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Nacionales - 27-03-2021 / 20:03
28 DE MARZO DE 1968: NACE LA CGT DE LOS ARGENTINOS

Raimundo Ongaro: Unirse desde abajo y organizarse combatiendo

Raimundo Ongaro: Unirse desde abajo y organizarse combatiendo
Encuentro de Raimundo Ongaro de la CGT A y Agustín Tosco, líder de la sede cordobesa, uno de los principales artífices del Cordobazo. Circa 1968
El golpe de 1955 destruyó las conquistas sociales y políticas logradas por los trabajadores y el Movimiento Obrero durante el peronismo, quienes resistieron los planes de las dictaduras gorilas luchando por ellas.

La Confederación General del Trabajo de los Argentinos (CGT de los Argentinos o CGT A) fue la central obrera que reunió a dirigentes y movimientos sindicales que se oponían al establecimiento de un pacto de los gremios con la dictadura militar encabezada por Juan Carlos Onganía.

El Congreso Normalizador "Amado Olmos", realizado el 28 de marzo de 1968, elige al dirigente gráfico Raimundo Ongaro como secretario general de la CGT A, mientras se retiran los gremios colaboracionistas y vandoristas que constituyen la "CGT de Azopardo".

Pocos días después, la nueva Central dará a conocer el "Programa del 1º de Mayo de 1968", que sigue los lineamientos de los históricos Congresos sindicales peronistas de La Falda, en 1957, y Huerta Grande, en 1962, de contenido antiimperialista, anti monopólico y anti dictatorial.

La formación de la CGT A significó un cambio fundamental en el desarrollo político de la década, en la historia del peronismo y en el movimiento popular argentino. No ofrecía "a los trabajadores un camino fácil, un panorama risueño, una mentira más, sino a cada uno un puesto de lucha".

La CGT A, en la que confluyeron sindicalistas, agrupaciones estudiantiles, gremiales y políticas, tanto peronistas, como radicales, socialistas, comunistas y casi toda la amplia gama de la izquierda, sacerdotes del tercer mundo y diversos sectores socialcristianos, se convirtió en eje articulador de la resistencia contra la dictadura de Onganía.

Su marca sería indeleble y su herencia principal, el Cordobazo, detendría la embestida oligárquica iniciada en la Revolución Libertadora, voltearía a la dictadura de Onganía, e iniciaría la contraofensiva popular que trajo de vuelta a Juan Perón al país y al peronismo al gobierno en 1973.


Propaganda macrista: De Goebbels a Durán Barba 
Escribe: Blas García 

 

Golpe del 28 de junio de 1966

El 28 de junio de 1966 un golpe militar liderado por el General Juan Carlos Onganía derrocó al presidente radical Arturo Umberto Illia e instaló una dictadura que respondía a los intereses de los monopolios nacionales y extranjeros que dominaban la economía nacional, entregando su manejo a los sectores más conservadores y liberales. Esto trajo el quiebre de las economías regionales y la crisis de las pequeñas y medianas empresas.

La política social de salarios deprimidos, despidos injustificados y masivos, anulación de indemnizaciones, elevación de la edad jubilatoria de 55 a 60 años, etc., que suprimió los derechos gremiales y reprimió las huelgas y actividades obreras, engendró jornadas de rebelión popular generalizada, cuyo punto superior fue el "Cordobazo" en 1969.


Dirigencia sindical

Sectores importantes de la dirigencia sindical acogieron con optimismo a la "Revolución Argentina": el inventor del "peronismo sin Perón" Augusto Timoteo "el Lobo" Vandor, José Alonso y otros sindicalistas, asistieron en la Casa Rosada a la asunción del dictador. Buscaban revivir la vieja alianza pueblo-fuerzas armadas y deslumbrados por la proximidad del poder, aconsejando calma y retrocesos tácticos, desalentando la resistencia.

El régimen militar, sin embargo, desplegó medidas económicas lesivas a la producción nacional y socavó el poder sindical suspendiendo aumentos salariales y negociaciones colectivas. Ante el avance de estas políticas oligárquicas, la resistencia creció entre las bases obreras.

En marzo de 1967, la CGT, liderada por Francisco Prado y tutelada por Vandor, ensaya un acto de firmeza contra la dictadura denominado "Plan de Acción de Principios", viciado por la falta de convicción de quienes lo organizaron. Lo levantan a poco de empezar echándole la culpa a "la falta de espíritu combativo de los trabajadores". Horas después se sentaban con los militares a negociar.

La profundización de la represión a los sindicatos era la demostración fehaciente de que la táctica de "primero golpear y después negociar" practicada hasta entonces por los principales dirigentes del gremialismo argentino encontraba su límite. 

Entretanto, los sindicatos más combativos eran puestos al margen de la ley, presionados y reprimidos. Ante esa catástrofe, la dirigencia sindical advirtió que tenía dos opciones: enfrentarse al régimen y perder los sindicatos, o no enfrentarse y perder credibilidad.


Alberte, el Delegado de Perón 

A comienzos de 1967, Juan Perón nombra al Mayor Bernardo Alberte -su antiguo edecán militar- Delegado Personal y Secretario General del Movimiento Peronista.

"El Yorma" Alberte puso fin a la etapa de "desensillar hasta que aclare" desafiando las persecuciones desatadas por la dictadura. En poco más de un año, puso en pie a un Movimiento Peronista que estaba postrado y dividido, dando particular intervención a la juventud.

La política seguida por Alberte fue de lucha frontal contra el régimen de Onganía, de apertura a los sectores sociales y políticos que se le oponían y de apoyo a los sectores sindicales más combativos dentro del peronismo.

En enero de 1968, muerto el dirigente gremial Olmos en un sospechoso accidente, Alberte consultó inmediatamente a Madrid sobre quien podría ser el reemplazante. La sugerencia fue "El Lobo" Vandor. Según Perón, Vandor estaba muy cambiado, el general Onganía lo había dejado en la estacada y había vuelto al redil. Entonces había que aprovecharlo. Esa sería la interpreta­ción de Perón.

Alberte no acata la sugerencia. Impulsa a Raimundo Ongaro, que era el hombre más indicado para resistir al gobierno de Onganía, y resistirlo en serio.

El mayor Alberte viaja solo a Madrid. Imposible saber lo que hablan el General y su antiguo edecán a mediados de febrero en Madrid, pero es evidente que Perón: o se convence o se deja convencer.

El 19 de marzo Alberte decidió avanzar en una nueva conducción del movimiento obrero, respaldó al sector combativo, para construir una CGT que enfrente abiertamente a la dictadura y defienda las banderas históricas del peronismo.

Repu­diando además, el decreto del gobierno que reglamentaba al movimiento sindical, oponiéndose a todos los reclamos del vandorismo y de la dictadura, como el de impedir la participación en el congreso de la CGT de los gremios intervenidos, casualmente los más combativos.

Reclama, asimismo, un pro­grama de acción basado en:

-lucha contra la desocupación,
-aumento de salarios y descen­so de la carestía,
-defensa de las empresas nacionales como fuente de trabajo y de defensa de la soberanía,
-oposición a la penetración imperialista por parte de los monopolios de la cultura, las FF.AA., y los sindicatos,
-oposición a los despidos en las empresas del Estado.

La CGT A seguramente no habría existido sin la decisión de Alberte de desatender la sugerencia de Perón de nombrar a Vandor al frente de la CGT.


El movimiento estudiantil se prepara

En enero de 1968, recibimos en Córdoba, a través de los compañeros del Mayor Alberte, la información de estos movimientos gremiales para constituir una nueva conducción de la CGT.

Acordamos inmediatamente una reunión en Rosario para el día 27 de enero con Amado Olmos, el legendario dirigente del gremio de Sanidad, que surgía como el posible Secretario General de la CGT, apoyado por Juan Perón.

El encuentro tuvo lugar en el marco de un Congreso de los sectores estudiantiles que luego conformarían la Unión Nacional de Estudiantes (UNE): los Integralismos de: Córdoba, Chaco, Corrientes, San Luis y Santa Fe; la Unión de Estudiantes del Litoral de Rosario y la Liga Humanista renovadora de Buenos Aires, que venían todos de un origen social cristiano y estaban haciendo el paso al peronismo como buena parte de los sectores de la clase media.

Muchos de los militantes universitarios de estas corrientes nos incorporaríamos, a finales de esa década, a la lucha política adhiriendo al peronismo revolucionario.

Lamentablemente, el día previsto para la reunión se mató Amado Olmos, en un sospechoso accidente, y debimos juntarnos con los dirigentes Julio Guillán, de los telefónicos, y Lorenzo Pepe, de la Unión Ferroviaria, quienes nos interiorizaron de los pormenores de lo que estaba ocurriendo en la CGT.
 

Congreso normalizador de la CGT

Entre el 28 y el 30 de marzo de 1968, en Buenos Aires en la sede de la UTA, se reunió el Congreso Normalizador de la CGT donde concurren los gremios combativos, vandoristas y colaboracionistas. Pese a la oposición de la conducción peronista de Alberte, el sector vandorista intentó lograr el apoyo de todo el arco colaboracionista con la dictadura e impedir la participación de los gremios intervenidos.

Como el prestigio de la conducción de Alberte era muy alto, y ante el temor de quedar en minoría, Vandor se retiró del Congreso, dejando sólo al sector combativo que sesionó sin los colaboracionistas, lo que daría origen a la nueva CGT.

El congreso normalizador logró funcionar a pesar de la maniobra de Vandor de sacarle el quórum comprando delegados. Los combativos lograron pasar de 218 delegados a 393 lo cual aplastó las maniobras del Lobo.

Derrotado Vandor, el congreso votó un repudio a la dictadura, cuestión a la que el Lobo se oponía especialmente, también se solidarizó con el Dirigente portuario Eustaquio Tolosa condenado a cinco años de cárcel por Onganía, quien fue designado presidente honorario del Congreso. Además, se recordó al dirigente Amado Olmos muerto hacía poco y que debió haber sido ser el candidato de unidad de todo el sindicalismo peronista.

Se eligió una comisión directiva encabezada por Raimundo Ongaro, Secretario de la Federación Gráfica, como Secretario General de la CGT, convocando a los cuadros sindicales y políticos que estaban enfrentado con mayor dureza al régimen militar.

Estaban entre los fundadores o en el consejo directivo, los dirigentes: Ricardo De Luca, de obreros navales y del Movimiento Revolucionario Peronista; Julio Guillán, de los telefónicos; Lorenzo Pepe, de la Unión Ferroviaria; Amancio Pafundi, de los estatales: Jorge Di Pasquale, de los empleados de farmacia; Benito Romano, de los obreros azucareros.

Esta nueva CGT representaba el peronismo de la Resistencia, aquel que combatía la represión y la proscripción desde 1955 y que enfrentaba la propia traición en su seno, encarnada por el vandorismo y la burocracia sindical conciliadora, que habían apoyado el advenimiento de la dictadura de Onganía.

El sector de Vandor decidió no reconocer el Congreso y formó una conducción paralela que funcionaría en la sede legal de la CGT en Azopardo pues el Ministerio de Trabajo en manos de un amigo de Vandor -San Sebastián- no entregó la sede cegetista a la CGT A.


El sindicalismo combativo de tierra adentro

Producida la ruptura gremial, me encontraba en la ciudad de Tucumán, tratando de sumar al Integralismo a militantes y activistas universitarios democristianos. Estando allí, la Conducción me llama a Córdoba y me indica que debo viajar a Capital para trasmitirle el apoyo de nuestro movimiento estudiantil a la nueva CGT.

Así lo hice y pude conocer a Ongaro en la Federación Gráfica Bonaerense, en calle Paseo Colón, y por invitación de Ongaro participé en la mesa que presidía el encuentro del Comité Central Confederal (CCC) máximo organismo de la Confederación General del Trabajo llevando el apoyo y la solidaridad del movimiento estudiantil que representábamos.

Allí comenzó a expresarse con claridad, en los hechos no solo en las palabras, una tendencia nacional estudiantil para luchar junto a la clase obrera argentina, representada por la CGT de los Argentinos. Este proceso contribuyó en gran medida a la nacionalización y peronizacion de los estudiantes e importantes sectores de las clases medias.

Desde sus inicios, la CGT A cargaría con el peso de que en el sector vandorista estaban los gremios de mayor poder: Metalúrgicos, Textiles, Mecánicos, Vestido, del otro lado quedaban gremios combativos pero de menor peso: Gráficos, Farmacéuticos, Navales, Luz y Fuerza de Córdoba, Sanidad, etc.

El trabajo posterior de Ongaro permitió que adhirieran a la CGT A las delegacio¬nes de las CGT de: Córdoba, La Plata, Rosario, Santa Fe, Paraná, Corrientes, Chaco, Tucumán, Salta, Mendoza y otras regionales. Entre ellos sobresale Agustín Tosco, líder en la sede cordobesa, uno de los principales artífices del Cordobazo.

La adhesión de sindicatos y regionales CGT del interior, haría de la CGT A un bastión del sindicalismo combativo de tierra adentro y un verdadero problema para el vandorismo y demás fuerzas colaboracionistas propatronales del movimiento sindical.

La CGT A sería una pieza fundamental en la articulación del peronismo y la izquierda ya que a su política unitaria, combativa y no sectaria se sumarían intelectuales, universitarios, coordinadoras barriales, centros culturales, el movimiento de Sacerdotes Para el Tercer Mundo, los embriones de los grupos armados, todo el nuevo peronismo que expresaban John William Cooke, Gustavo Rearte y el Mayor Bernardo Alberte, la izquierda clasista y cuadros sociales en general.
 

Programa del 1º de Mayo

El 1º de mayo de 1968 la CGT de los Argentinos dio a conocer un programa titulado, "Mensaje a los trabajadores y al pueblo argentino" que levanta las banderas históricas plasmadas en la Constitución de 1949; y en los Programas obreros revolucionarios de La Falda (1957) y Huerta Grande (1962).

La CGT A retoma pronunciamientos históricos de la clase trabajadora peronista:

-la propiedad sólo debe existir en función social; 
-los trabajadores, como auténticos creadores del patrimonio nacional, tienen derecho a intervenir no sólo en la producción sino también en la administración de las empresas y en la distribución de los bienes, y 
-los sectores básicos de la economía pertenecen a la Nación.
El texto, redactado por Rodolfo Walsh, director del Semanario de la CGT A, reclama:
-la nacionalización del comercio exterior, los bancos, el petróleo, la electricidad, la siderurgia y los frigoríficos; 
-denuncia que los monopolios que arruinan la industria nacional, y que durante largos años han despojado a nuestro pueblo deben ser expulsados sin compensación de ninguna especie, y 
-aboga por una profunda reforma agraria.



Semanario de la CGT de los Argen­tinos

El 1° de mayo aparece el semanario de la CGT que Rodolfo Walsh funda y dirige por expreso pedido de Perón. El semanario circula hasta junio de 1969 en forma regular, para luego espaciar su aparición. Se publican en total unos cincuenta números.

El Semanario llegó a tirar un millón de ejemplares y sirvió de impulso a otras formas de comunica­ción, como las experiencias de militan­cia artística del pintor Ricardo Carpani, o el trascendental trabajo del Grupo Cine Liberación, que permitió la filmación de la película "La hora de los hornos" de Fernando Solanas y Octavio Getino.

Ese órgano de prensa impulsaría un gran debate, movilización y unidad en la lucha contra la dictadura, dando cabida a todas las expresiones del campo nacional, popular y revolucionario; y fue para todos nosotros una herramienta permanente de formación y organización política.


Apoyo de Juan Perón

A pesar de que Perón que no estaba del todo de acuerdo con la división del movi­miento obrero peronista, dos meses más tarde, desde Madrid saludaba al nuevo Secretario General expresándole su apoyo y reconociendo la nueva realidad del gremialismo, pronunciaba que:

"Desde el comienzo de las actividades de la CGT que Usted encabeza, he venido observando un cambio radical en la conducta de las organizaciones sindicales. Es indudable que la inacción suicida que caracterizó la etapa anterior, como consecuencia de la descomposición moral de un numeroso grupo de dirigentes sindicales que, en vez de cumplir con su misión, se dedicaron a especular deshonrosamente con su cargo, ha sido la causa que más ha gravitado en el desastre de la conducción de la clase trabajadora... El último Primero de Mayo ha sido sólo un síntoma de tal regeneración, después de varios aniversarios opacos y decepcionantes". 

La crítica implacable del líder del Movimiento a Vandor y a sus aliados, es la opción de Perón de pelear durante esta fase con su ala izquierda. Frente a la dureza del gobierno de Onganía, Perón resiste afirmándose en el sector combativo del Movimiento fomentando la constitución de una CGT poco propensa a los acuerdos de cúpula y a deslealtad.

La idea central de la estrategia de Perón es quebrar el campo enemigo, acumulando hacia el campo propio. Los sectores combativos y revolucionarios de peronismo ingresaban en un dispositivo amplio en donde convivían grupos con diferentes objetivos, subordinados siempre a la estrategia de Perón.

La formación de la CGT de los Argentinos fue un cambio fundamental en el desarrollo político de la década, en la historia del peronismo y en el movimiento popular argentino.

Su marca sería indeleble y su herencia principal, el Cordobazo, detendría la embestida oligárquica iniciada en la Libertadora, voltearía a la dictadura de Onganía, e iniciaría la ofensiva popular que trajo de vuelta a Perón al país y al peronismo al gobierno.

Escribe: Blas García

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Raimundo Ongaro: Unirse desde abajo y organizarse combatiendo
Rodolfo Walsh, Enrique Coronel, José Vázquez, Ricardo de Luca y Raimundo Ongaro, los principales orientadores del periódico de la CGT de los Argentinos en una conferencia de prensa.
Raimundo Ongaro: Unirse desde abajo y organizarse combatiendo
Afiche del artista Ricardo Carpani.
15-11-2025 / 10:11
Desde mayo la tendencia inflacionaria es al alza pero el IPC del Indec está lejos del sufrimiento de los bolsillos argentinos. Fuertes subas sub representadas que marcan un pulso en la calle muy distinto al que registra la estadística oficial. Es la mentira de las canastas de pobreza e indigencia. En ese marco, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei atraviesa un momento de creciente desgaste político y social, marcado por una serie de errores estratégicos, decisiones económicas controvertidas y promesas de campaña que se han diluido con el paso del tiempo.
 
Aunque el presidente continúa sosteniendo su discurso de reformas estructurales y combate contra la "casta", distintos sectores señalan falencias de gestión, inconsistencias doctrinarias y retrocesos que han afectado tanto su imagen como el rumbo de la administración. Uno de los principales focos de crítica apunta a la política económica. Pese a haber prometido libertad absoluta de mercados, el oficialismo implementó un esquema de devaluaciones administradas que contradice su discurso inicial.
 
Mientras se aplicó un crawling peg que deterioró salarios, jubilaciones y capacidad de consumo, también se produjo un reacomodamiento financiero que impactó sobre pymes y sectores productivos. El desarme de instrumentos financieros, como las letras estatales, generó un clima de incertidumbre que especialistas atribuyen a errores propios de gestión más que a herencias recibidas.
 
La gobernabilidad es otro frente de debilidad. Sin una base legislativa sólida y con tensiones internas, el oficialismo se apoyó recurrentemente en decretos, lo que debilitó la capacidad de negociación y profundizó la distancia con fuerzas aliadas y opositoras. A ello se sumó un episodio político costoso: la fallida estrategia de forzar un plebiscito anticipado, que derivó en una derrota y dejó al Presidente expuesto en su momento de mayor fragilidad.
 
La estructura de poder extremadamente concentrada, especialmente en el círculo íntimo más reducido, manejado autoritariamente por su hermana Karina, también es señalada como un factor que limita la capacidad de reacción ante crisis. Otro golpe duro llegó con el escándalo de la criptomoneda LIBRA, impulsada desde sectores cercanos al oficialismo y que terminó desplomándose abruptamente.
 
La polémica, bautizada como "Cryptogate", dañó la credibilidad presidencial, instaló dudas sobre el rol corrupto de funcionarios vinculados al proyecto y abrió interrogantes sobre eventuales responsabilidades políticas. A esto se suman los efectos sociales del ajuste. Los recortes profundos en salud pública redujeron programas, afectaron personal y dejaron en situación crítica a áreas sensibles, lo que despertó fuertes cuestionamientos desde organizaciones médicas y sociales. La contradicción entre el discurso de eficiencia estatal y la caída de prestaciones esenciales alimenta críticas sobre la orientación del ajuste.
 
En paralelo, varias promesas centrales de campaña quedaron inconclusas. La privatización de Vaca Muerta y de empresas estatales no avanzó; la ruptura de vínculos comerciales con países catalogados como "comunistas" quedó en declaraciones simbólicas más que en acciones concretas; y el supuesto desmantelamiento del sistema de planes sociales no llegó acompañado de mejoras sostenibles en la asistencia. Incluso afirmaciones erróneas sobre vacunas, como en el caso de la prevención del dengue, generaron malestar por la falta de precisión en cuestiones de salud pública. Con este panorama, Milei enfrenta un desgaste que combina problemas económicos, errores políticos y promesas que no lograron materializarse.
 
La Opinión Popular
 

15-11-2025 / 09:11
En una sincronía que se ha repetido en la historia, al tiempo que en Naciones Unidas el representante del gobierno argentino acusaba de corruptas a las víctimas de la dictadura y a sus familiares, en Washington se anunciaba un acuerdo con el gobierno de Javier "el Loco" Milei de subordinación y entrega. En Argentina, la violación de los derechos humanos, o su negación como en este caso, siempre tuvo su correlato con una relación de sumisión abyecta con Estados Unidos. La injerencia yanqui sobre su colonia argentina se profundiza. 

El miserable discurso pronunciado en la Comisión contra la Tortura de la ONU generó rechazo entre los demás presentes. En general, revictimizar a personas que han sufrido las peores aberraciones en torturas, violaciones, secuestros y desapariciones, genera repugnancia.

El funcionario al que le tocó jugar ese papel denigrante fue el subsecretario de Derechos Humanos, el siniestro Alberto Baños. Acusó a los organismos de derechos humanos, a las víctimas de la represión y a sus familiares de inventar la cifra de los 30 mil desaparecidos "para hacer negocio".
 
Este personaje tenía que responder preguntas sobre la represión del gobierno de Javier Milei a la protesta social y por el cercenamiento de políticas de derechos humanos. Pero eligió el papel más repulsivo para desacreditar a los organismos de derechos humanos que han sido quizás el aporte más democratizador que tuvo el proceso de transición democrática en la Argentina.
 
Baños es un exponente típico de un amplio sector del Poder Judicial. Se incorporó al fuero civil de la ciudad de Buenos Aires durante la dictadura y fue designado juez en el gobierno de Carlos Menem. Tuvo a su cargo algunos casos de resonancia, como la desaparición del policía de la Ciudad Arshak Karshanyan, en la que estaban sospechados miembros de esa institución. Baños hizo que la misma policía sospechada participara en la investigación y después de un tiempo dejó el caso sin resolver.
 
En otro caso, declaró prescripta la corrupción por el vaciamiento de Aerolíneas, lo que después tuvo que ser reconsiderado por otro tribunal. Y cuando se reabrió la investigación por la desaparición de las manos de Perón, la carpeta donde estaban los resultados de la investigación fue misteriosamente sustraída de su despacho.
 
No sería el sujeto más indicado para hablar de corrupción o para ser la cara de los derechos humanos de un gobierno que los respete. Más bien, su función ha sido hasta ahora liquidar las políticas de derechos humanos que la sociedad construyó laboriosamente desde la retirada de la dictadura.
 
Y en su presentación en Ginebra ante la Comisión contra la Tortura intentó ocultar la violencia institucional del gobierno del estafador Milei que todos los miércoles es pública y notoria cuando reprime con violencia a los jubilados.
 
La presentación tan sucia de Baños coincidió con el anuncio del gobierno de Estados Unidos del acuerdo con Milei que levanta aranceles aduaneros a los productos de ese país, elimina controles de calidad, así como controles sanitarios y se compromete a obstaculizar el ingreso de productos de otros países.
 
La contrapartida es cero. Estados Unidos no se compromete a nada que favorezca a los productos argentinos. Lo que se conoce del acuerdo afectará gravemente a la industria local como advirtió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde se asienta gran parte de esa actividad. Hay una regla invariable en la historia moderna del país: la violación sistemática de los derechos humanos ha estado siempre relacionada con gobiernos que al mismo tiempo entregaron soberanía. 
 

14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
La Opinión Popular

13-11-2025 / 09:11
Se perdieron más de 220.000 puestos de trabajo durante el gobierno cipayo, vende patria y pro oligarca de Javier "el Loco" Milei. Es la caída de empleo registrado privado, público y trabajadoras de casas particulares en agosto en relación a noviembre de 2023. En el mismo período creció el monotributo (+121.740). La precarización laboral avanza. En ese marco, Milei puso nuevamente en agenda la reforma laboral con el falso argumento de crear empleo. En la historia del país ya se demostró que eso no ocurrió, solo avanzó la precarización laboral, con salarios por el piso, que aumentó las ganancias de los empresarios.
 
El impensable y contundente resultado electoral de hace unos domingos atrás agrandó al gobierno anarco capitalista, que pasó a la ofensiva. La punta de lanza de esta ofensiva es la promocionada reforma laboral. ¿Se trata de una modernización equitativa y democrática de las relaciones capital trabajo, o se trata de una regresión a formas de dominio absoluto del capital sobre el trabajo?
 
Aprovechando el envión dado por las urnas, Milei está decidido a cumplir con las imposiciones del FMI. Que el Congreso apruebe el presupuesto 2026 en las sesiones extraordinarias de diciembre y sancione las leyes que impongan las reformas laboral esclavista y la tributaria, también exigidas por el Círculo Rojo, en enero. La previsional quedaría para más adelante.
 
Así como desde el inicio de su gestión creó una suerte de sentido común acerca de las bondades del equilibrio fiscal, que ya nadie en la oposición sistémica discute. Así ha buscado imponer un ambiente favorable a las reformas, particularmente la que tiene que ver en contra de los derechos del trabajo.
 
Los argumentos son por demás conocidos. Modernizar la legislación y sus normativas que estarían obsoletas frente a los nuevos procesos de producción y comercialización, que no se adaptarían a las nuevas tecnologías en continuo cambio, que su rigidez impediría la creación de empleo y por lo tanto obstaculizaría la reducción de la informalidad. Cuando el desempleo en Argentina llegó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, según el INDEC. Casi 1,8 millones de personas estuvieron sin trabajo en ese período.
 
No se trata de ninguna modernización, es una regresión a las condiciones laborales del pre peronismo, si se quiere de fines del siglo XIX y principios del XX, que maximizan las ganancias de las empresas sobre la base de rebajar aún más el ingreso de los trabajadores. La experiencia demuestra que este tipo de reformas solo traen más precarización y pérdida de derechos. (Recordar "Ley de Empleo", 1991 y "Ley de Empleo, productividad y equidad", 2000 (Ley Banelco). La creación de empleos formales, que baja la informalidad, no depende de este tipo de normativas sino del crecimiento de la inversión productiva y la expansión de la actividad económica.
 
¿Qué tipo de reforma es necesaria? Una que compense la asimetría entre capital y trabajo, que no incline la cancha más de lo que está. Que por ejemplo reduzca la jornada para crear empleo. Que reconozca la calidad de trabajadores y por lo tanto sus derechos a quiénes se desempeñan en los servicios de plataformas. Que otorgue derechos a quienes trabajan en la Economía Popular. Que reconozca las licencias por paternidad y regule las tareas de cuidados...
 
Las condiciones de vida de los trabajadores no mejorarán con la reforma laboral de Milei, hay que rechazar el proyecto y conquistar trabajo con derecho para todos. No hay nada que negociar. Por el contrario, hay que resistir y luchar contra esta reforma antiobrera y antisindical que beneficia a los ricos y perjudica a los pobres. 
 
La Opinión Popular
 

12-11-2025 / 11:11
Gobierno libertario solo para la casta de los más ricos. Los "héroes" del Presidente. Marcos Galperín, ferviente defensor de que el Estado no intervenga en la economía, recibe millonarias exenciones impositivas. En un contexto de ajuste fiscal y debates por la reforma tributaria, el Formulario 10-Q presentado por Mercado Libre ante la SEC de Estados Unidos expone una vez más los jugosos beneficios fiscales que el gobierno de Javier Milei le otorga al "unicornio" fundado por Galperín, el hombre más rico de la nación con un patrimonio de 8.300 millones de dólares, según Forbes.
 
La empresa, valorada en más de 106 mil millones de "verdes", reportó ingresos netos de 7.400 millones en el tercer trimestre, un 39 por ciento más que el año anterior, y ganancias de 421 millones de dólares. Sin embargo, detrás de estos números relucientes se esconde un "secreto a voces": exenciones impositivas que superan los 350 millones de dólares en los últimos cinco años.
 
Bajo el régimen de promoción de la Economía del Conocimiento, Mercado Libre accedió en los primeros nueve meses de 2025 a beneficios por 50 millones en Ganancias y 17 millones de dólares en aportes previsionales, un 52 por ciento más que en 2024. "Es un subsidio injusto a una multinacional que no lo necesita", critica el Observatorio del Trabajo Informático (OTI), vinculado a la Asociación Gremial de Computación.
 
A Galperín le perdonaron en 2021: US$ 59 millones, en 2022: US$ 81 millones, en 2023: US$ 109 millones, en 2024: US$ 57 millones, en 2025: US$ 67 millones. Total: US$ 373 millones de impuestos le perdonaron a Galperin en cinco años. Pero los sectores populares tienen que pagar el IVA de los fideos sin chistar.
 
Sectores gremiales y la industria financiera coinciden: con su tamaño colosal, Javier Milei abusa del esquema al encuadrar áreas menores bajo un solo CUIT, mientras evade contribuciones que podrían destinarse a pymes o servicios públicos en crisis. Galperín, exiliado fiscal en Uruguay, predica la libre competencia, pero no duda en alzar la voz contra rivales como Temu y Shein, las plataformas chinas que inundan el mercado con productos baratos.
 
En el Foro Abeceb, Juan Martín de la Serna, presidente de la filial argentina de Mercado Libre, exigió "reglas claras" para importaciones, advirtiendo que amenazan el 90 por ciento de ventas de pymes en la plataforma y el empleo local. "Abrir indiscriminadamente da trabajo a chinos, no a argentinos", sentenció.
 
Ironía pura: el defensor del no intervenciónismo estatal ahora pide regulaciones que protejan su imperio. El cruce en X con Miguel Ángel Pichetto lo desnuda todo. El diputado peronista instó a gravar a estas "economías de plataformas" para cuidar la industria nacional.

Galperín replicó con arrogancia: "No estoy preocupado, competimos exitosamente". Pichetto no se quedó atrás: "Mejor empezá a preocuparte, porque te van a pasar por arriba y ya impactan en empleos de distribución".

Mientras, el Gobierno de Milei discute bajar cargas patronales, pero calla sobre estos privilegios elitistas de los más ricos empresarios. Esta disparidad fiscal alimenta el descontento: ¿por qué el gobierno de Milei regala millones a un magnate mientras mientras los salarios deprimidos de jubilados y trabajadores pagan la crisis?

La Opinión Popular


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