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Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Entre Ríos - 22-03-2021 / 11:03
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL

¿La lucha contra la peste es el eje de la campaña electoral?

¿La lucha contra la peste es el eje de la campaña electoral?
Avanza un cronograma que indica que las PASO serán el 8 de agosto, pero nadie sabe cuándo se harán las primarias, porque pueden postergarse, si es que llegan a realizarse. También asecha la amenaza de una nueva ola de coronavirus, mientras el calendario de vacunación transcurre más lento de lo que todos quisiéramos. La combinación de ambos factores eleva la incertidumbre política.
Avanza un cronograma que indica que las PASO serán el 8 de agosto, pero nadie sabe cuándo se harán las primarias, porque pueden postergarse, si es que llegan a realizarse. También asecha la amenaza de una nueva ola de coronavirus, mientras el calendario de vacunación transcurre más lento de lo que todos quisiéramos. La combinación de ambos factores eleva la incertidumbre política.
 
El resultado de las elecciones de medio término dependerá de la lucha contra la peste. Con la pandemia como escenario, se enfrentarán: el gobierno que trata de sacársela de encima y una oposición gurka que lo obstaculiza de todas las formas, sabiendo que el oficialismo pagará un costo electoral más alto cuanto más dure la enfermedad y más grave sea la crisis sanitaria. "Cuanto peor, mejor", dicen.
 
En esa pelea, los contendientes asumen roles habituales. El Gobierno de Gustavo Bordet aplicó el aislamiento social y se concentró en el operativo para disponer de más camas de terapia intensiva, con respirador y monitores. Y sumó más recursos técnicos y humanos al sistema de salud. El oficialismo gestiona y ahora trata de conseguir más vacunas que deberá aplicarlas más rápidamente.
 
La oposición hace lo que en otras situaciones sería normal: oponerse. Lo viene haciendo desde que empezó la epidemia. Convocó al rechazo de las medidas de protección como si la cuarentena fuera contra ellos y no para el resguardo de todos. Pero lo más grotesco fue la intención de repudiar la vacuna Sputnik V. Las autoridades tuvieron que vacunarse para despejar suspicacias y promoverla. Si un sector importante no se vacuna, el virus permanece latente.
 
La derecha bolsonarista despreciaba a la Sputnik V; la sindicaba como una estafa comunista, cuando no un veneno. La vacuna ganó la batalla y el oficialismo derrotó al denuncismo. Ahora, la oposición hace campaña electoral poniendo en duda la metodología de vacunación. Y exige que haya más "veneno soviético". La única lógica detrás de las tácticas de la oposición es la constante intención de promover el enojo en la gente para intentar ganar los comicios.
 
A pesar de las denuncias y la campaña saboteadora de los grandes medios porteños (Clarín, La Nación e Infobae), la sociedad inclinará su opinión hacia el que muestre eficiencia para controlar la epidemia, para conseguir más vacunas y para vacunar con más rapidez. Más allá de las posiciones extremas, la ciudadanía que define las elecciones espera con mucha expectativa la llegada de las vacunas. Casi todos anhelan inmunizarse y se alegran cuando esto sucede.
 
En este escenario, el Ejecutivo provincial sigue enfocado en el tema sanitario. Se preocupa por la falta de vacunas, más allá que la llegada de las mismas es responsabilidad de la Nación. Con los altibajos de ese proceso, es lógico pensar que la acechanza de la pandemia se mantenga durante los comicios. Si el flujo continuo de vacunas se mantiene y se convence a la población para que siga cuidándose será mejor para todos, salvo para un puñado de opositores recalcitrantes.
 
No debemos politizar la salud pública, ni entrar en campaña electoral con una vacunación que se está realizando de manera transparente y acorde a las premisas científicas. Las preocupaciones ciudadanas hoy son sencillas: la salud, las vacunas, el laburo, el regreso de los chicos a las aulas, las perspectivas para el año... Por eso el cuidado de la salud de los entrerrianos seguirá siendo la mejor carta de presentación del oficialismo provincial.
 
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¿La lucha contra la peste es el eje de la campaña electoral?

A un año de la cuarentena, ¿el aislamiento vuelve?
 
Brasil atraviesa la peor crisis sanitaria de su historia. Chile está pasando el momento más difícil de esta pandemia, a pesar de tener una tasa de inmunización top a nivel mundial. Paraguay recién está recibiendo este fin de semana su primer lote de vacunas. En los tres países resulta difícil, y para muchos es imposible, conseguir una cama de terapia intensiva o un respirador a tiempo. Los pacientes mueren esperando. A un año del comienzo de la primera cuarentena, la Argentina todavía no tuvo que pasar por ese trance.
 
Esa es la medalla más brillante en el pecho del presidente Alberto Fernández a esta altura de su mandato. El logro más resonante de la gestión que hizo su gobierno de esta crisis sanitaria, económica y política. Incuestionable. Indiscutible. Se construyeron y se equiparon hospitales en todo el país. Se contrataron profesionales, que están en la primera línea a la hora de recibir las vacunas. Se compraron respiradores, insumos. Se investigaron terapias experimentales. Se cumplió un año y el sistema de salud resistió todos los embates.
 
Ese logro está en peligro. El epicentro de la pandemia volvió a posarse en América Latina, particularmente en el Cono Sur, donde todos los países experimentan un nuevo pico de casos y muertes. La Argentina todavía se encuentra en la ladera de esa montaña, unas semanas por detrás de sus vecinos, pero el cambio alcista en la tendencia es notorio. La curva la empuja CABA, que en las últimas dos semanas aumentó un 25 por ciento las infecciones registradas. Ya aprendimos que puede expandirse rápidamente a todo el país.
 

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Alberto blanqueó un problema grave
 
En ese marco, el presidente hizo su primera cadena nacional y por primera vez blanqueó el problema grave que tiene la Argentina y el mundo: la escasez de vacunas. En la Unión Europea, donde la campaña de vacunación está siendo sorprendentemente lenta, los nuevos casos han crecido en forma considerable, al punto de hablarse ya de una "tercera ola" del virus, y de la inminencia de nuevos confinamientos para una población agotada y descontenta.
 
Es cierto, como dice Alberto, que en la mayoría de los casos, o en todos los casos, no es responsabilidad del Gobierno nacional, sino de los laboratorios que por diferentes motivos no pueden cumplir con los compromisos asumidos. El principal punto débil de esta provisión de medicamentos lo tiene AstraZeneca, la famosa vacuna de Oxford que se fabricó en la Argentina, que se envió a México para que se envasara y se distribuyera en todas partes del mundo, entre ellos 20 millones de dosis para la Argentina.
 
Y eso todavía no pudo suceder por problemas no de logística, sino de fabricación de los insumos necesarios para el envasado y la distribución correcta del producto. Obviamente que debería tener 20 millones de vacunas que no tiene y no se pueden corregir con el millón de vacunas que mandó AstraZeneca desde la India a la Argentina. Hay una realidad objetiva: no hay vacunas y que por eso hay en las vacunaciones lentas, ralentizadas.
 

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La vacuna como bien social
 
La referente de la derecha bolsonarista en la Argentina, Patricia Bullrich, y otros punteros de Juntos por el Cambio, como el radical Alfredo Cornejo, promueven la venta de vacunas en farmacias, su comercialización privada e inclusive el acceso al mercado internacional por instancias ajenas al Estado Nacional.
 
En diciembre de 2018 el Congreso Nacional sancionó la Ley 27491, la que se elaboró para que la Nación tenga una política pública de prevención y control de las enfermedades prevenibles por vacunación. Dicen sus artículos 2 y 3: "A los efectos de la presente ley se entiende a la vacunación como una estrategia de salud pública preventiva y altamente efectiva. Se la considera como bien social, sujeta a los siguientes principios:
 
a) Gratuidad de las vacunas y del acceso a los servicios de vacunación, con equidad social para todas las etapas de la vida; b) Obligatoriedad para los habitantes de aplicarse las vacunas; c) Prevalencia de la salud pública por sobre el interés particular; d) Disponibilidad de vacunas y de servicios de vacunación; e) Participación de todos los sectores de la salud y otros vinculados con sus determinantes sociales, con el objeto de alcanzar coberturas de vacunación satisfactorias en forma sostenida.
 
Art. 3° - Declárese a la vacunación como de interés nacional, entendiéndose por tal a la investigación, vigilancia epidemiológica, toma de decisiones basadas en la evidencia, adquisición, almacenamiento, distribución, provisión de vacunas, asegurando la cadena de frío, como así también su producción y las medidas tendientes a fomentar la vacunación en la población y fortalecer la vigilancia de la seguridad de las vacunas".
 
Los incisos a) y c) prescriben la gratuidad de la vacunación, la equidad respecto de todas las franjas etarias y sociales y la prevalencia de salud pública por sobre cualquier interés particular.
 
Resulta clara la voluntad del legislador de defender el criterio de igualdad frente a la recepción de la vacuna. Entonces, la posibilidad de facilitar el acceso a quien la pague, sea en tiempo, en forma, o por elección de marca o características, resultan violatorios de las disposiciones legales.
 
Contundente, el Presidente se refirió a la nueva operación de la oposición en contra de la gestión que lleva a cabo el Gobierno para la vacunación de los argentinos y afirmó: "Queremos la vacuna para todos; ellos quieren que la compren los que tengan plata".
 
Por otra parte el artículo 3 prevé fomentar la voluntad de vacunarse de la población. Las derechas argentinas e internacionales reniegan de esa vocación y se suman a lógica individualista del libre mercado sin intromisión estatal, una lógica antisocial.
 

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Meritocracia y desigualdad
 
Mientras la lógica de Bullrich despliega sus golpes de efecto, la versión institucionalista de Rodríguez Larreta-Quirós concesiona la vacunación a prepagas y obras sociales porteñas, segmentando las condiciones vacunatorias en sintonía con la fragmentación del sistema de salud. La conducta de las autoridades de CABA hace patente la necesidad y urgencia de la reforma del sistema de salud argentino que ponga fin al dispositivo discriminatorio que el neoliberalismo radicalizó en extremo.
 
La cuestión epidemiológica es de orden social y las conductas individuales deben subordinarse a ese orden. En el caso de la vacuna contra Covid-19, como las demás vacunas que combaten la contagiosidad de enfermedades han sido el segundo elemento que ha defendido la vida humana y la salud, luego de la garantía del suministro del agua en condiciones de uso.
 
La protección que otorga la vacuna frente a la peste nos une como iguales. Por el contrario, la oferta de la vacuna por un precio a quien tiene poder económico para pagar, suplementada por la oferta gratuita como subsidio a quien no lo puede hacer, convierte a la salud en una mercancía y le quita el carácter de derecho humano.
 
La vacunación al ser un hecho de orden social, implica que cuando se vacuna a la persona se lo hace como parte de una comunidad. Esa vacunación importa para la inmunidad de rebaño, que es lo que busca la derrota de la peste, fenómeno que existe porque la vida es comunitaria. No hay persona sin sociedad.
 

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Un enemigo: la inflación
 
El análisis de la macro sigue mostrando índices alentadores, especialmente en materia de actividad industrial que lleva varios meses de crecimiento sostenido, los relacionados a la construcción y la venta de vehículos, por ejemplo. La tranquilidad del dólar blue, el superávit de balanza comercial y la posibilidad de recuperar reservas del Banco Central que se da como consecuencia de ambos factores, es otro de los elementos positivos que muestra el contexto actual.
 
Pero un viejo enemigo aparece amenazando con desatar una nueva crisis: la inflación. Luego de la leve baja del IPC que en febrero acusó 3,6%, el INDEC dio a conocer que la inflación mayorista para el mismo mes fue de 6,1%, lo que aleja cualquier posibilidad de que se sostenga en marzo el camino de reducción de la inflación que tibiamente comenzó en febrero.
 
Por otra parte, con el dólar calmo y la emisión de moneda en retroceso, el Gobierno nacional no tiene muchas herramientas a las que apelar para reducir la inflación sin afectar la incipiente reactivación. Si a eso se agrega que están previstas nuevas subas en los precios de los combustibles, que levantarán los costos de la logística, la baja de la inflación parece un objetivo todavía más lejano.
 
Los grandes grupos económicos, de adentro y de afuera, no estuvieron a la altura ni hicieron algún aporte. Al menos en el plano de los productos masivos, particularmente alimentos, no tuvieron piedad con una población sumida en la angustia económica y sanitaria. La tasa de ganancia para los empresarios es un dogma indiferente a las tragedias. El Gobierno tomará cartas en el asunto.
 
Lo esperable para lo que queda de camino hasta las elecciones de octubre es una mayor presión para frenar la devaluación, lo que en un contexto inflacionario llevará a un mayor atraso cambiario, atrasar todo lo posible la inevitable suba de tarifas y aplicar controles más estrictos a los formadores de precios. Pero nada de eso parece suficiente para lograr que se cumpla la previsión de una inflación anual de 29% incluida en el Presupuesto, más aún si se parte de una base de 12% en el primer trimestre.
 

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Vacunación en Entre Ríos
 
Faltan pocas semanas. Para fines de abril, según advierten los especialistas, nos golpeará una segunda ola de coronavirus. Justo en el momento en el que el cambio de estación comenzará a sentirse en Entre Ríos, aunque en nuestra provincia el frío propiamente dicho llega bastante después. Pero el ambiente ya no será el mismo. Y eso es peligroso. Más puertas y ventanas cerradas, menos aireación, más encierro equivalen a más circulación del coronavirus.
 
Los entrerrianos enfrentarán otra vez a un enemigo que nunca se fue, pero que pareció dar un respiro durante un par de meses. Y con todas las actividades abiertas, un relajamiento inusitado con respecto a las medidas de seguridad y una vacunación que se mueve al compás de las migajas que los productores destinan a todo el mundo.
 
Pero, ¿cuál es la situación real de Entre Ríos en cuanto a la vacunación? Insuficiente es la primera palabra que se nos viene a la mente. Pero hay otras para acompañarlas y lenta es una de ellas. Renglón aparte merece el reparto a las provincias. Si Argentina nunca se destacó por el federalismo en la distribución de los fondos, tampoco lo está haciendo ahora en el reparto de las vacunas. Mientras la rica Ciudad Autónoma de Buenos Aires recibió una cantidad de dosis equivalentes al 12,3% de su población, las que llegaron a Entre Ríos solo alcanzan para inmunizar al 7%.
 
Vamos con algunos números como para ejemplificar mejor lo que en Entre Ríos, como mínimo, parece ser controversial. En la provincia debe haber 260.000 personas aproximadamente dentro de los mayores de 60. De ellos, 130.000 son mayores de 70, los únicos que, aparte del personal de salud, de seguridad y de educación, ya comenzaron a ser vacunados.
 
Luego del vacunagate, la Nación creó un monitor online para ver en qué estado se encontraba el plan en cada una de las provincias. Y las cifras en Entre Ríos dejan dudas. Según lo difundido por el sitio oficial Monitor Público de Vacunación, la provincia de Entre Ríos recibió de Nación -hasta este jueves 18 de Marzo a las 11:55-, 113.450 dosis en total contra el coronavirus, de las cuales aplicó 65.295. Llevado a porcentajes, quiere decir que ha podido inyectar el 57,55% de las dosis que le fueron entregadas desde el Estado nacional.
 
En la provincia hay muchas dosis que todavía no se aplicaron, números que no cierran y tampoco hay explicaciones. Si la vacunación se suspendiera hoy, ¿qué porcentaje de la provincia estaría inmunizada con las vacunas sin contar a menores de 18 ni a personas sanas de entre 19 y 59 años? El número es bajísimo. Basta decir que aún no se vacunó a todos los mayores de 70 y con los mayores de 60 aún no se empezó.
 

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Elecciones entrerrianas en contexto de pandemia
 
El próximo domingo 8 de agosto están fijadas por ley las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), y el domingo 24 de octubre las elecciones legislativas de medio término. En Entre Ríos se elegirán cinco diputados a la Cámara Baja nacional.
 
Toda la saga electoral provincial está condicionada por los vaivenes de la pandemia. Nadie cree que si en agosto queda enclavada la segunda ola se vayan a llevar adelante las primarias, y hay algunas especulaciones para postergar los calendarios, hacia la primavera las primarias y en noviembre las generales. El presidente de la Nación dijo que ese es un tema que deberán definir los gobernadores.
 
¿Cómo serán las elecciones entrerrianas en pandemia? ¿Qué es lo que está pensando estratégicamente el gobierno de Gustavo Bordet para realizar las elecciones en un contexto que ofrezca la mayor seguridad sanitaria, continúe la confianza de los votantes en el sistema y que permanezcan los índices de participación electoral?
 
Por ahora, todos los objetivos de las gestiones (provincial y municipal) deben estar atentos al Covid. Es un desafío, como todos los procesos electorales que se llevaron adelante desde la vuelta de la democracia. En primer lugar, se debería analizar ampliar la cantidad de establecimientos de votación para de esa forma tener un menor número de mesas receptoras de votos y -por ende- menos votantes por escuela.
 
Ahora bien, ¿se está pensando en ampliar los establecimientos utilizando clubes deportivos, estadios, grandes lugares ventilados? En principio y lamentablemente parece que no. Sólo establecimientos educativos, que en la mayor parte se encontrarían en situaciones de precariedad, si se tiene en cuenta que en 2020 permanecieron cerrados y con poco mantenimiento.
 
¿Y las filas de votantes? Afuera del establecimiento y cerrar las calles para acceso de automóviles a las escuelas con barreras para ordenar la afluencia de votantes y con distanciamiento de dos metros, va a ser necesario. ¿Se estaría pensando en ampliar el horario de votación? En principio no. Se respetará el horario de votación de 8 a 18 horas. El caso es que esta vez a las 18 pueden quedar numerosos votantes fuera del establecimiento, que no podrán votar. Se debe planificar de antemano que ocurrirá.
 
En el año de las urnas ronda una idea de incorporar un Facilitador Sanitario, que estaría encargado de supervisar el distanciamiento de todos dentro de la escuela, entregar alcohol en gel y cubre bocas para los electores que no lo tengan o bien estén en mal estado.
 
Es inconveniente, como se ha realizado en algunos países la toma de temperatura de los votantes al momento de ingresar al lugar de votación. Esto puede traer aparejados conflictos y en definitiva numerosas presentaciones judiciales para amparos del elector.
 
Otro punto álgido de las próximas elecciones será la selección de autoridades de mesa. En condiciones normales existe un alto grado de rechazo para cumplir con esa función. Si le agregamos la pandemia, se avecina un escenario aún más difícil. Sin embargo, para el mes de agosto la mayoría de los docentes ya estén vacunados. Lo que servirá como incentivo para evitar la cantidad de excusaciones es elevar el monto -viático- correspondiente para autoridades de mesa.
 

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Proceso electoral cargado de dificultades
 
En síntesis, se avecina un proceso electoral cargado de dificultades. Se viene un raro mix de pandemia y pelea electoral. Si la peste se mantiene durante el momento de los comicios, el cuidado de la salud de los entrerrianos será la mayor carta electoral del oficialismo provincial.
 
Sobre el gobernador Bordet recae exclusivamente la responsabilidad del papel electoral que vaya a cumplir el PJ en las PASO -si es que hay- o en las generales, de sus aciertos y de sus errores; lo sabe y por eso se entiende que participaé en la campaña. Va a tener que competir, ya sea en una interna o en la elección general, para imponer los candidatos y para tratar de vencer en los comicios.
 
La disputa electoral de este año es clave para que el Congreso pueda seguir cumpliendo el rol de apoyo de las decisiones del Ejecutivo, que se respalda en una mayoría que se sustenta en la cantidad de provincias que gobierna. Por ello no es tan trascendente que el peronismo se detenga en discusiones sobre posibles liderazgos. Esa mirada sí será valedera cuando ya se tenga que pensar en las elecciones de 2023.
 
En general, las encuestas que se manejan en la provincia dan cuenta de que el nivel de aceptación de la gente a la gestión sigue teniendo porcentajes elevados. Lo mismo que la percepción sobre las administraciones municipales afines. Y es justo resaltar que los intendentes del PJ también lideran las encuestas en sus departamentos.
 
A los compañeros o a los peronistas descontentos con la gestión los tendrá que acercar, persuadir, convencer o presionar para que se junten a trabajar por el PJ. Máxime cuando "los compañeros" o la sociedad suelen usar las elecciones de medio término para enviar mensajes o advertir a los que gobiernan sobre sus descontentos.
 
Si Bordet quiere llegar fortalecido al 2023 deberá superar con éxito la prueba de la votación de medio término. Para eso deberá activar la gestión, porque los comicios no sólo se ganan juntando a los propios sino gestionando, y bien. Porque las derrotas después no se explican; como se dice en el peronismo, si se pierde algo se debe haber hecho mal. De todos modos, nadie debe dar por muerto al oficialismo, porque contiene a todos los sectores adentro, lo que lo torna competitivo.
 
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El gobernador Gustavo Bordet, junto a la vicegobernadora Laura Stratta, participó de una videoconferencia con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, los equipos de los Ministerios de Salud, Seguridad y Transporte de la Nación, y sus pares de provincias fronterizas para abordar el control ante el avance del Covid y establecer corredores viales seguros.
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El área de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud, confirmó que en Entre Ríos este lunes se registraron 231 nuevos casos de coronavirus.
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