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Sociedad e Interés General - 01-01-2021 / 22:01
A 188 AÑOS DE LA OCUPACIÓN DEL ARCHIPIÉLAGO

Los piratas británicos invaden nuestras Islas Malvinas

Los piratas británicos invaden nuestras Islas Malvinas
 
El día que nos robaron las islas Malvinas

El 02 de enero de 1833 entra la corbeta británica Cleo en Puerto Soledad. Fuerzas piratas ocupan nuestras islas Malvinas, desalojando por la fuerza a sus pobladores y a las autoridades argentinas establecidas legítimamente.
 
El 03 de enero, sin declaración de guerra, John Oslow se apodera de las islas en nombre de Su Majestad Británica. José María Pinedo, al mando de la goleta Sarandí, no pudo resistir con sus escasas fuerzas el apoderamiento de las islas.
 
Ese acto de fuerza se protestó inmediatamente y nunca fue consentido por la República Argentina. Hasta la actualidad, la Argentina ha estado reclamando sus derechos de soberanía, heredados de España.
 
Ante la persistencia de la ocupación ilegítima, reafirmamos los imprescriptibles derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que son parte integrante de su territorio nacional. La ocupación es una anacrónica situación colonial incompatible con la evolución del mundo moderno.
 
El Pueblo no olvida: Las Malvinas son argentinas y deben ser devueltas.
 
La Opinión Popular 



El 02 de enero de 1833, son usurpadas las Islas Malvinas. El comandante Onslow, de la Corbeta Clío, tomó posesión de Puerto Soledad. El día 5, el pequeño buque argentino Sarandí, se retira hacia Buenos Aires. Mientras tanto, luego de haber arriado la bandera argentina de las islas, Onslow, iza la bandera inglesa. Carente de otras órdenes, el capitán inglés abandona Puerto Soledad, y deja en custodia de la bandera, al escocés Dickson.
 
La Cancillería argentina resaltó siempre su permanente y sincera disposición a reanudar el proceso negociador bilateral con el Reino Unido para hallar una solución definitiva a la disputa de soberanía y poner fin a una anacrónica situación colonial incompatible con la evolución del mundo moderno.
 
La Cláusula Transitoria Primera de la Constitución Nacional consagra el objetivo"permanente e irrenunciable de recuperar el ejercicio pleno de la soberanía sobre dichos territorios y espacios marítimos".
 
Este objetivo es una política de Estado y responde a un anhelo de todo pueblo argentino.
 
Si bien la Argentina y el Reino Unido concluyeron entendimientos bilaterales de carácter provisorio sobre cuestiones prácticas relacionadas con el Atlántico Sur, persiste la renuencia del Reino Unido a abordar la cuestión de la soberanía.
 
Persiste la reiterada realización de actos unilaterales británicos en relación con el área disputada que, violan el espíritu y la letra de los entendimientos y contrarían los llamamientos de las Naciones Unidas.
 
La Argentina considera incomprensible la negativa británica a abordar la cuestión de fondo para encontrar una solución pacífica y definitiva a la controversia de soberanía, conforme el mandato de la comunidad internacional.
 
La Opinión Popular

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Los piratas británicos invaden nuestras Islas Malvinas
“La Heroína” fue la fragata con la que Argentina tomó posesión formal de las islas en 1820.
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Como cada 9 de Julio reivindicamos la lucha de las masas populares contra la permanente agresión política, económica y cultural neocolonial e imperialista, que busca disolver la identidad nacional y condenar a nuestra Patria a la condición de colonia dependiente como factoría de las metrópolis imperiales, mera proveedora de materias primas y alimentos baratos. 

El 09 de julio de 1816, el histórico Congreso, reunido en Tucumán, declara la independencia de las Provincias Unidas del Sur, que así rompe los lazos de dependencia con España y proclama la existencia de una nueva nación, libre e independiente. Lo hacía cuando la Santa Alianza, de Austria, Rusia y Prusia, promovía en Europa la restauración monárquica y combatía los movimientos liberales y democráticos.

Es el momento culminante de la gesta revolucionaria iniciada en 1810 y se realizó en Tucumán por el creciente malestar de los pueblos del interior contra Buenos Aires. Desde la supresión de la Junta Grande por el Primer Triunvirato en 1811 y hasta el Directorio de Carlos María de Alvear, la elite porteña había impuesto sus criterios centralistas, desconociendo el sentimiento federal de la mayoría del interior. La independencia, que se proclama en la sesión presidida por el sanjuanino Francisco Narciso de Laprida, es el fundamento a partir del cual José de San Martín impulsará la campaña para liberar Chile y luego Perú, consolidando la independencia argentina.

Las masas populares, con sus lanzas y su fuerte sentimiento de libertad, construyeron la Patria independiente con San Martín, las montoneras bravías del interior que nos legaron el federalismo, los ciudadanos revolucionarios de don Hipólito Irigoyen que cimentaron la democracia del Pueblo y las multitudes obreras movilizadas por Juan Perón que combatieron por la Justicia Social.
 
Invariablemente, la alternativa histórica fue siempre: independencia económica o subdesarrollo y miseria, e implica optar entre aceptar resignadamente la dependencia del país al FMI o luchar por la Liberación, por una Nación Justa, Libre y Soberana.
 
Tomamos el valiente ejemplo de San Martín que, para la Declaración de la Independencia, se impuso militarmente a los españoles y políticamente a aquellos sectores vinculados a la elite porteña que ya estaban negociando, tanto con el Imperio español como con el Reino Unido de Gran Bretaña, una nueva dependencia.
 
La nuestra es una historia de caudillos y masas populares. Los líderes pesaron profundo en los procesos. En 1816, San Martín, Belgrano, Güemes, Pueyrredón, Artigas, Juana Azurduy... Y la participación de las masas populares es una herencia del período independentista revolucionario, por la importancia que tempranamente tuvo la movilización popular, política y militar, en nuestra historia, desde la formación de las milicias urbanas para derrotar a los invasores británicos, y la voluntad del Pueblo que jugó un papel sin precedentes en la destitución de un virrey y el nombramiento de su sucesor.
 
Como decía don Arturo Jauretche"La historia es la política del pasado y la política es la historia del presente". Hoy, como siempre, peleamos por nuestra única, verdadera e irrenunciable independencia, evidenciando el aparato de colonización mental montada por los países centrales y sus operadores internos, como el macrismo y el mileismo, para perpetuar la dependencia.
 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista
Escribe: Blas García 

07-07-2025 / 19:07
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