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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 11-10-2020 / 11:10
GOBERNAR Y PERSUADIR: EL DESAFÍO DE ENCONTRAR UNA NARRATIVA PARA ESTA ÉPOCA

Lucha popular contra la concentración de la riqueza

Lucha popular contra la concentración de la riqueza
Hay algo más que caracteriza a esta microclase de súpericos argentinos: en la inmensa mayoría de los casos, sus papás son supericos y sus abuelos también. Y además lo tienen todo afuera. Un relevamiento muestra que esos multimillonarios tienen el 83 por ciento de su dinero en el exterior.
En Argentina, unas pocas manos concentran una cantidad enorme de riqueza, con el agravante de que esa riqueza la sacan del sistema para dolarizarse y fugarla, de manera tal que sus fortunas quedaron desenganchadas del destino del país.
 
Si al país le va bien, a ellos les va bien, como sucedió durante los doce años de gobiernos peronistas, en los que amasaron ganancias récord. Si al país le va mal, en cambio, a ellos les va mejor, como pasó recientemente en el gobierno de Mauricio Macri. No tienen ningún incentivo para apostar por el desarrollo; más bien todo lo contrario.
 
Hay algo más que caracteriza a esta microclase de súpericos argentinos: en la inmensa mayoría de los casos, sus papás son supericos y sus abuelos también. Y además lo tienen todo afuera. Un relevamiento muestra que esos multimillonarios tienen el 83 por ciento de su dinero en el exterior.
 
La resistencia cerrada de la oposición al impuesto a esos millonarios, desnuda el problema que paraliza a la política argentina desde hace una década, y es que existe un formidable aparato mediático y cultural cuyo fin último es convencer al 99,9 por ciento de la sociedad de que sus intereses coinciden con los del 0,1 más rico. Que todos van a verse beneficiados por sus ganancias. Que las regulaciones son malas. Que los sueldos argentinos estaban caros. 
 
Spoiler: ese 0,1 por ciento es la misma élite que ha tomado siempre las decisiones importantes sobre el rumbo del país, con escasas excepciones, a mediados del siglo pasado y comienzos de este, que coinciden con los momentos de mayor crecimiento con redistribución de la historia.
 
Fueron las políticas adoptadas por esa casta las que causaron cada una de las grandes crisis que mancaron la economía argentina desde la década del 70, desviando al país de la senda del desarrollo. De cada una de esas crisis, ellos salieron más ricos y el resto salimos más pobres.
 

 
El lunes, el dólar negro comenzará la semana alrededor de los 170 pesos, 20 pesos más que un lunes antes y casi 50 pesos más que hace un mes. El Banco Central no controla el precio de la moneda ni puede contener la sangría de reservas.
 
Las respuestas erráticas del gobierno se demuestran insuficientes para doblar la muñeca de los especuladores que inflan artificialmente el valor local de la divisa norteamericana (que en el mundo real, por el contrario, está devaluándose) con la doble intención de desestabilizar al peronismo en el poder y en el interín embolsar pingües ganancias.
 
La corrida no es contra el peso, es contra el valor del trabajo de (casi) todos los argentinos, perpetrada por unos pocos, que tienen su patrimonio dolarizado y se vuelven más ricos con cada salto de esa moneda.
 
Son los mismos que ganaron durante los cuatro años de macrismo apostando a la bicicleta, mientras la economía real se convertía en tierra arrasada. El resultado en ambos casos es igual: ricos que se vuelven cada vez más ricos y el resto de la sociedad que se desliza de manera inexorable hacia la base de una pirámide cada vez más ancha y puntiaguda.
 
Esa parece ser la fórmula global de esta etapa tardía del capitalismo del siglo XXI. Esta semana se conoció un estudio publicado por la consultora PwC y el banco suizo UBC que reporta que el patrimonio acumulado de las personas con una fortuna superior a los mil millones de dólares creció un 27,5 por ciento durante la pandemia.
 
En simultáneo, el Banco Mundial daba a conocer un informe en el que estiman que en el mismo período hubo 150 millones de personas en el mundo que cayeron en la pobreza extrema. El coronavirus acelera cambios que son más profundos y ya estaban en marcha.
 
Otros reportes muestran escenarios aún más complejos: la ONG yanqui Oxfam, de lucha contra el hambre, habla de 500 millones de nuevos pobres mientras las 32 corporaciones más grandes del planeta acumularon beneficios por 109 mil millones de dólares en 2020.
 
Un ejercicio creativo ayuda a ilustrar el estado de la situación. Si Jeff Bezos, el hombre más rico de la Tierra, le otorgara a cada uno de los 875 mil empleados que tiene su firma Amazon un bono por única vez de 100 mil dólares, el balance de su cuenta todavía tendría más dinero que el que tenía antes de marzo.
 
Es difícil predecir hasta dónde se puede estirar esa brecha sin que las cosas empiecen a ponerse (más) violentas, pero es más difícil aún imaginarse un desenlace diferente.
 
La víctima colateral, que corre un riesgo mayúsculo en esta época, es la democracia tal como la conocimos en el final del siglo XX, que ya no es la herramienta ideal para proteger los intereses de la élite y tampoco sirve para garantizar los derechos básicos de la abrumadora mayoría.
 
Gestionar ese conflicto es el desafío de la política en estos años que nos toca vivir. Si fracasa, vendrá algo nuevo; cuesta imaginar que sea mejor.
 
 
Las crisis de los meritócratas de papá
 
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) está preparando un estudio completo sobre la evolución de las principales fortunas del país durante la pandemia.
 
Algunos datos preliminares sobre la situación previa a la llegada del virus dan cuenta del grado de concentración: "En la Argentina hay 440 personas, un 0,001 por ciento de la población, que acumulan un patrimonio que representa entre el 6,5 y el 9 por ciento del total la riqueza", explica su director Hernán Lechter.
 
"Y además lo tienen todo afuera". El mismo relevamiento muestra que esos multimillonarios tienen el 83 por ciento de su dinero en el exterior.
 
El estudio que realizó el diputado Carlos Heller como paso previo al tratamiento del proyecto de ley de impuesto extraordinario a las principales fortunas del país muestra un escenario similar. 9 mil personas, con más de 200 millones de pesos declarados en blanco, están alcanzadas.
 
Entre ellas, sólo 253 caen en la alícuota más alta (más de 3 mil millones de pesos de patrimonio) y su aporte representa la mitad de los 300 mil millones de pesos que el gobierno espera recaudar en total. Es un paso en el camino correcto, que debe pavimentarse con una reforma tributaria progresiva y que simplifique el babélico sistema fiscal argentino.
 
Hay algo más que caracteriza a esta microclase de super ricos argentinos: en la inmensa mayoría de los casos, sus papás son super ricos y sus abuelos también.
 
Según un estudio realizado en el año 2017 por el Instituto Peterson de Economía Internacional, con sede en Washington e insospechado de kukismo, la herencia es el origen del 80 por ciento de las fortunas del país que superan los mil millones de dólares, una marca altísima comparada con Brasil (47,7%), México (37,5%), España (53,8%), Italia (37,1%) o los Estados Unidos (28,9%). El 20 por ciento que se hizo a sí mismo, lo hizo en el sector financiero. Méritos.
 
 
Un Presidente en búsqueda de una narrativa propia
 
Esta semana, todos recordaremos a Perón. De todas las citas que van a poder leer, hay una que adquiere relevancia en este contexto histórico: "Mandar es obligar, gobernar es persuadir. Y al hombre es mejor persuadirlo que obligarlo. Esa es nuestra tarea: ir persuadiendo a todos los argentinos para que comencemos a patear todos para el mismo arco; es decir, hacia los objetivos de nuestro país, hacia las necesidades de nuestro pueblo".
 
Descuento que cuando hablaba de "todos", Perón estaba haciendo un redondeo grosero. Hay quienes no se dejarán persuadir nunca. El 0,1%. Pero son muy pocos.
 
Lo interesante de esa premisa, "gobernar es persuadir", es que ahorra un montón de discusiones estériles entre la diferencia de los problemas políticos y los problemas de comunicación. Si gobernar es persuadir, gestionar y comunicar la gestión son una misma cosa, indivisible.
 
Todo gobierno necesita un relato, una narración que explique de manera sencilla y contundente quiénes son y hacia dónde van y cuáles son las herramientas que vale usar en la búsqueda de ese objetivo. Este es un gobierno que se deja relatar por otros, que no se narra a sí mismo, y que cuando lo intentó no pudo sostenerlo.
 
El relato inicial prometía dejar atrás la grieta, pero fue bombardeado desde el primer día por la oposición, que no está interesada en consensos sino en capitulaciones. La pandemia dejó en offside el relato de volver a poner de pie la economía del país y una floja gestión de política sanitaria después de los primeros cien días echó por tierra el relato de cuidar las vidas antes que la economía.
 
Hoy tenemos 25 mil muertos y la economía no termina de arrancar. Consecuencias políticas, concretas, de problemas de comunicación. Hacer, cuidar y persuadir. Las tres tareas irrenunciables de cualquier gobierno.
 
El período más virtuoso del ciclo kirchnerista tuvo lugar entre 2009 y 2011. Un gobierno con minoría en el Congreso, una oposición saboteadora, saliendo de una crisis financiera brutal y en guerra abierta con los grupos empresarios y mediáticos, tuvo sus mejores años, logrando avanzar en iniciativas clave que expandían su base de apoyo electoral, metían cuña en la unidad opositora, tomaban la agenda por asalto y repercutían en una mejora concreta en la vida de los argentinos.
 
El resultado de eso fue un plebiscito en primera vuelta con más del 54 por ciento de aprobación del electorado, un caudal histórico.
 
El relato que sirvió como guía para esa formidable resurrección del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner era "democracia contra corporaciones". Fue tan potente que la única forma que encontró la oposición de derrotarla en las urnas era proyectar, a través de su dispositivo mediático y cultural, un escenario en el que la corporación más poderosa y la que mayor peligro representaba para la democracia era el propio kirchnerismo.
 
Es hora de que Alberto Fernández encuentre su propia narrativa, que no puede ser la de Alfonsín, ni la de los Kirchner, si quiere tener un final diferente.
 
Y ahí están estos super ricos que no se rigen por las mismas leyes que nos controlan a nosotros, que no caminan por las mismas calles, ni viajan en los mismos vehículos, una auténtica casta que se coloca más allá del principio mismo de ciudadanía, que guarda para sí recursos capaces de solucionar buena parte de los problemas de los 50 millones de argentinos, en cuentas secretas en guaridas fiscales, inertes, sin producir otra cosa que no sea intereses.
 
El adversario perfecto para una saga de proporciones épicas. Una gesta a la altura de aquella que esta semana cumple 75 octubres.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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29-12-2025 / 09:12
La metodología del Indec para algunos indicadores centrales de la economía y la sociedad vienen recibiendo cuestionamientos debido a la distancia que existe entre las mediciones y lo que ocurre en la realidad.
 
Un informe de Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó en detalle las distintas controversias en torno a las estimaciones del organismo de medición oficial y encontró claras inconsistencias en las cifras sobre salarios -que impactan en el cálculo de la pobreza-, en las de pobreza e inflación -por la sub ponderación de indicadores claves- y en la estimación de la actividad económica -con la que evitaron titulares sobre el ingreso de la economía en recesión-.
 
Las modificaciones en las formas de calcular, para que los datos se adapten a la narrativa del gobierno de Javier "el Loco Milei, no solo agregan descrédito a las estadísticas oficiales e imposibilidad de realizar comparaciones certeras con años previos, sino que subestiman problemáticas graves a las que el Estado debería ubicar en el eje de sus políticas.
 
El reporte reveló que entre la asunción de Milei en el Ejecutivo y mayo de 2025, el salario del empleo no registrado publicado por Indec registra un aumento real acumulado de 27,2 por ciento, "mostrando un desacople significativo respecto del resto de los asalariados".
 
El dato tiene como base a la EPH, que por cambios metodológicos introducidos desde fines de 2023 "comenzó a captar con mayor precisión ingresos no laborales previamente subregistrados (Tarjeta Alimentar, pensiones no contributivas, Progresar y otros programas)".
 
El problema, de acuerdo con CEPA, es que el instituto no explicó el impacto de estas modificaciones sobre la comparabilidad histórica de la serie. "Esta mejora en la captación de ingresos afecta no sólo la medición del salario no registrado, sino también la estimación de la pobreza y la comparación con otros indicadores salariales, como el salario registrado del SIPA", remarcó el documento.
 
Sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la dificultad está relacionada con el uso de una canasta de consumo y una estructura de ponderadores que no resultan representativas de los patrones de consumo actuales de los hogares. Por ejemplo, no pondera de forma adecuada los fuertes aumentos tarifarios, de alquileres y de combustibles.
 
"Así, entre noviembre de 2023 y noviembre de 2025, la inflación acumulada sería de 288,2 por ciento con ponderadores actualizados, frente al 249,5 por ciento resultante de la metodología vigente, una brecha cuya relevancia ha sido señalada incluso por el FMI", sostiene CEPA.
 
La medición de la pobreza es otro de los indicadores que quedó en el centro de las críticas. Por un lado, la Canasta Básica Total (CBT) se construye a partir de una relación gasto alimentario-no alimentario que subestima el peso actual de los servicios y el transporte, explica el reporte.
 
"En la última medición, la CBA representa el 45 por ciento de la CBT, un valor significativamente superior al observado en encuestas previas de gastos de los hogares", afirma CEPA. El impacto en el número final contiene entonces la subestimación del componente no alimentario "en un contexto de fuertes aumentos tarifarios".
 

28-12-2025 / 12:12
Las ventas en rubros estratégicos de Alimentos caen hasta 20% interanual, y aun así las fábricas avisaron aumentos mayores al 5% desde el 1 de enero. El diagnóstico de la UIA da balance en rojo de Los 4 grandes. Deberá el presidente Javier "el Loco" Milei quemar en la hoguera de los balances de fin de año una de sus teorías predilectas sobre uno de los fenómenos que creyó tener bajo control, pero que se le está desmadrando.
 
Apasionado por la idea del poco iluminado economista austríaco Carl Menger, el mandatario aplicó uno de sus principios para -a lo largo de estos dos años- afirmar que los precios se establecen en relación no a los costos de producción y otros factores, sino a la cantidad de dinero que los consumidores estén dispuestos a convalidar como precio de ese bien.
 
Pero los hechos muestran que pasó exactamente lo contrario: hace varios meses, y sobre todo con mayor intensidad desde el triunfo electoral libertario el 26 de octubre, las grandes empresas del sector alimentos decidieron subir los precios, aún en un contexto de consumo masivo desplomado.
 
Es decir, eligieron regular su pérdida aumentando el precio del producto, sin importar lo que los consumidores creen, convalidan o rechazan sobre esos precios. Y esto pegó de lleno en las mediciones de inflación del INDEC, que siguen centradas más en Bienes que en Servicios, a pesar del cambio de composición en el gasto de los hogares.
 
Así, Milei y su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, se garantizaron la permanencia en el escenario que todos los gobiernos intentan esquivar: la estanflación, es decir, estancamiento de la actividad con inflación al alza.
 
Desde octubre, de hecho, no hubo ni una sola semana con precios de alimentos estables, y las últimas cuatro semanas del mes acumulan un alza de al menos 2,5 por ciento en un rubro clave como es el consumo de bienes básicos.
 
PáginaI12 accedió en las últimas horas a listados con aumentos de precios de hasta 6 por ciento a aplicarse desde el 1° de enero en diferentes rubros. "No hay explicación alguna", admiten los comerciantes que recibieron las alzas, pero aseguran que las empresas de alimentos nucleadas en la Coordinadora de Productores de Alimentos (COPAL) precisan que no hay otra forma de amortiguar que la crisis que venden por precios lo que no sale de góndola por cantidades.
 
Hay un pelotón de firmas, entre las que están los gigantes Procter & Gamble, SC Johnson y Unilever, que ya avisaron que desde el 1° de enero aumentan un 5 por ciento toda su línea de productos. Un poco más abajo, aparecen lácteas como La Serenísima, que pasaron listas con aumentos del 2,5 para enero. Esto último es curioso, dado que la mayoría de las empresas, a diferencia de lo que ve el Gobierno, estiman que la inflación será mayor, no menor, en los meses siguientes.
 
En ese grupo de las que pasaron aumentos cercanos al 3 por ciento también aparecen Coca Cola y Pepsi, y varias de las empresas que producen cerveza, que hace al menos tres meses no suben de precio y tienen ventas derrumbadas, aún en los calores, temporada alta de su negocio.
 
Lo curioso es que, a muchas de estas firmas, hace cerca de dos semanas, los supermercados y comercios ya les rechazaron listas de aumentos por no querer aplicarlos. El Gobierno, que se jacta de ser el más liberal del mundo, les ruega a los comerciantes que no acepten aumentos, sino el desborde sería mayor.
 

27-12-2025 / 09:12
Negando lo innegable, defendiendo lo indefendible. Con iglesias evangélicas que se oponen al aborto pero apoyan a un gobierno que regala libros que elogian a proxenetas y narcos; con militares que votan en masa a un gobierno que los lleva al suicidio; con industriales que se entusiasman con el oficialismo que los lleva a la quiebra; con jóvenes que se ilusionan con un "cambio" que les roba el futuro; con un gobierno que abandona a los discapacitados, pero se queda con una coima del tres por ciento de sus medicamentos, el país parece terminar el año en un descomunal aquelarre cuya lógica la oposición no termina de aprehender.
 
Surgen gurúes de la pobreza que entienden todo y autoflagelaciones de culpa que recriminan incapacidad, pero en realidad no se trata de un fenómeno exclusivo, sino que acompaña la deriva de Occidente. Estados Unidos, que ha sido la matriz ideológica de las últimas décadas, se ha lanzado a la conquista agresiva de Latinoamérica.
 
El diseño es igual de esquizofrénico, primero establece una ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que le permite sólo a Estados Unidos fabricar guerras para robar petróleo, como a Venezuela, confiscar recursos financieros, como a Rusia, o decretar aranceles de castigo para todo el mundo.
 
Y después la completa con lineamientos de seguridad nacional que le permiten agredir, invadir o bloquear a cualquier otro país. La esquizofrenia está en la pretensión de que el mundo acepte esos auto permisos como leyes establecidas incluso por los que son agredidos.
 
En la que fue la primera democracia del planeta cualquiera puede ser detenido sin causa sólo por el tono de su piel y tiene de presidente a Donald Trump que fue acusado de intentar un golpe de Estado. Por años, Occidente ha asimilado en forma bizarra el producto ideológico de esa matriz que en realidad ocultaba la relación entre el imperio y sus colonias dominadas.
 
Con la pérdida de poder de Estados Unidos en su puja con China, el fondo de esa lógica quedó al descubierto, pero Washington mantiene la pretensión de que su propuesta de opresión se asuma como de libertad. Parece una estupidez obvia, pero cuenta con el dispositivo de construcción simbólica más poderoso del planeta y de la historia de la humanidad para hacerlo creíble.
 
Aparecieron réplicas en América Latina y aquí en Argentina se expresó en los libertarios, donde esa palabra que identificaba a los viejos anarquistas fue apropiada por lo opuesto: el poder de las corporaciones sobre el resto de la sociedad; la palabra Libertad también significa lo opuesto a lo que ellos proponen y la idea de "cambio" en realidad significa para ellos romper los cambios verdaderos que promovieron igualdad y libertad.
 
Son sociedades donde la esperanza se reemplazó por la ansiedad y la depresión, porque la ilusión de que sólo basta el mérito personal termina en frustración. Son sociedades, como la Argentina, donde el suicidio se ha triplicado a causa de la frustración y la depresión y se ha convertido en la principal causa de muerte violenta en los jóvenes entre los 10 y 19 años. Todos los días se suicida un chico o chica en Argentina según un informe del Ministerio de Seguridad que se publicó a mediados de noviembre, en 2024 hubo 4294 suicidios.
 
En la semana previa a las navidades, -que la diputada libertaria Juliana Santillán confundió con las Pascuas (¡!)- hubo tres suicidios de soldados y otro de un gendarme. Las Fuerzas Armadas y De Seguridad votaron masivamente a este gobierno que los ha hundido en la pobreza. 
 

26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
La Opinión Popular
 

24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
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