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Nacionales - 22-03-2021 / 17:03
UN GOBIERNO QUE DEVASTÓ LA ARGENTINA

Macri desarrolla una narrativa que se acomoda al relato, no a la realidad

Macri desarrolla una narrativa que se acomoda al relato, no a la realidad
En su libro “Primer tiempo”, Mauricio Macri desarrolla una narrativa que en gran parte se acomoda al relato, no a la realidad. La parcialidad de los recuerdos y análisis de su gobierno se entiende. Debe ser difícil explicarse a sí mismo la devastación económica y social que provocó en solo cuatro años de gestión, y que incluyó más pobreza, deuda, inflación y recesión.
En su libro "Primer tiempo", Mauricio Macri desarrolla una narrativa que en gran parte se acomoda al relato, no a la realidad. La parcialidad de los recuerdos y análisis de su gobierno se entiende. Debe ser difícil explicarse a sí mismo la devastación económica y social que provocó en solo cuatro años de gestión, y que incluyó más pobreza, deuda, inflación y recesión. Esa sí que es una pesada herencia. Por eso las contradicciones, mentiras y omisiones asoman a cada rato en las páginas del libro.
 
Una de sus premisas, por ejemplo, es el combate a la amenaza "populista", pero el ex presidente jamás cuestiona el populismo de derecha que representan Donald Trump o Jair Bolsonaro, a quienes incluso halaga en su libro. Su empeño es únicamente contra los gobiernos progresistas o de izquierda. Su radicalización a la derecha está consolidada.
 
En esa escritura a conveniencia tampoco importa alterar la historia. Al final de "Primer tiempo", llega al extremo de enumerar los gobiernos que hubo en Argentina desde 1930 a la fecha. Pero en esa lista omite los golpes de Estado que sufrieron los gobiernos peronistas en 1955 y 1976. De la última dictadura militar no hay ni mención. Solo con esas exclusiones históricas Macri puede insistir en que el peronismo es el responsable de "la decadencia argentina".
 
Y qué decir de la derrota de 2019. Macri insiste en que la crisis económica se agudizó porque "los mercados" temían el regreso del peronismo. "El miedo a Cristina es total", dice en referencia a la vicepresidenta. ¿No sería, más bien, que la desconfianza era hacia el macrismo y sus erráticas políticas económicas, en la incapacidad de gestión que ya había demostrado, en el caudal de promesas incumplidas?
 
Pero no. El expresidente se autoconvence de que ya estaba en el camino de la recuperación, de que la "amenaza" de una victoria peronista desató el caos monetario que le impidió mostrar las mejoras económicas con las que podía haber ganado la reelección. Lo mejor estaba por venir, pero no lo dejaron. Mala suerte.
 
Se jacta de haber encabezado un gobierno honrado ("el kirchnerismo es corrupto"). Olvida que la Justicia investiga causas en las que empresas de la familia Macri se beneficiaron de contratos o acuerdos durante el gobierno de Macri, y de que muchos de sus exfuncionarios enfrentan denuncias judiciales que avanzan en Tribunales, una de las más graves por espionaje.
 

 
LAS MEMORIAS DE MACRI
 
El relato de un gobierno que devastó a Argentina
 
Los peronistas son los culpables de todos los males de Argentina. Bueno, más bien, los kirchneristas. Son populistas, corruptos, vengativos y autoritarios. Se alteran. El macrismo, en cambio, es honesto, con buenos modales y defiende los valores y la libertad.
 
No se enojó con periodistas ni manipuló jueces. Hizo que Argentina volviera al mundo. El G20 fue la máxima expresión. Perdió las elecciones en 2019 solo por el pánico de los mercados a Cristina Fernández de Kirchner. Pero a pesar de la derrota, el macrismo logró una hazaña: les ganó las calles a los peronistas. Épico. Y volverá a gobernar.
 
Este es el relato plasmado en "Primer tiempo", el libro de memorias del expresidente Mauricio Macri que lanza una cruzada contra "el populismo", justifica los errores de su gobierno y deja en claro su obsesión contra la vicepresidenta Cristina Fernández y con el kirchnerismo en general.
 
Es, también, la señal de arranque rumbo a las elecciones legislativas de octubre en las que Macri apuesta a que la oposición al presidente Alberto Fernández gane mayoría en el Congreso. La meta principal son las presidenciales de 2023. El regreso de la derecha al poder.
 
En ese ambicioso proyecto se inscribe el lanzamiento y la presentación de un libro que vaticina que, como en los partidos de fútbol, habrá un segundo tiempo. En aras de ese objetivo, Macri, como la inmensa mayoría de las y los políticos, desarrolla una narrativa que en gran parte se acomoda al relato, no a la realidad.
 
La parcialidad de los recuerdos y análisis de su gobierno se entiende. Debe ser difícil explicarse a sí mismo la devastación económica y social que provocó en solo cuatro años de gestión, y que incluyó más pobreza, deuda, inflación y recesión. Esa sí que es una pesada herencia. Por eso las contradicciones, mentiras y omisiones asoman a cada rato en las páginas del libro.
 
Una de las premisas, por ejemplo, es el combate a la amenaza "populista", pero el ex presidente jamás cuestiona el populismo de derecha que representan Donald Trump o Jair Bolsonaro, a quienes incluso halaga en su libro: "Sabía que Trump era un hombre con una enorme voluntad de construirse a sí mismo", "Bolsonaro me pareció un tipo distinto a todos los presidentes que había conocido, con ideas claras sobre su relación con la Argentina". Su empeño es únicamente contra los gobiernos progresistas o de izquierda. Su radicalización a la derecha está consolidada.
 
 
Distorsiones
 
En esa escritura a conveniencia tampoco importa alterar la historia. Una y otra vez Macri presume haber sido el primer presidente no peronista en terminar su mandato en tiempo y forma en casi un siglo. Las cuentas no dan. Para empezar, el peronismo nació a mediados del 40, así que el expresidente lo denuesta incluso antes de que este existiera.
 
Al final de "Primer tiempo", llega al extremo de enumerar los gobiernos que hubo en Argentina desde 1930 a la fecha. Pero en esa lista omite los golpes de Estado que sufrieron los gobiernos peronistas en 1955 y 1976. De la última dictadura militar no hay ni mención. Solo con esas exclusiones históricas Macri puede insistir en que el peronismo es el responsable de "la decadencia argentina".
 
Otro eje del relato macrista son "las 40 toneladas de piedras" que, según él, militantes opositores lanzaron a las fuerzas de Seguridad en diciembre de 2018, en las marchas contra la reforma jubilatoria. Lo que no cuenta es la violenta represión que hubo ese día contra manifestantes y periodistas, e incluso contra ciudadanos que ni siquiera habían ido a protestar.
 
Y qué decir de la derrota de 2019. Macri insiste en que la crisis económica se agudizó porque "los mercados" temían el regreso del peronismo. "El miedo a CFK es total", dice en referencia a la vicepresidenta. ¿No sería, más bien, que la desconfianza era hacia el macrismo y sus erráticas políticas económicas, en la incapacidad de gestión que ya había demostrado, en el caudal de promesas incumplidas?
 
Pero no. El expresidente se autoconvence de que ya estaba en el camino de la recuperación, de que la "amenaza" de una victoria peronista desató el caos monetario que le impidió mostrar las mejoras económicas con las que podía haber ganado la reelección. Lo mejor estaba por venir, pero no lo dejaron. Mala suerte.
 
Pese a sus múltiples críticas al peronismo, el expresidente aclara que su verdadero problema es con el peronismo kirchnerista. Es su némesis. Por eso se jacta de haber encabezado un gobierno honrado ("el kirchnerismo es corrupto"). Olvida que la Justicia investiga causas en las que empresas de la familia Macri se beneficiaron de contratos o acuerdos durante el gobierno de Macri, y de que varios de sus exfuncionarios enfrentan denuncias judiciales que avanzan en tribunales, una de las más graves por espionaje.
 
 
Culpas
 
El expresidente también presume sus supuestos buenos modales. "Nunca me enojé con un periodista", dice, a diferencia del kirchnerismo que mantiene una permanente y abierta confrontación con la prensa opositora. Macri destaca su serenidad y sabiduría para no dejarse absorber por el poder. Es decir, todo lo contrario de Fernández de Kirchner, a quien psicoanaliza: "La presidenta no está bien, no sé si alguna vez lo estuvo. Ya durante sus mandatos notaba un padecimiento interno muy grande".
 
La vicepresidenta es la villana favorita. Su fijación con ella es evidente. Sin embargo, Macri rechaza haber incentivado la persecución judicial en contra de Fernández de Kirchner y de su familia. Hoy los papeles se invierten y es Macri quien se cree un perseguido: "Como los hijos de Cristina fueron procesados por varios delitos, ella ahora quiere que yo pase por lo mismo, con la diferencia de que mis hijos son absolutamente inocentes de cualquier delito".
 
Luego vienen las críticas a los sindicalistas, a los empresarios, a los jueces, a la oposición, a todos aquellos que no lo ayudaron, que según él horadaron la gobernabilidad. Aunque hay atisbos de autocrítica, Macri responsabiliza del fracaso de su gobierno principalmente a actores y a factores externos.
 
Macri no aclara en el libro si será o no candidato presidencial en 2023. Hoy, el expresidente es uno de los políticos con peor imagen y si se pide un balance de su gobierno, las cifras son todavía peores. El 41 % que lo votó en 2019 no es un indicador estable. Quizá su libro y su reaparición estelar lo ayuden a recuperar popularidad porque, en Argentina, todo es posible. Y el antiperonismo siempre ha sido una fuerza muy poderosa.
 
Por Cecilia González
 
Extractado de RT en Español
 

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05-11-2025 / 09:11
La Comisión Investigadora del caso $LIBRA en el Congreso reveló que encontró dos movimientos de fondos por 550.000 dólares hacia una billetera virtual atribuida a Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy, los dos cómplices de Javier "el Loco" Milei en la estafa cripto. Las transacciones fueron realizadas justo cuando el empresario Hayden Davis festejó que el Presidente le había "firmado todo" para su desembarco en Argentina. La comisión podría denunciar a funcionarios de la Casa Rosada como Cuneo Libarona, al titular de la Oficina Anticorrupción, Alejandro Melik, y a Paulo Stark.
 
En el tramo final del trabajo de la Comisión Investigadora sobre la la causa por la estafa con la criptomoneda $LIBRA, la oposición incorporó más pruebas que coinciden con presuntos pagos para monetizar la imagen del presidente Milei. Se estima que el informe final se presentará la semana del 17 de noviembre.
 
Durante el encuentro presidido por el diputado de la Coalición cívica, Maximiliano Ferraro, se votó la reserva para formular denuncia a funcionarios de la Casa Rosada: el Ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona; Florencia Zicavo, ex titular de la Unidad de Tareas Investigativas (UTI) que se creó para averiguar si hubo un ilícito detrás de la difusión de la criptomoneda; al titular de la Oficina Anticorrupción, Alejandro Melik, y a Paulo Stark, quien preside la Unidad de Información Financiera (UIF). También, para presentar denuncia ante el Consejo de la Magistratura contra el juez Marcelo Martínez de Giorgi. Y finalmente, ante el Procurador General de la Nación contra el fiscal Eduardo Taiano.
 
En cuanto a las nuevas pruebas, surgen de un conjunto de transferencias de criptomonedas reveladas por el periodista Hugo Alconada Mon que coinciden en montos y fechas con los pagos reportados en un "acuerdo de cooperación" para monetizar la imagen del mandatario nacional. Según se informó en el encuentro, el reporte periodístico mencionaba un borrador de acuerdo que estipulaba un pago inicial de 300.000 dólares y pagos mensuales de 250.000 dólares a cambio de la representación exclusiva del Estado Argentino en asuntos de blockchain.
 
A raíz de un oficio enviado por la Comisión, Binance confirmó la existencia de una billetera perteneciente a Novelli y entregó sus movimientos. El análisis de estos datos, realizado con especialistas, permitió identificar una billetera que recibió aproximadamente 300 mil dólares entre el 19 y 30 de noviembre de 2024. También, 250 mil dólares el 17 de enero de 2025.
 
Estas transacciones se correlacionan directamente con los montos y el cronograma del acuerdo reportado. Los diputados que integran la comisión pudieron verificar que Novelli recibió al menos 30.897 dólares de esos fondos, por parte de esa billetera, el 26 de noviembre de 2024. Esa billetera que había recibido los 550.000 dólares distribuyó el resto de los fondos a billeteras radicadas en múltiples exchanges internacionales, incluyendo OKX, Bybit, Bitget y Binance.
 
Durante el encuentro, se resolvió librar nuevos oficios a estos exchanges para identificar a los destinatarios finales de los fondos y continuar con la trazabilidad del dinero, teniendo en cuenta que estas transferencias podrían corresponder a los pagos realizados por Hayden Davis (CEO de Kelsier Ventures) en virtud de dicho acuerdo.
 
Esto suma, aunque no dé resultados inmediatos. Al establishment le viene como anillo al dedo que este tema se abra, así cuando Milei termine de hacer el "trabajo sucio" lo transforman en chivo expiatorio y lo mandan a guardar en EEUU como al narco Fred Machado.
 
La Opinión Popular
 

04-11-2025 / 09:11
El Gobierno de Javier "el Loco" Milei pide tiempo. Tiempo para reestructurar el Gabinete, tiempo para ordenar su interna y tiempo, fundamentalmente, para que cambie la composición del Congreso y el poder vuelva a manos de La Libertad Avanza. Milei pretende patear el Presupuesto y las grandes reformas para el verano, cuando planea convocar a sesiones extraordinarias, pero se enfrenta a un problema: una mayoría opositora con fecha de vencimiento que resiste y que pretende, este martes, dictaminar el Presupuesto 2026.
 
Es una puja aritmética con final abierto. Este martes vence el plazo dictado por la Cámara de Diputados para dictaminar el Presupuesto, y el peronismo y el pichettismo están a la caza de las firmas necesarias para poder asegurarse que tendrán el número para presentar sus dictámenes. Cada sector redactó su propia propuesta, pero solo podrán presentarlos si consiguen que haya quórum en la comisión de Presupuesto. Esto es: el mágico número de 25 firmas.
 
El Gobierno, mientras tanto, quiere patear el tema para después de diciembre, cuando el Congreso se tiña de violeta y Milei pueda, con apoyo de los gobernadores, hacerse del control de la agenda legislativa. En el oficialismo confían en que tendrán una base de 111 aliados firmes -entre los que se incluyen a los libertarios, bullrichistas, PRO y radicales mileístas- y que, junto al apoyo de los gobernadores, podrán avanzar con todas las reformas que el presidente tiene planeadas para la segunda etapa de su gobierno. Incluido el Presupuesto.
 
Para resistir hasta diciembre, sin embargo, el Gobierno necesita boicotear el quórum de la oposición en la reunión de comisión del martes. Es la última gran amenaza de una oposición que, dentro de un mes, verá flaquear su poder de fuego y deberá resignarse a correr detrás de la agenda del presidente.
 
Una vez más, Martín Menem convocó al secretario de Hacienda, Carlos Guberman, a calmar las ansiedades de sus aliados. La última reunión que había organizado en su despacho, hace dos semanas, no había salido bien: Nicolás Massot y Eduardo Falcone le habían reclamado que incluyera la emergencia pediátrica, la ley de financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, y Guberman se negó. "No hay plata", afirmó, como toda respuesta.
 
Esta vez, la cumbre en el despacho de Menem fue más privada. El riojano solo invitó a los aliados más cercanos. Ni pichettistas de Encuentro Federal ni peronistas de Unión por la Patria ni ex libertarios del MID: solo los representantes de los gobernadores aliados y sus amigos, que el Gobierno cuenta como propios. Fueron la mendocina Pamela Verasay, el misionero Carlos Fernández, el radical "con peluca" Martín Arjol, la sanjuanina Nancy Picón, la lilita Paula Oliveto y el santacruceño José Luis Garrido. También fue la diputada del PRO, Daiana Fernández Molero.
 
Hubo reclamos, pero predominó la concordia: todos los presentes coincidieron en que lo que más convenía era que el Gobierno pudiera tener su Presupuesto. La diputada del PRO pidió por la deuda que la Nación tiene con la Ciudad de Buenos Aires en materia de coparticipación.
 
Los provinciales pidieron volver a aplicar los descuentos por "zonas frías" en las tarifas, que el proyecto de Presupuesto había eliminado. Todos pusieron sobre la mesa el problema de la obra pública, y algunos aprovecharon para pedirle los avales al Gobierno para poder endeudarse y conseguir financiamiento extranjero. Guberman se negó a todo, excepto a conceder los avales (que no le generan ningún costo). 
 

03-11-2025 / 10:11
El 26 de octubre el electorado porteño eligió a Patricia Bullrich como senadora. De las más de 2.520.000 personas empadronadas en CABA, la votaron 840 mil. Es decir, un 33,3 % del total. Como se cuenta sólo a quienes efectivamente depositaron la boleta en la urna (1.735.000 en este caso), la ministra de "Seguridad Nacional" cree que la votó más de la mitad de los porteños. Y así se siente habilitada a hacer lo que se le cante.

En solo 24 horas, Bullrich fue la principal oradora de la Derecha Fest, junto a la defensora de genocidas, Cecilia Pando, y le devolvió a la escuela de policías el nombre de Alberto Villar, recordado torturador y jefe de la Triple A. También renombró a la escuela de cadetes como Ramón Falcón, el responsable del asesinato de docenas de obreros en la represión del 1º de mayo de 1909. Todo un mensaje a quienes se forman como represores. Dos genocidas que mataron obreros, indígenas, estudiantes y luchadores sociales. Uno hace más de cien años y el otro en los 70. Es lo que Bullrich busca de la Policía Federal.

Desde el atril, y envalentonada con el resultado de las elecciones, a la derecha de la ultra derecha, la ex montonera Bullrich ensalzó a Milei, a quien definió como "un presidente pro Policía Federal Argentina", y los diferenció de otros gobiernos que consideraban a la fuerza una adversaria del Estado.

La ex peronista panqueque Bullrich dedicó su gestión a mostrarse como antítesis del peronismo. Lo primero que hizo fue derogar la resolución de Nilda Garré que regulaba la actuación de las fuerzas de seguridad frente a la protesta social. Una de sus últimas medidas será dar marcha atrás con otra resolución de Garré, la 167/2011, que había ordenado que las escuelas donde se forman los aspirantes a la fuerza no llevaran nombres de represores.

Hasta abril de 2011, la escuela de cadetes llevaba el nombre de Falcón. Garré decidió que se lo reemplazara por el de Juan Pirker, el jefe de la PFA de Raúl Alfonsín que murió en febrero de 1989 mientras estaba en funciones. La escuela de suboficiales llevaba desde diciembre de 1974 el de Villar y fue modificado por el de Enrique OGorman, que había conducido la fuerza entre 1867 y 1874. OGorman había prohibido que a los detenidos se los sujetara a barras y cepos por considerarlos instrumentos de tortura.

Este viernes, usando como excusa el 204° aniversario de la creación de la Policía Federal, Bullrich aprovechó para darle un mensaje a la sociedad: habrá represión brutal contra quienes luchen por sus derechos, es política de Estado, aún si eso implicara sobrepasar la legalidad y violar derechos humanos.

La "competencia" entre los libertarios por ver quién reivindica más y mejor a los represores de antaño y de la última dictadura militar debe ser denunciada y combatida por quienes defendemos la Memoria, la Verdad y la Justicia. Esas reivindicaciones con lo más reaccionario de nuestra historia son un golpe artero a las causas de lesa humanidad del presente. Ni olvido, ni perdón, justicia.

La Opinión Popular

02-11-2025 / 10:11
La reunión entre Javier "el Loco" Milei y Mauricio "el Gato" Macri "para comer milanesas" en Olivos terminó en desastre y el expresidente criticó duramente al Gobierno libertario. Sus únicos elogios fueron para el despedido Guillermo Francos y le bajó el pulgar al sucesor Manuel "Cara de Piedra" Adorni, "un hombre sin experiencia". La respuesta oficial fue contundente: "Nos chupa un huevo lo que opine Macri", resumió un alto funcionario. Macri llegó a la reunión esperando negociar, pero Milei no le ofreció nada; las elecciones profundizaron la distancia entre el PRO y LLA.
 
La foto que parecía destinada a sellar una alianza terminó en un cachetazo político silencioso. Macri llegó a Olivos esperando una negociación "entre iguales", pero se encontró con un Milei agrandado por su victoria electoral, sin apuro, sin concesiones y sin intención alguna de repartir poder. "Se fue con las manos vacías", resumió un dirigente del PRO que todavía no sale del estupor.
 
El encuentro había sido pactado antes de las elecciones, cuando el Gobierno temía una derrota y Macri olía una oportunidad para volver al tablero grande. Pero el triunfo de La Libertad Avanza cambió las reglas en un segundo: en la Casa Rosada dieron por innecesario cualquier pacto de supervivencia y pasaron del "necesitamos al PRO" al "gracias, pero no".
 
Macri se fue con las manos vacías de Olivos. Se encontró con un Milei recargado por el triunfo electoral que le explicó que hizo "todo bien" y por eso los argentinos y Donald Trump lo "premiaron" con su renovado respaldo.
 
Como si la escena necesitara más tensión, durante la reunión explotaron las renuncias de Guillermo Francos y Lisandro Catalán. Milei se dedicó a apagar su propio incendio político y Macri quedó relegado a un rol casi decorativo. La oferta de cargos -que nunca pasó de ideas vagas sobre segundas o terceras líneas- se evaporó. "No vamos a regalar ministerios para después no poder echar a nadie", fue la frase que circuló entre los libertarios.
 
En el PRO tomaron nota y mandaron un mensaje directo: el Congreso no será un paseo. "Tenemos 20 diputados, nos van a necesitar", lanzó un legislador, recordando que Milei apenas supera los 80 propios y está a años luz del quórum. El macrismo no solo se fue sin cargos: se fue sabiendo que lo quieren como furgón de cola, no como socio. La publicación expone un punto de inflexión en el enfrentamiento entre Macri y Milei, que ha tenido idas y vueltas desde el triunfo libertario en el balotaje de 2023.
 
Mientras tanto, el partido explotó por dentro. Patricia Bullrich ya había fracturado el bloque antes de la cumbre, y la fuga de legisladores empezó a tomar ritmo de desbandada. Sabrina Ajmechet se pasó a La Libertad Avanza con una despedida venenosa, y Damián Arabia apuntó contra la cúpula del PRO tras ser expulsado. El mensaje es claro: Milei no solo no necesita a Macri... lo está licuando.
 
En Olivos, el presidente se siente respaldado por las urnas y no planea negociar nada, ni con Macri ni con los gobernadores, que no esté en su propio beneficio. El "pacto Milei-Macri" nació en campaña, pero en el poder ya huele a viejo. Y esta vez, el que se fue a dormir sin premio político fue el fundador del PRO. La historia cambió de dueño, y el macrismo lo sabe.
 
La Opinión Popular
 

01-11-2025 / 11:11
Javier "el Cipayo" Milei se esmeró en cumplir las condiciones de Washington, entre ellas el enfriamiento de las relaciones comerciales con China, mientras Donald Trump se reunía en Corea del Sur con el mandatario chino XI Jinping y levantaba impuestos aduaneros a cambio de que China volviera a comprarles soja en detrimento de la que compra en la Argentina.
 
Cuando Milei viajó desesperado a buscar el socorro estadounidense, el primer "consejo" de Trump fue que sólo salvarían a un gobierno "sustentable". No quería repetir la mala experiencia con Mauricio Macri, a quien prestaron una cifra fabulosa y perdió las elecciones. Sin sustentabilidad no hay ayuda fue el mensaje que recorrió el país. Dos tareas para el hogar: recomponer las alianzas del principio de la gestión y terminar con el peligro del populismo-peronismo.
 
La convocatoria a los gobernadores llegó al día siguiente de los comicios. Veinte de ellos asistieron dócilmente. Muchos perdieron las elecciones en sus provincias. Cuatro quedaron fuera de la reunión. La Rioja, Buenos Aires, Formosa y Tierra del Fuego fueron discriminados por el Presidente de todos los argentinos.
 
"Si me hubieran invitado hubiera ido, -afirmó el gobernador bonaerense Axel Kicillof- le hubiera planteado al Presidente la deuda que tiene con la provincia por los billones de pesos que nos pertenecen y no nos entregó, le hubiera preguntado la razón por la que retiró los programas de salud y educación a la provincia". Y siguió con una enumeración de los puntos de la deuda que mantiene el gobierno nacional con la provincia de Buenos Aires.
 
Es una situación que padecen todas las provincias. Pero los que asistieron a la Casa Rosada no hicieron ningún planteo. En cambio, escucharon el reclamo de respaldo a las futuras medidas que el gobierno nacional mandará al Congreso, con la reforma laboral en primer lugar. La mayoría de estos gobernadores apoyaron en el Congreso las leyes más retrógradas que envió el gobierno al principio de su mandato. Pero retacearon sus votos cuando midieron el descontento previo a las elecciones.
 
Hubo foto, pero sin anuncios. La CGT también entró en deliberación por el escenario que se viene, donde las principales víctimas serán los trabajadores. La gran pregunta es hasta qué punto el resultado de estos comicios de medio término habilitaron al gobierno para avanzar aún más sobre los sectores populares ya muy golpeados.
 
Una explicación sobre el sorpresivo salto del malhumor en la sociedad a este resultado, es que se basó más en el miedo que en un respaldo al ajuste. Si parte de ese voto se explicara así, con las iniciativas que enviarán al Congreso, la "sustentabilidad" se irá por el desagüe. Los tiempos son más cortos que en el 2023 porque la gente está peor.
 
El Milei de la reunión estaba en ganador: "Para qué voy a invitar a personas que no saben sumar dos más dos", dijo por los gobernadores discriminados. Agregó que la conversación había sido muy buena pero no aclaró el temario ni los acuerdos. Trump quería la foto de la sustentabilidad con los gobernadores y la tuvo.
 
Fue una de sus exigencias, al igual que congelar los acuerdos con China, como planteó el secretario del Tesoro norteamericano Scott Bessent. Trump no quiere que los países latinoamericanos tengan buenas relaciones con la potencia oriental. Y mientras imponía estas condiciones a Milei, suplicaba en Corea del Sur a Xi Jinping que China vuelva a comprarles soja y vuelva a venderles las tierras raras que necesita para su industria bélica.
 

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