el triunfo electoral libertario el 26 de octubre, las grandes empresas del sector alimentos decidieron subir los precios, aún en un contexto de consumo masivo desplomado.
 
Es decir, eligieron regular su pérdida aumentando el precio del producto, sin importar lo que los consumidores creen, convalidan o rechazan sobre esos precios. Y esto pegó de lleno en las mediciones de inflación del INDEC, que siguen centradas más en Bienes que en Servicios, a pesar del cambio de composición en el gasto de los hogares.
 
Así, Milei y su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, se garantizaron la permanencia en el escenario que todos los gobiernos intentan esquivar: la estanflación, es decir, estancamiento de la actividad con inflación al alza.
 
Desde octubre, de hecho, no hubo ni una sola semana con precios de alimentos estables, y las últimas cuatro semanas del mes acumulan un alza de al menos 2,5 por ciento en un rubro clave como es el consumo de bienes básicos.
 
PáginaI12 accedió en las últimas horas a listados con aumentos de precios de hasta 6 por ciento a aplicarse desde el 1° de enero en diferentes rubros. "No hay explicación alguna", admiten los comerciantes que recibieron las alzas, pero aseguran que las empresas de alimentos nucleadas en la Coordinadora de Productores de Alimentos (COPAL) precisan que no hay otra forma de amortiguar que la crisis que venden por precios lo que no sale de góndola por cantidades.
 
Hay un pelotón de firmas, entre las que están los gigantes Procter & Gamble, SC Johnson y Unilever, que ya avisaron que desde el 1° de enero aumentan un 5 por ciento toda su línea de productos. Un poco más abajo, aparecen lácteas como La Serenísima, que pasaron listas con aumentos del 2,5 para enero. Esto último es curioso, dado que la mayoría de las empresas, a diferencia de lo que ve el Gobierno, estiman que la inflación será mayor, no menor, en los meses siguientes.
 
En ese grupo de las que pasaron aumentos cercanos al 3 por ciento también aparecen Coca Cola y Pepsi, y varias de las empresas que producen cerveza, que hace al menos tres meses no suben de precio y tienen ventas derrumbadas, aún en los calores, temporada alta de su negocio.
 
Lo curioso es que, a muchas de estas firmas, hace cerca de dos semanas, los supermercados y comercios ya les rechazaron listas de aumentos por no querer aplicarlos. El Gobierno, que se jacta de ser el más liberal del mundo, les ruega a los comerciantes que no acepten aumentos, sino el desborde sería mayor.
 

27-12-2025 / 09:12
Negando lo innegable, defendiendo lo indefendible. Con iglesias evangélicas que se oponen al aborto pero apoyan a un gobierno que regala libros que elogian a proxenetas y narcos; con militares que votan en masa a un gobierno que los lleva al suicidio; con industriales que se entusiasman con el oficialismo que los lleva a la quiebra; con jóvenes que se ilusionan con un "cambio" que les roba el futuro; con un gobierno que abandona a los discapacitados, pero se queda con una coima del tres por ciento de sus medicamentos, el país parece terminar el año en un descomunal aquelarre cuya lógica la oposición no termina de aprehender.
 
Surgen gurúes de la pobreza que entienden todo y autoflagelaciones de culpa que recriminan incapacidad, pero en realidad no se trata de un fenómeno exclusivo, sino que acompaña la deriva de Occidente. Estados Unidos, que ha sido la matriz ideológica de las últimas décadas, se ha lanzado a la conquista agresiva de Latinoamérica.
 
El diseño es igual de esquizofrénico, primero establece una ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que le permite sólo a Estados Unidos fabricar guerras para robar petróleo, como a Venezuela, confiscar recursos financieros, como a Rusia, o decretar aranceles de castigo para todo el mundo.
 
Y después la completa con lineamientos de seguridad nacional que le permiten agredir, invadir o bloquear a cualquier otro país. La esquizofrenia está en la pretensión de que el mundo acepte esos auto permisos como leyes establecidas incluso por los que son agredidos.
 
En la que fue la primera democracia del planeta cualquiera puede ser detenido sin causa sólo por el tono de su piel y tiene de presidente a Donald Trump que fue acusado de intentar un golpe de Estado. Por años, Occidente ha asimilado en forma bizarra el producto ideológico de esa matriz que en realidad ocultaba la relación entre el imperio y sus colonias dominadas.
 
Con la pérdida de poder de Estados Unidos en su puja con China, el fondo de esa lógica quedó al descubierto, pero Washington mantiene la pretensión de que su propuesta de opresión se asuma como de libertad. Parece una estupidez obvia, pero cuenta con el dispositivo de construcción simbólica más poderoso del planeta y de la historia de la humanidad para hacerlo creíble.
 
Aparecieron réplicas en América Latina y aquí en Argentina se expresó en los libertarios, donde esa palabra que identificaba a los viejos anarquistas fue apropiada por lo opuesto: el poder de las corporaciones sobre el resto de la sociedad; la palabra Libertad también significa lo opuesto a lo que ellos proponen y la idea de "cambio" en realidad significa para ellos romper los cambios verdaderos que promovieron igualdad y libertad.
 
Son sociedades donde la esperanza se reemplazó por la ansiedad y la depresión, porque la ilusión de que sólo basta el mérito personal termina en frustración. Son sociedades, como la Argentina, donde el suicidio se ha triplicado a causa de la frustración y la depresión y se ha convertido en la principal causa de muerte violenta en los jóvenes entre los 10 y 19 años. Todos los días se suicida un chico o chica en Argentina según un informe del Ministerio de Seguridad que se publicó a mediados de noviembre, en 2024 hubo 4294 suicidios.
 
En la semana previa a las navidades, -que la diputada libertaria Juliana Santillán confundió con las Pascuas (¡!)- hubo tres suicidios de soldados y otro de un gendarme. Las Fuerzas Armadas y De Seguridad votaron masivamente a este gobierno que los ha hundido en la pobreza. 
 

26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
La Opinión Popular
 

24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
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