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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 16-10-2020 / 10:10
PANORAMA EMPRESARIO SEMANAL

Que la brecha del dólar no tape la cinchada distributiva

Que la brecha del dólar no tape la cinchada distributiva
Una devaluación oficial de un salto como sugiere en voz baja la UIA o un desdoblamiento cambiario formal como el que impulsan Jorge Brito y otros banqueros comprimirían aún más los salarios, que vienen de perder dos años seguidos por paliza frente a la inflación.
Parece un trabalenguas pero no. Mientras la brecha entre el dólar oficial y el paralelo concentra todas las miradas, la puja distributiva empieza a asomarse detrás como si en la foto de la crisis faltara un protagonista. Subyace en el muro que los gerentes de IDEA llenaron de lamentos y también en la marcha (mitad virtual, mitad real) que convoca para este sábado la CGT.
 
Se atisba en la mezquina recomposición que avaló el Gobierno para el salario mínimo y también en la admisión presidencial de que la rebaja de retenciones no alcanzó para que los agroexportadores liquiden las divisas que necesita como agua el Banco Central.
 
Aunque en el círculo rojo les hagan todas las preguntas a los especialistas en finanzas, las respuestas que faltan son cada vez más políticas.
 
¿Cómo planea repartir Alberto Fernández los costos de la reconstrucción post-pandemia, si no es incluso demasiado optimista seguir llamándola así? ¿Cómo le quieren doblar el brazo hacia un lado o hacia el otro los que sienten que ahora pueden? Dos momentos del miércoles alcanzan para describir hasta qué punto se tensó la cuerda de la cinchada.
 
Por un lado, la audacia de los ejecutivos y lobistas que se animaron por primera vez -quizá mareados por la virtualidad- a abuchear en vivo y sin esconderse a un Presidente que les dirigía la palabra, algo casi inédito desde aquel discurso de Raúl Alfonsín en la Rural.
 
Por otro, la decisión de Hugo Moyano y la Corriente Federal de convocar a una caravana de vehículos para evocar mañana el mito fundacional del peronismo y desmentir que Mauricio Macri y sus seguidores hayan "ganado la calle". Un apoyo pero también una aglomeración que desde Olivos habían pedido abiertamente evitar.
 

 
El precio del dólar oficial (al que se atan los precios en primera instancia) y la brecha con los paralelos (que alimenta directa e indirectamente las expectativas de suba del oficial) son el campo de batalla de esa puja.
 
Una devaluación oficial de un salto como sugiere en voz baja la UIA o un desdoblamiento cambiario formal como el que impulsan Jorge Brito y otros banqueros comprimirían aún más los salarios, que vienen de perder dos años seguidos por paliza frente a la inflación, y representarían una transferencia de ingresos -adicional- hacia quienes atesoran dólares o producen bienes con valor atado a la divisa.
 
Pero a la vez, la cotización del billete verde también es el escenario donde se dirime la puja entre fracciones del empresariado.
 
Es un problema estructural de la Argentina que resolvieron los estadounidenses en la batalla de Gettysburg, cuando el norte industrial se impuso decisivamente al sur agrario y rentista, los japoneses casi en simultáneo, con la restauración Meiji, o los alemanes con Otto Von Bismarck. También lo saldaron los brasileños durante su dictadura, cuando el polo fabril de San Pablo sometió a los fazendeiros.
 
El "empate hegemónico" que describió Juan Carlos Portantiero para el cuarto de siglo que siguió al derrocamiento de Perón. Un empate donde ninguno de los sectores de la burguesía argentina logró imponer sus intereses al resto ni legitimarlos ante la sociedad civil.
 
Tanto la agroexportadora tradicional como la fabril mercadointernista como los tecnócratas a cargo de gestionar el capital extranjero vetaban los proyectos de los demás, pero no conseguían imponer los suyos. Desempató la dictadura con su genocidio y también con su industricidio.
 
 
Aprietes y bloopers
  
El tironeo en torno al dólar viene a actualizar esa puja. En términos reales, su valor oficial debería subir a $100 para empatar el de Néstor Kirchner durante todo su mandato. Un dólar que durante esos años se mantuvo "recontra alto", como decían los devaluadores en las postrimerías de la convertibilidad.
 
De ningún modo a $171, el récord que tocó ayer el blue, ni a los $167 del contado con liqui ni a los $156 del dólar bolsa. Y ojo: tampoco a los $136 que pagan los ahorristas que todavía pueden acceder al "dólar ahorro", doble impuesto mediante.
 
¿A qué precio empezarán a vender dólares los argentinos que los tienen guardados, tanto bajo colchones como en cajas de seguridad o cuentas en el exterior?
 
Si el problema no es que falten divisas en el país sino en las reservas del Central, como sugiere internamente Mercedes Marcó del Pont ¿cuánto más hace falta para que la codicia le gane al miedo y empiece a reeditarse aquel círculo virtuoso nestorista que ahora se reivindica unánimemente? ¿Cuánta más devaluación de los sueldos? ¿Cuánta "paciencia", como la que pidió resignada Cecilia Todesca?
 
La situación, desde ya, es muy distinta a la de aquel dólar recontraalto. Martín Guzmán apenas ganó tiempo con la deuda, porque los vencimientos a partir de 2024 son cuantiosísimos. La emisión de pesos era un problema también en 2005 pero porque el Banco Central compraba dólares, justamente para mantenerlo caro.
 
Escudado en que recién estaba "saliendo del infierno", Néstor Kirchner amarrocó un superávit fiscal del 3%, algo impensable en plena pandemia y con el Estado sosteniendo la economía en todo el planeta.
 
También pudo sacarse de encima la tutela del FMI, que ahora lejos de irse empieza a recordarle a Fernández que le debe 44 mil millones de dólares. Y a preguntarle abiertamente, como esta semana desde Washington y la semana pasada en algunas de las reuniones más tensas de sus enviados con ministros, cómo piensa pagarlos.
 
No es el único apriete del mundo de las finanzas. En las últimas tres semanas hubo una ola de ventas de bonos ajustados por CER y compras de dólares en el "contado con liqui". Quienes la llevaron adelante especulan con que se viene una devaluación oficial y que eso no va a ordenar la puja sino a desordenarla, porque se trasladará a precios y luego a costos.
 
Pero al mismo tiempo quedan en el país unos U$S 8.000 millones de grandes fondos de Wall Street que vinieron a pedalear en la bicicleta financiera de las LELIQ y que siguen atrapados por el cepo. Ahí anida la presión sobre la brecha, según coinciden Miguel Pesce, Todesca, Marcó del Pont y también Sergio Chodos, hombre clave del equipo de Guzmán.
 
A esos fondos, Pesce les entornó la puerta de salida al paralelo cuando les bloqueó operar directamente a través de agentes de Bolsa. Pero ahora quiere cerrársela del todo, porque siguieron pugnando por salir a través de fondos de inversión de bancos y eso disparó el precio del "contado con liqui".
 
Ahí está la grieta interna hoy: Guzmán sugiere lo contrario, apuntalado desde el mercado por colegas como Emmanuel Álvarez Agis. Abrirles esa puerta entornada a los demandantes para que también entren oferentes.
 
En el medio aparecen propuestas inviables, como la de los agroexportadores que pretenden liquidar una parte de la cosecha al precio del "contado con liqui" y aseguran que así bajaría. Tampoco ayudan bloopers como el del decreto 790/2020, que rebajó las retenciones al complejo sojero.
 
Como su artículo 1º está mal redactado, les permite que con la alícuota de octubre exporten en diciembre e introduce así un estímulo para que sigan sin exportar. Ayer mismo, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA), le envió una carta de dos páginas a la titular de la Aduana, María Silvia Traverso, con cuatro preguntas sobre el texto del decreto.
 
 
La IDEA fija
  
No parecen tensiones que puedan administrarse sin conflicto. La cuestión es el voltaje al que llegará ese conflicto. El desprecio por la investidura presidencial que se vivió en el coloquio virtual de IDEA y el tono de la arenga antikirchnerista de Mauricio Macri en su regreso a la arena pública no parecen buenos augurios.
 
En el coloquio siguen sin participar los verdaderos dueños de la Argentina, que prefieren enviar a sus gerentes de marketing o de relaciones corporativas y que lo sienten como un lobby devaluado desde que dejaron de asistir funcionarios con los cuales confraternizar.
 
Este año, para peor, la pandemia lo forzó a sacrificar un roce de cuerpos que atraía como la miel a las abejas a muchos y muchas que viven del devaluado oficio periodístico: el contacto con los administradores de pautas publicitarias privadas.
 
Sin voces nuevas ni ideas disruptivas, el encuentro se hundió en su propia espiral militante. Sobre Fernández, mientras hablaba, un consultor escribió en el muro que "su palabra está tan devaluada que no es creíble". Otro le sugirió "que se junte con sus compañeros competentes".
 
El propio Miguel Blanco, director de Swiss Medical y capitán del Foro de Convergencia Empresarial, apuntó que "sostener que la intervención de la burocracia estatal puede agregar competencia en un sector tan dinámico como las telecomunicaciones es ignorar los efectos negativos de 70 años de intervencionismo estatal en sectores como la energía".
 
Lo llamativo, más que la indisimulada impronta neoliberal de los discursos y la nostalgia por altri tempi -a fines de 2010, los asistentes al coloquio eligieron por abrumadora mayoría al de Carlos Menem como el mejor gobierno democrático de la historia-, fue la locuacidad de los managers. Para explicarla hay que volver a la historia: IDEA nació en los años 60, justamente para terciar en ese empate de Portantiero. Son las multinacionales que también se acomodan en la cinchada.
 
Por Alejandro Bercovich
 
Fuente: BAE Negocios
 

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22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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