La Opinión Popular
                  01:57  |  Miercoles 17 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
Recomendar Imprimir
Internacionales - 14-01-2021 / 18:01
LA FUERZA DE LAS IDEAS REVOLUCIONARIAS

La brutal ejecución de Rosa Luxemburgo, una figura clave en la historia del siglo XX

La brutal ejecución de Rosa Luxemburgo, una figura clave en la historia del siglo XX
El 15 de enero de 1919 era asesinada Rosa Luxemburgo, uno de los grandes personajes del marxismo, pionera de la lucha por los derechos de la mujer. Tuvo una participación central en los debates de la época entre reforma y revolución, nacionalismo y lucha de clases.
 
Son muchos los símbolos que encierra la figura de Rosa Luxemburgo, su solo nombre implica un abanico de banderas que siguen vigentes, a pesar de los cien años transcurridos desde que un grupo de freikorps (paramilitares alemanes) la asesinó, el 15 de enero de 1919. Banderas que no han alcanzado la victoria y, sin embargo, no fueron arriadas.
 
Integró la Liga Espartaquista que fue un movimiento revolucionario marxista organizado en Alemania durante los últimos años de la Primera Guerra Mundial. Fue fundada por Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo junto a otros, tales como Clara Zetkin. Dieron a la liga el nombre de Espartaco, líder de la rebelión de esclavos más grande de la historia de Roma.
 
En el panteón de los grandes personajes revolucionarios de principios del siglo XX, ella siempre tuvo su espacio, por derecho y peso propio, mucho antes de la gran ola feminista, como una precursora de la lucha de los derechos de la mujer, pero trascendiendo ese rol del que en gran medida es una pionera, eran los tiempos en los que todavía multitudes plurales podían imaginar un futuro sin capitalismo, podían entregar su vida a causas tan impersonales y colectivas como el sueño revolucionario.
 
Mujer, polaca, judía, marxista, contraria a la guerra, revolucionaria, levantó banderas que hoy siguen flameando en todos los rincones del planeta, y por eso sigue siendo encantadoramente peligrosa.
 
La Opinión Popular



La brutal ejecución de Rosa Luxemburgo, una figura clave en la historia del siglo XX
 
Nacida en Zamość, Zarato de Polonia, el 05 de marzo de 1871, amó su tierra dominada por el Imperio Ruso, pero no adhirió a los movimientos nacionalistas polacos porque desde muy joven se convenció de que la única libertad posible para su pueblo era el socialismo.
 
Esta idea la atravesó por completo. Su pequeña figura contrastaba con su energía de torbellino. Un dirigente socialista que la conoció hizo de ella una descripción notable: "Rosa era pequeña, con una cabeza grande y rasgos típicamente judíos, con una gran nariz, un andar difícil, a veces irregular debido a una ligera cojera. La primera impresión era poco favorable, pero bastaba pasar un momento con ella para comprobar qué vida y qué energía había en esa mujer, qué gran inteligencia poseía, cuál era su nivel intelectual".
 
Luego de ser arrestada comprendió que debía ir a Alemania, en donde estaba el Partido Socialista más grande del mundo y pronto se convirtió en una referente y una polemista excepcional.
 
El momento histórico que le tocó vivir estaba atravesado por dos ideas, dos concepciones de organización social en disputa. Los que creían que "la patria", la nacionalidad, estaba por encima de cualquier otra instancia colectiva, y los que veían la lucha de clases como el motor de la historia, la identidad clasista por encima de las nacionalidades.
 
En ningún otro país como en Alemania en 1914 esta contradicción se puso en máxima tensión. Rosa Luxemburgo, junto a su camarada Carl Liebknecht, defendió en dramática minoría su oposición a que la socialdemocracia aprobara los créditos que metieron a Alemania en la Primera Guerra Mundial.
 
El socialismo estaba votando a favor de que trabajadores alemanes se enfrentaran a muerte con trabajadores franceses. El sinsentido de esa votación de guerra fue una tragedia que tuvo a Rosa como una gran protagonista.
 
Su oposición no fue simplemente por "pacifismo", ella no era una militante de la paz, como se ha repetido en muchísimas oportunidades. Simplemente no era esa la guerra que los trabajadores tenían que luchar, una guerra imperialista según su forma de ver, que beneficiaba a los grandes consorcios económicos.
 
Rosa quería otras guerras, portando otras banderas. Marx y Engels habían escrito en el Manifiesto Comunista: "Proletarios del mundo, únanse".
 
Estas posiciones políticas le valieron pasar toda la Primera Guerra Mundial en la cárcel. Pero allí no perdió el tiempo, se dedicó a escribir y conspirar. Tuvo grandes debates con los dirigentes alemanes y hasta discutió fuerte con Lenin y Trotsky, a pesar de que apoyó con pasión la Revolución Rusa de 1917.
 
Quienes la describen dicen que entre todas sus virtudes no estaba la de ser una gran organizadora. Tal vez porque no creía en la concepción bolchevique del partido de vanguardia.
 
Hizo estudios pormenorizados de economía y escribió La acumulación del capital; en contra de la idea de la socialdemocracia alemana que pretendía llegar al poder por medio de elecciones y construir el socialismo por medio de escaladas reformas escribió ¿Reforma o revolución?
 
Pero su forma de entender esa revolución se apoyaba en la idea de la inevitabilidad de una insurrección de masas y de huelgas prolongadas. No le gustaba el centralismo bolchevique ruso y peleó por una mayor democracia dentro del socialismo. Estas son polémicas muy de época, debates de un momento histórico muy crítico.
 
Pero el final de la guerra fue catastrófico para Alemania, la crisis que se abrió mezcló en las calles a trabajadores que paralizaron la industria con soldados que volvían del frente de guerra sumamente decepcionados y tenían armas en sus manos. Ese año 1919 fue insurreccional y Rosa salió en libertad con la convicción de que la Revolución estaba al alcance de las manos.
 
El káiser Guillermo II, que gobernó Alemania desde 1888, se refugió en Holanda. El mismo día en que Rosa fue liberada, el socialdemócrata Philipp Scheidemann proclamó la república alemana desde un balcón del Reichstag y dio comienzo a lo que se dio en llamar la República de Weimar, y Friederich Ebert ocupó la presidencia, formó un Consejo de Ministros socialdemócratas moderados y pidió al pueblo que abandonara las calles y volviera a la normalidad.
 
El ala mayoritaria del SPD quería la república y las libertades, mientras que los espartaquistas, la facción fundada por Luxemburgo y Liebknecht, querían la revolución proletaria.
 
Por primera vez se formó un gobierno manejado por socialistas, pero la revuelta y el malestar popular no se apaciguaron. Al mismo tiempo que los espartaquistas creían ver en ese caos la cuna de la revolución, Adolf Hitler hacía sus primeras armas como dirigente político y acusaba a los revolucionarios de ser los culpables de la derrota alemana, los enemigos internos, la alta traición a la patria, el puñal por la espalda.
 
Rosa sabía que corría un grave peligro, había recibido múltiples avisos y amenazas, pero decidió no huir de Berlín cuando quedó claro que no iba a haber ninguna revolución después de una muy sangrienta represión.
 
En el hotel Eden, el soldado Runge le destrozó el cráneo y la cara a culatazos; otro militar la remató de un tiro en la nuca. Ataron su cadáver a unos sacos con piedras para que pesara más y no flotara, y la arrojaron a uno de los canales del río Spree, cerca del puente Cornelio.
 
Su cadáver no apareció hasta dos semanas después. Solo unas horas antes mataron a Carl Liebknecht, el único parlamentario que en 1914 había votado en contra de la participación alemana en la Gran Guerra. La investigación policial adujo que Rosa fue asesinada por una turba de masas.
 
Por Sergio Wischñevsky
 
Fuente: Página12

Agreganos como amigo a Facebook
La brutal ejecución de Rosa Luxemburgo, una figura clave en la historia del siglo XX
Rosa Luxemburgo, junto a su amiga y camarada Clara Zetkin, la más grande organizadora de las mujeres obreras y socialistas de su tiempo.
La brutal ejecución de Rosa Luxemburgo, una figura clave en la historia del siglo XX
Fuera o no su cuerpo, el entierro de los restos Rosa Luxemburgo encontrados fue el evento que permitió expresar el dolor que causó su muerte.
16-12-2025 / 20:12
16-12-2025 / 20:12
16-12-2025 / 20:12
15-12-2025 / 10:12
El ultraderechista José Antonio Kast será el nuevo presidente de Chile tras imponerse en la segunda vuelta electoral, según los conteos del Servicio Electoral chileno. Con el 95,18% de las mesas escrutadas, Kast de la Unión Demócrata Independiente (UDI), alcanzó el 58,30% de los votos, superando a su contrincante, la izquierdista Jeannette Jara (Partido Comunista de Chile), que obtuvo el 41,70%.
 
El próximo 11 de marzo, Kast, quien es cercano al presidente de Argentina, Javier "el Loco" Milei; y al condenado expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, recibirá el traspaso de poder de manos del presidente progresista Gabriel Boric, e iniciará un periodo de Gobierno que culminará en el 2030.
 
Tras darse a conocer los resultados, la representante del del Partido Comunista de Chile reconoció su derrota. "La democracia habló fuerte y claro. Me acabo de comunicar con el Presidente electo, José Antonio Kast, para desearle éxito por el bien de Chile", escribió Jeannette Jara en su cuenta de X. "A quienes nos apoyaron y fueron convocados por nuestra candidatura, tengan claro que seguiremos trabajando por avanzar en una mejor vida en nuestra patria. Juntos y de pie, como siempre lo hemos hecho", concluyó.
 
La convocatoria, de participación obligatoria, se definió en un clima totalmente polarizado debido a las militancias ideológicas de Kast y de Jara y reunió a unos 15,7 millones de chilenos. Los ciudadanos chilenos acudieron a votar tras una campaña dominada por el miedo y las cuestiones de seguridad, la economía y la inmigración, así como por las críticas a la administración actual de Boric.
 
El candidato del Partido Republicano es un abogado ultraconservador de 59 años. Esta fue la tercera vez que compite por la Presidencia. Su debut fue en el 2017, pero solo obtuvo el 8 % de los votos y Sebastián Piñera se alzó como el ganador. Volvió a intentarlo en el 2021, cuando sí logró pasar a la segunda vuelta, pero terminó perdiendo contra Boric. No ha ocupado un cargo ejecutivo antes.
 
En la primera vuelta Jara obtuvo el 26,85 % de los votos, mientras que Kast alcanzó el 23,92 %. En tercer lugar, quedó Franco Parisi con el 19,71 % de los sufragios. El creciente protagonismo público de Kast revivió históricos antecedentes familiares que suscitaron críticas y cuestionamientos pero que, al final, no hicieron mella en los votantes.
 
Uno de los datos más polémicos es la militancia nazi de su padre, Michael Kast Schindele, un ciudadano alemán que se inscribió en el partido de Adolf Hitler a los 18 años; que combatió a sus órdenes durante la Segunda Guerra Mundial y que, con Alemania derrotada, logró escapar de los aliados. En 1950 se mudó a Chile, en donde décadas más tarde apoyó al dictador Augusto Pinochet. De hecho, Michael Kast Rigi, uno de los hermanos del candidato, fue ministro de Trabajo y presidente del Banco Central durante la dictadura.
 
El presidente argentino, Javier Milei, celebró la victoria de Kast. "Un paso más de nuestra región en defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada. Estoy seguro de que vamos a trabajar juntos para que América abrace las ideas de la libertad y podamos liberarnos del yugo opresor del socialismo del siglo XXI", escribió en X.
 
Del mismo modo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, publicó en redes sociales: "Felicitaciones al presidente electo de Chile por su victoria. Estados Unidos espera colaborar con su administración para fortalecer la seguridad regional y revitalizar nuestra relación comercial". Dios los cría y el Diablo los amontona.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 20:12
NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar