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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 06-09-2020 / 11:09
LAS ASPIRACIONES PRESIDENCIALES DE LARRETA LO OBLIGAN A ADOPTAR LAS POLÍTICAS QUE RECLAMAN SUS ELECTORES MÁS ANTIDEMOCRÁTICOS

El cuento de halcones y palomas en la interna de Juntos por el Cambio

El cuento de halcones y palomas en la interna de Juntos por el Cambio
La historia de los halcones y las palomas se desdibuja si cada vez que hay que tomar una decisión la bola cae para el mismo lado, se trate de cuestiones vinculadas a estrategias parlamentarias, comunicación institucional, convocatoria a protestas o la (no) imposición de medidas para restringir los riesgos de contagio de coronavirus.
El lamentable espectáculo montado por la oposición en la cámara de Diputados esta semana dejó en evidencia que hay cada vez menos margen para la convivencia de dos oposiciones diferentes.
 
La historia de los halcones y las palomas se desdibuja si cada vez que hay que tomar una decisión la bola cae para el mismo lado, se trate de cuestiones vinculadas a estrategias parlamentarias, comunicación institucional, convocatoria a protestas o la (no) imposición de medidas para restringir los riesgos de contagio de coronavirus.
 
Si Horacio Rodríguez Larreta alguna vez quiso dar, efectivamente, una oferta política diferente, ese tiempo parece haber quedado atrás; el alcalde porteño se adaptó o claudicó para no perder, por derecha, una parte del 40 por ciento que imagina como un piso para sus aspiraciones presidenciales.
 
"Horacio va a hacer todo lo necesario para que Juntos por el Cambio siga unido", lo describe un colaborador muy cercano. El problema es que, a juzgar por las evidencias, todo lo necesario puede terminar siendo demasiado.
 
Desde la oposición insistirán en llevar el asunto a dos canchas donde evidentemente se sienten más a gusto que en el recinto legislativo: el Poder Judicial y los estudios de televisión. A veces, el modus operandi de algunos se parece demasiado a una confesión de partes.
 
Las expresiones antidemocráticas o violentas están avaladas por un sector importante del electorado que Juntos por el Cambio necesita para ser competitivo. El peronismo va a requerir inteligencia, decisión, coraje y creatividad para estar a la altura de semejante desafío.
 

 
Pocos pero abroquelados
 
A diferencia de lo que sucedió en 2010, cuando la oposición al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner juntó el Grupo A con 129 votos para bloquear al oficialismo, despojarlo de la presidencia de todas las comisiones y evitar que se sancione el presupuesto, entre otras leyes, ahora JxC no tiene mayoría por su cuenta.
 
El intento por bloquear el funcionamiento del Congreso en nombre de la República se hizo con menos de cien diputados en el recinto.
 
Ese número resulta a todas luces insuficiente para bloquear cualquier iniciativa del oficialismo, sobre quien recaerá la tarea de negociar con otras fuerzas para juntar el número necesario para avanzar con sus proyectos.
 
Hubo algunos intentos, sobre finales de la semana, de reconstruir el diálogo entre las partes para buscar un mecanismo que permita sesionar en condiciones pactadas pero se chocaron siempre con el obstáculo de que JxC se niega a debatir la reforma judicial, la contribución extraordinaria de los principales patrimonios del país y la nueva fórmula de movilidad jubilatoria salvo que sea con sesiones presenciales, que hoy son virtualmente imposibles. En eso tampoco hay ninguna diferencia entre halcones y palomas.
 
 
Lejos del centro
 
El carácter antiperonista rabioso (léase: antidemocrático) de la parte más visible del electorado de Juntos por el Cambio limita la autonomía de los dirigentes que intentan alejarse de las costas de ese archipiélago.
 
Resulta evidente cuando se observa el carácter de las manifestaciones que animan dirigentes como Mauricio Macri y Patricia Bullrich y cuyo objetivo pasa tanto por desgastar al gobierno como por marcarle la cancha a los que, dentro del mismo espacio, exhiben una faceta más moderada.
 
Las amenazas de muerte contra el presidente de la cámara de diputados, Sergio Massa, y su familia, dejaron en evidencia esos límites.
 
Cuando varios dirigentes opositores (entre ellos el propio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Mario Negri y Cristian Ritondo) manifestaron su solidaridad a través de las redes sociales, en la mayoría de las respuestas que recibieron fueron tildados de "tibios", "traidores", "kirchneristas", "caretas" y hasta "mencheviques". La moderación no paga y ellos están en este negocio para ganar.
 
Las disputas internas en la oposición, que las hay, pasan más por dirimir los liderazgos que por diferencias de fondo. No es casual que en pocos días hayan reingresado en escena los tres socios fundadores de Juntos por el Cambio: Macri, Elisa Carrió, que pasó en una semana de pedir racionalidad a denunciar un golpe de Estado, y Ernesto Sanz, otro que pronostica estallidos.
 
La vieja guardia reaparece para custodiar su legado de antiperonismo furioso y tapiar cualquier camino que implique un giro al centro.
 
Pero ellos no tienen, por sí solos, caudal electoral para amenazar al gobierno. A Macri le gusta medirse en el espejo de CFK, por eso sus alcahuetes echaron a andar eso de que "con Mauricio no alcanza pero sin Mauricio no se puede".
 
Sin embargo pasa por alto un detalle: la vicepresidenta siempre mantuvo un núcleo de apoyo del 30%, que le daba la acción de oro en la interna del peronismo. Hoy, las consultoras más entusiastas le dan apenas la mitad de eso en imagen positiva.
 
 
El plan de Larreta
 
Todos los caminos conducen a que Juntos por el Cambio llegue unificado por lo menos hasta las elecciones del año que viene. Otros factores, como las investigaciones judiciales que sobrevuelan a figuras centrales del último gobierno, con Macri a la cabeza, otorgan los incentivos que faltan para priorizar un armado que permita mantener (para sí pero sobre todo para otros) la ilusión de un regreso al poder antes que las aventuras en solitario. La agenda del gobierno también ayuda a cimentar la sociedad opositora.
 
Rodríguez Larreta corre hasta ahora en pole position dentro de ese aglomerado. A diferencia de sus rivales, ya está en campaña (nunca dejó de estarlo). La mesa donde dibuja el tablero nacional sumó un refuerzo de lujo con la reaparición de Marcos Peña hace alrededor de un mes.
 
Aunque no trabaja directamente bajo el ala del alcalde y mantiene un vínculo cotidiano con Macri, su rol es fortalecer una estructura donde todos mantengan los pies dentro del plato. Ya llegará el momento en el que se disputarán ese capital.
 
Mientras tanto, el alcalde se acerca a Margarita Stolbizer, que continúa su camino constante hacia la intrascendencia política, ahora de la mano del médico mediático Facundo Manes.
 
En un chivo publicado el lunes por el diario La Nación para anunciar la sociedad, un dirigente de GEN en off the record comete sincericidio: el plan es "alcanzar un 20 por ciento de los votos" en 2021 "y negociar con Juntos por el Cambio para los comicios de 2023", según publica el matutino de los Mitre. "Cerca de Stolbizer, Manes apuesta a la avenida del medio", titula el diario, con un envidiable sentido del humor.
 
Otros movimientos del larretismo quedaron plasmados en el nuevo organigrama del PRO porteño, que renovó autoridades esta semana con la consigna que funciona como leit motiv del alcalde, "Todos adentro".
 
El partido seguirá encabezado por Diego Santilli, que además desplazó recientemente al jefe de gabinete porteño Felipe Miguel de otro lugar clave en el equipo que trabaja en la campaña presidencial de Rodríguez Larreta: el de recaudador. A Miguel, que soñaba con ser el sucesor, se le está acabando la nafta.
 
 
El desafío radical
 
No es Macri, sin embargo, el rival que más preocupa a Rodríguez Larreta en su camino a la presidencia; más desconfía de Martín Lousteau, que en su perspectiva representa un doble desafío.
 
Las aspiraciones del senador de gobernar la ciudad son, en sí mismas, una amenaza a la hegemonía que tiene el PRO desde hace una década y media en el distrito. Pero cerca del alcalde aseguran que en realidad su candidatura porteña es sólo una tapadera mientras trabaja para ser candidato presidencial.
 
Ahora el campo de batalla es la interna radical en la provincia de Buenos Aires. Allí, Lousteau, junto a su jefe político Enrique Nosiglia, apoyan la candidatura del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, contra el candidato oficial, Maximiliano Abad, respaldado por Rodríguez Larreta vía Vidal.
 
El acuerdo entre el senador y el intendente se formalizó este viernes con un zoom en el que Posse dejó en claro cuál es la manzana de la discordia al plantear "una UCR que sea socia plena de Juntos Por el Cambio en pie de igualdad".
 
Posse fue un pionero en implementar lo que ahora llaman "take away plus", pero que en realidad se trata de habilitar bares y restaurantes para que funcionen con mesas al aire libre, una actividad que todos los expertos coinciden se encuentra entre las de alto riesgo de contagio de Covid.
 
La medida fue imitada por Rodríguez Larreta en la ciudad, a pesar de encontrarse en el pico de los casos. Implementada sin ningún tipo de control, privilegia el lucro de los comerciantes a la salud pública. En eso tampoco se observan diferencias de fondo.
 
Queda claro que las fisuras al interior de la oposición residen en la (razonable y válida) disputa de poder intestina más que en desacuerdos políticos respecto a cuestiones centrales del debate público, lo que aleja un escenario de ruptura.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

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