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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 05-09-2020 / 08:09
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

El intento macrista de cerrar el Congreso es una nueva forma de golpismo

El intento macrista de cerrar el Congreso es una nueva forma de golpismo
El escándalo que protagonizaron en el Congreso los diputados macristas coincidió con las marchitas insalubres y desopilantes que ellos convocaron para contagiarse, más una campaña de medios macristas y de sus intelectuales orgánicos, más la aparición destemplada del ex presidente Duhalde.
El intento del macrismo de impedir el funcionamiento del Congreso tiene una gravedad institucional inusitada, que no produjo mayores consecuencias porque los bloques opositores más chicos no se sumaron al boicot.
 
La Justicia rechazó el recurso que plantearon para anular la sesión del martes y concedió una prórroga para el funcionamiento virtual. A pesar de su fracaso, la actitud de la oposición reavivó presagios destituyentes con el intento de utilizar al Congreso como plataforma para un golpe institucional.
 
Puede parecer paranoico hablar de golpes, al estilo del ex presidente Eduardo Duhalde, quien no por casualidad apareció meneando la amenaza de una interrupción golpista. El golpe militar como lo imaginó Duhalde no es posible. Seguramente que el golpe institucional parlamentario, al estilo del que funcionó en Brasil para destituir a Dilma Rousseff, tampoco.
 
Pero el hecho de que al cumplirse apenas los primeros ocho meses del Gobierno, el macrismo busque el cierre del Congreso, plantea un llamado de alerta. Al que se sumó ayer el desconocimiento inédito de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi al derecho del Senado a convocarlos como estipula la Constitución.
 
El oficialismo, con 119 diputados, es la primera minoría y necesita diez más para tener mayoría. Esas matemáticas lo ubican en una situación vulnerable porque depende, como en este caso, de los bloques más pequeños para mantener la actividad parlamentaria que el macrismo busca boicotear.
 
El escándalo que protagonizaron en el Congreso los diputados macristas coincidió con las marchitas insalubres y desopilantes que ellos convocaron para contagiarse, más una campaña de medios macristas y de sus intelectuales orgánicos, más la aparición destemplada del ex presidente Duhalde.
 

 
En diciembre de 2015, gran parte del electorado venezolano se abstuvo en las elecciones en protesta por la crisis económica. Nicolás Maduro, al que la oposición acusa de no ser democrático, reconoció su derrota, con lo cual la oposición pasó a controlar el Congreso. Entonces, el Congreso desconoció la autoridad de Maduro y eligió un presidente que fue reconocido por Washington.
 
El golpe fracasó porque Maduro retuvo el respaldo popular y el de las Fuerzas Armadas. En las elecciones siguientes movilizó a sus militantes para convocar al electorado y sacó una amplia ventaja sobre la oposición en una votación súper controlada y transparente. Pero el gobierno venezolano tiene propiedades en Estados Unidos y 31 toneladas en barras de oro en Gran Bretaña.
 
Obvio: los gobiernos de Estados Unidos y el de Gran Bretaña no quieren entregar las propiedades ni el oro, porque reconocieron como presidente de Venezuela a Juan Guaidó, un político que si se presentara a elecciones ni llegaría al diez por ciento de los votos. En este momento ni siquiera lo reconoce la mayoría de la oposición, porque Henrique Capriles dio señales de volver a candidatearse.
 
Hablar de Venezuela pone los pelos de punta a medio planeta porque tiene mala prensa. Pero viene al caso porque allí se intentó usar el Congreso, como lo está haciendo ahora el macrismo en Argentina, y porque el gobierno de Mauricio Macri depositó en Inglaterra once toneladas de barras de oro que se habían atesorado en el Banco Central durante los gobiernos kirchneristas.
 
Es para tenerlo en cuenta cuando se producen turbulencias como las del Congreso que en apariencia no tienen explicación racional. No existen situaciones límite por parte del Gobierno que justifiquen contramedidas extremas del macrismo. Esas digresiones alimentan sospechas razonables.
 
No puede haber gobiernos menos legítimos y con menos respaldo ciudadano que los de Jeanine Añez en Bolivia o la ilusión de Juan Guaidó en Venezuela. Sin embargo, fueron instalados (o intentaron hacerlo) y reconocidos por el gobierno norteamericano, que aparece otra vez en el continente como un jugador brutal sin la sutileza de la diplomacia ni la zanahoria de los tratados de libre comercio.
 
La reacción destemplada del macrismo se activó cuando el oficialismo comenzó a hablar de la ley de organización y competencia de la Justicia Federal. Una fuerza que instaló un organismo paraestatal como la "mesa judicial" para manipular desplazamientos y designaciones en la Justicia no reacciona por interés republicano, sino para defender los espacios de influencia que logró en la Justicia a través de mecanismos no republicanos.
 
Si se cuadruplican los tribunales en la Justicia Federal, será más difícil controlarla a través de un puñado de funcionarios como hizo el macrismo para aplicar el lawfare contra la oposición. De la misma forma reaccionó cuando el Consejo de la Magistratura decidió revisar la situación de los jueces que fueron designados de manera irregular durante el macrismo.
 
Hay dos, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, que fueron puestos en la Cámara Federal sin la aprobación del Senado exigida por la Constitución. La negativa de ambos a asistir a la reunión de ayer en la Comisión de Acuerdos implicará el voto contrario a su permanencia en la Cámara y el pedido de juicio político en la Magistratura.
 
Y está el procurador interino, Eduardo Casal, que fue designado por Macri y que protegió al fiscal Carlos Stornelli de las numerosas citaciones del juzgado de Dolores, donde fue procesado en una causa por asociación ilícita.
 
Son apenas tres situaciones irregulares de las muchas que produjo la "mesa judicial". Ahora los periodistas macristas descubrieron la teoría del contrapoder y el valor de la independencia de los jueces. Pero si no abrieron la boca cuando el macrismo avanzaba sobre el Poder Judicial, no tienen autoridad moral para hacerlo ahora.
 
En Brasil, en toda América Latina, han denunciado que el lawfare fue diseñado por Estados Unidos y difundido en seminarios que organizaba el Departamento de Justicia de ese país con funcionarios judiciales latinoamericanos. Es sabido que el fallecido juez Claudio Bonadio, encargado de la persecución a Cristina Kirchner, era recibido como un héroe en la embajada norteamericana.
 
El escándalo que protagonizaron los diputados macristas tuvo un antecedente llamativo además de la campaña mediática y las marchitas del contagio: fue la participación estelar del embajador de Donald Trump en Argentina, el ex juez Edward Prado, en un Foro organizado el lunes por el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires.
 
No se trata de un organismo gremial, sino de una agrupación de ex funcionarios macristas, defensores de genocidas y abogados de grandes empresas que, en documentos públicos, justificó el accionar de la dictadura.
 
Las intervenciones públicas de los embajadores extranjeros son pensadas al detalle, no son inocentes. El ex juez conservador de Texas fue designado por Trump en pleno lawfare y el mismo Prado afirmó que venía a colaborar con el "mejoramiento de la Justicia". Fue la época en que Bonadio disponía de un poder que para muchos excedía a la Casa Rosada.
 
El foro fue el lunes, Clarín lo publicó el martes, el mismo día de la sesión en Diputados. El embajador de Trump hizo un discurso para defender la independencia de los jueces y otros oradores se dedicaron a criticar las propuestas del Gobierno para la Justicia.
 
Oscar Parrilli pidió una cuestión de privilegio en el Senado para criticar lo que consideró una intervención en los asuntos internos del país: "Este embajador de Trump en la Argentina hizo mucho daño --señaló--, lo mejor que debería hacer es callarse la boca".
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página12
 

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13-12-2025 / 09:12
El proyecto de país que perfila el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei tomó el aspecto de una sociedad sin derechos organizada por el mercado. El mercado elimina el concepto de soberanía y decidirá quién irá preso y quién se tomará vacaciones. A su vez, el mercado está organizado por una escala jerárquica según el poder económico.
 
O sea: la libertad de los libertarios es como la milanesa tucumana hecha con papel higiénico. Y de postre: inflación. Si alguno pensó que el esfuerzo valía la pena, el 2,5 de inflación -medido por un Indec que todo el mundo sabe trucho-- le dio una mala noticia: se quedó sin trabajo, se quedó sin empresa, y además tiene inflación.
 
En la misma semana asumió Joaquín Mogaburu como subsecretario de Derechos Humanos y se presentó el proyecto de reforma laboral en el Congreso. El nuevo funcionario es un personaje ligado a los represores y da cursos en los cuarteles sobre "memoria completa".
  
Mogaburu aboga por la conciliación y el perdón a los genocidas. El combo es coherente con el protocolo de seguridad que criminalizó la protesta social, el decreto que permitió a las fuerzas armadas intervenir en conflictos internos y la eliminación del derecho a huelga y otros derechos como lo estipula la reforma laboral enviada al Congreso.
 
Durante el mes hubo decenas de actos sobre derechos humanos en centros culturales, casas de la memoria y en plazas de todo el país. Y el jueves se realizó un festival en la Plaza de Mayo encabezado por Madres, Abuelas y el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Al mismo tiempo, la CGT anunciaba un acto público para oponerse al proyecto de ley enviado al Congreso.
 
No hay derechos humanos y no hay derechos laborales. No hay derecho a la protesta y no hay derecho que proteja contra la tortura y la violación como reclaman los que piden la libertad de torturadores y violadores que actuaron tras haber usurpado el Estado durante el golpe genocida. No hay sujetos de derecho en esta sociedad que conciben los libertarios y que ha sido votada por muchos que perderán los derechos que tenían.
 
Con el mercado se come, con el mercado se educa, con el mercado se cura. Si eso era difícil con la democracia, el mercado ni se lo plantea porque el único derecho que reconoce es el del que tiene más capital. El mercado habla de méritos, pero los derechos no se ganan. Los derechos implican también responsabilidades, pero no se ganan por méritos. Al menos la democracia reconoce que todos tienen derecho a comer, a la educación y a la salud. Después dependerá de los gobiernos proveer esos derechos.
 
Los libertarios inventaron una democracia con voto, pero sin derechos. Y los derechos son para todos porque son inherentes a la condición del ser humano. Si son para pocos, no califica. La democracia se construye sobre los derechos ciudadanos. Sin esos derechos básicos no hay sistema democrático. Este gobierno habla de democracia y libertad, pero cuando hace la milanesa, le pone papel higiénico en vez de libertad y democracia.
 

12-12-2025 / 10:12
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei mandó al Senado un proyecto de contrarreforma para eliminar derechos laborales, sindicales y de huelga que atrasa un siglo. Contra la Constitución desconoce hasta la jornada de 8 horas y el derecho a huelga. Redactado por los abogados de las grandes empresas, de Paolo Rocca, Galperin y Eurnekian, en cada rubro empeora la posición de los trabajadores. Perjudica también a monotributistas e informales y se propone financiar los despidos con la plata de los jubilados.
 
El gobierno libertario demoró la presentación de la contrareforma laboral, que no registra precedentes desde la dictadura genocida de 1976, para estirar los tiempos de negociación y definir cuán a fondo iría en su ofensiva contra los trabajadores y el sindicalismo. El proyecto que ingresó al Senado retoma lo peor de todas las versiones anteriores y lo condensa en 71 páginas y 191 artículos.
 
Enmascarada en una supuesta "modernización", la iniciativa retrocede más de un siglo y desconoce pilares básicos del derecho laboral como la jornada de ocho horas y restringe el derecho a huelga. Lejos de mejorar la vida de los trabajadores, crear empleo o incorporar a los informales al mercado formal, la reforma sólo busca abaratar costos para que el empleador pueda despedir y amplía la desprotección sobre el sector más débil.
 
Los especialistas coinciden en que "invierte la presunción de laborabilidad" perjudicando a monotributistas y trabajadores "independientes". El texto final del proyecto confirma la transferencia regresiva de los derechos de los trabajadores en favor del gran capital, debilita su capacidad de organización y faculta al empleador para modificar condiciones laborales según sus necesidades.
 
La reforma laboral, firmada por Milei, fue elevada al Congreso de manera errónea por parte de Gobierno. Legisladores opositores y abogados laboralistas cuestionaron el ingreso por el Senado, ya que la reforma laboral contiene un capítulo tributario que modifica impuestos centrales. Al respecto, la Constitución fija que toda ley de carácter impositivo debe originarse en Diputados.
 
La reforma laboral que impulsa Milei atrasa porque reinstala un modelo previo al propio nacimiento del derecho laboral. La abogada Natalia Salvo advierte que es "una novedad de museo que nos devuelve a un tiempo sin normas". El proyecto permite jornadas de hasta 12 horas, un retroceso a antes de la Ley 11.544, conquistada después de las huelgas y masacres de la Patagonia y la Semana Trágica.

También elimina ítems remunerativos para achicar aguinaldo y vacaciones, ahora fraccionadas como en etapas de precariedad anteriores a cualquier estándar moderno. Al mismo tiempo, remarca que la iniciativa desconoce los avances globales sobre las plataformas: mientras en Europa los tribunales y países como España o Portugal ya reconocen a esos trabajadores como dependientes, aquí se los deja en un limbo jurídico. Modernizar sería ampliar la protección, no recortarla. Con un 43 por ciento de informalidad, el proyecto empuja al país hacia un pasado sin resguardo, donde la relación laboral quedaba librada a la voluntad de la patronal.

Un Gobierno que miente en todo, presenta el argumento principal en la supuesta "creación de trabajo formal". Silogismo falaz, acaba de ser refutado por un hombre del gran capital, el abogado Julián de Diego. Dijo que "sin crecimiento, no habrá generación de empleo". Ese crecimiento se presenta, como promesa lejana, relato de un provenir etéreo, medido en décadas. Equiparada a Irlanda, Alemania, y otras naciones. Por ahora, lo que hay es recesión, inflación en alza y deuda. Cada vez más deuda.

La Opinión Popular


11-12-2025 / 10:12
Turismo "con la nuestra". Nuevo papelón internacional de Javier "el Loco" Milei que fue a perder el tiempo a Noruega disfrazado con el mameluco de YPF, viajó 25.000 kilómetros para sacarse una foto... y se volvió sin nada. María Corina Machado faltó a su premiación como Nobel de la Paz. Viajó con su hermana Karina a Oslo en el avión presidencial, en un viaje que cuesta 300 mil dólares, y se alojó en el Gran Hotel de Oslo, en donde una habitación cuesta mil euros por noche. "El Peluca" volvió a las apuradas y de inmediato puso su firma en el funesto proyecto que apunta contra la justicia social y modifica la regulación de horas extras, vacaciones e indemnizaciones.
 
El fugaz y costoso paseo de Milei por Noruega terminó en un traspié político que expuso improvisación y falta de estrategia. La salida apresurada dejó al libertario sin el rédito simbólico que buscaba y reforzó las críticas sobre un viaje reducido a gestos vacíos, sin resultados concretos ni agenda internacional consistente. Tenía una agenda que incluía reuniones con el primer ministro y con el rey, además de la posibilidad de un encuentro cara a cara con Corina Machado, y los dejó "de garpe". Cosa de loco.
 
Milei regresó de apuro para evitar que una interna ponga en riesgo el tratamiento de la reforma laboral. Las explicaciones oficiales, en off the record, hablaban de la necesidad de "firmar la ley de reforma laboral" después de hacer "algún ajuste de último momento", sin embargo, tanto los cambios como la firma se pueden gestionar de manera remota. Lo que sucedió en realidad es que una nueva interna en el gobierno casi hace volar por los aires la Ley Rifle. Lo más llamativo, en este caso, es que los que frenaron el proyecto son dos enemigos íntimos: Santiago Caputo y Martín Menem.
 
Ellos son los dos interlocutores más fluidos que tiene la CGT dentro de la estructura libertaria y vienen advirtiendo desde hace tiempo que así como la estaba planteando Federico Sturzenegger, la reforma laboral corre el riesgo de empantanarse en el Congreso y terminar siendo rechazada, modificada hasta volverla irreconocible o aprobada a un costo demasiado alto. El recuerdo de la reforma previsional de Mauricio Macri en 2017 está presente en todos los cálculos.
 
Las partes observadas son justamente las que apuntan contra el andamiaje financiero y normativo que sostiene a los sindicatos, los llamados "derechos colectivos" que la CGT prioriza antes que las condiciones de trabajo individuales. De hecho, este lunes Sturzenegger estuvo reunido con los diputados de LLA, en un encuentro del que Menem no participó, y ante las consultas sobre estos asuntos el ministro prometió una "versión light", más sencilla de aprobar.
 
Sin embargo, el anuncio que hizo el vocero con sueldo de jefe de gabinete, Manuel Adorni, al día siguiente, no contempla la mayoría de esos recortes e incluye cláusulas inaceptables para el más dialoguista de los líderes gremiales. Dicen en la Casa Rosada que la orden de ir a fondo la dio el mismo Milei. El proyecto ya estaba listo para ingresar al Senado cuando Caputo y los Menem lograron frenarlo. Ese fue el motivo por el que el presidente tuvo que volver de apuro.
 
Patricia Bullrich, en tanto, defiende la redacción de Stuzenegger pero reclama que la situación se destrabe porque cree que si la reforma no tiene un tratamiento express y media sanción antes de las fiestas, después puede empantanarse. Su plan original de dictaminar esta misma semana, incluso el viernes a última hora, se fue diluyendo con el correr de las horas. El escenario más optimista apunta a sesionar en vísperas de noche buena. Sería un verdadero milagro navideño, mientras la CGT y el peronismo se abroquelan contra la reforma laboral anti obrera y pro patronal de Milei.
 
La Opinión Popular
 

10-12-2025 / 09:12
La denuncia por la compra de chatarra militar suma un nuevo capítulo. A la venta por un euro de los F-16 a Rumania, se añade el inminente acuerdo entre Polonia y Estados Unidos para la comprar de 250 vehículos blindados Stryker por sólo el valor simbólico de un dólar.
 
Los Stryker forman parte del catálogo militar yanqui que fueron utilizados en Afganistán e Irak y están diseñados para el transporte ágil de tropas y equipamiento. Según versiones oficiales, la elección del modelo responde a una planificación que prioriza la movilidad, la protección y la capacidad de respuesta ante diversas situaciones operativas.
 
Se trata de unidades adaptadas a distintos escenarios urbanos y misiones, con posibilidad de implementación progresiva conforme a los requerimientos logísticos y de capacitación establecidos por el Ejército Argentino.
 
Ya en julio que había opciones mejores que estaban siendo barajadas como el Guaraní de Brasil, que son vehículos muy similares a los que se usan en Argentina con el aditamento que los componentes mecánicos son argentinos como el motor y transmisión de IVECO.
 
Según publicó el medio ecuatoriano El Universal en base a un informe de Interesting Engineering, con esta oferta se pretende que los Strykers, que actualmente están desplegados en Europa, no vuelvan a territorio estadounidense, sino que sean entregados directamente a Polonia como parte del proceso de disminución de presencia militar norteamericana en la región.
 
Un análisis de Breaking Defense detalla que los Strykers llegarían en condiciones deterioradas, lo que implicaría reparaciones costosas, modernización y la creación de un nuevo sistema de soporte y entrenamiento, especialmente complejo para una plataforma que Argentina nunca operó.
 
Por otra parte, sostiene el informe, también hay dudas sobre el impacto industrial que traería la llegada de estos blindados, ya que puede desplazar la demanda de vehículos de fabricación nacional, como el Rosomak. En efecto, como ocurre con los F-16, se confirma que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN están deshaciéndose de la buena parte de su material militar por considerarlo vetusto y desactualizado.
 
Por eso, en el Ejército argentino preferían El Guaraní brasileño dado no se impone límite de cantidad, son nuevos, se transfiere tecnología de fabricación de partes y es interoperable con Brasil.
 
"Los EEUU limitan la cantidad, nos entregan un lote de usados que Chile descartó oportunamente. No son anfibios y puede ser que venga una flota final heterogénea, con menor ciclo de vida útil y mayor costo de mantenimiento. Es relevante que no sean anfibios. No van a poder varear nuestros ríos", detalló un militar activo en ese momento.
 
Para armas, plata hay. De los 27 vehículos que el gobierno le compró a Estados Unidos el valor total fue de 100 millones de dólares. La propuesta de Brasil por los Guaraní era de 161 vehículos (156 + 5 de entrenamiento) por 400 millones de dólares, quedando cada unidad en valor de 2,5 millones de dólares cada uno contra los 3,7 de los Stryker. Es decir, si se hubiesen comprado la misma cantidad a Brasil, hubiera gastado 67 millones, 32 millones menos que lo que gastó ahora. ¿Aliados a EEUU? Las pelotas... A Milei, los yanquis lo toman de gil.

 

 

09-12-2025 / 08:12
La compra de los 24 aviones F-16 daneses, que entregarán 6 por año, expone el negociado millonario de Javier Milei con los aviones chatarra que no cambian la correlación estratégica ante un eventual conflicto en el Atlántico Sur. Los F-16 son antiguos e inútiles para nuestra principal hipótesis de conflicto. El avión elegido carece de misiles modernos de largo alcance, capacidades SEAD/DEAD, apoyo AWACS y autonomía suficiente para operar a grandes distancias. Y la infraestructura de mantenimiento de la Fuerza Aérea está por debajo de los estándares necesarios. La OTAN jamás lo permitiría.
 
Estados Unidos y el Reino Unido -ambos miembros de la OTAN- mantienen restricciones tecnológicas que limitan cualquier avance argentino en términos de disuasión real. Seguimos igual de indefensos que antes, a pesar de la celebración marketinera del Gobierno libertario. Las críticas a la compra de los aviones F-16 por parte de Argentina son variadas y provienen de diferentes sectores, abarcando aspectos económicos, militares y geopolíticos. Un resumen de los principales puntos de crítica:
 
Alto Costo de Operación: la hora de vuelo de un F-16 es muy cara (rondan entre los $10.000 y $20.000 dólares). En un contexto de ajuste fiscal, esto generaría dudas sobre si el país tendrá los fondos necesarios para mantener los aviones operativos y entrenar adecuadamente a los pilotos.

Prioridades de Gasto: Hay críticas sobre destinar una suma importante del presupuesto de defensa (alrededor de $650 millones de dólares para el paquete completo contra un euro que pagó Rumania) a aviones, en lugar de utilizar esos recursos en áreas con mayores necesidades sociales o productivas. Esos dólares que nos prestan no son para un Procrear, son para comprar aviones obsoletos y equipos en mal estado.

Inversión en Infraestructura: Además del costo de compra y operación, se requiere una inversión adicional significativa para actualizar y readecuar las bases aéreas, pistas, talleres y sistemas logísticos para poder soportar la operación de estas aeronaves.

Aviones Usados y Desfase Tecnológico: Aunque modernizados, los aviones son de segunda mano (Europa los está reemplazando por F-35 de quinta generación) y tienen 40 años de antigüedad. Esto no representa la "última tecnología" y Argentina queda rezagada frente a los avances en aviación de combate, cuando los drones y los sistemas no tripulados están redefiniendo el combate aéreo.

Insuficiente para la Extensión Territorial: Argentina es el octavo país más extenso del mundo. Una flota de 24 aviones no es suficiente para cubrir eficazmente todo el territorio nacional y su espacio aéreo.
 
Limitaciones Logísticas y Técnicas: el F-16 tiene un sistema de reabastecimiento en vuelo por pértiga rígida, lo cual es un problema, ya que la Fuerza Aérea Argentina utiliza un sistema de cesta y manguera, lo que obligaría a readecuar la flota de tanqueros o a depender exclusivamente del sistema rígido.
 
La compra de armamento estadounidense fomenta un claro alineamiento cipayo con Estados Unidos y la OTAN. Esto limita la soberanía en política exterior y que todo el control logístico, mantenimiento y la provisión de repuestos queden sujetos al visto bueno de los EEUU (y a las restricciones impuestas por el Reino Unido), como ha ocurrido históricamente con otras ventas militares. La elección del F-16 priorizó el alineamiento internacional por sobre otras opciones, como los aviones chinos JF-17 (más modernos y que incluían armamento), los cuales fueron objetados por Gran Bretaña.
 
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