La Opinión Popular
                  15:11  |  Domingo 28 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
Recomendar Imprimir
Nacionales - 15-01-2021 / 11:01
PANORAMA EMPRESARIO SEMANAL

Salarios, consumo, inversión y empleo, las incógnitas que vienen

Salarios, consumo, inversión y empleo, las incógnitas que vienen
Se viene el tramo final de la negociación con el Fondo Monetario. Lo problemático son las condiciones que empieza a exigir. Una de ellas es que el déficit de 2021 no sea financiado en un 60% con emisión monetaria, como establece el Presupuesto, sino en menos del 40%, y que el resto sea deuda en pesos.
Se viene el tramo final de la negociación con el Fondo Monetario. Lo problemático son las condiciones que empieza a exigir. Una de ellas es que el déficit de 2021 no sea financiado en un 60% con emisión monetaria, como establece el Presupuesto, sino en menos del 40%, y que el resto sea deuda en pesos.
 
El ministro Martín Guzmán también quiere que el Banco Central reduzca su pauta de emisión y repite hacia adentro que hay un "estrecho desfiladero" fuera del cual todos los pesos se van al dólar paralelo y empujan primero la brecha, después la cotización oficial y finalmente los precios. "Lo peor que puede pasarnos en el año electoral es una devaluación", insiste.
 
En eso coinciden todos los economistas del oficialismo. Pero ahí se agota el consenso. Tanto en el Banco Central como entre los consultores en los que más confía Cristina arrecian las dudas sobre las locomotoras que imagina Guzmán para la "reconstrucción" de 2021.
 
¿Cómo revivirá el consumo si el salario real formal medido por el Ministerio de Trabajo (RIPTE) volvió a caer en noviembre y se ubicó en el segundo nivel más bajo de los últimos 11 años después del de diciembre de 2019? ¿Le ganarán los sueldos a la inflación récord del 4% que cantó ayer el INDEC para diciembre?
 
¿Cuánto empuja que recuperen en promedio 4 puntos porcentuales durante 2021, como prevé el Presupuesto, después de haber sacrificado 25% en tres años? ¿Acaso puede aspirarse a que gasten más quienes consiguen trabajo después del retroceso que detectó el SIPA para octubre? ¿No siguen siendo casi 500 mil empleados menos en relación de dependencia que los que había en octubre de 2017?
 

Financistas se buscan para la reconstrucción  

 
Dos meses atrás, apenas supo que la venta de Edenor iba en serio, Alberto Fernández citó a Marcelo Mindlin a la Casa Rosada. El zar de la energía fue solo.
 
-¿Por qué vendés? -le preguntó.
 
-Hice una apuesta grande por el Plan Gas y necesito la plata. No tenemos crédito afuera y quiero concentrar el negocio ahí. Y además estoy cansado de ver mi foto en los diarios cada vez que hay un corte de luz.
 
-Mirá que yo no tengo ningún interés en que vendas, eh. Ni yo ni nadie del gobierno. Si alguien te dijo eso, te mintió.
 
El Presidente no se inquietó tanto por el impacto negativo que podía generar en el mundo de los negocios una desinversión millonaria por parte del dueño de Pampa, la mayor compañía del sector, como por el nombre del interesado en comprarle Edenor.
 
Supuso que falsos influyentes podían haber convencido a Mindlin de que el exministro del Interior menemista José Luis Manzano podía aprovechar su predicamento sobre el peronismo -especialmente sobre Sergio Massa- para obtener del Ejecutivo aumentos de tarifas más jugosos que él.
 
O una refinanciación provechosa de la deuda con la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (CAMMESA) estatal. También temió por las inversiones que necesita Edenor para mantener su red. A Manzano lo preceden su fama y su gestión de Edemsa, la distribuidora de su Mendoza natal.
 
El deterioro estructural que arrastra el sistema eléctrico de la época de los congelamientos tarifarios de Julio De Vido y que no revirtió pese al tarifazo inédito de Juanjo Aranguren es también la razón por la cual Fernández descarta de plano estatizar, como propone para Edenor el economista Claudio Lozano, director del Banco Nación.
 
Si no hay plata para sostener una nueva cuarentena aunque la segunda ola de COVID-19 sea peor que la primera, menos la hay para enterrar cables de baja tensión. Aunque vuelvan a reclamarlo por Twitter los intendentes de Zona Sur, tampoco intervendrá Edesur porque se lo prometió un año atrás al premier italiano Giuseppe Conte. Mientras no haya cortes masivos, la cosa fluye: todos cruzan los dedos para que enero siga templado.
 
A Manzano y al industrial químico que sumaron a la aventura, Mauricio Filiberti, el también mendocino Daniel Vila les aseguró esta semana que la compra ya cuenta con la bendición de Cristina Fernández de Kirchner. Es un dato clave por el control político que ejerce la vicepresidenta sobre toda el área energética, tanto a través del secretario Darío Martínez como de los jefes de los entes reguladores del gas y la electricidad.
 
La arquitectura de las privatizaciones que idearon en los 90 el propio Manzano y su amigo Roberto Dromi, a la postre asesor legal de De Vido, exige la venia del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) para el traspaso de cualquier concesionaria de servicios públicos.
 
Si ese aval no llega, Mindlin ya avisó que esperará sin patalear que aparezca otro candidato. Procura cuidar la relación con el Gobierno y hasta quisiera volver a hablar con Cristina, quien le retiró el saludo después de una carta que él le mandó en 2012 para reclamarle que descongelara las tarifas y que llegó en simultáneo a un diario.
 
Donde el kirchnerismo vio una operación mediática él asegura que hubo una traición de un gerente. Todavía recuerda los años felices de la relación, cuando su propia familia lo cargaba porque la entonces mandataria lo trataba con tanta cordialidad como para destacarle su "bronceadito" en una inauguración.
 
Filiberti, dueño de Transclor y proveedor monopólico del cloro que usa AySA para potabilizar agua, es el mejor cliente de Edenor. Su factura de luz del mes pasado sumó 27 millones de pesos. Sus amigos en el establishment dicen que su interés por el negocio eléctrico no es nuevo y que ya pulseó sin éxito por un parque eólico con Vestas y por una central de ciclo combinado con el propio Mindlin.
 
También se desvive por desmentir que Mauricio Macri haya pasado varios días en su yate Attila, como publicó días atrás el portal LaPoliticaOnline. Jura y perjura que el magnate belga Bruno Barbier, padre de la hija mayor de Juliana Awada, le dijo que iría a almorzar "con un amigo importante" y le cayó de sorpresa con Macri y familia. "Se fue después del almuerzo y encima estuvo casi todo el tiempo con el celular porque se había muerto (el CEO de Vicentin, Sergio) Nardelli", repitió esta semana ante quien quisiera oírlo.
 
 
Afortunados
 
Antes que termine enero, según aseguraron a BAE Negocios inmejorables fuentes oficiales, se publicará el decreto reglamentario del Aporte Solidario y Extraordinario de las Grandes Fortunas impulsado en el Congreso por Máximo Kirchner y Carlos Heller.
 
Después de eso habrá que esperar la resolución general de la AFIP para terminar de conocer los plazos y metodología de pago. El vencimiento será entre marzo y abril porque la ley fija un plazo de 60 días para quienes quieran repatriar parte de los patrimonios radicados en el extranjero y tributar una alícuota menor.
 
La fecha es importante porque coincide con el tramo final que imaginan para la negociación con el Fondo Monetario los encargados de pilotearla. Sergio Chodos mantuvo esta semana las primeras reuniones del año, todavía por videoconferencia desde Buenos Aires, y no descarta que el programa incluya fondos frescos adicionales a los 44.000 millones de deuda que tomó Macri y que hay que refinanciar. Martín Guzmán le puso un tope: ese capital impago y los intereses acumulados hasta ahora.
 
Lo problemático no es eso sino las condiciones que empieza a exigir el Fondo. Una de ellas es que el déficit de 2021 no sea financiado en un 60% con emisión monetaria, como establece el Presupuesto, sino en menos del 40%, y que el resto sea deuda en pesos.
 
Guzmán también quiere que el Banco Central reduzca su pauta de emisión y repite hacia adentro que hay un "estrecho desfiladero" fuera del cual todos los pesos se van al dólar paralelo y empujan primero la brecha, después la cotización oficial y finalmente los precios. "Lo peor que puede pasarnos en el año electoral es una devaluación", insiste.
 
En eso coinciden todos los economistas del oficialismo. Pero ahí se agota el consenso. Tanto en el Banco Central como entre los consultores en los que más confía Cristina arrecian las dudas sobre las locomotoras que imagina Guzmán para la "reconstrucción" de 2021.
 
¿Cómo revivirá el consumo si el salario real formal medido por el Ministerio de Trabajo (RIPTE) volvió a caer en noviembre y se ubicó en el segundo nivel más bajo de los últimos 11 años después del de diciembre de 2019? ¿Le ganarán los sueldos a la inflación récord del 4% que cantó ayer el INDEC para diciembre? ¿Cuánto empuja que recuperen en promedio 4 puntos porcentuales durante 2021, como prevé el Presupuesto, después de haber sacrificado 25% en tres años? ¿Acaso puede aspirarse a que gasten más quienes consiguen trabajo después del retroceso que detectó el SIPA para octubre? ¿No siguen siendo casi 500 mil empleados menos en relación de dependencia que los que había en octubre de 2017?
 
 
Detrás de Kristalina
  
Los signos de interrogación no terminan ahí. Aunque esté descartada cualquier forma de nueva cuarentena por la falta de fondos ¿cuánto más habrá que sumar a los $13.000 millones que asignó Guzmán a la partida de vacunas contra el COVID-19? ¿No hace falta apuntalar de nuevo la actividad tras el rebrote, así como se reabrieron muchas salas de terapia intensiva?
 
¿Por qué el estrecho desfiladero no puede ensancharse un poco hacia el lado de la heterodoxia, si todavía la emisión monetaria de 2020 no compensó en términos reales la aspiradora inédita que puso en marcha Guido Sandleris con su política de "emisión cero" en plena corrida cambiaria con disparada inflacionaria?
 
Si la inflación no es un fenómeno monetario sino multicausal y en esa teoría coinciden el Central y Economía ¿no puede el Estado reorientar la demanda efectiva de tal modo que suba la demanda de pesos en vez de los precios? ¿No gasta inmediatamente todo lo que recibe del Estado una familia bajo la línea de pobreza?
 
¿Es indefectible que en la segunda o tercera ronda los pesos que cobra el beneficiario de un IFE vayan al dólar financiero o incluso al blue, como argumentan desde Economía? ¿No se les podría ofrecer a los supermercadistas o al oligopolio de la alimentación un bono en pesos atractivo para evitar que se dolaricen y que "el crecimiento se lo queden tres o cuatro vivos", como dijo la vicepresidenta en la ciudad natal del ministro?
 
Guzmán reivindica su cautela y mantiene firme el timón, empoderado aún más por el recambio de segundas líneas que le habilitó el Presidente. Sostiene puertas adentro que la locomotora va a ser la inversión pública y que el Fondo no va a imponer ningún ajuste del gasto.
 
Le juega a favor el boom de los cereales y granos, que prometen acarrear más dólares al país y más recaudación al fisco. Por eso evitó reponer las retenciones que pagaba el maíz en 2015 (20% frente al 12% actual) y avaló la estrategia de Luis Basterra de cerrar las exportaciones para sentarse a negociar. Por ahora, pese a la sobreactuación de la dirigencia ruralista, hay más zanahoria que garrote.
 
Lo que sigue abierto, además de la renegociación de la deuda con el Fondo, es la discusión del oficialismo con el establishment por el tamaño que cada uno imagina para el Estado. La primera de esas partidas simultáneas se dirime en clave geopolítica y conviene más seguir la mano que mueve las piezas (la de la próxima jefa del Tesoro, Janet Yellen) que las piruetas que hagan la reina Kristalina o el alfil Cubeddu.
 
La segunda es más compleja y cada vez más aguerrida, como se vio con Paolo Rocca en el escenario de ProPymes en diciembre y con los maiceros en las rutas esta semana. Y con tablas no alcanza, porque un empate es estancamiento y deriva anodina para el resto del mandato.
 
Por Alejandro Bercovich
 
Fuente: BAE Negocios
 

Agreganos como amigo a Facebook
28-12-2025 / 12:12
Las ventas en rubros estratégicos de Alimentos caen hasta 20% interanual, y aun así las fábricas avisaron aumentos mayores al 5% desde el 1 de enero. El diagnóstico de la UIA da balance en rojo de Los 4 grandes. Deberá el presidente Javier "el Loco" Milei quemar en la hoguera de los balances de fin de año una de sus teorías predilectas sobre uno de los fenómenos que creyó tener bajo control, pero que se le está desmadrando.
 
Apasionado por la idea del poco iluminado economista austríaco Carl Menger, el mandatario aplicó uno de sus principios para -a lo largo de estos dos años- afirmar que los precios se establecen en relación no a los costos de producción y otros factores, sino a la cantidad de dinero que los consumidores estén dispuestos a convalidar como precio de ese bien.
 
Pero los hechos muestran que pasó exactamente lo contrario: hace varios meses, y sobre todo con mayor intensidad desde el triunfo electoral libertario el 26 de octubre, las grandes empresas del sector alimentos decidieron subir los precios, aún en un contexto de consumo masivo desplomado.
 
Es decir, eligieron regular su pérdida aumentando el precio del producto, sin importar lo que los consumidores creen, convalidan o rechazan sobre esos precios. Y esto pegó de lleno en las mediciones de inflación del INDEC, que siguen centradas más en Bienes que en Servicios, a pesar del cambio de composición en el gasto de los hogares.
 
Así, Milei y su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, se garantizaron la permanencia en el escenario que todos los gobiernos intentan esquivar: la estanflación, es decir, estancamiento de la actividad con inflación al alza.
 
Desde octubre, de hecho, no hubo ni una sola semana con precios de alimentos estables, y las últimas cuatro semanas del mes acumulan un alza de al menos 2,5 por ciento en un rubro clave como es el consumo de bienes básicos.
 
PáginaI12 accedió en las últimas horas a listados con aumentos de precios de hasta 6 por ciento a aplicarse desde el 1° de enero en diferentes rubros. "No hay explicación alguna", admiten los comerciantes que recibieron las alzas, pero aseguran que las empresas de alimentos nucleadas en la Coordinadora de Productores de Alimentos (COPAL) precisan que no hay otra forma de amortiguar que la crisis que venden por precios lo que no sale de góndola por cantidades.
 
Hay un pelotón de firmas, entre las que están los gigantes Procter & Gamble, SC Johnson y Unilever, que ya avisaron que desde el 1° de enero aumentan un 5 por ciento toda su línea de productos. Un poco más abajo, aparecen lácteas como La Serenísima, que pasaron listas con aumentos del 2,5 para enero. Esto último es curioso, dado que la mayoría de las empresas, a diferencia de lo que ve el Gobierno, estiman que la inflación será mayor, no menor, en los meses siguientes.
 
En ese grupo de las que pasaron aumentos cercanos al 3 por ciento también aparecen Coca Cola y Pepsi, y varias de las empresas que producen cerveza, que hace al menos tres meses no suben de precio y tienen ventas derrumbadas, aún en los calores, temporada alta de su negocio.
 
Lo curioso es que, a muchas de estas firmas, hace cerca de dos semanas, los supermercados y comercios ya les rechazaron listas de aumentos por no querer aplicarlos. El Gobierno, que se jacta de ser el más liberal del mundo, les ruega a los comerciantes que no acepten aumentos, sino el desborde sería mayor.
 

27-12-2025 / 09:12
Negando lo innegable, defendiendo lo indefendible. Con iglesias evangélicas que se oponen al aborto pero apoyan a un gobierno que regala libros que elogian a proxenetas y narcos; con militares que votan en masa a un gobierno que los lleva al suicidio; con industriales que se entusiasman con el oficialismo que los lleva a la quiebra; con jóvenes que se ilusionan con un "cambio" que les roba el futuro; con un gobierno que abandona a los discapacitados, pero se queda con una coima del tres por ciento de sus medicamentos, el país parece terminar el año en un descomunal aquelarre cuya lógica la oposición no termina de aprehender.
 
Surgen gurúes de la pobreza que entienden todo y autoflagelaciones de culpa que recriminan incapacidad, pero en realidad no se trata de un fenómeno exclusivo, sino que acompaña la deriva de Occidente. Estados Unidos, que ha sido la matriz ideológica de las últimas décadas, se ha lanzado a la conquista agresiva de Latinoamérica.
 
El diseño es igual de esquizofrénico, primero establece una ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que le permite sólo a Estados Unidos fabricar guerras para robar petróleo, como a Venezuela, confiscar recursos financieros, como a Rusia, o decretar aranceles de castigo para todo el mundo.
 
Y después la completa con lineamientos de seguridad nacional que le permiten agredir, invadir o bloquear a cualquier otro país. La esquizofrenia está en la pretensión de que el mundo acepte esos auto permisos como leyes establecidas incluso por los que son agredidos.
 
En la que fue la primera democracia del planeta cualquiera puede ser detenido sin causa sólo por el tono de su piel y tiene de presidente a Donald Trump que fue acusado de intentar un golpe de Estado. Por años, Occidente ha asimilado en forma bizarra el producto ideológico de esa matriz que en realidad ocultaba la relación entre el imperio y sus colonias dominadas.
 
Con la pérdida de poder de Estados Unidos en su puja con China, el fondo de esa lógica quedó al descubierto, pero Washington mantiene la pretensión de que su propuesta de opresión se asuma como de libertad. Parece una estupidez obvia, pero cuenta con el dispositivo de construcción simbólica más poderoso del planeta y de la historia de la humanidad para hacerlo creíble.
 
Aparecieron réplicas en América Latina y aquí en Argentina se expresó en los libertarios, donde esa palabra que identificaba a los viejos anarquistas fue apropiada por lo opuesto: el poder de las corporaciones sobre el resto de la sociedad; la palabra Libertad también significa lo opuesto a lo que ellos proponen y la idea de "cambio" en realidad significa para ellos romper los cambios verdaderos que promovieron igualdad y libertad.
 
Son sociedades donde la esperanza se reemplazó por la ansiedad y la depresión, porque la ilusión de que sólo basta el mérito personal termina en frustración. Son sociedades, como la Argentina, donde el suicidio se ha triplicado a causa de la frustración y la depresión y se ha convertido en la principal causa de muerte violenta en los jóvenes entre los 10 y 19 años. Todos los días se suicida un chico o chica en Argentina según un informe del Ministerio de Seguridad que se publicó a mediados de noviembre, en 2024 hubo 4294 suicidios.
 
En la semana previa a las navidades, -que la diputada libertaria Juliana Santillán confundió con las Pascuas (¡!)- hubo tres suicidios de soldados y otro de un gendarme. Las Fuerzas Armadas y De Seguridad votaron masivamente a este gobierno que los ha hundido en la pobreza. 
 

26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
La Opinión Popular
 

24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
La Opinión Popular
 

23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
La Opinión Popular
 

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar