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Nacionales - 27-09-2020 / 10:09
EL GOBIERNO TOMÓ UNA POSTURA MÁS DURA CONTRA EL PLAN DESTITUYENTE

Dar pelea frontal a las fake news de la oposición y los grandes medios porteños

Dar pelea frontal a las fake news de la oposición y los grandes medios porteños
Ante el endurecimiento de las operaciones desestabilizadoras, el Gobierno decidió responder las fake news y las campañas opositoras tanto en el plano mediático como en el judicial. Alberto Fernández ya identificó a los principales contendientes y los ministros tienen la consigna de visibilizar los logros de la gestión y los planes pospandemia.
La protesta de la Policía Bonaerense que llegó hasta Olivos y la columna de Macri en La Nación que apuntó a romper todo diálogo entre Gobierno y oposición convencieron al Presidente y a su entorno de que era necesario salir a dar pelea y retomar la iniciativa de la agenda política.
 
De hecho, ya aquella respuesta que tuvo el reclamo policial, más allá de que el Presidente la anunció en su tono habitual calmo, mostró una nueva actitud: la decisión de transferir a la provincia de Buenos Aires buena parte de los recursos que hasta entonces se enviaban a la Ciudad tomó a la oposición por sorpresa.
 
Aunque a partir de entonces hubo algunos cortocircuitos con el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, la mira de la Casa Rosada está puesta en el sector ultra que encabezan Macri y Patricia Bullrich, con declaraciones ya abiertamente desestabilizadoras como cuando hablan de "sustitución" del Gobierno o del "fraude" con el que supuestamente ganó Fernández al que hizo referencia el senador Esteban Bullrich.
 
"Culpar de la crisis a la pandemia es algo abstracto, está claro que el Gobierno tiene que personalizar las críticas en alguien y Macri es el indicado. Dejó el país hace unos meses incendiado, se fue de vacaciones al exterior mientras la gente padecía y en las encuestas es el dirigente de peor imagen", detallaba un funcionario que trabaja en el mensaje oficial. Eso explica que en las últimas apariciones desde Fernández para abajo se acentuaran las referencias al ex presidente. 
 

 
En lo que se refiere a la disputa del sentido, saldrán a discutir cada medida que se toma y luego buscan cambiarle su razón. Un ejemplo, que la reforma judicial tiene como objetivo conseguir impunidad.
 
"¿Me pueden decir de qué están hablando cuando dicen que es un sistema de impunidad? La explicación es que en verdad los que se quejan son los que siempre han manipulado los jueces y lo que sienten es que están perdiendo el poder de seguir manipulando", sostuvo Fernández en la entrevista que dio el jueves.
 
Además, criticó directamente al presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, por su convocatoria a un acuerdo extraordinario para tratar el per saltum de los desplazados jueces Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli. Se había enterado de un contacto reservado entre Rosenkrantz y Macri.
 
 
Algunos ubican el origen de la decisión en la columna que publicó Mauricio Macri a su vuelta de sus lujosas vacaciones europeas, otros en la revuelta policial bonaerense que llevó la protesta hasta el portón de la quinta de Olivos.
 
Pero en los últimos días se hizo clara la intención del Gobierno de salir a mostrar una postura más dura ante la oposición macrista y los grandes medios afines al mismo tiempo que buscará exhibir una gestión más activa y en recuperación para la pospandemia, de manera de revertir la imagen que incansablemente se intenta instalar desde esos sectores.
 
"En estos meses subimos las retenciones al agro, hicimos que bajaran las tasas de interés de los bancos, congelamos las tarifas de los servicios y declaramos servicio público internet, tv paga y telefonía. Todo eso no es gratuito y ahora tratan de hacernos pagar. Así es la política, eso no va a hacer cambiar nuestros objetivos", explicaba un importante funcionario del Gobierno.
 
En los últimos días hubo varios registros de esta nueva posición, de réplica y sin más concesiones. El mismo miércoles que el Presidente encabezó un acto en Entre Ríos en el que hizo una referencia directa a Macri y a los dirigentes que lo rodean de buscar desestabilizar la democracia y acusar a algunos medios de publicar mentiras, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, protagonizó un picante cruce en uno de los programas de la señal TN.
 
Allí, Cafiero dejó una clave de lo que se viene discutiendo internamente entre quienes trabajan en el discurso oficial cuando mencionó que hay una disputa en torno al sentido que ahora el Gobierno busca salir a dar.
 
En los primeros meses en la Casa Rosada imaginaron que bastaba hacer bien las cosas y mostrar que lo que decían oposición y medios era falso, que con eso alcanzaba para obtener el respaldo de las mayorías. Lo sucedido hasta el inicio de la pandemia pareció darles la razón, cuando Fernández trepó niveles récord de imagen positiva. Pero la cuarentena se extendió más allá de imaginado y generó efectos diversos.
 
"Si la pandemia hubiera durado tres meses, salíamos como el mejor gobierno de los últimos tiempos", se lamentaba -mitad en broma, mitad en serio- esta semana un funcionario.
 
Sostienen que primero surgió el malhumor de un sector de la sociedad, con origen en los motivos más diversos que van desde quienes realmente vieron sus ingresos afectados por la cuarentena hasta los que no creen en el virus, los antivacuna, los antibarbijo y demás tribus.
 
La oposición más ultra buscó montarse en ese malhumor y los medios opositores -cada vez más desembozadamente- fueron direccionando el rechazo hacia diversos objetivos. Las características particulares del encierro -que intensificó el uso de las redes sociales y el consumo de los medios de comunicación- terminó por potenciar el caldo de cultivo.
 
 
La respuesta
 
En paralelo a esta disputa apuntarán a dar de una vez vuelta la página a la situación pandémica para mostrar una gestión en marcha y saliendo de la crisis. La comunicación oficial, reconocían, no siempre funciona correctamente.
 
Por ejemplo, admitían que se había transmitido mal las nuevas medidas para la compra de dólares. Tampoco la tienen fácil: el día que el Gobierno consiguió el mayor éxito de estos meses con el canje de la deuda, los diarios de mayor tirada titularon con una explosión en El Líbano.
 
En un zoom que mantuvo esta semana con todos los ministros, Cafiero cerró con un pedido de salir a mostrar gestión como respuesta a los indicadores duros que dejará el segundo trimestre del año que, adelantan, en buena medida están siendo revertidos. Fernández también seguirá una agenda más visible: irá dos días por semana a la Casa Rosada, viajará a alguna provincia y hará algún anuncio en el Conurbano referido a una actividad productiva.
 
Por otro lado, los gobernadores, la CGT y las organizaciones sociales vienen buscando la manera de hacer una demostración de apoyo masivo al Gobierno, donde quede expresado un respaldo popular al rumbo elegido. La intención es hacer un acto para el 17 de octubre, pero todavía se discute el formato para no contradecir las medidas de aislamiento.
 
Estos sectores también impulsan que Fernández asuma la presidencia del PJ, algo que tal vez poco tiempo atrás no hubiera sido bien visto porque se pensaba más en la institucionalidad del Frente de Todos, pero las perspectivas cambiaron. "Todo lo que sirva para ganar volumen político es bueno", evaluaba esta semana un asesor.
 
Por Fernando Cibeira
 
Fuente: Página12

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26-10-2025 / 10:10
La elección de legisladores a nivel nacional tiene un doble peso: además de renovar el Congreso, será un plebiscito para Javier Milei. Las escuelas ya están abiertas. Las urnas esperan. Este domingo 26 de octubre, la Argentina decide mucho más que 24 senadores y 127 diputados nacionales. En esta jornada, el veredicto de 36 millones de electores funcionará como un plebiscito ineludible sobre la desastrosa gestión de Milei que, con la lengua afuera, está desesperado por mostrarle algo a Donald Trump.
 
El Gobierno, que hace poco pronosticaba un amplio triunfo en todo el país, llega a las elecciones con corrida cambiaria, escándalos de corrupción, una interna que lo paraliza y la difícil tarea de defender el 55% de 2023 y evitar que toda la atención se concentre en la provincia de Buenos Aires. Aun así, aspira a un resultado que le permita a Trump sostener su inédita intervención imperialista. En ese escenario, la oposición busca poner freno a la destrucción nacional que impulsa Milei.
 
En una jornada crucial, sin PASO y con el debut absoluto de la Boleta Única de Papel, los comicios legislativos reconfigurarán el centro de gravedad de la política nacional. El resultado no solo moldeará el Congreso que asumirá el 10 de diciembre, sino que definirá la gobernabilidad inmediata, la proyección de un Gobierno que viene de meses a la defensiva y los liderazgos de una oposición que ya mira hacia 2027.
 
El oficialismo, con La Libertad Avanza como única fuerza presente en los 24 distritos, llega a esta cita con una ventaja estructural: no pone bancas en juego en el Senado y solo renueva dos en Diputados. Su representación crecerá sí o sí. Sin embargo, el presidente y su ministro más poderoso, Luis Caputo, calificaron esta elección como más determinante que la presidencial de 2027.
 
La apuesta es alta. El crecimiento libertario se dará, en buena medida, a expensas de sus propios aliados. El PRO, socio electoral en distritos clave como Buenos Aires y CABA, pone en juego 21 de sus 35 bancas y ya cedió espacios y cabezas de lista a LLA. El Gobierno incluso puso en la cancha a dos ministros: Patricia Bullrich, como candidata a senadora por la Ciudad, y Luis Petri, como cabeza de lista en Mendoza.
 
Frente a ellos, el peronismo estrena a nivel nacional el frente Fuerza Patria, la marca que lo llevó a una victoria aplastante en la provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre. Pero este sello solo se repite en 13 provincias. De fondo, se disputa el liderazgo interno entre el gobernador Axel Kicillof, arquitecto del desdoblamiento electoral, y Cristina Kirchner, quien se opuso a esa estrategia. Cualquier resultado ajustado en el distrito que alberga al 40 por ciento del padrón puede reactivar una interna apenas contenida por la disciplina electoral.
 
Un tercer actor busca quebrar el duelo bipolar. Seis gobernadores -de Santa Fe, Córdoba, Chubut, Santa Cruz, Corrientes y Jujuy- conformaron el frente Provincias Unidas con la ambición de erigirse como una opción de poder real. Su performance, especialmente la de Córdoba, un feudo clave para Milei en 2023, pesará en la interpretación final del resultado nacional.
 
Lo que está en juego trasciende las bancas. Para el Gobierno, se trata de asegurar al menos un tercio del Congreso para ahuyentar el fantasma de un juicio político y garantizar la viabilidad de sus decretos de necesidad y urgencia y sus vetos. Su ambición máxima es un Congreso más amigable para impulsar reformas laborales, tributarias y previsionales.
 
Pero el resultado de hoy hará más que definir números. Dentro de la Rosada, dirimirá la interna sorda entre el armado político de los "Menem" que reportan a Karina Milei vs Santiago Caputo. Y fuera del país, las miradas están puestas en Washington. Trump ya advirtió: si Milei no gana, Estados Unidos no será "tan generoso" con la Argentina.
 
La Opinión Popular
 

25-10-2025 / 10:10
En el contexto de una furiosa batalla mundial por el control de chips, de tecnología de baterías de litio y nuevas fuentes de energía, la designación de Pablo Quirno como canciller, un economista sin experiencia en la diplomacia, pero relacionado estrechamente con el fondo de inversiones JP Morgan, dio pistas sobre las garantías requeridas a cambio de la intervención financiera del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
 
El diario The Wall Street Journal publicó que el apoyo de Estados Unidzos a Javier Milei se basa en el interés por conseguir nuevas fuentes de aprovisionamiento de uranio. El uranio argentino está en la mira. "Ha quedado dolorosamente claro que Estados Unidos se ha vuelto demasiado dependiente de fuentes poco fiables de minerales, productos y manufacturas críticas, todas ellas esenciales para nuestra seguridad nacional", explicó a mediados de octubre de este año Jamie Dimon, cabeza de este grupo que especula con bonos en Wall Street y en todo el mundo.
 
Dimon formuló estas declaraciones al presentar el informe Security and Resiliency Initiative, el ambicioso programa de inversiones del JP Morgan. En ese comunicado, Dimon se refirió concretamente a la estrecha ligazón de la institución financiera que dirige, con la seguridad nacional y los intereses económicos de los Estados Unidos. No es una empresa alejada de la política, sino que sus metas coinciden abiertamente con las de Estados Unidos como potencia hegemonista.
 
El concepto de "poco fiables", aludió básicamente a China, Rusia y otros países asiáticos. Cuando el presidente estadounidense Donald Trump anunció que aplicaría aranceles abusivos a los productos chinos, la respuesta de los agredidos fue suspender las compras de soja y la venta de tierras raras. China compraba el 50 por ciento de la soja norteamericana y los abastecía con la mayor parte de las tierras raras que insume la industria electrónica.
 
Con una política de defensa del interés nacional, Argentina tiene posibilidades de inserción en ese escenario tan complejo porque, además de la producción de alimentos, tiene riqueza en el litio que consumen las baterías de la industria electrónica y además tiene reservas de uranio y un desarrollo nuclear propio con capacidad de exportación de reactores con tecnología desarrollada en el país.
 
El concepto de "poco fiables" para la seguridad nacional de los Estados Unidos le agrega otra condición a cualquier negociación con el JP Morgan en las áreas que ellos han definido, como el litio y la energía nuclear. El concepto implica que los Estados Unidos tienen que tener control sobre "esos productos esenciales para nuestra seguridad nacional".
 
Argentina es un país independiente, no es otra estrella en la bandera de los Estados Unidos. Además, es un país democrático. Mañana puede cambiar el gobierno. La pregunta es cuáles serían entonces las medidas que exige el JP Morgan para que sean "fiables" las concesiones que haga la política entreguista de este gobierno.
 
Estados Unidos está perdiendo suministros estratégicos a manos de sus competidores y parece decidido a reemplazarlos por otras fuentes en América Latina. Y para eso necesita impedir el desarrollo local de industrias que incorporen valor agregado a sus riquezas naturales.
 
En esa visión del mundo, en la que América Latina funcionaría como una cantera de materias primas para salvar al hegemón de su decadencia, resulta inconcebible, y hasta lesivo para ellos, que Argentina desarrolle una industria nuclear de punta y competitiva. El país tiene grandes reservas de uranio sobre todo en la provincia de Chubut, y también en Mendoza, Río Negro, La Rioja y Salta.
 

24-10-2025 / 07:10
Donald Trump, JP Morgan y el FMI apuntalan un modelo anarco capitalista que se derrumba. Con el dólar contenido artificialmente y un salto en el endeudamiento, el gobierno de Javier "el Loco" Milei llega arrastrándose a las elecciones legislativas. El capital extranjero y el gran empresariado local preparan una nueva ofensiva contra los trabajadores. La confusión es mayúscula; la desconfianza, también. Solo el voto al peronismo puede enfrentar este proyecto de saqueo y entrega.
 
A solo días de las elecciones legislativas del 26 de octubre, el nuevo informe de Trespuntozero marca una tendencia clara de recuperación del voto peronista, en contraste con el estancamiento del oficialismo libertario. Según los datos, Fuerza Patria (FP) alcanza el 46,2 por ciento de intención de voto nacional, frente a un 40 por ciento de La Libertad Avanza (LLA). Milei llega al 26 de octubre sostenido solo por los yanquis.
 
El sondeo, realizado en seis provincias clave (Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Tucumán) más un muestreo nacional complementario, deja ver que la gestión de Javier Milei acumula un 54 por ciento de imagen negativa y apenas un 42 por ciento positiva, con caídas en casi todos los distritos principales
 
En la provincia de Buenos Aires, Jorge Taiana (FP) se consolida con el 47,1 por ciento, superando a Diego Santilli (LLA), que apenas llega al 38,7 por ciento. En Santa Fe, la candidata peronista Caren Tepp achicó la distancia con el libertario Agustín Pellegrini, situándose en un 32 por ciento frente al 34,6 por ciento, en un distrito históricamente adverso para el PJ
 
Para la Casa Rosada, Córdoba es otra vez la madre de todas las batallas. Si ganan la provincia mediterránea pueden evitar el papelón de presentarse como la fuerza que representa la iniciativa privada y perder en el corazón productivo del país real (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe).

El estudio también revela un dato clave: el 73,3 por ciento del electorado afirma tener "muchas ganas" de ir a votar, lo que podría favorecer a los espacios opositores tras un año de malestar social y ajuste económico. "El 50 por ciento de los argentinos llega a fin de mes usando ahorros o endeudándose", advirtió Raúl Timerman, quien señaló que la pérdida del poder adquisitivo es el principal motor del voto castigo.

La encuesta expone un creciente desencanto con el modelo económico libertario, que se refleja tanto en los indicadores de gestión como en la caída de intención de voto en Córdoba, Mendoza y Tucumán. En palabras de Timerman, "la adhesión al peronismo aumentó discretamente, la de LLA se estancó y lo que se redujo fue el universo de indecisos".

Los datos consolidan una tendencia que preocupa al desquiciado Milei en la recta final: la elección se nacionalizó alrededor del malestar económico, y los números muestran que su narrativa de recuperación pierde fuerza frente al voto opositor. Es horrible todo lo que está pasando y se huele el miedo en el oficialismo. El caos consume a un gobierno sin plan y sin cabeza. El Presidente no conduce. Nadie conduce. La anarquía, de novedad virtuosa pasó a virus letal. 

La Opinión Popular
 

23-10-2025 / 08:10
En el ocaso de una campaña sin épica, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el miedo más grande de su propio gobierno: quedar sin el tercio legislativo que sostiene su poder político seudo democrático. El que hace un año prometía "refundar la Argentina", llega a la elección del 26 de octubre devaluado, aislado y con un discurso cada vez más errático, mientras las encuestas anticipan una caída que podría dejar a La Libertad Avanza sin capacidad de defensa en el Congreso.
 
Consultado por Guillermo Andino sobre qué consideraría un "buen resultado", el presidente no habló de ganar ni de convencer, sino de sobrevivir: "Uno que me asegure un tercio en la Cámara, que es una pared de defensa", admitió Milei, resignado a celebrar un empate como si fuera un triunfo. Esa "pared" es lo único que separa al Gobierno anarco capitalista del colapso institucional. Sin ese tercio, el oficialismo perdería poder de veto sobre leyes opositoras, vería caer sus DNU y hasta quedaría a tiro de un eventual juicio político, algo que hoy se comenta en voz baja en despachos peronistas y radicales.
 
Según un informe elaborado por el politólogo Gonzalo Taboada, el Gobierno solo mantendría control con un 39 por ciento de los votos, cifra que nadie se anima a pronosticar. En el escenario más optimista, Milei llegaría a 104 diputados sumando el PRO y algunos gobernadores aliados; pero con un resultado más realista, cercano al 32 por ciento, el oficialismo quedaría a merced de bloques provinciales y de una oposición fortalecida, con 109 bancas y capacidad de bloquear cualquier iniciativa presidencial.
 
En el peor escenario, con un 30 por ciento o menos, La Libertad Avanza ni siquiera lograría conformar el tercio propio ni sumando al PRO, lo que significaría una catástrofe política. "Una elección de 30 por ciento o menos es el número del abismo", señaló Taboada. "En ese escenario el Gobierno dependería de los árbitros, perdería autonomía y quedaría sin margen de maniobra".
 
La situación no sorprende a quienes observan el deterioro del poder libertario. El desquiciado Milei, que se soñó emperador, terminó mendigando apoyo a Donald Trump, mientras su ministro de Economía intenta contener una recesión que ya acumula dos años consecutivos, con inflación persistente y un dólar que sigue escalando.
 
A la crisis económica se suma una soledad política creciente. Karina "la Coimera" Milei se atrincheró en la Secretaría General, Santiago Caputo perdió influencia y el vínculo con los gobernadores aliados se tensó al extremo. El PRO ya no se comporta como socio, sino como tutor de un Gobierno que no logra ordenar su propia tropa.
 
La estrategia electoral del oficialismo se limitó a campañas de miedo, spots improvisados y discursos cargados de enojo, sin propuestas ni respuestas ante el descontento social. Milei dejó de hablar de "reformas estructurales" para conformarse con conservar la silla presidencial y evitar el aislamiento total.
 
"Pasar de un balotaje con 55 por ciento a una legislativa que arranque con un 20 y pico sería un golpe devastador", reconoció un operador libertario que, en privado, admite que el Gobierno festejará si logra un empate técnico. La foto final podría marcar un antes y un después. Si Milei no alcanza el tercio, su relato de liderazgo "anticasta" trucho quedará pulverizado y su futuro político dependerá de los mismos actores a los que prometió "dinamitar". La elección del domingo, más que una prueba electoral, será un plebiscito sobre su propia capacidad de gobernar.
 
La Opinión Popular
 

22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
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