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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 27-03-2021 / 20:03
28 DE MARZO DE 1968: NACE LA CGT DE LOS ARGENTINOS

Raimundo Ongaro: Unirse desde abajo y organizarse combatiendo

Raimundo Ongaro: Unirse desde abajo y organizarse combatiendo
Encuentro de Raimundo Ongaro de la CGT A y Agustín Tosco, líder de la sede cordobesa, uno de los principales artífices del Cordobazo. Circa 1968
El golpe de 1955 destruyó las conquistas sociales y políticas logradas por los trabajadores y el Movimiento Obrero durante el peronismo, quienes resistieron los planes de las dictaduras gorilas luchando por ellas.

La Confederación General del Trabajo de los Argentinos (CGT de los Argentinos o CGT A) fue la central obrera que reunió a dirigentes y movimientos sindicales que se oponían al establecimiento de un pacto de los gremios con la dictadura militar encabezada por Juan Carlos Onganía.

El Congreso Normalizador "Amado Olmos", realizado el 28 de marzo de 1968, elige al dirigente gráfico Raimundo Ongaro como secretario general de la CGT A, mientras se retiran los gremios colaboracionistas y vandoristas que constituyen la "CGT de Azopardo".

Pocos días después, la nueva Central dará a conocer el "Programa del 1º de Mayo de 1968", que sigue los lineamientos de los históricos Congresos sindicales peronistas de La Falda, en 1957, y Huerta Grande, en 1962, de contenido antiimperialista, anti monopólico y anti dictatorial.

La formación de la CGT A significó un cambio fundamental en el desarrollo político de la década, en la historia del peronismo y en el movimiento popular argentino. No ofrecía "a los trabajadores un camino fácil, un panorama risueño, una mentira más, sino a cada uno un puesto de lucha".

La CGT A, en la que confluyeron sindicalistas, agrupaciones estudiantiles, gremiales y políticas, tanto peronistas, como radicales, socialistas, comunistas y casi toda la amplia gama de la izquierda, sacerdotes del tercer mundo y diversos sectores socialcristianos, se convirtió en eje articulador de la resistencia contra la dictadura de Onganía.

Su marca sería indeleble y su herencia principal, el Cordobazo, detendría la embestida oligárquica iniciada en la Revolución Libertadora, voltearía a la dictadura de Onganía, e iniciaría la contraofensiva popular que trajo de vuelta a Juan Perón al país y al peronismo al gobierno en 1973.


Propaganda macrista: De Goebbels a Durán Barba 
Escribe: Blas García 

 

Golpe del 28 de junio de 1966

El 28 de junio de 1966 un golpe militar liderado por el General Juan Carlos Onganía derrocó al presidente radical Arturo Umberto Illia e instaló una dictadura que respondía a los intereses de los monopolios nacionales y extranjeros que dominaban la economía nacional, entregando su manejo a los sectores más conservadores y liberales. Esto trajo el quiebre de las economías regionales y la crisis de las pequeñas y medianas empresas.

La política social de salarios deprimidos, despidos injustificados y masivos, anulación de indemnizaciones, elevación de la edad jubilatoria de 55 a 60 años, etc., que suprimió los derechos gremiales y reprimió las huelgas y actividades obreras, engendró jornadas de rebelión popular generalizada, cuyo punto superior fue el "Cordobazo" en 1969.


Dirigencia sindical

Sectores importantes de la dirigencia sindical acogieron con optimismo a la "Revolución Argentina": el inventor del "peronismo sin Perón" Augusto Timoteo "el Lobo" Vandor, José Alonso y otros sindicalistas, asistieron en la Casa Rosada a la asunción del dictador. Buscaban revivir la vieja alianza pueblo-fuerzas armadas y deslumbrados por la proximidad del poder, aconsejando calma y retrocesos tácticos, desalentando la resistencia.

El régimen militar, sin embargo, desplegó medidas económicas lesivas a la producción nacional y socavó el poder sindical suspendiendo aumentos salariales y negociaciones colectivas. Ante el avance de estas políticas oligárquicas, la resistencia creció entre las bases obreras.

En marzo de 1967, la CGT, liderada por Francisco Prado y tutelada por Vandor, ensaya un acto de firmeza contra la dictadura denominado "Plan de Acción de Principios", viciado por la falta de convicción de quienes lo organizaron. Lo levantan a poco de empezar echándole la culpa a "la falta de espíritu combativo de los trabajadores". Horas después se sentaban con los militares a negociar.

La profundización de la represión a los sindicatos era la demostración fehaciente de que la táctica de "primero golpear y después negociar" practicada hasta entonces por los principales dirigentes del gremialismo argentino encontraba su límite. 

Entretanto, los sindicatos más combativos eran puestos al margen de la ley, presionados y reprimidos. Ante esa catástrofe, la dirigencia sindical advirtió que tenía dos opciones: enfrentarse al régimen y perder los sindicatos, o no enfrentarse y perder credibilidad.


Alberte, el Delegado de Perón 

A comienzos de 1967, Juan Perón nombra al Mayor Bernardo Alberte -su antiguo edecán militar- Delegado Personal y Secretario General del Movimiento Peronista.

"El Yorma" Alberte puso fin a la etapa de "desensillar hasta que aclare" desafiando las persecuciones desatadas por la dictadura. En poco más de un año, puso en pie a un Movimiento Peronista que estaba postrado y dividido, dando particular intervención a la juventud.

La política seguida por Alberte fue de lucha frontal contra el régimen de Onganía, de apertura a los sectores sociales y políticos que se le oponían y de apoyo a los sectores sindicales más combativos dentro del peronismo.

En enero de 1968, muerto el dirigente gremial Olmos en un sospechoso accidente, Alberte consultó inmediatamente a Madrid sobre quien podría ser el reemplazante. La sugerencia fue "El Lobo" Vandor. Según Perón, Vandor estaba muy cambiado, el general Onganía lo había dejado en la estacada y había vuelto al redil. Entonces había que aprovecharlo. Esa sería la interpreta­ción de Perón.

Alberte no acata la sugerencia. Impulsa a Raimundo Ongaro, que era el hombre más indicado para resistir al gobierno de Onganía, y resistirlo en serio.

El mayor Alberte viaja solo a Madrid. Imposible saber lo que hablan el General y su antiguo edecán a mediados de febrero en Madrid, pero es evidente que Perón: o se convence o se deja convencer.

El 19 de marzo Alberte decidió avanzar en una nueva conducción del movimiento obrero, respaldó al sector combativo, para construir una CGT que enfrente abiertamente a la dictadura y defienda las banderas históricas del peronismo.

Repu­diando además, el decreto del gobierno que reglamentaba al movimiento sindical, oponiéndose a todos los reclamos del vandorismo y de la dictadura, como el de impedir la participación en el congreso de la CGT de los gremios intervenidos, casualmente los más combativos.

Reclama, asimismo, un pro­grama de acción basado en:

-lucha contra la desocupación,
-aumento de salarios y descen­so de la carestía,
-defensa de las empresas nacionales como fuente de trabajo y de defensa de la soberanía,
-oposición a la penetración imperialista por parte de los monopolios de la cultura, las FF.AA., y los sindicatos,
-oposición a los despidos en las empresas del Estado.

La CGT A seguramente no habría existido sin la decisión de Alberte de desatender la sugerencia de Perón de nombrar a Vandor al frente de la CGT.


El movimiento estudiantil se prepara

En enero de 1968, recibimos en Córdoba, a través de los compañeros del Mayor Alberte, la información de estos movimientos gremiales para constituir una nueva conducción de la CGT.

Acordamos inmediatamente una reunión en Rosario para el día 27 de enero con Amado Olmos, el legendario dirigente del gremio de Sanidad, que surgía como el posible Secretario General de la CGT, apoyado por Juan Perón.

El encuentro tuvo lugar en el marco de un Congreso de los sectores estudiantiles que luego conformarían la Unión Nacional de Estudiantes (UNE): los Integralismos de: Córdoba, Chaco, Corrientes, San Luis y Santa Fe; la Unión de Estudiantes del Litoral de Rosario y la Liga Humanista renovadora de Buenos Aires, que venían todos de un origen social cristiano y estaban haciendo el paso al peronismo como buena parte de los sectores de la clase media.

Muchos de los militantes universitarios de estas corrientes nos incorporaríamos, a finales de esa década, a la lucha política adhiriendo al peronismo revolucionario.

Lamentablemente, el día previsto para la reunión se mató Amado Olmos, en un sospechoso accidente, y debimos juntarnos con los dirigentes Julio Guillán, de los telefónicos, y Lorenzo Pepe, de la Unión Ferroviaria, quienes nos interiorizaron de los pormenores de lo que estaba ocurriendo en la CGT.
 

Congreso normalizador de la CGT

Entre el 28 y el 30 de marzo de 1968, en Buenos Aires en la sede de la UTA, se reunió el Congreso Normalizador de la CGT donde concurren los gremios combativos, vandoristas y colaboracionistas. Pese a la oposición de la conducción peronista de Alberte, el sector vandorista intentó lograr el apoyo de todo el arco colaboracionista con la dictadura e impedir la participación de los gremios intervenidos.

Como el prestigio de la conducción de Alberte era muy alto, y ante el temor de quedar en minoría, Vandor se retiró del Congreso, dejando sólo al sector combativo que sesionó sin los colaboracionistas, lo que daría origen a la nueva CGT.

El congreso normalizador logró funcionar a pesar de la maniobra de Vandor de sacarle el quórum comprando delegados. Los combativos lograron pasar de 218 delegados a 393 lo cual aplastó las maniobras del Lobo.

Derrotado Vandor, el congreso votó un repudio a la dictadura, cuestión a la que el Lobo se oponía especialmente, también se solidarizó con el Dirigente portuario Eustaquio Tolosa condenado a cinco años de cárcel por Onganía, quien fue designado presidente honorario del Congreso. Además, se recordó al dirigente Amado Olmos muerto hacía poco y que debió haber sido ser el candidato de unidad de todo el sindicalismo peronista.

Se eligió una comisión directiva encabezada por Raimundo Ongaro, Secretario de la Federación Gráfica, como Secretario General de la CGT, convocando a los cuadros sindicales y políticos que estaban enfrentado con mayor dureza al régimen militar.

Estaban entre los fundadores o en el consejo directivo, los dirigentes: Ricardo De Luca, de obreros navales y del Movimiento Revolucionario Peronista; Julio Guillán, de los telefónicos; Lorenzo Pepe, de la Unión Ferroviaria; Amancio Pafundi, de los estatales: Jorge Di Pasquale, de los empleados de farmacia; Benito Romano, de los obreros azucareros.

Esta nueva CGT representaba el peronismo de la Resistencia, aquel que combatía la represión y la proscripción desde 1955 y que enfrentaba la propia traición en su seno, encarnada por el vandorismo y la burocracia sindical conciliadora, que habían apoyado el advenimiento de la dictadura de Onganía.

El sector de Vandor decidió no reconocer el Congreso y formó una conducción paralela que funcionaría en la sede legal de la CGT en Azopardo pues el Ministerio de Trabajo en manos de un amigo de Vandor -San Sebastián- no entregó la sede cegetista a la CGT A.


El sindicalismo combativo de tierra adentro

Producida la ruptura gremial, me encontraba en la ciudad de Tucumán, tratando de sumar al Integralismo a militantes y activistas universitarios democristianos. Estando allí, la Conducción me llama a Córdoba y me indica que debo viajar a Capital para trasmitirle el apoyo de nuestro movimiento estudiantil a la nueva CGT.

Así lo hice y pude conocer a Ongaro en la Federación Gráfica Bonaerense, en calle Paseo Colón, y por invitación de Ongaro participé en la mesa que presidía el encuentro del Comité Central Confederal (CCC) máximo organismo de la Confederación General del Trabajo llevando el apoyo y la solidaridad del movimiento estudiantil que representábamos.

Allí comenzó a expresarse con claridad, en los hechos no solo en las palabras, una tendencia nacional estudiantil para luchar junto a la clase obrera argentina, representada por la CGT de los Argentinos. Este proceso contribuyó en gran medida a la nacionalización y peronizacion de los estudiantes e importantes sectores de las clases medias.

Desde sus inicios, la CGT A cargaría con el peso de que en el sector vandorista estaban los gremios de mayor poder: Metalúrgicos, Textiles, Mecánicos, Vestido, del otro lado quedaban gremios combativos pero de menor peso: Gráficos, Farmacéuticos, Navales, Luz y Fuerza de Córdoba, Sanidad, etc.

El trabajo posterior de Ongaro permitió que adhirieran a la CGT A las delegacio¬nes de las CGT de: Córdoba, La Plata, Rosario, Santa Fe, Paraná, Corrientes, Chaco, Tucumán, Salta, Mendoza y otras regionales. Entre ellos sobresale Agustín Tosco, líder en la sede cordobesa, uno de los principales artífices del Cordobazo.

La adhesión de sindicatos y regionales CGT del interior, haría de la CGT A un bastión del sindicalismo combativo de tierra adentro y un verdadero problema para el vandorismo y demás fuerzas colaboracionistas propatronales del movimiento sindical.

La CGT A sería una pieza fundamental en la articulación del peronismo y la izquierda ya que a su política unitaria, combativa y no sectaria se sumarían intelectuales, universitarios, coordinadoras barriales, centros culturales, el movimiento de Sacerdotes Para el Tercer Mundo, los embriones de los grupos armados, todo el nuevo peronismo que expresaban John William Cooke, Gustavo Rearte y el Mayor Bernardo Alberte, la izquierda clasista y cuadros sociales en general.
 

Programa del 1º de Mayo

El 1º de mayo de 1968 la CGT de los Argentinos dio a conocer un programa titulado, "Mensaje a los trabajadores y al pueblo argentino" que levanta las banderas históricas plasmadas en la Constitución de 1949; y en los Programas obreros revolucionarios de La Falda (1957) y Huerta Grande (1962).

La CGT A retoma pronunciamientos históricos de la clase trabajadora peronista:

-la propiedad sólo debe existir en función social; 
-los trabajadores, como auténticos creadores del patrimonio nacional, tienen derecho a intervenir no sólo en la producción sino también en la administración de las empresas y en la distribución de los bienes, y 
-los sectores básicos de la economía pertenecen a la Nación.
El texto, redactado por Rodolfo Walsh, director del Semanario de la CGT A, reclama:
-la nacionalización del comercio exterior, los bancos, el petróleo, la electricidad, la siderurgia y los frigoríficos; 
-denuncia que los monopolios que arruinan la industria nacional, y que durante largos años han despojado a nuestro pueblo deben ser expulsados sin compensación de ninguna especie, y 
-aboga por una profunda reforma agraria.



Semanario de la CGT de los Argen­tinos

El 1° de mayo aparece el semanario de la CGT que Rodolfo Walsh funda y dirige por expreso pedido de Perón. El semanario circula hasta junio de 1969 en forma regular, para luego espaciar su aparición. Se publican en total unos cincuenta números.

El Semanario llegó a tirar un millón de ejemplares y sirvió de impulso a otras formas de comunica­ción, como las experiencias de militan­cia artística del pintor Ricardo Carpani, o el trascendental trabajo del Grupo Cine Liberación, que permitió la filmación de la película "La hora de los hornos" de Fernando Solanas y Octavio Getino.

Ese órgano de prensa impulsaría un gran debate, movilización y unidad en la lucha contra la dictadura, dando cabida a todas las expresiones del campo nacional, popular y revolucionario; y fue para todos nosotros una herramienta permanente de formación y organización política.


Apoyo de Juan Perón

A pesar de que Perón que no estaba del todo de acuerdo con la división del movi­miento obrero peronista, dos meses más tarde, desde Madrid saludaba al nuevo Secretario General expresándole su apoyo y reconociendo la nueva realidad del gremialismo, pronunciaba que:

"Desde el comienzo de las actividades de la CGT que Usted encabeza, he venido observando un cambio radical en la conducta de las organizaciones sindicales. Es indudable que la inacción suicida que caracterizó la etapa anterior, como consecuencia de la descomposición moral de un numeroso grupo de dirigentes sindicales que, en vez de cumplir con su misión, se dedicaron a especular deshonrosamente con su cargo, ha sido la causa que más ha gravitado en el desastre de la conducción de la clase trabajadora... El último Primero de Mayo ha sido sólo un síntoma de tal regeneración, después de varios aniversarios opacos y decepcionantes". 

La crítica implacable del líder del Movimiento a Vandor y a sus aliados, es la opción de Perón de pelear durante esta fase con su ala izquierda. Frente a la dureza del gobierno de Onganía, Perón resiste afirmándose en el sector combativo del Movimiento fomentando la constitución de una CGT poco propensa a los acuerdos de cúpula y a deslealtad.

La idea central de la estrategia de Perón es quebrar el campo enemigo, acumulando hacia el campo propio. Los sectores combativos y revolucionarios de peronismo ingresaban en un dispositivo amplio en donde convivían grupos con diferentes objetivos, subordinados siempre a la estrategia de Perón.

La formación de la CGT de los Argentinos fue un cambio fundamental en el desarrollo político de la década, en la historia del peronismo y en el movimiento popular argentino.

Su marca sería indeleble y su herencia principal, el Cordobazo, detendría la embestida oligárquica iniciada en la Libertadora, voltearía a la dictadura de Onganía, e iniciaría la ofensiva popular que trajo de vuelta a Perón al país y al peronismo al gobierno.

Escribe: Blas García

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Raimundo Ongaro: Unirse desde abajo y organizarse combatiendo
Rodolfo Walsh, Enrique Coronel, José Vázquez, Ricardo de Luca y Raimundo Ongaro, los principales orientadores del periódico de la CGT de los Argentinos en una conferencia de prensa.
Raimundo Ongaro: Unirse desde abajo y organizarse combatiendo
Afiche del artista Ricardo Carpani.
17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo del FMI de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
La Opinión Popular
 

13-12-2025 / 09:12
El proyecto de país que perfila el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei tomó el aspecto de una sociedad sin derechos organizada por el mercado. El mercado elimina el concepto de soberanía y decidirá quién irá preso y quién se tomará vacaciones. A su vez, el mercado está organizado por una escala jerárquica según el poder económico.
 
O sea: la libertad de los libertarios es como la milanesa tucumana hecha con papel higiénico. Y de postre: inflación. Si alguno pensó que el esfuerzo valía la pena, el 2,5 de inflación -medido por un Indec que todo el mundo sabe trucho-- le dio una mala noticia: se quedó sin trabajo, se quedó sin empresa, y además tiene inflación.
 
En la misma semana asumió Joaquín Mogaburu como subsecretario de Derechos Humanos y se presentó el proyecto de reforma laboral en el Congreso. El nuevo funcionario es un personaje ligado a los represores y da cursos en los cuarteles sobre "memoria completa".
  
Mogaburu aboga por la conciliación y el perdón a los genocidas. El combo es coherente con el protocolo de seguridad que criminalizó la protesta social, el decreto que permitió a las fuerzas armadas intervenir en conflictos internos y la eliminación del derecho a huelga y otros derechos como lo estipula la reforma laboral enviada al Congreso.
 
Durante el mes hubo decenas de actos sobre derechos humanos en centros culturales, casas de la memoria y en plazas de todo el país. Y el jueves se realizó un festival en la Plaza de Mayo encabezado por Madres, Abuelas y el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Al mismo tiempo, la CGT anunciaba un acto público para oponerse al proyecto de ley enviado al Congreso.
 
No hay derechos humanos y no hay derechos laborales. No hay derecho a la protesta y no hay derecho que proteja contra la tortura y la violación como reclaman los que piden la libertad de torturadores y violadores que actuaron tras haber usurpado el Estado durante el golpe genocida. No hay sujetos de derecho en esta sociedad que conciben los libertarios y que ha sido votada por muchos que perderán los derechos que tenían.
 
Con el mercado se come, con el mercado se educa, con el mercado se cura. Si eso era difícil con la democracia, el mercado ni se lo plantea porque el único derecho que reconoce es el del que tiene más capital. El mercado habla de méritos, pero los derechos no se ganan. Los derechos implican también responsabilidades, pero no se ganan por méritos. Al menos la democracia reconoce que todos tienen derecho a comer, a la educación y a la salud. Después dependerá de los gobiernos proveer esos derechos.
 
Los libertarios inventaron una democracia con voto, pero sin derechos. Y los derechos son para todos porque son inherentes a la condición del ser humano. Si son para pocos, no califica. La democracia se construye sobre los derechos ciudadanos. Sin esos derechos básicos no hay sistema democrático. Este gobierno habla de democracia y libertad, pero cuando hace la milanesa, le pone papel higiénico en vez de libertad y democracia.
 

12-12-2025 / 10:12
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei mandó al Senado un proyecto de contrarreforma para eliminar derechos laborales, sindicales y de huelga que atrasa un siglo. Contra la Constitución desconoce hasta la jornada de 8 horas y el derecho a huelga. Redactado por los abogados de las grandes empresas, de Paolo Rocca, Galperin y Eurnekian, en cada rubro empeora la posición de los trabajadores. Perjudica también a monotributistas e informales y se propone financiar los despidos con la plata de los jubilados.
 
El gobierno libertario demoró la presentación de la contrareforma laboral, que no registra precedentes desde la dictadura genocida de 1976, para estirar los tiempos de negociación y definir cuán a fondo iría en su ofensiva contra los trabajadores y el sindicalismo. El proyecto que ingresó al Senado retoma lo peor de todas las versiones anteriores y lo condensa en 71 páginas y 191 artículos.
 
Enmascarada en una supuesta "modernización", la iniciativa retrocede más de un siglo y desconoce pilares básicos del derecho laboral como la jornada de ocho horas y restringe el derecho a huelga. Lejos de mejorar la vida de los trabajadores, crear empleo o incorporar a los informales al mercado formal, la reforma sólo busca abaratar costos para que el empleador pueda despedir y amplía la desprotección sobre el sector más débil.
 
Los especialistas coinciden en que "invierte la presunción de laborabilidad" perjudicando a monotributistas y trabajadores "independientes". El texto final del proyecto confirma la transferencia regresiva de los derechos de los trabajadores en favor del gran capital, debilita su capacidad de organización y faculta al empleador para modificar condiciones laborales según sus necesidades.
 
La reforma laboral, firmada por Milei, fue elevada al Congreso de manera errónea por parte de Gobierno. Legisladores opositores y abogados laboralistas cuestionaron el ingreso por el Senado, ya que la reforma laboral contiene un capítulo tributario que modifica impuestos centrales. Al respecto, la Constitución fija que toda ley de carácter impositivo debe originarse en Diputados.
 
La reforma laboral que impulsa Milei atrasa porque reinstala un modelo previo al propio nacimiento del derecho laboral. La abogada Natalia Salvo advierte que es "una novedad de museo que nos devuelve a un tiempo sin normas". El proyecto permite jornadas de hasta 12 horas, un retroceso a antes de la Ley 11.544, conquistada después de las huelgas y masacres de la Patagonia y la Semana Trágica.

También elimina ítems remunerativos para achicar aguinaldo y vacaciones, ahora fraccionadas como en etapas de precariedad anteriores a cualquier estándar moderno. Al mismo tiempo, remarca que la iniciativa desconoce los avances globales sobre las plataformas: mientras en Europa los tribunales y países como España o Portugal ya reconocen a esos trabajadores como dependientes, aquí se los deja en un limbo jurídico. Modernizar sería ampliar la protección, no recortarla. Con un 43 por ciento de informalidad, el proyecto empuja al país hacia un pasado sin resguardo, donde la relación laboral quedaba librada a la voluntad de la patronal.

Un Gobierno que miente en todo, presenta el argumento principal en la supuesta "creación de trabajo formal". Silogismo falaz, acaba de ser refutado por un hombre del gran capital, el abogado Julián de Diego. Dijo que "sin crecimiento, no habrá generación de empleo". Ese crecimiento se presenta, como promesa lejana, relato de un provenir etéreo, medido en décadas. Equiparada a Irlanda, Alemania, y otras naciones. Por ahora, lo que hay es recesión, inflación en alza y deuda. Cada vez más deuda.

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