Nacionales - 14-10-2020 / 10:10
LAS DEFINICIONES Y ACUSACIONES DEL EX PRESIDENTE GENERARON TENSIONES INTERNAS EN CAMBIEMOS
Mauricio Macri reapareció mintiendo, como siempre
En medio de la crisis sanitaria, Alberto recupera oxígeno político con un inesperado favor de Macri. El reingreso del ex mandatario dividió la oposición, al tiempo que dio pie para que el peronismo suture su interna con el discurso de la "pesada herencia".
La reaparición de Mauricio Macri, justo en el día de la marcha de la oposición gurka, profundizó las diferencias en el PRO. El ala racional, de Monzó y Frigerio, criticó su insistencia en polarizar y negar los errores cometidos. Larreta y Vidal ni siquiera aparecieron en la reunión de Juntos por el Cambio. Muchos piden que se calle, pero el ex presidente ya tiene programadas más entrevistas.
Macri reapareció en la escena política en TN -dónde si no- ante un conocido periodista del establishment, Joaquín Morales Solá, veterano defensor de las políticas neoliberales y de la elite económica. El ex presidente volvió a confirmar que nunca se expondrá ante un entrevistador que no le garantice un diálogo amigable y libre de preguntas complicadas.
También ratificó que su estrategia preferida sigue siendo la de no asumir las responsabilidades propias de sus acciones y descargar en otros los costos de las políticas que llevó a cabo. Lo hizo antes como presidente y lo sigue haciendo hoy desde el llano.
Lejos de la autocrítica, fiel a su estilo, Macri embistió contra sus adversarios políticos y dijo que hablaba desde una posición de "defensa del trabajo y la libertad". Escuchar esta definición provoca estupor. Los trabajadores argentinos saben muy bien todo lo que perdieron en solo cuatro años, como también las Pymes y buena parte del aparato productivo nacional con excepción de los banqueros y del gran empresariado, que cantaron victoria al paso del macrismo por el gobierno.
La ausencia de repreguntas -propia en un periodista complaciente con la elite económica pero implacable con los sectores populares- hizo el resto. Sin despeinarse, Macri se dio el lujo de exhibir una actuación digna del mejor "coucheo" y pudo apelar cuantas veces quiso a la mentira -su principal herramienta política- como lo hizo siempre, sin riesgo de ser molestado por un entrevistador impasible.
Fue tan evidente esta puesta en escena, esta operación de lavado de cara, que se impone una tarea ineludible: contrastar con números las palabras de Macri. Alcanza y sobra con algunas pocas estadísticas económicas, como se podrá ver a continuación:
Durante el mandato presidencial de Macri la inflación anual saltó del 27,5% al 53,8%, totalizando en el período un acumulado de 293%. Hay que remontarse 30 años atrás para encontrar cifras tan negativas. La pobreza trepó del 29,7% al 40,8%, producto de que casi tres millones de argentinos cayeron en esa franja. El salario mínimo se derrumbó de 580 a 241 dólares, en tanto el salario real promedio de los trabajadores registrados se hundió un 19,5% y la desocupación creció del 5,9% al 10,6%. El PBI per cápita se derrumbó de 14.898 a 9.913 dólares; la fuga de divisas ascendió a 86 mil millones de dólares y el peso de la deuda pública bruta sobre el PBI creció del 52,6% al 98,2%. El riesgo país saltó de 487 a 2.331 puntos y el consumo de leche por habitante se redujo el 19%.
El portal Chequeado registra 18 incumplimientos de 20 promesas formuladas por Macri en su campaña electoral: pobreza cero, bajar la inflación a un dígito, crear nuevas fuentes de trabajo, otorgar un millón de créditos hipotecarios, construir 3 mil jardines, quitar impuesto a la Ganancias a los trabajadores, entre otras. No hay como los datos para desmontar las mentiras.
La Opinión Popular
La reaparición de Mauricio Macri, "el abrazo del oso" para Juntos por el Cambio
Desde el sector de Monzó y Frigerio respondieron las críticas del ex presidente. En el entorno de Larreta celebraron que Macri no se vea como candidato en 2021, mientras que los dirigentes bonaerenses del PRO temen que los afecte la mala imagen del ex mandatario. Diferencias por el banderazo del 12O.
Como cada vez que habla en público, Mauricio Macri volvió a agitar las aguas de Juntos por el Cambio. El ex presidente salió a intentar capitalizar la movilización del domingo y, si bien elogió a Horacio Rodríguez Larreta, mencionó a otros dirigentes, entre ellos, a Patricia Bullrich. Y le dedicó una mal disimulada crítica a sus ex armadores Emilio Monzó y Rogelio Frigerio.
Desde ese sector salieron a contestarle que sin ellos no hubiera tenido leyes. Larreta y María Eugenia Vidal guardaron silencio durante la marcha y faltaron al Zoom que ayer hizo JxC. En el entorno del jefe de gobierno porteño, destacaron su "autocrítica" (también que dijo que "no se ve como candidato").
Otros volvieron a ver la inconveniencia de que Macri hable: "Para los dirigentes provinciales, es el abrazo del oso", indicaron sobre su mala imagen. De todas formas, tendrán que irse acostumbrando: Macri tiene previsto hacer al menos tres entrevistas más en los próximos días.
Para coronar una jornada de protesta en contra del Gobierno --y con la intención indisimulable de capitalizarla para sí--, Macri dio su primer reportaje a un medio argentino. Además de apuntarle a Cristina Fernández de Kirchner y llamar a romper la cuarentena, el ex presidente repartió culpas sobre el fracaso de su gestión: insistió con que la debacle económica fue producto del resultado de las PASO.
Y también le apuntó al "ala política" de su gobierno: "Nunca debí haber delegado la negociación política. Yo la delegué en mi ala más política con filo-peronistas tanto en la Cámara de Diputados y los gobernadores". Fue una crítica con nombre y apellido: la Cámara de Diputados la conducía Monzó y la relación con los gobernadores la llevaba Frigerio.
La respuesta no la formularon directamente ni Monzó ni Frigerio. En su lugar lo hizo el diputado Sebastián García de Luca, ex número dos de Frigerio en el Ministerio del Interior y cercano a Monzó.
"Gracias a Monzó y Frigerio logramos tener las leyes más importantes y construir gobernabilidad", le retrucó a Macri. "Sancionamos el Consenso Fiscal, la actualización el Fondo del Conurbano, reformas institucionales. Todas estas decisiones fueron avaladas por el Presidente en su momento", indicó.
De Luca también recordó que "Rogelio y Emilio lograron convencer a Pichetto para que fuera el compañero de fórmula en la última elección. Como en 2014, con la UCR y Carrió, a pesar de las resistencias internas en el PRO para conformar Cambiemos".
Y aprovechó para pasar viejas facturas a Marcos Peña y sus dos adláteres, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana. "La gestión y la estrategia política se definía en la Jefatura de Gabinete, sus 'ojos y oídos', como Macri definió. No éramos nosotros quienes tomábamos esas decisiones", indicó.
También cuestionó el discurso de Macri que apunta a la polarización con la vicepresidenta. "Nunca apelamos a la grieta como especulación electoral, siempre buscamos el diálogo, consensos y buscar acuerdos", indicó De Luca. En el entorno de Monzó indicaron que son pocas las chances de que sigan en el mismo espacio político que Macri.
En el PRO, invirtieron los cargos: señalaron que lo de Macri fue cobrarle a Monzó que está recorriendo los consejos deliberantes intentando romper todos los bloques de Juntos por el Cambio.
Definiciones y tensiones
Entre las definiciones para su espacio político que dejó Macri el domingo, la principal fue bajarle el tono a la posibilidad de una candidatura a diputado por la Ciudad de Buenos Aires, algo que temen distintos sectores de la coalición: "No me veo candidato. Me siento cómodo acompañando a los que tienen vocación de liderar".
En ese punto, le dedicó un elogio a Larreta, su principal contrincante por el liderazgo del espacio, pero luego agregó otros nombres: "Veo con mucha alegría el crecimiento y consolidación de Horacio, en su primera experiencia de no estar debajo de mi paraguas. También Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal, Omar de Marchi, Federico Angelini y otros liderazgos. También estoy muy conforme con Alfredo Cornejo en el radicalismo, Mario Negri y tantos más".
Quizá por eso, los dirigentes que trabajan en el armado de Larreta tuvieron una mirada más positiva del discurso de Macri: elogiaron "su autocrítica" y que haya dicho que no sería candidato. Otros comentaron que "por ahí le falta todavía un poco más de autocrítica". También se preocuparon por cómo afecta al espacio: "Hay un temor al efecto apellido y a la imagen negativa que tiene en el conurbano".
El jefe de bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo, consideró que "el ex presidente ha hecho una autocrítica de lo que él considera han sido errores de la gestión y que imposibilitaron lograr la reelección, principalmente en cuestiones económicas y políticas. Nunca hemos visto a un ex presidente hacer una autocrítica pública con sinceridad y realismo". Distintos dirigentes le elogiaron que separara al peronismo del kirchnerismo.
Uno, importante en el armado bonaerense, explicó a este diario que lo había notado "moderado y mesurado" a Macri. "A algunos les puede parecer duro. Pero, en privado, no se imaginan las cosas que dice", indicó. Lo cierto es que tendrán tiempo para seguir comentando: Macri tiene planeado un raid de entrevistas en los próximos días.
Además de la palabra del ex presidente, lo que generó tensiones en JxC fue la movilización del 12O. Las diferencias sobre el banderazo fueron palpables: mientras Bullrich asistía triunfal, Elisa Carrió advertía que no convocaba porque "no quiere formar parte de los extremos de Juntos por el Cambio". Luego, la Coalición Cívica emitió un comunicado en el que aclaró que apoyaba la manifestación, pero que los dirigentes no debían montarse sobre ella. Lo contrario a lo que hizo la presidenta del PRO.
Ayer a la mañana se hizo la habitual reunión de Juntos por el Cambio vía Zoom. Macri se conectó, al igual que Bullrich. Quienes no estuvieron fueron Vidal y Larreta: ambos también mantuvieron silencio durante la movilización. En el entorno de Vidal no quisieron ni siquiera opinar sobre lo que dijo Macri. Cerca de Larreta aclararon que faltó al encuentro por cuestiones de su "agenda de gestión".
Por Werner Pertot
Fuente: Página12