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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 22-03-2021 / 17:03
UN GOBIERNO QUE DEVASTÓ LA ARGENTINA

Macri desarrolla una narrativa que se acomoda al relato, no a la realidad

Macri desarrolla una narrativa que se acomoda al relato, no a la realidad
En su libro “Primer tiempo”, Mauricio Macri desarrolla una narrativa que en gran parte se acomoda al relato, no a la realidad. La parcialidad de los recuerdos y análisis de su gobierno se entiende. Debe ser difícil explicarse a sí mismo la devastación económica y social que provocó en solo cuatro años de gestión, y que incluyó más pobreza, deuda, inflación y recesión.
En su libro "Primer tiempo", Mauricio Macri desarrolla una narrativa que en gran parte se acomoda al relato, no a la realidad. La parcialidad de los recuerdos y análisis de su gobierno se entiende. Debe ser difícil explicarse a sí mismo la devastación económica y social que provocó en solo cuatro años de gestión, y que incluyó más pobreza, deuda, inflación y recesión. Esa sí que es una pesada herencia. Por eso las contradicciones, mentiras y omisiones asoman a cada rato en las páginas del libro.
 
Una de sus premisas, por ejemplo, es el combate a la amenaza "populista", pero el ex presidente jamás cuestiona el populismo de derecha que representan Donald Trump o Jair Bolsonaro, a quienes incluso halaga en su libro. Su empeño es únicamente contra los gobiernos progresistas o de izquierda. Su radicalización a la derecha está consolidada.
 
En esa escritura a conveniencia tampoco importa alterar la historia. Al final de "Primer tiempo", llega al extremo de enumerar los gobiernos que hubo en Argentina desde 1930 a la fecha. Pero en esa lista omite los golpes de Estado que sufrieron los gobiernos peronistas en 1955 y 1976. De la última dictadura militar no hay ni mención. Solo con esas exclusiones históricas Macri puede insistir en que el peronismo es el responsable de "la decadencia argentina".
 
Y qué decir de la derrota de 2019. Macri insiste en que la crisis económica se agudizó porque "los mercados" temían el regreso del peronismo. "El miedo a Cristina es total", dice en referencia a la vicepresidenta. ¿No sería, más bien, que la desconfianza era hacia el macrismo y sus erráticas políticas económicas, en la incapacidad de gestión que ya había demostrado, en el caudal de promesas incumplidas?
 
Pero no. El expresidente se autoconvence de que ya estaba en el camino de la recuperación, de que la "amenaza" de una victoria peronista desató el caos monetario que le impidió mostrar las mejoras económicas con las que podía haber ganado la reelección. Lo mejor estaba por venir, pero no lo dejaron. Mala suerte.
 
Se jacta de haber encabezado un gobierno honrado ("el kirchnerismo es corrupto"). Olvida que la Justicia investiga causas en las que empresas de la familia Macri se beneficiaron de contratos o acuerdos durante el gobierno de Macri, y de que muchos de sus exfuncionarios enfrentan denuncias judiciales que avanzan en Tribunales, una de las más graves por espionaje.
 

 
LAS MEMORIAS DE MACRI
 
El relato de un gobierno que devastó a Argentina
 
Los peronistas son los culpables de todos los males de Argentina. Bueno, más bien, los kirchneristas. Son populistas, corruptos, vengativos y autoritarios. Se alteran. El macrismo, en cambio, es honesto, con buenos modales y defiende los valores y la libertad.
 
No se enojó con periodistas ni manipuló jueces. Hizo que Argentina volviera al mundo. El G20 fue la máxima expresión. Perdió las elecciones en 2019 solo por el pánico de los mercados a Cristina Fernández de Kirchner. Pero a pesar de la derrota, el macrismo logró una hazaña: les ganó las calles a los peronistas. Épico. Y volverá a gobernar.
 
Este es el relato plasmado en "Primer tiempo", el libro de memorias del expresidente Mauricio Macri que lanza una cruzada contra "el populismo", justifica los errores de su gobierno y deja en claro su obsesión contra la vicepresidenta Cristina Fernández y con el kirchnerismo en general.
 
Es, también, la señal de arranque rumbo a las elecciones legislativas de octubre en las que Macri apuesta a que la oposición al presidente Alberto Fernández gane mayoría en el Congreso. La meta principal son las presidenciales de 2023. El regreso de la derecha al poder.
 
En ese ambicioso proyecto se inscribe el lanzamiento y la presentación de un libro que vaticina que, como en los partidos de fútbol, habrá un segundo tiempo. En aras de ese objetivo, Macri, como la inmensa mayoría de las y los políticos, desarrolla una narrativa que en gran parte se acomoda al relato, no a la realidad.
 
La parcialidad de los recuerdos y análisis de su gobierno se entiende. Debe ser difícil explicarse a sí mismo la devastación económica y social que provocó en solo cuatro años de gestión, y que incluyó más pobreza, deuda, inflación y recesión. Esa sí que es una pesada herencia. Por eso las contradicciones, mentiras y omisiones asoman a cada rato en las páginas del libro.
 
Una de las premisas, por ejemplo, es el combate a la amenaza "populista", pero el ex presidente jamás cuestiona el populismo de derecha que representan Donald Trump o Jair Bolsonaro, a quienes incluso halaga en su libro: "Sabía que Trump era un hombre con una enorme voluntad de construirse a sí mismo", "Bolsonaro me pareció un tipo distinto a todos los presidentes que había conocido, con ideas claras sobre su relación con la Argentina". Su empeño es únicamente contra los gobiernos progresistas o de izquierda. Su radicalización a la derecha está consolidada.
 
 
Distorsiones
 
En esa escritura a conveniencia tampoco importa alterar la historia. Una y otra vez Macri presume haber sido el primer presidente no peronista en terminar su mandato en tiempo y forma en casi un siglo. Las cuentas no dan. Para empezar, el peronismo nació a mediados del 40, así que el expresidente lo denuesta incluso antes de que este existiera.
 
Al final de "Primer tiempo", llega al extremo de enumerar los gobiernos que hubo en Argentina desde 1930 a la fecha. Pero en esa lista omite los golpes de Estado que sufrieron los gobiernos peronistas en 1955 y 1976. De la última dictadura militar no hay ni mención. Solo con esas exclusiones históricas Macri puede insistir en que el peronismo es el responsable de "la decadencia argentina".
 
Otro eje del relato macrista son "las 40 toneladas de piedras" que, según él, militantes opositores lanzaron a las fuerzas de Seguridad en diciembre de 2018, en las marchas contra la reforma jubilatoria. Lo que no cuenta es la violenta represión que hubo ese día contra manifestantes y periodistas, e incluso contra ciudadanos que ni siquiera habían ido a protestar.
 
Y qué decir de la derrota de 2019. Macri insiste en que la crisis económica se agudizó porque "los mercados" temían el regreso del peronismo. "El miedo a CFK es total", dice en referencia a la vicepresidenta. ¿No sería, más bien, que la desconfianza era hacia el macrismo y sus erráticas políticas económicas, en la incapacidad de gestión que ya había demostrado, en el caudal de promesas incumplidas?
 
Pero no. El expresidente se autoconvence de que ya estaba en el camino de la recuperación, de que la "amenaza" de una victoria peronista desató el caos monetario que le impidió mostrar las mejoras económicas con las que podía haber ganado la reelección. Lo mejor estaba por venir, pero no lo dejaron. Mala suerte.
 
Pese a sus múltiples críticas al peronismo, el expresidente aclara que su verdadero problema es con el peronismo kirchnerista. Es su némesis. Por eso se jacta de haber encabezado un gobierno honrado ("el kirchnerismo es corrupto"). Olvida que la Justicia investiga causas en las que empresas de la familia Macri se beneficiaron de contratos o acuerdos durante el gobierno de Macri, y de que varios de sus exfuncionarios enfrentan denuncias judiciales que avanzan en tribunales, una de las más graves por espionaje.
 
 
Culpas
 
El expresidente también presume sus supuestos buenos modales. "Nunca me enojé con un periodista", dice, a diferencia del kirchnerismo que mantiene una permanente y abierta confrontación con la prensa opositora. Macri destaca su serenidad y sabiduría para no dejarse absorber por el poder. Es decir, todo lo contrario de Fernández de Kirchner, a quien psicoanaliza: "La presidenta no está bien, no sé si alguna vez lo estuvo. Ya durante sus mandatos notaba un padecimiento interno muy grande".
 
La vicepresidenta es la villana favorita. Su fijación con ella es evidente. Sin embargo, Macri rechaza haber incentivado la persecución judicial en contra de Fernández de Kirchner y de su familia. Hoy los papeles se invierten y es Macri quien se cree un perseguido: "Como los hijos de Cristina fueron procesados por varios delitos, ella ahora quiere que yo pase por lo mismo, con la diferencia de que mis hijos son absolutamente inocentes de cualquier delito".
 
Luego vienen las críticas a los sindicalistas, a los empresarios, a los jueces, a la oposición, a todos aquellos que no lo ayudaron, que según él horadaron la gobernabilidad. Aunque hay atisbos de autocrítica, Macri responsabiliza del fracaso de su gobierno principalmente a actores y a factores externos.
 
Macri no aclara en el libro si será o no candidato presidencial en 2023. Hoy, el expresidente es uno de los políticos con peor imagen y si se pide un balance de su gobierno, las cifras son todavía peores. El 41 % que lo votó en 2019 no es un indicador estable. Quizá su libro y su reaparición estelar lo ayuden a recuperar popularidad porque, en Argentina, todo es posible. Y el antiperonismo siempre ha sido una fuerza muy poderosa.
 
Por Cecilia González
 
Extractado de RT en Español
 

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18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
La Opinión Popular
 

17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo del FMI de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
La Opinión Popular
 

13-12-2025 / 09:12
El proyecto de país que perfila el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei tomó el aspecto de una sociedad sin derechos organizada por el mercado. El mercado elimina el concepto de soberanía y decidirá quién irá preso y quién se tomará vacaciones. A su vez, el mercado está organizado por una escala jerárquica según el poder económico.
 
O sea: la libertad de los libertarios es como la milanesa tucumana hecha con papel higiénico. Y de postre: inflación. Si alguno pensó que el esfuerzo valía la pena, el 2,5 de inflación -medido por un Indec que todo el mundo sabe trucho-- le dio una mala noticia: se quedó sin trabajo, se quedó sin empresa, y además tiene inflación.
 
En la misma semana asumió Joaquín Mogaburu como subsecretario de Derechos Humanos y se presentó el proyecto de reforma laboral en el Congreso. El nuevo funcionario es un personaje ligado a los represores y da cursos en los cuarteles sobre "memoria completa".
  
Mogaburu aboga por la conciliación y el perdón a los genocidas. El combo es coherente con el protocolo de seguridad que criminalizó la protesta social, el decreto que permitió a las fuerzas armadas intervenir en conflictos internos y la eliminación del derecho a huelga y otros derechos como lo estipula la reforma laboral enviada al Congreso.
 
Durante el mes hubo decenas de actos sobre derechos humanos en centros culturales, casas de la memoria y en plazas de todo el país. Y el jueves se realizó un festival en la Plaza de Mayo encabezado por Madres, Abuelas y el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Al mismo tiempo, la CGT anunciaba un acto público para oponerse al proyecto de ley enviado al Congreso.
 
No hay derechos humanos y no hay derechos laborales. No hay derecho a la protesta y no hay derecho que proteja contra la tortura y la violación como reclaman los que piden la libertad de torturadores y violadores que actuaron tras haber usurpado el Estado durante el golpe genocida. No hay sujetos de derecho en esta sociedad que conciben los libertarios y que ha sido votada por muchos que perderán los derechos que tenían.
 
Con el mercado se come, con el mercado se educa, con el mercado se cura. Si eso era difícil con la democracia, el mercado ni se lo plantea porque el único derecho que reconoce es el del que tiene más capital. El mercado habla de méritos, pero los derechos no se ganan. Los derechos implican también responsabilidades, pero no se ganan por méritos. Al menos la democracia reconoce que todos tienen derecho a comer, a la educación y a la salud. Después dependerá de los gobiernos proveer esos derechos.
 
Los libertarios inventaron una democracia con voto, pero sin derechos. Y los derechos son para todos porque son inherentes a la condición del ser humano. Si son para pocos, no califica. La democracia se construye sobre los derechos ciudadanos. Sin esos derechos básicos no hay sistema democrático. Este gobierno habla de democracia y libertad, pero cuando hace la milanesa, le pone papel higiénico en vez de libertad y democracia.
 

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