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Internacionales - 03-06-2021 / 10:06
LA REBELIÓN CONTRA EL NEOLIBERALISMO RECORRE LATINOAMÉRICA

La represión actual en Colombia es similar a la de Chile en 2019

La represión actual en Colombia es similar a la de Chile en 2019
Una de las principales demandas del pueblo colombiano movilizado tiene que ver con una reforma policial, a partir de la extrema violencia con que viene actuando la fuerza contra los manifestantes, que contabiliza alrededor de 60 muertos y mil personas con diversas heridas, incluidas varias decenas con lesiones oculares producto de proyectiles o gases lacrimógenos.
Una de las principales demandas del pueblo colombiano movilizado tiene que ver con una reforma policial, a partir de la extrema violencia con que viene actuando la fuerza contra los manifestantes, que contabiliza alrededor de 60 muertos y mil personas con diversas heridas, incluidas varias decenas con lesiones oculares producto de proyectiles o gases lacrimógenos. Una ONG chilena destacó la similitud en las consecuencias de la represión a las manifestaciones populares que llevan más de un mes en Colombia con lo ocurrido en Chile en contextos similares en 2019.
 
Las marchas contra Jair Bolsonaro en Brasil y la represión y violaciones a los DD.HH. en Colombia, muestran que, en los últimos tiempos, los regímenes neoliberales de América Latina están recibiendo fuertes cuestionamientos. Los pueblos del subcontinente se rebelan contra un sistema económico y social que los llevó a la pobreza mientras las elites se vuelven más opulentas haciendo grandes negocios con la complicidad de los gobiernos. En Chile y Colombia estos procesos de rebelión -si bien están en distintas fases- son un claro ejemplo del nuevo escenario político de la región.
 
Chile fue el primer país latinoamericano en caer bajo la bota del neoliberalismo y sirvió de cabecera de playa para que ese modelo, made in USA, se expandiera al resto del continente. En octubre de 2019 estallaron las revueltas, primero en Santiago y después en todo el país, que pese a la durísima represión desatada por el gobierno -plenamente identificados con el neoliberalismo- están provocado cambios decisivos, actuales y a futuro.
 
La primera sorpresa se vio con el derrumbe ideológico y económico de Chile -que la derecha continental usaba como ejemplo para adoctrinar al resto de los sudamericanos- y el consecuente avance de las ideas y de las expresiones políticas identificadas con el progresismo y la izquierda. Las recientes elecciones para elegir convencionales constituyentes y autoridades regionales y municipales confirman ese drástico cambio de rumbo político.
 

 
Chile padeció años durísimos en los que debió soportar una de las dictaduras más sangrientas, encabezada por un militar cuyo nombre pasó a ser sinónimo de terrorismo de Estado en el mundo. Hoy, entre las convulsiones del país trasandino, no pocos advierten un «detalle» económico: el papel que empezó a jugar el litio en el mundo, mineral que ha pasado a ser casi imprescindible en la poderosa industria de las tecnologías electrónicas. Es sabido que Chile se cuenta entre las principales reservas del mundo, junto a Bolivia y Argentina, y hay poderosos intereses que hoy posan sus miradas sobre la región por este motivo.
 
De ahí entonces que las fuerzas democráticas de Chile, aún aquellas que con fuerte sesgo oportunista apoyaron al pinochetismo post dictadura, no deben bajar la guardia tras la euforia motivada por sus notables triunfos electorales. La historia continental enseña que nunca faltaron los militares o los civiles susceptibles de ser tentados por el poder o el dinero. El reciente golpe de Estado en Bolivia es solo el último ejemplo de una larga lista.
 
La Opinión Popular
 
 
La represión actual en Colombia, con semejanzas a la de Chile 2019
 
Lo destaca una ONG chilena. Mientras, el Comité Nacional del Paro mantuvo una nueva reunión con el gobierno de Iván Duque, pero no se registró ningún avance que pueda evitar nuevos choques.
 
Una ONG chilena destacó la similitud en las consecuencias de la represión a las manifestaciones populares que llevan más de un mes en Colombia con lo ocurrido en Chile en contextos similares en 2019.
 
Rodrigo Salinas Corona, creador de la fundación Los Ojos de Chile, profesor y activista social, aseguró en una entrevista a un medio colombiano que "en Chile vivimos una represión increíblemente similar a la que se vive en Colombia. Tan increíble que los procesos parecen marcados, como si estuvieran siguiendo el mismo instructivo: traumas oculares, desapariciones, golpizas, muertos, represión absoluta".
 
En tanto, el Comité Nacional del Paro, que representa a la mayoría de los sectores involucrados en la protesta, mantuvo hoy una nueva reunión con el gobierno, en la que no se llegó a ningún acuerdo para desescalar la violencia, a pesar del que el CNP se había expresado dispuesto a levantar bloqueos para favorecer el clima social.
 
Una de las principales demandas del pueblo movilizado tiene que ver con una reforma policial, a partir de la extrema violencia con que viene actuando la fuerza contra los manifestantes, que contabiliza alrededor de 60 muertos y mil personas con diversas heridas, incluidas varias decenas con lesiones oculares producto de proyectiles o gases lacrimógenos.
 
"Nosotros en Chile pensamos que nuestra policía debería refundarse, porque tenemos una institución que no solo tiene cero credibilidad en la gran mayoría de la población, sino que además se ha visto involucrada en temas de corrupción que han sido probados por la ley en casos de violación a los derechos humanos. La policía debe ser reformulada, reinstitucionalizada y la idea sería refundarla", expresó Salinas Corona, reflejando coincidencia también en ese punto.
 
De la represión policial de 2019 en Chile quedaron, además de 35 muertos, alrededor de 400 personas con lesiones oculares, en algunos casos con ceguera definitiva. El titular de Los Ojos de Chile explicó que "desde la Fundación nos propusimos pedir dinero para poder solventar algunos gastos extra que tenía las víctimas, que solamente se podían atender en un solo hospital en Santiago de Chile y no tenían ningún otro medio de ser atendidos por otro hospital público"
 
"Encontramos personas que estaban en un estado de shock absoluto, sin ayuda estatal, siendo estigmatizadas por una parte mínima de la sociedad que se refería a ellas como vándalos y delincuentes", continuó.
 
Salinas afirmó además que "la prensa oficialista ayudó mucho a que esta imagen se creara, pero lo que yo me encontré fue con personas que sólo salieron a protestar, a manifestarse, a golpear una cacerola, no eran personas que fueran a saquear, a quemar todo, sólo querían mostrar su descontento contra un gobierno y contra un sistema y se encontraron con una policía altamente represiva, armada y disparando a los ojos".
 
Fuentes: Tiempo Argentino y La Arena
 

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