La Opinión Popular
                  18:30  |  Miercoles 22 de Octubre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
Recomendar Imprimir
Nacionales - 09-09-2020 / 09:09
POR WHATSAPP Y TWITTER

El macrismo solivianta a la Policía Bonaerense y convoca a un cacerolazo de apoyo

El macrismo solivianta a la Policía Bonaerense y convoca a un cacerolazo de apoyo
En medio de toda la vorágine, aparecieron los oportunistas de siempre. Como si algo le faltaba al tenso momento que se vive en las fuerzas de seguridad bonaerense, ahora se le suma la militancia 2.0 por parte de los dirigentes Juntos por el Cambio y los trolls rentados del macrismo, pidiendo un cacerolazo de apoyo.
Numerosos fantasmas recorren las manifestaciones de sestores de la Policía Bonaerense. El Gobierno de Axel Kicillof anunció que habrá subas ya previstas, mientras los grandes medios porteños y el sector más gorila del macrismo se lanzaron desaforadamente a erosionar la gestión del gobierno provincial, y legisladores y dirigentes de Juntos Por el Cambio salieron en respaldo de la desobediencia policial.
 
En el gobierno de la Provincia entienden que la situación es compleja en varios niveles y reconocen que los salarios policiales acumularon un retroceso del 30 por ciento de su poder adquisitivo durante los cuatro años de gestión de María Eugenia Vidal.
 
Desde hace tiempo está claro que los ingresos policiales se vienen deteriorando fuertemente. Siempre estuvieron por debajo de la Policía Federal y la Policía de la CABA, pero los "negocios" ilegales completaban los sueldos. La pandemia produjo un cambio total en esa situación:
 
* No hay partidos de fútbol, que no sólo implican horas extras, sino "negocios" con las barras bravas. Estacionamientos, puestos de comidas y hasta cobertura en distintos delitos.
* El coronavirus terminó con otros peajes, como el de la prostitución, los curanderos o las ferias de productos falsos.
* La actividad de los desarmaderos -y por lo tanto el robo de autos- bajó al caer la demanda de repuestos. También el juego clandestino.
* Al no haber atención masiva en los bancos -solo con turnos- se redujo la tajada por permitir estacionamientos o hacer viajes de custodia.
 

 
Por otra parte, un sector de Policía Bonaerense está utilizando la decadente situación en la que siempre se encontró la fuerza para doblarle el brazo al ministro de Seguridad Sergio Berni, quien llegó a un acuerdo con los intendentes para que ellos formen parte de las policías departamentales.
 
A su vez, el desembarco de las fuerzas federales en el conurbano encendió las alertas de más de un comisario corrupto. Alberto Fernández encabezó el lanzamiento del plan de seguridad que tiene como punto central el desembarco de 4.000 efectivos de las fuerzas federales en el conurbano bonaerense. "Ellos llegan, no tienen idea de los acuerdos de los efectivos de la zona y muchas veces descubren casos de corrupción que comprometen a los policías bonaerenses", confesaron.

 
La protesta no es política, es un reclamo económico justo. Pero en medio de toda la vorágine, aparecieron los oportunistas de siempre. Como si algo le faltaba al tenso momento que se vive en las fuerzas de seguridad bonaerense, ahora se le suma la militancia 2.0 por parte de los dirigentes Juntos por el Cambio y los trolls rentados del macrismo, pidiendo un cacerolazo de apoyo.

Las operaciones opositoras buscan profundizar el conflicto. El macrismo alienta la desobediencia de la mano de los retirados y exonerados. Los manifestantes no consiguen unificar una representación que facilite el diálogo, por lo que el gobierno provincial mantiene su plan de anunciar el jueves los aumentos prometidos.
 
La Opinión Popular
 
 
UN RECLAMO FOGONEADO POR MÚLTIPLES VIENTOS
 
Policía bonaerense: ¿de dónde sale la protesta?
 
Numerosos fantasmas recorren la protesta de los policías bonaerenses. Se sabe que un suboficial o un oficial, por más que tenga bajos ingresos, no se lanza a la calle sin tener un guiño "de arriba" y hay acusaciones cruzadas sobre ese visto bueno. El primero que aparece apuntado es el jefe de la Bonaerense Daniel Alberto "El Fino" García, porque es su tropa la que rompió la disciplina.
 
En Puente 12, en La Matanza, estuvo García reunido con los congregados y les dijo: "yo estoy con ustedes. ¿Qué problema tienen?". Detrás de él operaron una serie retirados, exonerados y funcionarios de algunos municipios que alentaron las protestas, muy en línea con dirigentes de Cambiemos. No es casual que Florencia Arietto, la exfuncionaria de Patricia Bullrich, haya hablado hasta de "protesta general" el domingo pasado.
 
Este martes al mediodía, el ministro Sergio Berni les propuso a los 500 reunidos en Puente 12 que formaran una comisión para mantener un diálogo y evaluar los reclamos. Pero los policías, ex policías, exonerados y familiares reunidos allí no se pusieron de acuerdo y en todo el día no pudieron designar un grupo representativo ni entregar un petitorio.
 
El sistema que rige es que el que quiere toma el micrófono de los medios principalmente opositores, habla, lo aplauden y termina yéndose. En muchísimos casos, los integrantes de los Comandos de Patrulla no se conocen entre sí, de manera que resulta complicado elegir alguien que los represente.
 
De acuerdo a la información oficial, pese a la protesta, los servicios se siguen prestando y el 911 responde en forma normal. En conferencia de prensa el martes por la mañana, Berni y el jefe de Gabinete Carlos Bianco evaluaron "un retraso del treinta por ciento" en el salario policial y recordaron que el Gobierno provincial tenía subas previstas en un Plan Integral de Seguridad que se anunciará en unos días.
 
 
¿Negociaciones?
  
Al atardecer ya quedaba claro que sectores de la oposición buscaban ponerle aún más fuego al conflicto salarial, con alientos más o menos explícitos. Cambiemos dejó la marca en el orillo con un comunicado en que le reclamó al gobernador Axel Kicillof que "atienda los reclamos salariales" en lugar de instar a los efectivos a que depongan su actitud.
 
Exoficiales de la Bonaerense intentaron convencer a los efectivos en cada una de las zonas, a veces con éxito y otras con rechazos, y los referentes que aparecían eran oficiales o suboficiales que tuvieron peso durante la gestión de María Eugenia Vidal.
 
Este diario pudo constatar que el 911 sigue funcionando, que los patrullajes se estaban haciendo --aunque en unos pocos distritos se disminuyó la intensidad--, y que en las concentraciones participaban esencialmente familiares de policías o efectivos que no estaban en turno.
 
Eso no significa que los uniformados en servicio discreparan con los reclamos: hay unanimidad en que existe un notorio atraso salarial. También se pide, por ejemplo, que los servicios de Policía Adicional, que son las horas extras, no se demoren 120 días, que se aumente el valor de las horas Cores (Compensación de Riesgo de Servicio), que haya atención en materia de medicamentos y que se les suministren los elementos necesarios frente a la pandemia.
 
Hay reclamos que no son explícitos pero son tradicionales en las fuerzas. No hubo un cambio significativo en la conducción de la Bonaerense, con lo que muchos oficiales que esperaban ascensos quedaron a la espera y eso produce malestar en todos los niveles. Además, no hay una cúpula que sea del riñón del nuevo gobierno.
 
Según una estimación oficial, este martes hubo concentraciones en el Gran Buenos Aires y en el interior provincial: en total fueron 25. En la mayoría de los casos no se trató de presencias masivas, pero sin dudas es una ruptura de la disciplina y un hecho de trascendencia.
 
La cuestión no es fácil de resolver porque no hay referentes ni líderes globales con los que establecer un diálogo. No existe un sindicato -prohibido por ley- y en las redes aparecen pliegos de condiciones que supuestamente sintetizan los pedidos de los policías, pero que no tienen real representatividad y en algunos casos carecen de toda lógica.
 
La responsabilidad inicial de encauzar la situación le corresponde al jefe de la Bonaerense, El Fino García, un hombre que fue el número 2 del anterior titular de la fuerza, Fabián Perroni, quien apareció en su momento en los timbreos de Cambiemos.
 
Berni mantuvo a García en el cargo pese a ser un hombre de directa relación con el anterior ministro, Cristian Ritondo. Desde un punto de vista objetivo, un jefe es el responsable de la ruptura de la disciplina de sus subalternos, más en fuerzas verticales como son las policías.
 
Como es obvio, el que debe manejar la situación es el ministro del área, Berni, para lo que envió a un delegado a la concentración de Puente 12. Dado que no hay una comisión de los policías, al cierre de esta edición se barajaba directamente hacer un anuncio con los aumentos y las mejoras en las condiciones de trabajo.
 
Como viene sucediendo con casi todos los hechos, la oposición y los medios alineados se lanzaron desaforadamente a alentar el conflicto y la ruptura de la disciplina. El objetivo -como ocurrió con las tomas de tierras, el coronavirus y con casi todos los temas- es erosionar al gobernador Kicillof. Cerca del mandatario señalaron: " Es un reclamo genuino, lo reconocemos y por eso estábamos trabajando en la recomposición salarial en el marco del plan integral".
 
Por Raúl Kollmann
 
Fuente: Página12
 

Agreganos como amigo a Facebook
22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
La Opinión Popular
 

20-10-2025 / 10:10
La relación entre José Luis Espert y Fred Machado, el acusado por narcotráfico que financió su campaña presidencial en 2019, sigue complicando a La Libertad Avanza, aunque el economista, al que todavía defiende Javier "Cipayo" Milei, ya no encabeza la lista libertaria oficialista. En el último reportaje que otorgó el día que se confirmó su extradición a los Estados Unidos, se reveló el mensaje que Machado le pasó al Gobierno. Soltó una bomba que hizo temblar a más de uno en La Rosada.
 
En una entrevista de ocho horas con la periodista Caro Fernández, de Splendid AM 990, lanzó una advertencia que suena a ultimátum: "Si hablo, se cae el país". Con la extradición a Estados Unidos autorizada por la Corte Suprema, Machado no se guardó nada y apuntó directo al corazón del poder libertario, salpicando a figuras como José Luis Espert, Patricia Bullrich y Alberto Weretilneck con acusaciones que, de probarse, podrían destruir al Gobierno de Javier Milei.
 
El empresario, con un tono que mezcla bronca y desesperación, mandó un mensaje filoso a Santiago Caputo, estratega clave de Milei: "A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana". La respuesta fue: "Mensaje recibido". ¿Qué sabe Machado que pone tan nervioso al entorno presidencial?
 
Con Espert, su exaliado, no fue menos duro. Financió su campaña en 2019, pero ahora lo acusa de darle la espalda. "Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?", dijo, recordando una advertencia que le hizo en marzo de 2021 sobre los riesgos que corrían. "Le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó", disparó con amargura.
 
Las acusaciones también alcanzaron a Patricia Bullrich. Según Machado, habría una triangulación de fondos para su campaña presidencial de 2023, con más de 3 millones de pesos movidos a través de una empresa de la familia Bada Vázquez, de los cuales al menos 215.000 pesos habrían ido a parar a su campaña.
 
Sobre Weretilneck, señaló un supuesto entramado de negocios en Río Negro, con permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a Claudio Cicarelli, presunto testaferro del gobernador.
 
En un intento por limpiar su nombre, Machado insistió: "Es una cuestión de plata, no de droga". Sin embargo, la noticia de su extradición lo desmoronó. Entre el ladrido de sus perros y la tensión del momento, suplicó a Fernández: "No me dejes solo". Horas después, un operativo policial lo trasladó para enfrentar su destino en Estados Unidos.
 
La Opinión Popular
 

19-10-2025 / 08:10
Entre el colapso económico, la pérdida de relato y el avance de sus propios aliados, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el tramo final de la campaña convertido en símbolo de su propio fracaso: un presidente sin respuestas, cercado por la realidad y por quienes financiaron su ascenso. El plan "llegar" se quedó sin nafta cuando todavía falta una semana para alcanzar la meta. La impotencia es la tónica en la recta final antes de unas elecciones que se convirtieron en un delicado plebiscito sobre el futuro del gobierno y del país.
 
El proyanqui Milei volvió de Washington DC con una hoja que dice "amigo" y el fibrón que usó Donald Trump para estampar esa dedicatoria. A su regreso dio dos entrevistas en las que se peleó con sus interlocutores (le dijo "marxista" a Eduardo Feinmann y a Esteban Trebucq que le hacía el "caldo gordo a los psicópatas kirchneristas") y confesó que no tiene una solución para los problemas de los argentinos.
 
- El ochenta por ciento apenas si puede llegar a fin de mes y el sesenta por ciento, setenta, llega al día veinte. Les falta dinero en el bolsillo.
- ¿Qué quiere? ¿Que lo emita?
- No, yo no...
- A ver, entonces, emitiendo no se arregla. ¿Cómo quiere que lo arregle? Vamos, dígame. ¿Cómo le pongo plata a la gente?
- El economista es usted.
- No, bueno, pero digo o sea, a ver, digamos.
 
Un día más tarde insistió:
 
- ¿Y la gente que no puede esperar, presidente?
- A ver. A ver, pero, de vuelta. Te hago una pregunta, no puede esperar, a ver, ¿cómo lo resolvemos?
- Es que yo no lo sé.
- No, bueno, entonces.
- Sólo le pregunto.
- No, bueno, pero si vas a hacer el punto, digamos, a ver, empecemos a discutir cómo se resuelve.
 
Para Milei la escasez y la mala calidad de vida de millones de personas es en todo caso un problema intelectual, teórico, en el que no tiene demasiado interés. Dos años después de asumir le sugiere a su interlocutor (no un funcionario, no un asesor, ni siquiera un consultor sino un periodista en el contexto de una entrevista televisiva en vivo) que empiece la discusión.
 
Decir que no le quita el sueño sería una exageración: ni siquiera lo considera un problema, algo que deba resolver. La economía se encargará de hacerlo, cuando deje de existir el riesgo kuka. Suena estúpido, pero es exactamente el argumento presidencial, palabra por palabra.
 
Para la mayoría de los argentinos se trata en cambio de una cuestión muy concreta, a veces de vida o muerte. Este miércoles, en Congreso, en la marcha semanal por el reclamo de una mejora en las jubilaciones, una pareja daba su testimonio a las cámaras de televisión.
 
Él está atravesando un tratamiento contra el cáncer, le sacaron la cobertura de los remedios para aliviar los dolores y los vómitos cuando le hacen quimioterapia. En el hospital sólo le entregan la mitad. Desde los estudios, la cronista sugiere que den un "alias" bancario para recibir transferencias de gente que pueda ayudarlos. No tienen teléfono: tuvieron que venderlo para comprar medicinas. Milei no tiene una respuesta para ellos ni va a tenerla. 
 

18-10-2025 / 09:10
Un 17 de octubre en la recta final de una campaña electoral, donde dos de sus figuras principales son el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent por el oficialismo y por la oposición la expresidenta Cristina Kirchner con prisión domiciliaria. Que dos de las figuras que más pesan en una puja electoral sean el ministro de Economía de una potencia extranjera y la principal dirigente de la oposición proscripta, constituye un síntoma de descomposición del sistema político.
 
Con las ventas de dólares del Tesoro de los Estados Unidos y con una catarata de mensajes con promesas de campaña, Bessent se puso al hombro la campaña del oficialismo. Prometió como si fuera candidato, pidió el voto para las listas de los falsos libertarios y aseguró que, si ganaban los seguidores de Javier "el Cipayo" Milei, Argentina sería bendecida por Estados Unidos. El gobierno casi no mostró sus candidatos. El yanqui Bessent ha sido hasta ahora su carta principal.
 
La intervención del alto funcionario norteamericano no fue oculta, sino que ha sido pública, ciertamente impúdica, y en situaciones normales se juzgaría como intervencionismo de una potencia en la política interna de otro país. Lo paradójico ha sido que no fue una intervención impuesta o forzada, sino solicitada por el mismo presidente Milei.
 
Si el oficialismo no tiene candidatos más fuertes que el ministro de Economía de una potencia extranjera y, si al mismo tiempo, la principal dirigente de la oposición fue encarcelada, son datos muy fuertes que al cruzarlos inducen a pensar que la expresidenta fue proscripta porque sus adversarios son incapaces de generar un liderazgo similar y tienen que recurrir a una potencia extranjera que cobrará caro por su intervención.
 
La intervención de Bessent puso en evidencia la falta de propuestas del oficialismo que, de esta manera, lo único que se le ocurrió fue ofrecer una dependencia ruinosa en lo material e indigna en lo moral. La dependencia colonial del gobierno con Washington es evidente porque es el único recurso que tiene en política y en la economía.
 
Los últimos diez días mostraron a un gobierno desesperado en esa dependencia. Todo el equipo económico -la mayoría de ellos tienen residencia en Estados Unidos- en procesión entre Washington y Nueva York para rogar por ayuda. Como si fueran creyentes que le piden a la virgen de Luján. Con la diferencia que Estados Unidos no es la virgen y cobrará caro cada gesto.
 
La falta de cuadros políticos, de dirigentes y candidatos en el oficialismo agrandó aún más el liderazgo que mostró Cristina Kirchner en la convocatoria al acto de ayer. La expresidenta planteó que así como en 1945, la consigna fue "Braden o Perón", en las próximas elecciones se trata de "Milei o Argentina".
 
Mientras la multitud se congregaba en Constitución, frente al edificio donde Cristina Kirchner permanece prisionera, el oficialismo tenía dificultades para reunir un puñado de simpatizantes en Caseros, en el conurbano. Al mismo tiempo se juntaba a protestar un grupo espontáneo de vecinos y se repitió la escena que frustró la mayoría de los actos de campaña de Milei.
 
El presidente se movilizó en helicóptero y alcanzó a explicar con un megáfono que no había que abandonar en mitad del río. Su discurso se resumió en que hace falta más esfuerzo. Pero el presidente estuvo pocos minutos y no hizo la caminata que estaba prevista. Reaccionó a la defensiva tras un discurso a la defensiva: "Hay que aguantar".
 

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar